miércoles, 21 de mayo de 2014

POLÍTICA • Ley de Medios • Martes 20 de Mayo de 2014 | 10:28 Cruce entre Sabbatella y Tenembaum por la Ley de Medios

El titular de la AFSCA, Martín Sabatella, y el periodista Ernesto Tenembaum mantuvieron hoy un fuerte debate en torno a la aplicación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual por parte del Grupo Clarín, que la semana pasada informó quiénes serán los titulares de las seis unidades de negocios en que se dividirá el holding si finalmente el Estado decide aprobarlo.
Ernesto Tenembaum y Martín Sabbatella discutieron sobre la aplicación de la ley.
Ernesto Tenembaum y Martín Sabbatella discutieron sobre la aplicación de la ley.
 "La consecuencia de esto es que la concentración de medios que llegan a la gente es la misma que antes", consideró Tenembaum en el comienzo de la entrevista en el programa Tierra de Locos, que conduce en Rock & Pop. "No es lo mismo si todos los medios son de una persona que si están distribuidos. La distribución favorece la democratización de la palabra", contestó Sabbatella.
Tenembaum: Yo entiendo eso, pero...
Sabbatella: No parece.
T: Bueno, no parece, pero creeme que lo entiendo.
S: ¿Te parece poca la ley? ¿Te hubiese gustado una ley que expropie? Porque cuando no se cumplía la ley la discusión con vos era al revés.
T: Pero si no había discusión conmigo en este punto, no inventes cosas. Estoy evitando pelearme con vos. No quiero pelearme, quiero entender una cosa. Cablevisión no llega a la gente con contenido, pero sí los medios. Respecto de los medios que llegan a la gente, los mismos quedan en manos de los mismos: Canal 13, Radio Mitre, etc.
S: Pero vos partís de un problema, la ley no opina sobre los contenidos sino sobre la tenencia de medios para democratizarla.
T: Pero eso no cambia.
S: Sí cambia, Cablevisión...
T: Pero Cablevisión no es un medio, es un sostén para distribuir medios.
S: Pero la ley democratiza servicios de comunicación audiovisual. El cable es uno, las frecuencias de radio y TV también, y la ley distribuye democráticamente la tenencia de esos servicios, ese es el objetivo de la ley. Si no hay concentración de eso, favorece a la diversidad porque no son los mismos los que tienen el sporte de distibución que los que tienen la producción de contenidos.
"Quienes resistieron cinco años cumplir la ley y se creyeron por encima de los poderes públicos tienen que venir como cualquier hijo de vecino, eso es recuperación de la autoridad del Estado en el cumplimento de una norma que votó el Parlamento", subrayó el funcionario. El periodista coincidió: "Es un enfoque válido y me parece bien que eso sea así". En ese momento se produjo el diálogo más tenso.
S: Bueno, pero cuando discutía antes con vos me decías que tenían derecho a presentarse en la Justicia.
T: Como todo el mundo.
S: Bueno, ahora la Corte dijo que es constitucional y a cumplir la ley, está bueno eso, ¿no?
T: Pero te acabo de decir que sí, qué más querés que diga. Sí, está bueno. También es verdad que se demuestra que la Corte no era lo que decían que era. Estos años le dijeron a los jueces de la Corte "chorros", mostraron a Carlos Fayt como un viejo gagá en actos a favor de la Ley de Medios, si querés discutimos todo eso. Pero me parece bien que un grupo empresario que se resiste a cumplir la ley finalmente tenga que cumplirla.
"Cuando veo el mapa que queda, veo que en términos de lo que le llega a la gente la democratización no es significativa, más allá de que está bueno que un grupo empresario cumpla una ley votada por el Parlamento", insistió Tenemabaum y agregó que tampoco la propiedad de los medios cambia significativamente con este nuevo escenario.
S: ¿Cómo que no?
T: Y no, la verdad que no.
S: Ernestina Herrera de Noble y Magnetto, por ejemplo, tienen que irse del Grupo Clarín porque no pueden tener las dos cosas.
T: Se llama de otra manera, Martín, no seas ingenuo.
S: Pero, ¿vos qué querés decir? Capaz vos los conocés más y te parece que van a tratar de evitar eso o de hacer trampa. Ahí estará el estado para evitarlo.
T: Mirá, quienes más los conocen son Néstor y Cristina que les dieron la unificación del cable, si vas a chicanear.
S: No, no les dieron ninguna unificación del cable, esa fusión nunca fue aprobada.
T: Ay, por favor. Es el último decreto de firmó Kirchner antes de irse.
S: Bueno, pero no está aprobada la fusión. No pongamos en el subsuelo la discusión.
T: Es lo que yo te pido desde que empezamos a charlar, Martín.
S: Cuando resistían cumplir la ley, la ley era un ogro que venía a lesionar la libertad de expresión, a no permitir que los periodistas hablen, que venía a torturar a los periodistas.
T: Yo nunca pensé eso, buscá otra chicana. ¿Torturar a los periodistas?
S: Es una manera de decir.
T: No es una manera de decir, ¿cuál es la manera de decir?
S: Ustedes decían: esta ley es esto, esta ley es lo otro, se pierden las fuentes de trabajo...
T: ¿Ustedes quiénes? ¿Yo que dije?
S: Cuando una ley tan "jodida" no queda más remedio que cumplirla, resulta que es una ley que no sirve. Suena raro, ¿no?
"Evidentemente algo importante tiene la ley, si no no se hubiera resistido cinco años. Si al final es lo mismo y no sirve para nada, ¿por qué se resistieron cinco años?", se preguntó Sabbatella sobre el final de la entrevista. Y Tenembaum cedió: "La verdad que es una buena pregunta".

Kunkel le responde a Insaurralde: "No discuto con gente que trabaja en la farándula"

El diputado nacional Martín Insaurralde (Frente para la Victoria) consideró hoy "machistas, retrógradas y hasta gorilas" las declaraciones de su compañero de bancada Carlos Kunkel, y lo tildó de "poco hombre" por haber dicho que "no se gobierna con frases pintorescas dichas en algún programa de farándula, ni andando por ahí con bataclanas".
Por su parte, Kunkel retrucó a Insaurralde con ironía: "No discuto con la gente que trabaja en la farándula", dijo entre risas y destacó que el ex intendente de Lomas de Zamora "no vino a trabajar hoy al Congreso, donde todos estuvimos debatiendo en comisión por más de 6 horas".
"No sabemos qué hizo, estará programando alguna gira", apuntó Kunkel en referencia a Insaurralde y a su pareja, Jéssica Cirio, tras lo cual aclaró que al hablar de "bataclanas no hice referencia a ninguna persona en particular, cada cual se puso el sayo".
La polémica surgió a partir de declaraciones a la prensa formuladas por Kunkel el sábado durante un plenario del Grupo San Martín que responde a Julián Domínguez, en Mar del Plata, donde al ser consultado sobre la participación de Insaurralde en el ciclo "Bailando por un sueño" en Showmatch, para acompañar a su novia, el ultrakirchnerista afirmó: "No se gobierna con frases pintorescas dichas en algún programa de farándula, ni andando por ahí con bataclanas".
Y si bien no nombró a su pareja, Insaurralde recogió el guante esta mañana en diálogo con radio 10: "Las descalificaciones personales son de poco hombre, creo que no forman parte de la vida cotidiana de la vida política. Los programas de la farándula son parte de la cultura popular y el pueblo peronista también disfruta de divertirse y relajarse un poco".
"Ver a un legislador peronista descalificando a una mujer me sonó de muy mal gusto, muy machista. Me molestó por la sociedad que yo quiero construir y de la que formo parte. Los dirigentes políticos debemos contribuir y discutir sobre cómo terminar con la violencia, cómo terminar con la inseguridad", contrapuso Insaurralde.
"Las descalificaciones personales son de poco hombre", había respondido Insaurralde.

En ese marco, Insaurralde retrucó: "Hay muchos problemas y dificultades en la Argentina como para tener esas actitudes machistas, retrógradas y diría hasta gorilas".
"No hice referencia a ninguna persona en particular, cada cual se puso el sayo", sentenció ahora Kunkel.
Kunkel advirtió a Insaurralde que "es discriminatorio decir que alguien se siente agraviado por el término bataclanas" que según aclaró, "es una forma de designar a coristas y bailarinas de teatro de revistas, a partir de un modismo instaurado en la cultura local en 1922, cuando vino al país un teatro de revistas francés que tenía ese nombre y se extendió a los teatros de revistas de Argentina".
"No me referí a ninguna persona en particular sino al ámbito, a determinados programas televisivos, dije la verdad, cuando me preguntaron sobre los participantes de un programa de cantores cómicos, bataclanas, comentaristas", insistió entre risas, Kunkel al referirse a la dura respuesta que recibió de su par, electo en las últimas elecciones legislativas por el kirchnerista FpV. 
PD Y sí. a ese pibe alguien tenía que decirle que está medio estúpido y que se cuide porque esa ya se cargó a Pompilio,
GB

Los depredadores del mar Por H. G. Wells

1

Hasta el extraordinario acontecimiento de Sidmouth, la ciencia conocía solo genéricamente a la peculiar especie de los Haploteuthis ferox, y ese conocimiento se fundaba en un tentáculo semidigerido obtenido cerca de las Azores, y en un cuerpo putrefacto picoteado por los pájaros y mordido por los peces, hallado en 1896 por el señor Jennings, cerca de Land's End.

Sin duda, no hay área de la ciencia biológica en la que estemos tan a oscuras como en la referida a los cefalópodos de las profundidades. Fue un simple accidente, por ejemplo, lo que originó que el Príncipe de Mónaco descubriera, en el verano de 1895, una docena de nuevas variedades; descubrimiento en el que se incluyó el tentáculo ya mencionado. Sucedió que unos cazadores de cachalotes mataron a una de estas bestias cerca de Terceira, y en sus últimos estertores, el cachalote casi embistió el yate del Príncipe, le erró, rodó debajo de él y murió a menos de veinte metros del timón. En su agonía, regurgitó una serie de grandes objetos que el Príncipe, percibiendo vagamente que podrían ser extraños e importantes, pudo rescatar, gracias a una feliz ocurrencia antes de que se hundieran. Puso las hélices en marcha, manteniendo los objetos a flote en los remolinos que éstas creaban, hasta que pudo bajarse un bote. Y los especimenes eran cefalópodos completos y fragmentos de cefalópodos, algunos de proporciones gigantescas, ¡y casi todos desconocidos para la ciencia!

Parecería, por cierto, que estas grandes y ágiles criaturas de las profundidades del mar, tienen, en su gran mayoría, que seguir siendo desconocidas para nosotros, ya que bajo el agua eluden las redes, y solo se obtienen especimenes por accidentes tan infrecuentes y casuales como éste. En el caso del Haploteuthis ferox, por ejemplo, aún seguimos ignorando por completo su hábitat, tal como ignoramos los hábitos de cría del arenque o las rutas marinas del salmón. Y los zoólogos son totalmente incapaces de explicar su súbita aparición en nuestras costas. Probablemente se hayan elevado de las profundidades coaccionados por una migración causada por el hambre. Pero tal vez sea mejor eludir discusiones necesariamente inconcluyentes, y abocarnos de inmediato a nuestra narración.

El primer ser humano que vio a un Haploteuthis vivo - es decir, el primer ser humano, que sobrevivió, porque ya no puede haber dudas de que la ola de fatales ahogos y accidentes de botes que se extendió por la costa de Cornwall y Devon a principios de mayo se debió a esta causa - fue un comerciante de té retirado, de nombre Fison, que se alojaba en una casa de pensión de Sidmouth. Era de tarde, y caminaba por el sendero de los acantilados entre Sidmouth y Ladram Bay. En esta zona, los acantilados son muy elevados, pero en cierto lugar, sobre la roja cara de uno de ellos, se ha construido una especie de escalera. El señor Fison estaba aproximándose a ella, cuando algo, que al principio le pareció una bandada de pájaros luchando por un fragmento de comida que relucía de color blanco rosáceo bajo la luz del sol, le llamó la atención. Acababa de bajar la marea, y el objeto se hallaba no solo muy por debajo de él, sino también muy lejos, más allá de una estéril extensión de arrecifes rocosos cubiertos de algas y entremezclados con estanques donde brillaba plateada el agua que había dejado la marea. Y además, el señor Fison estaba encandilado por el reflejo del agua que se extendía más allá.

Un minuto más tarde, cuando volvió a mirar, advirtió que su juicio era errado, pues por encima de la lucha volaban en círculo varios pájaros, grajos y gaviotas en su mayoría; estas últimas brillaban enceguecedoramente cuando el sol caía sobre sus alas, y los pájaros parecían diminutos comparados con el objeto que se debatía. Y su curiosidad aumentó, tal vez, al ver que su primera explicación había sido insuficiente.

Como no tenía otra cosa que hacer más que entretenerse, decidió que ese objeto, fuera lo que fuere, sería la meta de su caminata de esa tarde, en lugar de Ladram Bay, pensando que tal vez fuera alguna variedad de pez grande, varado en la playa por azar, y agitándose en su agonía. Y por lo tanto se apresuró a descender por la empinada escalera, deteniéndose a intervalos de alrededor de nueve metros para recuperar el aliento y vigilar el misterioso movimiento. Al pie del acantilado se halló, por supuesto, más próximo que antes de su objetivo; pero, por otra parte, éste aparecía ahora contra el cielo incandescente, bajo el sol, haciéndose confuso e indistinto. Lo que era rosáceo de él estaba ahora oculto tras un escollo de guijarros cubiertos de algas. Pero pudo percibir que estaba formado por siete cuerpos redondos, separados o conectados, y que los pájaros graznaban y gritaban constantemente, pero parecían temerosos de acercarse demasiado.

El señor Fison, acuciado por la curiosidad, comenzó a abrirse paso por entre las rocas gastadas por las olas y, descubriendo que las algas que las cubrían densamente las volvían en extremo resbalosas, se detuvo, se despojó de sus zapatos y sus medias, y se enrolló los pantalones encima de las rodillas. Su propósito era, por supuesto, solo evitar una caída en los estanques rocosos que lo rodeaban y tal vez se sintiera complacido, como todos los hombres, de tener una excusa para revivir, aunque fuera por un momento, las sensaciones de la infancia. De cualquier modo, es a esto, sin duda, a lo que el señor Fison debe su vida.

Se aproximó a su meta con la absoluta seguridad que este país da a sus habitantes para enfrentarse a todas las formas de vida animal. Los cuerpos redondos se movían de un lado a otro, pero solo cuando el señor Fison hubo traspuesto el escollo de guijarros que ya mencioné, advirtió la horrible naturaleza de su descubrimiento. Fue bastante repentino.

Cuando llegó a la cima de la loma, los cuerpos redondos se separaron, mostrando que el objeto rosáceo era un cuerpo humano parcialmente devorado, aunque fue incapaz de distinguir si era un hombre o una mujer. Y los cuerpos redondos eran unas criaturas desconocidas y de aspecto terrible, de forma semejante a la de un pulpo, y con enormes tentáculos, muy largos y flexibles, que se enrollaban copiosamente sobre el suelo. La piel era de una textura reluciente, desagradable a la vista, como cuero lustrado. La curvatura inferior de la boca rodeada de tentáculos, la curiosa excrecencia de la curvatura, los tentáculos, y los grandes ojos inteligentes sugerían grotescamente un rostro. Su cuerpo tenía el tamaño de un cerdo grande, y los tentáculos le parecieron de varios metros de longitud. Había, cree el señor Fison, al menos siete u ocho de estas criaturas. Veinte metros más allá, entre el oleaje de la marea que ahora ascendía, dos más emergían del mar.

Sus cuerpos yacían laxamente sobre las rocas, y sus ojos lo contemplaban con maligno interés: pero aparentemente el señor Fison no tuvo miedo, o no advirtió que estaba en peligro. Probablemente, su confianza puede atribuirse a la lasitud de la actitud de esas criaturas. Pero estaba horrorizado, por supuesto, e intensamente excitado e indignado ante esas criaturas repelentes que devoraban carne humana. Pensó que se habrían encontrado por azar con el cadáver de un ahogado. Les gritó, con la idea de alejarlas y, viendo que no se movían de su alrededor, recogió un pedrusco redondo y se lo arrojó a una de ellas.

Y entonces, desenrollando lentamente sus tentáculos, todas empezaron a moverse hacia él, reptando deliberadamente al principio, y ronroneando suavemente una a otra.

En un momento, el señor Fison advirtió que estaba en peligro. Gritó otra vez, arrojó sus botas y con un salto comenzó a alejarse. A veinte metros se detuvo y se volvió, juzgando lentas a las criaturas, y ¡mirad! ¡los tentáculos de la primera ya aparecían por encima de la loma sobre la que había estado parado!

Ante esto volvió a gritar, pero ya no era un grito de amenaza sino de temor, y comenzó a saltar, corriendo, resbalando, vadeando el desigual terreno que lo separaba de la playa. Repentinamente, los altos y rojos acantilados parecían muy distantes, y vio, como si fueran criaturas de otro mundo, a dos diminutos trabajadores ocupados en la reparación, de la escalera, que muy poco sospechaban la lucha por la vida que había comenzado debajo de ellos. En un momento pudo oír que las criaturas chapoteaban en un estanque a menos de cuatro metros detrás de él, y otra vez resbaló y casi cayó.

Lo persiguieron hasta el pie de los acantilados y solo desistieron cuando llegó junto a los trabajadores al pie de la escalera que ascendía por la ladera. Los tres hombres las apedrearon durante un rato, y luego se apresuraron a ascender hasta la cima del acantilado, tomando el sendero hasta Sidmouth, para conseguir ayuda y un bote, y para rescatar el cuerpo profanado de las garras de esas abominables criaturas.



2



Y, como si no hubiese pasado peligros suficientes ese día, el señor Fison salió con el bote para señalar el lugar exacto de su aventura.

Como había marea baja, necesitaron hacer un rodeo considerable para aproximarse al lugar, y para cuando llegaron a la escalera, el cuerpo mutilado había desaparecido. El agua ascendía ahora, sumergiendo una laja de piedra tras otra, y los cuatro hombres del bote - es decir los trabajadores, el botero y el señor Fison - traspasaron su atención de los puntos de referencia de la costa hacia el agua que se extendía por debajo de la quilla.

Al principio no pudieron ver otra cosa más que una oscura jungla de laminaria, y algún pez que pasaba ocasionalmente como una saeta. Estaban ansiosos de aventura, y expresaron libremente su disgusto. Pero de inmediato vieron a uno de los monstruos que nadaba hacia el mar, con un movimiento de giro que le sugirió al señor Fison el retorcido giro de un globo cautivo. Casi de inmediato, las ondulantes hojas de laminaria se agitaron extraordinariamente, apartándose por un momento, y tres de las bestias se hicieron oscuramente visibles, luchando por lo que tal vez fuera un fragmento del hombre ahogado. En un momento, las oscuras cintas verde oliva habían vuelto a cubrir el contorsionado grupo.

Ante eso, los cuatro hombres, grandemente excitados, comenzaron a gritar y a golpear el agua con los remos, y de inmediato vieron un tumultuoso movimiento entre las algas. Desistieron de ver con mayor claridad, y tan pronto como el agua se aquietó, les pareció advertir que todo el fondo del mar, a través de las algas, estaba cubierto de ojos.

- ¡Horribles cerdos! - gritó uno de los hombres - ¡Qué, hay docenas!

En seguida, las cosas empezaron a elevarse en el agua que rodeaba a los hombres. Desde entonces, el señor Fison ha descripto al escritor esta alarmante erupción surgida del ondulante banco de laminaria. A él le pareció que duraba un tiempo considerable, pero es probable que fuera un asunto de pocos segundos. Luego estas cosas se hicieron más grandes hasta que el fondo del mar se perdió bajo sus formas entremezcladas, y la punta de los tentáculos se elevó aquí y allá por encima del oleaje.

Una de las criaturas se acercó audazmente al bote y, aferrándose de él con tres de sus tentáculos prestos a succionar, lanzó otros cuatro por encima de la borda, como si tuviera la intención de hacer zozobrar el bote o encaramarse en él. De inmediato, el señor Fison tomó el bichero y, golpeando con furia los tentáculos, la obligó a desistir. Fue golpeado en la espalda y casi lanzado sobre la borda por el botero, quien estaba usando el remo para resistir un ataque similar al otro costado del bote. Pero ante esto, los tentáculos de ambos lados soltaron su presa de inmediato, se deslizaron fuera de la vista y chapotearon en el agua.

- Será mejor que salgamos de aquí - dijo el señor Fison, que temblaba con violencia. Se dirigió a la barra del timón, mientras que el botero y uno de los trabajadores se sentaban y comenzaban a remar. El otro trabajador permaneció a proa del bote, con el bichero, presto a golpear cualquier tentáculo que apareciera. Nada más parece haberse dicho. El señor Fison había expresado el sentimiento común sin necesidad de rectificación. De talante sombrío y temeroso, con rostros blancos y demudados, los cuatro hombres se dispusieron a escapar de la posición en que tan imprudentemente se habían colocado.

Pero apenas si los remos llegaron a tocar el agua antes que fueran inmovilizados por oscuras y serpentinas sogas ahusadas, que también rodearon el timón; y otra vez volvieron los tentáculos, reptando por los lados con un movimiento rizado. Los hombres asieron los remos y tiraron, pero era como tratar de mover un bote en una flotante balsa de algas.

- ¡Auxilio aquí! - gritó el botero, y el señor Fison y el segundo trabajador corrieron a añadir sus fuerzas al remo.

Luego el hombre del bichero - su nombre era Ewan, o Ewen - saltó con una maldición, y comenzó a golpear hacia abajo, por encima de la borda, hacia el banco de tentáculos que ahora se apiñaba contra el fondo del bote. Y, al mismo tiempo, ambos remeros se pusieron de pie para tratar de conseguir una oportunidad mejor de recobrar sus remos. El botero le entregó el suyo al señor Fison, quien se esforzó desesperadamente, en tanto el hombre sacaba una enorme navaja y, recostándose sobre la borda, comenzaba a acuchillar los brazos que brotaban del mango del remo.

El señor Fison, que se tambaleaba con el tembloroso balanceo del bote, con los dientes apretados, casi sin aliento, y las venas de la mano resaltándole mientras tiraba del remo, miró de repente hacia mar abierto. Y allí, a menos de cincuenta metros, había un gran bote que se encaminaba hacia ellos, con tres mujeres y un niño pequeño a bordo. Un botero remaba, y un hombrecito que tenía una cinta rosa en el sombrero, estaba a proa, saludándolos. Por un momento, por supuesto, el señor Fison pensó en ayuda, y luego pensó en el niño. Dejó entonces su remo, alzó ambos brazos en un gesto frenético, y gritó al grupo que se mantuviera alejado «¡en nombre de Dios!» Dice mucho de la modestia y valor del señor Fison el hecho de que no parece advertir que haya habido nada de heroísmo en su actuación de ese momento. El remo que había soltado fue inmediatamente atraído hacia abajo, y luego reapareció flotando a veinte metros de distancia.

En el mismo momento, el señor Fison sintió que el bote se inclinaba violentamente bajo sus pies y un ronco grito, el prolongado grito de terror de Hill, el botero, hizo que olvidara por completo el grupo de excursionistas. Se volvió y vio a Hill acuclillado junto a la agarradera delantera del remo, con el brazo derecho por encima de la borda, y fuertemente atraído hacia abajo. El botero emitió entonces una sucesión de agudos y cortos gritos:

- ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh!

El señor Fison cree que debía haber estado acuchillando a los tentáculos por debajo de la línea del agua cuando fue atrapado por ellos, pero, por supuesto, es imposible decir con certeza lo que pasó. El bote estaba levantado de un costado, de modo que la borda estaba a diez centímetros del agua, y tanto Ewan como el otro trabajador golpeaban el agua con el bichero y el remo a ambos lados del brazo de Hill. Instintivamente, el señor Fison se ubicó para equilibrar el peso.

Entonces Hill, quien era un hombre macizo y poderoso, hizo un esfuerzo desesperado, y se puso casi de pie. Alzó el brazo, por cierto, completamente fuera del agua. De él pendía una complicada maraña de lianas pardas; y los ojos de una de las bestias que lo asían, se vieron momentáneamente en la superficie, brillando con fuerza y determinación. El bote se inclinó más y más, y el agua marrón verdosa se precipitó en cascada por un lado. Entonces Hill resbaló y cayó sobre sus costillas contra el costado, y su brazo y la masa de tentáculos volvieron a chapotear en el agua. Hill rodó sobre la borda; una de sus botas golpeó al señor Fison en la rodilla, cuando este caballero se abalanzaba para asirlo, y en un momento más otros tentáculos se habían enrollado en su cintura y en su cuello, y luego de una convulsa y breve lucha, durante la que el bote estuvo a punto de zozobrar, Hill fue lanzado por encima de la borda. El bote se enderezó con un violento sacudón que casi hace caer al señor Fison por el otro lado, ocultando de sus ojos la lucha acuática.

Se tambaleó durante un momento, tratando de recuperar el equilibrio, y mientras lo hacía, advirtió que la lucha y la marea ascendente habían vuelto a llevarlos hasta las rocas cubiertas de algas. A menos de cuatro metros, una laja de rocas aún se alzaba con rítmicos movimientos por encima del oleaje de la marea. En un momento, el señor Fison asió el remo de Ewan, dio una poderosa palada y luego, dejándolo caer, corrió hacia la proa y saltó. Sintió que sus pies resbalaban sobre la roca y, con un esfuerzo frenético, saltó hacia otra masa más allá. Tropezó, cayó de rodillas, y volvió a levantarse.

- ¡Cuidado! - gritó alguien, y un gran cuerpo parduzco lo golpeó. Uno de los trabajadores lo había golpeado, sumergiéndolo en uno de los estanques, y mientras descendía oyó gritos ahogados, lejanos, que en ese momento creyó que provenían de Hill. Luego se maravilló de la agudeza y variedad de la voz de Hill. Alguien saltó por encima de él, y una curva avalancha de agua espumosa se derramó encima de su cuerpo, y pasó. Se puso de pie chorreando agua y, sin mirar hacia el mar, corrió hacia la costa con tanta rapidez como le permitió su terror. Ante él, sobre el liso espacio sembrado de rocas, tropezaban los dos trabajadores uno doce metros por delante del otro.

Finalmente miró por encima del hombro y, viendo que no lo perseguían, se dio vuelta. Estaba atónito. Desde el momento en que los cefalópodos habían emergido del agua, había actuado con demasiada rapidez para comprender plenamente sus actos. Ahora le parecía que había salido repentinamente de un mal sueño.

Porque allí estaba el cielo, sin una nube y refulgiendo bajo el sol de la tarde, el mar hinchado bajo su brillo despiadado, la suave espuma cremosa de la rompiente, y los bajos, largos, oscuros escollos de roca. El bote flotaba, derecho, elevándose y cayendo suavemente sobre el oleaje a casi doce metros de la costa. Hill y los monstruos, toda la tensión y el tumulto de esa despiadada lucha por la vida, se habían desvanecido como si no hubieran existido jamás.

El corazón del señor Fison golpeaba con violencia; latía hasta en la punta de sus dedos, y respiraba profundamente.

Faltaba algo. Durante algunos segundos no pudo pensar con claridad qué era. Sol, cielo, mar, rocas... ¿qué era? Luego recordó el bote de los excursionistas. Había desaparecido. Se preguntó si no lo habría imaginado. Se volvió, y vio a los dos trabajadores de pie, juntos, bajo las elevadas masas de los altos acantilados rosados. Vaciló pensando si haría un último intento de salvar a Hill. Su excitación física pareció abandonarlo repentinamente, dejándolo indefenso y vacío. Se dirigió hacia la costa, tropezando y vadeando hacia sus dos compañeros.

Miró hacia atrás una vez más, y ahora había dos botes a flote, y el más distante cabeceaba torpemente, con el fondo hacia arriba.



3



Así fue como el Haploteuthis ferox hizo su aparición en la costa de Devonshire. Hasta ahora, ésta ha sido su agresión más seria. El relato del señor Fison, junto con la ola de accidentes de botes y bañistas a la que ya he aludido, y la ausencia de peces en las costas de Socnish ese año señalan claramente la presencia de un cardumen de estos voraces monstruos de las profundidades merodeando lentamente a lo largo de la línea de la marea, junto a la costa. Una migración de hambre ha sido sugerida, lo sé, como la causa que los trajo hasta aquí; pero, por mi parte, prefiero creer en la teoría alternativa de Hemsley. Hemsley sostiene que un cardumen o banco de estas criaturas puede haberse aficionado a la carne humana por accidente, cuando un barco zozobró entre ellas; y ha vagado en busca de carne humana fuera de su zona acostumbrada; yendo paralelamente a los barcos o siguiéndolos, ha llegado a nuestras costas en la estela del tráfico del Atlántico. Pero discutir los convincentes argumentos de Hemsley, admirablemente explicados, estaría fuera de lugar aquí. Aparentemente, el apetito del cardumen fue satisfecho por las once personas que atraparon - pues en la medida que puede afirmarse, había diez personas en el segundo bote -, y por cierto que las criaturas no dieron más muestras de su presencia cerca de Sidmouth ese día. La costa entre Seaton y Budleigh Salterton fue patrullada toda esa tarde y esa noche por cuatro botes del Servicio Preventivo, tripulados por hombres armados con arpones y machetes, y a medida que la noche avanzaba, un número de expediciones igualmente equipadas, organizadas privadamente, se unieron a ellos. El señor Fison no tomó parte en ninguna de estas expediciones. Alrededor de medianoche, se oyeron excitadas voces provenientes de un bote situado a unas dos millas al sudeste de Sidmouth, y se vio un farol que se agitaba de una manera extraña, de lado a lado y de arriba abajo. Los botes más próximos se apresuraron a llegar hasta el sitio de la alarma. Los audaces ocupantes del bote, un marinero, un cura y dos escolares, habían visto realmente cómo los monstruos pasaban por debajo del bote. Aparentemente, las criaturas eran, como la mayoría de los organismos de las profundidades, fosforescentes, y habían pasado flotando, a cinco pies de profundidad, como hechas de rayos de luna a través de la negrura del agua, con los tentáculos retraídos como si durmieran, girando y girando, y moviéndose lentamente hacia el sudeste en una formación cuneiforme.

Los tripulantes del bote relataron esto por gestos, en forma fragmentaria, ya que primero se les acercó un bote y luego otro. Finalmente, una pequeña flota de ocho o nueve botes se reunió a su alrededor, y de ella se elevó un tumulto, como la cháchara de un mercado, que quebró el silencio de la noche. Había muy poco ánimo para perseguir al cardumen, la gente no tenía armas ni experiencia para una cacería tan dudosa, y casi inmediatamente - puede ser que con alivio - los botes regresaron a la costa.

Y ahora diremos lo que tal vez sea el hecho más admirable de toda esta asombrosa incursión. No tenemos la más ligera idea de los siguientes movimientos del cardumen, a pesar de que toda la costa sudoeste estaba alerta. Pero puede, tal vez, ser significativo que un cachalote haya sido hallado en Sark el tres de junio. Dos semanas y tres días después del incidente de Sidmouth, un Haploteuthis vivo llegó a la costa sobre las arenas de Calais. Estaba vivo, porque varios testigos vieron que sus tentáculos se movían convulsivamente. Pero es probable que estuviera agonizando. Un caballero llamado Pouchet consiguió un rifle y le disparó.

Esa fue la última aparición de un Haploteuthis vivo. No se vieron otros en las costas francesas. El 15 de junio, un cadáver, casi completo, fue llevado por el mar hasta la costa, cerca de Torquay, y pocos días más tarde, un bote de la estación Marina de Biología, dragando Plymouth, recogió un espécimen descompuesto, profundamente desgarrado por una herida de machete. Cómo había hallado la muerte el aludido espécimen, es imposible decir. Y el último día de junio, el señor Egbert Caine, un artista que se bañaba en Newlyn, alzó los brazos, gritó, y fue arrastrado bajo el agua. Un amigo que lo acompañaba no hizo ningún intento de salvarlo, sino que nadó de inmediato hacia la costa. Este es el último hecho para relatar acerca de esta extraordinaria incursión de las profundidades del mar. Si fue realmente la última de estas horribles criaturas es, hasta ahora, prematuro decirlo. Pero se cree, y ciertamente debe esperarse, que han retornado ahora, y para siempre, a las sombrías profundidades del mar, desde donde tan extraña y misteriosamente se elevaron.

Las causas estructurales de la emigración africana Por Jorge Muracciole

El drama del continente es un tema sin solución para los responsables políticos de la Unión Europea, a días de las elecciones parlamentarias del 25 de mayo. 

Desde hace un tiempo a esta parte la prensa mundial refleja en recurrentes publicaciones, la oleada migratoria de miles de africanos que arriesgan sus vidas en el cruce del Mediterráneo, hacinados en embarcaciones precarias como víctimas del negocio inmigratorio.

En un último informe de Frontex, la agencia europea de control de fronteras, se hace saber a la prensa que la presión migratoria en las fronteras comunitarias ha aumentado fuertemente desde lo que va del año 2014. El número de personas en situación irregular detenidas, ascendió a 42 mil entre enero y abril. En el documento se destaca que la región de mayor afluencia de inmigrantes ilegales es el Mediterráneo central especialmente en las costas meridionales de Italia, y el punto de partida de la peligrosa travesía es principalmente el litoral marítimo de Libia, de donde parten miles de emigrantes que recorren inmensas distancias desde diversas regiones del África subsahariana hasta el Cuerno de África. Genéricamente se enuncia en el informe, como principales causas de dicha diáspora poblacional, las guerras internas y las crisis recurrentes en el continente africano.

Lo que no se expresa en dicho documento es la genealogía del drama africano y las raíces de sus causas estructurales. En esa dirección, distintos investigadores coinciden que los orígenes de todos los males son la expoliación de recursos naturales, la falta de voluntad política de las clases dirigentes para reactivar la economía, la escasa incidencia de las inversiones en la actividad productiva, así como el neocolonialismo y la corrupción que han llevado a África a una situación de empobrecimiento forzoso con limitada capacidad de recuperación. 

Seguir alarmándose por la creciente ola de inmigración venida de las costas africanas sin modificar las verdaderas raíces del fenómeno es lo que convierte al drama africano en un tema sin solución para los responsables políticos de la Unión Europea.

El continente padece de un enriquecimiento sin desarrollo, que ni los gobiernos autóctonos, las clases dirigentes que conforman las elites políticas, ni las organizaciones internacionales han sabido o querido solventar. En semejantes circunstancias, un número creciente de africanos optan por emigrar en busca de una vida mejor.

La paradoja africana es que distintas regiones poseen enormes riquezas en recursos naturales como oro, platino, cobre, diamantes, uranio, petróleo, gas y coltan o grandes reservas pesqueras tanto de agua dulce como oceánica. A pesar de estos datos objetivos, la pobreza o subdesarrollo forzoso que padece el continente desde hace décadas, es fundamental para comprender por qué se producen las oleadas migratorias desde África. Esta situación se remonta a más de cinco décadas, tras la descolonización, las antiguas potencias coloniales encontraron un nuevo dispositivo mucho más productivo y menos costoso, una situación en la que la explotación de recursos naturales con la complicidad de los gobiernos locales corruptos. Así es como se ha originado un neo-patrimonialismo insano, en lugar de un sano desarrollo económico. Lo que se demostró luego de la crisis económica capitalista de los años setenta, que el sistema neo-patrimonial era esencialmente incompatible con un desarrollo sostenido, ya que no fue capaz de fomentar el crecimiento económico. La otra gran incongruencia de la realidad del continente es que aunque la inmensa mayoría de su población vive en hundido en la pobreza, sus élites políticas y económicas han acumulado una enorme riqueza. Según Patrick Chabal, reconocido africanista, se calcula que las fortunas ocultas en bancos del exterior, especialmente en Suiza, son equiparables al total de la deuda externa del continente.

La pregunta que cabe es cómo es posible generar tantas riquezas en semejantes condiciones. De alguna manera la contesta Dan W. Nabudere en su libro Globalización en el África post colonial.

"En primer lugar el continente cuenta con una enorme cantidad de recursos naturales que comercian legal e ilegalmente quienes ostentan el poder. En segundo lugar con los ajustes estructurales implementados desde hace más de una década, lo que han servido es para reforzar la posición de las elites políticas, ya que han puesto en sus manos gran cantidad de recursos financieros y, en tercer lugar, las inversiones que recibe la región, aunque son cuantiosas no se convierten en fuentes de crecimiento económico, en parte debido la ineficiente distribución de los recursos que realiza la clase dirigente."

En definitiva seguir alarmándose por la creciente ola de inmigración venida de las costas africanas sin modificar las verdaderas raíces del fenómeno es lo que convierte al drama africano en un tema sin solución para los responsables políticos de la Unión Europea, a días vista de la elecciones parlamentarias del 25 de mayo.

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Cafrune - Ramírez - Cuando llegue el alba

Entre dictadura y posdictadura: Producciones culturales en América Latina

Hasta el 3 de agosto hay tiempo para enviar los resúmenes a estas jornadas que se proponen “ampliar el ámbito de encuentro, debate y ejercicio crítico colectivo entre los distintos proyectos de investigación que están trabajando acerca de las producciones culturales ocurridas en tiempos de las últimas dictaduras en los países de América Latina y sus respectivas transiciones democráticas”.
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Segundas Jornadas de discusión de avances de investigación
“Entre la dictadura y la posdictadura: Producciones culturales en Argentina y América Latina”
27 y 28 de octubre de 2014 - Biblioteca Nacional
Agüero 2502, Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Co- organizan
Grupo de estudios sobre arte, cultura y política en la Argentina reciente (IIGG-FCS-UBA).
CRAL (Centre de Recherches sur les Arts et le Langage), EHESS (Ecole des Hautes Etudes
en Sciences Sociales).
Núcleo de Historia del Arte y Cultura Visual (IDAES-UNSAM).
Grupo de investigación “Hacia una Historia Cultural del pasado reciente argentino: artes,
juventudes y políticas en la década de 1980” (Centro de Investigaciones de la FFyH-UNC).
Proyecto de investigación "Territorios de la música contemporánea argentina 1973-2010"
Departamento de Ciencias Sociales, UNQ.
CEPSA (Centro de Estudios y Producción Sonora y Audiovisual)
Centro de Investigaciones Históricas, UNLa.
Fundamentación del encuentro
En esta Segundas Jornadas nuestro objetivo es ampliar el ámbito de encuentro, debate y ejercicio crítico colectivo entre los distintos proyectos de investigación que están trabajando acerca de las producciones culturales ocurridas en tiempos de las útlimas dictaduras en los países de América Latina y sus respectivas transiciones democráticas. Nos proponemos acrecentar los intercambios que significaron las Primeras Jornadas (1), realizadas en el IIGG-FCS-UBA en abril de 2013, para generar un espacio común, discutir hipótesis y perspectivas, socializar debates y crear condiciones para compartir fuentes y documentos.
En los últimos años, se empiezan a investigar en Argentina y otros países latinoamericanos las dimensiones cultural, artística y comunicacional implicadas en procesos de dictadura y posdictadura. De la misma manera en que hay una historia común en las modalidades represivas, también se encuentran afinidades en los modos de resistencia y en los recursos puestos en práctica por los organismos de Derechos Humanos. Así como estos organismos se encuentran interconectados en una red trasnacional desde sus  orígenes, es posible también observar la existencia de una interconexión regional entre las producciones culturales que cruzan las fronteras de sus países para darse a conocer en otros, provocando y recibiendo influencias, apropiándose de prácticas y discursos, proyectando modos de hacer.
Estudiosos provenientes de distintas disciplinas han realizado aproximaciones a algunas prácticas culturales desarrolladas en países de la región, aunque pocos han llevado adelante abordajes que traspongan al mismo tiempo las fronteras nacionales, los distintos lenguajes artísticos y una amplia variedad de intervenciones en el campo periodístico y el cultural. Asimismo, la exploración de los procesos atendiendo a sus distintas escales y posibles conexiones (desde lo local hasta lo global) también emerge entre nuestros objetivos, intentando con ello superar la frecuente concentración de las investigaciones en las prácticas de las ciudades capitales.
Desde nuestra perspectiva, se trata de problematizar los límites dicotómicos a los que suele recurrirse al pensar la producción cultural durante la última dictadura y los años ‘80 en dos territorialidades: medios masivos e industria cultural por un lado, y manifestaciones artístico-críticas, por el otro; y dos temporalidades: la última dictadura y la posdictadura. Proponemos repensar la idea instalada de un tiempo y un espacio partidos, escindidos. Nos interesa explorar justamente en el “entre”, en la imprecisión de esos límites: cómo ambos espacios y ambas temporalidades se entrecruzan y se redefinen, cómo se contaminan y se superponen, cómo las lógicas dominantes de un territorio se imponen sobre el otro o una época sobre la otra. Por lo tanto, abordamos las tensiones existentes entre: a) construcción de consenso y modos de resistencia, b) lo artístico y lo mediático, c) la última dictadura y la posdictadura.
Nos proponemos repensar estas relaciones desde una mirada que intente romper con lecturas dicotómicas, a partir de analizar la existencia de fronteras y límites imprecisos con el fin de recuperar las múltiples interacciones, vínculos de reciprocidad y dimensiones de los fenómenos y procesos analizados. Tales dimensiones pueden ser abordadas desde distintos casos de estudio: desde la publicidad oficial u oficiosa en los medios gráficos hasta las performances callejeras de grupos de activismo artístico, desde las condiciones de producción, circulación y construcción de sentido de un corpus fotográfico producido dentro de la ESMA, desde las producciones visuales y sus ámbitos de circulación que sugieren una crítica a la dictadura militar hasta la iniciativa de jóvenes poetas de impulsar revistas culturales en los márgenes de la ciudad; desde las políticas culturales de prohibiciones y construcción de consenso hasta las distintas estrategias de resistencia de los sujetos frente a los programas oficiales; y todas aquellas prácticas o experiencias que permitan poner en común los ejes planteados.
Conjuntamente, nuestro interés por la cuestión del consenso nos lleva a interesarnos, entre otras cosas, por la política cultural de la dictadura desde el aparato del Estado y por el rol de las instituciones "liberales" de “alta cultura”. Al respecto, nos importa discutir las clásicas jerarquías de los campos artísticos; así, por ejemplo, tanto la música culta como la música popular forman parte de nuestros objetos. A la par, intentamos un abordaje flexible que permita explorar las especificidades de cada microcosmos artístico, pero también se interrogue sobre los diálogos transdisciplinares y las experiencias underground que constituyeron una marca de época en la segunda mitad del siglo XX.
Por esta razón, el encuentro que proponemos tiene como objetivo construir un espacio de reflexión entre investigadores que estén abordando casos de análisis afines, que problematicen las tensiones y conflictos entre cultura oficial y de oposición, los modos complejos de construcción de consenso, el valor político asignado por distintos sujetos y formaciones a determinadas prácticas culturales, y el tipo de ámbito cultural en el que tales artefactos circularon, adquirieron visibilidad, fueron legitimados y construyeron efectos de sentido.
Áreas temáticas
Nos interesa debatir sobre investigaciones que aborden, desde variadas perspectivas, experiencias en distintos campos de la actividad cultural y artística que permitieron evidenciar las notables diferencias no solo en las estrategias esgrimidas por los productores culturales sino también en las distintas fases de las políticas culturales llevadas a cabo por la dictadura y el retorno democrático, sus modalidades de intervención e injerencia en diversos ámbitos y localizaciones geográ­cas. Centrar la mirada en las prácticas culturales es un eje propicio para adentrarnos en las complejas (dis)continuidades sociales y discutir rupturas aparentemente tajantes entre los dos gobiernos. A la vez, explorar prácticas artísticas nos permite transitar desde las tradiciones de los distintos microcosmos (cine, danza, fotografía, música, plástica, poesía, teatro…) hacia las experimentaciones y contactos que traspasaron sus fronteras. Planteamos un abordaje comparativo y paralelo de disciplinas diferentes para comprender tanto problemas comunes como especi­cidades en relación con los soportes, materialidades, modos de producción y circulación.
En base a todo lo expuesto, proponemos los siguientes ejes temáticos o bloques para organizar la discusión. Asimismo, invitamos a los expositores a proponer otras mesas posibles:
1 Manifestaciones artísticas y política
2 Medios de comunicación
3 Espacios underground
4 Redes locales, regionales e (inter)nacionales
5 Archivos
6 Imagen y memoria
7 Activismos artísticos
8 Corporalidades disidentes
9 Historia y Sociología de la Cultura
10 Debates teórico-metodológicos
Fechas
Envío de resúmenes: hasta el 3 de agosto
Comunicación de resúmenes aceptados: 13 de agosto
Envío de ponencias: hasta el 21 de septiembre de 2014
Resúmenes y ponencias podrán enviarse exclusivamente a la siguiente dirección electrónica:
Pautas de presentación Resúmenes y Ponencias
• Los resúmenes podrán tener una extensión máxima de 250 palabras, donde se especi­cará el problema abordado y las líneas centrales del trabajo. Los autores deben consignar: nombre y apellido, pertenencia institucional, correo electrónico, mesa temática propuesta y un mini CV de 100 palabras como máximo. El nombre del archivo tendrá la siguiente estructura: Resumen.Apellido.Mesa Nº (ejemplo: Resumen.García.Mesa Nº 6).
• Las ponencias incluirán al principio el resumen aceptado y deberán tener una extensión máxima de 40.000 caracteres con espacios incluyendo notas al pie y bibliografía. El nombre del archivo tendrá la siguiente estructura: Ponencia.Apellido.Mesa Nº (ejemplo: Ponencia.García.Mesa Nº 6).
• Formato requerido para resúmenes y ponencias: Fuente Times New Roman tamaño 12, interlineado sencillo. Uso de negrita en títulos y subtítulos.
Citas y bibliografía
• Referencias bibliográficas según normas APA (American Psychological Association) 6º edición 2010
El listado de referencias bibliográficas se incluirá al final del documento.
• El estilo de citación en el texto será el de Autor-Fecha, por ejemplo:
…una lógica opuesta a la mercantilización de la cultura al poner el acento en valores distintos a los del ciudadano consumista (Lewcowicz, 1999).
Adam Shingate (2000) ha utilizado los conceptos básicos de imagen de la política…
• Notas a pie de página: numeración consecutiva, de preferencia breves. Fuente: Times New Roman tamaño 10, interlineado 1.5. Las referencias bibliográficas no se incluyen en dichas notas.
Informes y consultas
Esperamos la confirmación de su participación y de la de su grupo de investigación en esta iniciativa.
Saludos afectuosos de nuestra parte,
Comité científico y organizador: Esteban Buch, Alicia Dios, Alejandra Soledad González, Martín Liut, Ana Longoni, Lucía Patiño Mayer, Isabel Plante, Lorena Verzero.

Capusotto-Saborido: consideraciones sobre el humor

Diego Capusotto y Pedro Saborido estuvieron en Paraná y se reunieron con el público en la Sala de Convenciones de La Vieja Usina. Brindaron una charla abierta sobre su trabajo en conjunto.
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Por Pablo Russo
“Les quiero traer un mensaje de Bergoglio… Dios no existe, lo acaba de decir, increíble, me conmovió muchísimo”, fueron las primeras palabras de Diego Capusotto que arrancaron la carcajada del público. La Sala de Convenciones de La Vieja Usina desbordaba de gente el miércoles por la tarde, con una presencia mayoritariamente joven. Las sillas repletas, las gradas colmadas, algunos sentados en el suelo o parados a los costados. Tantos había que varios quedaron afuera, excedida la capacidad de 500 personas en la sala. Todos querían ver al actor, acompañado de Pedro Saborido, su guionista y productor en Peter Capusotto y sus videos.
Desde un par de horas antes del arribo masivo, Saborido brindaba un taller en forma de diálogo descontracturado sobre la búsqueda de los métodos para desarrollar una idea, desde el guión hasta la realización. Ambos fueron invitados a través de un programa federal que implementa el Ministerio de Cultura y Comunicación de la provincia para promover el encuentro con artistas y profesionales de distintos ámbitos de la cultura.
Pautas y consejos
Saborido actuaba como telonero o banda soporte, marcando el clima en espera de la función principal, replicando lo que había sucedido en la ciudad de La Paz el día anterior. Parado con un micrófono entre el público, fue proponiendo algunas pautas y consejos para el trabajo audiovisual, pidiendo por momentos la participación de los presentes. Sus recomendaciones básicas fueron: dedicarle tiempo, ganas y alegría a lo que uno hace, “que no nos agarre la lluvia de sopa con un tenedor en la mano”. Es decir, que las oportunidades nos encuentren con experiencia, algo que se puede lograr intentando realizar incluso cortos de un minuto. Mientras hablaba Saborido, la multitud seguía llegando como a un recital al centro cultural.
“La televisión es el territorio de los audaces – decía Saborido- no de los talentosos. La fama no es reflejo de talento. Yo me puedo hacer famoso paseando en bolas a alguien sobre una lancha por el río. Paso 15 veces frente a la costanera y me convierto en una atracción turística, pero eso no tiene nada que ver con el talento”. También se refirió al humor y la creatividad: “El humor es casi siempre juntar dos o tres cosas que no tienen nada que ver. Nada es más que la combinación de dos cosas ya sabidas. Eso es la creatividad. Nadie inventa nada sino que se usa lo que ya existe; y en el humor, generalmente, son aquellas dos cosas que no cierran”, remató antes del anuncio: “Está llegando el señor Capusotto, está bajando de la limusina, ya viene para acá”. El gran aplauso (y las risas, que dominaron el ambiente durante la hora que siguió) recibió a Diego Esteban Capusotto, la estrella más delirante de la televisión argentina.
Estrella de Tv
Como un rock star. Con su pelo largo y suelto, vestido de negro, con campera de cuero, entró el hombre que convocó a semejante multitud con el humor como instrumento. Un acontecimiento que, en combinación con el talento de estos dos grandes artistas, sólo la masividad televisiva puede lograr. Con la entrada de Capusotto varios avanzaron unos pasos hacia adelante, apretándose un poco para estar más cerca del ídolo. Entonces sí, la dupla se sentó a la mesa ubicada sobre el escenario debajo de la pantalla, y el asunto se desarrolló como una charla con el público. Diego y Pedro respondieron a todas las preguntas, mientras el micrófono colectivo se paseaba de un rincón a otro de la concurrencia. Las respuestas comenzaron siempre con algún disparate, para luego tomar el tono serio que dejó varias consideraciones, entre otras cosas, sobre la comicidad, los personajes que representa, la respuesta de la audiencia, y la cultura rock…
Capusotto Dixit
Sobre los personajes del programa que tendrá su novena temporada desde agosto en la televisión pública: “Hay algunos personajes que se convierten, a pesar nuestro, en clásicos. Algunos los abandonamos por un tiempo y cuando vuelven se potencian más. Sí es cierto que hay personajes que nos convocan más a nosotros. Violencia Rivas, por ejemplo, es como nuestro alter ego, a veces habla por nosotros. No así Pomelo, que no sería amigo nuestro, o Micky Vainilla. Otros quedan ahí, con una muerte digna. Micky Vainilla, Bombita Rodríguez y Violencia Rivas tienen una presencia y relevancia mayor que los autores de la idea”.
Los chistes, las fuentes de inspiración, los límites: “Toda idea nace de una neurosis: de que no se nos ocurra ni una idea. Nos pasa todo el tiempo, la neurosis es quedarnos sin el motor que nos acciona. Tomamos las ideas de nuestras propias realidades, de lo que observamos. Tenemos curiosidad y sensibilidad con lo que sucede. Es como un recreo que nos tomamos de la angustia de la vida, de la que nos corremos riéndonos. No hay un límite ético, como aquello que no estaría permitido contarse. El humor siempre hace referencia a la tragedia, a la angustia. El límite es lo que no nos causa gracia, lo que no podemos resolver. Las ideas tienen que aparecer como borbotones”.
El mensaje y las reacciones del público: “Ando mucho por la calle, es donde uno se encuentra con el resultado final de lo que está haciendo, en el otro. El efecto también es el otro, lo que hacemos siempre es por otro. Si hay algún mensaje, está ahí presente en lo que se ve, en lo que resulta. Pero cada uno ve el programa como quiere. No estamos pendientes de la lectura final que se hace, porque el otro no es uno, y nosotros no le vamos a corregir lo que piense”.
Cultura Rock
El rock como excusa: “El programa nace conmigo presentando videos en la Rock and Pop TV. Se me ocurrió que podría ser de bandas que no tienen difusión, o que no existen más. Nosotros pertenecimos a la cultura rock, nos sirvió como refugio y lugar de anclaje en una época densa. Sentíamos que teníamos una identificación con esa cultura rock, y que podríamos decir algo más desde ese lugar. Nos empezó a interesar más eso que los propios videos, que también forman parte del asunto, porque a mí me gusta ver bandas y las disfruto. Pero habíamos transitado por ahí, por ese mundo, y hablamos desde ese lugar. El rock, también, es como una excusa para poder hablar de otras cosas”.
Voluntad y organización
Antes de irse, Diego deja un consejo: “voluntad y organización, son las dos claves para hacer cosas”; y Pedro anuncia orgulloso: “Son la población más grande que hemos tenido en un galpón”. Vuelven a resonar los aplausos, alguien se acerca y le entrega a Capusotto una camiseta de Racing, que él agradece antes de salir por la cortina del fondo, mientras Saborido se queda a un costado firmando autógrafos. Parte del público se retira, pero muchos se quedan para lo que sigue. Se apagan las luces y comienza la proyección de la película Peter Capusotto y sus 3 dimensiones. Siguen las risas y la contagiosa alegría.