lunes, 8 de abril de 2013
EL PERON DE LAMBORGHINI
Una hipótesis del porvenir
La obra Perón en Caracas nos permite enfrentarnos a un Perón que ya no es, y que todavía no será. Su espectro: John William Cooke.
Por Juan Ciucci I El tipo está solo, ahí. Enfrente de uno, como si no fuera quién es. En esa leonera que ya no es una cárcel o un buque de guerra paraguayo, sino un espacio mayor indeterminado, llamado exilio. Ese hombre, presente de mil maneras en esta habitación, es ni más ni menos que Juan Perón.
Quien lo muestra así, encerrado pero acosado por todo lo que no está ahí, es Leonidas Lamborghini. Eligió retratarlo en Caracas, Venezuela. En esa parte del exilio que poco se conoce, que parece ser la pretérita de lo que fue. Ante su estadía célebre en Puerta de Hierro, este periplo caribeño de Perón ha pasado un tanto al olvido. Pero es justamente allí, donde se prefiguran todas las cosas que pudo ser y que terminó siendo.
Por eso la obra es un abismo hacia la personalidad de un líder excepcional, de una de las figuras más trascendentales de Suramérica. Que tuvo que huir de su Patria (¿tuvo que hacerlo?, ¿podría haber resistido?), perseguido por asesinos y vendepatrias. Que ve como todos se alejan, creyendo que su estrella ha caído. Que solo lo tiene a Cooke, y a los que junto a él comienzan a resistir. Y que al mismo tiempo desconfía de ese joven de origen irlandés, que supo parapetarse detrás de la Pirámide de Mayo a defender a tiros su revolución, de los asesinos del ‘55.
Este líder en caída, este poderoso sin poder, nos muestra todas las facetas posibles del gran conductor. Se conmueve, llora y grita su desgracia y la desgracia del país. Pero es tan pícaro que no se deja atropellar por los sentimientos; y es capaz cual saltimbanqui, de pegar mil volteretas, y caer siempre parado.
Perón en Caracas resulta entonces un monólogo del General, en una habitación vacía y a la vez ocupada por sus pertenencias, que viene arrastrando en este largo exilio. La escena, entonces, refleja ese despojo del no-lugar; enfrenta al personaje con su deshumanizado contorno. Sus diálogos son con su memoria, sus recuerdos, sus espectros. El público de la sala es su natural interlocutor, para este Perón que actúa lo que fue, y aun busca cómo ser. Está desencarnado, como dirá en su vuelta del ‘73. Se dirige a la platea, la observa, le habla, la intuye. Y hacia el final desde esa platea lo interpelan, lo insultan, lo echan. La obra rompe la famosa cuarta pared del escenario, no sólo por la presencia envolvente del líder, sino con esta interpelación permanente desde y al público.
Ese público que lo insulta y quiere echarlo al final de la obra, lo podemos pensar, retomando el análisis de Matías Farías, como perteneciente a la década del ’90. Que “no quiere hacerse cargo del líder que supo crear, Perón, y lo usa como chivo expiatorio de sus propios fracasos”, como observa Farías. Leonidas, irónico, en su presentación de la obra dirá “En todo caso, si esta obrita mereciera el calificativo de deleznable la culpa es del General. ¿Acaso, según opinión mayoritaria en nuestros días, la culpa de todo no la tiene Perón?” Años oscuros los ’90, con un menemismo que recuperaba la visión gorila y reaccionaria del peronismo, y que alejaba a la militancia de sus fuentes. Otro contraste con estos días de exaltación y vivificación del movimiento peronista, más allá de las tesis superadoras al estilo Laclau.
Perón y Evita han ganado nuevamente las calles en cantos y banderas; y mayor sorpresa para quienes vivimos otras épocas, tienen ahora quien los acompañe en una tríada popular. Hasta Néstor Kirchner, parecía no existir alguien capaz de compartir tamaña terna. Y ese ascenso a la Santísima Trinidad Peronista, fue merced de un pueblo que sintió natural brindarle semejante homenaje. Desde la CGT, hasta las organizaciones juveniles, pasando por todos los sectores populares que aún construyen esa imagen en nuestras calles.
El teatro de Perón
En la presentación que Lamborghini hace del personaje, se trasluce su cabal conocimiento del líder y de su periplo en el exilio. Nos lo presenta así:
“Un Perón ya sexagenario que todavía se conserva, aunque con señales de algún deterioro (ese carraspeo, ese molesto dolor en el bajo vientre). Se nos aparece, por momentos, como un veterano actor en búsqueda de sí mismo y de interpretarse en su nuevo papel de Líder político desalojado del poder y obligado al exilio, pero que, no obstante, ya está preparando el terreno para recuperarlo”.
Podemos encontrar aquí las líneas de análisis de este período de Perón poco trabajado. Y nos interesa por ser un momento de tensión, entre su pasado y su futuro, pero casi sin presente. Está en el exilio, sin guita, pasando de país en país y de conflicto en conflicto. Paraguay, Panamá, Nicaragua, Venezuela y República Dominicana fueron los destinos del General en América, llegando mal, y yéndose peor. En escena, las valijas sin abrir, proponen la imagen de este viajero que aún no encuentra destino.
Retomamos: es un momento bisagra en la vida de Perón, en donde ya no es lo que fue, y no sabe ni cómo ni quién será. Le llueven propuestas de todas partes, le llegan promesas y anuncios equívocos. La obra maneja con sutil ironía estos posibles pasos, este estado de indefinición, esta duda que parece eterna. ¿Entre qué? Son largos los parlamentos en los que el Viejo se define: o un tirano Prófugo, o un gran estadista, o un payaso o un revolucionario, o un fascista o un socialista, o un macho o un cobarde.
La obra trabaja en escena con los discursos del General que ya empiezan a erigirse, con las lecturas de aquello que aún no ha terminado y con aquello que vendrá. Se enfrenta Perón con lo que dicen de él, con los que empiezan a teorizar aquello que él vivió, aquello que encarnó. Esas dudas, en este exilio, son atroces, demoledoras. La carga cae sobre este hombre sexagenario, que sufre en carne propia el dolor de ya no ser. Las escenas que lo muestran orinando con dolor, merced de la prostatitis que lo aqueja; desnudan la humanidad de este prócer viviente. ¿Era un ser humano, el General? ¿Podía alguien, tan siquiera él, verlo como tal? ¿Cómo puede morir un líder? Estas preguntas aun nos resuenan, en este presente argentino del aniversario de la muerte de Néstor Kirchner. Pero en ese 1998 en que escribe la obra Lamborghini, no parecía posible que apareciera otro líder por estas tierras. Era más bien una época de traiciones al interior del campo popular. Sin duda oscura, como aquella del fin de los ’50.
Mientras tanto, Perón, aquí en Caracas, está solo. Lo que vuelve del pasado y del presente de su patria, se presenta de modo espectral y alucinado. Lamborghini trabaja con el sonido, para traer a escena aquello que no está. Utiliza canciones propias que se exhiben de un modo alusivo; o inventa cúmulos de sonidos que intentan recrear aquello que se presenta ante Perón. Que puede ser el dolor de los torturados, el estruendo del 17 de Oktubre, el “monstruo maldito en el país burgués” de Cooke, o la evocación de una Eva cuyo cuerpo aún no sabe dónde esta. Es ésta una de las más desgarradoras escenas de la obra:
-¡¿Qué te han hecho Negrita?! ¡¿Qué te están haciendo!? ¡Bestias! ¡Hijos de puta! (grita Perón desencajado).
Leónidas trabaja con todo nuestro capital cultural del peronismo y de nuestra historia, y que en ese presente de Caracas vemos que Perón no sabe del todo, pero sospecha. En ese vacío del exilio, ni el cuerpo de su compañera descansa en paz. Nosotros sí sabemos lo que le pasó, lo que le hicieron, mientras el pueblo estaba proscripto y su líder exiliado. Pero en esta habitación, en este momento de la obra, es un hombre que desespera por el destino del cuerpo de su mujer. Hechos políticos y humanos, que no terminan de escindirse. Porque en escena, vemos todas sus dudas, todo aquello que lo acongoja, toda su abierta politicidad.
El Perón que elige Lamborghini
En esta representación, en este Perón en Caracas, sin dudas está presente la elección del autor, de cuál de todos los que son Perón va a elegir representar. Y aunque muestra muchos, partiendo de las dudas del General, quizás podemos ver con mayor claridad uno: el Perón de John William Cooke.
Esta obra teatral se la dedica Leonidas justamente “A la memoria de mi amigo J. W. Cooke”. Y es el único actor del período que aparece nombrado. No está Jorge Antonio, no aparece Isabel.
Como metatexto permanente de la obra está aquella monumental batalla epistolar: la Correspondencia Perón – Cooke. Es con ese corpus de cartas del exilio con el cual se construye la matriz política de la obra teatral. De allí saca su sustento ideológico, su espacialidad, su anecdotario. Lamborghini fecha su Perón en Caracas el 14 de Septiembre de 1956. Es la fecha de la cuarta carta que aparece en la recopilación de esa mítica correspondencia. Ese día, el General escribe dos cartas, una al Bebe Cooke(ya preso en Ushuaia) y otra a su padre, a quien le envía la dirección de su domicilio en Venezuela. Son esa fecha y esa dirección las primeras palabras que Perón dice en escena. Leónidas recupera esa fecha y su resonancia temporal: “Va a cumplirse un año del golpe gorila”, dice el general en la obra teatral. No ha pasado aun un año, estamos tan cerca del comienzo de la Revolución Fusiladora, de los bombardeos a la plaza; y a la vez tan lejos.
Esa correspondencia es uno de los objetos de análisis más trajinados del peronismo. Permite de primera mano observar la relación un tanto irregular de dos hombres en el pleno accionar de sus vidas. Sucede durante la cumbre de la participación política de Cooke dentro del peronismo (con aquella famosa carta de noviembre del ’56, en la que Perón dice: “En caso de mi fallecimiento, en él delego el mando”). Son cartas de informes generales y planes de acción, de insurrecciones siempre a punto de desatarse, de marchas y contramarchas, de diferentes pareceres que se convierten en disputas. De un ida y vuelta que se transformará en monologo, cuando las cartas ya no lleguen desde Madrid. Fue quizás Cooke el único argentino que le dijo qué hacer a Perón, que se atrevió a criticarlo con dureza de frente. Cuando el General, en su vuelta definitiva a la Patria, lamente la falta de hombres para sucederlo, la prematura muerte de Cooke cobrará matices de tragedia nacional.
Al momento de analizar ese Perón que desde Cooke construye Lamborghini, prefiero citar a esa monumental obra llamada Perón: reflejos de una vida, de Horacio González. En esta escritura de todas las lecturas que se han hecho del peronismo que realiza González, le dedica varios pasajes a John William y su relación con el General. A partir de aquella frase-concepto a la que ira unida para siempre el nombre de Cooke “el peronismo es el hecho maldito de la política del país burgués”, González comienza a decir:
“El peronismo era justamente un lugar de escisión, de quiebre, que anulaba lo que él mismo representaba, y representaba anulando lo que decía tener voluntad de hacer. Cooke, con ese concepto, mostraba no ser un intelectual de la nación o de un proyecto jacobino estatal, todo lo quimérico que fuese(...) porque Cooke es un intelectual de exilios, vive desestatizado y sin lengua específica. Su lengua es la del sujeto agonal revolucionario. Su ethos de acción está ligado a las mentalidades clandestinas y conspirativas(...) Con esta serena convicción de su marxismo latinoamericanista, en la dramática correspondencia que sostiene con Perón, había llegado a neutralizar, quizás sin proponérselo, el sistema de conducción urbi et orbi del viejo general exiliado.(...)
De ahí que el peronismo sea “la expresión de la crisis general del sistema burgués argentino, pues expresa a las clases sociales cuyas reivindicaciones no pueden lograrse en el marco del institucionalismo actual”. No podría obtener conclusión más nítida la idea de que la lucha de clases se inscribe en el cuadro institucional, poniéndolo en estado de desmoronamiento permanente. El peronismo no puede ser contenido por las instituciones burguesas, pero sus propias contradicciones no logran configurar los actos para superarlas.[...]
Los temas de Perón en la Correspondencia son el odio, la vergüenza, la violencia, la muerte, la delegación de la palabra, la imposibilidad de dejar de ser uno, de ser este sujeto que escribe y que lucha por descifrar y a la vez encubrir sus propios cálculos abismales”
Larga cita, que envuelve varios vericuetos posibles de la interpretación del cookismo. Me interesa traer la concepción díscola de Cooke, siempre en los márgenes del proceso del cual es parte. Tanto, que finalmente queda a la deriva, alejado pero en orbita del sistema solar peronista. Un maldito él mismo, que en el ’98 de la obra teatral de Lamborghini, es un recuerdo militante o una bibliografía académica. Su fuerza revolucionaria permanecía acallada, y esta obra de Leonidas puede verse en ese marco como un intento de exorcismo, de recuperación victoriosa del gran Bebe. Pero que arrastra también las huellas de aquella batalla perdida. Le hará decir a Perón en la obra:
-¡Sí!, el peronismo... el monstruo maldito del país burgués que dijera Cooke... y él intentando explicarles nuestro minotauro a ortodoxos marxistas-leninistas del mundo entero... ¡Bravo mi querido Dr. Cooke.... mi querido y admirado amigo!... (y agrega con sorna)...pero antes darán aceite las piedras... antes de que alguna vez nos lleguen a entender... Pero ya veremos ... ya veremos... (y se lo escucha decir muy por lo bajo coincidiendo con una de sus guiñadas, traviesamente)
-...bueno, vaya a saber lo que veremos... la Historia es también una milonga... y qué milonga...
Metáforas del poder
Un objeto y un sonido funcionan en Perón en Caracas a modo metafórico de ese poder que el personaje posee (o cree tener, o no sabe si lo tiene) y la construcción que ese poder demanda para existir.
Por un lado aparece un durazno, maduro y jugoso, que Perón amenaza constantemente con comer, y que no come nunca. “Me atrevo, no me atrevo”, es su duda shakesperiana ante la fruta seductora. ¿A que se atreve y a que no se atreve este Perón del primer exilio? ¿Que pasos de los que Cooke le propone esta dispuesto a seguir, y cuales no? Estas decisiones, estas cavilaciones, son el sustrato del drama de la obra, el alimento de estos interminables monólogos replegados, ensimismados en su persona. Llegará a lanzar proclamas celebres, de aquellas que hiciera famosas. Pero resuenan a vacío, en el vacío de la piesa en la que ahora habita. ¿Siguen siendo sus palabras tan potentes como antes? En el pasaje del discurso ante miles que realizaba en la plaza, a las cartas que todo peronista que merezca serlo podrá recibir en esos años. Un hombre de cartas, hablado por sus cartas.
Y por otro lado, el sonido de un flautista que ensaya una partitura. Esos ensayos, su progreso, le permiten a Perón (y a Leonidas) reflexionar sobre la construcción política, y las formas del poder. Esos pasos que deben darse, lentos hacia una melodía (una sinfonía del sentimiento, diría Favio). Los pasos que intenta construir Perón, con aquellos que se acercan a escuchar su palabra. Como ese pichón de dirigente con el que intenta dialogar en la obra, y que no hay manera en que logre entenderlo. Trabajo irónico sobre aquellos que viajaban hacia la Meca peronista, y volvían con dispares interpretaciones de las palabras del exiliado. O a los cuales Perón, intencionalmente, confundiera y despistara. Esa sinfonía, tan difícil de construir, que se escapó en el aire, que pareció ser tantas cosas distintas, que sirvió a tan dispares fines.
Llegamos al final de la obra, con el fantasma, el espectro de Perón allí presente, sin manos. Con los signos de ese otro cuerpo mancillado, en una sociedad de cuerpos sin descanso. Una sombra ya pronto serás, una sombra lo mismo que yo. Final doloroso, de angustias, incierto. Podemos pensar en esos años finales de la década del ’90, en el país que observaba ese espectro de Perón, y a quienes decían ser sus herederos. Sin dudas hoy la realidad es otra. Esa risa gardeliana del General esta más viva que nunca, a la espera aún de los sucesos que esta nueva resurrección del movimiento pueda provocar. Quizá con menos pasado y más futuro, quizá con nuevas armas y herramientas de la crítica y la política, quizá intentando conjurar nombres sin caer en blasfemias. Porque mejor que decir es hacer, y mejor que prometer es realizar.
“En inferioridad frente a su fuerza material, la ventaja del Peronismo está en que no resiste al curso de la Historia, sino que forma parte de él, que no es un rezago del pasado sino una hipótesis del porvenir”
John William Cooke
Correspondencia Perón – Cooke, 30-9-1962
GB
UNA PELICULA PERONISTA POR JUAN CIUCCI OPINION
Una película peronista
El próximo jueves se estrena Puerta de Hierro, el exilio de Perón una muy interesante película que retrata el periplo del General lejos de su Patria.
Por Juan Ciucci l Los restos míticos de Perón se deshacen en su largo exilio. Y esa carne sufriente que se construyen, de ese hombre desterrado, es la que da sustento a su vez al mito. La que hizo nacer historias de aviones negros, la que tornó viva una frase como luche y vuelve, la que convirtió en un puntal de la procesión peronista su quinta en el exilio madrileño.
Puerta de Hierro es una notable reconstrucción de ese mundo, y del hombre que fue Perón en ese transito de 18 años alejado de su Patria. Es un hombre sufriente, entre cavilaciones de su lugar en la historia, que sucede a miles de kilómetros de sus quehaceres diarios, entre cartas e indicaciones para quienes siguen en la resistencia y reuniones con aquellos que viajan para verlo. Es también un ajedrecista, que ha apostado al tiempo en lugar de la sangre en la batalla que la oligarquía y el imperialismo han desatado en la Argentina. Pero es un hombre enfermo que conoce los límites de su cuerpo, que darán el tono a la tragedia que se avecina en su Patria y en su Movimiento. El tiempo, parece, no fue la mejor apuesta.
Si Leónidas Lamborghini tomaba el período de su transito en Caracas para trabajar allí las ambigüedades del líder exiliado, la dupla Laplace-Fernández se instala en Madrid, destino final del periplo de Perón. De su paso por Caracas reflejan el encuentro con Isabel, dando el tono a la decisión de aquella mujer de no apartarse nunca del General. La aparición posterior de López Rega y del triángulo que terminarían conformando, es de los mejores momentos de la película, donde logra recrear ese clima incierto y obscuro que el Brujo terminó por aportarle a Perón.
La reconstrucción de época de esta ficción es excepcional, como en su conjunto las actuaciones. Mención aparte merece Laplace, ya convertido en el actor que mejor ha representado a Perón. Este líder viejo que encarna, supera aun sus anteriores versiones. Ha logrado una representación que desde lo corporal recupera todos aquellos detalles que nos devuelven al Perón que todos tenemos internalizado, tanto quienes lo conocieron como aquellos que sólo lo han visto en imágenes.
Pero mostrar a este líder viejo y vencido intentando reconstruir su poder, sin adentrase en las polémicas que muy pronto se abrirían, es una de las falencias de la película. Concluir el exilio en 1972, y no en aquel 20 de junio del ´73, es una decisión política que representa una mayor concordia en el Movimiento de lo que finalmente sucedió. Es una película que apuesta a la unidad, que deja entreabiertas las líneas del trágico final, pero que opta por no indagarlas en profundidad. Algo que el Perón en caracas de Lamborghini hace con proverbial maestría.
Quizás no sean tiempos para abrir esas disputas, en esta época en que la idea y el sentir de la Patria han sido recuperadas. O quizás sea justamente por ello que debemos hacerlo, para que la unidad no sea una amalgama frágil, con más silencios que certezas.
EL HOMBRE Y EL MITO.
“Queríamos mostrar el hombre detrás del mito”
Entrevista con Dieguillo Fernández, director de Puerta de Hierro. “El compromiso político con el tema es profundo, es un tema que tanto a Víctor Laplace como a mí nos apasiona”.
APU: ¿Cómo nace la idea de la película?
Dieguillo Fernández: La idea de la película es un proyecto que desde hace varios años tenía Víctor (Laplace) “entre ceja y ceja”, encarpetado y no veía la luz. Nosotros trabajamos juntos en otros proyectos, hasta que Víctor se decidió a darle curso a eso que le quitaba el sueño. Empezó a moverlo para intentar encontrar las posibilidades económicas de hacerlo y ahí empezamos a trabajar fuertemente en ese proyecto y le fuimos dando forma.
Víctor escribió un guión a partir de una idea que tenía con Leonel D´Agostino, que es el guionista de la película. Escribieron un muy buen guión y cuando estaba terminado, Víctor me convoca para que haga un trabajo de script doctor, es un trabajo que tiene que ver con revisar los guiones ya escritos próximos a filmarse. Luego de ese trabajo me propuso seguir trabajando el guión mientras seguía la búsqueda de fondos. Víctor iba a interpretar el papel de Perón, porque inclusive, barajamos la posibilidad de que fueran otros actores. Cuando él se decidió a interpretar el rol, era evidente que iba a necesitar que la dirección fuera compartida porque no iba a poder hacer las dos cosas. Me propuso compartir la dirección, acepté y desde ese momento trabajamos muy bien hasta hoy que estamos a punto de estrenar.
APU: ¿Cómo fue dirigir a Víctor Laplace en un papel como el de Perón, que ya había interpretado y muy bien en otro momento?
DF: Interesante la pregunta, porque todavía es como que no dimensiono eso, dirigir a Víctor Laplace, al actor. Porque primero, es mi amigo Víctor Laplace, después mi colega Víctor Laplace y después el actor; porque así lo fui conociendo. Por más que cuando lo conocí por primera vez él ya era un actor consumado y talentoso desde ya y con toda su carrera. Lo que hicimos con Víctor en todo ese año que trabajamos el guión, empezar a ver, ensayar cómo era este Perón que queríamos presentar, lo hicimos desde el texto y después cómo era desde lo físico. Es el momento en que ese texto empieza a corporizarse, cuando un actor lo empieza a interpretar.
Empezamos a trabajar en eso, la idea la teníamos clara en común, empezamos a ensayar. Más que dirigirlo a Víctor fue sólo empezar a ver cuáles eran los límites en donde este Perón se quería mover, dónde Víctor se quería mover en la composición. Luego en el rodaje acompañarlo para que si en algún momento de la interpretación, esos límites que habíamos establecido, donde queríamos que el personaje se mueva, si se corría, estar ahí para marcarlos. En este caso por ser Víctor codirector y además por ser el talentoso actor, me limitaba a lo que refiere a su interpretación en particular, a observar cuando el camino se iba de la línea de lo que queríamos llevar. Fue realmente un placer y del cual aprendí muchísimo.
APU: La película se basa justamente en el exilio de Perón en España, desde la mitad del ´60 hasta el ´73. Esto también llevó un gran trabajo de reconstrucción histórica ¿Cómo fue hacer esta película donde hay que reconstruir toda esa época?
DF: Sacando el tema del contenido y de qué tipo de historia estábamos abordando, para un director de cine tener la posibilidad de jugar con la reconstrucción de época, es maravilloso, como recibir en Navidad el juguete más querido. Es un elemento más de laburo dentro de lo que ya es el laburo de arte en particular de cualquier película que pueda transcurrir hoy día. pero además, tenés esa posibilidad de recorrer artísticamente las épocas a partir de la investigación. No es solamente decir “Año 1964 Madrid”, es qué ropa se usaba, qué decorados, qué utensilios. Todos los utensilios que existían por ejemplo, en la utilería de acción del ´64 en Madrid. ¿Cuáles hubiera elegido Perón? O ¿era Isabel la que compraba los objetos de la casa?
Toda esa investigación nos sirvió también para los personajes, nos sirvió para todo ese laburo pensando el arte en la época. Y teniendo en cuenta que la película transita del año ‘55 hasta el ‘ 72. Años de muchos cambios estéticos y la historia pasa en Buenos Aires, parte en Panamá y gran parte en Madrid, el laburo de arte fue un placer hacerlo. Es un placer cuando uno tiene un poco de presupuesto para poder abordarlo en la dimensión que la película se merece. Adriana Maestri, que fue la directora de arte, la verdad hizo un trabajo excelente
APU: En el marco de la discusión política, la película trabaja un momento del exilio, de un Perón frágil que de a poco va reconstruyendo su poder. ¿Cómo fue pensado esto?
DF: Como te imaginarás, el compromiso político con el tema es profundo. Es un tema que tanto a Víctor como a mí nos apasiona, el cual hemos leído previamente a este proyecto y a partir de ahí mucho más. Víctor es peronista de la primera hora, podemos decir que en el regreso de Perón estaba en su juventud militante más activa. Yo soy de la generación de los hijos de esa generación, tengo otra mirada también.
Ese cruce generacional, sobre el fenómeno particular de la historia argentina del Peronismo y específicamente la figura de Perón y lo que generó en la historia argentina hasta hoy fue motivo de debate, de mucha charla y mucho crecimiento nuestro como participantes, en pequeña medida, de la historia. Y además qué Perón queríamos mostrar, dónde nos queríamos plantar para decir, qué vamos a mostrar “nuevo” de Perón ¿Qué puede tener de interesante esta película? Y lo que nosotros queríamos mostrar justamente, era el hombre detrás del mito.
Ver que detrás del mármol, de la “estampita” del General, hay un hombre. Un hombre que envejecía enfermo a 15 mil kilómetros de su patria durante18 años en los cuales no le permitieron volver, esa dimensión del conflicto humano era lo que nos interesaba mostrar, obviamente, atravesada por el Perón político. De alguna manera, poner un poco el foco en esos años de cómo este tipo a pesar de envejecer, después de todo lo que había hecho, cómo se va del país y cómo lo echan del país. Enfermo, lejos, con un entorno poco amigable que se iba enraizando cada vez más a su alrededor, sin embargo pudo mantener viva la resistencia, pudo lograr que el Movimiento no muriese.
Esa entrega hacia sus ideales y de mantener viva la resistencia y poder pasar, a pesar de no estar presente físicamente, de generación en generación esa llama de sus ideales libertarios, era interesante. Mostrar una etapa de Perón de la cual no se ha hablado mucho y todos los registros que hay de esa etapa, más allá de la película de Pino y Getino que es más documental sobre el momento. Es decir, Actualización política y doctrinaria, por más que se lo vea a él paseando con los perritos por el jardín. Toda la documentación de esa época es muy personal de quienes viajaron, atravesadas por esas subjetividades absolutas de quienes iban a visitarlo, era muy difícil documentarse de una manera, si esto fuese posible, objetiva.
Ahí nos entregamos a nuestras propias subjetividades, a nuestras intuiciones y desde ahí lo abordamos con la esperanza de que esta otra mirada de Perón ayude a tener más presente su figura que parece que en estos años no ha estado tan en los primeros planos del recuerdo histórico.
APU: ¿Cómo está marcada por las lecturas que se hacen en la actualidad esa mirada de Perón de la película?
DF: Eso es inevitable, no porque volver a repensar la figura de Perón implique no pensar o dejar de tener presente otras figuras, como la de Eva, como la de la generación joven de los ´70 que levantó esas banderas y después fue aniquilada en la Dictadura. Pero nos parecía, desde dos generaciones diferentes, que nos interesaba entender que hay algo humano ahí y en todos nosotros. Aunque a veces el lugar de poder o de incidencia sobre la historia pareciera deshumanizar a quienes detentan esos cargos o llevan adelante esas ideas, ya sea porque uno los idealiza o porque desde otros sectores se los estigmatiza. Nos interesaba traerlo desde ahí y creo que es una época en la cual, justamente, nos podemos permitir esto.
Tal vez en otras épocas nos hubiera sido más difícil abordar a la figura de Perón con lo que eso implica desde este ángulo. Este es un momento donde hay un montón de nuevas miradas sobre fenómenos que nos han atravesado históricamente. Y que esas nuevas miradas que intentan correr algún otro velo, se pueden dar en esta época y eso es fruto de las políticas que se están llevando a cabo y de la vida democrática que tenemos hoy.
EL EXILIO DE GENERAL, PELICULA.
“Pretende ser una respuesta a tantas preguntas que sobre la vida del Viejo nos hicimos”
Entrevista a Víctor Laplace, actor y director de Puerta de hierro. “Creo que el Peronismo no es sólo una posición política, sino una cultura”.
Por Juan Ciucci
APU: Comentamos cómo nace el proyecto de la película.
Víctor Laplace: Básicamente, es una historia que quería llevar adelante. Siempre pienso en la gente que lucha por la militancia. Y el regreso de Perón en aquellos momentos significó una consigna, “Lucha y vuelve”, que hizo que la juventud empezara a militar desde muy pibes. Los chicos laburaban para el regreso de Perón desde muy chicos y casi no tenían memoria del Perón presidente. El proceso por el que se apropiaban del reclamo popular es el más preciso sentido del término apropiar, lo hicimos propio, es quizás uno de los más singulares de la historia política argentina junto con la vuelta a la política con la muerte de Néstor Kirchner.
Esta película pretende contestar alguna que otra inquietud que nos quedó pendiente de respuesta de aquella época. Pertenezco a una generación que miraba hacia Puerta de Hierro, que era la residencia que tenía finalmente el general Perón, pero no teníamos cómo acercarnos. Construimos un relato que tenía que ver con intentar meternos en el mundo más íntimo, más privado.
Plantear la intimidad de un hombre con signos de sensibilidad, broncas, sueños, dudas, el tema del desarraigo y el convencimiento de una misión que no debía escatimar sacrificios. Él vuelve porque también hay un pueblo que dice “Luche y Vuelve”. El pueblo lucha y él vuelve pero sabiendo que la vuelta le complicaba la vida. Todos esos temas están en la película, trabajamos mucho y muy intensamente. En estos días, que estamos tan cerca del estreno, son días raros para mí, pienso cuánto de nuestra recreación de las intimidades del General Perón han sido acertadas. Porque en esa recreación no sólo pusimos los resultados de una amplia investigación, trabajamos muchísimo con todos los libros que había, sino que también puse mis propias convicciones. Y estoy dispuesto a bancármela, como se dice.
APU: ¿Cuáles fueron las fuentes principales a las cuales acudiste para tratar de recrear esa vida íntima?
VL: Arrancamos desde las reivindicaciones de los diez años de intensa obra social que cambió a la Argentina: de la explotación y esclavitud del ´45 a la comunidad justa que se convirtió en el ´55. Esta es una transformación que es muy conocida: desde el estatuto del peón, los derechos del trabajador, la ley de creación de la justicia del trabajo, la mutualidad sindical, las proveedurías sindicales. Cosas que yo mamé y viví porque era obrero metalúrgico a los 14 años. Las cooperativas de producción en poder de los obreros, la participación en las ganancias, cosas que me voy acordando, estas fueron las primeras cosas que teníamos y las tenía claras porque las había vivido.
Después nosotros pasamos a leer todo lo que pudimos, consultamos a algunos expertos amigos como Norberto Galasso, Antonio Cafiero, algunos académicos pero también militantes y la experiencia que uno recogió. Una bibliografía muy extensa que nos acompañó durante las 22 versiones que tuvo el guión. El último año, trabajamos muy fuerte con Dieguillo Fernández para llegar a una síntesis en la palabra que nos convenciera. Y la verdad estamos muy contentos con la película que hicimos.
La cuidamos muchísimo, fueron muchos años y ahí pusimos la experiencia y la de tantos compañeros, de cómo vivimos aquellos acontecimientos y cómo los vemos ahora a la luz de tantos años. He puesto mucho en esta película, me gustó mucho hacerla, aunque fue muy duro también. Creo que lo importante para mí como director, no soy un director de toda la vida, tengo más de 80 películas, pero he realizado un documental sobre Monseñor Angelelli, sobre la tragedia del 2001, después hice El mar de Lucas, La mina. Creo que me va saliendo un compromiso con la construcción de la memoria colectiva y eso sí, cuento con que la película contribuye a eso. Me interesa que los peronistas se reconozcan en la película y que los no peronistas reconozcan a Perón. También ese Peronismo que planteamos en la película, que es un punto de partida fuerte, sea reconocido como cualquiera de nosotros que tuvo y tiene que encarar cuestiones trascendentes todos los días en su vida, un tipo común al que uno puede querer.
Me gusta hacer una película donde aparece la política y la subjetividad como fue en su momento Operación masacre. Yo conocí a Paco Urondo, era amigo personal de Paco y la verdad que haber tenido esos amigos me marcó para toda la vida. Creo que el Peronismo no es sólo una posición política, sino una cultura.
La militancia que se desarrolla en todas las posibilidades que tiene, no es un cansancio, es una identidad. Por otra parte, es irrenunciable porque desde los 14 años que estoy dándole y dándole, cuando vine a Buenos Aires empezamos a laburar en las villas, conocí al Padre Mujica. Laburamos con Norman Brisky y con tantos compañeros en las villas y ese fue un laburo que a mí me marcó mucho. porque no solamente fue el actor que hizo la profesión, sino que también le encontramos el sentido social a la profesión.
APU: ¿Qué significó retomar la representación de Perón? Ya te has convertido en el actor de Perón, con grandes interpretaciones.
VL: A mí el personaje de Perón me produce una fascinación y es muy anterior a la primera película, que fue Eva Perón, con Esther Goris. Después hice la obra Borges y Perón. Pero mi fascinación viene de antes, soy peronista de la misma época que fui obrero y actor, entonces, para mí hay dos cuestiones. Una es la que tiene que ver con dilucidar esos años de exilio del General y eso sí es una deuda pendiente y preguntas que queremos responder. Por otra parte, lo que tiene que ver con el desafío cómo director y cómo actor, implica plantear un Perón tal como yo lo veo y tal como yo creo que vale la pena verlo. Me interesa porque fue la etapa más extraordinaria que vivimos la del ´45-´55; pero ese es el otro Perón, gobernando, mandando, el hombre de la sonrisa eterna, el hombre del balcón. Este Perón, es un Perón resistiendo, más grande, con dudas. Mi generación y ese Pueblo que lloró su partida, lo soñamos de todas las formas posibles. Y esta película pretende ser un poco una respuesta a las tantas preguntas que sobre la vida del Viejo nos hicimos.
APU: Justamente ahí está presente en el exilio la aparición de López Rega.
VL: Claro, es que no lo podíamos soslayar. Era imposible pensar un relato de esa época en la casa sin que apareciera este triángulo tan particular y complejo como fue el triángulo de Perón con López Rega y con Isabel. Ahí Victoria Carreras y Fito Yanelli se pusieron en la piel de personajes trascendentes y complejos, sin que esto sea un análisis político, ellos armaron conmigo un triángulo fuerte. Después aparecen otros personajes como Cámpora, Jorge Antonio, Galimberti, el grupo de los buenos y un Marcelo De Andrea que se entregó a esa sinuosidad que tenía Vandor.
Después encontramos a un personaje, esto fue el comienzo de todo hace siete años con Carlos Oves, otro gran director, amigo, compañero que falleció. Encontramos un personaje que era Sofía, la actriz española que le da pie a toda la subjetividad del relato porque es un personaje que Perón conoce, que no existió en la historia real pero que podría haber existido tranquilamente. Cuando Perón camina por las calles de Madrid se encuentra con una joven que tiene una sastrería, hija de padres republicanos.
Ahí empieza a entablar una relación donde él se siente muy confiado y le cuenta cosas que no le ha contado a nadie, sostiene con ella una afectuosa amistad. La incorporamos para desplegar todo lo que le pasaba al Viejo, teníamos que encontrar un personaje que además, como ella no lo conocía, le pregunta desde una total impunidad y lo descoloca un poco al Viejo. Él se permite hablar de la nostalgia de su Patria, del dilema de la vuelta, la inminencia de la muerte y esto me pareció que era muy rico, porque es un personaje muy luminoso en la historia de la película.
APU: ¿Cómo analizás lo qué significa hoy pensar a Perón, con este nuevo contexto histórico, esta recuperación del Peronismo?
VL: En realidad, creo que en la Plaza de Mayo éramos muchos el 25 de mayo del ´73, que seguro estaban Néstor y Cristina que reivindicaron la política y reinstalaron la militancia. Las dos cosas, política y militancia en los términos en que nosotros la concebíamos en aquella época. Creo que también ganaron una década, ganaron para la inclusión social como decía Perón, para la justicia social y para el crecimiento artístico de nuestras producciones entre tantas otras cosas, como hacía Perón.
Veo que hay como una continuidad, por supuesto en momentos históricos y políticos diferentes, siempre hay que analizar las cosas en el contexto en que ocurren. “Luche y Vuelve” fue la razón fundamental por la cual la gente salió a la calle y volvió la militancia. Me parece que lo que empieza a hacer Néstor cuando baja el cuadro de Videla y de algún modo, desgraciadamente la muerte hace que la juventud vuelva a tener la capacidad de retomar la militancia.
Inundacion y barrios privados en Tigre
"Las Tunas, Tigre, quedó bajo el agua porque los barrios privados levantaron el terreno"
La legisladora bonaerense Viviana Nocito, de San Fernando, reportó cómo se vivieron las inundaciones en Zona Norte del Gran Buenos Aires.
Agencia Paco Urondo: ¿Cómo está diputada?
Viviana Nocito: No tan bien, muy triste por lo ocurrido.
APU: Un escenario centroaméricano, al decir de otros entrevistados, por el abandono de la gente ante la catástrofe.
VN: Esto nos ha tomado por sorpresa a todos, por la envergadura de la tormenta, y una vez más, esta falta de preparación para enfrentar un hecho así.
APU: Eso se vio mucho en La Plata. ¿Y en zona norte?
VN: Concretamente afectó a distritos como hacía mucho q no ocurría. En San Fernando tomó a los vecinos por sorpresa, porque hacía más de 16 años q esto no pasaba, San Fernando es un distrito q se inunda por sudestadas porque es ribereño. Durante muchos años habíamos hecho un trabajo muy interesante de hidráulica que evitó que se inundara por lluvias pero la falta de mantenimiento de este último tiempo hizo que zonas que hacía más de diez años que no se inundaran terminaran bajo el agua y perdieran absolutamente todo.
APU: Además, las zonas más bajas e inundables son las más empobrecidas.
VN: Esto es lo que ocurre, lo más humildes construyeron sus casa en lugares donde son más baratos, quedan a expensas de estas cosas. En San Fernado los sectores más bajos son aledaños al Río Reconquista, la zona que más se inundó. Son lugares que no son los óptimos pero son los únicos que los más humildes tienen acceso. El negocio inmobiliario beneficia a los que más tienen, habría que preguntarse qué pasa en lugares como Tigre donde han hecho una gran cantidad de barrios privados. En Las Tunas, Tigre, todo quedó bajo el agua porque los barrios privados levantaron el terreno, y el agua sigue su cauce. Unos no sufren la tormenta, otros se inundan.
APU: ¿Y la gestión del gobierno provincial?
VN: La verdad, ante una tormenta como esta, no se está preparado para 400 ml de agua en dos horas. Ahora, ¿por qué no podemos hacer una organización de la defensa civil para que cuando estas cosas pasen, estemos preparados para asistir a la gente? ¿Por qué no estamos preparados para el alerta, para actuar rápidamente y el Estado tenga la presencia que tiene que tener?
NO VAMOS A DEVALUAR POR MERCEDES MARCO DEL PONT.
Por Iván Schargrodsky y Nicolás Bondarovsky
AGENCIA PACO URONDO: Nos gustaría comenzar con lo que sucedió semanas atrás ¿Qué fue lo que ocurrió con la disparada del dólar ilegal?
Mercedes Marcó del Pont: Vale la pena repasar un poco la historia no tan reciente y la historia más vieja. El mercado de cambios ha sido en la Argentina un terreno donde se han dado pulseadas importantes por parte del poder económico para forzar determinados objetivos, como una devaluación. En distintas etapas históricas la devaluación supuso, por un lado, una enorme transferencia de recursos hacia determinados sectores más concentrados, en muchos casos además promovido por la fuga de capitales. Sin ir más lejos, al principio del fin del régimen de la convertibilidad lo que se verificaba era esa situación. Era insostenible desde el punto de vista de la solvencia de la Argentina, que fue acelerada a través de la fuga que, de alguna manera, nació del propio Fondo Monetario Internacional. Y en los últimos años hubo este intento de plantear que la única variable relevante para garantizar el crecimiento y la competitividad es el tipo de cambio.
Cuando ocurren cosas, que naturalmente suceden en cualquier economía que razonablemente se va acomodando después de un proceso de una brutal devaluación como fue la de la crisis 2001-2002, lo que hay que tratar de discutir es la competitividad de un país desde otra variable que no sea necesariamente el tipo de cambio. Ahora, esta es un variable que a partir de nuestra historia traumática ha logrado generar estas situaciones de miedo, de incertidumbre, de desazón.
Hubo cambios estructurales enormes en esta década ganada, que hacen que la Argentina muestre datos duros de solvencia externa que no tienen precedentes. Los gobiernos de Néstor y de Cristina Kirchner dejaron y están dejando a la Argentina, por primera vez en muchas décadas, menos endeudada de lo que estaba cuando asumieron. Podría enumerar muchísimos indicadores; podría enumerar indicadores que tienen que ver con la relación de la deuda con el producto; lo que es la cobertura de lo que necesitamos para pagar intereses de la deuda sobre lo que exportamos; lo que son las necesidades del pago de intereses contra las reservas internacionales. A veces es bueno mirar los números, no solamente desde donde arrancamos en el 2003, sino respecto a la década de los '90. También los números del tipo de cambio multilateral, la prueba más ácida que nosotros tomamos para medir el tipo de cambio que es deflactarlo por los salarios.
Esto habla lo que es el tipo de cambio en términos de competitividad industrial, que es lo que a nosotros nos interesa. Vamos a seguir avanzando en la industrialización, lo que demuestra que, si bien tenemos un tipo de cambio que se achicó bastante respecto al margen que teníamos a principios de nuestro Gobierno, sigue siendo superior al que teníamos en la década pasada. Con un dato sustantivo y fundamental: ese achicamiento se da en simultáneo con factores que para nosotros son estructurales y virtuosos, y que hablan de una calidad distinta de crecimiento; entre otras cosas, el crecimiento de la productividad por el aumento de la inversión. Entonces, no obstante que existen esos datos duros y que quien quisiera tener la mínima buena fe al analizar la economía argentina los podría desplegar y ver que no, que esto no tiene nada que ver con etapas anteriores. Se quiere plantear lo del Rodrigazo, de que estamos incubando desequilibrios que en algún momento van a salir a la luz.
De ninguna manera, porque lo que ha habido son cambios estructurales importantes. Si nosotros recordamos la historia traumática de la Argentina, necesariamente hay que vincular el tema del endeudamiento y la especulación financiera. Evidentemente hay que entender que el terreno cambiario es un ámbito donde permanentemente pulsean los factores de poder, y tuvimos una clara evidencia de eso en lo que fue el año 2011. Y que si uno toma la perspectiva de lo que ha venido ocurriendo en el mercado de cambios de la Argentina, se advierte que la fuga de los propios argentinos pudo ser asimilada, en cierta medida, porque había condiciones que así lo permitían, pero que si uno lo mira en perspectiva, fueron 83 mil millones de dólares que se fueron de excedente económico por fuera del circuito de la producción, de la distribución de la riqueza. Que justamente esa pulseada, que hizo que en el año 2011 se fueran de la Argentina casi 23 mil millones de dólares de los propios argentinos, fue lo que condujo a replantear y decir: si nosotros mantenemos una coherencia y desde el primer momento planteamos una restricción fuerte al ingreso del capital especulativo, es porque no queríamos estar asociados a estos humores de los mercados financieros especulativos. Por lo tanto, lo restringimos de la misma manera que regulamos en su momento el ingreso y salida de capital del resto del mundo. Necesariamente teníamos que abordar la regulación de la fuga del excedente de los propios argentinos. Estas son decisiones que van generando otros factores, pero que claramente lo que a nosotros nos ha permitido es garantizar la continuidad de este proceso.
Hay que entender que nosotros cerramos una fuente de desestabilización que era la fuga, pero permanentemente van a buscar nuevos fenómenos para generar agitación. Algunos intentan agitar un fenómeno como el mercado negro, que siempre existió pero que es ilegal, de baja profundidad y claramente especulativo. Lo que hacemos nosotros es asegurar que se mantenga este proceso de administración cambiaria que nos permitió ir absorbiendo shocks externos e internos, garantizando la competitividad del tipo de cambio y la disponibilidad de divisas para seguir creciendo.
APU: De la explicación se desprende que es una corrida financiera más que soportó el kirchnerismo, y que no afectaría macroeconómicamente a la economía del país. Ahora bien, si esto continúa, más en año electoral, ¿puede afectar seriamente a la economía real?
MMDP: A partir de esta pulseada que se vio en el mercado cambiario se hicieron circular rumores sin fundamento. Ahora hasta dicen desdoblamiento o devaluación después de las elecciones. Son cosas que no van a ocurrir. El Gobierno tiene una política de fondo que se va a mantener y que apunta a profundizar el proceso de transformación productiva.
No ignoro que, por ejemplo, parte de la caída de las reservas internacionales se origina en el retiro de depósitos en moneda extranjera. Existe cierta sensibilidad en una parte de los agentes económicos. Quizás nuestra obligación es explicar cuáles son las condiciones objetivas y por qué no hay razones para que se repitan situaciones traumáticas de nuestra historia. Permanentemente hay que entender que para remover definitivamente la restricción externa de la Argentina, lo que hay que seguir planteando es profundizar el proceso de transformación productiva. Eso es lo más importante, porque las historias traumáticas de crisis externas, en algunas etapas han estado vinculadas a los desequilibrios originados en perfiles de especialización argentina muy atados a los recursos naturales y la insuficiente industrialización. En otras etapas ha estado vinculado a que explota una burbuja de endeudamiento externo y desvalorización financiera. En esta etapa, este Gobierno ha abordado las dos cuestiones de fondo: el desendeudamiento y la disminución de lo que es el peso de los servicios de la deuda externa, tanto pública como privada, dentro de nuestras necesidades de dólares, de moneda extranjera, pero también la industrialización. Eso es quizás el factor decisivo para garantizar que en el mediano plazo la Argentina tenga la disponibilidad de todos los dólares comerciales para seguir creciendo.
APU: ¿Y cuáles son los desafíos de acá en adelante?
MMDP: Hay que seguir aprovechando esta buena etapa en los términos de intercambio para la Argentina. Profundizar la industrialización es entonces un factor decisivo. De la misma manera, que una decisión estratégica fundamental –como fue la recuperación de YPF- buscó recuperar el autoabastecimiento petrolero para garantizar la sustentabilidad del crecimiento económico argentino. Sabemos que el año pasado hubo un desequilibrio del sector energético, que este año también habría, lo importante es reconocer que a mediano-largo plazo hemos recuperado el manejo de nuestros recursos estratégicos. Además, hay un ambicioso plan de inversión por parte de YPF que nos va a permitir empezar a achicar ese desequilibrio energético.
APU: Mencionó que ha habido una reducción de la fuga de capitales en este semestre. Esos dólares que no se van, primero por qué ocurre y segundo ¿son vertidos a la economía real?
MMDP: Un ejemplo: en el pico de la demanda de dólares para atesoramiento, sin destino específico, en septiembre del año pasado llegamos a tener mensualizados cerca de 2400 millones de salida. Son divisas que salían fuera del circuito de la producción y la distribución. Cuando se toma la decisión en julio del año pasado de cortar con la posibilidad de comprar dólares sin destino específico, se produce una fuerte desaceleración que hizo que 2012 terminara con una salida de sólo 3500 millones de dólares y este año es realmente marginal. ¿Esto qué significa? Que los dólares que genera la Argentina en su intercambio con el resto del mundo, básicamente por su cuenta corriente, puedan ser utilizados para el pago de importaciones, para el pago de importaciones de energía, para el pago de servicios de la deuda pública, de la deuda externa tanto privada como pública.
El otro día leía una nota periodística que me llamó la atención, que decía: “El dólar, en el mercado que maneja el Banco Central”, como si ese fuera el dato marginal. El dato marginal, absolutamente marginal, hoy en la Argentina es el dólar ilegal. El año pasado se transaron en el mercado único y libre de cambios más de 100 mil millones de dólares y en lo que va del año se transaron más de 20 mil millones. Es importante tener en cuenta estas magnitudes, que desacreditan lo que plantean algunos sobre vasos comunicantes entre precios y el dólar ilegal.
APU: Otro de los planteos con respecto a estos sectores es que habría un atraso cambiario en el país. Y que la Argentina en ese punto pierde competitividad. ¿Cuál es su opinión?
MMDP: Más allá de todas las estadísticas que uno pueda decir, como que nosotros tomamos el tipo de cambio multilateral y el tipo de cambio bilateral afectado por salarios, con Brasil, con el resto del mundo y advertimos que todavía hay colchón de competitividad cambiaria, quizás lo más importante es volver a destacar que en Argentina lo que más viene creciendo en términos de exportación, son las manufacturas de origen industrial. Tal vez ése es el mejor termómetro, el mejor dato duro para mostrar. En lo que va de este año, aun en un contexto de mercado internacional donde en general todos los países de la región han tenido caídas importantes en sus ventas externas de bienes industriales, lo que más ha crecido han sido las exportaciones de bienes industriales. Este es el dato de CEPAL, que muestra a la Argentina como uno de los únicos países que no se ha primarizado en esta etapa, en este ciclo de la economía mundial con fantásticos términos de intercambio para los países de América Latina.
La Argentina se planteó políticas para evitar la apreciación cambiaria y la primarización que dieron resultado, porque vemos que lo que más viene creciendo es la participación de las exportaciones industriales en las ventas externas totales. Pero además aparecen otras cuestiones estructurales que definen la competitividad, por ejemplo, el crecimiento de la productividad, que fue enorme en estos años y que tiene que ver con el aumento de la inversión. El año pasado terminamos con una tasa de inversión del 23 por ciento del PIB, que sigue siendo una de las tasas históricas más altas. Otro factor de competitividad fundamental es el crédito, que está jugando un rol distinto: la modificación de la Carta Orgánica del BCRA nos dio la posibilidad de orientar el crédito. Los últimos datos que tenemos muestran que cuando desde el BCRA empezamos a plantear la necesidad de orientar el crédito hacia la inversión y fundamentalmente hacia las pequeñas y medianas empresas, entre mediados del año pasado y lo que va de este año el crédito a PYMES aumentó en cinco puntos. Pero estas cosas no se debaten y en cambio se discute sobre el dólar ilegal.
He visto a un economista decir que si el tipo de cambio se ajustara por los precios internos tendría que valer tanto. Es poco serio. ¿Qué país conoce que haya ajustado su tipo de cambio en función de los precios? Y también están los nostálgicos de la convertibilidad que siguen sacando la cuenta según la relación entre reservas y base monetaria.
APU: ¿Algún país en el mundo toma esa relación?
MMDP: No. Lo que uno advierte en muchos países en desarrollo es que hubo un crecimiento de los precios menor que en la Argentina pero eso entre otras cosas tiene que ver con que muchos apreciaron su moneda y la utilizaron como factor de disciplinamiento de precios. En una economía compleja como la argentina, que ha avanzado en términos cualitativos y estructurales, hay que discutir otros temas: discutamos competitividad, pero desde otra perspectiva que no sea el tipo de cambio. Eso no significa ignorar que nosotros vamos a seguir interviniendo en el mercado de cambio para evitar volatilidades, más ahora cuando se supone que van a ingresar los dólares del sector agropecuario y eso podría generar oscilaciones si no interviniera el Banco Central.
APU: Queríamos conocer qué visión tiene usted sobre la inflación. Y empalmarlo con el mandato de la ortodoxia que plantea que la emisión monetaria la genera.
MMDP: Uno de los datos distintivos de Argentina respecto a la mayoría de los países de América Latina, que directa o indirectamente se manejan con regímenes de metas de inflación, es que nosotros hemos planteado una política de flotación administrada, que evitara las oscilaciones fuertes del tipo de cambio. Pero también, fundamentalmente, que evitara las apreciaciones que están siempre asociadas a, insisto, procesos de auge en los términos de intercambio o en el ingreso de capitales especulativos de corto plazo, que es uno de los dolores de cabeza que están teniendo muchos de los países de la región en el marco de esta enorme liquidez internacional que está dando vueltas por el mundo buscando maximizar su tasa de ganancia. Así como también limitamos el ingreso de este tipo de capital especulativo, también intervenimos el mercado de cambio a través de esta política de flotación administrada.
Eso ha hecho que el tipo de cambio nominal en la Argentina lejos de caer, haya aumentado. Y en un contexto de aumento o mejora de los precios internacionales, muchos bienes relevantes para el desarrollo de las economías en general, pero particularmente en la Argentina donde el 40 por ciento de nuestra canasta de consumos son alimentos, ha sido quizás el impacto sobre los precios. Eso no se puede ignorar. En muchos casos, en muchos países, cuando la tasa de inflación se les empieza a disparar un poco de lo que son los rangos que fijaron, rápidamente aprecian la moneda. Intervienen para evitar la depreciación de la moneda. El shock redistributivo que ha tenido la Argentina es un factor distintivo. Con cualquier comparación que se haga, esta mejora en la participación de los trabajadores en la distribución del ingreso, no tiene parangón en lo que ha sido el comportamiento de todas las naciones hermanas de América Latina. Eso, del otro lado del mostrador, encuentra una puja distributiva. La Presidenta de la Nación lo ha planteado muy claramente.
APU: Puja distributiva…
MMDP: Claro, la posibilidad de tener un mercado interno, que ha sido la base de sustentación de este crecimiento, un mercado interno que se ha nutrido de la mejora del empleo y la mejora del salario, de las políticas redistributivas de transferencia de ingresos que ha hecho el gobierno nacional. Ahora bien, hacia adelante lo que hay que discutir son los márgenes de ganancia y cómo se distribuye entre capital y trabajo la riqueza que genera nuestro país. En ese marco, una política como la de regulación de precios o congelamiento de precios, es positiva porque corta con una inercia de los precios internos que, de alguna manera, ya sea por tener una demanda un poco inelástica frente a los aumentos de precios, en un país que crece, que mejora la capacidad de los ingresos, convalida precios. Y esto quizás nos lleva a la otra discusión que está dando vueltas permanentemente, que es en qué medida la política monetaria del Banco Central, al plantearse una expansión de los medios de pago que acompañe el crecimiento, está impactando en los precios. Nosotros, que tenemos una visión distinta de la visión monetarista ortodoxa, no creemos que la expansión per se genere los aumentos de precios, siempre y cuando haya una economía que siga creciendo, que siga invirtiendo, que siga ampliando la capacidad de oferta para asimilar ese crecimiento en la demanda.
Lo que ha hecho el Banco Central el año pasado, claramente ha sido una política anticíclica muy fuerte. Y una política anticíclica diferente a otros bancos centrales, porque podríamos decir que en Estados Unidos, el Banco Central Europeo y otros bancos están llevando a cabo políticas anticíclicas al salir raudamente al mercado, para generar liquidez para los bancos. Nosotros salimos el año pasado con una política que fue en dos direcciones: una la canalización de créditos para las PyMES y la otra, financiamiento al Tesoro de la Nación. El financiamiento al Tesoro de la Nación, que ahora todos se desgarran las vestiduras y dicen que es la peor de las herejías, nosotros la reivindicamos en la reforma de la Carta Orgánica como una función que históricamente tuvieron los bancos centrales. Casualmente esa función se elimina en el año '92 con la reforma de la Carta Orgánica, no gratuitamente y no ingenuamente, sino para reemplazar ese financiamiento por el financiamiento a través de endeudamiento de la Argentina. Entonces, a aquellos que creen que la Argentina tiene que salir a volver a endeudarse, ser “la buena alumna” y volver a los mercados internacionales y todo lo que ya sabemos, en realidad les molesta que haya recuperado un instrumento de soberanía fundamental que es el Banco Central financiando al Tesoro. Ahora, dicho esto, ese financiamiento es una política de asistencia al Tesoro, que permanentemente desde el Banco Central estamos viendo qué pasa con la oferta y qué pasa con la demanda de dinero e interviniendo y esterilizando parte de esos recursos para generar ese equilibrio entre oferta y demanda de dinero. Lo que estamos diciendo es que a través de la política de generación de liquidez y asistencia al Tesoro, o de intervenciones en el mercado de cambios para compra de dólares, nosotros esterilizamos el dinero sobrante, pero siempre garantizando que exista el dinero transaccional necesario para que la economía argentina siga funcionando. Y además garantizando algo que tenemos que hacer, que es que se siga remonetizando la economía argentina.
A mí me llama la atención muchas veces este doble discurso, que se quejan, que es insuficiente el nivel de crédito respecto al PIB, que somos los más rezagados de la región, cosa que es cierta. Pero, ¿por qué crece la cantidad de dinero el año pasado y en lo que va del año? Fundamentalmente el factor de creación o expansión monetaria ha sido el crédito, es lo que más ha crecido incluso por encima del crédito público. Entonces, acá es interesante tener en cuenta que tampoco estas discusiones acerca de las causas de la inflación son neutras. Claramente, detrás de una posición que niegue la posibilidad de financiamiento está implícita la postura más recalcitrante de ajuste, de gasto público, de inversión pública, de las políticas redistributivas o, eventualmente, el endeudamiento.
APU: Recién nombró lo del control a las ganancias. Hay un informe del Banco Central presentado el mes pasado donde se desprende que los bancos han ganado, con respecto al año anterior, un 32 por ciento más. Si uno ve los porcentajes de ganancias vienen subiendo todos los años, como ningún sector de la economía. ¿Cómo se explica eso?
MMDP: Lo que nosotros necesitamos, a partir de las nuevas atribuciones, es garantizar que los bancos sean parte y un componente fundamental en estas políticas de generación de competitividad, de crecimiento, de la mejora en la distribución del ingreso. Efectivamente las ganancias de los bancos son altas. Cuando uno descompone esas ganancias lo que se advierte es que hay algo virtuoso que crece más por volumen que por precio. Y esto es algo que planteó muy claramente también la Presidenta de la Nación cuando dijo que queremos que ganen, pero no aumentando los precios, sino vendiendo más. Cuando uno mira qué ha pasado con las ganancias de los bancos, el primer dato distintivo es que aumentaron más los créditos. También lo que uno ve, sobre todo desde la segunda parte del año y lo que va de este año, es que la tasa de interés promedio tiende a caer. Hemos venido tomando medidas importantes, que creemos tienen que ver con todo esto que planteábamos del aporte de los bancos. Por ejemplo, cuando se generó la cuenta gratuita universal; cuando les dijimos las transferencias de hasta 10 mil pesos no las tienen que cobrar, tienen que ser a costo cero; en la última reunión que tuvimos a fin de año fue la discusión del costo de las comisiones, cuando dijeron que venían con aumentos del 25 por ciento, les dijimos que no. Lo que son los gastos básicos para una persona, en lo que hace a su cuenta de ahorro, su retiro de la tarjeta de débito, no pueden aumentar más del 10 por ciento. Nosotros estamos viendo en cada momento cuáles son las cuestiones que realmente afectan la eficiencia con la que funciona la economía. Fundamentalmente, uno de nuestros objetivos importantes es recuperar el canal de crédito orientado hacia la producción.
Efectivamente, parte de esa ganancia es valorización de títulos públicos, pero fundamentalmente es aumento en el volumen de actividad. El año pasado, en promedio, los créditos aumentaron una tasa del 50 por ciento.
APU: ¿Qué tipo de créditos?
MMDP: Eso es lo más importante, que el crecimiento de crédito del año pasado fue más a las empresas, que este es un dato que nosotros venimos siguiendo muy de cerca desde que asumí como Presidenta del Banco Central. Está muy bien prestar al consumo, pero sabemos que el consumo es el préstamo más fácil, es el préstamo cautivo. Hay que empezar a analizar carpetas, proyectos de inversión, incorporar PyMES al universo de clientes. Eso es lo que se ha logrado, que lo que más creció en estos casi últimos dos años, es el crédito comercial respecto al crédito consumo. Esto no quiere decir que no haya que profundizar hacia adelante las políticas de regulación. Por ejemplo, en términos de defensa del consumidor, claramente podemos actuar. Estamos trabajando coordinadamente con el área de Defensa del Consumidor, pero en situaciones extremas, de usura, de tratamientos realmente inaceptables. Acá en el Banco Central no había régimen informativo realmente fiel de lo que estaba pasando con los costos financieros totales. Teníamos un dato que nos entregaban por régimen de transparencia los bancos, pero no se informaba cuánto era realmente el crédito que estaban dando. Estamos recreando todo un régimen informativo para saber los créditos que se dan puntualmente y específicamente a qué tasa y con qué costos financieros.
APU: ¿Eso a partir de la reforma de la Carta Orgánica?
MMDP: Sí, en Defensa del Consumidor no podíamos hacer nada. La Carta Orgánica vieja no nos permitía actuar. Ahora recuperamos la posibilidad de regular tasas y estamos trabajando para identificar dónde hay problemas, dónde hay situaciones que merecen ser atendidas y, por lo tanto, reguladas. Seguimos muy de cerca esta cuestión de la tasa de interés. Es interesante mostrar cómo la tasa de interés de lo que es el crédito comercial ha venido bajando sistemáticamente a lo largo de estos meses.
APU: ¿El Banco Central tiene algún indicio que pueda llegar a haber otra corrida? La octava sería. ¿El nivel de reservas es tanto como para tolerar si eso llega a ocurrir?
MMDP: Lo más importante a tener en cuenta es que estas reservas que tiene el Banco Central se nutren de dólares del comercio exterior, dólares que son de la Argentina, no son dólares prestados. Es decir, la Argentina dispone de 40 mil millones de dólares para administrar el mercado cambiario evitando alteraciones bruscas y enfrentar cualquier pulseada que nos quieran hacer. Existen condiciones objetivas para que esto sea posible, sin voluntarismos. Y cualquier dato duro que se quiera tomar muestra esta fortaleza: el stock de reservas internacionales en relación con el tamaño de la economía y con los servicios de la deuda supera ampliamente al registrado durante los noventa.
También hay que pensarlo de otra manera. ¿Qué hubiera ocurrido si nosotros no hubiéramos regulado el año pasado la posibilidad de que todos pudieran comprar con destino a “nada”, a meter debajo de un colchón o en una caja fuerte hasta dos millones de dólares? ¿Qué hubiese pasado con estas operaciones o estos intentos desestabilizadores que buscan promover y profundizar esa tendencia que se había insinuado en el año 2011? ¿Las medidas adoptadas generan otros efectos colaterales adversos? Obviamente que se producen. Pero esta estrategia nos ha permitido tener grados de libertad para seguir administrando y generando políticas para profundizar este proceso y profundizar es tener holgura externa, fundamentalmente a partir de la consolidación de la industrialización.
GB
AY BRUERA JUGANDO CON MAURI?
Otra de Bruera: "Nación no está bajando nada"
Por Carlos García Lacamara, desde La Plata I "Qué querés que hagamos, sí de Nación no están bajando nada". Así lo afirmó Omar Paz, el Secretario de Bienestar Social de la Municipalidad de La Plata, en respuesta a los reclamos de los vecinos movilizados durante esta tarde desde Altos de San Lorenzo, uno de los lugares más afectados por el temporal en la ciudad de La Plata.
Diferentes organizaciones y partidos políticos movilizaron a la Municipalidad, y luego, al Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia reclamando por colchones, frazadas, mercadería, pañales, agua, leche para los bebes, ya que no recibieron ningún tipo de ayuda. Desde las 13 se concentraron en 7 y 50 y de allí, marcharon por la ciudad hasta el Palacio Municipal, donde los atendió Omar Paz, Secretario de Bienestar Social. Pero no hubo respuestas concretas sobre cuándo llegan los camiones con las diferentes cosas; sino que tendrán una próxima reunión el lunes siguiente.
Paz, en medios de respuestas vagas a los necesitados, victimas del temporal, les negó que llegue ayuda de Nación. "Qué querés que hagamos, sí de Nación no están bajando nada", enfatizó negativamente el funcionario de la gestión de Pablo Bruera. A su vez, reclaman un pedido más antiguo sobre infraestructuras en los barrios periféricos. "Principalmente en Altos de San Lorenzo, donde la Municipalidad está tirando la basura sobre la calle 90, como también el mejoramiento de las calles y zanjeo en ellas", afirmaron desde el Movimiento 7 de abril-FOL.
Por cierto, se movilizaron vecinos de Altos de San Lorenzo organizados en el Movimiento "7 de abril", uno de ellos contó que perdió casi todo de su casa, tiene los colchones destrozados. "Cuando vimos que el agua no paraba de subir agarramos a los chicos y nos cruzamos a lo de mi suegra; la fuerza de la correntada era impresionante, no sabíamos cómo salir", expresó Soledad, vecina de 89 bis entre 24 bis y 25. Por otra parte, en el Ministerio de Desarrollo Social se quedó un grupo de delegados reunidos con funcionarios del mismo. Se espera la llegada de camiones con diferentes cosas a los barrios más humilde, lo más urgente posible.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)