domingo, 29 de octubre de 2023

EL MITO DEL ETERNO RETORNO, LA UNIDAD NACIONAL

 Por MARIO OPORTO 

Unidad nacional, una fórmula 

en la historia argentina que 

involucra a Alberdi, Yrigoyen, 

Perón y Kirchner

25 DE OCTUBRE, 2023 | 10.36
Unidad nacional, una fórmula en la historia argentina que involucra a Alberdi, Yrigoyen, Perón y Kirchner

“Dadme un punto de coincidencias y haremos una patria” 

(Arturo Jauretche. 1958)

https://www.eldestapeweb.com/opinion/elecciones-2023/unidad-nacional-una-

formula-en-la-historia-argentina-que-involucra-a-alberdi-yrigoyen-peron-y-

kirchner-2023102510360

ELISABETH MOLE

 

Cenital

INFINITO PUNTO VERDE

Elisabeth Möhle
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Pensando el desarrollo sustentable desde nuestro país.
25/10/2023

Hola, ¿cómo estás? Espero que hayas sobrevivido bien al domingo. Qué país en el que sentís que estás en una montaña rusa todo el tiempo. Igual no lo cambio por nada en el mundo.

Quedan cuatro semanas hasta el ballotage donde definiremos si el próximo presidente será Sergio Massa o Javier Milei. Es imposible hablar de otro tema en estos días, y además los candidatos volvieron a dejar mucha tela para cortar sobre sus posicionamientos e ideas sobre el ambiente y el desarrollo, así que aprovechemos para pensarlo un poquito.

Empecemos.

Privatizar el mar y romper relaciones con el Vaticano

Javier Milei negó el cambio climático, se posicionó en contra de la Agenda 2030 y propuso la regulación privada de la contaminación ambiental. Ya lo venimos conversando en entregas anteriores, pero en los últimos días pudimos escuchar también qué piensan sobre el tema dos de sus principales referentes: Alberto Benegas Lynch (padre e hijo).

Primero, en el acto de cierre de campaña de La Libertad Avanza, Benegas Lynch (p) sostuvo que “por consideración a mi religión católica creo que habría que imitar lo que hizo el presidente Roca, esto es suspender las relaciones diplomáticas con el Vaticano mientras en la cabeza del Vaticano prime el espíritu totalitario”.

¿Por qué nos compete esta declaración en una conversación sobre desarrollo sostenible? Además de otras agendas, el papa Franciso promueve una postura sobre lo ambiental súper relevante, con la publicación en 2015 de la Encíclica Laudato Si: “Sobre el cuidado de la casa común” como hito fundamental.

En esa Encíclica y también en otras declaraciones habla de lo insostenible e injusto que es “el actual nivel de consumo de los países más desarrollados y de los sectores más ricos de las sociedades, donde el hábito de gastar y tirar alcanza niveles inauditos” y que esta inequidad se refleja también en la deuda ecológica entre el Norte y el Sur global. Especialmente, habla del cambio climático “originado por el enorme consumo de algunos países ricos” que tiene repercusiones en los lugares más pobres de la tierra. Reflexiones atinadas que son tachadas como marxismo cultural por los libertarios de acá y sus vínculos en los demás países del mundo.

Por otro lado, en conversación con Julio Leiva en Filo.News, Benegas Lynch (h), el candidato a diputado por LLA, dijo: “Me parece que el tema del medioambiente se resuelve con asignaciones de derechos de propiedad. Ahí terminás con todo. ¿Por qué las ballenas eventualmente se están por extinguir o los elefantes y demás? La diferencia es el alambrado. ¿Por qué las gallinas y las vacas no se extinguen? Porque hay un propietario, porque hay un uso económico, hay gente que valora eso”.

Es realmente impresionante.

¿Qué nos dice todo esto sobre cómo piensan, en LLA, al desarrollo y su vínculo con el ambiente (porque se supone que todas sus propuestas económicas como la dolarización son para alcanzar un mejor desarrollo)?

Por un lado, nos dicen que nada que no sea mercantilizable será protegido. Sea un río, un bosque o una ballena, si nadie ve valor económico en eso, perecerá. Ni siquiera tienen la sofisticación de proponer esquemas de pago por servicios ecosistémicos que se aproximan un poco a estas ideas. Hace décadas aprendimos que el mercado tiene ciertas fallas donde es necesario que el Estado intervenga. Una es la seguridad y la defensa, otra la protección del ambiente, tanto local como global. Volver atrás con estos consensos redunda en una Argentina más contaminada, con menor aprovechamiento, mayor despilfarro de sus recursos y más personas con problemas de salud vinculados a cuestiones ambientales. Claro que no es que hoy, por ejemplo, no tengamos basurales a cielo abierto o ríos contaminados, pero el Estado está trabajando en resolverlo y podríamos estar mucho peor.

Por el otro, el desprecio por la Agenda 2030, la acción climática y la calificación de “marxismo cultural” es profundamente retrógrado. Ya no hay discusión en el mundo sobre esto. ¿Quién puede estar en contra de que el desarrollo no sólo considere el crecimiento del PBI y el empleo sino también el acceso al agua segura, la energía y la educación? El mundo ya avanzó y funciona en esta clave y es un consenso bastante básico para vincularse con otros países, sobre todo los de occidente y “no comunistas”. ¿O el plan es ser parias globales a contramano de la conversación, los objetivos, las inversiones y el desarrollo tecnológico internacional?

Transición energética, recursos naturales con valor agregado y salir del juego de suma cero

Por el otro lado, de parte de Sergio Massa ya escuchamos la apelación al concepto de Casa Común que propone el papa Francisco, pena de prisión a quienes cometan delitos ambientales y una transición energética basada en la gran plenitud de recursos con los que cuenta la geografía argentina.

A modo de doble click, la semana pasada también la secretaria de Energía Flavia Royón participó del programa Transición 2030 de la periodista Catalina de Elía. Allí sostuvo que Argentina ya tiene una hoja de ruta de transición en base a sus compromisos internacionales. En línea con Massa dijo que tenemos todo para aprovechar las oportunidades de la transición energética desde gas, pasando por los mejores lugares del mundo para producir energía solar y eólica, tenemos energía hidroeléctrica, la posibilidad de ampliar la nuclear aprovechando las capacidades científicas y tecnológicas y un enorme potencial para el hidrógeno. Así como yacimientos de minerales críticos para la transición energética como litio, cobre y tierras raras.

También explicitó cómo ven el vínculo de la transición con el desarrollo: una gran oportunidad primero para generar puestos de trabajo bien remunerados, una posible palanca para el desarrollo de las industrias vinculadas al sector energético y también para fortalecer y diversificar las exportaciones. Y resaltó la importancia de “tener una visión y una política de desarrollo productiva para poder capitalizar el desarrollo y la explotación de estos recursos”.

Estos discursos coinciden con un amplio consenso nacional respecto de la potencialidad argentina para brindar muchos productos que el mundo quiere y va a querer cada vez más en los próximos años, producto de la transición energética. Esta proyección la extraje del Plan Argentina Productiva 2030 y estima cuánto crecerán las exportaciones en diferentes rubros para el fin de esta década. Ya sabemos la importancia de las exportaciones para generar divisas genuinas y poder sostener el crecimiento económico con el aumento de importaciones asociado.

Fuente: Plan Argentina 2030, Ministerio de Economía

Hay un consenso entre partidos ahí, dijimos. Ahora bien, luego empiezan los desafíos. Primero, para que esto efectivamente suceda, tienen que llegar las inversiones. Segundo, para que las actividades vinculadas a los recursos naturales no sean meramente extractivas hay que desarrollar la cadena de valor. Tercero, hay que pensar en el día después: de mínima los combustibles fósiles y seguramente el litio tienen fecha de vencimiento. Cuarto, ¿qué pasa con el resto de la economía? No somos Australia cuyos recursos naturales per cápita son mucho más altos que los nuestros, sino que es necesario pensar en el trabajo y en los sectores no vinculados directamente a los recursos naturales.

Parece un check list, pero nada de esto es trivial sino que exige un conocimiento muy profundo de los sectores y de las posibilidades y capacidades del Estado para llevar adelante cada uno de los puntos.

Volvamos a Massa para ver qué dijo al respecto. En el discurso de la noche electoral insistió con la idea de aprovechar nuestros recursos naturales, pero agregándoles valor y fortaleciendo a la industria nacional. “Quiero convocar a la Argentina que se para frente al mundo a hacer valer sus recursos naturales con valor agregado y no los regala”.

También habló de terminar con la dicotomía eterna entre campo e industria, pensando en un modelo donde se reduzca la exportación de granos para agregarle más valor en el país. Además, dijo que hay que dejar atrás la lógica de “suma cero”, que es el campo o la industria y nunca ambos los que aportan en conjunto al desarrollo nacional. En el mismo sentido, habló de empresarios y trabajadores sentados a la misma mesa construyendo “un régimen laboral moderno que abrace la tecnología y la capacitación laboral, sin renunciar a derechos conquistados por los y las trabajadores argentinos”, para construir más capital, más trabajo y más desarrollo argentino. 

Las claves del futuro

Avanzar hacia el desarrollo sostenible requiere de la cooperación de todos los actores y sectores, pensando de qué manera transformar exitosamente la matriz productiva y energética hacia una de menor impacto ambiental y que se inscriba en la economía verde. Sin embargo, un país que no crece, que no encuentra por dónde desarrollarse, se convierte en un lugar donde los actores solo buscan cómo sobrevivir y están a la defensiva. Necesitamos salir de esa lógica para volver a construir en conjunto. Ojalá podamos hacerlo. Tenemos un gran país con todos los recursos y muchas de las capacidades necesarias para la transición energética y al desarrollo sostenible. Lo que ya no tenemos es tanto tiempo y oportunidades que desperdiciar. 

Por último, te invito a formar parte de nuestro círculo de Mejores Amigos, te haremos tan feliz como estaba Juan Schiaretti la noche del domingo. 

Te mando un abrazo grande, gracias por leer.

Eli.

NICOLAS SIDICARO

 

Cenital

LLUVIA DE INVERSIONES

Nicolás Sidicaro
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El universo productivo argentino y su potencial exportador.
26/10/2023

Buenas, ¿cómo estás? Estoy bastante más aliviado que la semana pasada, aunque todavía con nervios, así que queda por delante un mes bastante duro. Si te soy sincero, no me esperaba el escenario electoral en el que nos encontramos, capaz sí los candidatos que quedaron, pero no el orden ni la magnitud de la diferencia.

Hoy nos vamos a enfocar en las propuestas de los candidatos que pasaron las generales. Pero antes de empezar, te recuerdo que ahora es mucho más fácil gestionar tu membresía para ser parte de los Mejores amigos de Cenital. Así que, si querés recibir estas y otras entregas al mail, anotate y danos una mano difundiendo. Te lo agradeceremos mucho.

Sé vos, nomás, y al mundo salvarás

Arrancamos con las propuestas de Sergio Massa y Unión por la Patria. En este caso, casi todo proviene del programa que tienen cargado en la web porque la plataforma dice poco y nada de lo que nos concierne acá.

Sin lugar a dudas, la inflación es uno de los temas que más preocupan al gobierno, a su candidato y a todos nosotros porque las cosas se complican con este nivel de aumento de precios, tanto socialmente como en lo que refiere a inversiones. Sin embargo, lejos de plantear una cuestión de shock, la propuesta de Massa se enfoca en la coordinación entre los agentes económicos (sindicatos y empresarios), garantizar un mayor nivel de divisas el año próximo -dado que no habría sequía y ya tenemos el gasoducto Nestor Kirchner- y algunas medidas más macroeconómicas que ayuden a que de a poco se vaya estabilizando la situación.

De lo anterior se desprende algo que aparece en todo el programa: el foco en las exportaciones, la generación de empleo formal y la recomposición del salario. Todo tiene que ver con todo, ya que un aumento de las ventas al exterior facilita el retorno a una economía más “normal”, sin la necesidad de hacer un ajuste bruto. Pero además, el incentivo a lograr un mayor nivel de exportaciones y la normalización económica sirve para generar más puestos de trabajo y que sean laburos mejor pagos.

Lo siguiente que nos compete es la política laboral. Como te decía, la mayor preocupación es que no se interrumpa la creación de puestos de trabajo de los últimos meses, de forma tal de romper con el estancamiento en el que nos encontramos hace bastantes años en cantidad de asalariados registrados (en 2011 era de 6.200.000 y ahora de 6.600.000, en el medio subió y bajó varias veces). De esta manera, facilitaría la entrada al mercado de trabajo a los jóvenes y a una parte de quienes componen la economía popular. Para lograrlo plantea algunas medidas sectoriales -que te voy a comentar un poco más adelante-, así como reembolsos a los aportes patronales y una reducción de las cargas impositivas. A la par, el estímulo a la educación técnica que facilite una mayor vinculación entre el mundo educativo y el del trabajo, aunque esto se trata de una medida más a mediano plazo.

Para la política comercial sostiene la necesidad de reforzar el Mercosur y las relaciones regionales, con especial énfasis en Brasil, nuestro mayor socio comercial. Además, capaz te acuerdes del acuerdo con la Unión Europea que había arrancado durante el gobierno de Mauricio Macri. Ese acuerdo tenía un par de inconvenientes para nosotros y a algunos países del bloque europeo tampoco les causaba mucha gracia -de hecho se trabó en gran medida por ellos-. Sobre este aspecto, Massa propone una revisión integral, en busca de garantizar una mayor complementariedad productiva, en lugar de relegar a la región a ser un centro de materias primas -que es como interpretan que quedó el actual preacuerdo-. A la par, encuentra en el posible ingreso a los BRICS una vía para negociar nuevos acuerdos que traspasan lo meramente económico, por lo que el eje de política exterior pareciera estar más volcado hacia el mundo de los emergentes que hacia los países occidentales. De todas maneras, también tiene una buena relación con el gobierno de Estados Unidos, así que pareciera tener una visión más estratégica y menos dogmática de la política internacional y comercial.

En cuanto a la política productiva específicamente tiene planteos en dos niveles. El primero, más general, se enfoca en la vinculación entre la industria y los recursos naturales, de forma tal de reforzar la integración económica y la agregación de valor. El desarrollo de la cadena aguas arriba y aguas abajo de los procesos extractivos asegura una mayor generación de empleo y la posibilidad de realizar exportaciones por mayor valor, evitando una mayor primarización de la economía.

A su vez, aborda una cuestión clave para la pequeña y mediana industria: los insumos difundidos. Estos son los productos intermedios que se utilizan en la mayor parte de los procesos productivos -por ejemplo, el acero o el cemento- y que hoy día son fabricados por unas pocas empresas, por lo que su precio es bastante alto y en dólares. En este sentido, plantea la creación de un instituto destinado al análisis y la elaboración de políticas públicas para abordar este sector que es transversal a la economía.

Finalmente, algo que también mencionaba en su plataforma Patricia Bullrich es la propuesta de impulsar una simplificación administrativa para reducir la cantidad de gestiones y trabas burocráticas que sufren las firmas -especialmente las pequeñas-. Hay muchas cuestiones que deberían ser más sencillas y significan costos administrativos para las firmas, así como también una pérdida del tiempo disponible para abordar cuestiones de negocios.

Yendo más a lo particular, se enfoca en tres sectores: el agro, la minería y la energía. Para el primero plantea la necesidad de abrir más mercados, promover una mayor transparencia en la información general de la producción agrícola y avanzar también con ciertos cambios en el SENASA. A lo que se suma la reciente quita de retenciones a los productos regionales. Por otro lado, se busca estimular la actividad minera como generadora de divisas y empleos, con una mayor integración local en la provisión de insumos y para el caso particular del litio sostener los avances que hizo YPF Litio en la planta de baterías. Finalmente, en el caso de la energía se enfoca en las energías renovables -con especial énfasis en el hidrógeno- y el GNL vinculado al Gasoducto Nestor Kirchner. De paso te dejo esta nota y este tweet que compara algunos planteos de los dos candidatos respecto a los hidrocarburos.

En qué lugar habrá consuelo para mi locura

¿Por dónde arrancar en el caso de Javier Milei? Según su plataforma, la debacle argentina no arranca en el kirchnerismo, tampoco en los “70 años de peronismo”, arranca hace 100 años -que coinciden con las primeras elecciones libres-. A partir de ese momento, Argentina entra en lo que Milei llama como fase colectivista en la que las decisiones económicas fueron centralizadas por una horda de burócratas. Capaz para las próximas elecciones llegamos a que el problema viene de los unitarios y federales.

Más allá de lo “gracioso” del planteo, sus propuestas están lógicamente conectadas con su diagnóstico. Si el problema viene de la burocracia y los gobiernos elegidos democráticamente, es necesario cortar los grados de libertad que tiene el sistema político para tomar decisiones, por eso su solución a la estabilización económica no es un ajuste con el objetivo de fortalecer el peso, sino la competencia de monedas (o dolarización, como gustes), ya que no habría vuelta para atrás como sí la habría en caso de ser más disciplinados en las cuestiones fiscales.

Zanjado el tema de la inflación -vía exterminio del peso-, lo siguiente que plantea es una apertura a la chilena. ¿En qué consiste? Nuestros vecinos cordilleranos rebajaron los aranceles a las importaciones de todos los bienes y posteriormente fueron negociando tratados de libre comercio con otros países, una vez que mostraron su vocación aperturista. Pero hay una diferencia grande con nuestra situación: el peso de la industria chilena es mucho menor y por lo tanto también los productos sujetos a competencia al abrir más las importaciones. En otras palabras, corrían menos riesgo de perder cientos de miles de puestos de trabajo como es nuestro caso.

Para el plano laboral plantea la necesidad de flexibilizar las leyes laborales y una rebaja de impuestos general, como si eso fuera suficiente para motorizar el empleo privado registrado. Lo curioso es que usa de ejemplo el convenio de la UOCRA y la construcción, cuando es una de las actividades económicas de mayor informalidad en el país.

¿Qué se hace en el caso de la construcción? Básicamente es una especie de seguro de desempleo por la estacionalidad que tiene la actividad. Hay meses en los que no se construye tanto, entonces hay un régimen especial en el cual no hace falta pagar una indemnización ante el paro de la relación laboral y hasta que vuelve a insertarse en una relación laboral el trabajador cobra un seguro.

Quizás te parezca una propuesta razonable, de hecho hay cosas que me parecen razonables de ese seguro, pero no soluciona ni de cerca los problemas. En primer lugar, el seguro tiene un costo en torno al 8% del salario mensual, por lo que no reduce los costos de contratación. En segundo lugar, mientras más grandes nos ponemos más complicado es conseguir un laburo nuevo, la indemnización -con todos sus problemas- sirve como un freno para que las firmas no despidan trabajadores de edad más avanzada porque hace más caro ese despido. Con el seguro, lo más probable es que los trabajadores más viejos pierdan sus trabajos antes que los más jóvenes en caso de un despido masivo de una empresa. Finalmente, algo que me mencionaba Martín Trombetta -quien investiga temas del mercado de trabajo- es que estos esquemas de seguro terminan siendo muy procíclicos. A las empresas les sirve contratar en los momentos de bonanza y despedir en los complicados. Por el contrario, en el esquema de indemnizaciones actual se suaviza un poco esta relación entre crecimiento del PBI y el empleo, aunque esto implica no contratar tanta gente en los momentos de aumento de la producción. Pero esto es un tema para varios newsletter, así que lo corto acá.

En lo que refiere específicamente a lo productivo, tiene una serie de medidas generales para los principales sectores que pueden traccionar inversiones (los mismos que te comenté más arriba). Su paquete consiste en la eliminación de las retenciones -a todos los sectores y productos-, de las restricciones cambiarias y comerciales y crear regímenes de inversión de largo plazo con ciertos beneficios impositivos.

Algo curioso -que no encontré en las otras propuestas- es que incorpora al sector forestal como uno con gran potencial, para lo cual propone la eliminación total de la Ley de Tierras para que cualquier persona, sea extranjera o no, pueda comprar nuestras tierras. Como te comenté en esta entrega, una de las soluciones que hubo en otros países es la obligatoriedad de que en caso de ser extranjeros sean tierras destinadas a la producción y no que pueda haber otros Lagos Escondidos en el país, pero esa salvedad no está en las propuestas de Milei.

Por otro lado, plantea un cambio en el esquema de obras de infraestructura en el que solamente se financien de forma privada aquellas que tienen sentido económico. Algo que me resulta un tanto preocupante en este sentido es cómo se harían las obras necesarias para dinamizar regiones que tienen menor desarrollo relativo. Es difícil que de la propia iniciativa privada surja la necesidad de impulsar zonas más alejadas de los centros productivos, por lo que la configuración desigual de nuestro territorio se mantendría cristalizada.

Veamos una última cosa que me llamó la atención. Quizás no concuerdes conmigo, pero Milei me parece genuino cuando habla de sus ideas económicas. Se plantea como libertario, propone la apertura de mercados ilegales porque tendrían sentido económico y habla de la escuela austríaca como los viejos peronistas hablan de Perón.

Uno de sus exponentes es Friedrich Hayek y en más de una oportunidad habló de su teoría del sistema de precios, que básicamente consiste en que los precios de cada bien reflejan toda la información necesaria para la toma de decisiones por parte de los individuos. Si ves que algo es caro, podrías comprar otra cosa o sustituirla por otra, al revés si es barato. De esta manera, se alcanzaría el punto más eficiente únicamente con la información incorporada en el precio de las cosas. ¿Cuál es la trampa? Para que esto tenga sentido los precios no deberían estar tocados ni intervenidos por nadie (se refieren al Estado claramente). Esta idea surge en las álgidas discusiones con los teóricos socialistas acerca de la posibilidad de planificar la economía de forma centralizada como contracara del liberalismo. Te dejo el artículo donde lo desarrolla Hayek porque está muy bueno, más allá de que te encuentres -como yo- muy lejos de esas ideas.

La gran pregunta entonces es por qué en su plataforma Milei propone explícitamente incentivar determinados sectores (como por ejemplo la biotecnología y la industria nuclear), desarrollar unicornios económicos -acá supongo que quiere decir economía del conocimiento, porque no sé cómo incentivar unicornios- y otros tantos. Pero qué son las promociones a sectores sino la alteración por parte del Estado de los precios. Si hay política industrial que no sea la igualación total de las reglas de juego para todos los sectores económicos, entonces hay distorsión de los precios relativos. Si hay distorsión de precios, el sistema a la Hayek no funciona. Como considero que Milei es una persona honesta en cuanto a sus ideas, hay dos opciones: o miente en su plataforma o sacó ideas medio inconexas de otros lados. Vale aclarar que quienes adoptaron la idea del sistema de precios para incorporarla a la teoría económica más tradicional avalan, en algunos casos, la intervención estatal. Lo que me hace ruido es la convivencia entre una postura tan dogmática como la de Milei y las propuestas de política productiva.

Se acerca el fin (con bonus track)

Las próximas semanas la idea es abordar algunos temas vinculados a las propuestas. En lo que refiere a la temática de este newsletter, creo que se ponen en juego dos cosas: la forma de estabilizar -a lo bruto o medido- y si vamos a dejar que el mercado determine por sí mismo si conviene realizar una inversión o no en base a los retornos económicos y no en base a una planificación del país que queremos.

Dicho eso, te dejo los links de las propuestas y un par de recomendaciones.

  • Las ex-propuestas de Bullrich las podés encontrar acá y su plataforma en este link, capaz te interesen. Las que ahora compiten son las siguientes: de Massa podés encontrarlas en la página de Unión por la Patria y las de Milei en estas dos: propuestas y plataforma. Corrés el riesgo de que te sangren los ojos después de leer algunas cosas;
  • Te dejo estas dos notas que me gustaron de las últimas semanas. Una sobre política industrial de Joan Vezzato y otra sobre la relación entre la economía y el ambiente de Victoria Arias Mahiques;
  • Casi seguro que lo viste, pero las últimas semanas estuve escuchando este podcast de Matías Mowszet y Martina Garbarz en el que hacen perfiles de algunos candidatos. El de Bullrich y Larreta son un elixir. 

Te recomiendo mucho que veas Split, una película sobre trastornos de personalidad del director de Sexto Sentido.

Abrazo grande,

Nico