martes, 2 de agosto de 2011
Agenda de Reflexion.com.ar La Constitucion del año 1949.
Aritz Recalde
(PRIMERA PARTE)
Durante los últimos doscientos años de historia Argentina, coexisten y se enfrentan dos grandes tradiciones políticas acerca del tipo de modelo de desarrollo para aplicar en el país. Una tradición, es la liberal exportadora y la otra, es la proteccionista e industrialista. En el marco de la primera, se ubican el programa agroexportador iniciado en 1853 o el proyecto financiero aplicado a partir de la gestión del Ministro de Economía Martínez de Hoz y de la dictadura de 1976. Entre las segundas y con sus matices y diferencias, se sitúan el modelo nacionalista y el desarrollista, cuyas máximas figuras en el siglo XX y XXI son Juan Perón, Arturo Frondizi, Néstor Kirchner y Cristina Fernández.
Sin desconocer que existen puntos de coexistencia entre ambos, la historia reciente muestra que los dos modelos de país se enfrentaron y su disputa se desenvolvió en el plano político, económico, cultural, militar y también, en el terreno institucional. Una de las manifestaciones del enfrentamiento entre los modelos de país, se dio en el plano del derecho, las instituciones y tema que nos interesa, se expresó a nivel de las constituciones. Los políticos de la tradición liberal y agroexportadora sancionaron en 1853 y en 1994 dos de los textos constitucionales con mayor permanencia en la historia del país. En realidad, el esqueleto del texto de 1853 es el principio rector del orden institucional que introdujo la Constitución de 1994. El documento fundamental de la tradición nacionalista, es la Constitución del año 1949.
En nuestro país, el derecho liberal tiene entre sus ideólogos locales a Bernardino Rivadavia y a sus seguidores. Dicho dirigente, desarrolló una importante tarea de promoción y de sanción de leyes, en su mayoría, reproducidas del sistema institucional europeo. En su opinión, había que copiar las leyes de la civilización y junto a ellas, se estarían importando las costumbres, las prácticas y los valores del extranjero. Una de las finalidades de la importación del derecho extranjero, era la de educar a la barbarie interna para organizar a la nación. Para civilizar a los nativos del continente, se deberían importar de Europa manufacturas, personas, costumbres y leyes. A partir de aquí, Rivadavia promovió una noción típica de los ideólogos del derecho liberal, que supone que los textos normativos ofician como un pacto político en sí mismo, que puede remplazar o subestimar, los factores culturales, sociales y los patrones de conducta históricos de los pueblos.
El remplazo natural y por evolución de un sujeto histórico por otro y pese a los supuestos rivadavianos, reconoció una férrea resistencia por parte de los pueblos destinados a desaparecer frente al avance de la civilización. A partir de aquí, la tarea de imposición del liberalismo y sus leyes, se organizó en dos etapas. Por un lado, educando a una la elite destinada y entre otras cuestiones, a escribir las leyes y que asimiló para ello, la ideología europea y que conformó un sujeto cultural diferenciado de los pueblos. El otro mecanismo para imponer sus instituciones, su economía, sus inmigrantes o sus leyes, fue el asesinato y la persecución de sus adversarios.
En este cuadro, los intelectuales liberales buscaron remplazar un país por otro y con dicha intención, importaron las leyes extranjeras e intentaron amoldar el país a ellas. El supuesto de que el derecho y las constituciones pueden organizar a una nación, se mostró falso y la sanción de los textos liberales lejos de unir al país, contribuyeron a desorganizarlo y a acentuar las guerras civiles y el enfrentamiento entre sectores. Por ejemplo y yendo a los años posteriores a la independencia, se observa que la propuesta de Constitución de 1819 que tenía un contenido centralista y aristocrático que cercenaba el federalismo y los derechos de las provincias[1], cayó en el vacío en el marco de la oposición política del interior contra los intereses unitarios. Lejos de ser una prenda para la unidad nacional, el programa político y su Constitución derivaron en la batalla de Cañada de Cepeda. Mientras los intelectuales liberales debatían y sancionaban textos legales para organizar el Estado, los referentes populares movilizaban sus tropas para enfrentar al agresor externo y garantizar la soberanía.
El texto, por perfecto que fuera en términos del formalismo europeísta, era inútil e inaplicable políticamente frente a las tareas pendientes de la organización nacional. En dicho contexto “constituyente”, Gervasio de Artigas luchaba contra la ocupación del imperio del Brasil y San Martín reunía su tropa para resistir el potencial desembarco de 20 mil españoles y para continuar la obra libertaria en Perú. La contracara de los patriotas, eran los liberales porteños que sancionaban normas inaplicables y que pedían y por ejemplo, que San Martín abandone la guerra de liberación contra el colonialismo y que reprima las montoneras federales.
El texto constitucional de 1819 cayó en desgracia y hubo que esperar hasta el año 1826, para que Bernardino Rivadavia y los liberales porteños, sancionaran un nuevo modelo para la organización institucional y política del país. Este texto y de forma similar al de 1819, no unificó la nación sino que y por el contrario, contribuyó a la guerra civil. El debate de la Constitución de 1826 es interesante ya que y entre otras cuestiones, encontró la intervención de Manuel Dorrego contra la propuesta de los liberales de aplicar el voto calificado y de prohibir la participación política de los “domésticos a sueldo, jornaleros o soldados”[2]. El sistema de gobierno que introdujo la Constitución en la Sección III , no mencionó el sistema federal y en su lugar introdujo “la forma representativa, republicana, consolidada en unidad de régimen”. El texto que ataba la representación política a la tenencia de capital o de una profesión o que permitía al presidente nombrar a los gobernadores, fue rechazado por los representantes políticos del interior. Era el segundo texto constitucional que demostraba claramente, la falacia del supuesto de que las leyes organizan los Estados. Asimismo, la caída del gobierno y de la Constitución, mostró la inviabilidad de la aplicación del liberalismo racista y europeísta porteño en el país. Las organizaciones libres del pueblo no se ajustarían a los patrones de conducta y a las formas de organización social, supuestamente implícitas, en las leyes copiadas de Europa.
Tras el rotundo fracaso liberal que condujo el país a la guerra civil y a la disgregación nacional, Juan Manuel de Rosas avanzó hacia la conformación de un pacto político y social de carácter constituyente. El Pacto Federal de 1831 fue rubricado inicialmente por Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe y luego por Corrientes e implicó un acuerdo fundacional que sentó las bases de la organización nacional. La constitución en el pensamiento de Rosas y tomando distancia de la tradición liberal europeísta y dependiente de muchos intelectuales, debería ser el resultado de un acuerdo político, social, económico y cultural previo, entre los representantes de las provincias y las naciones del continente y el mundo. El texto además, debería ser la culminación de un proceso de organización nacional previo y nunca podía ser su causante.
Mientras Rosas combatía al imperialismo más poderoso del mundo en 1838 o en 1845, los intelectuales al servicio del extranjero construyeron el mito de que la organización y la soberanía nacional eran y fundamentalmente, un tema de constituciones. Tal cual lo adelantó el mandatario, había que sancionar y restaurar leyes, pero dicha noción implicaba recuperar los patrones culturales, políticos y de conducta del pueblo y no podía tratarse de una mera copia del extranjero. Los antecedentes fallidos de 1819 y de 1826, seguramente fueron un llamado de atención a Rosas.
El restaurador de leyes, estableció que si no se construían previamente los lazos políticos y organizativos necesarios y si no se sancionaba una norma que superara el modelo iluminista de los intelectuales, el proyecto derivaría en una nueva frustración. Ese fue el mensaje de Rosas a Quiroga en la Carta de la Hacienda de Figueroa. Por por su actitud, fue acusado de retrogrado, de feudal y de bárbaro, por los intelectuales europeístas que entregaron el patrimonio y la soberanía al extranjero. Más allá de las acusaciones, sus palabras fueron proféticas y luego de la batalla de Caseros se sancionó la Constitución de 1853 que no detuvo la guerra civil, no impidió la secesión de Buenos Aires en 1854 y no fue un estorbo para la separación y balcanización definitiva de la Banda Oriental, el Alto Perú y el Paraguay. El cuerpo del texto de 1853 fue redactado en su mayoría por Alberdi y tanto si se estudian los comentarios que hace en Las Bases sobre los antecedentes normativos en el continente o si se lee la propia Constitución, quedan evidenciados el racismo y la subestimación de esos intelectuales sobre el contenido de las leyes y las costumbres americanas.
En este caso, como en 1819 o 1826, la primacía de la política se abría paso frente al planteo fundacional mítico de los intelectuales liberales. Fueron la política y la guerra y no el texto importado, los que unieron al país y dicha organización nacional, se implementó una vez que los liberales porteños estuvieron al mando del poder. La barbarie de los salvajes unitarios fue la ley real que impusieron los porteños y las menciones de la Constitución a la división de poderes, a los derechos individuales o a la libertad de prensa, fueron consignas vacías para el pueblo que fue despojado de garantías y de derechos. La fraseología y el entramado normativo liberal, sirvieron a la oligarquía para ocultar bajo el manto de la filosofía jurídica extranjera, sus actos de violencia política, sus redes de poder y la profunda fragmentación social con la que gobernaron nuestro país.
[1] José María Rosa (1974), Historia Argentina, Oriente, Tomo 3. P 236.
[2] Norberto Galasso (2006), Dorrego y los caudillos federales, Cuadernos Para Otra Historia. P 18.
PD Los subrayados en negrita y color, son nuestros.
prof GB
EXPROPIANDO A LEDESMA.
Derechos Humanos y Memoria
San Salvador de Jujuy (Agencia Paco Urondo, ellibertario.com) En una sesión especial realizada anoche, la Cámara de Diputados sancionó la Ley 5679 que declara de utilidad pública y sujeta a expropiación una fracción de 40 hectáreas de propiedad de la empresa Ledesma, con destino a “satisfacer necesidades sociales de la población del lugar”.
Durante el debate, el bloque justicialista sobrellevó casi en silencio las fuertes acusaciones de la oposición, que le endilgó la principal responsabilidad en la muerte de cuatro personas durante el intento de desalojo de un predio de Ledesma, el jueves pasado. La incapacidad del Gobierno para responder a la intensa demanda habitacional de poblaciones del interior de la Provincia, fue otro de los cargos.
La ley de expropiación, que fue considerada histórica por el diputado ledesmense Pedro Olver Legal, estipula que el Poder Ejecutivo realizará los trámites tendientes a la expropiación de la fracción del inmueble referido, pudiendo actuar el procedimiento de expropiación de urgencia y compensar el depósito respectivo con los créditos que correspondan al Estado provincial por tributos adeudados en razón del inmueble de que se trata.
También dispone que el valor de la fracción será establecido de conformidad a la valuación definitiva que efectuará el Tribunal de Tasaciones de la provincia con los efectos previstos en el artículo 79 de la Ley 3018. Las tierras –dice en otro artículo- serán destinadas a satisfacer necesidades sociales en el marco de las leyes 2903 y 3169.
Carlos Lops, legislador del PJ, tampoco votó el proyecto porque dijo que el solo anuncio de la expropiación desató una ola de apropiación de terrenos y viviendas en varios lugares de Jujuy. “La más perjudicada por el conflicto es Cristina Fernández de Kirchner”, lamentó.
El terreno según el proyecto sancionado está individualizado como matricula E-19735 Circ. 1 Sección 5 – Parcela 566, Padrón E-426.Originalmente, el proyecto remitido por el Poder Ejecutivo proponía expropiar solo 15 hectáreas, pero los legisladores consensuaron elevarlas a 40 teniendo en cuenta que en los últimos tres días se incrementaron los asentamientos ilegales en propiedades del ingenio Ledesma.
Al comenzar la sesión especial, se aceptó la renuncia del radical Carlos Toconás, quien asumió como secretario general de la Intendencia capitalina y se tomó juramento a su reemplazante, Carlos Enrique Gutiérrez, diputado del Departamento de El Carmen. (Agencia Paco Urondo)
lunes, 1 de agosto de 2011
JULIAN LICASTRO DIXIT.
SOCIALES Y TERRITORIALES
Del ser gregario al ser social
La vida individual es tan frágil y efímera que el hombre se ha organizado desde siempre en forma colectiva para luchar por su supervivencia, y para vincularse espiritualmente en el orden de sus creencias. Surgen de este modo las comunidades que, aglutinadas en su círculo de pertenencia, fueron creciendo paulatinamente en sus diversos radios de acción. Así se realizó el aprovechamiento de la naturaleza por obra de su trabajo; el desarrollo normativo de su convivencia interna; y el despliegue de sus líneas y procedimientos de defensa contra la amenaza exterior.
En este proceso evolutivo ocurrió el paso significativo del ser gregario al ser social, conformando núcleos de identidad definida basada en los modos previsibles de los deseos, los sentimientos y los comportamientos de sus integrantes. La cohesión grupal establecida no significó, obviamente, la eliminación de las tensiones de conflicto, pero dio cauce inicial a un tratamiento paralelo de los antagonismos suscitados por diferencias étnicas y territoriales.
Nacen allí, en los orígenes elementales de la política y la estrategia, los mecanismos sociales interpuestos por la mentalidad humana para dirimir posiciones contrapuestas en asuntos vitales. Contradicciones que, proyectadas a los escenarios más sofisticados de la actualidad, mantienen sin embargo su disyuntiva fundamental. Ella significa hoy la comprensión de la necesidad del pluralismo, expresada en la apertura a lo extraño y lo diferente, o el rechazo violento que puede llegar a todos los extremos del sectarismo.
Es importante reconocer la experiencia del largo recorrido histórico que hemos sintetizado, porque la ecuación que facilita o retrasa el desarrollo social de los pueblos y la integración regional de los países, supone un balance ecuánime y previsor. En principio, una afirmación de la identidad, con todos su rasgos culturales e institucionales, para no afectar con excesiva tolerancia a la propia comunidad. Y enseguida, una amplitud pluralista permeable a las innovaciones y aportes de otras corrientes humanas que, al comienzo, puedan presentar fuertes disidencias y discrepancias.
Del ser social al ser político
Los hombres, sea en el plano individual o colectivo, eligen constantemente entre distintos objetivos y formas de acción, siguiendo su intereses o tendencias. Al hacerlo responden a sus propios valores personales o comunitarios, aunque siempre orientados por un juego de finalidades y efectos directos o compensados. Existe, sin duda, un amplio arco que va del egoísmo al altruismo y del hedonismo al sacrificio, enmarcando las sendas centrales de la moral de cada uno en la intimidad de la conciencia, ya que ella no responde a acciones o coacciones de nadie. Pero es evidente que la conciencia moral no actúa por sí sola en los problemas de la sociedad, a menos que se condense en pautas culturares activas y se exprese como moral pública o política.
Con esto queremos discernir perspectivas entre los prejuicios que se oponen a una visión integradora, y descubrir el carácter inocuo del moralismo sobre las vicisitudes reales de la práctica social; además de destacar los riesgos autoritarios que puede encerrar el utopismo, por derecha o izquierda, de “una sociedad perfecta”. El campo de la política, en cambio, con todos sus defectos, se opone por naturaleza al totalitarismo, y genera la participación que constituye lo esencial de la democracia como sistema perfectible. Un ideal posible que rechaza la imposición por la fuerza, y debe enfatizar el diálogo, el acuerdo y el consenso, a fin de lograr la colaboración de todos los sectores, junto al concurso armónico del tiempo para no desfasarse de los ciclos históricos.
Las virtudes éticas de la política se manifiestan, pues, en las categorías eficientes de la organización y la conducción, que son las fuentes de la voluntad plena de presencia, valores y constancia que exige la construcción de las grandes fuerzas civiles. Fuerzas que requieren lógicamente el control democrático del poder, inalcanzable por la retórica de los puristas, pero accesible a la convocatoria de miles de líderes comunitarios, ubicados dentro de sus bases sociales y territoriales, y dispuestos a sobrepasar a la mediocridad que se interponga en su camino.
El poder político no se endosa, ni se transfiere ni se negocia. Habla claramente del que lo tiene o no lo tiene, pero no como objeto de perpetuación de privilegios o de la tentación de trasladarlo al entorno; sino como comando de la energía transformadora que alienta el conjunto del país. La ética, por consiguiente, puede guiar la política como reciprocidad de planteamientos y resultados, sólo si somos capaces de involucrarnos sinceramente en sus ideales superiores, que no pueden reclamar para sí los apáticos e indiferentes sin compromiso alguno con la vida nacional.
Una igualdad social práctica y efectiva
Conviene demorarnos un poco en las reacciones de la naturaleza humana cuando se acerca mayoritariamente a las condiciones de libertad e igualdad, que deben preexistir o crearse para la participación digna en las actividades de organización social y política. Cosa imprescindible para distinguir “la igualdad hacia arriba” del acceso popular a la prosperidad y el progreso, de “la igualdad hacia abajo” impuesta por la uniformidad populista. Aquí también es indispensable una perspectiva equilibrada, equidistante del concepto de competencia desmedida y destructiva del liberalísmo y a la vez, de la falencia en la gestación de verdaderas oportunidades de elevación que determina la masificación política.
Sin duda, la promoción social no es una tarea darwinista de primacía excluyente de los más aptos, pero tampoco un cautiverio en las redes de un asistencialismo mínimo de sectores carenciados. Por el contrario, es una tarea inteligente que, además de proteger a los más vulnerables, exige reciprocidad en la tarea educativa; y la identificación y capacitación intensa de nuevos cuadros para realimentar la cadena del apoyo social y sus formas auto-convocadas y auto-organizadas de acción.
La igualdad deja de ser una noción abstracta, o válida únicamente para la comodidad discursiva, cuando se enriquece con las ideas-fuerzas de equidad, reciprocidad y solidaridad efectiva, medidas en metas y resultados apreciables para los propios, y en ejemplos imitables para los demás que sufren una misma situación de abandono o exclusión del sistema. Ésta es la igualdad práctica que garantiza la estabilidad, la continuidad y la consolidación de las formas orgánicas construidas por los hombres sencillos, pero con vocación de trascendencia.
Sobre la base de asentamientos arraigados, con logística suficiente y autónoma, es factible desplegar la estrategia de los movimientos sociales y comunitarios que pueden intercambiar aportes y negociar espacios legítimos en estructuras cada vez más grandes. Ellas manifestarán con elocuencia el aporte de un nuevo mérito civil, fuera de toda descalificación reaccionaria o prejuiciosa. En el mundo contemporáneo, no hay otra rebelión social más exitosa que ésta, instituida en los mecanismos de la educación permanente, la propiedad cooperativa, y la conciencia integradora por igual de derechos y deberes ciudadanos.
Los matices políticos enriquecedores
Estos temas y otros -como el fin del ciclo protagónico de la protesta crónica y profesionalizada, combinada con el otorgamiento de ayudas sociales sin objetivos- son los que deben revisarse ahora desde el punto de vista de la conducción. Ella, si bien no es una ciencia exacta sino un hecho humano, dispone de una teoría y una técnica para hacer eficiente su actuación. La política en este nivel, no puede quedar en manos de una sociología de las necesidades básicas cubiertas apenas por una distribución dudosa de la burocracia estatal y los punteros que especulan con el reparto. Hace falta con urgencia la fijación de proyectos que impulsen el cambio real de situación en sectores y lugares determinados.
Esta nueva actividad requiere un conocimiento detallado del medio, y de la red de relaciones que lo cruzan, para integrarlo en el seno de la comunidad. Lo cual resalta el aspecto sensible de la configuración de los espacios sociales y territoriales, que merecen un trabajo profundo que supere la atención superficial y el activismo piquetero. Hablamos del respeto que implica acercarse a la gente con una intención organizativa y no meramente agitativa, que se diluye al fin de una actitud proselitista.
Lo mismo ocurre con el enfoque de la cuestión político-sindical, cuyo peso es evidente a raíz, precisamente, de haber trascendido hace mucho la mera etapa reivindicativa y asistencial. Sin duda, son varias las cosas que ahora hay que esperar del movimiento obrero en una nueva etapa de proyección política y desarrollo técnico y profesional, pero no es comprensible posponer su representación parlamentaria en beneficio de quienes aún no han cumplido su estadía militante en la base y carecen de experiencia en el arte de encuadrar.
De igual modo, la atención a los sectores medios y urbanos, excede el oficio de los encuestadores y publicistas, aún los exitosos, porque la política-organización abarca una dimensión mucho mayor que la política- espectáculo. Tampoco es propensa al simple recitado de buenas intenciones y puntos programáticos. Hay una idiosincrasia particular de las grandes ciudades, que rechaza la voluntad excesiva de un poder que sobrepase los perfiles y modos de expresión de su ambiente y su jurisdicción. Aunque parezca paradójico, estas pautas culturales importan más que el juicio sobre toda gestión, buena o mala, lo que debe conocerse y apreciarse en la construcción permanente de una fuerza partidaria local, hoy en muchos casos ausente.
Ni que hablar de las provincias argentinas consolidadas en las arduas luchas de la organización nacional, casi siempre enfrentando la prepotencia del centralismo. Ellas son celosas de su autonomía federal y aún del horizonte nacional de sus principales referentes. Razones válidas para descartar la digitación antipática de candidaturas por parte de asesores extraños, y permitir con paciencia el acomodamiento propio de sus cuestiones internas que agregan matices enriquecedores al movimiento histórico. En él no pueden confundirse etapas sucesivas con refundaciones inexistentes, porque los momentos augurales no responden al vaticinio improbable de los ideólogos oportunistas.
Julián Licastro
Buenos Aires, 31 de julio de 2011.
AGOSTO EL MES DEL GENERAL SAN MARTIN.
domingo, 31 de julio de 2011
A pesar de Maurizio
A esta hora, el balotaje lo ganó Maurizio, líder del partido vecinalista PRO, ampliamente por sobre nuestro Frente Para la Victoria.
Hasta aquí sin novedad en el...Frente, pero sí, la novedad no dicha ni difundida ( aún ni siquiera por nosotros), es que, si sumamos la cantidad de electores habilitados para votar en Catamarca,Chubut, La Rioja, Misiones, Neuquén, Salta, Tiera del Fuego, Santa Fe y la propia Buenos Aires Ciudad, nos da un total de: 5.335.338 votantes.
Si tomamos como promedio tentativo una presencia de un 75% de este total real y efectivo apra emitir su voto estamos en: alrededor de 4.000.000 de votantes.
Si sumamos los procentajes obtenidos por el modelo nacional en cada distrito electoral, y lo dividimos por ellos, el resultado global al momento del Frente Para la Victoria es del 60,12 %....
O sea, sin ser automático ni lineal en el traslado de electores que votaron gobernadores y/o jefe de la Ciudad de B.A., podríamos estar en condiciones de afirmar que nuestra presidenta estaría con esta intención de voto (60,12%)
Debo admitir que en los casos de Tierra del Fuego y Neuquén, al igual que en Chubut, las fuerzas ganadoras sin ser del FPV, declararon su apoyo a la presidenta, por lo tanto allí el porcentaje que se toma es el de ambas fuerzas; compitieron por la gobernación, pero a nivel nacional van juntas con la PRESIDENTA.
Insisto, si bien el padrón electoral de la Ciudad es el 10% del total, la cantidad y el porcentaje de votos de Maurizio corresponde al 4 % de ese mismo electorado.
Y, debo volver a admitir que tanto para un porcentaje, (el global) como para este último comentario tomé la primera vuelta electoral en la Ciudad.
PD DOS DATOS QUE NO AGREGO: 1) LA ACEPTACION DE LA RE-REELECCION MEDIANTE PLESBICITO DEL COMPAÑERO GIOJA EN SAN JUAN QUE ARROJO UN 70% DE LOS VOTOS.
2) LULA QUIERE MUDARSE A LA ARGENTINA PARA VOTAR A CRISTINA.
3) A DIFUNDIR ESTO A TODA NUESTRA MILITANCIA, PERDIMOS EN UNA CIUDAD, PERO TENEMOS EL 60 % DEL TOTAL DE VOTOS EMITIDOS A LA FECHA INCLUYENDO SANTA FE.
GB
ORTEGA PEÑA.
En su edición número 50 del mes de junio de 1971, la revista Todo es historia, dirigida por Félix Luna, publicó un dossier sobre la figura histórica de Bartolomé Mitre. En él, la historiadora María Sáenz Quesada compiló las opiniones de sus colegas, inscriptos en las diversas corrientes de interpretación de nuestro pasado.
Rodolfo Ortega Peña y Eduardo Luis Duhalde aparecían, por entonces, como una de las producciones más novedosas de la floreciente historiografía militante. Producción intelectual que complementaba una infatigable práctica jurídica común en sindicatos y organizaciones políticas.
— ¿Cuál es el significado de Mitre en el momento histórico de su actuación?
DUHALDE: —Bartolomé Mitre es el nombre en el cual se concentra la política británica en el Río de la Plata en su mayor intensidad colonial. Su significación es la de expresar el uso instrumental de Buenos Aires contra toda la Nación, al servicio de una mentalidad y designios exclusivamente europeos. Desde un punto de vista nacionalista popular, la actuación de Mitre para la constitución de la Argentina como Nación independiente es nefasta.
— ¿Qué aportes de Mitre al país subsisten en la actualidad?
ORTEGA PEÑA: —Si por "aportes" entendemos las contribuciones a la dependencia del capital extranjero y una obsecuencia a la cultura europea, es indudable que Mitre todavía tiene vigencia en pequeños sectores que viven de espaldas al país. Señalemos que no pretendemos, como algunos historiadores revisionistas ortodoxos, ridiculizar a Mitre. Mitre fue algo demasiado serio como para tomarlo en broma; mandó a la muerte a miles de argentinos y generó una mentalidad historiográfico-liberal colonial sumamente potente, en la medida que contaba con todo el apoyo de la oligarquía local y el Imperio Británico.
— ¿Qué opina de Mitre como historiador?
DUHALDE: —Mitre era un historiador "serio", es decir, conocía a los historiadores de su época. Pero su "científicidad" estuvo permanentemente al servicio de una concepción antinacional. Creó superhéroes, parcializó a argentinos de temple y obscureció como a salteadores a los caudillos. Sus "sanmartines y belgranos" son personajes recortados con las tijeras de (Thomas) Carlyle y litografiados por (Leopoldo) Torre Nilsson. Pero la deshumanización que alimenta toda la historiografía mitrista tiene raíces más profundas que las estéticas; propia de la falta de contenido popular de toda su weltsanschaung (cosmovisión).
— ¿Tuvo Mitre alguna responsabilidad en los orígenes de la guerra del Paraguay?
ORTEGA PEÑA: —Por supuesto. El asunto —aunque todavía existan algunos polemistas tardíos— está prácticamente agotado desde un punto de vista historiográfico. Mitre —y no la Argentina— fue un instrumento consciente de la destrucción del Paraguay. De un Paraguay que era —gracias a Rosas y su política de amistad— considerado parte de nuestra propia tierra, como provincia/nación hermana. La destrucción del Paraguay se resolvió en el Foreign Office de Londres, y Mitre y el Brasil actuaron de mandatarios de esa decisión. Era el último golpe contra el federalismo criollo, y Mitre tenia plena conciencia de la necesidad de darlo para que su proyecto occidental y dependiente pudiera seguir adelante.
— ¿Fue positiva o negativa la actuación de Mitre con relación al interior del país?
DUHALDE: —Quizás hubiera sido importante oír a los propios interesados en este punto. Preguntarle por ejemplo al Chacho, a los (Ambrosio) Chumbita, a (Aurelio) Salazar, a Felipe Várela o a esos miles de campesinos, de condenados de la tierra del noreste argentino que se levantaron en armas contra Mitre, en respuesta a la política porteñista que "el círculo de Mitre" llevaba a cabo contra el interior provinciano. La liquidación del mercado interno era una necesidad básica para la política porteño- británica. Asimismo la consolidación de pequeños grupos que se van afirmando como oligarquías lugareñas, que serán las correas de transmisión de la política mitrista en el interior Jugarán un papel en la represión y dominio liberal de las provincias. La negatividad del ciclo mitrista en el interior se siente todavía hoy, a más de cien años.
— ¿Merece Mitre la jerarquía que tiene en la nómina de los próceres argentinos?
ORTEGA PEÑA: —Esa jerarquía y esa nómina le ha sido otorgada por una historiografía y una Academia que han sido nutridas permanentemente por la concepción anti nacional del mitrismo. El revisionismo histórico, entendido como conciencia histórica colectiva de los argentinos ha ubicado a Mitre en su verdadero lugar. Pero lo que si es indudable es que los ingleses están en deuda con Bartolomé Mitre: ellos deberían haberle otorgado el procerato y jerarquía que los académicos le han brincado tan apasionadamente.
Fuente: www.contexthistorizar.blogspot.com
In Memoriam,de un militante de la cultura, del pensamiento, de las ideas, y de la historia nacional y popular.
A 37 años de su asesinato a manos de la TRIPLE AAA.
Presente en nuestra memoria e identidad.
Prof GB.
sábado, 30 de julio de 2011
Su mirada sigue iluminando.
Concelebrando misa con Monseñor De Nevares
"Nada ni nadie me impedirá servir a Jesucristo y a su Iglesia, luchando junto a los pobres por su Liberación. Si el Señor me concede el privilegio,que no merezco, de perder la vida en esta empresa, estoy a su disposición."
Carlos Mugica.
Nuestra militancia tiene el sentido de la historia personal de Carlos, que es la historia colectiva que seguimos escribiendo: Ideológica, política, alegre, profunda, con el Pueblo, pero sin la gente ni los vecinos.
GB
Texto de la Misa para el Tercer Mundo
Señor ten piedad de nosotros
Señor ten piedad de nosotros
Tú que has nacido pobre
y has vivido siempre
junto a los pobres
para traer a los hombres
la liberación.
Tú que estás a nuestro lado
fuerte y resucitado
para empujarnos en la lucha
contra la injusticia y la explotación
Señor, piedad, Señor.
Tú que vendrás por fin
al final de los tiempos
para llenar, nuestro corazón
de alegría y plenitud.
Gloria
Gloria a Dios que es el amor
y en la tierra paz a los hombres
que luchan por la justicia.
Te alabamos,
porque luchamos para que nuestros niños
hambrientos coman.
Te glorificamos,
porque queremos destruir ya
los instrumentos de tortura.
Te damos gracias,
porque hay hombres que dan su vida
en la revolución.
Te damos gracias Señor,
porque no sos un Dios espectador,
sino un Dios hecho hombre
que padece el padecimiento de los hombres.
Te damos gracias Señor,
Tú que nos arrancas del egoísmo
impulsándonos a luchar contra la explotación,
ten piedad de nosotros.
Tú que estás con el padre
viviendo la plenitud del amor,
ten piedad de nosotros.
Tú que estás donde vamos a estar todos,
ten piedad de nosotros.
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Señor Dios, cordero de Dios,
que sigues desangrándote,
en los hacheros de Norte,
desangrándote.
En los mineros Bolivianos,
desangrándote.
En las favelas del morro,
desangrándote.
En el frío de los pobres,
desangrándote.
La carne del torturado,
desangrándote.
Señor.
Porque Tú solo eres el Santo;
Señor.
Tú solo eres el amor.
Señor.
Tú sólo el totalmente otro.
El que rescata para siempre la creatividad
humana.
En unión con el padre
fuente de la vida, de la energía, del amor.
Amén, para siempre, Amén.
Credo
Viva Dios,
que crea al hombre creador.
Viva Dios,
que todo lo hizo bien.
Y viva Jesús, su único hijo
nuestro hermano y Señor,
que fue concebido
por obra y gracia del Espíritu Santo.
La humilde María, lo parió en un establo.
Padeció mucho bajo Poncio Pilatos
porque su causa era la de los pobres.
Lo clavaron en una cruz
y murió con la muerte de los bandidos
y bajó a lo hondo del hombre.
Resucitó,
volvió a la vida
y se puso la piel del hombre nuevo.
Resucitó,
subió a la vida
y está junto al padre que todo lo puede
porque es el amor.
Volverá,
y todos los hombres se presentarán ante él,
y al atardecer de la vida,
serán juzgados en el amor.
Creo en el Espíritu Santo
que es la fuerza de Dios, el amor de Cristo,
la inspiración creadora.
Creo en la iglesia de todos,
Que es santa porque es de Dios.
En la comunión de los hombres
que hacen la verdad porque aman.
Creo en el perdón de los pecados.
Creo en el perdón de los insensibles,
de los tibios y prudentes.
Creo en perdón de los indiferentes,
de los que traicionan el amor.
Creo en el surgimiento
del hombre nuevo,
del hombre lleno de Dios.
Creo en la expansión de la vida plena...
Para siempre, amén.
Sanctus
Santo.
Es el Señor de todas las cosas.
Hay fiesta en el cielo.
Santo.
Bendito Jesús que viene de Dios.
Hay fiesta en el cielo.
Santo.
Todo lo creado está lleno de tu amor.
Santo.
Hay fiesta en el cielo.
Agnus Dei
Cordero de Dios
que quitas maldad del hombre,
acercate a nosotros con tu amor,
acercate a nosotros.
Cordero de Dios
que haces nuevo al corazón,
Acercate a nosotros con tu amor,
Acercate a nosotros.
Con tu amor, con tu paz... acercate Señor.
Cordero de Dios
que quitas la maldad del hombre,
Acercate a nosotros con tu amor,
acercate a nosotros.
Cordero de Dios,
danos la paz.
Señor ten piedad de nosotros
Señor ten piedad de nosotros
Meditación en la villa
Por Carlos Mujica, 1972
SEÑOR, perdóname por haberme acostumbrado a ver que los chicos que parecen tener ocho años tengan trece;
SEÑOR, perdóname por haberme acostumbrado a chapotear por el barro; yo me puedo ir, ellos no;
SEÑOR, perdóname por haber aprendido a soportar el olor de las aguas servidas, de las que me puedo ir y ellos no;
SEÑOR, perdóname por encender la luz y olvidándome de que ellos no pueden hacerlo;
SEÑOR, yo puedo hacer huelga de hambre y ellos no: porque nadie hace huelga con su hambre;
SEÑOR, perdóname por decirles "no solo de pan vive el hombre" y no luchar con todo para que rescaten su pan;
SEÑOR, quiero quererlos por ellos y no por mi. Ayúdame.
SEÑOR, sueño con morir por ellos: ayúdame a vivir para ellos.
SEÑOR, quiero estar con ellos a la hora de la luz. Ayúdame.
Meditación en la villa Por Carlos Mujica, 19Meditación en la villa Por Carlos Mujica, 1972 SEÑOR, perdóname por haberme acostumbrado a ver que los chicos que parecen tener ocho años tengan trece; SEÑOR, perdóname por haberme acostumbrado a chapotear por el barro; yo me puedo ir, ellos no; SEÑOR, perdóname por haber aprendido a soportar el olor de las aguas servidas, de las que me puedo ir y ellos no; SEÑOR, perdóname por encender la luz y olvidándome de que ellos no pueden hacerlo; SEÑOR, yo puedo hacer huelga de hambre y ellos no: porque nadie hace huelga con su hambre; SEÑOR, perdóname por decirles "no solo de pan vive el hombre" y no luchar con todo para que rescaten su pan; SEÑOR, quiero quererlos por ellos y no por mi. Ayúdame. SEÑOR, sueño con morir por ellos: ayúdame a vivir para ellos. SEÑOR, quiero estar con ellos a la hora de la luz. Ayúdame.72 Meditación en la villa Por Carlos Mujica, 1972 SEÑOR, perdóname por haberme acostumbrado a ver que los chicos que parecen tener ocho años tengan trece; SEÑOR, perdóname por haberme acostumbrado a chapotear por el barro; yo me puedo ir, ellos no; SEÑOR, perdóname por haber aprendido a soportar el olor de las aguas servidas, de las que me puedo ir y ellos no; SEÑOR, perdóname por encender la luz y olvidándome de que ellos no pueden hacerlo; SEÑOR, yo puedo hacer huelga de hambre y ellos no: porque nadie hace huelga con su hambre; SEÑOR, perdóname por decirles "no solo de pan vive el hombre" y no luchar con todo para que rescaten su pan; SEÑOR, quiero quererlos por ellos y no por mi. Ayúdame. SEÑOR, sueño con morir por ellos: ayúdame a vivir para ellos. SEÑOR, quiero estar con ellos a la hora de la luz. Ayúdame. SEÑOR, perdóname por haberme acostumbrado a ver que los chicos que parecen tener ocho años tengan trece; SEÑOR, perdóname por haberme acostumbrado a chapotear por el barro; yo me puedo ir, ellos no; SEÑOR, perdóname por haber aprendido a soportar el olor de las aguas servidas, de las que me puedo ir y ellos no; SEÑOR, perdóname por encender la luz y olvidándome de que ellos no pueden hacerlo; SEÑOR, yo puedo hacer huelga de hambre y ellos no: porque nadie hace huelga con su hambre; SEÑOR, perdóname por decirles "no solo de pan vive el hombre" y no luchar con todo para que rescaten su pan; SEÑOR, quiero quererlos por ellos y no por mi. Ayúdame. SEÑOR, sueño con morir por ellos: ayúdame a vivir para ellos. SEÑOR, quiero estar con ellos a la hora de la luz. Ayúdame. |
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