jueves, 1 de agosto de 2013
"Generar herramientas para castigar la informalidad laboral"
Entrevista con Oscar Romero, dirigente de SMATA y candidato a diputado nacional por la Provincia de Buenos Aires del Frente Para la Victoria. Habló sobre la coyuntura electoral, la actualidad del movimiento obrero y el rol del empresariado.
Por Nahuel Placanica
Agencia Paco Urondo: ¿Qué expectativas tienen de cara a estas elecciones? ¿Qué está en juego?
Oscar Romero: El proceso eleccionario me tiene preocupado. La oposición tiene un problema: no pudo consolidar un proyecto en común. Se ven a la luz contradicciones entre ellos, no entiendo cómo van a actuar en la Cámara de Diputados como bloque, allí se trabaja en bloque y entre bloques. Esto está ligado a la falta de propuestas.
Quieren instalar la idea que es el fin de una era y el comienzo de otra. Parecería que el mandato de este gobierno culminara a fin de año. La realidad es que no es así. En esta elección se eligen legisladores para que trabajen, justamente, en el ámbito legislativo.
Nosotros tenemos un proyecto político, económico y social. Del otro lado, sólo tenés discursos de campaña. Hablan y se visten de acuerdo a lo que dicen los que los asesoran. Esa es una forma de defraudar al electorado. Nadie puede decir que el kirchnerismo no cumple con lo que dice. En la oposición te encontrás con mucha promesas de solución sobre vivienda, salud e inseguridad, como si fueran a formar un nuevo gobierno, y este gobierno tiene todavía dos años de mandato. Se quiere confundir a la sociedad.
En estos sectores, que tienen problemas de unidad de concepción, noto cierto camuflaje. Se quieren parecer a los peronistas y kirchneristas pero los actores son muy distintos de eso.
Los candidatos sabemos que tenemos que acompañar este proceso que conduce Cristina Fernández, un proceso que tiene que ver con la nacionalización de industrias, sustitución de importaciones, ayuda a la pequeña y mediana empresa, lucha contra el trabajo informal, y para eso es fundamental que haya coherencia entre los que representan ésta idea.
Enfrente nuestro no está el Pueblo, hay un sector que da batalla y que está vinculado al neoliberalismo. Son un paso hacia atrás, y nosotros queremos dar un paso hacia adelante, consolidando el presente.
APU: Como candidato del Movimiento Obrero, ¿Cuál sería la agenda para llevar a la discusión legislativa y política?
Oscar Romero: El Movimiento Obrero tiene mucho para dar, como lo ha dado en toda la historia. En el ámbito de la Cámara de Diputados podemos trabajar sobre parámetros claros. Tenemos un saldo que es el tema del trabajo informal, hay que generar una legislación que brinde herramientas, permita combatir y castigar el trabajo informal. Esta forma de trabajo atenta contra la competitividad, la productividad, la competencia leal, pero por sobre todas las cosas afecta al trabajador.
Por otro lado, a partir de mi experiencia en el sector industrial y algunas misiones internacionales de las que pude participar, en las que conversé con legisladores de otros países, reconocí que se puede avanzar en proyectos de ley que motoricen la pequeña y mediana industria. El pequeño emprendedor tiene la capacidad de generar mano de obra directa.
Se puede trabajar mucho sin grandes slogans que no terminan en nada, como el famoso “yo tengo un plan”, que terminó en el “alica-alicate”. Otros no se muestran tal cual como son. Que digan la verdad, que no bancan este modelo y que sueñan con un país vinculado al sector agrícola-ganadero.
APU: Otra forma de precarización son la tercerizaciones, ¿Cómo se puede avanzar?
Oscar Romero: Es otra forma de atacar la formalidad del empleo. Hay que trabajar en proyectos de ley que tiendan a clarificar las actividades. En el sector industrial, tenemos actividades tercerizadas, pero tienen que ser clarificadas porque no todo se puede tercerizar.
El proceso de industrialización que viene experimentando el país ha generado situaciones como ésta y hay que resolverla. El proceso de armar un andamiaje legal tiene un tiempo. Aparece el hecho y después se regulariza. Hay que trabajar sobre estas nuevas modalidades.
APU: Sobre el empresariado, se habla mucho de la necesidad de inversiones, ¿Cómo se piensa el rol de este sector?
Oscar Romero: Cumple una función social, la responsabilidad de generar empleo y riqueza. Uno de los temas que se debate fuertemente es la competitividad. Nos dicen que no somos competitivos contra otros países. Pero te doy un ejemplo: en la Argentina este año se van a fabricar un millón de autos para una población de 40 millones. México va a fabricar 600 mil vehículos para una población de 100 millones de habitantes. Ahora, la tecnología que tienen ellos no la tenemos nosotros. En la Argentina el esfuerzo lo ponen los trabajadores, no podemos sobrecargarlos produciendo más unidades, porque no hay lomo que aguante. Hay que tecnificar y para eso hace falta inversión para más mano de obra calificada y mejor tecnología. Eso nos va a permitir mayor competitividad y llegar a otros mercados.
APU: Otro tema que está en discusión es ganancias y la cuestión de la renta financiera, ¿Cómo ve esta posibilidad?
Oscar Romero: El compañero Héctor Recalde está elaborando un proyecto para gravar la renta financiera. Tiene que ver con separar lo que es un plazo fijo, porque no se puede gravar el ahorro de un trabajador, y la ganancia empresaria para re-inversión, de la especulación financiera. Eso va a permitir modificar el impuesto a las ganancias y sacar una carga sobre un sector de los trabajadores, hay que aclarar que no son todos los trabajadores sino el 15% del total. Aspiramos a que la carga sea más equilibrada. La CGT ha venido trabajando en ese sentido junto a las distintas áreas del Gobierno Nacional. Hemos logrado subir el mínimo no imponible, desgravar el aguinaldo de ganancias y vamos a seguir avanzando.
APU: ¿Cómo ve la actualidad del Movimiento Obrero a partir de la fragmentación sindical que existe?
Oscar Romero: Con fuerte preocupación. En un país que tiende a industrializarse y de fuerte presencia del Estado, es necesario un Movimiento Obrero unido, para eso hay que dejar de lado las cuestiones personales.
Hoy vemos a un dirigente que tuvo gran relevancia por su combatividad y que fue un gran aliado de este Gobierno en la lista de De Narváez. Nosotros tenemos un límite como dirigentes: no podemos estar nunca del lado de los empresarios. Podemos discutir y negociar pero no ponernos de la misma vereda.
Este Gobierno nos devolvió la herramienta más importante que tenemos los trabajadores, la discusión salarial en paritarias libres. A este sindicato nunca llamó nadie para decirnos por cuánto arreglar. Tenemos que defender esta herramienta como así también los puestos de trabajo.
APU: En esta relación de sindicalismo y política, existe un sentido común instalado que desprestigia a los dirigentes sindicales, como cierta estigmatización particular. Eso muchas veces les juega en contra a la hora de jugar políticamente, ¿Cómo lo ve?
Oscar Romero: El desprestigio de la dirigencia está, por ejemplo, en la oposición. En las contradicciones que muestran. El deterioro de la imagen de los dirigentes se da en el ámbito empresarial también, no creo que un empresario con trabajadores en negro tenga buena imagen, y en el ámbito eclesiástico. Todos surgimos de la misma sociedad. Uno de los logros de este Gobierno fue recuperar la jerarquía de la dirigencia y la política. Hay dirigentes buenos y malos.
APU: Me refería a que se construyó una imagen del sindicalismo que hizo que terminara siendo mal visto por el resto de la sociedad…
Oscar Romero: Mi papá era ferroviario y me contaba que en la época de Frondizi no se podía sentar en el cine porque pasaban entre película y película a los ferroviarios tomando mate, haciendo un asado y yéndose de vacaciones, y decían que el mal de la Argentina era el sindicalismo. Después vino el liberalismo y se dijo que el mal de la Argentina era el Estado, y se atentó contra eso y contra el Movimiento Obrero. Esto no es nuevo, es una construcción que se viene haciendo porque hay intereses que buscan destruir éste modelo sindical.
"La fragmentación sindical no se da en las bases"
En esta segunda parte de la entrevista con Héctor Recalde, el diputado nacional analiza la actualidad del Movimiento Obrero. Habló sobre la relación entre sindicalismo y política, democracia sindical y recordó la experiencia política junto al compañero Saúl Ubaldini.
Por Nahuel Placanica
APU: A partir de la coyuntura política, ¿Cómo piensa la relación entre sindicalismo y política?
Héctor Recalde: Mi posición en cuanto a esto es que el Movimiento Obrero es columna vertebral del peronismo y tiene que seguir siéndolo, junto con la participación de otros sectores: la juventud, la rama política, la rama femenina.
En este conjunto movimentista se da una especie de competencia en cuanto a qué grado de representatividad tiene que tener cada sector. En la medida que esto no implique algo contraproducente para la sociedad de concepción en la unidad de acción, me parece sano. Cuando esta discusión por los lugares se da en su medida y armoniosamente, es bueno que así sea.
APU: ¿Eso quién lo armoniza?
Héctor Recalde: Lo armoniza la conducción, en este caso, Cristina.
APU: Usted participó de la experiencia política de Ubaldini…
Héctor Recalde: Yo era asesor de Ubaldini, es más, en el año 1991 nos presentamos por fuera con un partido. Ya estábamos fuera del menemismo, desde agosto del 89 estábamos en contra de Menem y Saúl era el primer candidato a diputado nacional y yo el segundo (era apoderado del partido).
APU: Es la elección en la que ustedes van contra el duhaldismo en la Provincia de Buenos Aires ¿Qué pasó ahí?
Héctor Recalde: Era una reacción contra el menemismo porque veíamos una desvirtualización del peronismo, era la neoliberación. Neoliberales dirigiendo el movimiento popular democrático latinoamericano, nos parecía contradictorio. La oposición se envertebró en un partido y la verdad que fracasamos porque no había recursos, no había capacidad. Fue una experiencia que hicimos con convicción militante.
APU: La lectura que hacía Horacio Verbistky era que hubo una transformación en lo que era el PJ. Había pasado de ser un partido sindical a un partido más vinculado al territorio. ¿Entendería lo mismo usted?
Héctor Recalde: En realidad el movimiento siempre tuvo las cuatro ramas. No sé lo que dijo Horacio específicamente pero de acuerdo a las etapas históricas puede haber mayor participación o predominio de una rama.
Hoy el movimiento sindical está en crisis. Si hay cinco centrales sindicales es como si no hubiese ninguna, pero los trabajadores están unidos. La fragmentación no se da en las bases.
Si hay algo que me pareció importante fue la unidad estratégica entre el gobierno y la CGT. Después eso se fracturó en varios pedazos, algunos están, otros no, la historia juzgará y esperemos que algún día haya unidad.
APU: La base se une por la identidad política, ¿En este caso sería el kirchnerismo?
Héctor Recalde: El peronismo, que ahora tiene una manifestación que se conoce como kirchnerismo.
APU: ¿Por qué se da este desfasaje entre la base y la dirigencia?
Héctor Recalde: Hay dirigentes sindicales que realmente los representan muy bien a los trabajadores pero después cuando van a la arena política pasa otra cosa. Está bien que un dirigente sindical quiera ser legislador o presidente, pero hay que ver los momentos políticos.
APU: ¿En algún punto hay un problema de representación entre base y cúpula?
Héctor Recalde: En lo político partidario. En lo gremial puede haber coincidencia y apoyo y no estar a la misma altura de lo político partidario.
APU: Pasó en los 70 con los sindicatos en Córdoba con dirigencias vinculadas al clasismo cuyas bases votaron peronismo…
Héctor Recalde: En general, pese a la participación de los movimientos de izquierda en el campo sindical, cuando llegan a la política no son representativas.
APU: Un ejemplo actúal podrían ser las comisiones de Kraft….
Héctor Recalde: Las comisiones de Kraft son comisiones combativas, están dentro del sindicato, cosa que no pasó con la UTA. Los metrodelegados de la UTA fueron contenidos cuando Palacios era Secretario General, después se generó una división.
Es muy importante la relación directa entre el dirigente y los trabajadores, es decir, que actúen con más cercanía, esto a veces se da y a veces no.
Hubo fallos de la Corte Suprema donde todo el mundo pensaba que se destruía el mundo sindical y la verdad que no se alteró. A la Corte le falta conocimiento de campo, más allá de que ahora puede haber alguna otra cosa que juegue en esto.
En nuestro país hay libertad sindical, lo que es importante es defender la democracia sindical interna para evitar algunas corruptelas que tienen lugar con estatutos que dificultan el armado de listas (tratando de que haya lista única). Tiene que haber padrones claros y sobre todo, protección.
La ley sindical de 1988, en la que participé bastante en la redacción, si hubiera sido bien aplicada, hubiera protegido a todos los trabajadores que tienen militancia sindical. El artículo 47 de la ley sindical daba derecho a un amparo a todo trabajador frente a cualquier actitud anti sindical, más amplio imposible, y en la práctica no se dio.
Ahora hay un reverdecer de esta idea a través de la figura de la discriminación. Lo que los jueces están entendiendo es que si hay un activista sindical que es discriminado, lo hacen reinstalar a través de una acción hecha por el damnificado. Todo esto hay que apoyarlo y protegerlo.
"Hay que modificar la jornada laboral para distribuir con equidad el empleo"
Primera parte de la entrevista con Héctor Recalde, abogado laboralista y candidato a renovar su banca de diputado nacional. En el primer recorrido del reportaje habló sobre sus proyectos para erradicar el trabajo informal, reducir la jornada laboral y gravar la renta financiera.
Por Nahuel Placanica
AGENCIA PACO URONDO: De cara a estas elecciones y el nuevo Congreso que quedaría conformado, ¿Qué propuestas estarían discutiendo?
Héctor Recalde: Vamos a seguir avanzando en la misma dirección que lo venimos haciendo hace diez años. Hay muchas cosas pendientes, sobre todo en mi área: tratar de bajar a su mínima expresión el trabajo en negro. Tengo un proyecto de ley que alguna vez logramos que se aprobara en Diputados pero después perdió estado parlamentario en el Senado.
Consiste en proteger por una vía indirecta al trabajador en negro, al mismo tiempo, tratar de desalentar la contratación en negro y darle instrumentos al Estado para que pueda ejercer el deber del control.
Trabajar sobre los convenios colectivos es otra de las cosas que hay que hacer. Por ejemplo, hay un sector que no tiene derecho a los convenios colectivos, parece mentira, pero los trabajadores judiciales no tienen derecho a un convenio colectivo, tampoco tienen participación en las obras sociales.
Otro punto es la jornada de trabajo. Los neoliberales sostenían que la “rigidez” del derecho laboral destruía empleo. El derecho al trabajo ni crea ni destruye empleo, es la política económica. ¿Qué puede hacer el derecho laboral? Puede distribuir con más equidad el empleo que ya existe y esto tiene que ver con la jornada de trabajo. Si hay dos trabajadores obligados a jornadas de 12 horas diarias, eso impide que un desocupado trabaje 8 horas, es decir, esas 24 horas dividirlas en tres.
Quiero dar un antecedente actual de un país hermano. En Brasil, la última huelga general de los sindicatos brasileros, tenía entre sus reclamos reducir las jornadas de 44 horas semanales a 40 horas. Nosotros tenemos 48 horas, mi proyecto es reducirla a 45. Si logramos que se sancione la ley reduciendo, sin merma en el salario, estaríamos ofreciendo 200 mil puestos de empleo. No es tan audaz el planteo, no es dramático para las empresas y sería una medida de justicia social y de inclusión.
Hay proyectos para trabajar sobre la tercerización, la vía de escape que tienen las grandes empresas para violar la ley laboral. Al mismo tiempo es una fuente generadora de trabajo en negro.
Tengo un proyecto ya presentado que tiene que ver con la no discriminación salarial de la mujer. Una de las formas de evitar que se la discrimine es dándole al hombre trabajador derechos parecidos para que no las discriminen. Por ejemplo, aumentando las licencias por paternidad. ¿Por qué? Primero, porque hay criterios médicos y biológicos que lo aconsejan. En segundo lugar, es una participación que ayuda en el cuidado a la mujer.
APU: Puntualizando en el proyecto de trabajo informal ¿Cómo funciona el control?
Héctor Recalde: Con participación popular. Por ejemplo, un trabajador metalúrgico en negro tiene el mismo derecho al convenio colectivo que el trabajador en blanco, el problema es que tiene dificultad para ejercerlo.
Lo que hace esta ley es habilitar el derecho acreditando con una información sumaria ante el ANSES (un telegrama o una carta documento donde certifica que ha trabajado ahí, lo despidieron y no le pagaron) para que el organismo le pague el subsidio por desempleo.
Esto tiene otras consecuencias muy útiles para toda la sociedad. Desincentiva la contratación en negro porque aquel que contrata un trabajador en negro sabe que el día que lo despida, si reclama, queda a la luz su situación de evasor. El que tiene un trabajador en negro, evade, no solamente en el aspecto de las cargas sociales, sino en todos los demás impuestos.
En segundo lugar, le muestra al Ministerio de Trabajo dónde hay trabajo en negro. Al tener ese mapa, ya es una tarea de control, no hay que investigar.
APU: Hay un sector, sobre todo en provincia de Buenos Aires, de jóvenes “ni-ni”, ni trabajan ni estudian….
Héctor Recalde: No son tantos como dicen, de todas maneras no importan cuántos sean. Los jóvenes entre 16 y 25 años que están en esta situación tienen que salir de ése lugar. Esto tiene que ver con las pautas culturales, con la inclusión, con la creación de puestos de trabajo, la formación profesional, las escuelas técnicas, las escuelas fábricas. Es un conjunto de cosas.
Las pautas culturales generan mayor resistencia. Quizás esos muchachos no tuvieron el ejemplo del padre que trabaja y no les llega la cultura del trabajo, esto es viejo, no es de ahora. Hubo una malversación de valores que comenzó con la dictadura cívico-militar.
APU: Sobre los proyectos que usted mencionaba, implica y sobre todo en el trabajo en negro, participación activa de los sindicatos…
Héctor Recalde: Obviamente. Nuestra ley da derecho a tener un delegado cuando la empresa tiene más de diez trabajadores, eso es un problema en las pequeñas empresas.
APU: Un tema que instaló en la agenda es impuesto a las ganancias y la posibilidad de gravar la renta financiera….
Héctor Recalde: Tengo un proyecto desde hace más de un año tratando de modificar el impuesto a los ingresos. Hay que analizar a partir de qué ingreso la persona tiene que contribuir, porque si no contribuimos el Estado no puede cumplir su rol, tiene que tener recursos.
Específicamente en esta coyuntura, lo que me pidió Juliana Di Tulio -Presidenta de nuestro bloque-, es que compatibilice todos los proyectos existentes en cuanto a gravar la renta financiera para ver qué recursos se pueden obtener de ahí.
APU: En algún momento usted habló sobre la posibilidad de incursionar en el derecho penal-laboral…
Héctor Recalde: Sí, el sistema penal laboral, por ejemplo cuando se incurre -sobre todo- en las cuestiones de higiene y seguridad en el trabajo. Hay determinadas violaciones a los derechos del trabajo que se tienen que considerar como delito penal y eso está entre mis inquietudes.
APU: ¿Hubo avances en lo que respecta a la indefensión del trabajador?
Héctor Recalde: Hemos sacado leyes vigentes que tienen que ver con la indefensión del trabajador frente a su empleador en el juicio, ya que le cuesta conseguir testigos y pruebas. El juez, cuando hay duda en la prueba, tiene que estar a favor del trabajador, es decir, si hay dos testigos que declaran a favor del empleador y dos testigos a favor del trabajador y esto genera duda, tiene que estar a favor del trabajador.
Cuesta encontrar compañeros que salgan de testigo porque el compañero que está trabajando tiene miedo a la represalia, al despido, a la discriminación, entonces, uno de los proyectos que tengo es protección a los testigos laborales.
APU: ¿Esto de dos testigos contra dos testigos es un principio del derecho laboral?
Héctor Recalde: Eso es con la norma, esto es en las pruebas. Si hay duda, el juez tiene que estar a favor del trabajador. La duda en el derecho ya está resuelta, la duda en los hechos es la que vamos a resolver.
Lo que falta: Trabajo Informal "La gran pelea es luchar por los argentinos que todavía no están registrados"
CFK confirmó el acuerdo logrado entre empresarios, sindicatos y Estado en el ámbito del Consejo del Salario. En ese marco, insistió en combatir el trabajo informal. ¿Cómo se distribuye la informalidad laboral en la Argentina? ¿Cuáles son sus causas? ¿Qué opinan los trabajadores?
PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA FERNÁNDEZ, EN EL CONSEJO DEL SALARIO MÍNIMO, VITAL Y MÓVIL
Muy buenas noches a todos y a todas.
Señores empresarios; compañeros y compañeras trabajadoras: la verdad que no es poca cosa asistir a la décima reunión del Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil, sobre todo, desde el lugar en que venimos y del lugar en que estamos en el mundo.
El lugar que venimos en la Argentina, desde el año 2003, con un salario mínimo, vital y móvil que no era vital, que era mínimo y no era móvil de 200 pesos, a este nuevo salario acordado hoy libremente entre empresarios y trabajadores de 3.600 pesos que significa, nada más ni nada menos, que un incremento, punta a punta 2003 a este año, del 1.700 por ciento. Y que, sin lugar a dudas, es el salario mínimo más importante de toda Latinoamérica y en un momento donde, huelga decirlo, basta encender un televisor, para ver lo que pasa, hasta hace poco decíamos en el mundo, y ahora ya es como que lo tenemos cada vez más cerca.
Por eso, creo que es muy importante que esto que se está logrando en el día de hoy y que es, precisamente, acordar una vez más y por unanimidad, esto es lo importante también, pero que es muy valioso, haber llegado a este acuerdo. No solamente queremos trabajar sobre el salario mínimo, vital y móvil, seguro que también han discutido sobre el tema del empleo registrado que es algo que, si bien hemos mejorado la performance notablemente, de 350 por ciento del año 2003 a este 32,4 que hoy tenemos y que aún sigue siendo un empleo no registrado alto y que creo que hay que ponerse a trabajar muy duramente sobre este tema.
También quiero anunciarles, especialmente a los trabajadores, que al igual que en el mes de diciembre pasado, he tomado precisamente la decisión de eliminar la deducción de Ganancias para esta primera cuota del aguinaldo de los trabajadores. Bueno, el Decreto número 1006 que mañana va a aparecer publicado en el Boletín Oficial y que va a haber tiempo suficiente para que pueda liquidarse en todos los haberes de los trabajadores a cobrar este fin de mes, o sea, los primeros días de agosto, creo que es importante.
Afortunadamente, la mayoría de los trabajadores que ustedes representan, que son los registrados, seguramente han podido irse de vacaciones y los que no se han ido de vacaciones, a lo mejor están juntando la plata para terminarse la casa, comprarse el auto pero, en definitiva, lo cierto es que van a poder contar con esa deducción que se hizo en la primera cuota del salario como un agregado más en el salario a cobrar a fines de julio.
Esto significa un esfuerzo importante para el Estado en términos fiscales. Fíjense que ustedes, que esta sola eliminación de la deducción, significan para el fisco un costo de 2.657 millones de pesos. Es un esfuerzo grande.
También es bueno aclarar la cantidad de trabajadores que quedan involucrados…el 88 por ciento de los trabajadores, 2.196.384, este es el 88 por ciento de los que cobrar o de los que pagan Ganancias.
Hay un total de trabajadores en la República Argentina registrados de 9.335.684 trabajadores. El 25 por ciento, se le deducen Ganancias a partir de 8.600 los solteros y 11.563 el casado con 2 hijos. Es comparado con otros lugares del mundo, no tan alejados, Brasil, México, Chile, inferior a lo que sucede con los altos ingresos en estos países hermanos. Ni qué hablar de otros países de otras latitudes. Pero me gusta hablar de los países más parecidos a nosotros, más cerca nuestro, porque son más fácilmente comparados.
En diciembre también tomamos esta decisión que hoy volvemos a tomar en el sentido de seguir agregando el esfuerzo que hemos hecho también al variar los pisos como lo hemos hecho de aumentar las asignaciones familiares, al aumentar la Asignación Universal por Hijo, que es lo que nos está permitiendo mantener y aumentar el nivel de actividad económica. En el mes de mayo, contra el mes de mayo del año anterior, aumentó un 7,8 por ciento y en lo que va del año, estamos en un 4,9 por ciento, frente a un pronóstico de crecimiento en el mundo y en las principales economías realmente bajo. Por eso, es muy importante la decisión que hemos tomado hoy para los trabajadores, pero también, fundamentalmente, para la actividad económica.
Recordar también a los trabajadores que no están registrados que, obviamente, la gran mayoría de los trabajadores no paga, no tiene ninguna deducción de Impuesto a las Ganancias.
La verdad que, además, estar discutiendo hoy en Argentina estas cosas, también revela un salto cualitativo de aquella Argentina en la cual con el 25 por ciento de desocupados se discutía, Moretti nos contaba, que todos los años pintaba la fábrica dos veces porque no sabía qué hacer.
Bueno, creo que hemos dado un salto cualitativo, esto se ve en los niveles de consumo, esto se ve en la venta de récord de autos usados, de autos nuevos, en el éxito del Plan Pro.Cre.Ar, en cómo ha repuntado también la construcción a partir de todos los incentivos y de todas las inyecciones que el Estado ha puesto en esto.
Y también, por qué no decirlo, de aquí veo a trabajadores de sindicatos que agrupan a los prestadores de servicios básicos, precios inelásticos, como el agua, por ejemplo, de aquí lo veo a Lingeri, hoy el Estado está subsidiando a industriales, a comerciantes y a hogares residenciales, a trabajadores solamente en materia de combustibles, en materia de gas, de electricidad, de GNC en 69.000 millones de pesos.
De repente también deberíamos contemplar lo que constituye mi criterio, siempre digo, el salario indirecto, lo que hoy significaría una factura de gas sin subsidio, una factura de electricidad sin subsidio, una factura de gas sin subsidio, GNC para los autos sin subsidio y también combustible sin subsidio. No hablo del transporte, que es otro subsidio aparte, no hay transporte más barato en toda Latinoamérica que el transporte en la República Argentina. Todo esto también constituye salario indirecto.
Así que, creo que todos los debates y discusiones que seguramente nos deberemos dar en la Argentina, deberá ser contemplando la totalidad de la macroeconomía y la totalidad de la responsabilidad que como Presidenta de los argentinos me toca evaluar al momento de tomar decisiones.
Acá hoy estoy ante representaciones sectoriales. Por un lado, trabajadores, sindicatos con trabajadores registrados que han incrementado notablemente su nómina salarial, afortunadamente para todos los argentinos.
Por el otro lado, empresarios, ya sea producción primaria, sean industriales, sean del sector de servicios, comercio, también intereses sectoriales, también subsidiados. En realidad, los 69.000 millones de los que hablaba, sin contar transportes y sin contar combustible, comprende una parte para los trabajadores pero otra parte para esta parte de la mesa también, industria y comercio tienen subsidios.
Ustedes saben que los subsidios, que han recibido críticas, han sido uno de los mayores elementos de competitividad del modelo que hemos construido en el año 2003. En el mundo creo que solamente Estados Unidos nos supera en materia de competitividad en materia de subsidios energéticos, hoy al día de la fecha.
Por eso creo que es muy importante cuando debatamos y discutamos determinadas cuestiones, hacerlo tomando y poniendo en la mesa todo lo macro y todo lo que constituyen salario directo, salario indirecto y también competitividad en los costos para el sector productivo en materia de lo que denominamos precios inelásticos.
Para los que, bueno, no están en el metier, precios inelásticos son aquellos de los cuales no podemos prescindir. Si aumenta el tomate, no lo compro y compro otra cosa; si aumenta la carne de pollo, como pescado, si aumenta el pescado como carne o como fideos, pero de la luz, del gas y del agua, del combustible, no podemos prescindir y por eso se llaman precios inelásticos y por eso afectan tanto la competitividad.
Y también, unas palabras para es año en el cual hemos tenido también una mejora sustancial en materia de provisión de combustibles, en las cuales ha aumentado notablemente el crecimiento de la demanda energética, de la demanda de combustible.
YPF, que pasó a ser mayoritariamente de propiedad estatal, 51 por ciento, sin embargo ya no pasó lo que nos pasó cuando estaba en manos privadas que faltaba combustible para la cosecha o teníamos largas colas en las estaciones de servicio, creo que también son todos elementos que debemos computar si queremos hablar realmente de cómo mejorar la competitividad argentina.
Sé que es difícil hacerlo en etapa de elecciones, es muy difícil, porque en las etapas de elecciones todos prometen y todos dicen que tienen la solución para todos los problemas, te prometen que te van a dar el 82 por ciento móvil, que nadie va a pagar Ganancias, que van a bajar las retenciones o los derechos de exportación. En fin, que todo va a ser maravilloso. Lo que pasa es que nunca explican cómo van a hacer esos números y como yo tengo diariamente que luchar con los números, para que los números puedan alcanzar y contener a todos los argentinos, es tarea compleja, sí, sí, sí.
Creo que además tenemos hándicap, tenemos 10 años de gestión, tenemos 10 años de convenciones colectivas de trabajo; tenemos 10 años de este Consejo del Salario Mínimo, cada vez menos mínimo, cada vez más vital y cada vez más móvil; tenemos 10 años de inclusión jubilatoria con más de 2 millones y medio de jubilados que no lo estaban; tenemos una movilidad jubilatoria dos veces al año. Me acuerdo cómo discutimos en la Cámara de Diputados cuando nos decían que el índice que proponíamos era un índice que iba a dar mal y, sin embargo, tenemos los mayores aumentos que se hayan registrado.
Aunque Néstor, sin movilidad jubilatoria dio aumentos sin necesidad de leyes. Porque los aumentos nos se hacen por leyes, ni la economía se maneja por leyes. Miren qué fácil que sería a través de una ley, solucionar un problema económico o, a través de una ley, solucionar un problema de seguridad.
Creo que lo que se necesita siempre son políticas activas y, fundamentalmente, no, como decía ayer en Santiago del Estero, un modelo de gobierno, sino un modelo de Estado que sea adoptado por todos sus lineamientos básicos como impulsor y gestor del crecimiento de una nación, desde líneas de crédito, tasas de crédito para el sector empresario que hemos lanzado y que lo estamos manteniendo desde la pelea que por ahí tenemos con algunos sectores que están sentados en esta mesa como es el sector financiero, con el cual también tenemos que estar siempre peleando tasas y comisiones. Como también tenemos que discutir porque, en definitiva, siempre son intereses a veces contrapuestos, pero yo creo que si nos ponemos todos a pensar un poquito, y vemos cómo hemos funcionado en estos 10 años, lo que aparentemente surgen como intereses contrapuestos, no lo son tanto a la hora de los resultados y a la hora de los balances de las compañías, a la hora del crecimiento económico, a la hora de la mejora de la calidad de vida y del poder adquisitivo de los trabajadores en la Argentina que hoy estamos prácticamente ya en el fifty-fifty que siempre hemos propugnado.
Creo que la gran pelea y mi gran sentido de responsabilidad como Presidente, y creo que también de todos, es luchar por ese 32 por ciento de argentinos que todavía no está registrado y tratar de reducir el índice de desocupación de un 7,9 a un 6 como y algo, a un 5 para lograr un régimen de plena ocupación.
Y me parece que lo estamos haciendo en un mundo complejo, difícil, con viento en contra y lo estamos haciendo porque creo que hemos tenido buenos fundamentos, sólidos fundamentos.
Yo les pido a todos que, como estamos en épocas electorales, tengamos esa responsabilidad, fundamentalmente, los actores económicos, los actos empresariales, los actores sindicales de preservar esto que hemos logrado, esto que hoy podemos mostrar, 3.600 pesos de salario mínimo, vital y móvil y también lo que podemos mostrar…Estuvo yo hace un rato en Tecnópolis, donde muchísima gente que no había terminado su secundario, lo puede hacer a través de programas del Gobierno muy inclusivos como Argentina Trabaja.
Ayer estuve en Santiago del Estero y una chica de Argentina Trabaja se había recibido de abogada porque gracias a ese trabajo había logrado los recursos para poder terminar de pagar la universidad privada, a la que iba en Santiago, para poder obtener su título.
Podemos hablar de los miles de jóvenes que han podido ingresar a la universidad, de los 264 jóvenes argentinos becados de distintas partes del país que el otro día han salido…
Yo leía una nota en un diario que había sido muy elogiosa acerca de 264 jóvenes becados pero parecía que habían sido becados por el Espíritu Santo. Sí, porque no se decía en ningún momento que era impulsado por el Gobierno. Eran 264 jóvenes que habían obtenido becas vaya a saber Dios por qué organizado, por quién, bueno, habían caído así como el maná, como el maná bíblico habían caído.
Pero no, nada es mágico, hay muchas cosas bíblicas, seguramente, pero no en la Tierra. En la Tierra, estamos nosotros, hombres de carne y hueso y mujeres, con obligaciones muy importantes.
Y yo celebro realmente que este año podamos haber cumplido el décimo año del salario mínimo, vital y móvil, de la reunión del Consejo, celebro que podamos repetir la decisión que habíamos tomado en diciembre de eximir de la deducción de Ganancias a esta primera cuota del aguinaldo como hicimos con la última cuota del aguinaldo del año pasado y creo que podemos y debemos seguir debatiendo todas las cuestiones pendientes en la Argentina pero, por favor, mirando la película completa, la fotografía completa de cómo estábamos, cómo estamos y cómo podemos hacer para seguir estando mejor y que cada vez haya más argentinos que puedan sentarse a esta mesa.
Cuando digo que haya cada vez más argentinos que puedan sentarse a esta mesa, estoy hablando, no solamente de los trabajadores registrados, estoy hablando también de los empresarios, pequeños, medianos, monotributistas, etcétera, que hoy no tienen representaciones en ninguno de estos sectores porque no tienen la magnitud, el volumen para estar sentados en esta mesa, pero que los necesitamos con mayor volumen, con mayor capacidad de inversión para lograr y generar mayor cantidad de trabajo.
Por los que estamos sentados aquí, hemos tenido mucha suerte: quien les hablar porque, bueno, ha sido electa Presidenta por todos los argentinos; ustedes porque representan a trabajadores que tienen obra social, que están registrados, que tienen aportes jubilatorios y, bueno, todo lo que significa tener trabajo registrado; ustedes, porque son empresarios que tienen sus empresas, sus comercios, sus campos, su producción primaria en plena actividad y pueden sentarse a discutir.
Hoy en este mundo, poder sentarse a discutir de un lado los trabajadores sindicalmente organizados y del otro lado, los empresarios a discutir salarios, constituye una rara avis en el mundo que estamos viviendo.
Por eso, mi idea es, la propuesta es incorporar más gente a esta mesa. Cómo hacemos para incorporar más gente a esta mesa y de ser posible que está representada toda la población económicamente activa, que estén representados todos los empresarios, pequeños, medianos, minipymes, cuentapropistas, monotributistas.
Esta es la idea en Argentina integrada e inclusiva. Hemos hecho mucho del 2003 a la fecha, pero todavía falta y vamos por eso, por lo que falta.
Muchas gracias y felicitaciones a todos ya todas. (APLAUSOS)
La “Generación Bergoglio” y “La irrupción de América en el mundo”
Por Jorge Benedetti
Hay momentos en la vida de los hombres y de los pueblos, en los que la Providencia nos permite ser participes de hechos que cambian el rumbo de la historia.
Para ser parte activa de ellos hace falta tomar la decisión y comprometerse en el momento correcto. Es por ello que se afirma que “a la oportunidad la pintan calva con un mechón en la frente”, por lo cual hay una sola oportunidad de asirla y cuando ésta se presenta nos permite sumarnos a la participación en estos hechos destacados.
El mundo en que vivimos
Si alguien hoy decidiera reunir en una “mesa chica” a los hombres con mayor poder de decisión y/o influencia del mundo entero, por primera vez en la historia de la humanidad, un hombre nacido en América Latina estaría participando necesariamente de ese evento y esto es un hecho profundamente significativo, que cambia la historia del planeta.
Ese hombre - el Papa Francisco - forma parte de una cultura, de un espacio geográfico y social, de una generación y de un momento histórico que vive tanto la Iglesia del continente, como América Latina toda.
Una recordada pensadora argentina hablaba de “la irrupción de América en la historia”. Esa pensadora, escritora y docente era Amelia Podetti.
En estos días las agencias de noticias de todo el mundo, destacaron la figura de Amelia Podetti, recordando y reproduciendo el prólogo de su libro póstumo, escrito por el Cardenal Jorge Mario Bergoglio.
Entre otras actividades - como pensadora y militante - Amelia Podetti dirigió entre los años 1973 y 1976, la revista Hechos e Ideas.
A principio de esa década, siendo yo alumno de la carrera de sociología de la Universidad de Buenos Aires, tuve la gran oportunidad de participar de uno de los hechos del pensamiento más significativos de esos años, las “Cátedras Nacionales”, encabezadas por Justino O’ Farrell y Gonzalo Cárdenas, de las cuales Amelia fue una de sus figuras más destacadas.
En mi carácter de “ayudante alumno” pude compartir con actores destacadísimos del pensamiento nacional y popular argentino una actividad docente esencialmente militante, la que marcó a toda una generación de jóvenes y se constituyó en un espacio de libertad y creatividad en la oscura etapa de la dictadura de Onganía y Lanusse, ligando por - primera vez en muchos años - a la universidad con las luchas populares.
Amelia fue una brillante pensadora, cuya formación cristiana, y su compromiso con la causa latinoamericana, influyó profundamente en muchos de nosotros y su labor fue reconocida por el Cardenal Bergoglio, quien afirmó: ”He tenido y tengo muy presentes sus enseñanzas, que han aportado una contribución muy importante a la reflexión y al conocimiento del país en un momento singular de la historia …” para agregar luego que “Precisamente en un momento en que América Latina necesita de un autoconocimiento renovado, capaz de asumir integralmente la propia condición, las propias particulares necesidades, para de ahí producir respuestas históricas nuevas y ‘nuestras’, creo extremadamente oportuno que se recupere el esfuerzo de nuestros pensadores, nuestros filósofos…” (indico el link de una agencia internacional http://www.zenit.org/es/articles/46376 donde se comenta la publicación que realiza el Osservatore Romano de las palabras del Cardenal Bergoglio, la que recomiendo leer junto con el prólogo al que se hace referencia). Estas ideas podrían sintetizarse en la necesidad de un nuevo pensamiento, “nuestro”, como aporte a la cultura universal.
Recordando esos años y el pensamiento de Francisco, no puedo olvidar el prólogo al libro, que también realiza el Cardenal Bergoglio “Una apuesta por América Latina” de Guzmán Carriquiry.
En ese escrito del año 2005, Bergoglio destaca la necesidad de la unidad latinoamericana y el papel que le corresponde al continente. En ese sentido afirma “En las próximas dos décadas América Latina se jugará el protagonismo en las grandes batalla que se perfilan en el siglo XXI y su lugar en el nuevo orden mundial en ciernes”, agregando más adelante: “Ante todo se trata de recorrer las vías de la integración hacia la configuración de la Unión Sudamericana y la Patria Grande Latinoamericana. Solos, separados, contamos muy poco y no iremos a ninguna parte. Sería callejón sin salida que nos condenaría como segmentos marginales, empobrecidos y dependientes de los grandes poderes mundiales”.
Guzmán Carriquiry, el laico que más se ha destacado en la estructura de la Iglesia, fue secretario del Pontificio Consejo de Laicos y hoy es Secretario General de la Pontificia Comisión para América Latina.
Guzmán Carriquiry, es un uruguayo que se formó en el pensamiento histórico popular de la Patria Grande con quien ha sido también nuestro maestro y el de cientos de latinoamericanos, Alberto Methol Ferré, a quien el Papa Francisco y el presidente del Uruguay Pepe Mujica han destacado y recordado muy afectuosamente hace pocos días.
En los 70 Guzmán Carriquiry era responsable del movimiento estudiantil católico latinoamericano, del cual formaba parte la Juventud Universitaria Católica (JUC) de argentina, de cuya coordinación formé parte.
Hablar de Amelia Podetti, Methol Ferré, Guzmán Carriquiry, entre otros, es hablar de algunos de los pensadores y actores de la historia latinoamericana que hoy se inscriben en el pensamiento del planeta y muchos de nosotros tuvimos y tenemos la suerte de haber estado cerca de ellos y de poder hoy seguir haciéndolo. Pienso en muchos de mis compañeros de la JUC y de la militancia social, política y religiosa de todos estos años (entre los que están los hermanos de Amelia), con los que compartimos la esperanza de un mundo mejor, con más justicia, donde los hombres pudieran ser partícipes de una mayor dignidad y felicidad.
La “Generación Bergoglio”
Vivimos un tiempo de profundos cambios. Quiénes pretenden alterar el rumbo de la historia no comprenden que hay nuevos aires en el mundo y en la Iglesia y que - en ambos espacios - América Latina está llamada a ocupar (y obviamente ya lo está haciendo) un lugar destacado en estos nuevos tiempos.
Francisco ha abierto una brecha y la situación política, social y religiosa de nuestro continente, esencialmente la vitalidad de nuestros pueblos, hacen posible transitar por ese camino.
Francisco trae una gran novedad, la que no puede confundirse ni enmascararse con aspectos formales, hablando del color de sus zapatos, de su gusto por los alfajores de dulce de leche, o - en el mejor de los casos - de su actitud “misericordiosa” para con los pobres.
La novedad de Francisco forma parte de la “irrupción de América”, de la necesidad de cambios profundos de las estructuras que hacen que haya pobres y empobrecedores, del requerimiento de un mundo con mayor justicia y dignidad para todos.
Hoy hay una generación de la que - con independencia de edades - podemos formar parte, “la generación Bergolio”, él reclama la participación de todos, en una actitud activa, para defender la creación, construir la paz y un mundo nuevo para los pobres. Tenemos que estar dispuestos a acompañarlo es su tarea para reparar la Iglesia y el mundo todo.
Jorge Benedetti
miércoles, 31 de julio de 2013
En la vida hay que elegir y Massa eligió Clarín
En la vida hay que elegir y Massa eligió Clarín
Las últimas encuestas de Enrique Zuleta Puceiro y Poliarquía, que revelaron una inquietante paridad entre los intendentes de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, y el de Tigre, Sergio Massa, para el ensayo electoral de las PASO de cara a las elecciones de octubre, alteraron el clima hasta ahora exageradamente festivo y optimista del cuartel general del nuevo enfant terrible de Clarín y La Nación.
Era previsible. A medida que Cristina Kirchner se involucrara en la campaña y definiera más claramente que su candidato oficial era Insaurralde, el voto filo-kirchnerista que veía con buenos ojos el experimento supuestamente cándido y balsámico del tigrense iba a reorientar su voto en apoyo del oficialismo.
Por Roberto Caballero
Frente a este escenario, Massa reaccionó endureciendo el discurso sobre seguridad, un hit de los tiempos pretéritos de Eduardo Duhalde y Carlos Ruckauf, sacándose el saco para pelear en un spot que recuerda a Fernando de la Rúa golpeando sin convicción la mesa del programa de TV de Mariano Grondona.
La sobreactuación tiene una única intención: ir en busca de los votos "hartos", de derecha dura y bien antikirchnerista, del colombiano Francisco De Narváez, para inyectarle una recobrada vitalidad a su propuesta light, hoy amenazada por el repunte de Insaurralde, que se hace cada vez más conocido y atractivo, incluso para los críticos del oficialismo.
La otra decisión de Massa ante esta realidad inesperada que comienza a preocuparlo fue definir su alineamiento mediático.
Si en la vida hay que elegir, el tigrense eligió a Clarín. Durante el programa Infama, del picante Santiago Del Moro, puesto a optar entre Página 12 y Clarín, eligió como diario de cabecera el de Héctor Magnetto con pompa y sin remilgos.
En estos tiempos, la suya es toda una definición política. En el contexto abierto por la Ley de Medios de la Democracia, con Clarín como ariete antikirchnerista sacado de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), lo de Massa es la verbalización de una alianza hasta ahora disimulada en la figura amigable de Mirta Tundis. En el pasado hubiera pasado como un pin pong alegre sobre gustos del candidato. Ya no.
La sensación es que Massa arrancó hace dos semanas en el techo de sus posibilidades electorales. En el camino, probó asociarse al PRO de Mauricio Macri, fuerte compromiso que mantiene en San Isidro, Vicente López y todo el corredor de la zona norte del Conurbano, donde su cartelería es amarilla intensa y con el logo del partido autonomista porteño.
Pero, en función de las encuestas, fue bastante patético ver cómo reculó y hasta ensayó con Macri un desacuerdo que no existe para no espantar al supuesto peronismo provincial no kirchnerista.
No es menos llamativo que, jugado por jugado, elija aferrarse a los pantalones de Héctor Magnetto y sus 250 licencias televisivas y radiales. Massa necesita sacarle diez puntos al kirchnerismo para soñar convertirse en una referencia indiscutible de todas las oposiciones existentes para octubre, que es la elección que vale.
El poderoso aparato comunicacional concentrado de Clarín es un socio formidable para cumplir con su deseo, ahora que descubrió que no hay tantos kirchneristas dispuestos a abandonar el barco que conduce Cristina Kirchner para subirse a la Interisleña que ofrece como si fuera un trasatlántico de lujo.
Los títulos, los copetes, los epígrafes y los zócalos que abastecen a granel su ilusión desde el búnker de la calle Tacuarí, ahora más que nunca, seguramente reconfortarán el narcisismo del tigrense para enfrentar el desafío próximo.
Pero en democracia, deciden las urnas. En la vida hay que elegir y Massa eligió a Clarín. Resta saber a qué intendente, si al de Lomas o al de Tigre, eligen los bonaerenses para que trabaje como diputado, haciendo leyes y debatiéndolas en el Parlamento; y no para ser estadista, como Magnetto quiere hacernos creer desde la hipnótica influencia que ejercen sus medios ilegalmente monopolizados.
Infonews
Las maldades de la política Por Alejandro Horowicz
La maldad de la política, de esta política, sigue siendo la constante, y Carlos Saúl Menem la sintetiza.
Leer los diarios se ha vuelto un trabajo. No me quejo. Hace años que forma parte de mis hábitos sistemáticos. El día arranca con desayuno y diarios, en ese orden. Cuando empecé, en los '60, me los devoraba. Entenderlos era el asunto. Entonces aparecieron los semanarios: Primera Plana, Panorama, Confirmado. La sombra de Jacobo Timerman atravesaba la prensa escrita, el modelo de la revista Time. Esos medios eran el backstage de la información, las columnas para la interpretación de la realidad: azules y colorados, peronistas y antiperonistas, la irrupción del psicoanálisis, los cambios de la vida cotidiana, el cine de autor y la Revolución Cubana; entender, interpretar los nudos problemáticos, entender el mundo cambiante de la bipolaridad, entendernos a nosotros mismos, esa era la razón de la información, del periodismo.
Y los diarios de ese entonces cambiaron, se vieron obligados a elevar la puntería. Ya no alcanzaba con "pegar" los cables. El valor agregado del periodista especializado se volvió insustituible. Incluso la televisión dejó de ser el hijo bobo del divertimento, y aportó la instantaneidad de la noticia mediante noticieros notables. El Reporter Esso hizo escuela. En 15 apretados minutos, con elevadísimos picos de audiencia, Armando Repetto, bajo la batuta de Luis Clur, construyó el exitoso modelo que todos imitaron. Corría el año '63, y los programas periodísticos con analista y todo se volvieron parte del menú televisivo.
Nada de esto ha sobrevivido. La dictadura burguesa terrorista del '76 fue bloqueando ese camino. Antes el Operativo Independencia educó a los medios. La distancia entre lo que sabíamos que pasaba y lo que se publicaba terminó por abrumar. La prensa perdió centralidad. Las secciones cambiaron de peso. El deporte ganó espacio incluso en los diarios "serios", la economía era la ultima ratio, y la interpretación de la política fue sustituida por los chimentos del poder. Los "analistas" recalentaban la misma data contada más o menos del mismo modo. Los monótonos discursos de oficiales retirados o en actividad, repetidos hasta la indecencia, ganaron la página central de diarios en perpetua cadena nacional; habituarse a leer en entrelíneas para averiguar alguito, el método contra la pobreza informativa; todo lo que importaba no se podía mentar; Jorge Rafael Videla explicando, sólo es un modo de contarlo, que había personas que no estaban más, que habían desaparecido, terminó por modificar el lenguaje nacional e internacional. La palabra "desaparecido" no requiere traducción.
Ese es uno de los logros permanentes del '76, pero no es el único. La política como actividad se volvió sospechosa. Política y subversión se volvieron perfectamente intercambiables. Era tiempo de poner remedio a tanta voluntad transformadora. Debía quedar claro, la política no era una actividad para todos, sino un métier de profesionales: una barrera china separó a los ciudadanos de a pie de los políticos.
En ese terreno se situó el botín de guerra. Entre las cosas que no se podían publicar, pero que todos sabían, los operativos contra la "delincuencia subversiva" se llevaban las palmas. Bastaba que se marcara un "sospechoso" para que un camión de mudanzas se ubicara en la puerta y todo fuera desprolijamente embalado. Muebles y enseres, libros y papeles, absolutamente todo se cargaba para la venta. Los grupos de tareas actuaban como si no fueran órganos del Estado, como si no se alimentaran del presupuesto público, como si las finanzas de sus integrantes sólo dependieran de su "capacidad" recaudadora. Era una verdadera privatización, y terminó siendo el modelo de todas las demás. La confluencia entre público y privado dejó de estar mediada, el proyecto político pasó a vago enunciado de circunstancias. Los integrantes de un grupo de tareas pasaron a tener genuinos intereses crematísticos. Eran los socios menores de una vasta operación de saqueo. Y las propiedades de los oficiales superiores, las de Emilio Eduardo Massera, por ejemplo, ya no podían compararse con las módicas casas de sus antecesores en el cargo. Alejandro Agustín Lanusse, presidente de facto entre 1971 y 1973, vivía en un departamento de clase media acomodada, atendía directamente el teléfono y servía el café a su circunstancial interlocutor. Dependía de su jubilación para pagar las expensas, y aunque era el integrante de una familia tradicional no podía pagarse una oficina propia en la década del '90. Cuando escribió con el "Conejo" Pandolfi las Confesiones de un general, para la Editorial Planeta, se juntaban a trabajar en el living. Ese sí que era un escándalo.
El estallido de 2001 puso en entredicho el modelo menemista hasta un cierto punto. Con la democracia parlamentaria del '83 ni se comió, ni se educó, y mucho menos se cambiaron los valores puestos en circulación por José Alfredo Martínez de Hoz y sus mejores muchachos. La verdad se relativiza hasta volverla irreconocible. El mundo de la política y el de las empresas actúa con idéntica liviandad. En un lugar se dice una cosa y a pocos kilómetros de distancia se practica exactamente la contraria. Voy a dar un ejemplo entre centenares. La cadena de supermercados Carrefour cobra las bolsas de plástico a sus clientes capitalinos. Sostiene que se trata de una política ecológica, y que este es un instrumento para disuadir, reducir el uso de tales bolsitas. No cabe ninguna duda: un material inconveniente que se usa unos minutos para tardar años en ser reabsorbido por el planeta, como reza en la publicidad porteña de Carrefour. Eso no impide que en Paraná las mismas bolsitas, que hacen idéntico daño, en la misma cadena de supermercados se regalen, y que nadie alerte sobre el cuidado del planeta ni sobre ninguna otra cosa. La publicidad es un argumento de venta, o un negocio de circunstancias, pero de ninguna manera obliga a la empresa a un cierto comportamiento de principios. Y que una ONG llame la atención sobre el asunto, a menos que logre decenas de miles de firmas, no cambiará las cosas.
Las campañas publicitarias de los partidos políticos siguen una lógica similar. De un lado de la General Paz se forma parte de una coalición que del otro no existe, de un lado se intenta ser opositor y del otro un oficialista muy tibio, ya que se dirigen a distintos mercados. Basta mirar los afiches para entender: todos tienen una foto sometida a un cuidadoso photoshop, donde los candidatos son más lindos, más jóvenes y muchísimo más intercambiables. Y al pie, como casi al descuido, la marca bajo la que compite; en algunos casos ni eso, sólo el número de la lista y punto.
Cuidado, eso no quiere decir que no se decida nada. Sólo estoy subrayando el modo que esta decisión asume. Por eso el no decir, el dejar todo en aguas de borrajas, pareciera la estratagema salvadora. Ese estático abordaje sirve si nada se mueve. La campaña más pobre también incluye alguna clase de intercambio polémico. Y el discurso pastoral que al comienzo mide comienza a ser erosionado. Una encuesta publicada por La Nación registra que Sergio Massa pierde caudal a manos del oficialismo K, y de la violenta oposición que encabeza el colorado De Narváez. Los que apuestan a transformarlo en un punto de referencia de un oficialismo suavemente crítico corren el riesgo de perder esa apoyatura, y los que lo votarían por integrar las huestes de una oposición tranquila empiezan a otear otros pastos. Si los cimientos se conmueven, los que juegan a ganador, que no son pocos, abandonarán el barco, y una trabajosa maqueta del laboratorio comunicacional concluirá en fallido. No es obligatorio que suceda, pero conviene admitir que tanta fragilidad nos recuerda que la interna del peronismo sigue siendo el corazón de la política nacional. Mientras tanto, Carlos Saúl Menem sigue siendo senador, y difícilmente antes de octubre deje de serlo. La maldad de la política, de esta política, sigue siendo la constante, y Menem la sintetiza.
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