domingo, 18 de mayo de 2014

Con el Evangelio y los pobres MIRADAS AL SUR.

Convencido de que el Papa Francisco, a quien trató como obispo, abre un camino esperanzador, confía en el compromiso de los sacerdotes para rescatar de la droga y la delincuencia a los jóvenes marginados por la sociedad.
Conocido como “Pepe”, José María Di Paola es uno de los más conocidos sacerdotes que, trabajando en las villas, se han ganado el apodo de “curas villeros”. En muchos sentidos heredero de Carlos Mugica, emblema de los tercermundistas de los ’70, y hombre cercano a Jorge Bergoglio, hoy el Papa Francisco, ha recorrido un intenso camino desde que decidió su vocación sacerdotal cuando su juventud fue impresionada por la película de Franco Seffirelli Hermano sol, hermana Luna, que reconstruía la vida de San Francisco de Asís. En la actualidad es un hombre maduro con aspecto juvenil que ha caminado las villas e, incluso, ha sido amenazado de muerte por los clanes que manejan las drogas porque su prédica propone un camino constructivo para los más vulnerables de los sectores más cadenciados. Eso lo convierte en un buen referente para saber dónde están y qué buscan hoy los “curas villeros”.
Eduardo Anguita: –Su experiencia en la Villa 21, además de acompañar un crecimiento no sólo religioso, sino también deportivo, educativo y comunicacional tuvo un pie básico, la contención de los chicos que abusan de drogas.
José Di Paola: 
–Una de las cosas que pensé desde que llegué a la Villa 21 fue que los chicos de ahí tuvieran las mismas posibilidades que los pibes que están en otro barrio; que la capilla fuera un lugar que los atrajera. Buscábamos que un programa de liderazgo positivo reemplazara al líder negativo, que podía llevarlos a las drogas o las armas. Entonces se fue dando un proceso muy interesante, con una participación muy alta de chicos y de jóvenes; de los jóvenes que después terminaron dirigiendo los más chicos del barrio. Era una tarea de prevención, muy fuerte, que después fue tomando distintos caminos, como la escuela de oficios, su escuela secundaria, la radio. Queríamos adelantarnos, antes de que fuera tarde en la vida de un chico.
–Usted vivió ahí unos cuantos años, más de diez. Y ahora está en San Martín, también un lugar bravo, pero tuvo un intermedio cuando fue a vivir a la zona rural de Santiago del Estero. 
–Siempre trabajé con los chicos, con los jóvenes, en opción por los pobres y el ámbito de la villa puede unir todo eso. Por eso después de la experiencia de la Villa 21 es que me fui no queriéndome ir. Si era por mí seguía estando ahí, pero me pareció que era necesario para no poner en riesgo a nadie, y entonces dije “lo mejor es dar un paso al costado”. De hecho, los grupos que venían trabajando tanto en prevención como en la recuperación de las drogas, y los curas que estaban en mi equipo, todo siguió creciendo. O sea que no me equivoqué en eso de dar un paso al costado, porque hoy día las cosas han tomado un vuelo propio. Por eso le pedí a Bergoglio alejarme un tiempo, y ahí me fui a Santiago, pero sabiendo que sólo iba a ser por un tiempo.
–Usted dice que no se fue por voluntad propia, pero tampoco por voluntad divina, se tuvo que marchar por la voluntad de cierta gente. No sé si sirve transmitir detalles del miedo que puede infundir un grupo de narcotraficantes o como quiera uno llamarlo.
–Trabajan desde la clandestinidad, desde lo oculto, entonces uno no sabe hasta dónde pueden llegar, por eso me pareció apropiado tener una actitud prudente. Me decía, “bueno, lo hecho hasta ahora fue bueno, la gente realmente está bien, el quipo que está trabajando conmigo está bien, y de paso voy a algún lugar donde hace falta”. Fui a Santiago del Estero, donde el obispo me asignó una parroquia y hacía falta trabajo, que además nunca había hecho, nunca más que misionar por unos días. En esa etapa conocí también una parte de la Argentina profunda, de los maestros rurales, de los parajes, fue un trabajo que jamás hubiese hecho si no se hubiese dado esa situación. Así, después de un tiempo, decidí volver a las villas, que creo que es el carisma que Dios me ha puesto.
–Lo que usted dice de los maestros rurales me llevó a pensar la interacción que había en la escuela que ustedes crearon, pero también con los maestros que están en una escuela donde la mayoría de los pibes de la villa estudian.
–Si, ahí se da una relación muy linda, empezamos en el ’97 cuando llegué. Me reunía con los directores de las escuelas estatales, porque nosotros no teníamos nada y nuestra preocupación era que los chicos no terminaban séptimo grado. Entonces hicimos algo como un equipo, y nos reuníamos los directores de las escuelas estatales y la parroquia en forma permanente. Claro, ellos se daban cuenta de que los chicos le hablaban de las capillas que teníamos y a nosotros nos hablaban de los maestros y de las escuelas, y trabajábamos juntos en ese primer tiempo que era tan difícil, porque la villa era una especie de ghetto. No querían que se hablara de la villa, y era muy difícil a veces hasta transmitir algo. Se oían frases lamentables como “que se maten entre ellos”; ese tipo de cosas que en la ciudad de Buenos Aires hemos escuchado. Entonces, el trabajo comunitario fue muy interesante y ha hecho que después se profundizara. Me acuerdo que todos los años reunía a todas las escuelas y directivos de las escuelas y venía Bergoglio y compartíamos una charla con él en la Iglesia de Caacupé; era un día de homenaje a los maestros. Después hemos hecho maratones, un montón de actividades con ellos que fueron fortaleciendo la relación. Porque nosotros consideramos que un chico necesitaba de la escuela, de la Iglesia y de todas las instituciones que le podían ayudar a desarrollar las capacidades que tiene.
–Es curioso que se fue echado por mafias, gente que está vinculada al tráfico de drogas y que hoy día en la Villa 21-24 hay fuerzas de seguridad en abundancia, pero que no están ahí en una función represiva.
–Hoy la relación es diferente, si sé de esta situación actual, quizás no hubiese tomado la decisión de irme. Pero en ese momento hubo dos cosas interesantes. Para mí fue muy importante poder elegir, “decir me voy” y que Bergoglio me haya respetado esa decisión, y también que me aceptara que el padre Toto continuara. Porque es muy importante que, cuando empezás una tarea así, haya alguien que con el mismo espíritu pueda seguir las cosas.
–Es evidente que usted, espontáneamente, dice Bergoglio y no dice el Papa Francisco.
–Sí, me cuesta decir el Papa Francisco. Él empezó en el ’97 como vicario general de la diócesis, y yo en el ’97 empecé en la capilla Caacupé y después como coordinador del equipo de curas de las villas. Fueron años de mucha vinculación, muy fluida, y eso hace que lo llame Bergoglio y no tanto Francisco.
–¿Habla por teléfono con el Papa?
–No, lo fui a ver. Tuve la oportunidad de verlo en agosto, y pude tomar mate con él bastante tiempo, allá. Nunca pensé que iba a tomar mate con el Papa en el Vaticano. Ese fue el momento que lo vi ya como Papa. Es más, el día en que lo eligieron Papa yo estaba acá, estábamos organizando el apoyo escolar, y un periodista me llama y me dice: “Pepe, fumata blanca, podés hablarnos del Papa? Parece que es brasilero o italiano”. Yo le dije: “No, la verdad es que no tengo ni idea… de los que están ahí al único que conozco es a Bergoglio”, y hasta le di el teléfono de un cura que sigue vida y obra de los cardenales. A la media hora me llamó para decirme “ahora no me podés decir que no, porque el Papa es Bergoglio”. Y yo no lo sabía porque no teníamos ni televisión ni radio, así que le tuve que preguntar a los vecinos y me dijeron que sí, que era Bergoglio.
–¿Cómo lo vio cuando tomaron mate?
–Lo vi muy bien, sigue siendo el mismo. Los que tuvimos un trato más cercano sabemos que sus convicciones son las de siempre, pero lo veo con una capacidad de comunicación que no tenía antes. Eso es muy valioso, porque ver los signos, los gestos que está realizando, que los puede interpretar cualquier persona, toda persona más allá de dónde viva o más allá de la edad que tenga, es algo que para mí es nuevo en él.
–En la Ciudad de Buenos Aires hay tradición de los curas villeros, por la impronta de Mugica y de muchos otras curas que estuvieron sobre todo a principios de los ’70. Ahora usted está en La Cárcova, en el Partido de San Martín, en la provincia de Buenos Aires, que parece tan grande como un océano.
–Es que el gran Buenos Aires es como un océano, es realmente muy grande. La tradición que dejó Mugica y sus compañeros desde Buenos Aires fue excelente, porque más allá de si un cura hace las cosas de una forma o de otra, el hecho de vivir como un vecino más hace que puedas comprender lo que pasa en la villa. Esa genialidad que tuvieron aquellos curas nosotros la heredamos, y realmente la sentimos como algo de lo más valioso que nos dejaron, porque después cada tiempo tuvo su desafío. Mugica tuvo sus desafíos, a nosotros nos tocó este tema de la droga, de las armas, de la violencia; de una diferencia social, una brecha más grande entre villa y no villa.
–Hay algo que usted trasmite, que las urgencias se pueden sentir, pero no se puede trasmitir ansiedad por resolverlas, porque la ansiedad no sirve.
–Es así. Conozco gente que viene a la villa y quiere hacer las cosas enseguida y no le salen, obviamente, porque en ningún lado salen enseguida, y se frustra y lo deja. Cuando empecé en la Villa 21 realmente no pensé que íbamos a tener escuelas secundarias o escuela de oficios. Empezamos con el apoyo escolar y después las cosas se fueron dando. Hay que confiar en un trabajo que vaya creciendo desde el pie, como diría, desde abajo.
–Se me ocurre que confianza es fe. ¿Cómo se cultiva la fe, cómo trabaja su fe?
–Me ayuda mucho el trabajo con la gente. La religiosidad de la gente es muy fuerte, y su religiosidad hay que aceptarla así como se da. Cuando uno llega a La Cárcova la imagen que va a encontrar por todos lados es el Gauchito Gil. El Gauchito Gil tatuado, en la bandera, en una ermita, entonces me preguntaba por esta devoción tan profunda que tiene la gente, que son católicos porque el que reza es católico, entonces… A partir de charlar, inclusive con el obispo de Goya, empecé a trabajar la historia del gaucho Antonio Gil y lo incluimos realmente en la devoción de la capilla nueva, lo tiene como patrono. Es interesante acercarse a la gente respetando la fe con la que se expresan, y a partir de ese compartir la fe, uno también va valorando y viviendo mejor la fe católica.
–Hablando de Goya, pienso en aquel momento de los ’60 en que Antonio Devoto, como obispo de Goya, le dio a Miguel Ramondetti, que había llegado con voto de pobreza, el documento del concilio Vaticano y le dijo: “Esto en realidad es para los obispos, pero en la Argentina no tenemos suficientes obispos que puedan hacer esto, esto es para los curas”; y así sale una de las vertientes del movimiento de los sacerdotes para el tercer mundo.
–Nosotros valoramos y tomamos mucho de ellos, porque han marcado positivamente la vida de la Iglesia. Aquí, el equipo de curas de las villas de Buenos Aires pertenecía al Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, y yo diría que uno de los signos que han dejado es esto, el quipo de curas villeros.
–¿Por qué Don Bosco, una figura importante no sólo en Italia, y el ejemplo de monseñor Enrique Angelelli?
–Le pusimos misión San Juan Bosco a toda la misión, porque el suyo era el espíritu con el que estamos trabajando por el niño y el joven en situación de riesgo o de vulnerabilidad, proponiendo oratorios además de nuestra capilla. Había muchos oratorios en Turín pero el que perdura es el Don Bosco. Es que Don Bosco lo hacía desde el llano, con los pibes. Y lo de Angelelli para nosotros es un ejemplo, pero también de método, esto de poner un oído en el Evangelio y otro en el pueblo tiene que el modo de vivir de un sacerdote, de un laico o de cualquiera, porque poner el oído en el pueblo significa tratar de escuchar y aprender. Hoy, en el centro de recuperación que tenemos, los chicos que están tomando la iniciativa son los que se recuperaron de la droga. Al principio era más importante el que venía de afuera, hoy día es más importante el joven villero que se recuperó. Entonces este oído en el Evangelio y en el pueblo, tiene que ser el modo de operar y de vivir.
–Estoy pensando en que quizás usted tiene una manera de entender la vida muy distinta a la que tenemos la mayoría. Me da la impresión de que sus tiempos no están urgidos por el calendario de la entrega de un mandato. Pero se me ocurre que la llegada de Bergoglio al Vaticano puede ser la posibilidad de avanzar más que un año o dos atrás.
–Yo lo veo como un momento espiritual muy fuerte para la Argentina. Porque nos sorprendió, aunque pensáramos, en el cónclave anterior, que podía ser Papa.
–¿Ya en el cónclave anterior pensó que Bergoglio podía ser Papa?
–Sí. Porque yo estaba en la Villa 21 y venían las grandes cadenas, la BBC, etc. y nos entrevistaban y querían saber qué hacía Bergoglio en las villas. Yo decía, ¿por qué preguntan todo esto?, “porque es uno de los papables” me contestaban. Ellos tenían más conciencia de la posibilidad que nosotros. Eso era lo que veíamos dentro de la villa, y después de hecho se demostró que sí, que estuvo cerca de ser Papa en ese momento, pero esta vuelta nos sorprendió. Y creo que fue una buena sorpresa porque es como que logró unir a muchos, generar un espacio de comunión entre gente que piensa diferente. Y también con los signos que va marcando y esa opción por las villas o por los santuarios, en esto de la valoración de la religiosidad popular, esto de mirar Buenos Aires desde la periferia como dice él y no desde el poder, desde el centro. Bergoglio lo tenía muy metido en el corazón y era una opción real porque fijate que éramos diez curas en la villa y pasamos a ser veintipico, y que en los primeros años no había convenio con nadie, teníamos que remarla muy solos, y Bergoglio estaba con nosotros en eso. Entonces, yo creo que hoy día me parece que se abre un panorama potente para muchos curas que no lo conocían, tanto en Argentina como en otras partes del mundo, al reconocer su relación con las villas. Es un momento distinto, de hecho a mí me han llamado de distintas partes del mundo donde están laburando en situaciones parecidas o mucho más difíciles que las nuestras, mucho más difíciles. Tienen una esperanza muy fuerte en Bergoglio porque lo ven como un tiempo especial de la Iglesia. Igual creo que tenemos que aprender que la Iglesia la construimos desde abajo, porque lo que hicimos en las villas lo hicimos con Juan Pablo II, con Benito XVI, con Francisco y seguirá con el que venga. La responsabilidad es de uno con el barrio, ahí se juega la vida de la Iglesia, al menos para la gente.
–Decían que a Carlos Mugica, por su militancia política, por su defensa del peronismo, lo mataron hace cuarenta años. Pero, ahora Bergoglio también vuelve a traer la política de una manera evidente. Se mete con todos los temas. Con el matrimonio igualitario o con los curas que han abusado de niños. No le esquivó a ningún tema, y me parece que eso es política.
–Sí, es una manera de hacerla. Lo que me entusiasmó siempre de Mugica, que para mí fue el ejemplo de cura villero, lo que realmente me ha llegado al corazón desde seminarista te diría, es que él vivía apasionadamente la Iglesia y el momento que le tocó vivir. Y creo que eso es lo que nosotros tratamos de ver hoy. Mugica estaba apasionado porque el regreso de Perón significaba una esperanza muy grande para la Argentina, para el pueblo. Él, además, había contrapuesto su historia familiar. Cuando él dice que se convierte, que va a un conventillo y ahí los pobres estaban tristes porque había caído Perón, entonces creo que para él lo fuerte era vivir la Iglesia con mucha fuerza y pasión y también el mundo que le tocaba vivir, y el mundo que le tocó vivir era el regreso de Perón, esa era la realidad.
–Cuentan los que estuvieron en el vuelo de regreso de Perón, en el que participó Mugica, que en un momento hubo un silencio, hasta Perón se calló, cuando él leyó una parte del evangelio.
–Claro, estaba apasionado por ese momento porque era un apasionado por la vida. Creo que él transmitió eso mientras vivió, y por eso creo que hoy es un ejemplo para todos, su figura ha transcendido el momento en que hasta podía ser cuestionado. Al fin nos queda un cura que fue siempre cura, un hombre de oración, del evangelio. Esto que vos decís, que en el avión leen el evangelio y todos hacen silencio, lo escuchan, hasta Perón. Entonces este cura que fue Mugica, para nosotros es, sigue siendo, el ejemplo y creo que hoy se lo valora más.
–Se han hecho cosas. Uno va al Anses y ve la cola de las mujeres que cobran la asignación familiar, y se da cuenta que el Estado satisface una demanda social. ¿Qué cosas tiene que hacer o está haciendo la sociedad civil para acompañar o mejorar las políticas de Estado de contención e inclusión?
–Yo creo que ahí hay todo un tema, un desafío grande. A mí me tocó vivir la crisis del 2001 dentro de la villa y no había un peso. El día que festejamos Noche Buena éramos 400 personas comiendo pizza casera. O sea que esos planes, esa forma de distribuir eran una necesidad. Fueron respuestas de suma urgencia, fue algo necesario. Por ejemplo, la asignación universal, que es un derecho y era una voluntad de casi toda la sociedad. Sólo que el Estado puede tener esta presencia, que es muy buena, u otras tantas, como los planes de educación, pero si no van acompañadas de una sociedad civil organizada, muchos de esos planes pueden no tener el éxito que podrían alcanzar. No sé, te pongo el ejemplo el plan FinEs del Ministerio de Educación. Puede ser mucho más útil cuando encuentra una comunidad organizada. En el fondo, la comunidad organizada es “el programa”, porque eso te lleva a que muchos proyectos y planes que vienen encuentran en el club, en la parroquia, en la escuela, en la biblioteca popular, en los ámbitos de reunión del barrio, una contención. Un pibe de barrios como los nuestros necesita un acompañamiento, entonces el Estado te pone un plan, te pone un maestro, un profesor, y bueno, ahí tenemos que estar las organizaciones del barrio para apoyarlo, estimularlo, para decirle “No aflojés”. Y si aflojó ir a buscarlo. Estas cosas son las que tenemos que trabajar, por eso hacía hincapié en que la sociedad civil tiene que volver a tener la fortaleza que tuvo en otros tiempos, sino aunque haya más presencia del Estado no hay un cambio.
–Pepe, usted vive en la villa. ¿Cómo es su final del día?
–Termino cansado. Estoy yendo de acá para allá, porque estoy solo en esta villa, y entonces es un poco más difícil. En las otras villas hay mucho movimiento, no es que trabajen menos, trabajan quizás mucho más pero son equipos, son dos o tres y esto es quizás la decisión de Bergoglio ¿no? Aquí no hay, o sea no es que no quieran mandar más curas, somos los que estamos. Así que, bueno, tengo que estar en distintos lugares, estar con los chicos, con los jóvenes, ir a visitar al hospital, entonces llega el final del día en que estuviste dando un montón vueltas por la villa, pero también por otros muchos sitios donde hacía falta. Y esto, el hacerse un tiempo para dárselo a una entrevista, a la comunicación. Muchas veces lo hemos discutido con otros curas, y yo digo que si nosotros hablamos de integración es importante que la gente conozca cosas de la villa, y no a través de un noticiero que le va a mostrar un allanamiento, o el rostro negativo, que vean la realidad a través de nuestras palabras, los que vivimos en la villa.

Los negocios del gobernador Colombi y del nuevo dueño de Clarín con Irán


 
Mientras en FA-UNEN y en el resto de la oposición aún celebran el fallo de la Cámara Federal que dictó la inconstitucionalidad del Memorándum de Entendimiento con Irán, que había sido aprobado en el Congreso tras la propuesta del Ejecutivo, que adujo que ese acuerdo daría impulso a la investigación del atentado a la AMIA empantanada hace años en la justicia; mientras los que impulsaron el lobby mediático sobre ese mismo acuerdo brindan por la estocada contra el gobierno nacional, que ahora deberá apelar el fallo ante la Corte; mientras las víctimas del atentado terrorista que voló la sede de la mutual israelita en Buenos Aires siguen persiguiendo justicia, y las autoridades de DAIA y AMIA que instrumentaron judicialmente la desarticulación del acuerdo diplomático con la nación persa para que los imputados por el ataque criminal del '94 declarasen ante un juez argentino deberán estar analizando qué hacer de ahora en más; hay, al menos, dos figuras centrales de vida pública nacional –uno del mundo de la política y el otro del empresariado– que demostraron, sin prejuicio alguno, que saben diferenciar negocios millonarios de búsqueda de justicia. Que las críticas y los límites son siempre para los demás. Un nuevo ejemplo del doble estándar. Otra muestra de la tradición de ciertas corporaciones.
El viernes 31 de enero, el gobernador radical de Corrientes Ricardo Colombi recibió en su oficina al agregado de negocios de la embajada iraní en la Argentina, máxima autoridad diplomática en el país, Ahmad Reza Kheirmand. Un encuentro calificado de "fructífero" por los presentes.
El delegado iraní llegó con un objetivo: hacer negocios. Más preciso aún: incrementar la exportación de arroz a su país. El gobernador lo esperó con similar objetivo. Todos contentos. Incluido el empresario que no tuvo necesidad de posar para la foto en el despacho provincial, el omnipresente y multifacético José Antonio Aranda, flamante mandamás de Clarín tras el desplazamiento de Ernestina Herrera de Noble y Héctor Magnetto.
Para el Ejecutivo nacional y un sector del grupo de familiares y sobrevivientes del atentado a la mutual judía, el memorándum era la única vía concreta para lograr destrabar una causa que está paralizada hace 20 años.
Aranda, junto con Lucio Pagliaro, pasarán a ser accionistas exclusivos de la Unidad 1 del plan de adecuación –que les impuso la Ley de Servicios Audiovisuales–. La Unidad 1 incluye a ARTEAR (Canal 13), radio Mitre, el canal de noticias TN, el canal 12 de Córdoba, el 6 de Bariloche, la FM 100, una AM y una FM de Córdoba y una FM de Mendoza más 24 señales de lo que pasará a llamarse Cablevisión Residual I y que abarca un universo de 400 mil abonados. También el diario. Aunque sus intereses van más allá del universo mediático: Aranda es el titular de COPRA SA, la principal arrocera correntina, radicada en la localidad de Mercedes, que tras la ampliación y modernización de su planta en agosto de 2013 cuenta con la capacidad de procesar 150 mil toneladas anuales de materia prima, lo que equivale a casi un cuarto de la producción provincial. Con un dato a subrayar: Corrientes encabeza el ranking nacional de producción y exportación de arroz. En el ejercicio 2012/13 superó a Entre Ríos y a Santa Fe. 
Aranda –anfitrión infaltable en cada Expoagro– fue una de las espadas del Grupo Clarín que orquestó la ofensiva contra el gobierno nacional en marzo de 2008, cuando los dueños del campo rompieron lanzas contra el Estado por las retenciones móviles, una crisis que terminó con la defección del "voto no positivo" del ex vice y actual diputado radical del FA-UNEN, Julio Cobos, que sepultó la resolución 125–. Paradójicamente, el dueño del diario Clarín fue uno de los beneficiados en la última década en el agro: en la campaña 2001/02, la producción de arroz a nivel nacional era de 709 mil toneladas y en el período 2012/13 alcanzó 1.560.000 de toneladas. Creció un 120% en poco más de diez años. Durante ese tiempo, la superficie nacional sembrada pasó de 126.435 a 232.700 hectáreas (un 84% más).
El conflicto ambiental que la arrocera de Aranda provocó en la zona de Ayuí Grande (ver recuadro) no limitó su expansión en el rubro: cuando el 24 de agosto del año pasado COPRA SA inauguró la ampliación de la planta, un gerente de firma afirmó que ese nuevo molino "permite procesar por año 120 mil toneladas de arroz cáscara, será uno de los molinos más importantes del país, por volumen y tecnología". Con dos décadas de historia, COPRA SA se ubicó entre las principales exportadoras del sector arrocero junto a Molinos Libres S.A., Pilaga S.A. (Molinos Ala), Semillas y Cereales S.A, Cooperativa Arroceros Villa Elisa Ltda., Dreyfus S.A., Marcos Schmukler S.A., Bunge Argentina S.A. y Molinos Río de la Plata.
En el país, el consumo anual de arroz per cápita es entre 6 y 7 kilos. En Irán, de treinta. En 2013, ese país se ubicó en tercer lugar como destino de exportaciones de la industria arrocera argentina, con más de 48.100 toneladas, después de Brasil e Irak. Aranda tomó nota. Avanza. Recompone.
Para cuando Kheirmand llegó con su comitiva al despacho de Colombi, el gobernador ya había dejado atrás un nubarrón pasajero, un malestar, con Clarín y sus directivos. Una vez más, lo importante se imponía sobre lo accesorio. Para entenderlo hay que repasar los últimos meses de relación entre el mandatario provincial y Aranda.
En el acto de la ampliación de la arrocera en agosto de 2013, Colombi no ahorró críticas al gobierno nacional y elogios para el empresario. Agradeció: "Sin dudas este es un día muy importante, trascendental para la producción arrocera de Corrientes, este proyecto va a generar un incremento significativo (…) y que tiene un doble mérito, por todos los problemas que mencionó el doctor Aranda, a nosotros también la Nación debe por regalía de distintos emprendimientos 1500 millones de pesos (…)".
Qué había dicho el "doctor", minutos antes, en tan emotiva ceremonia: "(…) quiero reconocer el apoyo de Corrientes, con un escenario totalmente favorable para la inversión, tanto en seguridad como con la claridad, previsibilidad en materia tributaria. Totalmente a la inversa de lo que ocurre con el gobierno nacional, que no sólo nos debe la liquidación de exportaciones equivalente a 12 mil toneladas, lo que equivale a dos meses plenos de funcionamiento de esta planta, y por reclamar no sólo no nos paga, sino además nos persigue y nos aprieta."
Pocas semanas después, Colombi obtenía su relección como gobernador. Esa noche, descargó su enojo contra un periodista de Clarín. Un "sincericidio" político que ya no sonroja a nadie. Se despachó Colombi: "El domingo de las elecciones jugó pésimo. Yo me jugué, porque tu jefe tiene una empresa en Mercedes, yo lo conozco." Agregó: "Sacaron que esta es la provincia más pobre del país, que es una vergüenza. Jugaron muy mal." Cerró: "Yo estoy a favor de la libertad, en contra de la Ley de Medios, yo defendí a tus jefes allá." Fin. Pasaron los meses.
El 17 de febrero, el diario La Nación publicó un artículo sobre el giro de la relación entre la Argentina e Irán tras la falta de voluntad de Teherán por implementar el memorándum firmado. La nota señaló que el gobierno argentino cortaría lazos con el iraní y se acercaría a Israel. El texto señaló que "este clima de frialdad se pudo percibir claramente el martes pasado (11 de febrero), cuando el encargado de negocios de Irán en Buenos Aires, Ahmad Reza Kheirmand, ofreció en el Hotel Alvear un agasajo por el día nacional de su país: no hubo ni un solo funcionario del Gobierno. Apenas unos pocos diplomáticos de segunda línea de la Cancillería se acercaron al lugar y admitieron por lo bajo que el diálogo entre Buenos Aires y Teherán 'está roto'". Al parecer, nada es tan tajante. 
Dos semanas antes de su cocktail en el Alvear, Reza Kheirmand, había experimentado el calor correntino la mañana del último viernes de enero, cuando lo recibió Colombi. El gobernador radical tenía claro para qué: atraer inversiones a su provincia. Sellar un acuerdo de entendimiento con Teherán para hacer negocios. Exportar a gran escala arroz correntino a Irán. El arroz de Aranda.  «
El negocio arrocero en Corrientes
Entre los diversos negocios de José Antonio Aranda, vicepresidente del Grupo Clarín hasta que se apruebe la división societaria que el multimedios presentó a la AFSCA y a la CNV para adaptarse a la Ley de Medios, figuró un emprendimiento arrocero en Corrientes, que fue denunciado por este diario, en 2010. Ocurre que entonces, la empresa Copra SA, presidida por Aranda, en alianza con Adecoagro, del magnate húngaro George Soros, pretendía regular el agua de un arroyo que regaría 20 mil hectáreas de arroz mediante la construcción de la Represa Ayuí Grande. La obra beneficiaría a los socios, cuyos campos eran vecinos. Poco les importaba a los propietarios que para lograrlo debieran dejar bajo el agua 8000 hectáreas de la localidad correntina de Mercedes ni desaparecer bosques en galería a lo largo de 137 kilómetros y numerosas especies nativas. Era la primera vez en la Argentina que un curso de agua de dominio público se pretendía poner al servicio de empresarios privados. Acaso por la obscenidad de la megaobra, en 2011, Soros abandonó la polémica iniciativa. Entonces, el húngaro adujo  "razones propias". Aranda no tuvo la misma delicadeza.
UNEN celebró la caída del Memorando
Dos referentes del Frente Amplio UNEN, la diputada nacional Elisa Carrió y el senador nacional Fernando "Pino" Solanas, festejaron la decisión de la Sala I de la Cámara Nacional en lo Criminal y Correccional Federal de dejar sin efecto el memorándum de entendimiento que el gobierno argentino firmó con su par iraní para lograr avanzar en el esclarecimiento del atentado a la AMIA, que en 1994 dejó 85 muertos y alrededor de 300 heridos. 
Para Carrió, el fallo por el cual se revocó la resolución del juez Rodolfo Canicoba Corral y se consideró inconstitucional el acuerdo bilateral fue "correcto". Según la legisladora nacional, el memorándum "era nulo de nulidad absoluta e insanable por inconstitucional, tal como lo planteamos en el debate parlamentario y ante la justicia", dijo.
Para Pino Solanas el fallo constituyó sólo un paso y pidió que se "desclasifiquen los archivos de inteligencia con el objetivo de investigarse la pista local y las responsabilidades públicas". Solanas sostuvo que la firma de este tratado por el gobierno fue un grave error político.
Otro de los integrantes de la alianza que atacó al gobierno nacional por el acuerdo con la República Islámica fue el diputado Manuel Garrido, quien solicitó la renuncia del canciller Héctor Timerman luego de que se conociera el fallo de la Cámara Federal.
Para el Ejecutivo Nacional y un sector del grupo de familiares y sobrevivientes del atentado a la mutual judía, el memorándum era la única vía concreta para lograr destrabar una causa que está paralizada hace 20 años.
Colombi
Sinceridad. "Yo estoy a favor de la libertad y contra la Ley de Medios. Yo defendí a tus jefes".

El caso que deja al desnudo las tareas represivas de los curas en la dictadura

 
El sacerdote católico Aldo Vara cuelga del purgatorio terrenal. Bajo arresto en la parroquia paraguaya Virgen del Rosario, en Ciudad del Este, a la espera de su extradición hacia la Argentina, ese hombre de 80 años, un antiguo capellán del V Cuerpo del Ejército, será juzgado por graves delitos de lesa humanidad cometidos en Bahía Blanca durante la última dictadura; a saber: privación de la libertad, imposición de tormentos y homicidio con alevosía.
A fines de 2012, el tribunal que condenó a 17 represores bahienses dispuso investigar a Vara, quien ni siquiera pudo ser citado como testigo dado que la Iglesia Católica dijo ignorar su paradero. En realidad, hacía casi una década que él transitaba los escarpados caminos de la clandestinidad, pero por razones puramente preventivas. Hasta el 7 de agosto del año siguiente, cuando se libró una orden de captura internacional en su contra. A partir de ese momento, su eficacia como prófugo no fue precisamente fruto de un milagro celestial. Por el contrario, luego de ser localizado el 28 de abril por Interpol en Ciudad del Este, saltó a la luz la protección orgánica que la Iglesia le había dispensado, a través del obispo de aquella urbe, Rogelio Livieres Plano, y del arzobispo de Bahía Blanca, Guillermo Garlatti. Este último se encuentra ahora bajo la lupa de la justicia. 
Desde un punto de vista más amplio, ya se sabe que la jerarquía católica estuvo implicada en el apoyo político y espiritual a la dictadura y en el ocultamiento de sus crímenes. Entre los motivos de tal apego resalta la enorme influencia ejercida entre curas y militares por la organización ultraderechista francesa La Cité Catholique, creada por Jean Ousset, cuya cosmovisión bailaba sobre los siguientes pilares: la doctrina de la guerra contrarrevolucionaria, el método de la tortura, y su fundamento dogmático tomista. Al respecto, el sacerdote Louis Delarue, un capellán del ejército colonial, acuñó una frase difundida luego en los cuarteles argentinos: "Si la ley permite, en interés de todos, suprimir a un asesino, ¿por qué se pretende calificar de monstruoso el hecho de someter a un delincuente, reconocido como tal y por ello pasible de la muerte, al rigor de un interrogatorio penoso, pero cuyo único fin es, gracias a las revelaciones que hará sobre sus cómplices y jefes, proteger a inocentes?" Con esa lógica, los capellanes reconfortaban las almas de los represores, a veces muy turbadas por sus actos aberrantes en víctimas indefensas. Sobre ello, cabe un interrogante: ¿a semejante "asistencia" se reducía el papel de los sacerdotes en las unidades de inteligencia o acaso les tocó un rol más activo y condenable?
En la historia del cura Vara se desliza al respecto una posible respuesta.
En el juicio a los represores locales, fue evocado con detalles precisos por la testigo Dorys Lundquist de Chabat, quien supo que su hija, Patricia, estaba secuestrada en los fondos del V Cuerpo, e intentó hacerle llegar ropa y medicamentos a través de Vara. El cura se negó.

LA TEOLOGÍA DEL TERROR. Su esmirriada figura adquirió estatura pública a mediados de los ’80, cuando recomendó "colgar en la Pirámide de Mayo" al entonces canciller, Dante Caputo, debido a su rol en el conflicto con Chile por el canal de Beagle. En tales circunstancias, no pocos habitantes de Bahía Blanca recordaron súbitamente al este párroco del barrio Villa Rosas que, a partir de 1976, solía ir en su desvencijado Citroën color limón a la sede del V Cuerpo, cuyo mandamás era nada menos que el general Acdel Vilas. Desde esos remotos días se relaciona su persona con hechos y situaciones siniestras.  
El más conocido fue protagonizado por estudiantes secundarios secuestrados y torturados entre enero y febrero de 1977 en La Escuelita, el mayor centro clandestino de la ciudad. Abandonados luego en una ruta, otro grupo militar simuló rescatarlos y los llevó al Batallón de Comunicaciones 181. 
Allí conocieron al padre Vara, quien les llevaba galletitas y cigarrillos, además de preguntarles cosas sobre sus vidas e ideas políticas. De modo casual, el tipo requería datos y nombres. Siempre se mostraba comprensivo y contenedor; pero, cuando los chicos le confiaban las torturas sufridas, él se replegaba en un incómodo silencio.
En el juicio a los represores locales, fue evocado con detalles precisos por la testigo Dorys Lundquist de Chabat, quien supo que su hija, Patricia, estaba secuestrada en los fondos del V Cuerpo, e intentó hacerle llegar ropa y medicamentos a través de Vara. El cura se negó con un argumento atendible: "Ella está bien atendida y bien alimentada. A las chicas las respetan". Y tras ser blanqueada en la cárcel de Villa Floresta, aún con signos visibles de tortura, Patricia recibió su visita. Vara, entonces, le aconsejó olvidarse de los padecimientos en cautiverio y le dijo que todo era culpa de sus padres.
El padre Vara es una muestra viviente del rol protagónico de ciertos hombres de la Iglesia en el ejercicio del terrorismo de Estado. Un rol que giraba en torno a tareas concretas de inteligencia. ¿Pero se trata de ejemplos aislados? ¿Estos sacerdotes se extralimitaron en sus tareas pastorales o su siniestra trayectoria forma parte de una generalidad? Las estadísticas, por cierto, se inclinan hacia la segunda alternativa. 
En tal sentido, resulta insoslayable la figura de Christian von Wernich, condenado en 2007 a reclusión perpetua por 34 casos de privación de la libertad, 31 casos de tortura y siete homicidios en las mazmorras del llamado "circuito Camps". En un espectro más abarcativo, sólo en el lapso de los últimos meses, hubo en la prensa al menos cuatro noticias sobre sacerdotes seriamente comprometidos en la dictadura con delitos de lesa humanidad. 
Uno de ellos es el padre José Mijalchik, quien supo ser un habitué del centro clandestino del Arsenal Miguel de Azcuénaga, en Tucumán. 
Otro, el padre Eduardo McKinnon, cuyas actividades inquisitoriales en el centro clandestino La Perla y en la Penitenciaría del barrio San Martín fueron notorias, según los testimonios vertidos por sobrevivientes en el juicio que en la actualidad investiga la represión en Córdoba. 
También resalta el caso del cura ítalo-argentino Franco Reverberi Boschi –refugiado en una parroquia de la ciudad italiana de Sorbolo–, cuyo proceso de extradición está en trámite; se lo acusa de interrogar a cautivos en el campo de exterminio conocido como La Departamental, en Mendoza. 
Y no menos comprometida es la situación del cura Alberto Espinal, quien está procesado por oscuras tareas en el circuito represivo de La Pampa. 
En ese lote, el escurridizo Vara ocupa un destacado sitial.
LA RUTA DE LOS CUERVOS. La detención de Vara puso al descubierto la red de protección que lo había beneficiado en sus días de prófugo.
Junto a la hospitalidad del obispo paraguayo Livieres Plano, descolla el apoyo de Garlatti, quien desde Bahía Blanca le liquidaba puntualmente la jubilación, a través del apoderado Leopoldo Bochile. De hecho, en un reciente allanamiento al arzobispado bahiense fue secuestrado el poder correspondiente y recibos de, al menos, diez años.
Desde esos ya remotos días –en coincidencia con el inicio de los procesos judiciales  por delitos de lesa humanidad–, el padre Vara puso los pies en polvorosa. Ahora se sabe que gran parte de su etapa clandestina transcurrió en una residencia perteneciente al Instituto del Verbo Encarnado, de San Rafael, Mendoza
Esa congregación –creada en 1984 por el cura Carlos Buela– suele aportar financiamiento, consuelo espiritual, recursos, financiación y hasta techo a los ex uniformados en apuros. Sus integrantes están acusados de conductas deshonestas, abuso de poder, abuso psicológico, sexual, y  encubrimiento. Una extraña secta con 45 sedes en todo el mundo y que cuenta con recursos económicos ilimitados. Uno de sus cuadros es el reverendo padre Javier Olivera, primogénito del ex mayor Carlos Olivera, nada menos que el represor fugado con el ex teniente Gustavo de Marchi del Hospital Militar en julio de 2013. Su hijo, ordenado sacerdote en 2008, tuvo desde esos días fluidos contactos con Vara. Para completar las coincidencias, en ese mismo entonces el obispo de San Rafael no era otro que Garlatti. Vueltas de la vida.

No alcanza con devaluar el euro

Francia y el resto de la zona euro, exceptuando Alemania están atrapados sin salida en la lógica del euro y las políticas de austeridad. Una devaluación de la moneda única podría mejorar la competitividad industrial, sí, pero a costa de deteriorar aún más el ingreso popular y acentuando el costo de las importaciones, especialmente de combustibles, situación agudizada por el conflicto en Ucrania.
La depreciación del euro agrava el deterioro de la capacidad de compra de los trabajadores de la zona euro, donde crece el desempleo desde el inicio de la crisis mundial en 2007/8 y bajo el imperio de las políticas de austeridad de la troika: la autoridad europea, el banco central europeo y el FMI. Pero además, exacerbaría la guerra monetaria con el dólar ingresando en una lógica de devaluaciones competitivas que profundizarán los efectos desastrosos sobre los trabajadores y otros sectores populares.
Algunos aspiran a la apreciación del dólar con el paulatino retiro de las intervenciones monetarias de la Reserva Federal de EE UU y las subas de las tasas de interés, pero eso supone apostar a una difícil reactivación norteamericana que evite el alza del euro contra la divisa estadounidense en curso.
Se necesita una nueva arquitectura financiera mundial sobre la base de un nuevo modelo productivo y de desarrollo.

El problema es el euro, su disputa contra el dólar, la hegemonía de la moneda de EE UU y el orden capitalista. 
Se necesita una nueva arquitectura financiera mundial sobre la base de un nuevo modelo productivo y de desarrollo. Es el incipiente camino del SUCRE en los países del ALBA-TCP que se evalúa en estas horas en La Paz; como la insuficiente experiencia desplegada de pagos con moneda local entre Brasil y Argentina. Es lo que sugiere el demorado Banco del Sur, si además, las reservas internacionales de la región se vuelcan para nuevos desarrollos productivos y se abandona la confianza en el sistema financiero mundial en crisis.
¿Es utópico el planteo? Puede ser, pero más irreal es pensar en una salida para la mayoría empobrecida en el marco del orden capitalista en crisis y reiterando políticas funcionales a las clases dominantes, y no sólo desde Francia o Europa.

Por Federico Schmalen Luego del ajuste, Francia le reclama a Europa una fuerte devaluación del euro

El flamante primer ministro francés, Manuel Valls, designado por François Hollande luego del duro revés electoral que sufrió el socialismo en las elecciones municipales en marzo, está decidido a intentar modificar el escenario europeo con el riesgo de producir un nuevo vendaval en la denominada "guerra de monedas" a escala internacional. 
Es que, luego de imponer un fuerte ajuste sobre los sectores populares de 50 mil millones de euros para financiar exenciones impositivas a las patronales por 30 mil millones, propuso abiertamente la necesidad de proceder a una devaluación de la moneda común de un 20 por ciento. Según prometió, la medida permitiría crear 300 mil empleos y reducir un 30% el déficit  que sufren las cuentas públicas. 
El presidente François Hollande hace pocos días había declarado públicamente en una entrevista radial que "Francia estuvo al borde de la quiebra". El mandatario aseguró que luego de las elecciones generales del Parlamento europeo a realizarse el 25 de mayo buscará en Bruselas combatir la fortaleza del euro reclamando un cambio en la política monetaria. El 56% de los franceses, según una encuesta realizada por la consultora Opinion Way, se opone a la salida del euro.
La crisis financiera internacional no ha terminado ni mucho menos. El rumbo que le propone Francia a Europa para estimular el débil crecimiento que, según los pronósticos, se estaría produciendo, reavivaría el conflicto cambiario y comercial en la UE.

El objetivo de fondo es el de recuperar la competitividad de la industria europea y promover las exportaciones a partir de una desvalorización de la moneda que se encuentra en uno de sus picos históricos con relación al dólar (llegó a 1,40 hace pocas semanas) y con relación a las principales monedas del mundo, como por ejemplo el yen (se devaluó un 30%). La medida, sin embargo, cuenta con la oposición de Angela Merkel y, por ahora, del presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi.  
El rechazo solapado a esta propuesta llegó también a la cúpula del FMI. Su compatriota Christine Lagarde explicó que si bien "la recuperación está en marcha (porque) algunos países han conseguido concluir con éxito los programas de ayuda, eso no significa que la crisis haya pasado y que hayamos cumplido con nuestra misión", la sugerencia de la directora del FMI en una entrevista del diario económico Handelsblatt, pasa también por "mejorar la competitividad de los países" pero "a través de reformas estructurales en los mercados laborales". 
Por su parte, Mario Draghi aseguró que "el Consejo se siente cómodo para actuar en junio".  Sin embargo, el margen con el que cuenta el BCE para provocar una devaluación a través de la baja de la tasa de interés es muy reducido, en la medida en que sigue situada en su piso histórico del 0,25% (por debajo de los índices de inflación) y que, a los sumo, podría reducirse hasta una tasa del 0% que, en rigor, sería de signo negativo. 
Por el contrario, la crisis en Ucrania ha producido una fuga de capitales de Rusia hacia la UE de unos 160 mil millones de euros que, precisamente, tienden a revalorizar la moneda europea. 
El recurso con el que contarían es el de intervenir, como BCE, en el mercado mundial de cambios, ofreciendo euros a cambio de una canastas de divisas. 
A diferencia del reclamo francés, Draghi esperaba que el euro consiga competitividad a partir de la esperada recuperación de la economía norteamericana y la persistencia en el retiro del plan de estímulos de la FED, que ha provocado la paulatina devaluación de la moneda norteamericana. Pero los datos conocidos el jueves indican que la industria estadounidense tuvo su mayor caída productiva en más de un año y medio. 
Este nuevo escenario fortalece la posición francesa, que deberá sortear la resistencia alemana a una devaluación del euro y resistir el vendaval en el G-20, donde la "guerra de monedas" volvería a ser el tema descollante de la cumbre en lo que se refiere a la crisis económica mundial. 
Es que a pesar de que en Alemania las exportaciones cayeron un 1,8% en el mes de marzo respecto al mes anterior, según datos de la Oficina de Estadística de Alemania, el país exportó por 96.000 millones de euros y a nivel interanual la tendencia exportadora alemana sigue siendo positiva. Alemania exportó un 1,9% más que en marzo de 2013 aunque importó un 5,6% más. Este aumento se debió, sobre todo, al gran incremento de las ventas de empresas alemanas a países de la Unión Europea fuera de la zona euro. La balanza comercial alemana cerró marzo de 2014 con un superávit de 16.400 millones de euros, frente a los 18.900 millones de euros registrados en marzo de 2013. 
Pero para los otros países de europa la situación no es tan holgada. Por el contrario, España registró un déficit comercial de casi 5 mil millones de euros en los dos primeros meses del año. Con todo, las exportaciones del país ibérico por fuera de la Comunidad Europea representan un 35% del total, lo que indica, también, aunque no toda la comunidad comparte la moneda común, y los límites del impacto que una devaluación del euro provocaría sobre los países periféricos de la UE, en contraste con los costos que tendría esta política sobre los ingresos de los asalariados. Con todo es precisamente en Italia y España donde Hollande deposita su confianza para lograr aliados en su cruzada devaluacionista.
Otro de los hipotéticos riesgos de una devaluación del euro sobre los países más débiles de la región surge, como en toda medida de estas características, del impacto sobre la capacidad de afrontar el pago de deuda externa que en promedio, llega a alrededor del 90% del PBI. 
En este caso, el impacto es relativo,  puesto que el endeudamiento de los países está nominado mayormente en euros por haber sido contraído con el sector bancario de la región, esencialmente el alemán. 
La crisis financiera internacional no ha terminado ni mucho menos. El rumbo que le propone Francia a Europa para estimular el débil crecimiento que, según los pronósticos, se estaría produciendo, reavivaría el conflicto cambiario y comercial entre las diferentes naciones a nivel mundial, esencialmente los Estados Unidos, Japón y China pero con fuerte impacto en todas las economías incluyendo las de América Latina.

◄ Por Randy Stagnaro Brasil aumentará la compra de autopartes hechas en Argentina

La próxima reunión de los ministros de Industria de Argentina, Débora Giorgi, y de Brasil, Mauro Borges, podría deparar novedades en las negociaciones sobre el intercambio automotriz bilateral, aunque es probable que la Argentina deba resignar alguna de sus pretensiones a cambio de lograr otras.
En una entrevista publicada ayer por el diario brasileño O'Globo, Borges señaló que "hemos cerrado con los representantes del sector privado una propuesta brasileña, que será presentada a las autoridades argentinas a fin de este mes". Está pautado que los dos funcionarios se encuentren en Buenos Aires entre el 27 y el 28 de este mes.
La propuesta brasileña, que apunta a un año de vigencia, consistirá en tres ejes, según Borges. El primero, el sostenimiento del "sistema flex" de intercambio comercial bilateral de vehículos por el cual por cada unidad vendida por la Argentina, Brasil puede vender 1,9. "No aceptamos –dijo Borges– una relación 1 a 1,3 como quiere la Argentina."
Este punto no será del agrado de las autoridades de Buenos Aires, las que hasta ahora adjudicaban a los funcionarios brasileños su aceptación de la fórmula propuesta por la Argentina mientras señalaban a la cámara de fabricantes de autos de Brasil, Anfavea, como la que la rechazaba. Ahora Borges tira abajo esa posibilidad. "Para nosotros Anfavea es una cámara patronal ultraliberal que quiere el libre comercio y rechaza nuestra propuesta", dijo una fuente argentina con conocimiento del tema.
El déficit comercial con Brasil del sector de autopartes alcanzó en 2013 a U$S 2767 millones, sobre un déficit comercial total de la Argentina con Braisl de U$S 3100 millones.

La propuesta brasileña para el "flex" se va a basar, según Borges, en el promedio de los últimos tres años de la participación de cada país en el mercado del vecino.
El segundo punto es el incremento de la participación de las autopartes argentinas en la producción de autos brasileños. Al respecto, Borges ofrecerá a sus pares argentinos "una meta de sustitución de importaciones de autopartes de extrazona por intrazona". Ni Borges ni las fuentes argentinas dieron a conocer a cuánto ascenderá esa meta. Brasil importa autopartes de extrazona (de fuera del Mercosur) por U$S 20 mil millones anuales.
El déficit comercial con Brasil del sector de autopartes alcanzó en 2013 a U$S 2767 millones, sobre un déficit comercial total de la Argentina con Braisl de U$S 3100 millones.
El sector autopartista no sólo busca mayores ventas al exterior sino también un incremento de las compras locales por parte de las terminales automotrices, las que importan hasta el 70% del total de piezas que componen los autos producidos en el país. El tercer punto es que, siempre según Borges, el gobierno argentino ha comprometido satisfacer la demanda de dólares destinadas a la compra de los vehículos brasileños por parte de las terminales automotrices locales. De esa forma, Brasil agrega un elemento más que le asegure el sostenimiento del control de la mitad del mercado argentino de autos.
Atado a este punto se encuentra la posibilidad de financiamiento por U$S 2000 millones provenientes del BNDES para la compra de los productos brasileños.
TIEMPO ARGENTINO

ECONOMÍA • Domingo 18 de Mayo de 2014 | 09:28 La FAO volvió a aprobar el programa Precios Cuidados

El oficial de Seguridad Alimentaria de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Ricardo Rapallo, reiteró la "valorización positiva" que el organismo hace del programa Precios Cuidados y estimó que la inflación en Argentina "seguirá desacelerándose".
"Valorizamos lo que hacen los países, sus políticas públicas, como el caso del programa Precios Cuidados, que entendemos que están siendo favorables para proteger a las poblaciones más vulnerables", indicó Rapallo a la agencia de noticias Télam, vía telefónica desde la Oficina Regional de la FAO en Santiago de Chile.
Asimismo, insistió con que desde la FAO se valorizan "todas la medidas políticas que se toman para tratar de hacer que toda la población, pero sobre todo la más vulnerable, tenga mejor acceso a los alimentos". En los últimos días, la FAO señaló ahora a la Argentina como líder regional en la reducción de la inflación en los alimentos.
El funcionario destacó que "las perspectivas de la FAO a nivel mundial, y también para la Argentina, es que la producción de alimentos mantenga su crecimiento en forma sostenida en los próximos meses", con lo cual pronosticó que "no debería haber imprevistos que cambien la tendencia de desaceleración del aumento de los precios".
"Si bien el nivel de inflación acumulado hasta abril sigue siendo alto, la tendencia de los últimos meses es positiva, y en disminución".

"La tendencia que marcan los últimos meses de Argentina es positiva, ya que por primera vez el IPC de alimentos está por debajo del IPC general. Eso ya es una noticia positiva porque consideramos que la presión inflacionaria de los alimentos es menos intensa", remarcó Rapallo. En ese sentido, precisó que en la última medición del Índice de Precios al Consumidor nacional y urbano (IPCnu), "la suba en los alimentos fue del 1,08%, inferior al 1,8 que dio el indicador general".
Además, puntualizó que, "a la inversa de lo que sucede en la Argentina, el IPC de alimentos en la región en promedio está por encima de la inflación general". En ese sentido, indicó que "si bien el nivel de inflación acumulado hasta abril sigue siendo alto, la tendencia de los últimos meses es positiva, y en disminución". Asimismo, destacó el "cambio de metodología" en la medición del índice de precios operada recientemente y que dio lugar al nacimiento del IPC nacional y urbano.