domingo, 20 de octubre de 2019

INFORME DE LA MINORÍA La presunción de inocencia es incompatible con el Escuadrón de Pre Sentencias


Me encanta la ciencia ficción. Creo que la culpa es de Blade Runner, película que vi de chica y que me llevó a buscar el libro que le había dado origen al argumento. Supongo que debo haber atormentado a mis padres hasta que conseguí que averiguaran el nombre de ese autor; los pobres deben haber enloquecido un poco en épocas previas a la internet. Pero como mis padres siempre fueron unos super héroes atentos a ese tipo de inquietudes, no sé cómo pero dieron con el nombre. Así descubrí a un señor que se llama Philip K. Dick.
Dick fue un escritor prolífico y maravilloso. Y escribo esta frase conteniendo la tentación de ponerme a hablar de cada libro o historia escrita por él, contarle los geniales argumentos y que hay detrás de cada uno de ellos. Algún día debería hacerlo. Porque es un autor deslumbrante y creativo de forma superlativa. Y porque se hacía preguntas sobre temas que me fascinan desde siempre como Dios, la locura, la paranoia y la muerte. Y el destino y la justicia y el amor. Es tremendo Dick, habla de aquello que uno suele hablar básicamente con uno mismo. Porque le tememos o lo deseamos de modo irracional. Y nos cuesta hablar con otros. O al menos a mí me cuesta.
Blade Runner está basada en una novela corta llamada ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? Y la adaptación al cine la hicieron de forma libre Hampton Fancher y David Webb Peoples.
La película comienza contando: “A principios del siglo XXI, la Tyrell Corporation desarrolló un nuevo tipo de robot llamado Nexus. Un ser virtualmente idéntico al hombre y conocido como Replicante».
«Los Replicantes Nexus-6 eran superiores en fuerza y agilidad y, al menos, iguales en inteligencia a los ingenieros de genética que los crearon. En el espacio exterior, los Replicantes fueron usados como trabajadores esclavos en la arriesgada exploración y colonización de otros planetas».
«Después de la sangrienta rebelión de un equipo de combate de Nexus-6 en una colonia sideral, los Replicantes fueron declarados proscritos en La Tierra bajo pena de muerte. Brigadas de policías especiales con el nombre de unidades de Blade Runners tenían órdenes de tirar a matar al ver a cualquier Replicante invasor».
«A esto no se le llamó ejecución. Se le llamó retiro”.
Y luego viene una de las escenas mas geniales que he visto en mi vida. Un replicante es entrevistado por una suerte de psicólogo de la corporación Tyrell y claramente no logran empatizar. En un momento del dialogo el psicólogo, llamado Holden, le dice a León, el replicante:
Holden: Es un test hecho para provocar una respuesta emocional… ¿Quiere que sigamos? Descríbame, con palabras sencillas, solo las cosas buenas que le vienen a la mente… acerca de su madre.
León: -¿Mi madre?
Holden: Sí.
León: Déjeme contarle de mi madre.
Y entonces León saca un arma y acribilla al psicólogo.
He usado esa secuencia en infinidad de conversaciones. Mi madre es psiquiatra y de alguna forma me pareció una cita de lo más atinente, hasta por motivos autobiográficos. Incluso la he usado con ella, para decirle un poco en chiste y un poco en verdad, la posible respuesta de una futura Graciana en terapia, frente las consecuencias traumáticas, siempre hipotéticas y exageradas, por cierto, de lo que estuviese discutiendo con mamá en el momento que usaba la cita.
(Mamá: ¡feliz día! Has sido una madre fantástica. Amo y agradezco tu biblioteca, tu inteligencia descomunal y tu memoria precisa y deslumbrante. Jamás acribillaría a nadie que me pidiese que hablara de vos. Me gustaría estar en San Juan hoy, darte un abrazo. Te quiero, mami. Gracias por todo… y por la libertad.)
Uno de los motivos por los que no estoy en San Juan es porque estoy tapada de trabajo. Son días feroces. Estos días he escrito hasta tarde varias noches. Una de esas noches, pillé en la televisión que dejo de fondo mientras escribo, una película también basada en una historia de Philip K. Dick. La película se llama Minority Report: Sentencia Previa y el cuento que le sirve de base se tradujo al castellano como Informe de la Minoría.



La historia describe un mundo futuro, donde se usan las habilidades de tres telépatas conectados a una computadora para predecir el futuro. No cualquier futuro: los crímenes futuros. Ello ha dado lugar a que en esa sociedad se cree un escuadrón de Precrimen, que detiene a los potenciales delincuentes antes que comentan los crímenes que predicen los télepatas. Como lo explica uno de los personajes: “Así, la comisión del crimen por sí mismo es absolutamente una cuestión metafísica. Nosotros afirmamos que son culpables. Y ellos, a su vez, afirman constantemente que son inocentes. Y en cierto sentido, son inocentes. (…) En nuestra sociedad no tenemos grandes crímenes —continuó Anderton—, pero tenemos todo un campo de detención lleno de criminales en potencia, criminales que lo serían efectivamente”.
El problema surge ante la posibilidad de error de los telépatas. Es el informe de la minoría. Si no hay crimen, ¿cómo se prueba la posibilidad? Y más aún, ¿cómo se prueba la culpa? La historia es magnífica, aun cuando señalo que Dick planteó una forma de resolución del conflicto y Hollywood otra. Ambas están muy bien y responden casi perfectamente a las concepciones ideológicas, tanto del autor en un caso, como a la de la industria hollywoodense en el otro. Acá. el cuento de Dick.


La noche que volví a ver Minority Report en la televisión escribía un recurso cuyo destino es aún incierto. Uno de esos casos donde la sentencia está escrita de antemano. En lugar de telépatas, la dictaron periodistas y medios de comunicación. Y la instalaron en las conciencias de miles de ciudadanos. Y frente a eso, es poco lo que podemos hacer los abogados. De poco sirven las pruebas en estos casos, y además el primer obstáculo es lograr que el tribunal que juzga, autorice las pruebas.
Porque eso es lo que ha pasado estos años. Las sentencias de muchos casos estaban tan pre escritas, que los jueces no admitían –ni admiten aun hoy— la producción de pruebas que pudieran contradecir esas sentencias que están definidas ante de llegar a juicio.
Pienso en la absurda negativa del tribunal que juzga el caso de “Obra Pública” a que las defensas, entre ellas la de Cristina Fernández de Kirchner, produzcan la prueba. Y pienso el pequeño gran escándalo que sucedió, con cacerolazos incluidos, cuando la Corte Suprema intento siquiera intervenir para que esa prueba se produzca. ¡Imagínense el desatino! La Corte Suprema animándose a contradecir una sentencia que se escribió antes del juicio, y en otro lado que no son los tribunales, o bien osando permitir que se produzcan las pruebas que pueden contradecir esa sentencia pre escrita. ¡Una barbaridad!
Claramente al escuadrón de Pre Sentencia –hermano del escuadrón de Pre Crimen que escribió Dick— dicha osadía del Poder Judicial le resulta inadmisible. Así se lo hicieron saber al órgano máximo del Poder Judicial Argentino.
También se lo hicieron saber a los afectados directos, cuando impulsaron y validaron el uso y abuso de las prisiones preventivas, o las violaciones al debido proceso, la prueba, el juez natural y de todas esas garantías que hacen a un juicio justo y que en infinitos casos fueron vulneradas con barbarie y en muchos casos sin humanidad. Por eso tenemos sentencias injustas. Y por eso estamos viendo juicios injustos.
El escuadrón de Pre Sentencia sigue operativo, dando lucha contra cualquier intento de  probar aquello que ya se ha decidido que no debe ser probado. Esta semana vi al Escuadrón de Pre Sentencia sumamente activo con el caso D’Alessio. En particular con la defensa de uno de sus miembros, el periodista Daniel Santoro.
Otro de los miembros del escuadrón de Pre Sentencia cuestionó fuertemente al candidato a Presidente Alberto Fernández. Fue Joaquín Morales Sola, quien dijo en La Nación: “Además de leer los escritos del juez, ¿no debió Alberto Fernández consultar con ADEPA, que tiene como socios a 180 propietarios de medios periodísticos del país, o con FOPEA, que agrupa a centenares de periodistas de todas las provincias? Ambas organizaciones se pronunciaron contra el procesamiento de Santoro y contra la injerencia de la Comisión Provincial de la Memoria”.
Este ilustre miembro de Pre Sentencia olvida que Alberto Fernández es abogado, penalista, además. Y que en general a los abogados la Facultad de Derecho nos dio los elementos para leer y comprender los fallos por nosotros mismos. Alberto Fernández es además profesor de una Facultad de Derecho. De Derecho Penal. Le enseña a generaciones de estudiantes a leer y entender los fallos.
Pero más aun, los abogados no sólo leemos los fallos de los jueces, que son quienes tienen, según la Constitución Nacional, la autoridad para juzgar a las personas. También tenemos el molesto hábito de leer la documentación que las partes adjuntan al expediente e inclusive la documentación que prueba o deja de probar ciertas cosas. De hecho tenemos un dicho que dice que “lo que no esta en el expediente, no existe en el mundo”, señalando que sólo aquello que es conocido por todas las partes de un juicio tiene validez procesal.
Pero resulta que ni FOPEA ni ADEPA son partes en el expediente de la causa D’Alessio. Tampoco hay una norma que nos obligue como abogados a consultar a FOPEA o a ADEPA antes de emitir una opinión.
Entonces, ¿por qué Joaquín Morales Solá le exige a Alberto Fernández que consulte a ADEPA o a FOPEA o a ambos? Nótese especialmente que nunca FOPEA o ADEPA le han reclamado a un periodista que los consulte antes de escribir algo, decir u opinar algo.
La respuesta es compleja y sencilla a la vez. Muchos medios de comunicación y muchos periodistas son parte del Escuadrón de Pre Sentencias. Y les resulta inadmisible que haya opiniones que no se ajusten a sus Pre Sentencias.
A los miembros del escuadrón de Pre Sentencias tengo que informarles, sin la menor intención de ofenderlos pero con toda claridad, que nuestra Constitución establece algo que se llama presunción de inocencia. Y que la presunción de inocencia prohíbe la existencia del Escuadrón de Pre Sentencias.
También debo informarles que la Constitución Nacional acuerda a todos –no sólo a los periodistas— la libertad de expresión. Y no la subordina a consulta previa a entidad alguna.
Pero más allá de eso, quiero plantear algo que me preocupa de cara al futuro. Porque una característica del Escuadrón de Pre Sentencias es cierta vocación acomodaticia a los tiempos políticos. Y lo que es peor, muchos jueces tienen parecida vocación. Y eso está mal.
Creo fuertemente que entre escuadrón de Pre Sentencias y presunción de inocencia, claramente el escuadrón es ilegal y la presunción un mandato constitucional, al que deben ajustar su conducta los funcionarios de este país.
Me preocupa lo que estoy viendo estos días, donde arrecian novedades judiciales para los funcionarios de Cambiemos. Como no soy jueza no me corresponde decir si son culpables. Y como soy abogada, asumo que aun cuando me cueste en ciertos casos, por la antipatía que puedo tenerle al personaje involucrado, ante la ley es inocente hasta que una sentencia firme diga lo contrario. Por eso me espanta cuando escucho a compañeros y colegas que fundamentan y reclaman que se prohíba la salida del país de funcionarios de Cambiemos sobre los que aún no pesa siquiera un procesamiento.
Si existen motivos para investigar las conductas de los funcionarios de Cambiemos, estoy muy de acuerdo con que se investigue. (Y sé que deberá investigarse, esté yo de acuerdo o no.) Pero no estoy dispuesta a admitir que se cree un nuevo Escuadrón de Pre Sentencias, para restringir los derechos de personas que ante la ley aún son inocentes.
Estoy harta de juicios injustos. Estoy cansada de procesos arbitrarios. Estoy cansada y mucho, de los malos jueces y de los pésimos fiscales y de los pocos defensores que no honran su tarea. De los miembros de la AFI y los entenados de la AFI dando vuelta por tribunales. De los operadores judiciales de todo color y tamaño. De los funcionarios de un gobierno – el que sea— haciendo política en base a persecuciones judiciales por motivos políticos.
Y estoy hasta la coronilla de que el Poder Judicial sea, en muchos casos, un atado de señores acomodaticios que se olvidaron hace años del valor justicia. Por suerte conozco muchos abogados que piensan parecido. Y no estamos dispuestos a consentir que sigan pasando esas cosas. Aun cuando de pronto empiece a pasarle a otras personas y no a quienes defendemos. Incluso aun cuando ahora empiece a pasarle a las personas que hicieron esas cosas.
A veces pienso que algunos miembros del Poder Judicial van a hostigar ahora a quienes fueron hostigadores estos casi cuatro años de infierno. Para que nos olvidemos de lo que hicieron, no a solo a nosotros, sino a la sociedad. Para que aceptemos confundir Justicia con Venganza.
Felices y hasta eficientes, van a entregar la cabeza de viejos cómplices de tropelías, para que olvidemos que no solo fueron, por ejemplo, los funcionarios de Cambiemos o los miembros del Escuadrón de Pre Sentencias quienes llevaron delante el Lawfare de estas pampas. Muchos miembros del Poder Judicial fueron parte de eso que pasó y que fue injusticia y arbitrariedad. Y también deben responder por ello. Tanto como debe reconocérsele a cada funcionario judicial que resistió la tentación de desconocer sus obligaciones legalmente establecidas para congraciarse con el poder.
Todos tenemos una obligación. No olvidarnos de lo que pasamos estos años. No conformarnos con esas migajas de Venganza que nos van a ofrecer para seguir privándonos a todos de Justicia. No podemos resignar también nosotros, los ciudadanos, el valor Justicia.
Porque ha llegado el momento de decir: ¡Basta!. Basta de complicidades. Basta de Pre Sentencias. Basta de memorias frágiles y venganzas fáciles. Basta de arbitrariedades. Basta de todo esto que hemos vivido y nos espanta y nos duele.
Hace mas de dos décadas, cuando comenzaba la carrera de abogacía, mi profesor de Introducción al Derecho nos enseñaba una definición hermosa de Justicia que había escrito un señor llamado Ulpiano y decía: “La justicia es la constante y perpetua voluntad de dar (conceder) a cada uno su derecho”.
Olvidemos las venganzas. No nos conformemos con ellas. No nos distraigamos con ellas. No permitamos que, por descuido o egoísmo, en un par de años todo este espanto vuelva a repetirse.


SI ES JUEVES DEBE SER CORRIENTES El ex Presidente culminó con éxito su gira de despedida. Oldies y nostalgia para el adiós


Los hombres de negocios reunidos en Mar del Plata por convocatoria de IDEA aplaudieron a rabiar a la gobernadora saliente de Buenos Aires y, según un cronista muy sensible, uno de ellos hasta lloró de emoción. Asistentes a ese foro patronal comunicaron que abogan por la institucionalidad, y por el mérito como requisito para ocupar cargos públicos. Bien visto, esto es redundante, porque desde 1853 la Constitución Nacional prevé en su artículo 16 que todos los ciudadanos son «admisibles en los empleos sin otra condición que la idoneidad». Pero si se atiende al subtexto que notificaron a la prensa representantes de la Asociación de Bancos de la Argentina (es decir los bancos extranjeros), el objetivo es asegurar la continuidad en sus cargos del presidente del Banco Central, Guido Sandleris; del director de la AFIP, Leandro Cuccioli; del responsable de la ANSES, Emilio Basavilbaso, y del titular de la Unidad de Información Financiera, Mariano Federici.
El respaldo al cuarteto lo anticiparon en un almuerzo durante la segunda jornada del Coloquio los banqueros nucleados en ABA: Claudio Cesario , que preside la entidad; su vicepresidente, Enrique Cristofani (del Santander); Gabriel Martino (del HSBC), Julio Figueroa (del Citibank) y Martín Zarich (del BBVA).
Alberto Fernández tuvo el buen tino de no asistir al cónclave de viudxs del neoliberalismo, que no se resignan a que esa experiencia concluya, y no por los errores en el plan económico que muchxs  mencionaron en la encuesta realizada por el padre del espía Marcelo Sebastián D’Alessio, sino porque fue tapada de votos durante las primarias que no ocurrieron el 12 de agosto. La consultora Irol D’Alessio, preferida por la embajada de Estados Unidos y única con acceso irrestricto a los encuentros patronales, esta vez no fue acompañada por Sergio Berensztein, quien recordó que para ir a Mar del Plata hay que pasar por Dolores.
La Idea de continuidad de estos cuatro funcionarios sugiere que o los patrones no han entendido lo que sucedió hace dos meses y se ratificará el próximo domingo, o están dispuestos a desconocer la voluntad popular y presionar por la defensa de sus intereses al margen de cualquier otra consideración.
Sería útil que los banqueros leyeran también la parte del artículo 16 según la cual la Nación Argentina no admite prerrogativas de sangre, ni de nacimiento:  fueros personales ni títulos de nobleza o la sentencia final: «La igualdad es la base del impuesto y de las cargas públicas». Este spot de la campaña presidencial de Evo Morales, que hoy se presentará como candidato frente a quien lo precedió en la presidencia de Bolivia, el periodista Carlos Mesa, dice algo sobre prerrogativas de nacimiento e igualdad.





Ninguno de los cuatro

Sobran los motivos para que un gobierno como el que encabezarán Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner no desee convivir con estos jinetes del apocalipsis PRO:
Guido Sandleris- Durante su gestión en el BCRA se perdieron reservas a un ritmo que según su propio reconocimiento superó los 800 millones de dólares diarios y, con suerte, durarán hasta el último día de la gestión de Maurizio Macrì. Además elevó la tasa de interés de referencia hasta el 85%, récord mundial, incompatible con la producción.
Leandro Cuccioli– Su predecesor, Alberto Abad, debió alejarse cuando publiqué la nómina de parientes, testaferros, socios y amigos presidenciales que se acogieron al blanqueo de capitales. La designación de Cuccioli no se fundamentó en su idoneidad para un cargo en el que no tenía experiencia, sino en que se trataba de «un jugador en equipo», es decir un buen compañero. Su experiencia previa comenzó en Londres, como asesor de empresas en negocios de gas, electricidad y correos y siguió en British Petroleum, a cargo de energía eólica, es decir algunos de los negocios de la famiglia presidencial. Tiene todos sus activos fuera del país. En octubre de 2018, el histórico director de la DGI, Horacio Castagnola, presentó una denuncia penal contra el primo Angelo Calcaterra. De inmediato, Cuccioli le pidió la renuncia. Al mes siguiente, Cuccioli y su segunda, Jimena de la Torre, fueron fotografiados por el diario cooperativo Tiempo Argentino, cuando salían de almorzar con el juez federal Julián Ercolini, el más sensible a los requerimientos oficiales, quien lleva las causas que interesan al gobierno y a la AFIP en contra de CFK.

Fotos Tiempo Argentino, Diego Paruelo y Pedro Pérez.

Dentro de la AFIP circulan audios en los que De la Torre menciona actas de directorio antedatadas para hacer figurar en el blanqueo operaciones posteriores, lo que en cualquier momento podría traducirse en otra denuncia penal.


Reproductor de audio

Reproductor de audio


Emilio Basavilbaso– Bajo su gestión el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSES se descapitalizó en más de 20.000 millones de dólares, por lo que tiene una denuncia penal. También lo investiga el doctor Glock por haber vendido la participación de la ANSES en Petrobras Argentina a Pampa Energía, del socio presidencial Marcelo Mindlin. El valor de las acciones se duplicó pocos días después de la operación. Además, en lo que va de este año endeudó a tres millones de jubilados, pensionados, titulares de la Asignación Universal por hijo y trabajadores en relación de dependencia que perciben asignaciones familiares, con créditos personales a la usuraria tasa de interés del 50%. El equipo de investigación del bisemanario Perfil que dirige Rodrigo Lloret estableció que hay otro millón largo haciendo cola en la misma ventanilla. Los préstamos van desde 20.000 hasta 200.000 pesos, que pueden devolverse hasta en 60 cuotas. Según la propia ANSES, cuatro de cada diez utilizan los préstamos para pagar deudas anteriores o para alimentarse. El sobre endeudamiento es parte integral del plan de gobierno de PRO, como disciplinador de rebeldías e impulsor del individualismo, en este caso del sálvese quien pueda.
Mariano Federici– Fue asesor regional del Grupo de Integridad Financiera del Fondo Monetario Internacional y uno de los informantes asiduos de la embajada de Estados Unidos, como consta en las comunicaciones de la sede diplomática con su gobierno. En esos encuentros, acusaba de proteger el lavado de dinero a CFK y Aníbal Fernández, contra quienes después de tantos años no hay cargos al respecto. El blog El Disenso reveló que la esposa de Federici, María Eugenia Oliver, es apoderada de una financiera offshore radicada en Panamá, que figura a nombre del director general del grupo empresario de Francisco De Narváez, a quien Federici debería investigar por el lavado de activos que denunció la AFIP. Además, el 13 de enero de 2016, el matrimonio Federici-Oliver adquirió por casi un millón de dólares una propiedad de 211 m2 en Estados Unidos, pero la declaró aquí como si el 50% de la casa hubiera costado apenas un millón de pesos.


La feliz pareja Federici-Oliver.
La casa de un millón de dólares, cuyo 50% Federici declaró cómo un millón de pesos


También es útil saber quiénes son los banqueros pedigüeños:
Claudio Cesario– Abogado del estudio Allende & Brea, los banqueros lo contrataron para no exponer a uno de los suyos, lo mismo que hizo la Asociación Empresaria AEA con Jaime Campos, aunque uno y otro carezcan de todo poder. Desde 2011, presionó en forma abierta a Cristina para que removiera de la presidencia del Banco Central a Mercedes Marcó del Pont, quien impuso una serie de razonables regulaciones al movimiento de capitales y promovió la reforma de la Carta Orgánica del Banco. El candidato de los banqueros al reemplazo era Juan Cárlos Fábrega, con quien a partir de 2013 regresaron la vieja línea colonizada por los bancos y los ataques contra el entonces ministro de Economía Axel Kicillof. Luego de las elecciones de 2015, Cesario comparó al equipo económico de Macrì «con el Barcelona» de Messi. En 2017 dijo que no le preocupaban la inflación ni el crecimiento de las Lebac, porque el gobierno iba por el buen camino.
Enrique Cristofani- Presidente del Banco Santander en la Argentina, casado con la hija del general Jorge Olivera Róvere, condenado a prisión perpetua por crímenes de lesa humanidad, Cristofani integra el comité directivo de la Red de Acción Política (RAP) que se encarga de poner en contacto a dirigentes políticos argentinos con el gobierno y el establishment económico y de seguridad de Estados Unidos. Su documento fundacional, de 2008, declara el propósito de “ocupar espacios de poder para transformar el país en función de valores y conductas compartidas”. Con ese fin, en 2010 organizaron el viaje  de Margarita Stolbizer, Gabriela Michetti, Emilio Monzó, Paula Bertol, el entonces diputado salteño del FpV Fernando Yarade, la intendente socialista rosarina Mónica Fein y el diputado del Peornismo de Santa Fe Walter Agosto a Estados Unidos, donde visitaron el Pentágono, el Consejo de Seguridad Nacional, el Departamento de Estado, el Congreso, la Cámara de Comercio, los tribunales. Según Bertol, en el Pentágono hablaron sobre “Políticas de Seguridad. Lucha contra el Terrorismo” y los instruyeron sobre los desafíos a la seguridad regional: “Tráfico de narcóticos, armas, personas y otras formas de crimen trasnacional; Espacios no gobernados; Terrorismo; Desastres naturales; Migración masiva, Erosión de la democracia, el armamento ruso que está comprando Venezuela, Lula e Irán”.
Gabriel Martino- Hace ocho años preside el banco de Hong Kong y Shanghai en la Argentina, HSBC, con una pausa forzada, cuando la AFIP lo denunció por integrar una supuesta asociación ilícita para evadir impuestos y lavar dinero, por alrededor de 100 millones de dólares, mediante el uso de facturas truchas. En septiembre de 2015 el BCRA intimó al HSBC a reemplazar a Martino en 24 horas, por falta de idoneidad. En octubre la jueza Verónica Straccia confirmó esa decisión pero en diciembre, luego de la elección de Macrì, la Cámara de Apelaciones lo repuso. La abogada de Martino en el HSBC, María Eugenia Talerico, fue designada como segunda de Federici en la UIF.


La ola se invierte

No son sólo los banqueros. En el mismo foro de IDEA el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, expresó su deseo de que luego de la elección presidencial, Macrì y Alberto Fernández recorran juntos el mundo. Lo primero que resalta es la afirmación implícita de que el resultado de los comicios ya está decidido, cosa que el propio Macrì les enrostró a los empresarios en el video con que se hizo presente en Mar del Plata. Tanta razón tenía, que los organizadores levantaron mesas y sillas para que no fuera tan evidente que Macrì hablaba ante un salón vacío. Más importante que eso es la pretensión del carcelero de Milagro Sala de que el claro vencedor en las elecciones deba negociar con los acreedores externos en compañía del responsable del irresponsable endeudamiento contraído en tan breve lapso.
Hay gente que no termina de aceptar que Macrì ya fue, creen posible imponer sus políticas a quien los batió de modo categórico en las urnas y/o fantasean con introducir una cuña entre Alberto Fernández y CFK. Alberto les contestó en forma directa: Sandleris no hizo ningún mérito para continuar, Cristina y yo somos lo mismo, dijo.
El fenómeno no es sólo argentino, sino regional:
  • el favoritismo de Evo en las elecciones bolivianas de hoy,
  • la marcha atrás del Presidente ecuatoriano Lenin Moreno con los aumentos de los combustibles ante la rebelión  de los campesinos indígenas que bajaron de la montaña,
  • la declaración del estado de excepción y el patrullaje militar en Chile por las movilizaciones masivas en contra del aumento en el boleto del moderno subterráneo de Santiago, que también Sebastián Piñera debió retractar,
Estos acontecimientos desencadenados a partir del 11 de agosto señalan que Alberto y Cristina no están solos, que la resistencia tiene sentido, que la ola está por invertirse y que la Argentina tiene por ello un papel decisivo.


Un regalo para los compañeros

El 17 de octubre llovieron los regalos para la fórmula presidencial del Frente de Tods:
  • La agencia de noticias económicas Bloomberg narró que el fondo de inversiones Templeton perdió 3.000 millones de dólares en el tercer trimestre de este año, por el deterioro de dos de sus principales inversiones. Una de ellas: los bonos argentinos en moneda local, reperfilados en agosto. El director de Templeton, Michael Hasenstab, «predijo, como muchos otros inversionistas, que el ex Presidente argentino Mauricio Macri ganaría la reelección». Tal como se lee: el ex Presidente. En 2016, Macrì había recibido a Hasenstab, quien acudió en compañía de Martino.


Macri con Hasenstab y Martino, en 2016

  • El bloque peronista en la Corte Suprema de Justicia rechazó la pretensión oficial de que el tribunal aclarara el fallo que ordenó devolver a las provincias los fondos de coparticipación detraídos a raíz de la rebaja del IVA para algunos productos de primera necesidad, cosa que sólo puede hacer el Congreso. Dos de los tres miembros de esa mayoría se prueban las pilchas que todos dan por sentado que dejará el actual presidente nominal de la Corte, Carlos Fernando Rosenkrantz, quien votó en disidencia. Luego partió a Mar del Plata, donde pontificó ante los hombres de negocios sobre la integridad de jueces y empresarios. Dime de qué alardeas y te diré de qué careces. Es improbable que Alberto Fernández apoye a cualquiera de ellos. A Ricardo Lorenzetti, porque sabe que fue la terminal a la que respondieron Martín Irurzun y el doctor Glock en su cruzada contra el anterior gobierno con la prisión preventiva como inconstitucional pena anticipada; a Horacio Rosatti, por su renuncia intempestiva al ministerio de Justicia en 2005 aduciendo manejos oscuros en la licitación de cárceles, cuando tanto Fernández como Néstor Kirchner le habían dado plenos poderes para que la anulara y convocara a otra. El ideal sería Juan Carlos Maqueda, pero El Pato cordobés no está interesado en ese nivel de exposición.
  • La nueva directora-gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, expresó con inequívoca claridad que no habrá más desembolsos del stand-by comprometido con la Argentina hasta no tener un diálogo con quien suceda al gobierno fallido de Maurizio Macrì.
Es difícil compaginar hechos tan contundentes con la euforia maníaca que Macrì transmite en sus actos cotidianos, que culminaron ayer en el Obelisco, donde centenares de miles de damas y caballeros de la Ciudad Autónoma despidieron a su ídolo. El Presidente se sacude a los bandazos como barrilete sin cola. Puede saludar a Corrientes desde Roque Sáenz Peña, reiterar que la elección no ocurrió o insistir en el blooper del primer debate, donde dijo que la deuda se contrajo para pagar el endeudamiento previo del kirchnerismo. Aquello que el domingo pasado pudo considerarse como un furcio de quien no está acostumbrado a hablar sin un guión estricto, resultó ser un engaño deliberado. Hasta los chequeadores financiados por bancos y grandes empresas del círculo rojo afirmaron que lo dicho por Macrì era falso. Sin embargo, el Presidente lo repitió en sus posteriores actos de campaña, especulando con el desconocimiento general sobre magnitudes y proporciones. En todas las discusiones políticas, cada contrincante embellece su desempeño y afea el de los demás. Pero nunca antes de Macrì la mentira grosera fue el arma principal de una campaña, de modo que conviene estar prevenido para lo que ocurra esta noche en la Facultad de Derecho, donde moderarán el debate periodistas de inocultable tirria contra el kirchnerismo quienes, además, deberán limitarse a leer el tema acordado, ceder la palabra y controlar el tiempo de la respuesta. No es tan difícil: sólo hay que memorizar los nombres y apellidos de los seis candidatos y saber cuántos segundos tiene un minuto.
Nada de esto alterará el resultado de las elecciones del domingo próximo, y el Presidente lo sabe. A lo sumo el margen podrá ampliarse o reducirse. Más allá de las encuestas, hay un voto duro antiperonista que tanto en 1973 con Ricardo Balbín y Francisco Manrique, como en 1989 con Eduardo Angeloz, rondó el 38%. No es un caudal despreciable, pero al peronismo unido no le hace mella. Esa unidad, Macrì la hizo. Como explicó el 17 de octubre el gobernador de La Pampa, Carlos Verna, los dirigentes siempre caen parados, a nadie se le niega una banca legislativa o una asesoría, pero quienes quedan a la intemperie (vocablo nunca mejor aplicado) son los pobres. Verna, de buena relación con Néstor Kirchner pero agrios choques con Cristina, fundamentó así su aporte a la unidad, a la que también se sumó el ex gobernador de San Luis, Adolfo Rodríguez Saa, ya de regreso de la confrontación con su hermano Alberto, quien fue el primero en afirmar que habría 2019.
Las desbocadas intervenciones, en las que Macrì salta, grita, llora y se comunica con Dios como la heroína radical que lo acompaña en el sentimiento, no están dirigidas a mejorar su desempeño en las urnas sino a marcarle el terreno al próximo gobierno, como explica en esta misma edición Ricardo Aronskind, y a mantener a raya a sus aliados-enemigos. Sus chances de lograrlo son exiguas. Macrì se va repudiado por los sectores populares, la clase media y un sector significativo del empresariado, por la miseria que produjo la estanflación con que congeló al país. Pero tampoco goza de la simpatía de su propia base patronal de apoyo, en los sectores financiero, agropecuario y energético y las grandes empresas transnacionales, porque su ineficiencia fue tan pavorosa que todas las ganancias que obtuvieron en cuatro años están en peligro, cuando el nuevo gobierno recorte donde se puede y se debe, para recomponer el poder adquisitivo del salario y de la seguridad social.
A tono con esas sobreactuaciones disforzadas de Macrì, su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, publicó el 17 de octubre en el Boletín Oficial su resolución 896/2019 por la que se crean los Grupos Operativos Conjuntos de Investigaciones contra el Narcotráfico (GOCIN), integrados cada uno por 20 integrantes provenientes de la Policía Federal, la Prefectura Naval, la Gendarmería, la Policía de Seguridad Aeroportuaria y las policías provinciales. Habrá un GOCIN por cada provincia que adhiera a la resolución y la Ciudad Autónoma. Aquellas que tengan más de un millón de habitantes podrán engocinlarse con más de un grupo, que tendrán vigencia por dos años. Su tarea consistirá en el intercambio de información y la coordinación operativa, de acuerdo con la doctrina postulada por Estados Unidos. Crear cuando quedan menos de dos meses de mandato una estructura burocrática de este tenor revela su carácter propagandístico, para mostrar actividad en un tema que, como el resto, será responsabilidad de quienes reemplacen al actual oficialismo.
Quienes se preparan para encabezar la oposición son Horacio Rodríguez Larreta y el Hada Buena, en alianza con Alfredo Cornejo y Martín Lousteau (es decir Enrique Nosiglia). Siempre y cuando el alcalde porteño continúe en el cargo por un segundo mandato, cosa posible, muy probable, pero no segura.

La música que escuché mientras escribía

--------------------------------
Para suscribirte con $ 250/mes al Cohete hace click aquí
Para suscribirte con $ 500/mes al Cohete hace click aquí
Para suscribirte con $ 1000/mes al Cohete hace click aquí

Evo y el pueblo

viernes, 6 de septiembre de 2019

CONTRATAPA 06 de septiembre de 2019 Muñoz no estaba solo

José María Muñoz fue el propalador más visible de la dictadura aquel 7 de septiembre de 1979. No sería el único, aunque quedó más expuesto que José Gómez Fuentes, Julio Lagos y los editores de la revista Para Ti que idearon una entrevista falsa a la detenida-desaparecida Thelma Jara de Cabezas tres días después. El relator de América, como lo presentaba Radio Rivadavia en sus transmisiones, convocó a la población con fe de cruzado: “Vayamos todos a la Avenida de Mayo y demostrémosles a los señores de la Comisión de Derechos Humanos que la Argentina no tiene nada que ocultar”. Algo semejante hicieron sus colegas de la televisión y la radio. El seleccionado juvenil de fútbol había salido ese mismo viernes campeón mundial en Japón. Le ganó la final a la Unión Soviética 3 a 1. César Luis Menotti era su director técnico y Diego Maradona su principal figura. El fútbol, como tantas otras veces, como durante el Mundial ’78, “se lo comió todo”, escribiría León Gieco en su tema Memoria varios años después.
En la construcción de una subjetividad cómplice, Muñoz se destacaba entre la prensa adicta al régimen genocida. En aquellos días de la visita de la CIDH, jugó un papel clave mimetizado en el éxito deportivo de aquel gran equipo. Seis de sus jugadores habían pasado por la colimba ese año, aunque con evidentes ventajas por su condición de futbolistas notables: Barbas, Simón, Calderón, Escudero, el arquero García y el propio Maradona.
El 10 de septiembre y ya de regreso desde Japón, todos bajaron con caras de pibes sorprendidos de dos helicópteros militares que aterrizaron en la cancha de Atlanta, en el corazón de Villa Crespo. La CIDH estaba en plena recorrida por la Argentina. Se había reunido ese día con el ex presidente Arturo Frondizi. Clarín colocaba en su tapa ambos temas, aunque el futbolístico ocupaba la mayor parte de su portada.
El plantel fue llevado en caravana por la avenida Corrientes hasta la Casa Rosada. Videla lo recibió aprovechándose de la situación. Entre los jugadores también estaba Jorge Piaggio, del club Atlanta. Su tía Elida del Pozo hizo la cola ante las oficinas de la OEA en Avenida de Mayo 760. Había ido a denunciar la desaparición de su hijo, Guillermo Mezaglia. El defensor contó en el libro que acaba de publicarse, El fútbol del sol naciente, del periodista Guillermo Blanco, que la tarde del 7 a la mujer la molieron a palos. “El botón de Videla nos usó de ejemplo. Nos hizo cortar el pelo y hacer el servicio militar”, recordó Maradona en 2017 desde su cuenta de Instagram.
Muñoz monopolizaba audiencias en pleno clima represivo desde La Oral Deportiva, su tradicional programa de Radio Rivadavia. La suya no era una voz solitaria. El 7 de septiembre del ’79, el conductor televisivo Gómez Fuentes convocó a marchar desde canal 7. El periodista Lagos lo hizo en su programa Cada día de Radio Mitre. La CIDH no era bienvenida en el país por la junta militar, aunque se vio obligada a recibirla. Ese sector de la prensa se lo haría saber. En un par de semanas, la Comisión se las ingenió igual para recolectar 5580 denuncias sobre detenidos-desaparecidos. Familiares que llegaron a formar filas de cuatro cuadras de largo, contribuyeron a documentarlas. El Gordo Muñoz fracasó en su prédica que podía resumirse en aquel slogan amargo de “Los argentinos somos derechos y humanos”. Solía verse en calcomanías que se pegaban en las lunetas de los autos.
Cuando la CIDH finalizó su viaje a la Argentina el 20 de septiembre, difundió un comunicado en el que sostenía: “La Comisión estima que el problema de los desaparecidos es uno de los más graves que en el campo de los derechos humanos confronta la República Argentina”. Dejó una serie de recomendaciones. Sus juristas que tomaron las denuncias visitaron Buenos Aires, Córdoba, Tucumán y Rosario, varios centros clandestinos de detención --como una ESMA camuflada que había sido desmantelada días antes-- y se entrevistaron con militares, políticos, jueces y organismos de Derechos Humanos.
Muñoz cuestionó las investigaciones de la CIDH desde su púlpito radiofónico. Era más papista que el Papa. En 1958 había llegado a la dirección de Deportes de Rivadavia. Hasta su muerte en 1992, fue un personaje omnipresente. Pero comenzó a declinar cuando Víctor Hugo Morales cruzó el Río de la Plata desde Uruguay en 1981 para competir con él por la audiencia futbolera.
La adhesión del relator de América a la dictadura ya había quedado clara durante la Copa del Mundo en el ’78. “El mejor Mundial, organización extraordinaria, miles y miles de banderas, miles y miles de gargantas enronquecidas, 25 millones de argentinos que tienen un solo color, el celeste y blanco. El fútbol ha hecho el milagro del país, de este país maravilloso, que nos siguen atacando aquellos que no nos conocen”, dijo en una de sus tantas intervenciones radiales. Hace cuarenta años, aquel 7 de septiembre, se esforzó para que su producción consiguiera que se saludaran al aire Menotti y Videla. El técnico le deseó “éxito en su gestión” desde Japón. Pero antes de que pasara un año, en agosto de 1980, el Flaco firmaría una solicitada que los medios titularon “De Borges a Menotti” en la que se pedía “conocer la lista y los paraderos de los desaparecidos”.
Julio Grondona, quien ya presidía la AFA desde abril de 1979, recibió presiones del régimen para echarlo como entrenador de la selección mayor. Adujo una razón de peso para no hacerlo: era el DT que había conseguido el primer título mundial en el ‘78 y del campeón juvenil al año siguiente. En ese contexto, la prensa “canalla” --la revista Humor la bautizó así-- desempeñaba su papel, incluso colocándose al borde del delito.
Para Ti, publicación de Editorial Atlántida de la familia Vigil, tituló su nota de tapa que salió el 10 de septiembre del ’79: “Habla la madre de un subversivo muerto”. Se trataba de una entrevista apócrifa a la ex detenida-desaparecida Thelma Jara de Cabezas. La madre de Gustavo, su hijo de 17 años secuestrado y desaparecido el 10 de mayo de 1976 en una plaza de Martínez. Una patota que lideraba el represor Ricardo Miguel Cavallo la sacó del centro clandestino de detención de la ESMA y la puso ante los periodistas en una confitería de avenida Figueroa Alcorta y Pampa, en el Bajo Belgrano. El magazine femenino se había prestado a la maniobra que terminó en 2014 con su director Agustín Bottinelli desfilando en la Justicia y bajo proceso. Tuvo que dar explicaciones sobre uno de los momentos más turbios del periodismo complaciente con la dictadura cívico-militar.
A Thelma la habían obligado a ir a ese encuentro para hacer la nota que se publicaría durante aquella visita de la CIDH. Para Ti puso en su boca mientras estaba secuestrada, un pedido para otras madres argentinas: “estén alertas, que vigilen de cerca a sus hijos. Es la única forma de no tener que pagar el gran precio de la culpa, como estoy pagando por haber sido tan ciega, tan torpe”. Muñoz no estaba solo. La contracara de la prensa que él representaba fue el centenar de periodistas desparecidos.