"La sabiduría del humilde le hace erguir la frente,
y lo hace sentar en medio de los poderosos.
No alabes a un hombre por su buena presencia
ni despecies a nadie por su aspecto.
La abeja es pequeña entre los animales que vuelan.
pero lo que produce es mas dulce que todo.
No te gloríes de la ropa que te cubre
ni te enorgullezcas en los días de gloria,
porque las obras del Señor son admirables
y están ocultas a los ojos de los hombres.
Muchos tiranos se sentaron en el suelo
y el que menos lo pensaba se ciñó la diadema.
Muchos potentados se hundieron en el deshonor
y los hobres ilustres cayeron en manos de otros."
Eclesiástico 10.30 p. 322
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