domingo, 25 de mayo de 2014

CABILDO ABIERTO DE 1810

Memoria autógrafa de Saavedra 

El 19 [de mayo de 1810, el virrey Cisneros] nos citó para que a las siete de la noche estuviésemos todos en la fortaleza. [...] Se nos presentó el virrey y nos dijo: "Señores, se me ha pedido [... ]para convocar sin demora, al pueblo, a cabildo abierto, [pero] yo no he dicho que la España toda está perdida, pues aún nos que­dan Cádiz y la isla de León. Llamo a ustedes si están resueltos a sostenerme en el mando o no".

Viendo que mis compañeros callaban, yo fui el que dijo al [virrey]: “Señor, ¿este territorio inmenso, sus millones de habitantes, han de reconocer soberanía en los comerciantes de Cádiz y en los pescadores de la isla de León? [...]. No, señor; no queremos seguir la suerte de España, ni ser dominados por los franceses: hemos resuelto reasumir nuestros derechos y conservarnos por nosotros mismos. El que dio autoridad a V.E. para mandarnos ya no existe; por consiguiente, V.E. tampoco la tiene ya, así que no cuente con las fuerzas de mi man
do para sostenerse en ella". Esto mismo sostuvieron todos mis compañeros. Con este desengaño [Cisneros] terminó diciendo: “Pues señores, se hará el cabildo abierto que se solicita".

Cornelio Saavedra, Memoria autógrafa, Buenos Aires, 1829

Elecciones entre combates

Mientras los combates entre el ejército ucraniano y los separatistas prorrusos causaron más de 150 muertos en las últimas semanas, los sondeos sitúan al multimillonario prooccidental Petro Poroshenko como claro favorito.

Ucrania se prepara para celebrar hoy unas elecciones presidenciales cruciales para su futuro, con las autoridades interinas pendientes de lo que pase en las regiones del Este, donde los combates entre el ejército ucraniano y los separatistas prorrusos causaron más de 150 muertos en las últimas semanas. Los sondeos sitúan al multimillonario prooccidental Petro Poroshenko como claro favorito con un 44 por ciento de intención de voto. Sus principales rivales son la ex primera ministra Yulia Timoshenko y el banquero Serguei Tiguipko. Poroshenko, que prometió en campaña gestionar Ucrania como su empresa de chocolates Roshen, no tiene garantizada la victoria en la primera vuelta, en cuyo caso se celebrará la segunda el 15 de junio. Kiev ha desplegado 55 mil policías y 20 mil voluntarios para esta elección en la que están convocados a las urnas 36 millones de electores.

En Kiev, el gobierno interino que surgió de las barricadas de Maidán, donde el movimiento de protesta expulsó del poder al presidente prorruso Viktor Yanukovich a finales de febrero, participó ayer en una misa en la catedral Santa Sofía. La víspera, el presidente ruso, Vladimir Putin, esbozó un gesto de pacificación al anunciar que respetará “la elección del pueblo ucraniano” y trabajará con el jefe de Estado electo. La Casa Blanca se mostró prudente ante esta declaración e indicó que espera una señal más tangible por parte del Kremlin.

En el Este, se vivía una tregua relativa después de dos días de violentos combates en la región de Donetsk que dejaron al menos 26 muertos, entre ellos 19 el jueves en las filas del ejército ucraniano, sus mayores pérdidas desde el inicio de la operación “antiterrorista” el 13 de abril. La ciudad de Slaviansk, bastión de los insurgentes prorrusos, registró pese a todo algunos combates ayer de madrugada, en vísperas de unos comicios que pretenden poner fin a seis meses de crisis política.

Sin embargo, las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk se unificaron ayer bajo el nombre de Novorossia –Nueva Rusia–, en un acto que supone un mensaje a las autoridades de Kiev y a los electores. La ceremonia de unificación tuvo lugar en un hotel de Donetsk, la capital de la homónima región prorrusa, en presencia de representantes de otras regiones del sudeste ucraniano: Odessa, Jersón, Nikoláyev, Dnipropetrovsk y Zaparozhie. Los insurgentes reconocieron que en sus filas se produjo una división entre los que apoyaban el acto de unificación y los que defienden incluir en Novorossia a las ocho regiones surorientales, de mayoría rusohablante.

Los rebeldes se proponen boicotear las elecciones presidenciales, en las que están llamados a votar cinco millones de electores de Donetsk y Lugansk. En ambas regiones los rebeldes han bloqueado las comisiones, han tomado los colegios, frente a los que colocaron incluso morteros, requisado urnas y listas de votantes, y ni siquiera fueron imprimidas las boletas porque los insurgentes asaltaron todas las imprentas.

Los candidatos apuraron el viernes las últimas horas de la campaña para participar en debates y programas de televisión, con la excepción de Poroshenko, que mantuvo un perfil bajo. Mientras, su principal rival, Timoshenko, centró su campaña en los medios audiovisuales. El favorito para la presidencia es un cultor del bajo perfil que hizo de la lucha contra la corrupción su propuesta de campaña. “No hay dinero gris, ni negro, ni blanco. O combatimos la corrupción o es que estamos complicados en ella”, señaló en uno de sus últimos actos de campaña.

La ex premier, con un tímido 10 por ciento en los sondeos, es la que estaría más cerca de participar del ballottage frente a Poroshenko, quien podría obtener menos de los votos necesarios para consagrarse presidente en la primera vuelta. A pesar de los esfuerzos que ha hecho, los votantes relacionan a la líder de la Revolución Naranja con el sistema político contra el que luchó el Maidán de Kiev.

Los que veían en Timoshenko a una mártir del engranaje político encabezado por el ex presidente, tras pasar dos años en prisión condenada por abuso de poder, tuvieron que aceptar, a fuerza de sondeos, que va a estar difícil hacerle sombra a Poroshenko, el empresario conocido como “el rey del chocolate”. Con porcentajes muy similares a la ex ministra se ubica Tiguipko, antiguo asesor electoral de Yanukovich, ex jefe del Banco Central de Ucrania y militante del Partido de las Regiones (PR) del depuesto presidente, aunque no su candidato oficial. Nacido en Moldavia y formado en la rusoparlante Dnepropetrovsk, Tiguipko coincidió en la última etapa de la Unión Soviética con el presidente interino Alexandr Turchinov en las filas de las Juventudes Comunistas (Komsomol) y ayudó desde su cargo a poner en marcha su primer negocio a Timoshenko, natural de esa ciudad del Este de Ucrania. Tiguipko asumió lisa y llanamente el papel de candidato del sudeste rusoparlante del país.

Tiguipko pidió a las autoridades ucranianas durante la campaña que pongan fin a la operación militar lanzada contra los insurgentes. En cambio, Timoshenko, al igual que el favorito Poroshenko, siempre apoyó las acciones militares emprendidas contra las milicias independentistas y se manifestó a favor de la integración de Ucrania tanto en la Unión Europea como en la OTAN.

Por otra parte, el primer ministro en funciones, Arseni Yatseniuk, adelantó que la primera visita al extranjero del presidente ucraniano que resulte elegido será a Bruselas. “Tendremos un presidente legalmente elegido que efectuará su primera visita a la capital de la Unión Europea y firmará un documento para una zona de libre comercio”, dijo Yatseniuk, según un comunicado oficial. Además aseguró que las autoridades harán todo lo posible para garantizar que las elecciones sean “limpias y transparentes”.

Ni imperio ni Unión Soviética
El presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró ayer que no tiene intención de recrear la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) o el imperio ruso con su política sobre la crisis ucraniana, como “intentan hacerlo parecer” en Occidente. “Esta opinión no sólo no se corresponde con la realidad, sino que es un instrumento de la guerra informativa”, dijo Putin, quien destacó que jamás pasó por su cabeza anexar Crimea a la Federación Rusa. “No tenía planes de hacerlo”, agregó el mandatario. Además, lamentó que algunos medios y políticos occidentales “intenten colgarnos la idea de que queremos recomponer el imperio, la Unión Soviética, someter a todos a nuestra influencia”. Y recordó que en los próximos días se firmará un acuerdo sobre la creación de la Unión Económica Euroasiática, la siguiente etapa de integración estructural de Rusia, Bielorrusia y Kazajistán, unidos hasta ahora en la Unión Aduanera.

“Miren el objetivo profesional a ese documento. ¿Qué tiene de recreación de un imperio? Nada, cero. Sólo incluye aspectos relacionados con la unión de nuestros esfuerzos en el ámbito económico”, precisó Putin.

25/05/14 Página|12
 

El mito de Sísifo Por Albert Camus

El mito de Sísifo
Por Albert Camus

Los dioses habían condenado a Sísifo a rodar sin cesar una roca hasta la cima de una montaña desde donde la piedra volvería a caer por su propio peso. Habían pensado con algún fundamento que no hay castigo más terrible que el trabajo inútil y sin esperanza.

Si se ha de creer a Homero, Sísifo era el más sabio y prudente de los mortales. No obstante,según otra tradición, se inclinaba al oficio de bandido. No veo en ello contradicción. Difieren las opiniones sobre los motivos que le convirtieron en un trabajador inútil en los infiernos. Se le reprocha, ante todo, alguna ligereza con los dioses. Reveló sus secretos.

Egina, hija de Asopo, fue raptada por Júpiter. Al padre le asombró esa desaparición y se quejó a Sísifo. Éste, que conocía el rapto, se ofreció a informar sobre él a Asopo con la condición de que diese agua a la ciudadela de Corinto. Prefirió la bendición del agua a los rayos celestes.

Por ello le castigaron enviándole al infierno. Homero nos cuenta también que Sísifo había encadenado a la Muerte. Plutón no pudo soportar el espectáculo de su imperio desierto y silencioso. Envió al dios de la guerra, quien liberó a la Muerte de manos de su vencedor. Se dice también que Sísifo, cuando estaba a punto de morir, quiso imprudentemente poner a prueba el amor de su esposa. le ordenó que arrojara su cuerpo sin sepultura en medio de la plaza pública. Sísifo se encontró en los infiernos y allí irritado por una obediencia tan contraria al amor humano, obtuvo de Plutón el permiso para volver a la tierra con objeto de castigar a su esposa. Pero cuando volvió a ver este mundo, a gustar del agua y el sol, de las piedras cálidas y el mar, ya no quiso volver a la sombra infernal.

Los llamamientos, las iras y las advertencias no sirvieron para nada. Vivió muchos años más ante la curva del golfo, la mar brillante y las sonrisas de la tierra. Fue necesario un decreto de los dioses. Mercurio bajó a la tierra a coger al audaz por la fuerza, le apartó de sus goces y le llevó por la fuerza a los infiernos, donde estaba ya preparada su roca. Se ha comprendido ya que Sísifo es el héroe absurdo. Lo es en tanto por sus pasiones como por su tormento. Su desprecio de los dioses, su odio a la muerte y su apasionamiento por la vida le valieron ese suplicio indecible en el que todo el ser dedica a no acabar nada. Es el precio que hay que pagar por las pasiones de esta tierra. no se nos dice nada sobre Sísifo en los infiernos. los mitos están hechos para que la imaginación los anime. Con respecto a éste, lo único que se ve es todo el esfuerzo de un cuerpo tenso para levantar la enorme piedra, hacerla rodar y ayudarla a subir una pendiente cien veces recorrida; se ve el rostro crispado, la mejilla pegada a la piedra, la ayuda de un hombro que recibe la masa cubierta de arcilla, de un pie que la calza, la tensión de los brazos, la seguridad enteramente humana de dos manos llenas de tierra. Al final de ese largo esfuerzo, medido por el espacio sin cielo y el tiempo sin profundidad, se alcanza la meta. Sísifo ve entonces como la piedra desciende en algunos instantes hacia ese mundo inferior desde el que habrá de volverla a subir hacia las cimas, y baja de nuevo a la llanura. Sísifo me interesa durante ese regreso, esa pausa. Un rostro que sufre tan cerca de las piedras es ya él mismo piedra.

Veo a ese hombre volver a bajar con paso lento pero igual hacia el tormento cuyo fin no conocerá. Esta hora que es como una respiración y que vuelve tan seguramente como su desdicha, es la hora de la conciencia. En cada uno de los instantes en que abandona las cimas y se hunde poco a poco en las guaridas de los dioses, es superior a su destino. Es más fuerte que su roca. Si este mito es trágico lo es porque su protagonista tiene conciencia.

¿En qué consistiría, en efecto, su castigo si a cada paso le sostuviera la esperanza de conseguir su propósito?. El obrero actual trabaja durante todos los días de su vida en las mismas tareas y ese destino no es menos absurdo.

Pero no es trágico sino en los raros momentos en se hace consciente. Sísifo, proletario de los dioses, impotente y rebelde conoce toda la magnitud de su condición miserable: en ella piensa durante su descenso. La clarividencia que debía constituir su tormento consuma al mismo tiempo su victoria. No hay destino que no venza con el desprecio.

Por lo tanto, si el descenso se hace algunos días con dolor, puede hacerse también con alegría. Esta palabra no está de mas. Sigo imaginándome a Sísifo volviendo hacia su roca, y el dolor estaba al comienzo. Cuando las imágenes de la tierra se aferran demasiado fuertemente al recuerdo, cuando el llamamiento de la dicha se hace demasiado apremiante, sucede que la tristeza surge en el corazón del hombre: es la victoria de la roca, la roca misma. La inmensa angustia es demasiado pesada para poderla sobrellevar. Son nuestras noches de Getsemaní.

Pero las verdades aplastantes perecen al ser reconocidas. Así, Edipo obedece primeramente al destino sin saberlo, pero su tragedia comienza en el momento en que sabe.

Pero en el mismo instante, ciego y desesperado, reconoce que el único vínculo que le une al mundo es la mano fresca de una muchacha. Entonces resuena una frase desesperada: "A pesar de tantas pruebas, mi edad avanzada y la grandeza de mi alma me hacen juzgar que todo está bien". El Edipo de Sófocles, como el Kirilov de Dostoievsky, da así la fórmula de la victoria absurda. La sabiduría antigua coincide con el heroismo moderno. No se descubre lo absurdo sin sentirse tentado a escribir algún manual de la dicha. " Eh, cómo!. ¿ Por caminos tan estrechos...?". Pero no hay más que un mundo. La dicha y lo absurdo son dos hijos de la misma tierra. Son inseparables. Sería un error decir que la dicha nace forzosamente del descubrimiento absurdo. Sucede también que la sensación de lo absurdo nace de la dicha. " Juzgo que todo está bien", dice Edipo, y esta palabra es sagrada. Resuena en el universo y limitado del hombre. Enseña que todo no es ni ha sido agotado.

Expulsa de este mundo a un dios que había entrado en él con la insatisfacción y afición a los dolores inútiles.

Hace del destino un asunto humano, que debe ser arreglado entre los hombres. Toda la alegría silenciosa de Sísifo consiste en eso. Su destino le pertenece. Su roca es su cosa. Del mismo modo el hombre absurdo, cuando contempla su tormento, hace callar a todos los ídolos.

En el universo vuelto de pronto a su silencio se alzan las mil vocecitas maravillosas de la tierra. Lamamientos inconscientes y secretos, invitaciones de todos los rostros constituyen el reverso necesario y el premio de la victoria. No hay sol sin sombra y es necesario conocer la noche. El hombre absurdo dice que sí y su esfuerzo no terminará nunca. Si hay un destino personal, no hay un destino superior, o, por lo menos no hay más que uno al que juzga fatal y despreciable. Por lo demás, sabe que es dueño de sus días. En ese instante sutil en que el hombre vuelve sobre su vida, como Sísifo vuelve hacia su roca, en ese ligero giro, contempla esa serie de actos desvinculados que se convierten en su destino, creado por el, unido bajo la mirada de su memoria y pronto sellado por su muerte. Así, persuadido del origen enteramente humano de todo lo que es humano, ciego que desea ver y que sabe que la noche no tiene fin, está siempre en marcha. La roca sigue rodando. Dejo a Sísifo al pie de la montaña. Se vuelve a encontrar siempre su carga. Pero Sísifo enseña la fidelidad superior que niega a los dioses y levanta las rocas. El también juzga que todo está bien. Este universo en adelante sin amo no le parece estéril ni fútil. Cada uno de los granos de esta piedra, cada trozo mineral de esta montaña llena de oscuridad forma por sí solo un mundo. El esfuerzo mismo para llegar a las cimas basta para llenar un corazón de hombre.

Hay que imaginarse a Sísifo dichoso.

Transcripción de Marcelo Zamora

“El kirchnerismo retoma las temáticas del primer peronismo”

Por Víctor Ramos*
sociedad@miradasalsur.com

Entrevista. Daniel Santoro. Artista Plástico - Escritor

Examinar la obra artística de Daniel Santoro (1954) es aproximarse al “mundo peronista”. Habla de los primeros dos gobiernos peronistas, sus similitudes y diferencias con el kirchnerismo y de la estética peronista; critica el folclorismo conservador, la obra de Carpani, la expresión “pueblos originarios” y aspectos de la Bienal de Venecia; se refiere al Papa y cuenta sus orígenes y militancia política.
–¿Cómo fueron tus inicios en el arte?

–Al arte entre casi sin darme cuenta. Soy de Constitución, en aquella época era un barrio obrero, de inmigrantes. Desde chico trabajé en un kiosco de diarios con mi viejo. Primero estábamos en la esquina de las calles Constitución y Salta. Y después en Bolívar e Hipólito Yrigoyen, al lado de la salida del subte.

–¿A qué escuela fuiste?
–A la primaria, en una escuela parroquial. En Carlos Calvo y Salta, en la Inmaculada Concepción. Después en el Huergo, en el industrial, en San Telmo. Allí me recibí de maestro mayor de obras. Siempre me gustó dibujar. Incluso cuando empecé a militar era el que diseñaba los volantes y era el encargado de toda la parte gráfica. Después entré a la Escuela de Bellas Artes. Yo milité en Guardia de Hierro y algunos nos fuimos, dejamos de militar en esa instancia. Recuerdo que cuando había desabastecimiento (en la época de Isabel) comprábamos mercaderías a granel y las vendíamos en la esquina de Almirante Brown y Suárez, en La Boca, a precios irrisorios. Teníamos un auge tremendo, que hizo que al CDO (Comando de Organización, de extracción peronista y de derecha) no le gustara y terminamos enfrentados al CDO y nos pusieron un caño una vez y después nos terminamos de disolver.

–Luego llegaría el momento de entrar en Bellas Artes.
–Claro. Y también estaba la discusión sobre el peronismo. Siempre fue un tema de Guardia de Hierro sentirnos un pueblo elegido, diciendo que nosotros éramos los verdaderos peronistas y que todos los demás tenían algún defecto o algún problema de adaptación al peronismo (risas) y decíamos que nosotros teníamos la razón, que éramos los justicialistas reales.

–¿Qué opinás sobre el Papa, a quien se lo visualiza como peronista?
–Por un lado es un poco absurdo decir que el Papa era de Guardia de Hierro. Habría que decir que es peronista, en todo caso. No tuve una relación con él, aunque sé de muchos compañeros que sí tuvieron una relación con él. Creo que va a ser muy influyente y un tipo clave en la historia del mundo.

–¿Cómo fue ese tema del arte y la relación con el peronismo?
–Eso fue por los ochenta y después con Menem, cuyo gobierno considerábamos como una terrible traición. Siempre me surgía lo visual. Todas las discusiones terminaban en eso. Algo que yo plasmaba en un cuaderno, que después editamos, de allí el Manual del Niño Peronista. De allí, fui sacando las ideas visuales de muchos cuadros. Lo del peronismo es una búsqueda de un pasado, una búsqueda arqueológica. Hay que desenterrar algunas cosas. Volver a exhumar ese mundo peronista que había quedado en un depósito. Mostrar un hallazgo.

–¿Qué diferencias encontrás entre los estereotipos de los gorilas antiperonistas y las cosas que tomás de la estética peronista?
–El peronismo no se podía sustraer al contexto mundial, tanto política como artísticamente. El confort norteamericano, el chalet californiano, está dentro de ese contexto. Ciudad Evita es un poco eso. Claro que Perón usó eso como instrumento de propaganda. Aquello, ahora, sería intolerable.

–¿Cuál es la estética peronista, al menos del peronismo de los inicios?
–Toda la estética peronista tiene que ver con el barroco latinoamericano. Se arma con un sistema de múltiples apropiaciones. Se toma tanto del confort norteamericano de la época de Franklin D. Roosevelt como del estalinismo soviético y más del fascismo italiano, que es un poco más moderno, porque la estética nazi se remonta a la antigüedad griega, mientras que el fascismo italiano es más modernista.

–¿Hay una tercera posición peronista también en la estética?
–Sí, si se quiere, una estética de tercera posición que resulta de las apropiaciones de múltiples estilos; y el barroco latinoamericano como acumulación. No el barroco europeo. Pero no hay una línea por medio de la cual se pueda decir: “Esto es estética peronista”. Siempre hay algo detrás, es muy difícil ver una creación exactamente peronista, la creación es la acumulación.

–¿Tu obra marca la estética peronista?
–Lo mío, en cierto modo, es una ficción y armo eso porque tengo la voluntad de hacerlo. Por ahí no es. Es una puesta artística. Es mi estética peronista, pienso que eso podría ser. Es una forma poética mía que se transforma en algo.

–¿Cuáles son tus deudas estéticas?
–Mi deuda principal es con la historia del arte. Sobre todo con la pintura italiana, la metafísica italiana, los primitivos, los renacentistas... No es una línea recta la cuestión de la pintura. El arte se construye de una manera más azarosa. No hay una linealidad.

–¿Qué opinás de lo obra de Carpani?
–No me interesa la obra de Carpani. La respeto, pero no voy por ese lado. Nunca me inscribí en eso. No creo que el cuerpo de un obrero sea el cuerpo que hace Carpani. No me llega ese cuerpo. No creo que haya un cuerpo de un obrero. No creo que el pueblo sea el sujeto de la historia. Porque muchas veces el pueblo fue el juguete de la historia, miserable, como en la época de Menem. Y entonces todo se vuelve patético. Lo seguro sí es que el peronismo le da felicidad al pueblo, a veces, y a veces le da tragedia. Jamás voy a hacer una obra que celebre nada. Es para pensar. Prefiero que mi obra esté en un lugar oscuro. Y muchas veces el peronismo pierde el rumbo, se va al carajo, se pone insensato, la gente se asusta y la gente termina no votando al peronismo.

–Los primeros peronismos, de las décadas del ’40 y el ’50, tienen puntos de contacto con el kirchnerismo?
–Sí, tienen mucho que ver. El kircherismo retoma todas las temáticas y las inquietudes que el peronismo siempre tuvo, o sobre las inquietudes en las que el peronismo se construyó. Encarna todo eso. Ahora, eso no quiere decir que lo haga bien. También en eso hay muchas críticas. A grandes rasgos, como captura general, sí. Y desde este punto de vista soy kirchnerista, como soy peronista. El kirchnerismo es parte del peronismo, porque el kirchnerismo no es un invento ajeno al peronismo. Eso es lo que a mí me parece. Esto es de lo que se está hablando ahora, sobre hacia dónde vamos. El peronismo es mucho más y no se puede englobar en un partido político. Sigo pensando como cuando éramos chicos, que el Partido Justicialista es un instrumento electoral y nada más. Nunca nos importaba dónde está el peronismo, en tanto sede. El peronismo, cuando se lo quiere hacer entrar o encerrar en la lógica de un partido liberal, ya es un quilombo.

–¿Hay una estética latinoamericana, de la Patria Grande, una movida artística?
–Siempre hay algo dando vueltas por allí, para convertirse en algo. Eso es un problema siempre. Al principio hay mucho entusiasmo. Rescato las instancias de discusiones, cuando se juntan artistas, escritores. Pero ahora que eso sea un instrumento de algo y que tenga que surgir algo... No hay un paradigma estético detrás que los lleve como una corriente y los potencie. No hay ahora en el arte latinoamericano, ni en el arte en general, ni mundial, un paradigma de época.

–¿Hay mucho folclorista?
–Hay mucho folclorismo y eso a mí me hincha mucho las pelotas, que paradójicamente termina siendo conservador. Entonces todos se sienten agredidos por el exterior y ante eso piden atesorar pelotudeces y creen que con eso se hace algo y en realidad no se hace nada. Y los pibes que tienen energía huyen, se van a la mierda y prefieren las canciones en inglés y bienvenido sea eso. Prefiero que escuchen eso. Ante la pelotudez humana, porque estás agarrado de la nada. Todo ese folclorismo que remite a la época victoriana en que te ponían los trajecitos regionales. Como en esos catálogos, donde aparecen trajes del Sur de América y aparece una chinita de la pampa que tenía que ser con pintitas blancas, sobre fondo celeste y con voladitos. Todo eso es una pelotudez. Hay que hacer algo nuevo y no eso. Construí vos el paradigma. Qué vamos a cumplir con el catálogo victoriano. No hay que ser pelotudos.

–¿En otros países de América latina pasa lo mismo?
–En Brasil, lo que hay es antropofagia, porque todo lo que se le acerca se lo morfa. También se da en Estados Unidos, que son una cultura dominante. No son dominantes porque sólo tengan poder económico, sino porque tienen capacidad de apropiación y crean movimientos musicales.

–¿Y entre nosotros?
–Y nosotros tenemos el tanguito y aparece Piazzolla y ya lo quieren matar. Ahora somos todos piazzollistas, las pelotas, porque en la década del ’60 no eran todos piazzollistas. Bien pelotudos eran en aquellos momentos para pedir que no les cambiaran el tanguito. Hay que dejarse de romper las pelotas. Entonces el arte es siempre revulsivo y la política viene porque siempre aparece el instinto conservador. ¿Qué tenés entre las manos? Nada, no tenés una mierda; tenés una momia con un trajecito regional. Ponele una minifalda, que ande en pelotas. Tiene que haber vida, lucha, que los pibes se indignen. Hay que romper los paradigmas que intentan sujetar por cualquier medio.

–¿Es la defensa de una “culturista”?
–Eso se ve mucho en la Bienal de Venecia. Allí están las alfombritas de Azerbaiyán y queremos demostrar que somos de allí. Está el stand de Alemania y entonces allí ves a un artista chino que está prohibido en China. Y Alemania es una cultura dominante. Por eso ni siquiera tienen que estar. Y cuando tenés que decir que sos algo es porque estamos frente a una cultura dominada y no dominante. También gran error del stand argentino que llevó a Evita. Sos un pelotudo. A quién carajo le importa Evita en el mundo del arte. Hacé algo con Evita, en todo caso. Evita, las bolas, a nadie le interesa Evita, como a nadie le interesan las alfombras de Azerbaiyán, salvo que sea en la Feria de las Naciones, donde cada nación muestra sus cosas típicas.

–¿Qué hubieras hecho vos en el caso de la Bienal?
–Hubiera puesto a cualquier artista internacional y cualquier cosa que trabaje o se distancie de la razón de ser de la cultura nacional. No podés ir con el tesorito y qué divinos que somos. Una cultura propia es de pobres infelices, siempre. De tipos que no son capaces de apropiarse de las cosas. Y el barroco latinoamericano es eso. Eso es Brasil, eso es México. Nunca somos nosotros y nosotros nunca calificamos como ellos.

–En el folclore, no en todo el folclore, hay mucho de conservador. ¿Dónde ves que se expresa eso?
–Pasa en Cosquín, donde se mira si determinados tipos que van hacen o no folclore, y todas son miradas de sospecha. Como diciendo ¿y éste que trae acá? Andá a cagar. Entendés. Habría que arrasar con Cosquín. Valoro infinitamente más una canción de Charly García que todo lo que se canta en Cosquín. La peor canción de Charly García es más que todo Cosquín.

–Todo eso está reafirmado desde hace al menos un siglo o más por un nativismo conservador que se dio en todas las ramas del arte, que sirvió en su momento para hacer frente a la inmigración. ¿Es así?
–Sí, todo eso es cierto. Siempre se trata de reacciones contra una supuesta agresión externa. Contra alguien que viene de afuera a alterar nuestro sistema de vida, nuestra nacionalidad, nuestros valores. Cuando escucho la palabra “valores” me llevo la mano a la Luger (risas). A la Luger no, pero cuando escucho decir que algo o alguien viene de afuera a destruir nuestros valores, me agarro los huevos. Hay que estar abiertos, para recibir novedades también, que las cosas pueden ser de otra manera. Lo peor que hay es esa visión de la identidad congelada. Decir “somos esto”. Qué carajo somos. Qué sos, una cosa milenaria que viene desde atrás de los tiempos y que te debés a eso. ¿A qué carajo te debés?

–¿Pasa lo mismo cuando se habla de pueblos originarios?
–Qué carajo estamos diciendo cuando hablamos de “pueblos originarios”. Toda mi familia es calabresa. Yo soy el único argentino de mi familia. ¿No soy de un pueblo originario, no tengo origen? Todas esas pelotudeces, que son nuevas palabras que supuestamente dicen algo nuevo, pero que no dicen nada nuevo. Ahora se llaman pueblos originarios. ¿Por qué carajo se llaman pueblos originarios? Un judío no tiene originario, no es de un pueblo originario. Revisemos eso. Digamos en todo caso “pueblos originarios de América”. Si no estamos hablando del género humano. Ojo, porque pareciera ser que estamos hablando de la pureza de las razas. Congelar eso, es tremendo. Los congelás a los tipos condenándolos a la quena. Dejate de hinchar las pelotas, porque si quieren tocar otro instrumento, entonces parece ser que estás invadiendo su cultura y hacés un monumento de seres humanos para que después llegue un etnógrafo a estudiarlos. Es todo una fantasía. De qué pureza estás hablando.

–¿Qué opinás del caso del monumento a Colón que está cerca de la Casa Rosada y de su traslado?
–Habría que sacarlo del eje histórico a Colón. Eso me parece bien porque no tiene por qué estar en el eje histórico que está formado por el espacio que va del Congreso, a la Pirámide de Mayo y la Casa Rosada. Que es el eje histórico de la Ciudad y de la Nación. En todo caso que el monumento a Colón comparta el eje con alguien como Juana Arzuduy, que es un emblema, que es mestiza. Que estén a ambos lados del eje histórico. Pero no negarlo a Colón, porque como emblema lo es de la inmigración. Tenemos que dialogar por fin, como diálogo de culturas. Esa plaza tendría que tener el nombre de “Amelia Podetti”. Lo del monumento a Colón está relacionado con que muchas veces se adoptan posturas que no están muy conversadas o meditadas. Son como especies de emblemas y no posturas que surjan de algo bien meditado. Ahora surgió una palabra que es “empoderar” y qué carajo es “empoderar” y antes no se empoderaba nada. Qué carajo te pasa. Son palabras que parece que tienen una potencia propia como “políticas proactivas”. Todas palabras que vienen de las ciencias sociales y que se usan de una manera muy pelotuda. Les estás dando la Asignación Universal por Hijo y los estás empoderando. Bueno, no sé. La verdad que no sé qué carajo le pasa a la gente cuando se empodera.

–¿Por qué estudiaste chino, sánscrito y hebreo? ¿Eso de qué manera está presente en tu obra?
–Sí, tiene siempre que ver. Estudié precisamente mucho chino, viajé, me contacté con artistas chinos y la caligrafía china es una forma de dibujo. No es sólo escritura y genera en la obra una nueva manera de trabajar, de relacionarte con el espacio. Termina siempre enriqueciendo a la obra. Hay un aporte que está por atrás, del manejo de la velocidad. En algún momento la usaba también a la caligrafía y escribía signos chinos. Y seguro que sirve para un enriquecimiento.

–También tenés tus libros.
–El conjunto de libros, si bien puede clasificarse en el género impreciso del libro de artista, también tiene un carácter cercano al cuaderno de apuntes, una especie de archivo de ideas y, en otros casos, cercano del libro de viajes. De todas formas, el conjunto de más de treinta ejemplares se caracteriza por haber sido realizado en bares, a lo largo de los años y en forma continuada, por lo que constituye un testimonio que refleja los intereses y búsquedas que nutren la obra del artista.
A partir de 1992, en todas las muestras individuales expuse los libros que correspondían a cada período de trabajo; de esta manera toda la secuencia conforma en la actualidad un circuito paralelo y derivativo que enriquece la lectura del cuerpo principal de la obra.

Carnet

Estética, historia y política

Daniel Santoro nació en Buenos Aires en 1954. Estudió en la Escuela de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón. Concurrió al taller de Osvaldo Attila. Trabajó como realizador escenógrafo en el Teatro Colón entre 1980 y 1991. En 1985 realizó numerosos viajes por Oriente para exponer en museos y galerías de arte. Entre sus libros figuran Manual del niño peronista, Manual del niño edípico, Libro de viaje (Singapur), Manual de arcanos porteños, Manual de las penas, Manual de la cábala, Manual de medicina oriental y Manual de jardinería. En su página www.danielsantoro.com.ar se difunde su obra. Escribe allí el crítico Raúl Santana sobre Santoro: “(…) hijo de madre y padre calabreses, nació en Buenos Aires, barrio de Constitución, un año antes de la caída del gobierno de la década; es decir, no tuvo las vivencias de aquella época, pero creció en tiempos en los que el debate sobre el peronismo estaba a la orden del día. A comienzos de los ’70 ya estaba en la Escuela Nacional de Bellas Artes y había comenzado a compartir sus inicios en el camino del arte con su militancia en el peronismo.

En 1982 entró a trabajar en el taller de escenografía del Teatro Colón, haciendo una experiencia que va a ser esencial, no sólo para su crecimiento artístico, sino también para la presentación posterior de muchos proyectos artísticos, como Lecturas del Billiken o los Arcanos Porteños, incluyendo posteriormente sus imponderables enfoques del mundo peronista. Hacia fines de la década viaja a Singapur, invitado a exponer en la feria que se organiza en aquella ciudad, con motivo de los cien años de su independencia.

Allí presenta las tintas sobre el tango con un humor inédito y delirante; su serie de Gardel y los Samurais tuvo un gran éxito, corroborado por las posteriores invitaciones para exponer en Oriente. Es en aquellos viajes donde se consolida el incipiente deseo del artista de aprender la escritura china.

Y es obvio que su aprendizaje de la escritura oriental –que es otra manera de dibujar– va a constituirse en otro de los grandes disparadores de su imaginación visual. El aprendizaje del chino –escritura que el artista hoy maneja con solvencia– lo implicó a un modo de pensar radicalmente distinto al de cualquier lengua occidental; pero sobre todo a desarrollar una visualidad –que aquella escritura exije– en la que con gran síntesis formal la naturaleza se hace signo”.

*Presidente del Instituto Nacional de Revisionismo Histórico Argentino e Iberoamericano Manuel Dorrego. 
 

¿Qué dirá el Santo Padre?

Qué dirá el Santo Padre que vive en Roma, que le están degollando a sus palomas?”. El poema de Violeta Parra puede aplicarse al pie de la letra a las incógnitas que despierta el viaje de 55 horas que este fin de semana realizará el Pontífice a Tierra Santa, cuna de las tres religiones monoteístas pero también de un ancestral fanatismo y el odio religioso. Aunque Francisco se ha empeñado en darle un carácter ecuménico a su peregrinación haciéndose acompañar por dos dirigentes espirituales y amigos de su época en Buenos Aires: el rabino Abraham Skorka y el profesor musulmán Omar Abboud, sería un verdadero milagro que el Papa consiga pronunciar nueve discursos y celebrar tres misas, sin levantar algo más que polvareda.

Francisco llega al Medio Oriente en un momento en que el proceso de paz entre israelíes y palestinos agoniza desde que el premier israelí Benjamín Netanyahu dio por terminadas las conversaciones con su homólogo palestino Mahmud Abbas por haber gestado la reconciliación entre la OLP y los islamitas de Hamas. Lo curioso es que Netanyahu cabalgó durante siete años sobre las rivalidades OLP-Hamas para restarle representatividad a Abbas porque –argumentaba– no representaba a todos los palestinos, y ahora que los palestinos tienen un solo interlocutor, patea el tablero.

“Un fruto de paz”: es lo que espera el Secretario de Estado vaticano, cardenal Pietro Parolin, del viaje de Francisco a Tierra Santa. “En verdad espero –indicó el cardenal en la entrevista con el Centro Televisivo Vaticano– que el fruto pueda ser el de ayudar a todos los responsables y a todas las personas de buena voluntad a tomar decisiones valientes en la vía de la paz.”

Parolin recordó también las esperanzas de la Santa Sede en relación con el diálogo entre israelíes y palestinos: “El derecho de Israel de existir y de gozar de paz y seguridad dentro de las fronteras internacionalmente reconocidas; el derecho del pueblo palestino de tener una patria, soberana e independiente; el derecho de desplazarse libremente, el derecho de vivir en dignidad. Y, también, el reconocimiento del carácter sacro y universal de la ciudad de Jerusalén, de su herencia cultural y religiosa y, por ende, como lugar de peregrinación de los fieles de las tres religiones monoteístas.

Sin embargo, esta agenda enunciada por Parolin va a poner los pelos de punta al gobierno israelí: “Las fronteras internacionalmente reconocidas” no son las actuales sino las previas a la Guerra de los Seis Días, el derecho de los palestinos a transitar libremente les está siendo denegado por el llamado “muro de la vergüenza”, una construcción de hormigón que ha sido condenada internacionalmente y ha llevado a situaciones tan absurdas que niños palestinos han tenido que escribir a la ONU para pedir la devolución de una pelota de fútbol que cayó del otro lado del vallado electrificado. Del Estado palestino y de la internacionalización de Jerusalén, Benjamín Netanyahu no quiere ni oir hablar.

Un durísimo editorial del influyente diario israelí Haaretz pintala realidad política que espera a Francisco en el Estado hebreo: “En lugar de reconocer el sufrimiento de otra gente y allanar el camino a una verdadera reconciliación, Netanyahu prefiere montarse sobre los fragmentos de odio. El primer ministro Benjamin Netanyahu nunca perderá la oportunidad de justificar su obstinada negativa a llegar a un acuerdo con los palestinos y evitar la aparición de un Estado binacional aquí. El domingo, al abrir la reunión semanal del gabinete, Netanyahu sacó un nuevo conejo de su chistera de rechazo populista: la última encuesta sobre antisemitismo de la Anti-Defamation League.”(...) “En lugar de trabajar para erradicar efectivamente los prejuicios sobre los judíos, la ADL simplemente refuerza –esta vez a 53.100 personas en 102 países– los mismos oscuros estereotipos, ahora en forma de preguntas en la encuesta.

Netanyahu, el último demagogo, aprovechó una de las conclusiones del estudio, que señala que el lugar con el más alto nivel de antisemitismo está en las zonas de la Autoridad Palestina, donde el 93% de los adultos presuntamente defienden opiniones antisemitas. Por supuesto esta conclusión puede, y debe, explicarse en el contexto de los 47 años de ocupación israelí; una ocupación en la que cientos de miles de judíos se establecieron en tierras que no son parte del Estado de Israel; una ocupación en la que han muerto miles de palestinos y cientos de miles han sido encarcelados; una ocupación que impide a los palestinos vivir dignamente”, escribe Haaretz.

La visita –que combina un fuerte mensaje espiritual, esperados gestos políticos y mucha expectativa–, empezará este sábado en Amán, la capital de Jordania, seguirá el domingo en Belén y finalizará el lunes por la tarde en Jerusalén.

El Papa se reunirá con el presidente palestino, Abu Mazen, visitará la Gruta de la Natividad y el campo de refugiados de Deheishe. “Es importante que vea con sus ojos nuestra situación y las dificultades que tenemos en una ciudad rodeada por el muro israelí”, explica uno de los habitantes mientras observa un retrato del Papa en la vitrina de una tienda de Belén, la ciudad donde la tradición cristiana sitúa el nacimiento de Jesús.

En Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este viven al menos 50.000 palestinos con nacionalidad de países de América latina, sobre todo de Chile y Brasil, pero también de El Salvador, Honduras, Venezuela o Perú.

Una familia hondureño-palestina almorzará con el Papa durante el encuentro que éste tiene previsto celebrar en Belén con varias familias palestinas.

Distribuidos por toda la región, una buena parte son cristianos, pero también hay muchos que profesan el islam.

A menos de cincuenta kilómetros, en la ciudad israelí de Raanana, al noreste de Tel Aviv, el pianista argentino Alberto Aredez reza por que la paz llegue pronto a esta tierra dividida.

“Nos llena de gozo que Francisco llegue acá. Es una gran ocasión por la renovación que este hombre está produciendo en la Iglesia y le proponemos aprovechar la visita para dar un toque de ilusión y esperanza a Palestina e Israel, para que su presencia sea un comienzo real y sólido de un cambio de mentalidad en sus relaciones”, declaró.

Por todo Belén y Ramallah flamean banderitas vaticanas y hay carteles con la cara de Francisco en los lugares sagrados. Las autoridades locales alientan a la mayoría musulmana a salir a darle una recepción multitudinaria cuando vaya a la iglesia de la Natividad.

El Papa dejará territorio palestino para viajar en helicóptero a Tel Aviv y después a Jerusalén donde se encontrará con el Patriarca Ecuménico de Constantinopla con el que firmará una declaración conjunta.

Después tendrá lugar un encuentro ecuménico con motivo del 50 aniversario del encuentro en Jerusalén entre el Papa Pablo VI y el Patriarca Atenagora en la Basílica del Santo Sepulcro. El lunes, la agenda del Papa comenzará con la visita oficial al Gran Muftí de Jerusalén, la máxima autoridad religiosa musulmana, y seguirá con la visita al Muro de los Lamentos.

También depositará unas flores en el Monte Herzi y visitará Yad Vashem, el Museo del Holocausto.
Asimismo, Francisco se reunirá con los grandes rabinos de Israel y, más tarde, con el presidente del Estado de Israel, Simon Peres, en el Palacio presidencial de Jerusalén, donde pronunciará un discurso. También será recibido por el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, en el Centro Notre Dame y volverá a encontrarse con el patriarca ecuménico de Constantinopla.

A continuación, el Pontífice presidirá un encuentro con sacerdotes, religiosos, religiosas y seminaristas en la Iglesia de Getsemaní y celebrará una misa con los ordinarios de Tierra Santa y el séquito papal en la sala del Cenáculo.

Con motivo de la visita papal, las fuerzas de seguridad palestinas e israelíes han intensificado su cooperación.

En Israel, 8.500 agentes formarán parte del espectacular dispositivo de seguridad “Manto Blanco II” que escoltará al Papa desde el aterrizaje en el Aeropuerto de Ben Gurion, donde lo recibirán los máximos dirigentes israelíes, hasta su traslado a Jerusalén.

“El Papa revolucionario” o “el Papa más cercano a los judíos” escriben en la prensa israelí recogiendo también la preocupación ante posibles actos provocativos de extremistas judíos. La ira de estos grupos se centra en la polémica en torno del Cenáculo de Jerusalén.

La tradición cristiana sitúa en este lugar la última cena de Jesús con sus discípulos mientras en la planta inferior los judíos rezan en la sinagoga y ante lo que consideran la tumba de su mítico rey David. El principio de acuerdo entre Israel y el Vaticano –desmentido por unos y confirmado por otros– cedería parte de su soberanía a los cristianos y ha provocado la ira de algunos rabinos ultraortodoxos. Éstos afirman que, según su religión, no podrían rezar en el edificio si se permite la celebración más frecuente de actos litúrgicos cristianos.

La Policía emitió este jueves una orden de restricción a una decena de jóvenes israelíes radicales para que no puedan acercarse a Jerusalén en los próximos días. “No se teme un ataque contra el Papa o su comitiva sino algun tipo de acto provocativo para llamar la atención”, dicen fuentes policiales.

25/05/14 Miradas al Sur

Una biografía autorizada del espía Edward Snowden

Por Glenn Greenwald. TomDispatch
mundo@miradasalsur.com

Ex columnista del matutino The Guardian, censurado en Londres por revelar las denuncias del ex analista de la CIA exiliado en Moscú, Greenwald acaba de publicar un libro que reconstruye los secretos y la vida cinematográfica del hombre que desafía con sus revelaciones al servicio secreto más poderoso del mundo. A continuación, un adelanto del capítulo I de No Place to Hide: Edward Snowden, the NSA, and the U.S. Security State.

El 1 de diciembre de 2012 recibí mi primera comunicación de Edward Snowden, aunque entonces no tenía la menor idea de que provenía de su persona. El contacto llegó en forma de un correo electrónico de alguien que se llamaba Cincinato, una referencia a Lucio Quincio Cincinato, el agricultor romano que en el Siglo V A.C. fue nombrado dictador de Roma para defender la ciudad. Se le recuerda más por lo que hizo después de vencer a los enemigos de Roma: inmediata y voluntariamente renunció al poder político y volvió a la vida agrícola. Saludado como un “modelo de virtud cívica”, Cincinato se ha convertido en un símbolo del uso del poder político en función del interés público y el valor de limitar o, incluso, renunciar al poder individual por el bien público.

El correo comenzaba diciendo: “La seguridad de las comunicaciones de la gente me resulta muy importante” y su propósito declarado era instarme a comenzar a utilizar encriptación PGP para que “Cincinato” pudiera comunicar cosas en las cuales, decía, estaba seguro de que yo estaría interesado. Inventado en 1991, PGP significa “bastante buena privacidad”. Ha llegado a ser un instrumento sofisticado para proteger correos electrónicos y otras formas de comunicación en línea contra vigilancia y hackeo.

En su correo, “Cincinato” dijo que había buscado por doquier mi “clave pública” PGP, un código único que permite que la gente reciba correos electrónicos encriptados, pero no pudo encontrarla. Por ello, concluyó que yo no estaba usando el programa y me escribió: “Es poner en riesgo a cualquiera que se comunique con usted. No estoy argumentando a favor de que cada comunicación en la que esté involucrado sea encriptada, pero por lo menos debería ofrecer esa opción a los que se comunican con usted”.

“Cincinato” luego se refirió al escándalo sexual del general David Petraeus, cuyo affaire extramarital con la periodista Paula Broadwell, que terminó con su carrera, fue descubierto cuando investigadores encontraron e-mails en Google entre los dos. Si Petraeus hubiera encriptado sus mensajes antes de entregarlos a Gmail o de almacenarlos en su archivo de borradores, escribió, los investigadores no habrían podido leerlos. “La encriptación importa, y no es sólo para espías y donjuanes”. “Estarías encantado de tener noticias de gente que hay por ahí”, agregó, “pero nunca podrá tomar contacto contigo sin saber que sus mensajes no pueden ser leídos en tránsito”. Luego me ofreció ayudarme a instalar el programa. Firmó: “Gracias. C.”

El correo de C. no me llevó a la acción. Como tenía la reputación de cubrir historias que el resto de los medios pasan por alto a menudo, recibo frecuentemente mensajes de todo tipo de personas que me ofrecen una “inmensa historia”, y usualmente resultan ser nada. Y todo el tiempo trabajo, usualmente, en más casos de los que puedo manejar. Por lo tanto, necesito algo concreto para abandonar lo que estoy haciendo a fin de dedicarme a un nuevo caso. Tres días después, volví a tener noticias de C., pidiéndome que confirmara el recibo del primer email. Esta vez respondí rápidamente. “Lo recibí y voy a ocuparme del asunto. No tengo un código PGP, y no sé cómo hacerlo, pero trataré de encontrar a alguien que pueda ayudarme”.

C. respondió más tarde ese día con una guía clara, paso a paso para PGP: encriptación para tontos, en esencia. Y al final de las instrucciones, dijo que eran sólo “lo más básico”. Si no podía encontrar a alguien que me ayudara a operar el sistema, agregó, “házmelo saber. Yo puedo facilitar contacto con gente que entiende criptografía en casi cualquier parte del mundo”. Ese correo terminaba con una firma más directa: “Criptográficamente suyo, Cincinato.”

Lo siguiente que supe del asunto fue diez semanas más tarde. El 18 de abril, volé desde mi casa en Río de Janeiro a Nueva York, y vi al llegar al Aeropuerto JFK que tenía un e-mail de Laura Poitras, la documentalista. “¿Hay alguna posibilidad de que estés en EE.UU. la próxima semana?” escribió. “Me gustaría ponerme en contacto sobre algo, aunque lo mejor es hacerlo en persona”.

Tomo en serio cualquier mensaje de Laura Poitras. Respondí de inmediato: “En realidad, acabo de llegar a Estados Unidos esta mañana. ¿Dónde estás?”. Organizamos una reunión para el día siguiente en el lobby de mi hotel y encontramos asientos en el restaurante. Por insistencia de Laura, nos cambiamos dos veces de mesa antes de iniciar nuestra conversación para estar seguros de que nadie pudiera oírnos. Laura pasó a lo sustancial. Tenía “un asunto extremadamente importante y delicado” que discutir, dijo, y la seguridad era esencial.

En primer lugar, sin embargo, Laura pidió que sacara la batería de mi teléfono celular o lo dejara en mi habitación en el hotel. “Suena paranoico”, dijo, pero el gobierno tiene la capacidad de activar teléfonos celulares y laptops remotamente como dispositivos de escucha. Yo había oído eso de activistas por la transparencia y hackeadores pero tendía a considerarlo como una precaución exagerada. Después de descubrir que era imposible sacar la batería de mi teléfono celular, lo llevé de vuelta a mi habitación, luego volví al restaurante.

Laura comenzó a hablar. Había recibido una serie de correos electrónicos anónimos de alguien que parecía honesto y serio. Afirmaba que tenía acceso a algunos documentos extremadamente secretos e incriminadores sobre espionaje del gobierno de Estados Unidos contra sus propios ciudadanos y el resto del mundo. Estaba determinado a filtrar esos documentos a ella y había solicitado específicamente que trabajara conmigo en la publicación e información sobre ellos.

A continuación, Laura sacó varias páginas de su cartera provenientes de dos de los correos enviados por el filtrador anónimo, y los leí en la mesa de principio a fin. En el segundo correo, el filtrador llegó al punto crucial de lo que consideraba como su misión: el choque de este período inicial [después de las primeras revelaciones] proveerá el apoyo necesario para construir un internet más equitativo, pero esto no resultará ventajoso para la persona promedio a menos que la ciencia sobrepase a la ley. Al comprender los mecanismos mediante los cuales nuestra privacidad es violada, podemos triunfar en este caso. Podemos garantizar a todos igual protección contra una búsqueda irracional mediante leyes universales, pero sólo si la comunidad técnica está dispuesta a enfrentar la amenaza y a comprometerse a implementar soluciones demasiado complejas. Finalmente, debemos imponer un principio, mediante el cual, la única manera cómo los poderosos pueden gozar de una privacidad compartida por los de a pie: una privacidad impuesta por las leyes de la naturaleza, en lugar de las políticas del hombre.

“Es real”, dije cuando terminé de leer. “No puedo explicar exactamente por qué, pero siento intuitivamente que esto es serio, que es exactamente quien dice que es”. “Lo mismo siento yo”, respondió Laura. “Tengo muy pocas dudas”. Instintivamente, reconocí la pasión política del autor. Sentí una afinidad con nuestro corresponsal, con su visión del mundo, y con el sentido de urgencia que evidentemente lo consumía.

Tres días después, Laura y yo volvimos a reunirnos, y con otro correo del filtrador anónimo, en el cual explicaba por qué estaba dispuesto a arriesgar su libertad, a someterse a la gran probabilidad de una condena a prisión muy prolongada, a fin de revelar esos documentos. Ahora yo estaba aún más convencido: nuestra fuente era real, pero como dije a mi asociado, David Miranda, en el vuelo a casa a Brasil, estaba determinado a olvidar todo el asunto. “Podría no suceder. Podría cambiar de opinión. Podría ser atrapado”. David es una persona de poderosa intuición y estaba extrañamente seguro. “Es real. Es real. Va a suceder”, declaró. “Y va a ser inmenso”.

Un mensaje de Laura me dijo que teníamos que hablar urgentemente, pero sólo mediante chat OTR (off-the-record), un instrumento encriptado para hablar con seguridad en línea.

Su noticia fue asombrosa: podríamos tener que viajar de inmediato a Hong Kong para encontrar a nuestra fuente. Yo había supuesto que nuestra fuente anónima se encontraba en Maryland o el norte de Virginia. ¿Qué hacía en Hong Kong alguien con acceso a documentos de máximo secreto del gobierno de Estados Unidos? ¿Qué tenía que ver Hong Kong con todo esto?

Las respuestas sólo podían provenir de la propia fuente. Estaba molesto por el ritmo de las cosas hasta entonces, y era crítico que hablara con él directamente, que lo tranquilizara y aquietara sus crecientes preocupaciones. Dentro de una hora, recibí un correo de Verax@. Verax significa “quien dice la verdad” en latín. El asunto decía, “Necesito hablar”. “He estado trabajando en un proyecto importante con un amigo mutuo nuestro” comenzaba el correo. “Usted tuvo que negarse a viajar a corto plazo para encontrarse conmigo. Tiene que involucrarse en esta historia”, escribí. “¿Hay alguna manera para que podamos hablar dentro de poco? Comprendo que usted no tiene gran cosa como infraestructura segura, pero me las arreglaré con lo que tenga”. Sugirió que habláramos vía OTR y suministró su nombre de usuario.

Mi ordenador repicaba como una campana, indicando que la fuente había contestado. Ligeramente nervioso, hice clic en su nombre y escribí “hola”. Respondí y me vi hablando directamente con alguien que yo asumía que, en ese momento, había revelado una serie de documentos secretos sobre programas de vigilancia de Estados Unidos y que quería revelar más. “Estoy dispuesto a hacer lo necesario para informar sobre esto”, dije. La fuente –cuyo nombre, sitio de empleo, edad y todos los demás atributos me seguían siendo desconocidos– preguntó si iría a Hong Kong a encontrarlo. No pregunté por qué estaba allí; no quería parecer que estuviera en pesca de información y supuse que su situación era delicada. Cualquier cosa que fuera verdad, sabía que esa persona había resuelto realizar lo que el gobierno de Estados Unidos consideraría un crimen muy serio. “Desde luego iré a Hong Kong”, dije.

Hablamos en línea ese día durante dos horas, discutiendo en detalle su objetivo. Yo sabía por los correos que Laura me había mostrado que se sentía obligado a revelar al mundo el masivo aparato de espionaje que el gobierno de Estados Unidos estaba construyendo en secreto. ¿Pero qué esperaba lograr? “Quiero provocar un debate mundial sobre la privacidad, la libertad en internet y los peligros de la vigilancia estatal”, dijo. “No temo lo que me pueda suceder. He aceptado que, probablemente, mi vida se acabará por hacer esto. En ese sentido estoy tranquilo. Sé que estoy haciendo lo correcto.” Luego dijo algo sorprendente: “Quiero identificarme como la persona detrás de estas revelaciones. Creo que tengo la obligación de explicar por qué estoy haciendo esto y lo que espero lograr.” Me dijo que había escrito un documento que quería colocar en internet cuando se revelara como la fuente, un manifiesto pro privacidad, contra la vigilancia, para que la gente en todo el mundo lo firmara, mostrando que existe apoyo global para la protección de la privacidad.

“Sólo tengo un temor al hacer todo esto”, dijo, que es “que la gente vea estos documentos, y se encoja de hombros, que diga: ‘Suponíamos que esto estaba ocurriendo y no nos importa’. Lo único que me preocupa es que hago todo esto a mi vida para nada.”

“Dudo seriamente que eso suceda”, le aseguré, pero no estaba convencido de que realmente yo lo creyera. Sabía por mis años de escribir sobre abusos de la NSA que puede ser difícil generar una preocupación seria por la vigilancia secreta del Estado.

Esto parecía diferente, pero antes de partir a Hong Kong, yo quería ver algunos documentos para comprender el tipo de revelaciones que la fuente estaba dispuesta a hacer. Entonces pasé un par de días en línea mientras la fuente me mostraba, paso a paso, cómo instalar y utilizar los programas que necesitaría para ver los documentos. Pedía disculpas continuamente por mi falta de habilidad técnica, por tener que ocupar horas de su tiempo para enseñarme los aspectos más básicos de comunicación segura. “No te preocupes”, dijo, “la mayor parte de esto tiene poco sentido. Y ahora mismo dispongo de mucho tiempo libre.”

Una vez que los programas estuvieron todos instalados, recibí un archivo que contenía aproximadamente veinticinco documentos: “Sólo una pequeña prueba: la punta de la punta del iceberg”, explicó tentadoramente. Descomprimí el archivo, vi la lista de documentos, e hice clic al azar en uno de ellos. En la parte superior de la página apareció en letras rojas, un código: “TOP SECRET/COMINT/NO FORN/”. Esto significaba que el documento había sido legalmente calificado de máximo secreto, que pertenecía a inteligencia de comunicaciones (Comint), y que no estaba destinado a distribución a nacionales extranjeros, incluyendo organizaciones internacionales o socios de una coalición (NO FORN). Ahí estaba con claridad incontrovertible: una comunicación altamente confidencial de la NSA, una de las agencias más secretas del gobierno más poderoso del mundo. Nunca algo de significación semejante había sido filtrado de la NSA, no en la historia de seis décadas de la agencia. Ahora tenía en mi poder un par de docenas de ítems semejantes. Y la persona con la que había pasado horas chateando durante los últimos dos días tenía muchos, muchos más para darme.

Cuando Laura y yo llegábamos al Aeropuerto JFK para tomar un vuelo de Cathay Pacific a Hong Kong, Laura sacó un dispositivo USB de su mochila. “¿Adivina lo que es esto?” preguntó con una mirada de intensa seriedad. “¿Qué?”, pregunte. “Los documentos”, dijo, “absolutamente todos”. Durante las siguientes 16 horas, a pesar de mi agotamiento, no hice nada fuera de leer, tomando febrilmente notas de un documento tras el otro. Uno de los primeros que leí era una orden del tribunal secreto de la Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera (FISA, por su sigla en inglés), que había sido creado por el Congreso en 1978, después que el Comité Church descubrió décadas de escuchas telefónicas abusivas del gobierno. La idea tras su formación era que el gobierno podía seguirse involucrando en vigilancia electrónica, pero para impedir abusos semejantes, tenía que obtener permiso del tribunal FISA antes de hacerlo. Yo nunca antes había visto una orden judicial FISA. Casi nadie había visto alguna. El tribunal es una de las instituciones más secretas del gobierno. Y todos sus dictámenes son automáticamente designados como máximo secreto, y sólo un pequeño grupo de personas tiene autorización para acceder a sus decisiones.

El dictamen que leí en el avión a Hong Kong era fascinante por diversas razones. Ordenaba a Verizon Business que entregara a la NSA “todos los registros en detalle” de comunicaciones (i) entre EE.UU. y el exterior; y (ii) enteramente dentro de EE.UU., incluyendo llamados telefónicos locales. Eso significaba que la NSA estaba recolectando secreta e indiscriminadamente los registros telefónicos de decenas de millones de estadounidenses, por lo menos. Virtualmente nadie tenía la menor idea de que la administración de Obama estuviera haciendo algo semejante. Ahora, con este dictamen, yo no sólo sabía del asunto sino tenía la orden del tribunal secreto como prueba.

Sólo entonces sentí que estaba comenzando a procesar la verdadera magnitud de la filtración. Había estado escribiendo durante años sobre la amenaza planteada por la vigilancia interior ilimitada; mi primer libro, publicado en 2006, advertía de la ilegalidad y radicalismo de la NSA. Pero yo había luchado contra el gran muro de secreto que protegía el espionaje gubernamental: ¿cómo se documentan las acciones de una agencia tan completamente oculta en múltiples capas de secreto oficial? En ese momento, el muro había sido roto. Tenía en mi posesión documentos que el gobierno había tratado desesperadamente de ocultar. Tenía evidencia que probaría todo lo que el gobierno había hecho para destruir la privacidad de estadounidenses y de gente en todo el mundo.
En dieciséis horas de lectura apenas interrumpida, logré revisar sólo una pequeña fracción del archivo. Pero cuando el avión aterrizó en Hong Kong, sabía dos cosas con seguridad. Primero, la fuente era altamente sofisticada y políticamente astuta, evidente en su reconocimiento de la significación de la mayoría de los documentos. También era altamente racional. La manera cómo escogió, analizó y describió los miles de documentos que ahora tenía en mi posesión lo probaba. Segundo, sería muy difícil negar su condición como denunciante clásico. Si la revelación de pruebas de que funcionarios de máximo nivel de la seguridad nacional mintieron de manera absoluta al Congreso sobre programas internos de espionaje no convierte a alguien indisputablemente en denunciante, ¿qué lo convierte?

Poco antes del aterrizaje, leí un último archivo. Aunque estaba titulado “LÉAME PRIMERO”, lo vi por primera vez sólo al final del vuelo. Este mensaje era una explicación de la fuente de por qué había decidido hacer lo que hizo y qué esperaba que sucediera como resultado –e incluía, un hecho que los otros no mencionaban–: el nombre de la fuente. “Comprendo, que se me hará sufrir por mis acciones, y que la entrega de esta información al público marca mi fin. Estaré satisfecho si la federación de ley secreta, perdón desigual, e irresistibles poderes ejecutivos que rigen el mundo que amo son revelados aunque sea por un instante. Si queréis ayudar, uníos a la comunidad de la fuente abierta y luchad por mantener vivo el espíritu de la prensa y el Internet libre. He estado en los rincones más oscuros del gobierno, y lo que temen es la luz”.

25/05/14 Miradas al Sur

Maduro debate con los comuneros el rumbo de la revolución chavista

Por Modesto Emilio Guerrero. Periodista
americalatina@miradasalsur.com

Mirando al futuro. Los comuneros y el presidente maduro proponen medidas para profundizar las transformaciones.

En una demostración de la vocación del gobierno por la interacción política directa con los sectores populares, 10.000 delegados comuneros de todo el país debatieron con el presidente la defensa del proyecto transformador.

El día 17 de mayo no fue un día cualquiera para la “revolución bolivariana”, a pesar de que el suceso político de ese día en Caracas no fue valorado ni registrado en la prensa y la política del continente.
Alrededor de 10 mil delegadas y delegados en representación de 603 Comunas del país, repletaron el espacio del enorme domo conocido como El Poliedro, en la Capital venezolana, para deliberar con las autoridades nacionales sobre lo que pasa en el país y las tareas para defender al proceso político y al gobierno.

No hay registro de un hecho similar en las últimas décadas, salvo excepcionales encuentros sin continuidad, de Evo Morales con los Consejos de la Alteñidad y las Comunidades que protagonizaron las rebeliones del agua y el gas entre 2004 y 2005.

Desde la Asamblea Popular boliviana de 1971, organizada por la COB y la Confederación de Campesinos, seguida por los intentos de los Cordones Industriales de obreros revolucionarios, aparecidos en el norte de Santiago durante el gobierno izquierdista de Salvador Allende, entre 1970 y 1973, América latina no tenía memoria de un acto como el que reunió a 10 mil trabajadores comuneros con el gobierno bolivariano el 17 de mayo pasado.

Esta vez, a diferencia de aquellas frustradas experiencias setentistas, el movimiento de las Comunas organizado por el chavismo no mantiene contradicciones fundamentales con el gobierno. No, por lo menos, en los contenidos y alcances sufridos por aquellos movimientos obreros, que al ser frenados, controlados o rechazados por los gobiernos de Juan José Torres y de Salvador Allende, se agotaron, fortalecieron a la derecha fascista y en breve tiempo terminaron en derrotas espantosas.

El gobierno de Nicolás Maduro ha decidido trabajar con las Comunas en áreas clave de la vida política nacional. No es cualquier momento. La derecha ha comenzado desde febrero un serio intento de derrotar al chavismo con métodos de guerra civil, usando para ello al “sujeto fascista” brotado desde el año pasado.

En ese contexto, adquieren trascendencia los resultados del Encuentro de las Comunas en Caracas.
Entre los diez puntos votados, resaltan estos: coordinar nacionalmente la producción de las Comunas para compensar el desabastecimiento. El gobierno aceptó una propuesta elaborada por las mismas comunas para transferir competencias institucionales a los Consejos Comunales y Comunas y exigió al Consejo Federal de Gobierno una respuesta para antes del 24 de mayo. Fue convocada un nuevo encuentro comunal nacional para junio, con el objetivo de “ver los problemas que tienen las empresas de propiedad comunal y resolver todos los problemas de inversión, de venta, de permisología” y el otorgamiento de 980 unidades de transporte de carga para las comunas, a ser entregados en 60 días.
El Ejecutivo prometió acelerar uno de los aspectos más sentidos por el movimiento bolivariano desde la muerte de Hugo Chávez, llamado por él “la urgencia de un Estado Comunal”. Aunque la respuesta de Maduro fue sobre todo funcional, con acento en lo institucional, contiene, sin embargo, una señal decisiva del proceso revolucionario en marcha: declaró que impulsará el autogobierno en todas las comunas y contestó con estas preguntas reflexivas: “Qué relación hay y tiene que haber entre el autogobierno de ustedes y el gobierno nacional bolivariano que yo presido, ¿cuál debe ser esa relación?: tiene que ser directa, diaria, permanente, un solo gobierno, establecer una relación permanente sobre los grandes temas del Estado, los grandes temas del gobierno, las políticas públicas, las políticas económicas, las políticas sociales, una relación para gobernar juntos”. (Aporrea, Caracas 17/04/14)

Una de las propuestas más celebradas por delegadas y delegados en el Encuentro de Caracas la aportó un militante de la Ciudad Campesina Socialista Simón Bolívar, miembro de la Corriente Nacional Bolívar y Zamora: “La puesta en pie de un plan especial de formación, de entrenamiento para la construcción de las milicias comunales, las milicias territoriales”. (Prensa-MinComunas, 17 mayo 2014)

Un indicador de la trascendencia de la reunión la dio el delegado campesino Augusto Espinoza, al decir: “Ahora, un campesino como yo puede estar aquí, explicándole al presidente, explicándole al país, y le digo comandante obrero, que se restee con el pueblo, que en estos momentos donde tenemos una guerra económica, se la juegue con el pueblo, que el pueblo es mayoría, vamos para adelante, no tenga miedo”. (Idem)

Otra comunera delegada, venida desde la montaña andina, miembro de la Red de Comuneras y Comuneros de la ciudad de Mérida, una de las ciudades más atacadas por las bandas fascistas, reclamó: “Debemos entendernos gobierno, instituciones y comuneros, y eso tiene que ver con la alineación de toda la política del Estado en los territorios de las comunas. No puede ser que estemos desarrollando proyectos productivos y haya desabastecimiento en los Mercales de las comunidades, o que los médicos de Barrio Adentro no estén, o que la fiscalización no llegue hasta allá, o que los policías no estén cuando los necesitamos” (Idem).

El Ministro del Interior, general Miguel Rodríguez Torres, le propuso a las organizaciones comunales que asuman parte de la responsabilidad en la defensa. “Es vital que el pueblo se sume superlativamente al esfuerzo de la seguridad ciudadana”, dijo, para que el “Plan Patria Segura sea mucho más efectivo y eficiente, se necesita la participación activa de las comunas en el barrio”. Los alentó a integrarse al Patrullaje Inteligente: “¿Quién mejor que los comuneros que están organizados por consejos comunales para difundir en casa por casa, en cada asamblea, en cada edificio la información de los cuadrantes?”. Un cuadrante es un espacio de un kilómetro cuadrado dentro de la parroquia donde trabaja y vive el trabajador comunero. “La sumatoria de esos cuadrantes suman la parroquia completa. Los mismos tienen un número de teléfono asignado, el cual sirve para comunicarse con el patrullaje durante 24 horas al día, recibiendo respuestas en menos de 5 minutos”.
El gobierno dio respuestas políticas a los 10 mil delegados y delegadas y aprobó nuevos presupuestos para el funcionamiento de las Comunas y las organizaciones que las integran.
Se trata de la tercera congregación en sólo 6 meses. El “1er encuentro nacional de comuneros y comuneras” se realizó en el mes de noviembre de 2013 con la participación de 6.288 hombres y mujeres de las 250 comunas registradas para entonces. En esa primera acción nacional el objetivo fue enfrentar la especulación y el desabastecimiento que produjo el corte de la cadena de distribución de alimentos, medicinas y bienes de higiene.

Tres meses más tarde, a comienzos del mes de marzo de este año, más de 8 mil comuneros y comuneras, de 584 Comunas registradas, marcharon desde varios Estados del país hacia el Palacio de Miraflores, para apoyar al gobierno de Nicolás Maduro contra la embestida de los grupos fascistoides aparecidos el 12 de febrero bajo el mando del partido ultraderechista Voluntad Popular, dirigido por Leopoldo López y María Corina Machado.

Esta vez fueron 632 Comunas representando a cientos de miles de trabajadores y trabajadoras del país, que durante un día entero se concentraron de nuevo para pensar y organizar una defensa desde debajo de las conquistas del proceso bolivariano.

Fuentes del Ministerio del Poder Popular para las Comunas estiman que en el encuentro de Junio, podrían congregarse más de 650 comunas de todo el país, ampliando el mapa del poder comunal.
El ministro del Poder Comunal, un sociólogo socialista llamado Reinaldo Iturriza, definió el acto como “un salto cualitativo en las discusiones” y quizá tenga razón, si lo medimos por los resultados del Encuentro, en medio de un enfrentamiento nacional, donde la capacidad organizativa de las masas y sus vanguardias se convierten en vital para defender las conquistas de la “revolución bolivariana”, comenzando por su gobierno.

25/05/14 Miradas al Sur