viernes, 2 de agosto de 2013

“A pesar de los logros, la Patria todavía les debe mucho a los argentinos”

Lo dijo la Presidenta en el ingenio "La Esperanza" en Jujuy, donde se realizó una apertura simbólica de la zafra 2013. "Los imposibles son sólo para los mediocres y los que no tienen fuerza", agregó. Además, durante un acto público con la militancia de la organización barrial Tupac Amaru, sostuvo la necesidad de "parir el futuro" y destacó que la unidad nacional "se da en la diversidad y a los que quieren el silencio les digo que no es propio de la democracia". "En nombre de todos estos años, querido pueblo jujeño me comprometo en este día de la Pachamama a dar lo mejor de mí, que es trabajo", sostuvo. La Presidenta, junto al gobernador de la provincia, Eduardo Fellner, en forma previa al acto brindó una ofrenda a la Pachamama en su día. En este marco Cristina aseguró que "a pesar de los logros constantes que están viviendo en esta última década en salud, trabajo y vivienda, la Patria todavía les debe mucho a los argentinos, y sobre todo al Norte". La Presidenta sostuvo además que en la reapertura del ingenio La Esperanza "se combina lo que necesitamos: ingenio e inteligencia, de los trabajadores, sus dirigentes sindicales, empresarios y del Gobierno". "No sólo con la producción de azúcar vamos a sacar la empresa adelante, va a ser difícil pero no imposible, lo imposible sólo es para los mediocres, los que no tienen fuerza, y no tienen coraje", remarcó. Cristina dijo que "voy a poner todo lo que haya que poner para que esta Argentina" siga adelante. "No es casualidad o una obra del azar" estar en Jujuy, señaló Cristina, en referencia a la puesta en marcha del ingenio y el festejo de la Pachamama, motivo de su visita a la provincia. Al mencionar la crisis económica por la que atraviesan los países desarrollados, Cristina señaló que hay "un Estado ausente no sólo de las necesidades de los trabajadores, ausente de los empresarios, de los hombres que trabajan". "Parece ser que a los gobernantes del mundo solo les interesa que no se caiga un banco, sin darse cuenta que hay que ponerle el hombro a la producción", afirmó la Presidenta. Más tarde, en su encuentro con los militantes de la organización barrial Tupac Amaru, remarcó la "necesidad de parir el futuro" y agregó que hoy "estas jóvenes generaciones de niños, de adolescentes ven a sus padres trabajar". Al destacar el reinicio de las actividades del ingenio "La Esperanza", dijo que "es un símbolo de los tiempos que corren, de un Estado presente". "Los argentinos tenemos demasiadas historias que han terminado mal, por eso es necesario que esta historia que hemos construido en estos diez años termine bien, no por nosotros, sino por todo lo que falta hacer", apuntó. Agregó que "afortunadamente, un hombre, mi compañero, llegaba a la Casa de Gobierno y decía aquellas palabras que quedaron grabadas, que no había llegado a Presidente para dejar sus convicciones en la puerta de la Casa de Gobierno, y no las dejó", sostuvo. "Estoy convencida que si él pudiera volver a elegir la vida que tuvo, la volvería a elegir y volvería a hacer exactamente lo mismo, por su compromiso con la historia. El sintió siempre ese compromiso con la historia y mi compromiso en esta nueva etapa en una Argentina reconstruida es poner sobre la mesa en debate y en acción la necesidad de la unidad nacional junto a los trabajadores y los empresarios, junto a los científicos y jóvenes que hoy pueden ir a la universidad", enfatizó. "Lo importante es comprender que la unidad se da en la diversidad y a los que quieren silencio les digo que el silencio no es propio de la democracia, el silencio es la paz de los cementerios", finalizó. Télam

jueves, 1 de agosto de 2013

Víctor Hugo Morales: “Quiero pararme frente a Héctor Magnetto y decirle en la cara que es un mafioso”

En diálogo con Mañana es hoy, el periodista dijo no saber cuál es el motivo por el cual fue denunciado por el CEO del Grupo Clarín, con el cual tendrá una audiencia el próximo 8 de agosto. Descargar Víctor Hugo Morales fue denunciado por el CEO del Grupo Clarín, Héctor Magnetto por el delito de “daños y perjuicios” y en las últimas horas fue notificado de la audiencia de mediación a la que deberá concurrir para encontrarse frente a frente con el empresario. En diálogo con Roberto Caballero y el equipo de Mañana es hoy, el periodista dijo que esperará la fecha de la audiencia, que tendrá lugar en la tarde del próximo 8 de agosto, para pararse “frente a Héctor Magnetto y decirle en la cara que es un mafioso”. El relator uruguayo se refirió a Magnetto como el hombre que “maneja la justicia, maneja la parte más importante del periodismo, tiene una injerencia evidente en la Corte Suprema, donde entra a paso firme para dar instrucciones de cómo quiere las cosas y consigue fallos de todos los jueces que tienen injerencia en sus empresas”. En este contexto Morales recibió no solo el apoyo de Roberto Caballero sino también de toda la mesa de trabajo de Mañana es hoy y de los miles y miles de oyentes de su programa matutino de Radio Continental y de su programa televisivo que se emite los domingos por la noche en la pantalla de canal9.

Empate técnico entre Massa e Insaurralde

Martín Romeo (@queruzo) realizó su habitual "Queruzo Investiga" en Twitter. Hoy, datos sobre las encuestas que se conocieron en los últimos días. ¿Quién gana en provincia de Buenos Aires? Empate técnico entre Massa e Insaurralde Martes 30 de Julio de 2013 11:55 A continuación, la serie de tuits que enmarcan la investigación: El domingo leíamos esta encuesta de Poliarquía en LN: lanacion.com.ar/1602212-las-pr… #queruzoInvestiga El título era: “Massa sigue al frente pero Insaurralde recorte la ventaja”. Ajá. #queruzoInvestiga ¿Pero Massa sigue al frente? Veamos qué dice en rigor la encuesta.#queruzoInvestiga Las encuestas tienen un margen de error asociado que hay que aplicar a cada estimación de los candidatos. #queruzoInvestiga Donde la encuesta dice q Massa mide 32,5% está diciendo q hay un 95% de chances q tenga un valor entre 29,9% y 35,1%.#queruzoInvestiga Donde dice que Insaurralde mide 27,4% dice q hay un 95% de chance que tenga un valor comprendido entre 24,9% y 29 ,9%.#queruzoInvestiga Upa. El límite inferior de Massa coincide con el límite superior de Insaurralde. #queruzoInvestiga Esto técnicamente se denomina suceso equiprobable y significa la encuesta no sabe quién va 1ro. O sea, están empatados.#queruzoInvestiga Esto sucede también entre De Narváez y Stoblizer. No se sabe quién está arriba de quién. #queruzoInvestiga Pero a esto hay que agregar un dato muuuuuuuy relevante para el análisis. #queruzoInvestiga Va de nuevo para los que preguntan. El 84% de la encuesta es telefónica. 1021 casos telefónicos y 200 domiciliarios.#queruzoInvestiga Resulta q según datos de la Enc. Nac. de tecnolog de inform y comunic, el 32,4% de la pob de Bs As no tiene teléfono fijo.#queruzoInvestiga Como se imaginarán, la posesión de telefonía fija no se distribuye homogéneamente por estratos sociales. #queruzoInvestiga De la combinación del parque y la estratificación de la pob resulta q los estratos altos están sobre representados un 26%.#queruzoInvestiga Estos sectores suelen votar alternativas opositoras al gobierno.#queruzoInvestiga Y los sectores de la base de la pirámide social, están sub representados un 32%. #queruzoInvestiga ¿A quién suponen que votan estos sectores sub representados en las muestras telefónicas? #queruzoInvestiga En esos sectores impactan de lleno políticas sociales desplegadas por el gobierno. Por ejemplo: la AUH. #queruzoInvestiga En fin, saquen sus propias conclusiones pero me parece que hay olor a que no está empatado che… #queruzoInvestiga Para conocer más #queruzoInvestiga, puede visitar el blog del autor: http://www.queruzoinvestiga.blogspot.com.ar/

“Me interesaba narrar un proceso colectivo”

Cómo habla la literatura hoy en día sobre política? ¿Qué tiene para decir la ficción, por ejemplo, sobre el rol del Estado o sus vínculos con las organizaciones populares? ¿Cómo se posiciona frente a la actual discusión mediática sobre la militancia? Todos estos interrogantes aparecen abordados con lucidez en los relatos de Intercambio sobre una organización (Blatt&Rios 2013), primer libro de Violeta Kesselman. Por Martín Baigorria I Con una prosa afilada y zigzagueante, sus cuentos giran en torno a las relaciones nunca sencillas, nunca lineales, entre militancia, agrupaciones de base, y Estado, a partir de las transformaciones introducidas por el kirchnerismo. Un relato colectivo donde interactúan diversas experiencias provenientes del activismo más reciente y menos visible. Crítica literaria e integrante de La Cámpora, Kesselman ha editado también junto a Ana Mazzoni, y Damián Selci, La tendencia materialista (Paradiso 2012), una antología dedicada a la poesía de los 90. Su libro nos permitió conversar con ella sobre todos estos temas. Este es un libro sobre la militancia en un momento de resurgimiento de la práctica política. ¿Cómo se relaciona tu libro con esa coyuntura? Si, es un momento de resurgimiento de la militancia. En otro momento histórico estos textos probablemente no habrían sido escritos, o hubiera sido escritos de otra manera. Igual, yo empecé este libro en el 2008, 2009; no arrancó el 25 de mayo de 2003 (risas). Arrancó bastante después. Pero si: es un momento de resurgimiento de la militancia donde hay mucha discusión política. Y ahora parece fácil. En literatura todos hablan de política. Lo cual está muy bien, en un principio. Pero todavía la organización -la juventud organizada- aparece como algo escupido por izquierda y por derecha. Por izquierda, se dice que son funcionarios a sueldo con blackberry. Por derecha, se los acusa de malvados o inocentes que repiten los errores del pasado. Al contrario de esas miradas, yo creo que es un momento histórico para participar en política. Con este libro quería recuperar una parte de la militancia, que es la organización más barrial, más territorial. Muchas veces algo pequeño, mínimo, es lo que hace avanzar la Historia. Yo quería meter eso dentro de un texto. Porque son cosas que en general no aparecen mostradas o percibidas en los libros. Entonces me pregunté cómo hablar de estos temas desde la literatura, sin ser declamativo o perimido en términos estéticos; cuáles son las herramientas que yo necesito para abordar la cuestión militante desde ahí. Una inquietud de orden social o política tiene que tener necesariamente su traducción en el orden técnico. El libro es la respuesta a esas dos cosas. Yendo un poco al proceso de escritura, ¿cómo surgió Intercambio…? ¿Tuvo algo que ver el diálogo con otros militantes? Sí, sin duda. Eso está todo el tiempo en los relatos: a alguien le mandan un mail, habla con un amigo, habla con otra persona; lo cual en un sentido técnico me permitió meter muchas voces, perspectivas muchas veces contradictorias entre sí, que hacían al análisis de una misma situación. Que es algo que un militante hace todo el tiempo. Ahí cada cosa esta sujeta a un intercambio entre compañeros cotidiano; ahí también hay pensamiento político, hay táctica y estrategia. Esa idea de que en una charla política necesariamente intercambiás puntos de vista tiene consecuencias a nivel formal en el texto: para empezar, en términos de estilo fuerza a reemplazar la subjetividad vaciada y mortuoria que todavía sigue rigiendo a gran parte de la literatura argentina por una subjetividad que está todo el tiempo pensando sobre la situación, sobre los cursos de acción posibles. Y eso a la vez te abre la puerta a muchas cosas: cómo incorporar un lenguaje oral, o también por ejemplo cómo escaparle a esa referencialidad convencional que se limita a mencionar marcas o lugares de veraneo; eso era en parte lo que buscaba, en lugar de quedarme nada más en el gusto por la superestructura, los grandes nombres, o la discusión general. Y también esa idea de intercambio era también una manera de encarar la narración sin necesidad de construir personajes muy definidos y puntuales que llevaran adelante la trama, cosa de la que quería en parte prescindir para tratar de narrar un proceso colectivo. Tu mirada sobre la militancia pasaría por la relación de esas organizaciones con el Estado. Como si la pregunta por la ética militante en el momento actual apareciera a partir de ahí. Claro, también porque es un momento inédito de la relación entre el Estado y las organizaciones libres del pueblo, en la que el Estado funciona más como un compañero antes que como un policía dando palos. Ahí a partir de eso, toda una serie de personas que militaron toda su vida contra el Estado se ven en la necesidad de replantearse un montón de cosas. Y así se han visto cismas de organizaciones que han trabajado por un espacio de tiempo más o menos grande a partir del kirchnerismo; que justamente es un parteaguas fundamental para la militancia de base. Entonces también buscaba captar un poco ese clima de debates: qué le pasa a alguien que militó toda su vida en una organización de base a partir del surgimiento del kirchnerismo. Qué le sucede a partir de ese momento bisagra. Sobre todo porque pasaron muchas cosas: organizaciones que se partían, gente que se peleaba, gente que quedaba con el corazón destrozado porque unos se iban y otros se quedaban, etc. Si bien a una escala menor, todas esas historias eran conflictos políticos interesantes para reflejar como experiencia colectiva. El año pasado editaste junto a Ana Mazzoni, y Damián Selci, La tendencia materialista, una antología dedicada a la poesía de los 90. ¿Cómo influyó el trabajo con esos textos en la escritura del libro? Algo fuerte que estableció la poesía de los 90 fue la idea de que con la poesía, o con la literatura, vos podés ocuparte de captar un momento histórico. A veces con temas más de coyuntura, a veces menos actuales. Pero se puede hacer. Tenés esa potestad. Y sobre todo, que eso se puede hacer de maneras muy distintas. Cada uno de esos autores tiene sus propias fuentes: Sergio Raimondi tiene encima todos los clásicos de la antigüedad, Alejandro Rubio tiene la influencia de Lamborghini, etc. Teniendo todo eso, podés usar todas esas fuentes o recursos, siempre y cuando las uses en relación a tu propio contexto, sin usarlos ahistóricamente. Lo que nos enseñó la poesía de los noventa es eso: hay procedimientos para hacer determinadas cosas que tienen una finalidad histórica. Después se va tomando más de unos o de otros. De Raimondi me resultaba atractiva esa cosa hiper-analítica, ese gusto por las palabras monográficas, antipoéticas a priori, propias de la economía, la historia, etc.. Eso está en Intercambio.... De Rubio me interesaba la capacidad de ir de un estilo o tono a otro, de un pasaje lírico a uno muy grotesco y al revés; y también, la preocupación por ser lo más explícito que se pueda. Aunque parezca que el libro pueda ser muy elusivo, otras veces trata de ser muy explícito. De Martín Gambarotta, la voluntad de análisis de la lengua con la que se habla de política desde una tradición de izquierda (sobre todo peronista). En general, el libro tiene mucha influencia de la poesía. También porque yo quería intervenir en los dos ámbitos: en la narrativa y en la poesía actual, sobretodo en sus variantes políticas. ¿Cómo ves la literatura política que se escribe actualmente? Hay dos vertientes en la mala literatura política. Una de ellas es la idea de que todo es político. Juego con un perro: es político. Pongo la olla en el fuego: es político. Esa es una posición un poco fácil. Como ese poema de Carlos Godoy (Escolástica Peronista Ilustrada) que se pasa repitiendo la palabra “peronismo”. Eso ya quedó totalmente obsoleto; apostar a mencionar sintagmas políticos como si eso diera más prestigio. Y la otra es acumular referencias concretas en el espacio-tiempo, como es el caso de los malos lectores de Fogwill tipo Vanoli. Juntan marcas, nombres, menciones a determinados hábitos de consumo; y se dan por satisfechos con eso. El manejo de las referencias realistas como salvoconducto para que el libro tenga la apariencia de estar históricamente situado. Pero no se puede tomar como una renovación. No agrega nada. La poesía de los 90 ya nos enseñó que se pueden usar todos los referentes políticos, históricos, actuales, y de coyuntura que vos quieras. Todo eso ya es un piso conquistado que tenemos que honrar, y que tenemos que trascender. ¿Te parece que la literatura puede hablar con mayor lucidez sobre la política, en comparación con otras disciplinas como el periodismo o las ciencias sociales? Yo no creo que la literatura pueda dar cuenta mejor de estas experiencias y conflictos que el periodismo, la sociología, o el ensayo de interpretación nacional. Pero obviamente, por la serie de recursos que tiene a su disposición, la literatura también puede agregar una serie de sentidos que no están en las ciencias sociales. Me parecía importante intervenir desde la literatura planteando temas, personajes, conflictos, que no estaban en la ficción actual. En la sociología estos temas muchas veces están super-trajinados al menos de un tiempo a esta parte; hay muchas cosas interesantes para leer y mucho que aprender. Pero en la literatura no. Es un tema que en general se aborda de manera sociológica… Y en principio la literatura no debería sustraerse a ningún tema. Entonces, ¿por qué no la militancia?

La Masacre de Napalpí

trevista con Pedro Jorge Solans, autor de Crímenes de Sangre, la verdad sobre la Masacre de Napalpí (Editorial Sudestada de Bolsillo). “Hoy se ha avanzado muchísimo, pero aún estamos lejos de ser un país seriamente plurinacional como lo somos”. APU: ¿Cómo surge la investigación de esta historia? Pedro Jorge Solans: La investigación periodística surgió después de varios años, tiempos de reconciliación que tuve como chaqueño con la historia de mi infancia. Yo nací en Quitilipi, Chaco, a pocos kilómetros de donde ocurrió la masacre de Napalpí en la Colonia Aborigen Chaco, que en ese tiempo 1924 se llamaba Reducción de Indios. Mi abuelo materno, Carlos Ferro fue uno de los primeros pobladores de Quitilipi, era un joven gerente administrador de una desmotadora de algodón y, como tal, partícipe directo de la explotación de ese monocultivo. La masacre de Napalpí (19 de julio 1924) se produce en el marco de la fiebre del "oro blanco" o sea del algodón, generado desde afuera por los intereses ingleses que se habían quedado sin materia prima para su principal industria que era la textil. A ellos los proveían India y EE.UU., pero a raíz de la Guerra de la Secesión y de las infestaciones del picudo algodonero debieron salir a buscar nuevos horizontes. Encontraron en Argentina, Paraguay y sur del Brasil campos propicios y un beneficio más, "mano de obra barata", con la utilización del aborigen como carne de cañón. Esta situación fue impulsada por el gobierno nacional del radical Carlos Alvear que abrió las puertas a las políticas de expansión inglesa sobre las tierras fiscales desde el consulado instalado en Rosario. APU: ¿En qué consistió la Masacre de Napalpí? PJS: La Masacre de Napalpí ocurrió en la Reducción de Aborígenes de Napalpí creada por el socialista Enrique Arribalzaga que presidía la Comisión Protectora del Indio. Todavía se pensaba que el aborigen no tenía condición humana. Las Reducciones tenían como objetivo domesticar al aborigen y hacerlo productivo, incluirlo al sistema capitalista como mano de obra barata. Sacarlo del monte y transformarlo en sedentario donde se le instruyeran normas cristianas. En esa situación se logró que las cosechas de algodón sean a precio más ventajoso para Inglaterra, y el gobierno nacional pregonaba que el país sería una potencia mundial atractiva como agroexportadora de algodón. Cuando los aborígenes y criollos no soportaron más las condiciones inhumanas de trabajo, maltrato, y promesas incumplidas, como no cobrar, no comer, trabajar a destajo, los aborígenes quisieron volver al monte, o dejar de trabajar o irse a la zafra. Entonces, empezaron las presiones de los colonos -hoy Sociedad Rural- al gobierno del Territorio Nacional, Chaco todavía no era provincia. A eso se sumó el aporte desestabilizador de la prensa que anunciaba todos los días malones y saqueos contra los pueblos. Eso determinó que el interventor nacional Fernando Centeno ordenara una represión ejemplar que escarmiente y reprima cualquier impulso rebelde. APU: ¿Cómo pensar la participación del Ejercito en esta Masacre, durante un gobierno constitucional? PJS: El Ejército no participó directamente con tropas, sino que armó a civiles, con carabinas Mauser 1909, para que los propios vecinos colaboren con la policía del territorio nacional y la gendarmería volante que eran comerciantes voluntarios para llevar adelante una carnicería donde se avasalló a la condición humana. Se descuartizaron cuerpos, se implementó el terror, y no se tuvo piedad con niños, mujeres, ancianos, porque se exacerbó el odio, el miedo y el desprecio a los indios. APU: ¿Por qué cree que estas masacres de pueblos originarios en el norte argentino permanecen tan ocultas? PJS: Permanecen ocultas, porque aún los pueblos originarios no están incluidos en la organización liberal del país. Esta masacre permaneció en la historia oficial 75 años como sofocación de una sublevación de aborígenes. A nadie le interesan pueblos con culturas que evidencien contradicciones estructurales. Ellos tienen derechos y fueron saqueados. ¿Cómo se hace para respetar las propiedades comunitarias? ¿Cómo se los repara o se les devuelve el monte o sus tierras? Es más fácil reparar hechos históricos enmarcados en culturas occidentales que tratar conflictos plurinacionales, pluriculturales que tengan otras cosmogonías. APU: ¿Cuál es la actualidad de estos pueblos? PJS: Hoy se ha avanzado muchísimo, pero aún estamos lejos de ser un país seriamente plurinacional como lo somos. Tenemos muchísimos pueblos en nuestro conjunto, y no todos los argentinos somos iguales, pero decimos que están representados pero en realidad lo que se hace es desnaturalizarlo. ¿Se vio algún mapuche, toba, mocoví, aymara en el Congreso? Cómo se resuelve la problemática de las tierras sin una reforma agraria, pero, pregunto, ¿la mayoría de los argentinos apoyarían una reforma agraria para resolver los problemas de los pueblos originarios?

La Independencia para poner fin a la Revolución OPINION

Entrevista con Christian Rath y Andrés Roldán, autores de La Revolución Clausurada, Mayo 1810 - Julio 1816 (Editorial Biblos); donde analizan el proceso revolucionario desde el marxismo. "Si en la historia argentina uno coloca a Artigas como el centro de este proceso de lucha social que se desenvuelve en las Provincias Unidas, el resto del espectro gira a la derecha". APU: ¿Cómo surge la idea del libro? Christian Rath: Siempre que uno emprende una tarea de este tipo, cuando existe una vastedad de elaboración, uno se tiene que preguntar, qué es lo nuevo que pretende aportar, para no ser de alguna manera una reelaboración de cosas ya dichas. Originariamente, pensábamos llamar a nuestro libro “El cuarto relato de la Revolución de Mayo”, en contraposición a la historia mitrista que dice que hay un proceso revolucionario en mayo que se consuma con el libre cambio en la constitución que hoy tenemos. Un segundo relato que es el revisionista que pretende establecer desde la exhumación del criollaje una protoburguesía estancieril y crear esa especie de síntesis histórica San Martín, Rosas, Perón; para el desarrollo de clases que constituirían la nación y que incluye en su último escalón el intento de industrialización en el país. Un tercer relato con peso académico que de alguna manera dice que la Revolución de Mayo fue simplemente un eco de la Revolución en España y por lo tanto, nada más que la transformación política ineludible, no por lo tanto un proceso genuino de las propias colonias hispanoamericanas. Casi podríamos decir que en este tercer relato uno podría englobar a una parte de la izquierda, como en la mitrista también hay otra parte de la izquierda, la historiografía estalinista, para llamarla de alguna manera, o Juan B. Justo, abrevan esa primera concepción. Pero en esta tercera también están aquellos que dicen que Mayo no superó más que una especie de cambio político. Esa frase que nosotros tomamos en el libro de Peña, “los gauchos no querían la tierra”; y nuestro relato que creo que parte de tres constataciones. Una, la apreciación del contexto internacional como un período de crisis de régimen social, es la agonía del feudalismo y el período de la Revolución Burguesa. La Revolución de Mayo está inscripta en un proceso en el cual, desde 1789 y antes, está la Revolución Francesa, el proceso de las colonias americanas, un proceso de conjunto. Y, en este punto, nuestro análisis desenvuelve de alguna manera, el proceso de las masas, pretende ser una historia de la lucha de clases en lo que eran las Provincias Unidas del Río de la Plata. Nosotros en ese punto exhumamos lo que es el desenvolvimiento de una lucha social que se va a desenvolver desde los primeros momentos de la Junta de Mayo y que después va a tener una continuidad en la gesta artiguista. La Gesta Artiguista entendida además, no sólo como una especie de declaración de propósitos, sino como una gestión de gobierno. Es decir, la entrega de la tierra con la marca para constituir un mercado interno y por lo tanto, la figura de Artigas, es la representación de la consumación de un ideario que está planteado en el Plan de Operaciones de Moreno y que se efectiviza. En los últimos días ha sido exhumada la figura de Andresito Artigas, muy importante pero al mismo tiempo, de decir que es el primer gobernante indígena de las Provincias Unidas por designación de Artigas y por méritos propios porque no sólo es el ahijado de Artigas. Pero la historia tiene que recoger que Andresito Artigas, se enfrenta en Corrientes a los hacendados que no quieren consumar el proceso de distribución de tierras que se estaban consumando en los territorios del litoral, este me parece que es el segundo aspecto, Lo tercero, en cuanto a esta exhumación de la polémica de Marx sobre Bolívar, es atinente a esto porque en el fondo el debate de Marx, sobre todo referido al primer período de Bolívar, justamente demuestra que Bolívar no es un jacobino. Cuando nosotros hablamos de este proceso de lucha social en las Provincias Unidas del Río de la Plata, estamos identificando a un sector jacobino, los Jacobinos de Mayo, los Jacobinos Indígenas. Y la denuncia de Marx, que es lapidaria y rigurosa, es la siguiente: Bolívar es un representante de los mantuanos, y además en el terreno internacional, un representante del bonapartismo, de lo que significa el agotamiento del proceso revolucionario. Solamente por las vicisitudes de la guerra va a tener que liberar a la masa indígena y la masa esclava, en función de las necesidades de la guerra y comprometiéndolos en el esfuerzo de la guerra. Después, tampoco Bolívar va a asumir el tema de la constitución de un mercado interno, Bolívar no va a ser un jacobino. En este punto del texto de Bolívar, se vincula a esto que es en último término, la propia lucha que se va a desenvolver en las Provincias Unidas. Creo que este es el otro elemento poderoso, motivante del libro que es la caracterización del 9 de Julio, el proceso de la independencia como una gran operación de Estado. Donde se les dice a las masas “vas a tener la independencia, vas a tener, de alguna manera, el sostén jurídico que permite que un ejército libertador, cruce a Chile y después a Perú en nombre de un país independiente pero el precio es el aplastamiento de la rebelión artiguista”, con el compromiso de las fuerzas portuguesas que han sido entrenadas por William Carr Beresford. En ese punto, la independencia que es salvada por todas estas corrientes históricas que te mencioné como un factor de unificación y proceso histórico, en realidad, lo decimos en el libro, es la independencia para poner fin a la revolución. APU: Es sin dudas un libro polémico. Andrés Roldán: Coincidimos que es un libro polémico, conscientemente polémico. No es que buscamos la polémica, verás que en general, pocas veces polemizamos directamente. Está claro que los conceptos allí dichos están planteados en forma polémica contra otras interpretaciones que hoy existen. ¿Cuáles son las dos o tres ideas fundantes? Primero, el análisis del plano internacional incluye la Revolución Española, no como un factor externo, como muchas veces se lo toma. Y en realidad, en general no se menciona, lo que se menciona es la ocupación de España por las tropas napoleónicas. En general si uno agarra una exposición, un chanta por la radio hablando del viraje que se produce en las tensiones internacionales entre Inglaterra, Francia y España es por la invasión napoleónica. Esto oculta un fenómeno central que no es menor, y que es la Revolución Española. Si hubiera habido simplemente una ocupación napoleónica, la historia habría sido distinta, Lo que en realidad ocurrió y las implicancias que esto tiene para comprender realmente la situación en estos años decisivos de 1806 a 1820, es que la ocupación napoleónica da lugar como reacción a una Revolución. Una revolución en toda la regla, con un nivel de radicalización especialmente en los primeros meses, en un período que podríamos citar hasta Bailén, donde las juntas locales son las que toman iniciativa. En un contexto de movilización popular muy amplio, da lugar en algunos de los casos a resistencias espectaculares, el de Zaragoza es casi emocionante. Hay pocas escenas en el mundo donde un ejército profesional tenga que entrar a una ciudad como Zaragoza y encontrarse con que niños, mujeres en cada uno de los huecos van a resistir, es decir, hay un fenómeno que impacta en toda Europa. Nadie esperaba en Europa ni los franceses ni los ingleses que los “atrasados españoles” iban a provocar un fenómeno histórico que prácticamente coloca a las tropas napoleónicas en una trampa, en un pantano. Durante años 300 mil de las mejores tropas napoleónicas no pueden salir de España. Este fenómeno es más profundo de lo que se suele decir, como que “Napoleón ocupó España”. Esto va a tener varias consecuencias, en primer lugar, va a manifestar en la propia España un fenómeno, que luego veremos acá, que la revolución llega al punto culminante hacia Bailén. Luego empieza dentro de España, un movimiento conservador que forma la Junta Central, el que va a echar para atrás todos los movimientos revolucionarios impulsados por las juntas locales y que va a tratar de volver a poner orden. Los franceses recuperan la península pero esto da lugar a un fenómeno guerrillero expandido en toda España, ese fenómeno tiene un impacto enorme en los futuros acontecimientos. En primer lugar, porque coloca en colapso la estructura militar española, inclusive gran parte de esa estructura, después se reconstituye sobre la base de las fuerzas guerrilleras que han combatido contra los ejércitos napoleónicos. Y le da al ejército español una característica muy contradictoria y hasta ineficaz en términos de movida colonialista. Cuando Fernando VII retoma el poder, más bien está preocupado por el carácter rebelde o liberal y antimonárquico del ejército, inclusive manda a América a las tropas menos confiables. Luego cuando tiene que mandar una gran expedición, manda una, no le alcanza para dos y la termina mandando a Venezuela, y cuando quiere mandar otra en 1820 hay un motín con lo cual, se acaba todo. Estamos frente a una potencia colonial que no sólo tiene problemas como potencia en decadencia, sino además, viene después de una revolución profunda. Revolución que citamos y no es menor, la propia derecha española intentó bloquear en lo que es la conciencia popular, ese es otro factor importante, es decir, un interés muy importante en nuestro libro es recuperar para la conciencia popular, el ADN revolucionario que viene desde nuestra más profunda historia. Siendo marxistas, internacionalistas, alguien puede decir “qué te importa la historia nacional”. Sí, justamente, interesa mucho ver cuál es el ADN de cada nación, de cada clase obrera, de cada sector popular. Marx explicó en sus trabajos sobre España en la década de 1850-1860, cuál era el antecedente de la Revolución Española de 1808. Franco prohibió el estudio de 1808 y es notable que en Argentina no hay una plaza, una calle, aunque sea un pasaje que rememore el 2 de mayo de 1808. ¿Por qué acá se habla de la ocupación napoleónica y no de la Revolución Española? Esto viene a cuento con el tercer factor que importa de España que es la restitución de alianzas. Justamente en las invasiones inglesas, los ingleses que la tenían jurada, pensaban que el Plata era uno de los elementos centrales para su penetración. En ese momento el cuero era uno de los productos más demandados, aun más que la soja hoy. La producción industrial requería sí o sí cuero para las maquinarias, para las correas, las poleas, el cuero era el elemento industrial clave. Inglaterra perfiló la tercera invasión al Río de la Plata, con fuerzas gigantescas. Por qué no vino, porque la Revolución Española generó un gobierno en España al que Inglaterra se alió para poder enfrentar a Napoleón, por lo tanto, en vez de venir acá fue a Gibraltar para reconquistar la península. Este cambio va a ser muy útil para explicar la conducta de las clases en la revolución iberoamericana porque la alianza de Inglaterra con España, y con su tradicional aliado que era Portugal, son claves para entender este período. El accionar de la diplomacia británica para tratar de armonizar en todo lo posible a los españoles, portugueses y patriotas. Por lo tanto va a ser la promotora de elementos y momentos claves del proceso político, en particular, el famoso tratado de octubre de 1811. Ese tratado entre Elío, Strangford por un lado y Rivadavia por el otro, busca pacificar la situación entre todos estos aliados y por lo tanto le entrega Entre Ríos y la Banda Oriental a los españoles a cambio que los españoles desbloqueen el puerto. Esto va a provocar el alzamiento oriental, el famoso éxodo gigantesco, se fueron 8 mil-15 mil personas. A partir de allí se termina abriendo una brecha entre el movimiento oriental y la política porteña bajo auspicio británico. APU: También remarcan la importancia, como antecedente revolucionario, del alzamiento de Tupac Amaru. AR: Sí, una de las ideas es por qué Tupac Amaru, por qué también Nueva Granada, y no nos dio el tiempo pero había que incorporar por supuesto Haití. Es decir, esto generalmente es ocultado, por casi todas las corrientes historiográficas, Tupac Amaru y su lógica indígena, luego lo que expresa la rebelión en Nueva Granada y Haití que va a ser inmediatamente posterior. Sin esto no se entiende que había una mecánica de clases en la cual el movimiento campesino indígena liderado por Tupac Amaru, que va a enfrentar a todas las formas de opresión que tiene en ese momento el pueblo americano, va a intentar y esto va a explicar muchos de sus errores militares, un intento y un esfuerzo por tratar de llegar a un acuerdo con los sectores acomodados criollos, blancos del Alto Perú y de Perú, incluso, intenta limitar ciertas reivindicaciones, en aras de lograr esto. En un momento parece que se logra porque en Oruro, momento casi culminante, un sector de la dirección blanca criolla se pone a la cabeza. En Perú esto es formal, en el fondo era simplemente una maniobra, y entregan a los indígenas a los españoles y a partir de allí se produce una gran escisión social, en la cual, los criollos blancos van a temerle a todo lo que huela a revolución. Un tema recurrente en nuestro libro es cómo juega la cuestión nacional con la cuestión social y esto es una idea central que normalmente no es considerada. Cómo la cuestión social se mete en la cuestión nacional. Se metió en la Revolución Española, generó las luchas centrales y las luchas locales y terminó debilitando la lucha nacional contra Napoleón. Los problemas sociales que surgen del Alto Perú, aterrorizan a las clases acomodadas criollas españolas que prefieren seguir bajo el yugo español antes de estar sometidos nuevamente al terror de que los indios les pasen por arriba. Esto va a provocar, dicho sea de paso, que Cuba y Puerto Rico sigan siendo colonias españolas por mucho tiempo; ante el terror de las clases altas por lo sucedido en Haití. APU: Este año se cumplió el bicentenario de la Asamblea del año XIII. El libro tiene una mirada muy crítica de la misma. ¿Cuál es su lectura de lo que significó la Asamblea? CR: Es importante esto porque la Asamblea del año XIII tiene una reivindicación unánime. La ley que habilitó el último día de enero de este año como feriado nacional, tuvo la votación unánime de todos estos bloques que ahora se están enfrentando en la lucha política electoral, destacando a la Asamblea como un hito de la independencia y de la representación política de las masas de las Provincias Unidas. Cualquiera se da cuenta si analiza casi en términos superficiales la Asamblea que ni fue un hito de la independencia, porque no declaró la independencia y esto en función del mandato de la diplomacia británica atada al gobierno porteño, porque no correspondía en función de la alianza que se estaba planteando a escalas internacionales que España y Gran Bretaña. Y, en materia de representación política, los únicos delegados que realmente provinieron de asambleas de debate programático que son las conocidas instrucciones de Artigas a la Asamblea del año XIII fueron directamente no reconocidos por razones formales. Porque en esas instrucciones se planteaba un ordenamiento político para las Provincias Unidas que excedía en mucho los propósitos políticos de los propios convocantes. Ahí se planteaba un sistema confederacional con una autonomía de las distintas provincias, con la habilitación de los puertos en igualdad de condiciones, con una unidad arancelaria de las distintas provincias que estaban concebidas, con el traslado de la capital para que el Puerto de Buenos Aires no monopolice todo lo que significaba el funcionamiento de la aduana y el funcionamiento comercial y productivo de esas Provincias Unidas. En realidad, la Asamblea del año XIII es, en términos de conformación de la nación, un paso atrás. No consagra la independencia, no consagra el pleno avance de la representación política. Y lo que trascendió, como la famosa libertad de vientre de los esclavos, fue una impostura. Porque primero se declara la libertad de vientre, luego vino la reglamentación que va a determinar que hasta los 18 años van a quedar en manos de sus “propios dueños”. Luego un trato preferencial para los que se integren a las milicias. Y una resolución que se podría llamar casi revolucionaria, que decía que cualquier esclavo que viniera de Brasil, pisaba el territorio de las Provincias Unidas y estaba libre, lógicamente ante la protesta británica y portuguesa, quedó anulado. Muchas otras reivindicaciones tienen carácter formal, por ejemplo, la derogación de las mitas y las encomiendas que se entiende en las Provincias Unidas tenían expresión sísmica en el caso del norte pero hasta cierto punto en un proceso de demolición ya a esa altura. En realidad la Asamblea fue la coronación del régimen directorial, del alvearismo, del pacto con Elío que va a significar esta virtual rendición de Montevideo. Es también una de las grandes mistificaciones nacionales. El libro es un esfuerzo, en todo esto que hace a la política británica de analizar la propia lucha de clases al interior de Gran Bretaña. En realidad, las miradas sobre las Provincias, desconocen cómo son los procesos interiores a nivel de la lucha de las masas de la vieja Europa y en la propia Gran Bretaña. En Gran Bretaña hay un movimiento que está enfrentado a la política oficial. Política que es anti-jacobina, practicamente con el ascendiente de la Revolución Francesa sobre las propias masas populares inglesas, se advierte una política de represión. Y Thomas Pain que es el mismo hombre que va a inspirar las instrucciones de Artigas, por lo menos como los testimonios lo indican, va a ser el hombre que va a ser expulsado de Gran Bretaña. Porque va a dar lugar a lo que va a ser la primer expresión de organización obrera en Gran Bretaña, al mismo tiempo que se consuman las instrucciones artiguistas. Por lo tanto el Año XIII queda como esa representación y al mismo tiempo es interesante esto porque, la famosa libertad de vientre ha embaucado a todo un sector de histografía. Lo que uno podría decir, una de las expresiones más elaboradas, no de la historiografía oficial, sino la de izquierda, Abad de Santillán, Juan B Justo, en general, esta calificación de la Asamblea es prácticamente unánime en ese aspecto. Por lo tanto el tema de la exclusión de los delegados de Artigas queda reducida a un hecho menor y formal, siendo en realidad el gran hecho político. Porque si uno dejara volar la imaginación y pensara si ese desenvolvimiento confederacional se hubiera impuesto, se hubiese planteado otro escenario político. En el libro se menciona, si en la historia argentina uno hace un cambio de centralidad de las figuras y coloca a Artigas como el centro de este proceso de lucha social que se desenvuelve en las Provincias Unidas, como dice Eduardo Azcuy Ameghino, el resto del espectro gira a la derecha. APU: Eso también es distintivo del libro, remarcan fuertemente la figura de Artigas. AR: Un elemento clave en nuestra visión es que las masas que habían ayudado a construir, invasiones inglesas mediante, sacrificios de todo tipo mediante, el nuevo régimen; luego se enfrentan porque no les daba los que ellas aspiraban, lo que se conoce como la “segunda oleada”. Un fenómeno que es muy clásico, que se puede apreciar hoy en Egipto, se da en el proceso argentino. Además esto está unido al problema del jacobinismo, en general a la mala identificación del jacobinismo, como una cosa afrancesada, intelectual, por lo tanto, que tiene que ver con jóvenes idealistas que pensaban en mundos ideales, europeos, pero que nada tenían que ver con la verdadera raíz nacional. Nosotros cuestionamos esto, y como un historiador dice que hubo jacobinos negros en Haití, acá teníamos gauchos jacobinos, indios jacobinos. Esto quiere decir, que estos gauchos e indios jacobinos pueden poner en práctica las ideas de Pain, del mundo francés. En el Reglamento de Tierras de Artigas, aparece la frase “Que los más infelices sean los más privilegiados”, es un término casi traducido de los decretos robersperrianos en la etapa más radical de la Revolución Francesa, y no es una casualidad. Estamos frente a una primera ola jacobina, con Castelli en el Tiahuanaco llamando a terminar con la opresión de los indígenas y provocando el terror de los blancos, que luego le hacen la vida imposible. La segunda oleada del jacobinismo va a tener al artiguismo como su liderazgo y su protagonismo de masas. A fines del año 1814 y comienzos de 1815 va a vivir una situación revolucionaria de lo que fue la segunda oleada, este es uno de los fenómenos claves para entender la década que termina en 1820. Allí se va a producir con la derrota de las tropas porteñas en Guayabos, con la caída de Montevideo ante las fuerzas artiguistas, con la insurrección de Santa Fe en marzo de 1815 contra los porteños y su adhesión a la causa federal. Con la revuelta cordobesa que es casi en la misma semana, la ola revolucionaria entre enero y marzo abarca todo el sector, y más aún se produce en Buenos Aires. Alvear lleva las tropas que se van a revelar en Fontezuelas, algo muy importante, porque está claro que Fontezuelas es un levantamiento, es un autogolpe y al mismo tiempo pretende preservar las tropas. Porque Alvear que trata de resistir es abatido por un movimiento popular y ahí es el momento en que Artigas puede avanzar, pero no avanza sobre Buenos Aires. Nosotros somos historiadores, no vamos a cambiar el curse de los acontecimientos, pero ponemos en relieve la potencialidad de este segundo momento revolucionario con Artigas. No es como la Asamblea del año XIII que son instrucciones para diputados votadas, por lo tanto es un programa político; pero a partir de 1815 deja de ser un programa político para ser una acción de gobierno. El movimiento que llega a su punto culminante en abril de 1815 pasa luego a ejecutar la política, se pone en marcha un proceso que es el gobierno de Artigas. Que es un título adrede, provocativo, porque en general no se lo considera a Artigas un hombre de Estado, sino que se lo ve como un líder práctico, un idealista. Lo toman como a un hombre que tenía buenas ideas eventualmente y que pareciera que no tiene capacidad de ejecución. Lo que nosotros observamos es que este momento revolucionario de 1815 genera un terror parecido al que Tupac Amaru le generó a los criollos de Oruro. Alvear y las camarillas porteñas a parir de ahí van a tomar la decisión política de acabar con este proceso revolucionario, llamado anarquismo. Es importante este fenómeno, es la caracterización de que acá había que acabar con este movimiento que amenazaba el orden social. Otro factor importante es que cuando el Reglamento de Tierras se aplica, es evidente que Artigas y su equipo intentaron buscar un equilibrio con los hacendados patricios. Para lograr salir del impasse, y poblar los campos, regenerar una actividad económica, partiendo del principio del igualitarismo de los más infelices. Cuando se aplica, las fuerzas sociales desbordan la propuesta, y lo que tenía que ser una simple expropiación de las tierras de “los malos americanos y peores europeos”, termina ocupando y distribuyendo muchas estancias de “patriotas”, que se refugian en Buenos Aires y que piden desesperadamente el apoyo del gobierno directorial para que les saque de encima ese fenómeno social. Una política agraria que podía permitir darle tierra a los gauchos, con ganado, un acceso al mercado, un orden en que desenvolverse y generar lo que en ese momento aparecía como un gran avance social que es una comunidad de pequeños propietarios agrarios, generando un mercado interno. Y aprovechar también una política arancelaria de protección para que la industria pudiera desenvolverse. Acá hay una confusión, con la idea de que eran partidarios del librecambio. Una cosa es acabar con el monopolio español y otra cosa es dejar abiertas las fronteras para que entre lo que venga. En ese sentido, Artigas no era partidario de ningún monopolio español, sino de comerciar con todo el mundo pero no permitir que entre cualquier cosa. CR: El proceso de la Revolución de Mayo abre un gigantesco desarrollo de fuerzas productivas. Lo que significa el saladero, la industria del cuero, va a significar que las Provincias Unidas en un lapso increíblemente corto tenga un salto en la exportación y la creación de los saladeros de características inéditas a escala del continente. Este desarrollo de las fuerzas productivas, va a tener gran influencia en el origen del latifundio. Este es el gran factor de confusión sobre Juan Manuel de Rosas, el latifundio está prefigurado previamente porque de alguna manera, el acceso a la tierra disponible no era fácil ni igualitario. Cuando se produce la ley de Enfiteusis en 1825 con Rivadavia que va a declarar bajo control del Estado las tierras públicas en función del pago de la deuda pública; y que después va a facilitar su entrega a los grandes terratenientes, el latifundio se va a convertir en el gran factor de bloqueo del mercado interno. Por lo tanto, la clase estancieril bonaerense, no puede considerarse una clase progresiva. Está en la cima de ese desarrollo de las fuerzas productivas pero también es el factor de bloqueo en función del latifundio. Muchas veces escuchamos que se quiere comparar a Rosas con Lincoln, no. Lincoln es el caudillo de la América del Norte industrial, que tiene que plantear la unión cuando los estados del sur se escinden para defender la economía esclavista, librecambista y es lo que le va a dar la cima al desarrollo impetuoso de EE.UU a partir de entonces. Rosas no encarnaba ese desarrollo, sino la expresión atrasada, quedantista de una burguesía estancieril apoyada en los latifundios y en la opresión con rasgos serviles de la mano de obra. Es muy importante tomar en cuenta esto porque justamente, es la contraposición del proceso que se daba con Argentina. APU: Otro de los puntos que analizan con una mirada muy critica es el Congreso del 9 de Julio de 1816. AR: En primer lugar, el Congreso de Tucumán es la gran conspiración, 1815 viene de las expresiones revolucionarias, se forma la Liga Federal, el Reglamento de Tierras, pero también el Partido Directorial y la camarilla porteña. La oligarquía y los tenedores de la deuda que son comerciantes británicos, son los que toman la decisión política de armar un Congreso fraudulento, con diputruchos inventados para el Alto Perú, ocupado por los españoles. Mucho hablar de Juana Azurduy, sino que fueron elementos cooptados por la camarilla porteña. De ese modo arman una mayoría automática que se decida a pactar en silencio con los portugueses la invasión de la Banda Oriental, es decir, este es el elemento político. La declaración de la independencia es utilizada en este sentido, al punto de que se discuten distintas opciones como formar una provincia del imperio portugués, asociarse con distintas opciones para acabar con la revolución. Hablamos de una especie de troika de esa época que es la diplomacia británica, la Logia Lautaro y el Directorio. En este punto el planteo de la discusión social y nacional, queda claro que la camarilla porteña está dispuesta a entregar una parte del territorio nacional, la Banda Oriental, a cambio de asegurar sus privilegios sociales. Para ellos tampoco la cuestión nacional era tan relevante a tal punto que están dispuestos a desmembrarse, como luego lo harán con el Alto Perú y Paraguay. El segundo factor es que esto lleva a una clausura, que se va a dar en una lucha política que si bien desde 1816 hasta 1820 no se consume. Porque a pesar de 8 invasiones a Santa Fe y otras tantas al gobierno de Entre Ríos, las fuerzas federales siguen resistiendo. Y a pesar de estar sometidas a un ataque en un doble frente, se logra sostener durante tres largos años. Y con fuerzam tanto es así que en 1820 en Cepeda, las tropas federales que avanzan sobre Buenos Aires, son cooptadas por Sarratea y los porteños para armar un bloque anti-artiguista. Ahí hay traición o no traición, lo real es que hay un pacto por el cual, todo el sector que era el bloque federal pacta con los porteños el aplastamiento de Artigas. Es decir que estamos en presencia de un tratado, como lo dicen hoy casi todas las corrientes, las cuales parecieran ver en el Tratado de Pilar un hecho inobjetable. Porque funda, según Mitre la Nación y el Federalismo; y según los federales el Federalismo y la Nación. En realidad no funda la nación: no enfrenta a los portugueses por lo tanto acepta el desmembramiento y así va a seguir durante largos años. Tampoco funda el federalismo porque acaba con la corriente federal. Por lo tanto nuestra fuerte caracterización es que no se puede poner un signo igual entre el federalismo de 1813-1820 con Artigas y el seudo federalismo con Rosas, que simplemente toma las banderas anteriores, vaya uno a saber por qué, pero que no toma ni su programa ni sus expectativas, ni su base social. Por eso decimos que la coalición portuguesa, con el Directorio, que ataca a Artigas, se parece a la que luego es el bloque que va a terminar atacando a Paraguay. APU: A veces algunas de las críticas, un poco más a la militancia marxista internacionalista, es su desconocimiento de la historia nacional. ¿Cómo analizan esta postura? ¿Cómo ven hacia el pasado esa construcción de la historia y hacia el futuro en esta óptica política? CR: En ese punto tenemos que analizar dos vertientes, porque de alguna manera la histografía estalinista, que siguió el Partido Comunista; prácticamente es una adaptación de una concepción histórica del mitrismo. Y eso también tiene que ver con todo el planteo que el Partido Comunistas desenvolvió en determinadas etapas históricas y obedeciendo en muchos casos a lo que era la política internacional del Kremblin, que planteaba la asociación con la burguesía nacional. Acá tenemos una especie de relato histórico que se correspondía con la orientación política respectiva. Complementándose con el Partido Socialista de José Ingenieros. La otras vertiente, es la interpretación equivocada de esa vieja impresión que es “los obreros no tienen Patria”. Cuando dicen esto, no hay una reflexión sobre el carácter étnico de la clase obrera, es una impugnación al régimen social que les ha sido arrebatada a las clases productoras. Pero que bajo ningún punto de vista significa que la clase trabajadora, la clase obrera, no tenga que apropiarse del acervo histórico, examinarlo y recuperar las tradiciones de esas masas indígenas, pre-capitalista, de determinado período histórico. Donde las tareas que quedaron truncas ya no serán patrimonio de aquellas clases sociales, sino de las clases que tienen que plantearse de alguna manera el proceso de liberación nacional y social acabada de los países atrasados y semicoloniales como el nuestro. Esa otra vertiente tenía que ver con el desprecio por la historia nacional pero que de alguna manera es lo que estamos tratando de saldar hoy. AR: Complementando con esto, en algunas presentaciones nos dicen “pero entonces, ¿tenemos que recuperar el programa de Artigas?”. No, lo que decimos es que ese programa era el más revolucionario en un momento de ascenso del capitalismo. Pero hoy estamos en la decadencia del capitalismo. Hoy no es un programa revolucionario empezar a crear una sociedad de pequeños productores para generar un mercado interno. Hoy está en crisis el régimen que en su momento había que construir. Se trata de señalar cuales fueron los límites, y por tanto entender nuestro ADN. Salvando las distancias, la Guerra contra el Paraguay es una repetición de fenómenos anteriores. La represión contra Dorrego se va a volver a producir, como los grupos de tarea que funcionaron entre 1816-1820. Es ver cuál es este nacimiento trucho de una pretendida historiografía oficialista, en la cual se quiere hacer ver que hay una tradición que los hechos desmienten. Por el contrario, queremos recoger la tradición que las masas populares llevan adelante, y este concepto de hasta dónde llegó el jacobinismo en ese período.

El asombroso riesgo de Zamba

Por Juan Ciucci l Uno llega a Tecnópolis y no importa que sea la quinta o sexta vez que visita la muestra, de seguro que algo logrará sorprenderlo. Este inmenso parque de diversiones de ciencia, arte y tecnología; siempre tiene un milagro oculto, un sueño de antaño que aun nos resistimos a creer que pueda ser real. Hoy es el turno del musical de Zamba y San Martín, dupla extraña si las hay. Ni que hablar si les sumamos a O´Higgins, Bolívar y el Sargento Cabral, entre otros. Están todos aquí presentes, en esta representación de la vida de Don José, en sus diez años de servicios a la Patria. La puesta en escena es excelente, y aunque suene un tanto bufa la comparación, hay que decir que está al nivel de las mejores producciones infantiles que puedan verse en calle Corrientes (y diríamos que es la mejor hoy día, si no fuera que puedan acusarnos de ser –demasiado- oficialistas). Quizás el momento más emocionante de la obra sea el Cruce de los Andes, la mayor de las gestas patrias desde que tenemos memoria. Aquí se la representa con nieve cayendo en toda la sala, y emociona ver a los pibes (y no tan pibes) absolutamente conmocionados al sentir que en ellos también la nieve puede caer. Además, la entrada es libre y gratuita, por lo que uno puede encontrarse con familias enteras de diversos puntos de Capital Federal y el Conurbano, o incluso de otras zonas del país. Este espacio enorme se llena sin que existan límites de dinero o posición social, gran sueño peronista de los únicos privilegiados que se vuelve, nuevamente, realidad. El humor del programa pasa a las tablas, con un Zamba aguerrido detrás de los Libertadores, plantándose en el combate y acompañando a San Martín en las buenas y en las malas. Los chicos vivan a este niño de ficción que logra interesarlos por la historia nacional, con un lenguaje tan cercano y ameno, alejado de caricaturas comerciales y oropeles oficiales. Es que el Mundo de Zamba es un riesgo permanente, una sutil tensión entre las mentiras de la historia oficial mitrista, y las diversas verdades que los revisionismos fueron intentando construir. Una historia contada para chicos, en el límite entre el adoctrinamiento y la formación, con la conciencia clara de la necesidad de reconstruir la identidad ciudadana de estos jóvenes argentinos, hoy que tenemos Patria. Como en tantos otros campos de la batalla cultural de esta década ganada, Zamba no se arropa en los cómodos sillones del estatuto ministerial, ni sueña el sueño de los funcionarios eternos, incómodos ante la menor osadía. Zamba se mete de lleno en los mayores problemas, dejando la puerta abierta para aquellos que quieran internarse en los triunfos, traiciones y derrotas que surcan la historia de esta Patria que aun nos parece nueva. Seamos libres, y lo demás no importa nada, nos grita un San Martín de fantasía, y no puede más que conmovernos ante la escena de su gesta. Mención aparte merece Bolívar, una auténtica estrella patria, un prócer con la voz y las caderas del Sandro de América, y un ego sólo comparable con el de Diego Armando Maradona. En fin, vayan a ver este musical, que ya escribí demasiado aquí, y como bien dice Zamba, ¡me aburro!.