Vení,
tomate un colectivo para brindar con nosotros,
los chicos te esperan setados en las puertas de sus casas,
como esperbas vos a tus tíos desde la hora de la siesta.
No te quedes solo nunca mas.
Los vecinos quieren saber de vos,
dicen que andás perdido,
preguntan si sos el mismo de antes;
es obvio que no les dije,
nadie es el mismo,
pero ellos responden que no han cambiado
y, pensándolo bien, es cierto,
elos están siempre igual,
pareciera que no crecen,
sus caras me resultan eternas.
No se puede negar que
sus cuerpos envejecen y tiene arrugas,
pero yo estoy ciega y no puedo ver mas
que lo que ví hace varias décadas,
te confieso que ya no se
qué imágen tiene el día de hoy,
será por ver todos los ayeres progresivamente,
uno por uno sin darme cuenta del paso del tiempo.
Vos, en cambio que te fuiste,
cuando volvés podés comparar
una cosa con otra, esto y aquello, antes, ahora, después.
Entiendo que el lugar creció,
ya no es el pueblito donde todos nos conocemos,
pero ellos siguen igual,
mueren tan pendejos como hace cuarenta años,
porque su vida es juntarse en al esquina
y ver sus hijos reproducir el mismo comportamiento,
y reír,
ver los cohetes iluminnado el infinito
-no existe lugar en el mundo
donde tiren mas cohétes que acá;
en al terraza del edificio 11
se ven los fuegos artificiales de tres Partidos-
donde vos, jugando al empresario, qué risa,
vendías galaxias en la barra de los pibes.
Te acordás cuando jugábamos a la Guerra de las Galaxias?
Hicimos un mapa estelar en toda la calle Giribone.
Como si fuera el TEG,
avanzábamos las piedras (naves espaciales)
de un cordón a otro,
entre las zanjas cósmicas,
y vos te calentaste
cuando te sacaron Orión, o Andrómeda,
y terminamos a los cascotazos luchando por los cielos;
y quedaron las estrelas estampadas en la casa de la Maico.
Venííí, no seas tonto,
compramos un pan dulce con muchas frutas como a vos te gusta,
el ananá fizz ya está en el freezer para que esté congelado como
te gusta;
no se como hacés,
en vez de tomar, masticás las bebidas.
Va a ser una linda noche, está fresquito;
Tus padres te extrañan, vení;
Capaz viene tus primos, vení;
Tus sobrinos te adoran, vení.
Te cuento?
Hicieron un árbol con una rama,
le pusieron pelotas de papel y cinta de bebé,
fósforos y velas de cumpleaños,
soldaditos pintados,
caramelos y recortes
de los chistes de los diarios.
Vení, dale, te lo quieren mostrar.
Y si llegás temprano,
por favor pasá por la misa.
Se que a vos ya no te interesa,
te volviste medio ateo,
per el cura igual quiere verte,
él leyó tus cuentos.
Vení a la iglesia,
pasá a saludar,
que no te cuesta nada,
y que no se te ocurra
decir el chiste tonto
sobre tu última comunión
(la primera comunión).
Vení,
capaz hacemos el baile en la calle
como en otras épocas,
cortamos Giribone con camiones,
y bailamos en Orión, Andrómeda,
las piedras y todas las galaxias.
Vení.
JUAN DIEGO INCARDONA. Buenos Aires, 1971. Publicó entre otros títulos: OBJETOS MARAVILLOSOS (2007), VILLA CELINA (2008), y ROCK BARRIAL (2011).
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