jueves, 4 de abril de 2013

NO LOS VOY A DEJAR SOLOS, CFK

“No los voy a dejar solos” La presidenta Cristina Kirchner visitó las zonas más afectadas por el temporal. Primero recorrió Tolosa, en La Plata, y luego fue a Barrio Mitre, en Capital. Recogió las impresiones de los vecinos y anticipó ayuda y refuerzos en la seguridad Testimonios de primera mano Estuvo en Tolosa, su barrio natal y donde todavía vive su madre, donde recabó las necesidades de los afectados. Luego se reunió con el gobernador Scioli para coordinar medidas de ayuda y decretó tres días de duelo por la tragedia. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner decretó tres días de duelo nacional en recuerdo de las víctimas del temporal que “afectó ayer a los habitantes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, del conurbano bonaerense y especialmente de la ciudad de La Plata”. Durante la tarde, la mandataria viajó a la capital de la provincia para recorrer algunas zonas que fueron arrasadas por la tormenta, donde dialogó con los vecinos y prometió hacer llegar colchones, agua mineral, pañales, medicinas y otros elementos necesarios para hacer frente a la emergencia. A continuación se reunió con el gobernador Daniel Scioli para coordinar la respuesta ante el desastre y, en diálogo con los medios presentes, destacó la necesidad de redoblar “la labor humanitaria” así como el operativo de seguridad para evitar que por la noche se produzcan saqueos y episodios de violencia. Más tarde, CFK también visitó el barrio Mitre, uno de los más afectados en la capital del país (ver página 13). El temporal, que hasta anoche había dejado un saldo de 48 muertos, fue “un fenómeno sin precedentes” en tiempos recientes, aseguró la mandataria ante la prensa, luego de recorrer las áreas anegadas de la ciudad de La Plata acompañada por el secretario de Seguridad, Sergio Berni (quien participó personalmente de operativos de rescate), el de Comunicación Pública, Alfredo Scoccimarro, y el diputado Andrés Larroque. Poco después de las 15, a bordo de un helicóptero de la Policía Federal, Cristina Kirchner había llegado al barrio de Tolosa, en las afueras de la capital bonaerense, para conocer de primera mano la situación en el barrio donde ella misma se crió y donde aún vive su madre, Ofelia Wilhelm. La mandataria también sobrevoló otras zonas afectadas, como el barrio Los Hornos, y visitó un centro de evacuados instalado en una escuela en Villa Elvira. “Mamá está sin luz y agua pero no se quiere ir de la casa porque el agua le llegó a la puerta, tiene miedo de que vuelva a llover y no se quiere ir porque tiene una gotera en el techo –relató más tarde la jefa del Estado–. Este es un fenómeno sin precedentes para los más jóvenes, yo me acuerdo de habernos inundado cuando yo tenía 12 o 13 años. Mi hermana vive en la misma casa que vivíamos.” Respecto de las labores que se llevaron a cabo en el lugar, la mandataria destacó que se está “trabajando muy fuertemente en la identificación de las personas y en la tarea humanitaria que viene ahora” y pidió colaboración para hacer llegar a los afectados los elementos necesarios, particularmente colchones y agua mineral. En Tolosa, donde estuvo caminando entre los vecinos damnificados sin custodia, dialogó un largo rato con quienes se acercaron, incluso quienes le hacían reclamos de índole política: “La lluvia no es peronista ni radical, es lluvia”, señaló CFK ante una queja. “Voy a hablar con el gobernador y con el intendente para ver cómo se organizan y los ayudan”, agregó. Además, ordenó redoblar los esfuerzos en las labores de seguridad para evitar que a los problemas que trajo el temporal se sumen saqueos o situaciones de violencia. “La gente me dijo que tiene temor, más allá de lo que perdió. Tienen miedo, así que hablamos con el ministro Casal para que haya mucha presencia policial, y que las personas que estén habilitadas para entregar agua o cosas vayan identificadas con pecheras”, aseguró a la prensa a la salida de la reunión que mantuvo más tarde con Scioli en la gobernación bonaerense. Luego de ese encuentro, del que participó también el ministro de Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, Scioli brindó una conferencia de prensa donde aseguró que “se está priorizando la tarea humanitaria” en la zona. “Hemos fijado prioridades. La prioridad es la cuestión humanitaria. Salvar las vidas que se puedan salvar. Estar al lado de las familias. Brindar contención y seguridad”, señaló el ex motonauta. Además, dijo que durante la reunión con la Presidenta se decidió “contribuir a la reposición de los bienes que se hayan perdido, mediante subsidios o créditos” que se canalizarán a través del Banco Provincia, realizar un “operativo especial de seguridad” coordinado con el gobierno nacional para garantizar la tranquilidad en las zonas más afectadas, con la participación de efectivos del Ejército, Prefectura y Gendarmería y garantizar “un servicio esencial como es el servicio de salud”. Por último, Scioli elogió la actitud de la Presidenta de acercarse al lugar de los hechos para interiorizarse con la situación de los vecinos. “Le agradecí su preocupación, presencia, respaldo y acompañamiento que se fue dando a través de cada una de las áreas de su gobierno”, señaló el gobernador en son de paz. Luego de varios días de enfrentamiento de alta intensidad con la Casa Rosada, la tragedia climática dio pie para un acercamiento. Ya de regreso en la Ciudad de Buenos Aires, y antes de visitar el barrio Mitre, una de las zonas más afectadas por la tormenta, la Presidenta decretó tres días de duelo por las víctimas y resolvió suspender todos los actos públicos previstos para esta semana. Entre otros actos, para ayer a la tarde tenía previsto anunciar el envío al Congreso de los proyectos de ley tendientes a profundizar la democratización de la Justicia, tal como lo había anticipado a comienzos de marzo en la apertura de sesiones ordinarias del Congreso. Esa actividad, informaron en Casa Rosada, se llevará a cabo el próximo lunes. REVUELO EN EL BARRIO MITRE, DE SAAVEDRA, POR LA PRESENCIA DE CRISTINA KIRCHNER Una visita en la zona más castigada La Presidenta llegó a las seis y media de la tarde. Entró a las casas inundadas, escuchó pedidos, ordenó a sus funcionarios que priorizaran la ayuda. Cientos de vecinos se acercaron, con elogios y con reclamos. Las historias que escuchó la Presidenta. El Barrio Mitre, en Saavedra, fue una de las zonas más castigadas por el temporal del martes en la ciudad. Allí hubo dos muertos y debieron ser evacuadas 300 personas. Después de visitar el desastre de La Plata, la presidenta Cristina Kirchner llegó sorpresivamente también a ese barrio de la Capital. Su presencia causó una verdadera conmoción: visitó casas inundadas, saludó a vecinos, recibió elogios, escuchó reclamos. Cientos de vecinos se abalanzaron alrededor de la Presidenta y su comitiva. Cristina Kirchner pidió priorizar las necesidades más urgentes e instruyó a sus colaboradores para comenzar a trabajar “cuanto antes”. “Vengo a ver qué les pasó con este desastre, no los voy a dejar solos”, dijo Fernández de Kirchner al llegar a las 18.30 al Barrio Mitre de Saavedra, donde fue abordada por una marea humana de vecinos que querían conocerla y contarle su situación. Una mujer se acercó emocionada a la Presidenta y la abrazó con fuerza. Luego, la mandataria le dijo que tuviera fuerzas y que la guiara hasta donde estaba su casa. En el interior se veía una cocina con una mesa plagada de elementos de cocina, botellas de lavandina y ropa, y abajo agua, barro y hojas. Más lejos, estaba el patio con un cúmulo de juguetes destrozados y la misma arenilla mojada alrededor. Después, otra mujer interceptó a la jefa de Estado para que visitara una vivienda que se había incendiado parcialmente. De esta forma, fue conducida a través de la plaza embarrada hasta el otro extremo del predio, todavía más rodeada de personas que empujaban para verla o hacerle oír su reclamo. La casa era muy humilde, con todos los ladrillos, caños y el cemento a la vista y una precaria escalera de ingreso. Sin embargo, Fernández de Kirchner sorteó varios obstáculos hasta que logró subir y entrar al lugar. “¿Qué es lo que más necesitan? ¿Cuáles son las prioridades?”, preguntó y acto seguido llamó a un funcionario por celular e inquirió “¿Cuándo podemos empezar?”. A pesar de lo trágico de su situación, los presentes no perdieron la oportunidad de sacarse una foto con la Presidenta. Por otra parte, una joven con un bebé en brazos sólo se dedicaba a mirarla. La salida de esa segunda vivienda se tornó difícil por la creciente cantidad de gente que no dejaba espacio para que la mandataria pudiera transitar hacia otra casa. Tal era la mezcla de emoción y desesperación de los presentes que el vocero presidencial, Alfredo Scoccimarro, el legislador Juan Cabandié y el diputado Andrés “Cuervo” Larroque tuvieron que hacer de seudoguardias de seguridad. Al lado, en la casa 263 se había quemado todo. Después de la lluvia del martes, que hizo llegar el agua hasta 1,60 metro, hubo un cortocircuito que incendió el lugar. Juan Pablo Martín y María Sol Gómez, junto a sus hijos de 7, 6, 4 y 2 años, y el bebé de 6 meses, se salvaron pero no quedó nada en pie. Sólo agua, hollín y lo que parecía ser una parrilla. La jefa de Estado luego visitó al personal de Gendarmería estacionado en una carpa montada por el Ministerio de Seguridad de la Nación, donde se distribuían chocolate, mate cocido, budín y mermelada. Calzada con botas de goma y vestida con pantalón y camisa de manga larga, siguió escuchando los pedidos de la gente. Otro caso desesperado fue el de Paola Peralta y su familia. La joven estaba durmiendo con su esposo y sus dos hijos de 9 y 1 año el martes a la madrugada cuando el agua empezó a brotar por las ventanas y superó la compuerta. Acto seguido, se dio vuelta la heladera, y decidieron subir al piso de arriba, donde vive una prima. “Pensé que moríamos ahogados”, confesó. Ella trabaja por hora, su marido está deso-cupado y el único ingreso fijo es una pensión de su madre, Aída Gómez, dueña de la casa. Los nenes, que están con una hermana, tienen problemas bronquiales, y su padre es diabético y tiene una sonda urinaria. Paola pidió medicamentos, colchones, ropa, muebles y una heladera. Por otra parte, María Elena Peralta, de 89 años, se despertó a las 3 y media de la mañana con las heladeras flotando. Se subió a un banco y el agua ya le llegaba al pecho. “Si me caía, me ahogaba”, aseguró. En tanto, su marido quedó arriba de una mesa que se rompió, pero por suerte fue socorrido por su hija. El hombre, con problemas cardíacos, hace changas con un auto prestado que quedó arruinado tras el temporal. Ella está sin trabajar por problemas de tiroides y la hija tiene una alergia bronquial. La mujer solicitó materiales para rehacer su casa mientras secaba fotos de ella en carnavales. Según contó, tiene un diploma del Gobierno de la Ciudad por haber sido la primera mujer carnavalesca. Tras ver por ella misma el paisaje desolador, Cristina Kirchner finalmente se fue con un ramo de flores que le regalaron. 04/04/13 Página|12 GB

LA PLATA.

AL MENOS 48 MUERTOS, UNOS 3000 EVACUADOS Y MAS DE 80 MIL PERSONAS SIN LUZ TRAS UN TEMPORAL SIN PRECEDENTES El agua tendió en La Plata su trampa mortal La gran cantidad de agua caída en pocas horas, que no logró ser absorbida, anegó calles, ingresó a viviendas y arrastró autos. La mayoría de las víctimas son personas mayores que murieron ahogadas. Tres días de duelo nacional. Una lluvia de una intensidad sin precedentes que se abatió en la noche del martes sobre la ciudad de La Plata convirtió a la capital bonaerense en una trampa mortal. En pocas horas, el agua anegó calles, se metió en las viviendas, en algunos casos hasta una altura superior al metro y medio, y arrastró automóviles hasta provocar la muerte de al menos 48 personas, según confirmaron anoche autoridades bonaerenses. El saldo, sin embargo, puede ser aún peor: los funcionarios a cargo de la emergencia temen que cuando terminen de bajar las aguas puedan aparecer más víctimas fatales. Más de 3000 personas tuvieron que evacuarse, aunque muchas de ellas anoche volvieron a sus viviendas. Y las personas sin luz superaban las 80 mil, con lo que barrios enteros quedaron a oscuras, lo que hacía crecer los temores a robos y saqueos. Por eso se dispuso un despliegue de fuerzas de seguridad en esos lugares. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner voló por la tarde a la localidad de Tolosa, en el Gran La Plata, una de las zonas más afectadas, y luego se trasladó al Barrio Mitre, en el porteño barrio de Saavedra. Antes había suspendido sus actividades oficiales y decretó tres días de duelo nacional. La magnitud de la tragedia platense desencadenó una ola de solidaridad: distintas organizaciones de todo el país promovieron colectas y donaciones para acercar a los damnificados. Hasta el martes por la tarde, los vecinos de La Plata habían sido espectadores del desastre que, horas antes, había afectado a los porteños, donde el temporal había dejado a la madrugada un saldo de seis muertos. Todo cambió a partir de las 19. La lluvia se hizo más intensa, al punto que las posibilidades de escurrimiento quedaron virtualmente superadas y el agua, que primero anegó las calles, se metió en las viviendas y apiló autos en las zonas céntricas y en la periferia. Así, el fenómeno no hizo diferencias de clase: afectó tanto a barrios humildes como a zonas de clase media. “Muchas de las víctimas fatales son personas mayores que quedaron atrapadas en sus casas”, dijo a Página/12 un vocero de la Cruz Roja. Otras personas fallecieron atrapadas en sus vehículos, que quedaron cubiertos por el agua, o en la calle, arrastrados por la corriente. De las 48 víctimas fatales, a las 22 de ayer habían sido identificadas la mitad: 23 eran mayores de 50 años y una tenía 21. El trabajo de identificación se hacía en conjunto con el Ministerio de Justicia de la Nación y se estima que en las primeras horas de hoy se tendría la identidad de todas las víctimas fatales. Las zonas más afectadas fueron las localidades de Tolosa y Ringuelet y los barrios de Villa Elvira, Los Hornos, San Carlos y Altos de San Jorge, en La Plata, así como la franja de las calles 32 a la 40, en el centro de la ciudad. Según el observatorio del Servicio Meteorológico Nacional, la cantidad de agua caída en La Plata fue de 181 milímetros en 24 horas, pero de acuerdo con lo registrado por la Universidad Nacional de La Plata, en algunas zonas de la ciudad superó los 300 milímetros en apenas unas horas. La magnitud del fenómeno obligó a las autoridades a habilitar 33 centros de evacuación, improvisados en escuelas, clubes y sociedades de fomento. Al personal de Defensa Civil y Cruz Roja, se sumó una importante cantidad de voluntarios pertenecientes a organizaciones sociales, barriales y políticas. “La gente lo que tiene es temor, más allá de lo que perdió; tiene miedo ahora a la noche por la seguridad”, dijo ayer a la tarde la Presidenta, en Tolosa, a donde llegó en un helicóptero para recorrer la zona afectada. Allí vive su madre, Ofelia Wilhelm, quien también sufrió los efectos de la inundación. “Está sin luz, pero no se quiere ir de la casa”, contó CFK. Luego se trasladó a Villa Elvira, sobrevoló las zonas inundadas y finalmente fue hasta la gobernación, donde se entrevistó con el gobernador Daniel Scioli. Tras la reunión, el gobernador anunció “un amplio operativo de prevención y seguridad ciudadana”, ante el temor por posibles robos y saqueos. Es que al mediodía, voceros policiales habían reportado el saqueo del depósito de un supermercado en la localidad de Ringuelet, por parte de un grupo de personas. Y la oscuridad reinante en barrios enteros obligaba a muchas personas a quedarse en casas anegadas para defender sus pertenencias de posibles robos. Por lo pronto, unos cuatrocientos efectivos de la Bonaerense fueron afectados al patrullaje de los barrios afectados. “Tienen instrucción de hacer un testeo casa por casa para saber de la existencia o no de ocupantes”, dijo el ministro de Seguridad provincial, Ricardo Casal. Por su parte, la Nación aportó unos doscientos efectivos de fuerzas federales: de Policía Federal, a través de integrantes del Grupo Especial de Rescate y el Cuerpo de Bomberos, y miembros de Prefectura y Gendarmería. También el Ministerio de Defensa envió a 131 efectivos del Ejército. En tanto, el Ministerio de Salud de la Nación destinó dos unidades sanitarias provistas de médicos, vacunas, medicamentos y psicólogos para asistir a los afectados. Allí donde todavía no habían llegado las fuerzas de seguridad, los vecinos prendían fogatas en las esquinas y montaban su propia autodefensa para proteger el barrio y sus viviendas. Otro de los problemas que afectaba a los pobladores, incluso con más riesgos que el de la seguridad, era la falta de agua potable. Ayer se pusieron en marcha dos plantas potabilizadoras para proveer a los damnificados, pero no parecían suficientes para atender tanta demanda. Otras de las necesidades de los afectados era el suministro de colchones, frazadas y ropa, ya que sus pertenencias quedaron inutilizadas por la inundación. En forma espontánea, esos elementos comenzaron a ser reunidos por organizaciones solidarias, universidades y gobierno provinciales (ver nota aparte). Scioli también dispuso el lanzamiento de “líneas de crédito bancario para dar respaldo y acompañamiento a las familias en este marco de desastre” (ver recuadro). El gobierno bonaerense aclaró anoche que el asueto educativo sólo involucra a las escuelas afectadas por la inundación o al albergue de evacuados y anunció que habrá dos hospitales móviles recorriendo los lugares más comprometidos por la catástrofe. En conferencia de prensa, los funcionarios que integran el comité de crisis garantizaron la atención en los nueve hospitales de la capital provincial. En tanto, los gremios involucrados en conflictos salariales resolvieron suspender las medidas de fuerza que tenían previstas para los próximos días. Los médicos de la Cicop, entonces, no pararán hoy y mañana, como lo habían dispuesto, mientras que los docentes del Frente Gremial pospusieron las medidas que habían anunciado para la semana próxima. El ministro de Infraestructura, Alejandro Arlía, estimó que anoche quedaban “sólo 20 mil usuarios sin luz en la ciudad de La Plata (unas 80 mil personas), de los 120 mil que había sin servicio” al principio del día. Explicó que a raíz del temporal “salieron de funcionamiento dos subestaciones y se inundaron 25 cámaras subterráneas”. Por su parte, el jefe de Gabinete, Alberto Pérez, aclaró que hoy “no habrá asueto administrativo”, aunque señaló que se tomará en cuenta la situación por la que atraviesan muchos empleados públicos que sufrieron los daños por el temporal. El ministro de Desarrollo Social, Martín Ferré, informó que “se trabaja en conjunto con la Nación y el municipio para asistir a los damnificados con agua potable, colchones y frazadas” y anunció que “se instalaron desde esta noche cocinas de campaña del Ejército para que todos puedan tener un plato caliente de comida”. El desastre también tuvo su impacto económico. Según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), por lo menos 3910 pequeños y medianos comercios de Buenos Aires y La Plata fueron afectados por el temporal, con una pérdida estimada en 530 millones de pesos. La organización reclamó que se declare el “estado de emergencia económica y social”, con prórrogas para el pago de impuestos, la modificación de la ley de subsidios en la ciudad y la creación en la provincia de un fondo indemnizatorio para catástrofes naturales. Créditos para damnificados El Banco Provincia lanzó una línea de créditos blandos para las personas afectadas por las graves inundaciones en territorio bonaerense, con el objetivo de asistir a las familias en la reparación de los daños materiales. El anuncio fue realizado por el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, tras reunirse con la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, en la ciudad de La Plata. A través de un comunicado distribuido ayer a la tarde, la entidad bancaria detalló que se trata de préstamos de hasta 50 mil pesos, a 48 meses de plazo y con una tasa de interés fija del 9,9 por ciento anual. Los damnificados pueden obtener más información llamando al 0810-2222-776. Estos préstamos se suman a la línea que para personas físicas, locales comerciales y consorcios de edificios afectados por las inundaciones puso a disposición el Banco Ciudad en el área capitalina. Dichos créditos podrán solicitarse presentando el certificado de daño ambiental o una constancia de inicio de ese trámite en los Centros de Gestión y Participación Comunal. La tasa de interés que propuso el Banco Ciudad va de cero al 13 por ciento y los montos de 5 mil a 120 mil pesos, según el caso. Condolencias del papa Francisco El papa Francisco envió condolencias a los familiares de las víctimas del temporal que azotó a Buenos Aires, La Plata y el área metropolitana y dirigió “un abrazo fraterno para todos los amigos argentinos que sufren a causa de las inundaciones”. En una carta recibida en la Nunciatura Apostólica y firmada por el secretario de Estado vaticano, cardenal Tarcisio Bertone, el pontífice expresa “su particular cercanía espiritual a todos los damnificados y sus familiares”. Bergoglio también alentó a “las instituciones civiles y eclesiales y a las personas de buena voluntad, a prestar con caridad y espíritu de solidaridad cristiana, la necesaria ayuda a quienes han perdido sus hogares o sus bienes”. “El Papa imparte a los afectados y a quienes los socorren la bendición apostólica como signo de su cercanía al querido pueblo argentino”, afirma la carta. En el portal del Vaticano News.Va, el pontífice expresó: “Tenemos familiares que han vivido situaciones similares, y sabemos lo difícil que es perder un familiar, la casa, los recuerdos de toda una vida, los frutos de años de trabajo; y luego comenzar casi de cero, limpiando el barro que lo recubre todo y tratando de recuperar lo que se pueda”. “Somos de Ringuelet, no nos quedó nada” Pese a que llovía desde la tarde, el agua subió muy rápido. Los mismos vecinos, con militantes barriales y docentes se organizaron para rescatar y evacuar a cientos de personas antes de la llegada de la Prefectura. Las localidades de Los Hornos y Tolosa, en el Gran La Plata, amanecieron sumergidas en un metro y medio de agua, luego de una incesante lluvia que comenzó el martes a las 16. Los propios vecinos lograron rescatar y evacuar a cientos de personas, antes de que llegara la Prefectura Naval. Y en medio de la faena, según reveló una fuente de la Cruz Roja, se toparon con decenas de cadáveres: “La mayoría de los que murieron era gente mayor, que no pudo escapar y se llegó tarde al rescate”. En medio de la desolación, los cortes de luz y la escasez de agua, cientos de personas salieron a donar ropa, alimentos y frazadas en distintos puntos de la ciudad, mientras se sumaban el Ejército, la Gendarmería y bomberos de varias partes de la provincia de Buenos Aires. Anoche se multiplicaban los cortes de calle en reclamo del restablecimiento de la electricidad. “Yo miraba en la tele la inundación en Buenos Aires y acá llovía y llovía. Cuando entró agua en mi casa ya era de noche y subió rápido. Me fui a socorrer un geriátrico con los chicos del barrio”, relató Mónica, una vecina de Los Hornos, que ayer ayudaba a sus tías en Tolosa, cerca del cruce de las avenidas 13 y 32. Sobre la vereda, ella y Lucía, su hija, fueron colocando muebles, ropa, sábanas y colchas mojadas. Por suerte, ayer salió el sol durante casi todo el día. El agua bajó por la mañana, dejando en la calle un tendal de autos abollados y repleto de hojas. En las calles 40 y 11, muy cerca de Tolosa, varios jóvenes del Centro Cultural del Sur pegaban carteles en las ventanas pidiendo ayuda. “Pedimos alimentos, colchones, ropa, agua, frazadas. Ahora estamos viendo si llevamos todo a los barrios más afectados o vamos a las facultades, porque ahí también juntan cosas”, explicó Verónica Sforzin, militante de Encuentro Nacional Popular Latinoamericano. En la esquina, una mujer y sus hijas pequeñas recogían maderas y otros elementos para levantar la casilla que tienen cerca de la bajada de la Autopista La Plata-Buenos Aires. La zona de desastre en Tolosa estaba delimitada entre desde las calles 532 a 520 entre la 8 y la 12. La mayoría de las casas son chalets, aunque también hay algunas partes más carenciadas. Los vecinos iban y venían cargando sus bicicletas con víveres, agua y a veces transportando colchones, como un muchacho que consiguió llevar el suyo a la terraza de la casa de su abuela. “Se arruinó el mueble del minibar, pero me quedaron las botellas”, bromeaba una señora, sobre la calle 9 y 530, que cargaba dos licores y un anís “para pasar la noche”. En los boulevards de la avenida 13 se veían cientos de autos, mayormente nuevos, “tirados” por sus dueños ante la desesperación de que se los lleve la corriente. Barrio adentro, Tolosa parecía un gran lavadero de coches. Algunos desarmaban los vehículos en plena vereda para secar las partes. De a ratos se oían el ruido impotente de los motores dañados por el agua o los gritos cargados de nerviosismo de los conductores remolcados. Los autos sanos también servían para darles corriente a otros autos y probar si podían arrancar los vehículos empapados. En una carpa blanca que la Cruz Roja local montó en la 7 y 522 desde la mañana, cientos de vecinos se acercaron para contar sus padecimientos. “De acá se los deriva a los colegios donde hay evacuados y se les toman los datos porque después vienen los familiares a preguntar por ellos”, contó un responsable de ese organismo. Luego recomendó a quienes quieren donar actualizarse sobre las necesidades de los afectados en el sitio www.cruzroja.org.ar. A la carpa se acercaba gente incesantemente a donar ropa y frazadas, mientras los damnificados retiraban lo que había. “Lo que más hace falta es elementos de higiene personal y elementos para limpiar las casas, como lavandina y secadores”, dijo uno de los voluntarios. Erica Fiol, una mujer que se acercó a pedir ropa para sus hijos, mostró a este cronista las fotos en su cámara de la inundación dentro de su casa, en 6 y 526. “Nos entró más de un metro y medio. Estoy con lo puesto”, afirmó. A cuatro cuadras, en la Escuela 89, más gente se acercaba a pedir víveres mientras iban yéndose los autoevacuados, a recuperar lo que se pudiera. “Vino gente a traer frazadas desde Berazategui”, contó Marcela, una de las maestras del colegio. La situación era mucho más caótica en la 2 bis y 515, un centro de evacuados ubicado en una zona más pobre de Tolosa. “El lugar lo pusimos nosotros a pedido de asociaciones y militantes del barrio, salimos a las apuradas a comprar lavandina para limpiar la escuela para que pueda dormir gente acá”, dijo la directora de la Escuela 60 a Página/12. Allí pedían colchones para los evacuados. Las colas para recibir ropa y un vasito de té eran incesantes, una docena de militantes barriales seleccionaban y clasificaban con bastante nerviosismo la ropa que iba llegando. En el primer piso de la Escuela 60, que estuvo resguardada por la Gendarmería y la Policía Bonaerense, una mujer amamantaba a su hijo nacido el lunes pasado. A su alrededor, correteaban sus otros cuatro niños. “Somos de Ringuelet, perdimos todo. Vivimos en una casa prefabricada de madera, que está toda podrida. A mí me dieron el alta hoy (por ayer), así que mi marido pasó la noche acá, durmiendo en los banquitos del colegio porque sólo consiguió colchonetas para los chicos”, dijo Soledad Silva, de 30 años. Su marido estaba en el hospital, pidiendo medicamentos. A dos cuadras de este colegio quedaba un gran charco por donde iban y venían los chicos en sus bicicletas llevándose donaciones, mientras una escuadrilla de girlscouts, de Villa Elisa, merodeaban con sus termos de café. Algunos vecinos se quejaron porque los supermercados estaban cerrados por falta de luz; otros, en silencio, tiraban sus pertenencias a la calle, donde se iba acumulando la basura sobre el agua. “Se me arruinaron todos los muebles y la camioneta, así que no tengo por qué ir a trabajar. Fumo y espero”, comentó Aníbal Iriarte, en short, descalzo y sin remera. El hombre compartía el sol de su pórtico con algunos de sus perros y su enorme colchón desplegado en el jardín. Por la tarde, en la calle 7, una de las principales de Tolosa, se fueron juntando los vecinos en las esquinas para ponerse al tanto de las novedades, escuchando la radio portátil. “Esto viene para largo, ya estamos en contacto con voluntarios de todo el país para que vengan a ayudarnos a repartir las donaciones”, decía el encargado de la carpa de la Cruz Roja. A cada rato se acercaban personas a preguntar por familiares evacuados. Más tarde, cuando comenzó a caer el sol, una larga fila de camionetas de la Policía Bonaerense se afincó en Tolosa. “Por ahora los rumores de saqueo son sólo eso: rumores. Pero el ánimo está muy caldeado. Es gente que nunca tiene estos problemas y me parece que no saben muy bien cómo reaccionar”, explicó un cabo de la Bonaerense, en plena recorrida por Tolosa. En algunos tramos de las calles en dirección a la Autopista Buenos Aires-La Plata había cortes y fogatas, mientras volvía, lento y por tramos, la luz que ilumina las avenidas. LOS HORNOS, VILLA GARIBALDI, ARANA, EN EL GRAN LA PLATA, ARRASADOS POR EL TEMPORAL “Acá perdieron todos, ricos y pobres” Por la noche, los vecinos organizaron cortes para reclamar por la falta de electricidad. Cientos de familias se reunían en las veredas. En las localidades más alejadas y postergadas del Gran La Plata, los efectos del temporal fueron devastadores, pero la solidaridad empató al malhumor y los reclamos, que se concretaron con una serie de cortes de calles. Los militantes barriales organizaron a propios y ajenos para recorrer las casas más afectadas, censar a los vecinos y sus necesidades y colectar toda la ayuda posible. Pasó en lugares como Los Hornos, Villa Garibaldi, Arana y el barrio San Carlos, donde tuvieron un plus que empeoró lo llovido: el desborde de varios arroyos. Los campos quedaron como esteros y, por la noche, sólo se veían las luces de los autos en medio del apagón, agigantado por el cielo abierto y los matorrales. Los vecinos denunciaron que la ayuda llegó mucho más tarde allí que en Tolosa, la otra localidad platense castigada por la lluvia. –Buenas tardes, señora, ¿no tiene nada para donar? Estamos juntando ropa, comida, colchones, lo que tenga hasta que llegue más ayuda. –Sí, chicas. Ya las estaba esperando. Ahora les traigo una bolsas de ropa que separé esta mañana. –Muchas gracias, señora. –Por favor, no es nada. Eso sí, les pido que esto llegue rápido a la gente que lo necesita y cuiden bien todo lo que les doy. –No se preocupe, esto se lo damos a la gente del barrio en la mano, no pasa por ningún depósito. Las chicas que recorrían Villa Garibaldi, sobre la calle 7 y 630, en las afueras de La Plata, eran seis y tenían entre 4 y 12 años. “Mi papá es referente del barrio y me mandó a buscar alimentos y ropa con este cuaderno. Acá anoto lo que nos entregan y también censamos a los vecinos que están mal. Les tomamos el teléfono para llamarlos”, le explicó a Página/12 una niña de 8 años, hija de un dirigente ligado a La Cámpora. Eran las 18 y el pequeño grupo ya se dirigía a la organización kirchnerista para dejar lo recolectado y salir por más. En el camino se veían pocos almacenes abiertos y algunos supermercados hacían esperar a la gente afuera, por lo que había que hacer la cola para llevar alimentos y velas, si es que quedaban. Muchas casaquintas continuaban anegadas por la subida de varios brazos del arroyo El Pescado. “Nosotros nos levantamos con el arroyo adentro, la casa de enfrente está peor. Le dijimos al vecino que haga unos agujeritos en el muro para que el agua salga a la calle. Y ahí lo ves. Todavía sigue drenando agua”, contó Gonzalo, quien junto a su pareja, Selene, desinfectaba la casa antes de que cayera la noche y se acabara la luz natural. “Acá perdieron todos. Ricos y pobres. Quedamos destruidos”, dijo Selene, en la puerta de su chalet, en 640 y 7. Sobre esta última calle había dos cortes mantenidos por los vecinos en reclamo de energía eléctrica. Alrededor de 200 mil personas estaban sin este servicio en La Plata y sus alrededores. “La mayoría tiene bombeadores eléctricos, así que sin luz no hay agua. Esto se puede poner peor”, dijo Gonzalo. Por la ruta, esquivando los cortes, se veían las luces de varios patrulleros. Los vecinos aguardaban al menos la llegada de camiones cisterna con agua. A los costados de la calle 640, que une Villa Garibaldi con Arana, las banquinas estaban inundadas y los vecinos sorteaban los charcos en bicicleta llevando bidones de agua y alimento. Más adelante, sobre la avenida 137, una de las arterias de Los Hornos, el panorama era desolador. Cientos de familias se reunían en las veredas, junto a los muebles que habían logrado rescatar la noche anterior, y hacían fuego para cocinar la cena bajo el cielo despejado. Los más afortunados tenían garrafitas con hornallas y la preciada radio a pilas. En los matorrales que preceden a la cárcel de Los Hornos, muchos damnificados desecharon cocinas, heladeras y distintos muebles, además de cientos de bolsas con residuos. Cuando se fue la luz natural se levantaron algunos piquetes de la avenida 137, patrullada también por la Gendarmería. En la zona del Cementerio de La Plata los semáforos estaban apagados y el tránsito fluía con cierto nerviosismo ante la posibilidad de nuevos cortes. “Abrimos hasta la medianoche, después no pongo las manos en el fuego ni por mi vieja”, dijo un comerciante en 137 y 66. Mientras se hacía la cena y nacían nuevos piquetes cerca del acceso a la autopista La Plata-Buenos Aires, aumentaba la cantidad de móviles policiales que se dirigían a Los Hornos, una zona tan castigada como Tolosa, para evitar robos, saqueos u ocupaciones; también para constatar la presencia o no de personas dentro de las viviendas afectadas. El temor a que haya más gente fallecida seguía flotando en los barrios alejados. Hoy llegarían los hospitales móviles prometidos por el ministro de Salud, Alejandro Collia. Muchos vecinos temían trasladarse a los centros médicos, en medio del apagón y la incertidumbre que genera. 04/04/13 Página|12 GB

miércoles, 3 de abril de 2013

LA REBELION DEL GAUCHO RIVERO.

El 26 de agosto de 1833 se produjo la heroica sublevación de un grupo de gauchos e indios en las Islas Malvinas, acaudillados por el gaucho Rivero, un precursor de la unidad de las banderas de la justicia social y de la soberanía nacional en las luchas populares. Antecedentes 1833 no fue un buen año para la Confederación Argentina. Don Juan Manuel de Rosas, a pesar de la ayuda que ha brindado a los Treinta y tres orientales es, todavía, solamente el astuto estanciero de Los Cerrillos; no se ha plasmado aún en plenitud su personalidad de gran caudillo nacional. Ha finalizado su primer gobierno de Buenos Aires en diciembre de 1832, ha rechazado en varias oportunidades su reelección en la Sala de Representantes, y marcha a la expedición al desierto. Lo sucede en el gobierno de la provincia Juan Ramón Balcarce, un federal íntegro aunque moderado, que empieza por cometer el error de designar ministro de guerra a su primo Enrique Martínez, cabeza de los “lomonegros” y de la política antirrosista. Al déficit económico público habría que sumar los estragos producidos por las continuas sequías, y ahora también el reclamo por parte de la Casa Baring del préstamo otorgado durante la administración de Rivadavia en 1824. Port Louis - Acuarela de Conrad Martes. Port Louis La esposa de Rosas, doña Encarnación Ezcurra, acosada en Buenos Aires, le escribe al brigadier general en campaña: “... lo mismo me peleo con los cismáticos que con los apostólicos débiles, pues los que me gustan son los de hacha y tiza”. Es que se está gestando -misteriosamente, en forma lenta pero firme- la Revolución de los Restauradores. Mientras, muy lejos de Buenos Aires, se había producido la usurpación británica a las Islas Malvinas por los marinos ingleses de la corbeta Clío. El capitán Oslow había dejado encargado al colono irlandés William Dickson la administración del archipiélago, y la misión de izar el pabellón británico cada vez que un barco se aproximara a puerto. El gobernador Luis Vernet había renunciado a su cargo en marzo de 1833 a fin de evitarse problemas con Gran Bretaña; regresó a Buenos Aires, pero siguió desarrollando normalmente, con la autorización inglesa y a través de sus capataces, la administración de sus negocios particulares en la colonia de Puerto Louis. Desde tiempo atrás, un vivo descontento cundía entre los peones de Vernet, en razón de la explotación a que eran sometidos. Además, la paga se les abonaba no en dinero, sino en vales emitidos por el propio ex-gobernador, y que para colmo Dickson, que oficiaba a la vez de despensero de la colonia, no aceptaba. Por otra parte, les prohibían matar ganado manso para alimentarse, obligándolos a cazar animales chúcaros. La indignación creció cuando luego de la usurpación se comprobó que los explotadores actuaban en perfecta armonía con los extranjeros que izaban la insignia británica. La rebelion de los gauchos. El 26 de agosto de 1833 un grupo de ocho peones, todos analfabetos, acaudillados por el gaucho entrerriano Antonio Rivero, se sublevó y atacó a los encargados del establecimiento, dando muerte a cinco personas, entre ellas al capataz Simón y al despensero William Dickson. Luego se instalaron en la vivienda principal, arriaron la bandera inglesa e izaron la azul y blanca. En días subsiguientes, el resto de los colonos cuyas vidas habían sido respetadas pudieron escapar y permanecieron refugiados en el pequeño islote Peat. Así, ambos grupos vivieron separados durante varios meses, sufriendo avatares diversos. Finalmente, los primeros días de 1834, dos buques británicos llegan a la isla Soledad para recuperar la usurpación, organizando una partida armada para capturar a los gauchos, los que a su vez sufren una traición y una deserción antes de huir al interior de la isla. No les resultó fácil a los ingleses, que necesitaron enviar varias expediciones, pero por fin logran apresar a los peones, engrillarlos y conducirlos detenidos a Gran Bretaña para ser juzgados. Allí permanecen por varios meses presos hasta que el ministerio fiscal, estudiados los antecedentes del caso, le aconseja al Almirantazgo dejarlos en libertad y embarcarlos de vuelta a Buenos Aires, lo que así ocurre. Se ha afirmado -aunque sin demostrarlo- que el gaucho Antonio Rivero perdió la vida mucho después, luchando valientemente para la Confederación en el combate de la Vuelta de Obligado. Fuentes: - Investigación histórica de Pablo Hernández y Horacio Chitarroni. Prof GB

MALVINAS PARTE II

Luis Vernet de Hamburgo y Jorge Pacheco de Buenos Aires, se asocian y solicitan al gobierno de Buenos Aires la autorización para el comercio de carnes, cueros y ganado vacuno en la isla Oriental de Malvinas. Para ello ofrecían la refacción de los edificios para tenerlos a disposición de las autoridades, haciéndose cargo de las reparaciones y ampliaciones. El 28 de agosto de 1823 por decreto firmado por Martín Rodríguez y Bernardino Rivadavia acordándoles la concesión, con habilitación para usufructuar los bienes referidos, agrega el Gobierno de Buenos Aires... "en la inteligencia que semejante concesión jamás podrá privar al Estado del derecho que tiene a disponer de aquel territorio del modo que crea más conveniente a los intereses generales de la Provincia, y lo cual se verificará tan luego que sus recursos le proporcionen el poder de establecerse en él de un modo efectivo y permanente...". En diciembre de 1823 Pacheco se dirigió al gobierno solicitándole, la autorización para la partida hacia Malvinas y la petición para que el capitán de milicias retirado Don Pedro Areguatí, se le otorgue el título de Comandante de Soledad, sin. goce de sueldo. Fundamenta la petición con los siguientes términos: "De este modo Señor Exmo. se posesiona la provincia de aquella abandonada Isla, y aun hace que paguen los buques el derecho de anclaje de que escrupulosamente se dará cuenta al erario (sic), porque Areguatí piensa formar de los mismos peones una Compañía de cívicos con sus cabos y sargentos, para darle a esta operación toda la representación posible en obsequio de una propiedad (sic), de la Patria, 'levando las armas y municiones de cuenta de la negociación, y si V.E. tuviese a bien destinar algunos cañones de fierro para defender el punto de incursiones de piratas en aquellas abandonadas baterías, serían reparadas, y puestas en aptitud de que sirvan al Gobierno para restablecer el presidio". El gobierno atendió el pedido y bajo decreto del 18 de diciembre de 1823, otorga los terrenos bajo la precisa obligación de hacer constar "la mensura y amojonamiento para que pueda optar a los títulos de propiedad". También se nombra a Areguatí como Comandante de la Isla, haciendo saber su decreto a todas las personas "para que lo reconozcan por comandante a fin de que se conserve el orden y se eviten excesos". Disponiendo "a todo buque que arribase, ya sea por aguada, víveres u otro motivo, se le cobrará el derecho de ancoraje". Por otro decreto se le concede a Vernet los terrenos baldíos de la Isla Soledad y de los Estados y a Pacheco los terrenos de la parte sudeste de la isla, con la promesa de parte de estos de edificar a su cargo una colonia en el lapso de tres años. El gobierno de Buenos Aires nombra a Luis Vernet como Comandante Político y Militar, delegándose "en su persona toda la autoridad y jurisdicción necesaria" Vernet, pasa de ser un modesto concesionario, a representante político del Gobierno bonaerense, en el sello de la documentación se podía leer, "Armas de la Patria. Comandancia de Malvinas y adyacentes". Vernet, preparó mapas, nombró agentes en el exterior, para promover la llegada de colonos, segmentó las islas en partes (11), y otorgó tierras para la radicación y explotación. En el año 1831 Vernet diseñó un plan para organizar la caza de ballenas y focas, en aplicación de la ley de pesca. Acorde con estas leyes se tomaron medidas punitivas contra tres goletas norteamericanas: Superior, Harriet y Breakwater, de estas tres dos fueron capturadas, lo que generó graves problemas diplomáticos con los Estados Unidos y obviamente con su cónsul en Buenos Aires, Jorge Slacum, que justamente era representante de los intereses económicos de dichos pesqueros. Como no podía ser de otra forma, los "primos" de los piratas ingleses, encabezados por el cónsul Slacum quién mandó utilizar la fuerza con su corbeta de guerra, Lexington, al mando del Comandante Silas Duncan, éste desembarcó en las islas ocupó los edificios, capturó a los "culpables" de la detención de las naves pesqueras norteamericanas y destruyó todo a su paso, incautando todas las mercaderías del almacén más cueros y herramientas. Regresando a Montevideo en febrero de 1832. A causa de la destrucción de los norteamericanos, Vernet solicitó al gobierno nacional equipamiento y voluntarios para la tarea de reconstruir la colonia, porque sólo habían quedado veintitrés habitantes. Juan Manuel de Rosas, nombra al Sargento Mayor de Artillerías, Esteban José Francisco Mestivier, como Comandante Civil y Militar de las Islas Malvinas, el 10 de septiembre de 1832 el Ministerio de Guerra y Marina decreta dicho nombramiento. La goleta Sarandí arriba a Malvinas el 10 de octubre, ante la tropa y habitantes asume sus funciones de Comandante Mestivier. Meses después una sublevación de los efectivos desata una rebelión en la que pierde la vida el Comandante Mestivier. Cuando el comandante Pinedo de la goleta Sarandí llega a puerto días después, se encuentra con las novedades, por lo que tiene que asumir el cargo de comandante interino. El 2 de enero de 1833 arribó al puerto el navío de guerra de bandera inglesa, Clio, al mando de John James Onslow. Pinedo ni intentó defender la posesión, embarcó la tropa y zarpó rumbo a Buenos Aires, dejando izada en tierra la Bandera Argentina, al cuidado de Juan Simón, a quien nombró Comandante Político y Militar de las Islas. Desde hace 171 años el invasor inglés mantiene en su poder las Islas Malvinas, sólo por breves e inolvidable momentos "Ellas" retornaron a sus legítimos dueños .. los argentinos. Ahora cada uno de nosotros debe imponerse un deber, enseñar y difundir a sus hijos y familiares la Historia de Nuestras Malvinas. Rosas y Malvinas Muchos acusan a Rosas de entreguista por el hecho de haber ofrecido a los ingleses las Malvinas por el pago del empréstito adeudado. Esa acusación, es no conocer la picardía y astucia diplomática de Rosas. Si bien hubo litigios desde tiempo atrás, lo cierto es que para 1829 la Confederación ejercía la ocupación y el derecho sobre las islas, sin cuestionamientos. Para esa fecha, un grupo de comerciantes ingleses interesados en la explotación ovina y de trafico marino, liderados por Mr John Thwaites, incitan a Woodbine Parish, que roba roba los documentos y antecedentes que se encontraban en el Archivo de Gobierno de Buenos Aires y el diecinueve de noviembre de 1829 escribe al Foreign Office que las islas, de alto valor estratégico para el Foreign Office, deben ser obtenidas para Inglaterra, en “pago” del empréstito Baring. Forbes, representante norteamericano, denuncia la maniobra destacando el valor estratégico. Inglaterra entonces decide tomarlas por la fuerza. La ocupación se produce durante el gobierno de Balcarce, y a mediados de 1833 se comenta en Londres que el gobierno argentino retiraría su representante, lo que preocupa a los comerciantes. Instalado Rosas en el poder, nunca consentirá la ocupación, sino que trata de recuperarla con picardía diplomática; en efecto, se las ofrece en transacción por el empréstito a los ingleses en forma extraoficial a través de Moreno, para que , en caso de ser aceptado el ofrecimiento, fuera rechazado por la Legislatura provincial, pero quedaría el reconocimiento ingles sobre los derechos de la provincia. Similar estrategia usaría respecto a la Patagonia, que los ingleses no reconocían como nuestra. Esto surge claramente de la interpretación de una carta dirigido por David Robertson de la casa central Baring, a Ferdinand White, representante de Baring en Buenos Aires: “Ud. no desconocerá que Rosas ofreció arrendar una porción de la Patagonia a la Casa Baring a manera de una seguridad colateral por esta deuda. Los señores Baring declinaron considerar la cuestión a causa, según yo creo, de que tenía dudas sobre si la Patagonia pertenecía a Buenos Aires y se supone que una de las razones por la cuales Rosas hizo el ofrecimiento fue conseguir de Inglaterra la sanción de los derechos de Buenos Aires a la Patagonia”. Cabe aclarar que Baring no era solo uno financista usurero, sino que además era un asesor financiero del gobierno ingles. Lamentablemente esta vez la astucia de Rosas no alcanzo a engañar la experiencia del la diplomacia pirata. Por otro lado, Rosas peleaba en dos frentes al mismo tiempo. Prof GB LAGAZETAFEDERAL.COM.AR

MALVINAS BREVE HISTORIA DE LA USURPACION PARTE I

Breve historia de la usurpación En el siglo XVI algunas Bulas Pontificias adjudicaban a España islas y tierras que se descubran hacia el occidente, trazando una línea imaginaria que se marcaba cien leguas de la isla septentrional de Azores, San Antonio, al oeste de Lisboa. Aquello se consideraba del "Nuevo Mundo". Ese ramillete de islas y archipiélagos que hoy conocemos como Malvinas, en 1493 se encontraban en la zona que las Bulas Pontificias entregaban a España. Por lo tanto no necesitaba "descubrirlas" ni ocuparlas para tener derecho sobre ellas. Y no fue hasta 1520 que Esteban Gómez de la expedición de Magallanes, con su embarcación San Antonio, quien las descubre. Dos años después se realizan las primeras cartas cartográficas con su inclusión, 1522 Pedro Reinel, 1527 Santa Cruz, 1541 Sebastián Gaboto, 1544 Diego Gutiérrez, etc. Y fue recién en 1592 que una expedición inglesa al mando de John Davis divisó las islas. Pero ninguna cartografía inglesa, de la época, la registra. Por otra parte en el año 1600 un holandés que respondía al nombre de Sebldt o Sebald Weert, divisa las islas, aplicándoles uno de los primeros nombres, Sebaldes o Sebaldines. Inglaterra y España realizan un tratado de paz en 1604, dejando sin vigencia la pretendida adquisición de las islas. Y otro en 1670 expresa que los ingleses conserven para sí los dominios en poder de ellos en América, pero que no navegarán ni comerciarán en las colonias que Su majestad el Rey de España tiene en las Indias. Ambrose Cowley, otro pirata inglés en 1684 armó otra mentira "descubriendo" las ya descubiertas islas, bautizándolas como islas Pepys. Y más tarde en 1690 John Strong, navega el canal interior de las islas (hoy San Carlos) rebautizándolas Falkland Sond. A este le siguieron en 1701, otra incursión de un marino Beaucheme, que llega hasta la bahía de la Anunciación, tomando posesión de la misma. Más tarde en 1705 se produce otra toma. En 1748 España protesta enérgicamente ante los ingleses por una expedición con fines de poblar las islas, dicha expedición se retira, reconociendo los derechos de España sobre las islas. En 1764 una expedición francesa al mando de Bougainville intenta colonizar las islas llamándolas Maluines, asentando un puerto en la parte Oriental. Nuevamente España protesta y le son aceptados sus reclamos. Francia ordena a Bougainville, la devolución del puerto, previo pago por los gastos realizados. Otro corsario ingles John Byron, realiza incursiones a las islas efectuando cartas de navegación y espionaje en 1765 y toma posesión de la que hoy conocemos como Gran Malvina, esperando la segunda expedición al final del mismo año que comanda John Mc Bride. Las dos con el propósito de ocupación territorial. Mac Bride funda el puerto de Egmont, en honor a un lord. A mediados de 1766 España redacta una Real Cédula declarando a las islas dependencias de la Capitanía General de Buenos Aires y nombrando gobernador a Felipe Ruiz Puente. Paradójicamente fue un 2 de abril de 1767, que Francia hace entrega de las islas a España, y los ingleses que ocupaban parte de un islote, Puerto Egmont, no realizan ningún reclamo a favor de su soberanía. Port Louis - Acuarelas de Conrad Martes. Port Louis El gobierno de Buenos Aires, en 1768 establece que ninguna posesión inglesa puede permanecer en las islas de la corona Española y en caso de no aceptar dicho mandato, se procederá a desalojarlos por la fuerza. Para sostener lo dicho en 1770 una escuadra española, al mando de Juan Ignacio de Madariaga, y comandadas por tierra por el coronel Antonio Gutiérrez, desalojan a la guarnición inglesa del puerto de Saunders. Los ingleses reclaman ante la corte de Madrid y en 1771, España declara: "La restitución de su majestad británica del puerto y fuerte llamado Egmont no puede ni debe afectar, en modo alguno, la cuestión de derecho anterior de soberanía de las islas Malvinas, llamadas también islas de Falkland". Años después de la restitución de Puerto Egmont a España, en 1774, Inglaterra desaloja voluntariamente el islote Saunders. Se crea en 1776 el virreinato del Río de la Plata, incluyendo las islas a la Gobernación de Buenos Aires, ejerciendo la jefatura unipersonal el Gobernador o el Comandante, bajo la órdenes directas del Rey y más tarde del Virrey. Este es el período de mayor poder soberano sobre las islas Malvinas de España. Entre 1773 y 1777 el Gobernador español de Malvinas (el último con ese rango) fue el Capitán Franco Gil y Lemos, en ese período convierte la jerarquía institucional de Gobernación a Comandancia, los motivos son puramente militares, para que el Rey centralice más su poder. Por una licencia de Gil Lemos, asume interinamente como Comandante Ramos de Carassa, fue éste quien retomó las tareas de fortificar y remodelar los almacenes de los cuarteles ya establecidos. Asegurando la vigilancia, sobre todo en el ex puerto Egmont, donde acostumbraban a desembarcar los invasores ingleses. La lista de los Comandantes de las islas Malvinas sigue cambiando, ya que todos asumían ese lugar, por un año aproximadamente, en que un nuevo relevo y cambio de tropas y abastecimiento llegaba. Muy pocos fueron los habitantes radicados en ellas, se calcula que en 1793 se contabilizaban unos 150 habitantes. Esta es la nómina de los Comandantes designados por el Virreinato del Río de la Plata en las islas Malvinas españolas: Ramón Carassa (1777), Salvador de Medina (1779), Jacinto de Altolaguirre (1781), Fulgencio Montemayor (1783), Agustín Figueroa (1784), Pedro de Mesa y Castro (1786), Ramón Clairac (1787), Pedro de Mesa y Castro (1788), Ramón Clairac (1789), Juan José de Elizalde (1790), Pedro Pablo Sanguineto (1791), Juan José de Elizalde (1792), Pedro Pablo Sanguineto (1793), Juan Aldana y Ortega (1794), Pedro Pablo Sanguineto (1795), Juan Aldana y Ortega (1796), Luis de Medina y Torres (1797), Francisco Xavier de Viana (1800), Ramón Fernández de Villegas (1801), Bernardo Bonavia (1803), Antonio Leal de Ibarra (1803), Bernardo Bonavia (1804), Antonio Leal de Ibarra (1805), Bernardo Bonavía (1806), J.C. Martínez (1807), Gerardo Bordas (1810) y Pablo Guillén (1810). Cuando la gobernación del Río de la Plata se radicó en Montevideo, (1811) convertida en fuerte realista, ordenó a las fuerzas en las islas Malvinas abandonar la comandancia y evacuar las islas. A partir del 25 de mayo de 1810 con el primer gobierno patrio, y en medio de una tumultuosa revolución y pocos medios, obligó a nuestros hombres a dedicarse exclusivamente al territorio continental. Apenas consolidado el gobierno nacional y bajo el nombre de "Provincias Unidas del Río de la Plata" se ocuparon del territorio insular "Islas Malvinas" nombrando: concesionarios, comisionarios y comandantes políticos militares. El dominio de las islas por títulos jurídicos de España, ahora en poder del gobierno de las Provincias Unidas, le daba derechos a administrar y regir, y autorizar por ejemplo, la caza y la pesca. Así lo hizo, a solicitud de Enrique Torres, se le suministró un permiso de desembarcar en las islas Malvinas, con el propósito de cazar lobos marinos. Permiso fechado el 30 de enero de 1813. Como hasta la fecha (1820) no se había establecido ninguna comandancia fija en las islas, se le comisionó a David Jewett con su embarcación "La Heroica" a tomar posesión de ellas, a nombre del Supremo Gobierno de las Provincias Unidas. Así fue, que el 6 de noviembre de 1820, en el Puerto Soledad sobre las ruinas de la antigua fortificación, se enarbola por vez primera la bandera nacional, disparándose 21 cañonazos como saludo obligado. Jewett permaneció por un año en el cargo y fue remplazado por el Teniente Coronel Guillermo Masonn. Para proteger nuestras aguas y costas territoriales, por los estragos cometidos por buques extranjeros, que se negaban a pagar derechos, la Honorable Junta de Representantes de Buenos Aires, sanciona la ley de caza y pesca a pedido del Comandante político militar de Patagones Coronel Gabriel de Oyuela. Luego se le acoplaron varios decretos a esta ley, la última del 22 de octubre de 1829. Prof GB LA GAZETAFEDERAL.COM.AR

dolar ilegal o la batalla cultural

Encuentro Ciberk Uoc 1 de abril de 2013 18:44 DÓLAR BLUE O BATALLA CULTURAL... Brasil y China acaban de firmar un convenio comercial dentro del marco del BRICS (Brasil, India, Rusia; China y Sudáfrica) donde se comprometen a abandonar el dólar estadounidense como moneda de intercambio. Y los titulares de los medios del stablishment no hacen mención de este punto central del convenio ya que en su énfasis contra el gobierno sólo tratan de meternos por las orejas una “divisa” que representa menos del 3% del volumen de operaciones. ¿Que pasaría si todos los que poseen dólares estadounidenses exigieran su valor equivalente en algo que los respalde? Sin lugar a dudas tal acción tendría consecuencias inconmensurables. Sería un desastre financiero sin precedentes en la historia de la economía mundial. Apenas quizás comparable con la crisis del 30´. Hasta el año1980 el respaldo de los billetes verdes era el oro que existía en las arcas del tesoro (Reserva Federal de EE.UU.); sin embargo luego de la intervención de Nixon esta correspondencia dejó de ser tal. ¿Qué pasaría si tal como se modificó la Carta Orgánica del BCRA., otros países de la región y/o el mundo copiaran el ejemplo? Estamos frente a la irrupción de nuevos paradigmas a nivel global y la concepción u orgullo con que cada país o región se valore a si mismo. Nuestros países acreedores poseen un problema inflacionario al cual nada tenemos que envidiar. Europa atraviesa un profunda crisis financiera. Obama estuvo a punto de que su parlamento deje de sesionar por problemas de la misma índole. Seguramente las economías o bloques “económicamente fuertes” intentarán imponer un nuevo concepto de respaldo de las monedas, que bien podría ser “El Patrón Tecnológico”; Sin embargo la demanda creciente a nivel mundial o los requerimientos para que el mundo siga funcionando como tal son quizá en mucho mayor escala compuestos por demanda de minerales y alimentos que por demandas tecnológicas, en términos de intercambio comercial global. Demandas que en su gran mayoría nos posiciona como una de las regiones mas ricas del planeta, ya que estamos en condiciones de producir en casi todos los casos mucho mayor cantidad de “bienes” de las que necesitamos para nuestro propio consumo. Sudamérica y el Caribe se encuentran hoy frente a una oportunidad sin parangón. Ningún economista que se precie como tal –salvo que fundamente sus argumentos con cuestiones bélicas- podría discutir este punto. Así las cosas todos estos leídos economistas sólo encuentran un enemigo a combatir llamado INFLACIÓN dado que su concepción y formación académica los liga al dólar, al Euro o a cualquier factor externo que adopten como referencia. No logran repensar un nuevo eje de discusión frente a los mercados y economías mundiales. La idea de Pesificación impulsada por el Gobierno Nacional como una medida mucho más profunda y significativa que la que todos sus miopes detractores señalan hasta el hartazgo. Repensar y creer en nuestra propia economía viendo a Latinoamérica toda como “La Patria Grande”. Reescribir nuestro orgullo nacional y latinoamericano parándonos frente al mundo con la riqueza que poseen nuestros pueblos signados por la lucha de la liberación han desarrollado hasta aquí, y comenzar a hablar de un nuevo patrón o respaldo de las divisas que –humildemente sugiero- podría llamarse “El Patrón Mineral”; y porque no soñando que alguna vez nuestra moneda sea adquirida como objeto de ahorro en otras partes del mundo debiese ser nuestro norte. Sólo para que lo pensemos juntos… ¡Libres o Muertos! ¡Jamás Esclavos! Pablo Lenz

martes, 2 de abril de 2013

FORO SOCIAL MUNDIAL 2013

Foro Social Mundial 2013 Declaración de la Asamblea de los Movimientos Sociales en el Foro Social Mundial 2013 Nosotras y nosotros, reunidos en la Asamblea de Movimientos Sociales, realizada en Túnez durante el Foro Social Mundial 2013, afirmamos el aporte fundamental de los pueblos del Magreb-Mashreck (desde la África del Norte hasta el Medio Oriente) en la construcción de la civilización humana. Afirmamos que la descolonización de los pueblos oprimidos es un gran reto para los movimientos sociales del mundo entero. En el proceso del FSM, la Asamblea de los Movimientos Sociales es el espacio donde nos reunimos desde nuestra diversidad para juntos construir agendas y luchas comunes contra el capitalismo, el patriarcado, el racismo y todo tipo de discriminación y opresión. Hemos construido una historia y un trabajo común que permitió algunos avances, particularmente en América Latina, donde logramos frenar alianzas neoliberales y concretar alternativas para un desarrollo socialmente justo y respetuoso de la naturaleza. Juntos, los pueblos de todos los continentes libramos luchas donde nos oponemos con gran energía a la dominación del capital, que se oculta detrás de la promesa de progreso económico del capitalismo y de la aparente estabilidad política. Ahora, nos encontramos en una encrucijada donde las fuerzas conservadoras y retrógradas quieren parar los procesos iniciados a dos años de sublevación popular en la región del Maghreb-Mashrek que ayudó a derrumbar dictaduras y a enfrentar el sistema neoliberal impuesto sobre los pueblos. Estas sublevaciones contagiaron a todos los continentes del mundo generando procesos de indignación y de ocupación de las plazas públicas. Los pueblos de todo el mundo sufrimos hoy los efectos del agravamiento de una profunda crisis del capitalismo, en la cual sus agentes (bancos, transnacionales, conglomerados mediáticos, instituciones internacionales y gobiernos con el neoliberalismo) buscan potenciar sus beneficios a costa de una política intervencionista y neocolonialista. Guerras, ocupaciones militares, tratados neoliberales de libre comercio y “medidas de austeridad” expresadas en paquetes económicos que privatizan los bienes comunes y los servicios públicos, rebajan salarios, reducen derechos, multiplican el desempleo, aumentan la sobrecarga de las mujeres en el trabajo de cuidado y destruyen la naturaleza. Estas políticas afectan con intensidad a los países más ricos del Norte, aumentan las migraciones, los desplazamientos forzados, los desalojos, el endeudamiento, y las desigualdades sociales como en la Grecia, Chipre, Portugal, Italia, Irlanda y en el Estado Español. Ellas refuerzan el conservadorismo y el control sobre el cuerpo y la vida de las mujeres. Además, tales agentes intentan imponernos la “economía verde” como solución para la crisis ambiental y alimentaria, lo que además de agravar el problema, resulta en la mercantilización, privatización y financiarización de la vida y de la naturaleza. Denunciamos la intensificación de la represión a los pueblos en rebeldía, el asesinato de las y los liderazgos de los movimientos sociales, la criminalización de nuestras luchas y de nuestras propuestas. Afirmamos que los pueblos no debemos seguir pagando por esta crisis sistémica y que no hay salida dentro del sistema capitalista! Aquí en Túnez, reafirmamos nuestro compromiso con la construcción de una estrategia común para derrocar el capitalismo. Por eso, luchamos: *Contra las transnacionales y el sistema financiero (el FMI, el BM y la OMC), principales agentes del sistema capitalista, que privatizan la vida, los servicios públicos, y los bienes comunes, como el agua, el aire, la tierra, las semillas, y los recursos minerales, promueven las guerras y violaciones de los derechos humanos. Las transnacionales reproducen prácticas extractivistas insostenibles para la vida, acaparan nuestras tierras y desarrollan alimentos transgénicos que nos quitan a los pueblos el derecho a la alimentación y eliminan la biodiversidad. Luchamos por la anulación de la deuda ilegitima y odiosa que hoy es instrumento de represión y asfixia económica y financiera de los pueblos. Recusamos los tratados de libre comercio que las transnacionales nos imponen y afirmamos que es posible construir una integración de otro tipo, a partir del pueblo y para los pueblos, basada en la solidaridad y en la libre circulación de los seres humanos. *Por la justicia climática y la soberanía alimentaria, porque sabemos que el calentamiento global es resultado del sistema capitalista de producción, distribución y consumo. Las transnacionales, las instituciones financieras internacionales y gobiernos a su servicio no quieren reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero. Denunciamos la “economía verde” y rechazamos todas las falsas soluciones a la crisis climática como los agrocombustibles, los transgénicos, la geo-ingeniería y los mecanismos de mercado de carbono, como REDD, que ilusionan a poblaciones empobrecidas con el progreso, mientras privatizan y mercantilizan los bosques y territorios donde han vivido miles de años. Defendemos la soberanía alimentaria y la agricultura campesina, que es una solución real a la crisis alimentaria y climática y significa también acceso a la tierra para la gente que la vive y la trabaja. Por eso llamamos a una gran movilización para frenar el acaparamiento de tierras y apoyar las luchas campesinas locales. *Contra la violencia hacia las mujeres, que es ejercida con regularidad en los territorios ocupados militarmente, pero también contra la violencia que sufren las mujeres cuando son criminalizadas por participar activamente en las luchas sociales. Luchamos contra la violencia doméstica y sexual que es ejercida sobre ellas cuando son consideradas como objetos o mercancías, cuando la soberanía sobre sus cuerpos y su espiritualidad no es reconocida. Luchamos contra el tráfico de mujeres, niñas y niños. Defendemos la diversidad sexual, el derecho a autodeterminación de género, y luchamos contra la homofobia y la violencia sexista. *Por la paz y contra la guerra, el colonialismo, las ocupaciones y la militarización de nuestros territorios. Denunciamos el falso discurso en defensa de los derechos humanos y de la lucha contra los integrismos, que muchas veces justifica ocupaciones militares por potencias imperialistas como en Haití, Libia, Mali y Siria. Defendemos el derecho de los pueblos a su autodeterminación y a su soberanía como en la Palestina, el Sahara Occidental y en el Curdistán. Denunciamos la instalación de bases militares extranjeras en nuestros territorios, utilizadas para fomentar conflictos, controlar y saquear los recursos naturales y promover dictaduras en varios países. Luchamos por la libertad de organizarnos en sindicatos, movimientos sociales, asociaciones y todas otras formas de resistencia pacífica. Fortalezcamos nuestras herramientas de solidaridad entre los pueblos como la iniciativa de boicot, desinversión y sanción hacia Israel y la lucha contra la OTAN y por la eliminación de todas las armas nucleares. *Por la democratización de los medios de comunicación masivos y por la construcción de medios alternativos, fundamentales para avanzar en la derrocada de la lógica capitalista. Inspirados en la historia de nuestras luchas y en la fuerza renovadora del pueblo en rebeldía, la Asamblea de los Movimientos Sociales convoca a todas y todos a desarrollar acciones coordinadas en nivel mundial en una jornada mundial de movilización en el día XXXXX (Fecha a definir) Movimientos sociales de todo el mundo, avancemos hacia la unidad a nivel mundial para derrotar al sistema capitalista!! Basta de explotación, basta de patriarcado, racismo y colonialismo! Viva la revolución! ¡Viva la lucha de todos los pueblos! Cubadebate