jueves, 4 de abril de 2013
NO LOS VOY A DEJAR SOLOS, CFK
“No los voy a dejar solos”
La presidenta Cristina Kirchner visitó las zonas más afectadas por el temporal. Primero recorrió Tolosa, en La Plata, y luego fue a Barrio Mitre, en Capital. Recogió las impresiones de los vecinos y anticipó ayuda y refuerzos en la seguridad
Testimonios de primera mano
Estuvo en Tolosa, su barrio natal y donde todavía vive su madre, donde recabó las necesidades de los afectados. Luego se reunió con el gobernador Scioli para coordinar medidas de ayuda y decretó tres días de duelo por la tragedia.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner decretó tres días de duelo nacional en recuerdo de las víctimas del temporal que “afectó ayer a los habitantes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, del conurbano bonaerense y especialmente de la ciudad de La Plata”. Durante la tarde, la mandataria viajó a la capital de la provincia para recorrer algunas zonas que fueron arrasadas por la tormenta, donde dialogó con los vecinos y prometió hacer llegar colchones, agua mineral, pañales, medicinas y otros elementos necesarios para hacer frente a la emergencia.
A continuación se reunió con el gobernador Daniel Scioli para coordinar la respuesta ante el desastre y, en diálogo con los medios presentes, destacó la necesidad de redoblar “la labor humanitaria” así como el operativo de seguridad para evitar que por la noche se produzcan saqueos y episodios de violencia. Más tarde, CFK también visitó el barrio Mitre, uno de los más afectados en la capital del país (ver página 13).
El temporal, que hasta anoche había dejado un saldo de 48 muertos, fue “un fenómeno sin precedentes” en tiempos recientes, aseguró la mandataria ante la prensa, luego de recorrer las áreas anegadas de la ciudad de La Plata acompañada por el secretario de Seguridad, Sergio Berni (quien participó personalmente de operativos de rescate), el de Comunicación Pública, Alfredo Scoccimarro, y el diputado Andrés Larroque.
Poco después de las 15, a bordo de un helicóptero de la Policía Federal, Cristina Kirchner había llegado al barrio de Tolosa, en las afueras de la capital bonaerense, para conocer de primera mano la situación en el barrio donde ella misma se crió y donde aún vive su madre, Ofelia Wilhelm. La mandataria también sobrevoló otras zonas afectadas, como el barrio Los Hornos, y visitó un centro de evacuados instalado en una escuela en Villa Elvira. “Mamá está sin luz y agua pero no se quiere ir de la casa porque el agua le llegó a la puerta, tiene miedo de que vuelva a llover y no se quiere ir porque tiene una gotera en el techo –relató más tarde la jefa del Estado–. Este es un fenómeno sin precedentes para los más jóvenes, yo me acuerdo de habernos inundado cuando yo tenía 12 o 13 años. Mi hermana vive en la misma casa que vivíamos.”
Respecto de las labores que se llevaron a cabo en el lugar, la mandataria destacó que se está “trabajando muy fuertemente en la identificación de las personas y en la tarea humanitaria que viene ahora” y pidió colaboración para hacer llegar a los afectados los elementos necesarios, particularmente colchones y agua mineral.
En Tolosa, donde estuvo caminando entre los vecinos damnificados sin custodia, dialogó un largo rato con quienes se acercaron, incluso quienes le hacían reclamos de índole política: “La lluvia no es peronista ni radical, es lluvia”, señaló CFK ante una queja. “Voy a hablar con el gobernador y con el intendente para ver cómo se organizan y los ayudan”, agregó.
Además, ordenó redoblar los esfuerzos en las labores de seguridad para evitar que a los problemas que trajo el temporal se sumen saqueos o situaciones de violencia. “La gente me dijo que tiene temor, más allá de lo que perdió. Tienen miedo, así que hablamos con el ministro Casal para que haya mucha presencia policial, y que las personas que estén habilitadas para entregar agua o cosas vayan identificadas con pecheras”, aseguró a la prensa a la salida de la reunión que mantuvo más tarde con Scioli en la gobernación bonaerense.
Luego de ese encuentro, del que participó también el ministro de Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, Scioli brindó una conferencia de prensa donde aseguró que “se está priorizando la tarea humanitaria” en la zona. “Hemos fijado prioridades. La prioridad es la cuestión humanitaria. Salvar las vidas que se puedan salvar. Estar al lado de las familias. Brindar contención y seguridad”, señaló el ex motonauta.
Además, dijo que durante la reunión con la Presidenta se decidió “contribuir a la reposición de los bienes que se hayan perdido, mediante subsidios o créditos” que se canalizarán a través del Banco Provincia, realizar un “operativo especial de seguridad” coordinado con el gobierno nacional para garantizar la tranquilidad en las zonas más afectadas, con la participación de efectivos del Ejército, Prefectura y Gendarmería y garantizar “un servicio esencial como es el servicio de salud”.
Por último, Scioli elogió la actitud de la Presidenta de acercarse al lugar de los hechos para interiorizarse con la situación de los vecinos. “Le agradecí su preocupación, presencia, respaldo y acompañamiento que se fue dando a través de cada una de las áreas de su gobierno”, señaló el gobernador en son de paz. Luego de varios días de enfrentamiento de alta intensidad con la Casa Rosada, la tragedia climática dio pie para un acercamiento.
Ya de regreso en la Ciudad de Buenos Aires, y antes de visitar el barrio Mitre, una de las zonas más afectadas por la tormenta, la Presidenta decretó tres días de duelo por las víctimas y resolvió suspender todos los actos públicos previstos para esta semana. Entre otros actos, para ayer a la tarde tenía previsto anunciar el envío al Congreso de los proyectos de ley tendientes a profundizar la democratización de la Justicia, tal como lo había anticipado a comienzos de marzo en la apertura de sesiones ordinarias del Congreso. Esa actividad, informaron en Casa Rosada, se llevará a cabo el próximo lunes.
REVUELO EN EL BARRIO MITRE, DE SAAVEDRA, POR LA PRESENCIA DE CRISTINA KIRCHNER
Una visita en la zona más castigada
La Presidenta llegó a las seis y media de la tarde. Entró a las casas inundadas, escuchó pedidos, ordenó a sus funcionarios que priorizaran la ayuda. Cientos de vecinos se acercaron, con elogios y con reclamos. Las historias que escuchó la Presidenta.
El Barrio Mitre, en Saavedra, fue una de las zonas más castigadas por el temporal del martes en la ciudad. Allí hubo dos muertos y debieron ser evacuadas 300 personas. Después de visitar el desastre de La Plata, la presidenta Cristina Kirchner llegó sorpresivamente también a ese barrio de la Capital. Su presencia causó una verdadera conmoción: visitó casas inundadas, saludó a vecinos, recibió elogios, escuchó reclamos. Cientos de vecinos se abalanzaron alrededor de la Presidenta y su comitiva. Cristina Kirchner pidió priorizar las necesidades más urgentes e instruyó a sus colaboradores para comenzar a trabajar “cuanto antes”.
“Vengo a ver qué les pasó con este desastre, no los voy a dejar solos”, dijo Fernández de Kirchner al llegar a las 18.30 al Barrio Mitre de Saavedra, donde fue abordada por una marea humana de vecinos que querían conocerla y contarle su situación.
Una mujer se acercó emocionada a la Presidenta y la abrazó con fuerza. Luego, la mandataria le dijo que tuviera fuerzas y que la guiara hasta donde estaba su casa. En el interior se veía una cocina con una mesa plagada de elementos de cocina, botellas de lavandina y ropa, y abajo agua, barro y hojas. Más lejos, estaba el patio con un cúmulo de juguetes destrozados y la misma arenilla mojada alrededor.
Después, otra mujer interceptó a la jefa de Estado para que visitara una vivienda que se había incendiado parcialmente. De esta forma, fue conducida a través de la plaza embarrada hasta el otro extremo del predio, todavía más rodeada de personas que empujaban para verla o hacerle oír su reclamo. La casa era muy humilde, con todos los ladrillos, caños y el cemento a la vista y una precaria escalera de ingreso. Sin embargo, Fernández de Kirchner sorteó varios obstáculos hasta que logró subir y entrar al lugar.
“¿Qué es lo que más necesitan? ¿Cuáles son las prioridades?”, preguntó y acto seguido llamó a un funcionario por celular e inquirió “¿Cuándo podemos empezar?”. A pesar de lo trágico de su situación, los presentes no perdieron la oportunidad de sacarse una foto con la Presidenta. Por otra parte, una joven con un bebé en brazos sólo se dedicaba a mirarla.
La salida de esa segunda vivienda se tornó difícil por la creciente cantidad de gente que no dejaba espacio para que la mandataria pudiera transitar hacia otra casa. Tal era la mezcla de emoción y desesperación de los presentes que el vocero presidencial, Alfredo Scoccimarro, el legislador Juan Cabandié y el diputado Andrés “Cuervo” Larroque tuvieron que hacer de seudoguardias de seguridad.
Al lado, en la casa 263 se había quemado todo. Después de la lluvia del martes, que hizo llegar el agua hasta 1,60 metro, hubo un cortocircuito que incendió el lugar. Juan Pablo Martín y María Sol Gómez, junto a sus hijos de 7, 6, 4 y 2 años, y el bebé de 6 meses, se salvaron pero no quedó nada en pie. Sólo agua, hollín y lo que parecía ser una parrilla.
La jefa de Estado luego visitó al personal de Gendarmería estacionado en una carpa montada por el Ministerio de Seguridad de la Nación, donde se distribuían chocolate, mate cocido, budín y mermelada. Calzada con botas de goma y vestida con pantalón y camisa de manga larga, siguió escuchando los pedidos de la gente.
Otro caso desesperado fue el de Paola Peralta y su familia. La joven estaba durmiendo con su esposo y sus dos hijos de 9 y 1 año el martes a la madrugada cuando el agua empezó a brotar por las ventanas y superó la compuerta. Acto seguido, se dio vuelta la heladera, y decidieron subir al piso de arriba, donde vive una prima. “Pensé que moríamos ahogados”, confesó. Ella trabaja por hora, su marido está deso-cupado y el único ingreso fijo es una pensión de su madre, Aída Gómez, dueña de la casa. Los nenes, que están con una hermana, tienen problemas bronquiales, y su padre es diabético y tiene una sonda urinaria. Paola pidió medicamentos, colchones, ropa, muebles y una heladera.
Por otra parte, María Elena Peralta, de 89 años, se despertó a las 3 y media de la mañana con las heladeras flotando. Se subió a un banco y el agua ya le llegaba al pecho. “Si me caía, me ahogaba”, aseguró. En tanto, su marido quedó arriba de una mesa que se rompió, pero por suerte fue socorrido por su hija. El hombre, con problemas cardíacos, hace changas con un auto prestado que quedó arruinado tras el temporal. Ella está sin trabajar por problemas de tiroides y la hija tiene una alergia bronquial. La mujer solicitó materiales para rehacer su casa mientras secaba fotos de ella en carnavales. Según contó, tiene un diploma del Gobierno de la Ciudad por haber sido la primera mujer carnavalesca.
Tras ver por ella misma el paisaje desolador, Cristina Kirchner finalmente se fue con un ramo de flores que le regalaron.
04/04/13 Página|12
GB
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