sábado, 11 de enero de 2014
Hacia una nueva regulación de la electricidad en democracia
En materia de electricidad, la perversidad de los medios del atraso y la exclusión –sumada a la proveniente del macrismo y sus socios– constituye una nueva afrenta a la seguridad jurídica popular. Tergiversación, omisión deliberada e hipocresía permanentes al servicio de mostrar al gobierno nacional y al Estado como enemigos de la ciudadanía.
Aquí la tradicional e histórica zoncera y sus derivaciones: Estado elefantiásico, Estado ineficiente, Estado mal administrador, etcétera. Visto que los argentinos somos congénitamente ineptos, la única solución posible: achicar al Estado (que es agrandar la Nación, claro) a través de la privatización y, en lo posible, desnacionalizando (lo extranjero resulta siempre mejor que lo nacional, por más privado que sea). Pero como no hay nada más por privatizar en distribución eléctrica, no queda otra salida que el incremento masivo de tarifas.
Ahora bien, ¿qué indica la realidad, por otro lado, inocultable ya por el macrismo y sus medios cómplices? Los barrios que más emprendimientos inmobiliarios recibieron son los más afectados por los cortes. Y no cualquier emprendimiento inmobiliario, sino y en su mayoría aquellos con imponentes requerimientos eléctricos. A deshilvanar la madeja. Nicolás Caputo, accionista de Edesur e íntimo amigo de Macri, es uno de los principales empresarios de la construcción. Pero Caputo es además accionista clave de la firma Mirgor, líder en venta de aires acondicionados en el país. Y como si esto fuera poco, otro accionista de Mirgor es a su vez presidente de una firma controlada por Newsan, otra de las compañías líderes en comercialización de aires en la Argentina.
Entonces el engendro y la afrenta a la población queda sintetizada así: la administración Macri otorga los permisos de obra a Caputo, accionista de Edesur, quien construye edificios y vende aires a más no poder, pues tanto Edenor como Edesur confirmaron previamente que habrá electricidad para todos y todas. ¡Y todavía hay que leer en la página 12 del último "Memoria y Balance General" de Edesur (apartado "Carta del Presidente a los accionistas"), a dicha empresa quejarse en estos términos: "El mayor incremento de potencia está originado en una concentración de demanda simultánea, relacionada con la utilización masiva de equipos de aire acondicionado en períodos de tiempo reducidos, y con un régimen tarifario que no considera aún estas nuevas formas de consumo".
Si el régimen tarifario no considera estas formas de consumo, primero, ¿cómo se explica que Edesur siga habilitando el mayor consumo eléctrico de miles de nuevos planos de obras en la ciudad? ¿No hace estudios de factibilidad? Segundo, si la utilización masiva de aires es también causa del incremento de potencia al que no pueden responder, ¿por qué los sigue vendiendo (indirectamente a través de Mirgor y de ésta con Newsan)? Pero infelizmente para la ciudadanía, la perversidad no termina aquí. Del otro lado de la General Paz, otro intendente de apellido Macri avanza en igual dirección que su primo. En efecto, Jorge Macri habilitó la mega obra del edificio del diario La Nación, en Vicente López, encargada a Ribera Desarrollos, a la sazón propiedad del hermano de Francisco De Narváez. Frente a las quejas de los vecinos, el Enre nunca autorizó la instalación y Edenor no construyó la subestación que el emprendimiento exigía conforme los planos de obra.
El diario de los Mitre se llama a silencio, cuando en años anteriores puso el grito en el cielo por el "Vial Costero" del ex intendente Enrique García. Al igual que su primo Mauricio, Jorge –que ya sumó a Caputo para sendas torres en Vicente López– también viola la seguridad jurídica popular. Las empresas Edenor y Edesur, cómplices de la injuria. Y los vecinos, con cortes de luz. En suma y parafraseando al Ministro de Planificación, es hora de capitalizar las multimillonarias inversiones públicas realizadas en la última década en el sector energético nacional (78% de un total de 92,5 millones de pesos), inversiones que han reducido enormemente la nefasta herencia neoliberal. Lo sucedido con las distribuidoras, así como el aquí relatado "urbanismo reaccionario" y una burguesía "energética" incompetente y antagónica con la expansión del mercado interno, la reindustrialización y la justicia social ponen de relieve la urgente necesidad de elaborar y ejecutar un nuevo marco regulatorio eléctrico de la democracia.
Infonews
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