jueves, 2 de enero de 2014

MASSA DIJO QUE BUSCARA SUMAR MAS MIEMBROS DE LA UCR Radicales para todos los gustos

El líder del Frente Renovador, Sergio Massa, afirmó ayer que en 2014 profundizará la estrategia de incorporar a su espacio intendentes y referentes de la Unión Cívica Radical (UCR) de todo el país. Aseguró que creará un espacio interno partidario que se llamará Radicales en el Frente, al tiempo que convocará a un encuentro nacional con todos ellos en la Costa Atlántica durante el verano. “Los radicales nos suman institucionalidad, respeto republicano, diversidad”, sostuvo el diputado. Los intendentes radicales Mario Meoni (Junín) y Gustavo Posse (San Isidro) son los encargados para esta tarea. Meoni destacó: “Vamos a ir por todos los talentos que tiene el radicalismo”. Y precisó que los radicales no se van al massismo “por cooptación sino por espanto a la UCR”. Posse agregó que el nuevo grupo será “un vértice dentro del massismo bajo el criterio de la diversidad y el frentismo”. Algunos de quienes sonarían en el comando nacional del FR prontos a participar son: los intendentes Walter Santalla (Ramallo), Federico Sciurano (Ushuaia), Manuel Celauro (Clorinda, Formosa) y Alicia Azula (Barranqueras, Chaco) y el diputado Mario Barbieri (San Pedro). Además, el senador José Cano (Tucumán), los diputados Eduardo Costa (Santa Cruz) y Ricardo Buryaile (Formosa) y el intendente Ramón Mestre; todos ellos poseedores de cierto caudal de votos y de estructura en distritos débiles para el FR. Respecto de los dichos de Ricardo Alfonsín, Massa respondió: “Cooptar sería si tuviéramos una billetera, nosotros convocamos desde el respeto al otro”. PD POR TODOS LOS TALENTOS?, TODOS TODOS?

El capitalismo corruptor Por Norberto Alayón *

Empecemos rememorando lo mero principal: en esencia, el capitalismo es profundamente corrupto y corruptor. Como decía el viejo proverbio español, “lo que por sabido se calla, por callado se olvida”. Para no olvidar, entonces, recordamos que el capitalismo es el sistema político-económico-social que predomina en casi todo el mundo. El juez federal Ariel Lijo acaba de procesar a ex ejecutivos de la empresa alemana Siemens por el pago de sobornos, por 106 millones de dólares, a funcionarios del gobierno de Carlos Menem, para quedarse con el negocio de la informatización de los DNI en la “Década Infame” de los ’90. El juez consideró probado que las coimas existieron y dictó 17 procesamientos y embargos millonarios a los directivos de Siemens, a los funcionarios de Menem y también a integrantes del Grupo Socma (de la familia Macri) por su relación con el delito cometido. La corrupción no es un fenómeno exclusivamente inherente a lo estatal. Se trata de un comportamiento que, en sintonía y correlato con el modelo de funcionamiento social, atraviesa al conjunto de la sociedad, incluyendo –obviamente– también a la clase política. La corrupción no es patrimonio exclusivo de los poderes del Estado, se trate del Ejecutivo, del Legislativo o del Judicial. Seguro que hay –y está muy mal– políticos corruptos, legisladores corruptos, jueces corruptos. Y también hay empresas corruptas (pensemos sólo al pasar en Papel Prensa), empresarios corruptos, medios de comunicación corruptos, sindicalistas corruptos, corporaciones profesionales corruptas, lobistas corruptos, organizaciones internacionales corruptas. ¡Mi Dios, la corrupción parece estar en todos los lados! Y ya que invocamos a Dios, recordemos que hay corrupción hasta en el Vaticano y en diversas cúpulas religiosas. Pero el “sentido común” de la gente adjudica y relaciona, casi automáticamente, la corrupción sólo con los políticos. Y no se trata de ser ingenuos ni indulgentes con determinados políticos corruptos. Pero hay que advertir que, cuanto menos política haya, que cuanto menos Estado funcione, más actuarán a sus anchas los corruptos de adentro y de afuera, y especialmente los grandes mercaderes (sean los Estados imperiales, las empresas internacionales de enorme poder económico, los grupos financieros del mundo, los “serviciales” bancos, etc.). En suma, como se decía certeramente en otras épocas (y que es necesario seguir teniendo presente), nos referimos a los principales expoliadores y corruptos de toda laya, los cuales para garantizar su reproducción y vigencia buscan y logran corromper a distintos actores de la función pública y, lo que no es menor, logran pasar como cínicos ángeles impolutos, sorteando el descrédito que también los debería alcanzar a ellos. Y ya que estamos, a la luz de la ausencia de luz de estos últimos días, no estaría mal que nos preguntáramos acerca del comportamiento comercial de las empresas Edenor y de Edesur. Las embajadas, especialmente las del llamado primer mundo, sistemáticamente operan y presionan sobre nuestros Estados para defender los intereses económicos de las empresas de sus respectivos países. En este caso, referido al anómalo proceder de Siemens, sería edificante que la Embajada de Alemania en Argentina se expidiera por lo menos reprobando el delictuoso accionar de esa gran compañía alemana que representa –en alguna medida– a dicho país europeo. * Profesor de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA).

ENTREVISTA AL ANTROPOLOGO BRASILEÑO CARLOS RODRIGUES BRANDAO, EX COLABORADOR DE PAULO FREIRE “La educación popular es un gran paraguas”

Rodrigues Brandao observa que, en su origen, la educación popular se inscribía en un proyecto revolucionario, mientras que hoy no existe “un horizonte unificado de megametas, sino una pluralidad de mediametas: la emancipación de minorías, mujeres, indígenas”. Por Laura Vales Detrás de los anteojos bifocales, los ojos se le vuelven dos rayitas. “Cada vez me invitan más a hablar como un testigo de la historia y no como el educador que soy. Eso me alegra... ¡y me espanta!”, dice Carlos Rodrigues Brandao, y exagera su queja: “¡Incluso han llegado a llamarme ‘testigo ocular’!”. Es porque acaban de preguntarle por Paulo Freire. Antropólogo, doctor en Ciencias Sociales, psicólogo que nunca ejerció, este brasileño de 73 años trabajó con Freire en los ’60 y ya nunca dejó la educación popular. Como es de esperar, congreso al que vaya le preguntan por Freire. O por la época de Freire. O por las diferencias entre la época de Freire y esta época. Rodrigues Brandao estuvo en Buenos Aires para participar del Seminario Movimientos Sociales y Educación Popular, organizado por la Universidad Nacional de Luján, la Red de Investigadores y Organizaciones Sociales de Latinoamérica y la Universidad de los Trabajadores (del IMPA). Se alojó, por supuesto, en el Hotel Bauen, donde –café y medialunas de por medio– habló con Página/12. –En los últimos diez años, en la Argentina vimos cómo las organizaciones de desocupados alfabetizaron en los barrios, después las fábricas recuperadas organizaron bachilleratos populares, ahora se están armando universidades populares. ¿Es un fenómeno local o se dio en toda la región? –Es algo más que un fenómeno local o regional: un fenómeno mundial. Acá los bachilleratos populares, en otros países latinoamericanos las escuelas de la pedagogía del campo, las universidades indígenas, las escuelas de los pueblos de la floresta en el Amazonas... En Escandinavia son pioneros en la creación de lo que ellos llaman también educación popular, que es llegar a la gente del pueblo, trabajar con ellos, letrarlos, alfabetizarlos y crear cultura propia, sobre todo en el caso sueco. Por todas partes surgen universidades libres, en una cantidad impresionante, algunas musicales, algunas de erudición cultural, algunas más centradas en un quehacer más concreto junto a obreros. Si hiciéramos un mapeo quedaríamos sorprendidos. –¿Y a qué se debe? –Son la expresión de un nuevo contrato social entre gente del pueblo movilizada y nosotros, de extracción universitaria, maestros, estudiantes. Y sin embargo, uno de los asistentes a este seminario que estamos haciendo nos comentaba un dato preocupante: “Hace diez años –decía– yo daba clases de Pedagogía I, y una lectura esencial era Paulo Freire. Hoy ya no se lee más a Freire en la universidad”. Es decir que algo que para nosotros es todavía muy importante y que nos reúne muy seguido, se estudia cada vez menos. –¿Con qué está siendo reemplazado Freire? –Con otras teorías, posmodernas. Casi todas europeas y norteamericanas que dicen “olviden las megametas, las ideologías, los imaginarios libertarios”. Ahora todo es una especie de criticismo de la realidad, algo del tipo “Vivimos en el peor de los mundos, somos colonizados por una dictadura universal que controla desde lo que hacemos en la cama a lo que hacemos en la escuela, y eso es tan aterrador que no podemos hacer más que hacer la crítica de lo que hacen con nosotros”. –Pero la educación popular tampoco tiene todavía una teoría propia. –Es que el mismo Paulo Freire tuvo siempre una dificultad muy grande en decir quién era. Por ejemplo: nunca fue marxista, solamente cuando viejo. En Pedagogía del oprimido utiliza a Mao-Tsé Tung, Marx, Martin Buber, que es un judío conservador, también a autores críticos pero no marxistas. Siempre, en toda su vida, fue muy ecléctico. Y por otra parte, las experiencias de educación popular fueron siempre muy diversas. Yo diría que aunque tuvimos un libro, claro, Pedagogía del oprimido, nunca hubo una única educación popular. –¿Qué diferencias ve entre lo que fue la educación popular en sus inicios, con Freire, y lo que se hace ahora? –En los inicios teníamos como horizonte una megameta. En mi juventud, tanto el militante de la iglesia como el del partido comunista en el Frente Amplio tenían el horizonte de la revolución socialista. Trabajábamos con grupos de alfabetización con el método de Paulo Freire, pero eso era el primer paso de algo que se concretaría en un modelo, Cuba, por ejemplo. Yo en aquel tiempo estudiaba psicología y mis compañeros me decían: “La psicología es una ciencia burguesa, la revolución está ahí, no habrá necesidad de psicólogos en un mundo socialista” (se ríe). Por eso dejé todo y me fui a México a estudiar educación comunitaria. Una segunda cuestión es que en aquel tiempo teníamos muchas ideas, muchos proyectos, pero no teníamos un pueblo, es decir, eran tiempos en que, más en Brasil que aquí, la gente del pueblo estaba muy desorganizada, tal vez las pequeñas ligas campesinas en el noreste, algún que otro sindicato... y nada más. Así que queríamos hacer una revolución popular sin pueblo. –¿Y hoy? –Tenemos una situación casi opuesta, es decir tenemos una pluralidad de horizontes, y la educación popular es como un gran paraguas que debajo tiene varios paragüitas. –¿Por ejemplo? –Bueno, el Instituto Paulo Freire tiene una educación ambiental popular, el Movimiento Sin Tierra tiene una experiencia de escuelas de la Vía Campesina, y una propuesta de educación del campo. Los movimientos de negros que luchan por sus tierras (en Brasil no solo hay una lucha de los indígenas por la tierra) tienen prácticas de movilización que se consideran una modalidad de educación popular. Entonces, no tenemos un horizonte unificado de megametas, sino que tenemos una pluralidad de mediametas, la emancipación de minorías, mayorías, mujeres, homosexuales, lo que sea, los frentes de lucha de los pueblos indígenas... –¿Qué cambios ha provocado eso en la educación popular? –La está cambiando. La educación popular no es más la que está escrita en la Pedagogía del oprimido. Tiene ahí sus raíces, pero es toda una pluralidad de experiencias. Nosotros estamos conmemorando cincuentenarios, el del primer encuentro nacional de cultura popular en Brasil, la primera experiencia de Paulo Freire. La pregunta es, después de tantos años de dictadura, movimientos de liberación, colonización neocapitalista, ¿cuál es el rol nuestro? Todavía no tenemos la respuesta, eso es de lo que venimos hablando en encuentros como éste. Vemos que los movimientos están siendo educadores de sí mismos. Los bachilleratos populares, la universidad andina... Es una cosa nueva con respecto a los principios de la educación popular y muy alentadora, muy significativa. –¿Cree que los educadores populares tienen que trabajar con el Estado? –Yo tengo una serie de artículos de los años ’70 y ’80 que pido que por favor que no lean (se ríe). Son muy radicales, uno de ellos, muy leído, se llamaba “De la educación fundamental a lo fundamental en la educación”, y establecía una dicotomía entre lo que llamaba la educación del sistema y las educaciones alternativas. Estábamos bajo dictadura, y no veíamos de ninguna manera la posibilidad de una educación popular gubernamental. Pero de repente, Paulo Freire empieza su vida de educador en una institución empresarial, un servicio de empresarios de la industria. Trabaja ahí nueve años, después empieza a trabajar en la universidad de Recife, y ahí crea su método, luego es contratado por el Ministerio de Educación para trazar una campaña nacional de alfabetización. Luego se dio el golpe militar y se exilió en Chile. Paulo raramente estuvo vinculado con movimientos populares, pero sí con gobiernos populares. Cuando vuelve a Brasil es contratado e invitado para hacer un programa de alfabetización en la alcaldía de San Pablo. Es decir que practicando una educación para la liberación del pueblo, casi siempre trabajó para gobiernos de izquierda. –Y fue secretario de Educación. –Pero no estuvo más de seis meses, porque nos confesó “es imposible hacer cualquier trabajo con los militantes del PT”. Eran una patrulla ideológica muy fuerte. –¿Qué es Rosa Dos Ventos? –Aquí en Argentina hay núcleos de economía solidaria... Hay experiencias incluso mucho más importantes que en Brasil, como las fábricas recuperadas, que allá no tenemos, las cooperativas, que son mucho más fuertes aquí. Allá tenemos experiencias más pequeñas, algunas cooperativas en el campo, sobre todo en el sur. Yo tengo una finca allá, en una región muy bonita, en la que solo hay sierras y piedras, en el sur de Minas Gerais. Allí creamos Rosa Dos Ventos, una casa abierta, o posada abierta. Es un centro basado en la economía solidaria, y ahí están mis libros y discos, y todo lo que tengo. Es una experiencia muy bonita, que tiene ya 18 años. Me gustaría que eso se multiplicara: crear espacios donde la gente puede encontrarse y compartir vidas, porque hacemos todos juntos. Son unas siete u ocho casitas y es un poco una experiencia de una eco-villa, de esas sí hay muchas en Brasil, condominios de izquierda, grupos que compran una hacienda. –La revolución en el patio. –Es la idea de la economía solidaria. Ya que no podemos hacer una revolución socialista, vamos a comer por los fondos al sistema capitalista, vamos a crear experiencias cooperativas, de intercambio, modelos sociales. En Brasil, pocos lo saben, hay cuarenta y tantas monedas en curso. El MST está haciendo en el sur experiencias de agroecología y el mismo gobierno, que está muy condescendiente con el agronegocio, acaba de librar una guerra muy grande para estas experiencias de agricultura familiar y agroecología. Son espacios donde se asocia la lucha por la tierra con la producción verde, con la economía familiar y la agroecología. Experiencias muy esperanzadoras, como pequeñas islas intercomunicadas y libres. Y allí también estamos intentando crear una universidad popular.

EN 2013, EL GOBIERNO PORTEÑO MANTUVO LA TENDENCIA DE NO USAR LOS FONDOS PRESUPUESTADOS PARA AREAS SOCIALES Esa costumbre tan PRO de subejecutar

La administración de Macri no utilizó ni la mitad de los recursos disponibles para la crisis habitacional y apenas usó el 11 por ciento de los previstos para obras en el subte. Los presupuestos privilegiados fueron los de publicidad oficial y obras visibles. Por Werner Pertot El año cambia; la subejecución presupuestaria de la gestión PRO, no. El gobierno de Mauricio Macri mantiene la tendencia de subejecutar los presupuestos de las áreas sociales. El programa de obras para el subte tuvo una ejecución del 11,78 por ciento en todo 2013. El transporte sobre tierra tampoco tuvo suerte: las obras para mejorar el tránsito se ejecutaron en un 18,08 por ciento. La gestión PRO no usó ni la mitad de los fondos disponibles para la crisis habitacional. Tampoco fiscalizó las tres cuartas partes de las obras en construcción. Los datos surgen de un informe del espacio La Fábrica porteña, que está basado en el reporte de la contaduría del gobierno porteño del tercer trimestre de 2013. “Se destacan entre los programas más subejecutados los que tienen vinculación directa o indirecta con lo social. Ninguno de los programas relevados supera el 50 por ciento de ejecución, cuando la media se ubica en el 64 por ciento”, indica el informe sobre la subejecución que acompaña a Macri desde el comienzo de su mandato. Lejos de ser una tendencia de un solo ministerio, la subejecución es transversal a las distintas áreas sociales, mientras que los presupuestos privilegiados son el de publicidad oficial –suele ser sobreejecutado– y los vinculados a obras visibles, como la reparación de baches. Los subsidios a la educación privada también tienen un incremento sostenido a lo largo de los años: en promedio, es del 19 por ciento anual, mientras que el dinero para la infraestructura escolar de las instituciones públicas cae un 12 por ciento por año desde 2008. El informe del equipo de Carlos Tomada señala que “los ministerios que presentan más programas subejecutados son Desa-rrollo Social, Salud, Desarrollo Urbano, Desarrollo Económico, y la Secretaría de Gestión Comunal”. En el caso de Desarrollo Social, un área bajo el control de María Eugenia Vidal, los programas con una subejecución alta son: - El Promudemi, una línea de créditos blandos para financiar emprendimientos sociales. En 2013, tuvo una ejecución del 6,9 por ciento. - El Programa de Fortalecimiento de Políticas de Igualdad de Oportunidades, que desarrolla campañas contra la violencia contra las mujeres y promueve la igualdad de oportunidades. Vidal lo muestra como una de sus iniciativas. El año pasado tuvo una ejecución del 7,31 por ciento. - El Programa de Integración de Adultos Mayores, que promueve centros de reunión y actividades, y también fue publicitado por los macristas. En 2013 tuvo una ejecución anual del 30,49 por ciento. El informe de La Fábrica porteña también pone la lupa sobre la subejecución en el presupuesto de vivienda: hubo recortes a los programas de vivienda con ahorro previo, del que se ejecutó el 21,63 por ciento del dinero disponible. De las metas físicas de ese programa (construir más de 113 mil metros cuadrados), solo se hizo un 9 por ciento. Tampoco tuvieron impulso los créditos de primera vivienda: pese a los anuncios de la gestión macrista, el presupuesto total no superó los 5 millones de pesos. Para todo 2013, la gestión PRO contaba con 1300 millones de pesos para la problemática de vivienda. “No ha usado ni siquiera la mitad de esos fondos”, indica el informe, que señala que en los primeros seis meses utilizó 626 millones. Algunos programas, como el de Hotelados –que sirve para reubicar a personas que viven en pensiones– tuvo una ejecución de cero pesos de los 40 millones que le asignó la Legislatura porteña. La Agencia de Gestión Comunal tuvo también un fuerte déficit en 2013: solo se fiscalizó un cuarto del total de obras en construcción, que sumaban 47.200. “Frente a esta inoperancia, cabe preguntarse qué responsabilidad le concierne al PRO frente al creciente número de derrumbes ocurridos en la ciudad de Buenos Aires”, indica el informe. En el Ministerio de Salud se subejecutaron los programas de atención para las regiones sanitarias I (33,26 por ciento), III (41,94 por ciento) y IV (33,71), que agrupan a casi toda la ciudad, excepto el sur. Los programas están destinados a monitorear y controlar las políticas sanitarias de esas zonas, además de planificar mecanismos de prevención de epidemias. En el caso del programa de atención de salud mental, el gobierno de Macri utilizó solo 35 de los 88 millones que tenía disponibles. Del dinero para obras de infraestructura en los hospitales, usó solo el 29,17 por ciento. En el Ministerio de Desarrollo Económico, el Programa de Inclusión Social tuvo un 37,6 por ciento de ejecución en todo el año. En el área de Cultura, los programas con mayor subejecución fueron la Usina del Arte –del que solo se usó el 16,66 por ciento– y el de Incentivo a la Producción Cultural, con un 37,05 por ciento de ejecución. En Educación, el Programa de Mitigación de Riesgos en las escuelas tuvo una ejecución del 27,26 por ciento. En Desarrollo Urbano, el programa de obras para el subte tuvo una ejecución del 11,78 por cuento anual. Las obras de infraestructura urbana –destinadas a mejorar el tránsito, eliminar pasos a nivel, mejorar el espacio público– tuvieron una ejecución del 18,08 por ciento, mientras que la instrumentación del plan urbano ambiental tuvo una ejecución del 48,73 por ciento. En 2013, solo se revisó el 40 por ciento de las 500 mil luminarias de la ciudad. Y solo se instaló el 24 por ciento de nuevas señales viales que se propusieron colocar el año pasado. Tal vez tenga que ver con que usaron solo el 6 por ciento del presupuesto disponible.

Un año para recordar Por Atilio A. Boron *

El año que termina fue pródigo en acontecimientos muy significativos. Una mirada latinoamericanista comenzaría por señalar que el hecho más trascendente de 2013 fue la muerte del comandante Hugo Chávez Frías. El líder bolivariano fue una verdadera fuerza de la naturaleza: un huracán que con su fervor antiimperialista, su visión estratégica de la lucha que debía librarse contra el imperio y su incansable protagonismo reconfiguró decisivamente el mapa sociopolítico del área. Chávez fue el gran mariscal de la batalla del ALCA y el hombre que llenó de propuestas lo que hasta entonces era una agradable, pero inofensiva retórica latinoamericanista, huérfana de contenidos concretos. Para Chávez aquélla tenía que ser una convocatoria a la unidad de América latina y el Caribe, unidad y no sólo integración; debía ser, tras las huellas de la Revolución Cubana, un internacionalismo solidario que se traduciría en proyectos concretos como el Banco del Sur, Petrocaribe, Telesur, Unasur y la Celac, entre tantos otros. Su muerte, en circunstancias aún no aclaradas, llenó de júbilo al imperialismo y sus aliados, pensando que con ella se acabaría el chavismo. Sin embargo, y ésta es una de las notas más positivas del año, la desaparición física de Chávez no impidió que el chavismo volviera a triunfar en las elecciones presidenciales del 14 de abril –consagrando a Nicolás Maduro como presidente– y nuevamente, por una aplastante diferencia (más de un millón de votos), sobre la coalición opositora, en las municipales del 8 de diciembre. Parece que tendremos Chávez para rato. Otra noticia muy importante fue la sorpresiva elevación del cardenal Jorge Bergoglio al papado. La consagración de este jesuita motivó un áspero debate que está lejos de apagarse en este país. Jerarca de una Iglesia que fue cómplice de todos los crímenes de la dictadura, hay quienes le fustigan por sus actitudes tibias y ambivalentes, sobre todo si se las compara con las que tuvieron otros obispos como los monseñores Angelelli, De Nevares, Novak o Hesayne. Esta sinuosidad de su conducta, síntoma de lo que Antonio Gramsci definiera como “jesuitismo”, explica las razones por las que junto a sus críticos emergiera desde las filas de la izquierda, los derechos humanos y la teología de la liberación un fogoso contingente de defensores de Francisco prestos a señalar las formas sigilosas con las que el por entonces provincial de los jesuitas habría protegido a su rebaño. Más allá de estas consideraciones los temores que muchos tenían en el sentido de que Francisco se convirtiera en una ominosa reencarnación de Juan Pablo II (quien junto a Ronald Reagan y Margaret Thatcher conformara el más formidable tridente reaccionario del siglo XX) hasta ahora han demostrado ser injustificados. Pragmático, cierto cambio en el léxico del pontífice (como por ejemplo hablar de la “Patria Grande”) o su insistente “opción por los pobres” demuestran que ha percibido con claridad los datos de este “cambio de época” y que Venezuela no es Polonia, ni Ecuador, Checoslovaquia, y que los cambios acaecidos en la región en los albores del siglo XXI ya no tienen vuelta atrás. En El 18 Brumario Marx evoca la intervención del cardenal Pierre d’Ailly en el Concilio de Constanza (1414-1418), cuando ante las quejas de los puritanos por la vida licenciosa de los papas respondiera con voz tonante “¡Cuando sólo el demonio en persona puede salvar a la Iglesia católica, vosotros pedís ángeles!”. La situación de la Iglesia hoy es mucho peor que la motivara el exabrupto de D’Ailly: incontenible deserción de la feligresía, escándalos por pedofilia, millonarios juicios de las víctimas y bancarrota de las iglesias, manejos mafiosos del banco del Vaticano, el papel de la mujer en la Iglesia y el cuestionamiento del celibato sacerdotal configuran una agenda que difícilmente le dejen tiempo a Francisco para organizar la dispersa y confusa derecha latinoamericana, suponiendo que quisiera hacerlo. Además, para eso está “la embajada”. Otro acontecimiento de trascendencia fue la reaparición de Rusia como un gran actor de la política mundial. La Unión Soviética lo había sido en el casi medio siglo transcurrido desde finales de la Segunda Guerra Mundial, para desaparecer de los primeros planos cuando se produjo su hundimiento en 199192. Esto dio pie a que algunos publicistas del imperio se solazaran con la ilusión de que allí comenzaba el “nuevo siglo (norte)americano”, no ahorrando descalificaciones humillantes y racistas en contra de los rusos, como Vladimir Putin se encarga de recordar una y otra vez. El sueño del “nuevo siglo americano” rápidamente se convirtió en pesadilla. Rusia, que nunca había dejado de ser una potencia atómica y que venía acumulando fuerzas desde comienzos del siglo, irrumpió abruptamente en el escenario mundial otorgándole asilo político nada menos que a Edward Snowden, el enemigo público número uno de Washington y, después, torciéndole el brazo a Barack Obama cuando le hizo abortar sus planes de bombardear Siria. Por si lo anterior fuera poco, el apoyo ruso a Teherán aventó también un desenlace bélico por la cuestión del programa nuclear iraní, en una crisis alentada hasta el paroxismo por el régimen israelí. La impetuosa reemergencia de Rusia sumada a la ya consolidada gravitación de China en la economía y la política mundiales produjo significativas modificaciones en el gran tablero geopolítico internacional. Cambios que favorecen los proyectos emancipatorios de Nuestra América porque el derrumbe del unipolarismo norteamericano y la constitución de una estructura multipolar de poder mundial abren nuevos e inéditos márgenes de maniobra para nuestros países. El evidente debilitamiento del poderío global de los Estados Unidos (del cual el cierre de su gobierno por dos semanas es apenas uno de sus muchos síntomas) junto con el agotamiento del proyecto europeo, sacrificado en el altar de la banca alemana, hace del mundo un espacio mucho más abierto e indeterminado cuyos resquicios y contradicciones ofrecen una magnífica oportunidad para que los pueblos de Nuestra América avancen resueltamente hacia la conquista de su segunda y definitiva independencia. Por supuesto, en el 2013 pasaron muchas otras cosas: los diálogos de paz entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC, alentados por el clamor que en Colombia exige poner fin al conflicto armado, las expectativas en torno de las elecciones presidenciales de mayo de 2014; la crisis domínicohaitiana por las nuevas normas denegatorias de la nacionalidad a los hijos de haitianos nacidos en la República Dominicana; la fraudulenta elección en Honduras, donde “la embajada” asumió la responsabilidad de un tribunal electoral y sentenció quién ganó y quién perdió; las elecciones del pasado 27 de octubre en Argentina, sembrando de dudas la continuidad del proceso abierto en el 2003; el triunfo de Michelle Bachelet, regresando a un Chile desquiciado por el holocausto social del neoliberalismo; la persistencia y profundización de la crisis en México a 20 años del “grito” zapatista; la vigorosa e inesperada irrupción de grandes manifestaciones de masas en Brasil, a poco más de un año de las presidenciales del 2014, conmoviendo la estolidez de un orden social injusto y políticamente oligárquico; la aplastante victoria de la Alianza País en las elecciones legislativas del Ecuador, que le concedieron a Rafael Correa una mayoría absoluta en la Asamblea Nacional; la lenta pero irreversible implementación de los nuevos “lineamientos” en la economía cubana; la consolidación del liderazgo de Evo Morales en Bolivia, de cara a las elecciones del próximo octubre; la integración plena de Venezuela al Mercosur, con el voto del Senado paraguayo; la valerosa resistencia de los pueblos ante los estragos de la gran minería a cielo abierto, el fracking y el auge del agronegocio monoproductor (soja, caña de azúcar, palma africana, etcétera) son noticias que también marcaron la agenda del año que finaliza. A lo anterior hay que agregar la agresión imperialista y la guerra civil en Siria, donde Al Qaida, con la bendición y el apoyo de la Casa Blanca (¿no había sido Al Qaida la que perpetró el atentado del 11-S?) lucha codo a codo con los mercenarios sauditas, yemenitas e israelíes que procuran derrocar a Al Assad; golpe militar pronorteamericano en Egipto, en contra del gobierno de Mohamed Morsi y la Hermandad Musulmana, no suficientemente pronorteamericanos según Washington; intervención armada de tropas francesas en Mali para contener a los insurgentes aliados de Al Qaida (¡mientras París apoya a esta organización en Siria!) y, finalmente, la muerte de Nelson Mandela, comunista de toda la vida que liquidó el apartheid sudafricano y fue acusado de “terrorista” por Estados Unidos hasta julio de 2008. Y hoy, ya en el 2014, celebremos con inmensa alegría el 55º aniversario del triunfo de la Revolución Cubana –un acontecimiento “histórico-universal”, como seguramente lo hubiera caracterizado el viejo Hegel– destinado a inaugurar una nueva era en la lucha de los pueblos de América latina y el Caribe, Africa y Asia por su definitiva emancipación. * Director del PLED, Programa Latinoamericano de Educación a Distancia del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini.

PROVINCIA DE BUENOS AIRES Para Baradel, el inicio de clases "no parece sencillo"

El titular de Suteba adelantó que en las próximas paritarias el gremio reclamará primero "una suerte de equiparación" del salario inicial docente respecto del que se paga en varias provincias, "para después sí poder discutir el aumento" correspondiente a 2014, y anticipó que si el gobierno bonaerense no "cambia de actitud" las clases podrían no iniciarse el 5 de marzo, tal como está previsto. Roberto Baradel sostuvo que la provincia "tiene el salario docente relegado en comparación con otras" y apuntó que mientras el sueldo inicial del docente bonaerense "está en 3600 pesos", en Santa Fe es de 5 mil, en Córdoba 4400, en Capital Federal 4200 y el Río Negro 4900 pesos. Puntualizó que "no puede ser que una provincia que cuenta con el 38 por ciento de los docentes del sistema educativo nacional tenga esos niveles salariales. No sólo en el tema de los docentes, también en la administración pública, en los médicos, en los judiciales". En diálogo con radio La Red, el sindicalista reconoció en este sentido que "no parece sencillo" el inicio de las clases en la provincia, pero confió en que la gestión de Daniel Scioli no va a cerrar las paritarias como el año pasado, cuando el aumento anual se determinó en junio. Por eso le pidió "un cambio de actitud" respecto de 2013. Además contó que antes de fin de año el gremio solicitó, sin éxito, una reunión con el gobernador, que confía se concrete en breve y manifestó que el gobierno nacional "tiene que hacer una convocatoria" para todo el país porque "no puede ser que la paritaria docente termine en una decisión unilateral". Compartir: Twitter

CIUDAD DE BUENOS AIRES Cuatro días reclamando por una vivienda

Vecinos y representantes de 141 familias de las villas 31 y 31 bis que el lunes fueron desalojados de un predio ocupaban en la zona de Retiro volvieron a cortar la autopista Illia para exigirle al gobierno porteño una solución al problema habitacional que viven, y por el que se les había prometido una respuesta. Se trata de un grupo de vecinos de las villas 31 y 31 bis que habían construido viviendas precarias en un terreno junto a las vías del ferrocarril Belgrano, casi en el cruce con la avenida Salguero, y lo habían denominado "Villa Nylon". La protesta bajo la lluvia era encabezada por un reducido grupo de manifestantes e impedía el tránsito en la mano que del norte del Gran Buenos Aires a la Capital Federal, de la autopista Illia. Son familias que afrontan elevados alquileres y exigen la asistencia del gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Durante un corte que habían hecho a principios de diciembre, uno de los vecinos dijo que la protesta se hacía en reclamo de “poder construir viviendas” en ese predio o en la Villa 31 bis, ya que “hay muchas mujeres con hijos, sin trabajo y sin un techo”. Ese día, el 3 de diciembre de 2013, Gonzalo Mórtola, coordinador general del programa de Mejoras de las Villas 31 y 31 bis se acercó hasta el corte y convocó a los manifestantes a una mesa de diálogo para evaluar su situación habitacional. “Esta gente está intrusando ilegalmente un predio del gobierno nacional que está a cargo de la concesionaria AUSA”, dijo. Pero hasta ahora, los vecinos no recibieron una respuesta favorable.