domingo, 29 de octubre de 2023

NICOLAS SIDICARO

 

Cenital

LLUVIA DE INVERSIONES

Nicolás Sidicaro
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El universo productivo argentino y su potencial exportador.
26/10/2023

Buenas, ¿cómo estás? Estoy bastante más aliviado que la semana pasada, aunque todavía con nervios, así que queda por delante un mes bastante duro. Si te soy sincero, no me esperaba el escenario electoral en el que nos encontramos, capaz sí los candidatos que quedaron, pero no el orden ni la magnitud de la diferencia.

Hoy nos vamos a enfocar en las propuestas de los candidatos que pasaron las generales. Pero antes de empezar, te recuerdo que ahora es mucho más fácil gestionar tu membresía para ser parte de los Mejores amigos de Cenital. Así que, si querés recibir estas y otras entregas al mail, anotate y danos una mano difundiendo. Te lo agradeceremos mucho.

Sé vos, nomás, y al mundo salvarás

Arrancamos con las propuestas de Sergio Massa y Unión por la Patria. En este caso, casi todo proviene del programa que tienen cargado en la web porque la plataforma dice poco y nada de lo que nos concierne acá.

Sin lugar a dudas, la inflación es uno de los temas que más preocupan al gobierno, a su candidato y a todos nosotros porque las cosas se complican con este nivel de aumento de precios, tanto socialmente como en lo que refiere a inversiones. Sin embargo, lejos de plantear una cuestión de shock, la propuesta de Massa se enfoca en la coordinación entre los agentes económicos (sindicatos y empresarios), garantizar un mayor nivel de divisas el año próximo -dado que no habría sequía y ya tenemos el gasoducto Nestor Kirchner- y algunas medidas más macroeconómicas que ayuden a que de a poco se vaya estabilizando la situación.

De lo anterior se desprende algo que aparece en todo el programa: el foco en las exportaciones, la generación de empleo formal y la recomposición del salario. Todo tiene que ver con todo, ya que un aumento de las ventas al exterior facilita el retorno a una economía más “normal”, sin la necesidad de hacer un ajuste bruto. Pero además, el incentivo a lograr un mayor nivel de exportaciones y la normalización económica sirve para generar más puestos de trabajo y que sean laburos mejor pagos.

Lo siguiente que nos compete es la política laboral. Como te decía, la mayor preocupación es que no se interrumpa la creación de puestos de trabajo de los últimos meses, de forma tal de romper con el estancamiento en el que nos encontramos hace bastantes años en cantidad de asalariados registrados (en 2011 era de 6.200.000 y ahora de 6.600.000, en el medio subió y bajó varias veces). De esta manera, facilitaría la entrada al mercado de trabajo a los jóvenes y a una parte de quienes componen la economía popular. Para lograrlo plantea algunas medidas sectoriales -que te voy a comentar un poco más adelante-, así como reembolsos a los aportes patronales y una reducción de las cargas impositivas. A la par, el estímulo a la educación técnica que facilite una mayor vinculación entre el mundo educativo y el del trabajo, aunque esto se trata de una medida más a mediano plazo.

Para la política comercial sostiene la necesidad de reforzar el Mercosur y las relaciones regionales, con especial énfasis en Brasil, nuestro mayor socio comercial. Además, capaz te acuerdes del acuerdo con la Unión Europea que había arrancado durante el gobierno de Mauricio Macri. Ese acuerdo tenía un par de inconvenientes para nosotros y a algunos países del bloque europeo tampoco les causaba mucha gracia -de hecho se trabó en gran medida por ellos-. Sobre este aspecto, Massa propone una revisión integral, en busca de garantizar una mayor complementariedad productiva, en lugar de relegar a la región a ser un centro de materias primas -que es como interpretan que quedó el actual preacuerdo-. A la par, encuentra en el posible ingreso a los BRICS una vía para negociar nuevos acuerdos que traspasan lo meramente económico, por lo que el eje de política exterior pareciera estar más volcado hacia el mundo de los emergentes que hacia los países occidentales. De todas maneras, también tiene una buena relación con el gobierno de Estados Unidos, así que pareciera tener una visión más estratégica y menos dogmática de la política internacional y comercial.

En cuanto a la política productiva específicamente tiene planteos en dos niveles. El primero, más general, se enfoca en la vinculación entre la industria y los recursos naturales, de forma tal de reforzar la integración económica y la agregación de valor. El desarrollo de la cadena aguas arriba y aguas abajo de los procesos extractivos asegura una mayor generación de empleo y la posibilidad de realizar exportaciones por mayor valor, evitando una mayor primarización de la economía.

A su vez, aborda una cuestión clave para la pequeña y mediana industria: los insumos difundidos. Estos son los productos intermedios que se utilizan en la mayor parte de los procesos productivos -por ejemplo, el acero o el cemento- y que hoy día son fabricados por unas pocas empresas, por lo que su precio es bastante alto y en dólares. En este sentido, plantea la creación de un instituto destinado al análisis y la elaboración de políticas públicas para abordar este sector que es transversal a la economía.

Finalmente, algo que también mencionaba en su plataforma Patricia Bullrich es la propuesta de impulsar una simplificación administrativa para reducir la cantidad de gestiones y trabas burocráticas que sufren las firmas -especialmente las pequeñas-. Hay muchas cuestiones que deberían ser más sencillas y significan costos administrativos para las firmas, así como también una pérdida del tiempo disponible para abordar cuestiones de negocios.

Yendo más a lo particular, se enfoca en tres sectores: el agro, la minería y la energía. Para el primero plantea la necesidad de abrir más mercados, promover una mayor transparencia en la información general de la producción agrícola y avanzar también con ciertos cambios en el SENASA. A lo que se suma la reciente quita de retenciones a los productos regionales. Por otro lado, se busca estimular la actividad minera como generadora de divisas y empleos, con una mayor integración local en la provisión de insumos y para el caso particular del litio sostener los avances que hizo YPF Litio en la planta de baterías. Finalmente, en el caso de la energía se enfoca en las energías renovables -con especial énfasis en el hidrógeno- y el GNL vinculado al Gasoducto Nestor Kirchner. De paso te dejo esta nota y este tweet que compara algunos planteos de los dos candidatos respecto a los hidrocarburos.

En qué lugar habrá consuelo para mi locura

¿Por dónde arrancar en el caso de Javier Milei? Según su plataforma, la debacle argentina no arranca en el kirchnerismo, tampoco en los “70 años de peronismo”, arranca hace 100 años -que coinciden con las primeras elecciones libres-. A partir de ese momento, Argentina entra en lo que Milei llama como fase colectivista en la que las decisiones económicas fueron centralizadas por una horda de burócratas. Capaz para las próximas elecciones llegamos a que el problema viene de los unitarios y federales.

Más allá de lo “gracioso” del planteo, sus propuestas están lógicamente conectadas con su diagnóstico. Si el problema viene de la burocracia y los gobiernos elegidos democráticamente, es necesario cortar los grados de libertad que tiene el sistema político para tomar decisiones, por eso su solución a la estabilización económica no es un ajuste con el objetivo de fortalecer el peso, sino la competencia de monedas (o dolarización, como gustes), ya que no habría vuelta para atrás como sí la habría en caso de ser más disciplinados en las cuestiones fiscales.

Zanjado el tema de la inflación -vía exterminio del peso-, lo siguiente que plantea es una apertura a la chilena. ¿En qué consiste? Nuestros vecinos cordilleranos rebajaron los aranceles a las importaciones de todos los bienes y posteriormente fueron negociando tratados de libre comercio con otros países, una vez que mostraron su vocación aperturista. Pero hay una diferencia grande con nuestra situación: el peso de la industria chilena es mucho menor y por lo tanto también los productos sujetos a competencia al abrir más las importaciones. En otras palabras, corrían menos riesgo de perder cientos de miles de puestos de trabajo como es nuestro caso.

Para el plano laboral plantea la necesidad de flexibilizar las leyes laborales y una rebaja de impuestos general, como si eso fuera suficiente para motorizar el empleo privado registrado. Lo curioso es que usa de ejemplo el convenio de la UOCRA y la construcción, cuando es una de las actividades económicas de mayor informalidad en el país.

¿Qué se hace en el caso de la construcción? Básicamente es una especie de seguro de desempleo por la estacionalidad que tiene la actividad. Hay meses en los que no se construye tanto, entonces hay un régimen especial en el cual no hace falta pagar una indemnización ante el paro de la relación laboral y hasta que vuelve a insertarse en una relación laboral el trabajador cobra un seguro.

Quizás te parezca una propuesta razonable, de hecho hay cosas que me parecen razonables de ese seguro, pero no soluciona ni de cerca los problemas. En primer lugar, el seguro tiene un costo en torno al 8% del salario mensual, por lo que no reduce los costos de contratación. En segundo lugar, mientras más grandes nos ponemos más complicado es conseguir un laburo nuevo, la indemnización -con todos sus problemas- sirve como un freno para que las firmas no despidan trabajadores de edad más avanzada porque hace más caro ese despido. Con el seguro, lo más probable es que los trabajadores más viejos pierdan sus trabajos antes que los más jóvenes en caso de un despido masivo de una empresa. Finalmente, algo que me mencionaba Martín Trombetta -quien investiga temas del mercado de trabajo- es que estos esquemas de seguro terminan siendo muy procíclicos. A las empresas les sirve contratar en los momentos de bonanza y despedir en los complicados. Por el contrario, en el esquema de indemnizaciones actual se suaviza un poco esta relación entre crecimiento del PBI y el empleo, aunque esto implica no contratar tanta gente en los momentos de aumento de la producción. Pero esto es un tema para varios newsletter, así que lo corto acá.

En lo que refiere específicamente a lo productivo, tiene una serie de medidas generales para los principales sectores que pueden traccionar inversiones (los mismos que te comenté más arriba). Su paquete consiste en la eliminación de las retenciones -a todos los sectores y productos-, de las restricciones cambiarias y comerciales y crear regímenes de inversión de largo plazo con ciertos beneficios impositivos.

Algo curioso -que no encontré en las otras propuestas- es que incorpora al sector forestal como uno con gran potencial, para lo cual propone la eliminación total de la Ley de Tierras para que cualquier persona, sea extranjera o no, pueda comprar nuestras tierras. Como te comenté en esta entrega, una de las soluciones que hubo en otros países es la obligatoriedad de que en caso de ser extranjeros sean tierras destinadas a la producción y no que pueda haber otros Lagos Escondidos en el país, pero esa salvedad no está en las propuestas de Milei.

Por otro lado, plantea un cambio en el esquema de obras de infraestructura en el que solamente se financien de forma privada aquellas que tienen sentido económico. Algo que me resulta un tanto preocupante en este sentido es cómo se harían las obras necesarias para dinamizar regiones que tienen menor desarrollo relativo. Es difícil que de la propia iniciativa privada surja la necesidad de impulsar zonas más alejadas de los centros productivos, por lo que la configuración desigual de nuestro territorio se mantendría cristalizada.

Veamos una última cosa que me llamó la atención. Quizás no concuerdes conmigo, pero Milei me parece genuino cuando habla de sus ideas económicas. Se plantea como libertario, propone la apertura de mercados ilegales porque tendrían sentido económico y habla de la escuela austríaca como los viejos peronistas hablan de Perón.

Uno de sus exponentes es Friedrich Hayek y en más de una oportunidad habló de su teoría del sistema de precios, que básicamente consiste en que los precios de cada bien reflejan toda la información necesaria para la toma de decisiones por parte de los individuos. Si ves que algo es caro, podrías comprar otra cosa o sustituirla por otra, al revés si es barato. De esta manera, se alcanzaría el punto más eficiente únicamente con la información incorporada en el precio de las cosas. ¿Cuál es la trampa? Para que esto tenga sentido los precios no deberían estar tocados ni intervenidos por nadie (se refieren al Estado claramente). Esta idea surge en las álgidas discusiones con los teóricos socialistas acerca de la posibilidad de planificar la economía de forma centralizada como contracara del liberalismo. Te dejo el artículo donde lo desarrolla Hayek porque está muy bueno, más allá de que te encuentres -como yo- muy lejos de esas ideas.

La gran pregunta entonces es por qué en su plataforma Milei propone explícitamente incentivar determinados sectores (como por ejemplo la biotecnología y la industria nuclear), desarrollar unicornios económicos -acá supongo que quiere decir economía del conocimiento, porque no sé cómo incentivar unicornios- y otros tantos. Pero qué son las promociones a sectores sino la alteración por parte del Estado de los precios. Si hay política industrial que no sea la igualación total de las reglas de juego para todos los sectores económicos, entonces hay distorsión de los precios relativos. Si hay distorsión de precios, el sistema a la Hayek no funciona. Como considero que Milei es una persona honesta en cuanto a sus ideas, hay dos opciones: o miente en su plataforma o sacó ideas medio inconexas de otros lados. Vale aclarar que quienes adoptaron la idea del sistema de precios para incorporarla a la teoría económica más tradicional avalan, en algunos casos, la intervención estatal. Lo que me hace ruido es la convivencia entre una postura tan dogmática como la de Milei y las propuestas de política productiva.

Se acerca el fin (con bonus track)

Las próximas semanas la idea es abordar algunos temas vinculados a las propuestas. En lo que refiere a la temática de este newsletter, creo que se ponen en juego dos cosas: la forma de estabilizar -a lo bruto o medido- y si vamos a dejar que el mercado determine por sí mismo si conviene realizar una inversión o no en base a los retornos económicos y no en base a una planificación del país que queremos.

Dicho eso, te dejo los links de las propuestas y un par de recomendaciones.

  • Las ex-propuestas de Bullrich las podés encontrar acá y su plataforma en este link, capaz te interesen. Las que ahora compiten son las siguientes: de Massa podés encontrarlas en la página de Unión por la Patria y las de Milei en estas dos: propuestas y plataforma. Corrés el riesgo de que te sangren los ojos después de leer algunas cosas;
  • Te dejo estas dos notas que me gustaron de las últimas semanas. Una sobre política industrial de Joan Vezzato y otra sobre la relación entre la economía y el ambiente de Victoria Arias Mahiques;
  • Casi seguro que lo viste, pero las últimas semanas estuve escuchando este podcast de Matías Mowszet y Martina Garbarz en el que hacen perfiles de algunos candidatos. El de Bullrich y Larreta son un elixir. 

Te recomiendo mucho que veas Split, una película sobre trastornos de personalidad del director de Sexto Sentido.

Abrazo grande,

Nico

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