martes, 31 de marzo de 2015

31 de Marzo de 2015 Un paro y dos modelos sindicales en pugna

El paro nacional lanzado para hoy por parte de algunas centrales obreras abre el debate en torno a los modelos sindicales en pugna.

El paro nacional lanzado para hoy por parte de algunas centrales obreras abre el debate en torno a los modelos sindicales en pugna. La bandera de la eliminación del Impuesto a las Ganancias, sentida, por cierto, en algunos sectores de trabajadores con salarios altos, es una cuestión que merece precisiones.
Existe una diferencia concreta entre solicitar la eliminación del impuesto (4° categoría) y exigir la suba del piso imponible. En este sentido, el argumento de la eliminación está vinculado a una cuestión semántica que se agota rápidamente: el salario no es ganancia, por consiguiente el cambio nominal de la norma pondría en aprietos a quienes defienden esa posición, pues se estaría frente a un impuesto más que deben tributar los trabajadores.
Propugnar la eliminación de éste tributo también fuerza un escenario profundamente injusto, como concluir, a modo de ejemplo, que los CEO de las empresas no deban contribuir con su pago; es decir, los trabajadores que gozan del eslabón más alto de la cadena salarial estarían exentos.
La cuestión de fondo transita otro andarivel; Partiendo del reconocimiento de un proceso inflacionario, que efectivamente ha reducido su ritmo, pero ha producido, vía aumento de salarios por paritarias una presión que hace tributar a salarios que deberían estar exentos.
Concluida la ronda paritaria 2015 el alza del piso no imponible se torna incuestionable. Dicha presión tributaria no es homogénea, en cada sector del mundo laboral el efecto es distinto, pero en ningún caso consolida una cuestión mayoritaria. Esto conduce a una reflexión de acuerdo a la cual, siendo el paro nacional la máxima herramienta con la que cuenta el movimiento obrero, ponerla a disposición de una de las muchas reivindicaciones parciales, parece excesivo.
Un paro de alcance nacional, con el impacto político que esto representa se presta para otras consideraciones. Creo que indudablemente el tema que atraviesa la elección de esta táctica que ataca uno de los pocos impuestos progresivos del esquema tributario nacional, persigue objetivos políticos soslayados para la mayoría de la población.
Tres de las cinco centrales obreras se han sumado a la medida, pese a las profundas diferencias, solo las une la idea de destruir al kirchnerismo. Por un lado los criterios de sindicalismo empresario, conducido por Moyano, donde se desdibuja la separación de intereses, puesto que reúne en la misma persona a un gremialista y un empresario; le sigue un modelo sindical entreguista, directamente volcado a los intereses empresarios a costa de los derechos de los trabajadores, como el caso del Momo Venegas y Barrionuevo; y por último una visión ultra encarnada por Pablo Micheli en alianza con sectores trotskistas. Todos cierran filas en un diagnóstico que centra todos los males en el gobierno nacional. Todos los popes del sindicalismo a los que hago referencia son piezas estratégicas de armados políticos opositores, resultando altamente reprochable que se desvirtúe una medida gremial de estas características, bajo el paraguas de una reivindicación correcta. Sostengo que cualquier medida sindical debe explicarse a sí misma, cuestión que no acontece en este caso. Quizá, la acción consciente de quitar filo a la herramienta del paro nacional sea preparatoria; de convertirse en gobierno cualquiera de las opciones políticas que articulan con ellos, el paro nacional será necesario, pero estas maniobras hacen que ese escenario llegue debilitado.
Llama poderosamente la atención la debilidad de un diagnóstico que es incapaz de visualizar las presiones anti obreras ejercidas desde el poder real; nada dicen sobre la conducta especulativa del empresariado industrial, ni una sola palabra sobre la conducta usuraria y también especulativa de los bancos. No son capaces de señalar la apuesta por privar de divisas al país por parte del agro negocio. No reparan ni un segundo, por el contrario, suscriben acuerdos políticos con sectores que anuncian que de ganar las elecciones re instaurarán un modelo neo liberal.
La ceguera política de estos modelos sindicales, más allá de los reproches o salvedades particulares está asociado a la incomprensión del estado del proceso político actual; confunden coyuntura asociada al gobierno con el proceso histórico. Ninguno de estos sectores ha presentado las bases para un modelo sindical acorde al proceso que se atraviesa, no han podido identificar los instrumentos que el movimiento obrero requiere en esta etapa histórica.
La discusión no puede agotarse en el pago del impuesto a las ganancias, el criterio de unicidad sindical o la democratización gremial, también debe incluir un debate estructural sobre el modelo de país buscado.
Tampoco la responsabilidad de los cuadros de conducción del movimiento obrero, no pueden agotar su accionar político en la mera disputa salarial, complementariamente les asisten la responsabilidad ineludible de contribuir con acciones concretas a frenar la feroz apropiación del capital concentrado vía precios, atento que cualquier recomposición se verá licuada de no poner coto a la ambición desmedida de los formadores de precios.
Aquí se juegan las perspectivas de desarrollo de los trabajadores y, también la subsistencia de puestos de trabajos, atento que la erosión de salarios implican menos consumo, por consiguiente menor necesidad de producir, ergo despidos. Ellos quieren “enfriar la economía” para no tener que reinvertir, los trabajadores o actuamos coordinadamente o somos cómplices por omisión de esa conducta del capital.
Por último, siendo la industrialización del país un proceso contra natura para muchos sectores económicos y sociales, desde que las élites porteñas abrazaron el librecambismo a mediados del siglo XIX, destruyendo a las manufacturas criollas, desde que el imperialismo internacional forjó una distribución internacional del trabajo, relegando a la periferia, como Argentina, solo al rol agroexportador, su consolidación es trabajosa. Lograr concretar este objetivo, es decir, consolidar un proceso industrial, sin desempleo y con salarios altos, es una tarea política que requiere el juego coordinado de todos los actores del campo popular, como también del Estado. La convocatoria a una alianza táctica de todos los sectores del trabajo, es la carta con la cual el capital concentrado no cuenta. No espera este movimiento ofensivo, he allí su eficacia.

LA CORPO JUDICIAL

Abogado marplatense detenido en un megaoperativo por lavado de dinero


Marcos Castellucci fue detenido y acusado de asociación ilícita y lavado de activos.
Por Maximiliano Van Hauvart desde Mar del Plata
Uno de los tantos cargamentos de cocaína, que entró a España y Portugal en el año 2012, terminó con la detención de un marplatense implicado en el lavado de activos provenientes de la venta de cocaína en el viejo continente. Este operativo fue el resultado de tres años de investigación consecutivos entre el juzgado (Zunilda Niremperger), la fiscalía (Carlos Sansserri) y la Procuraduría de Criminalidad Económica (Carlos Gonnella).
El Operativo Carbón Blanco
La Jueza Federal, Zunilda Niremperger, dispuso para el día 17 de marzo un megaoperativo a nivel nacional que terminó con 39 allanamientos. Se secuestraron ordenadores, dispositivos móviles, actas y libros contables vinculados al lavado de dinero. La Procuración General de la Nación aclaró que los inmuebles allanados están vinculados a un grupo criminal que había sabido construir una estructura jurídica y empresarial para llevar adelante sus operaciones sin ningún inconveniente y pasar desapercibidos.
El Operativo dio como resultado la detención de siete individuos. De ese grupo de personas, dos eran abogados. Y de esos dos abogados, uno de ellos era Marcos Castellucci, un abogado de la ciudad de Mar del Plata.
El marplatense y su vida política
Marcos Castellucci tiene 38 años de edad. Nació en Coronel Pringles, una localidad del interior de la provincia de Buenos Aires. Mientras estudiaba la carrera de abogacía en la Facultad de Derecho, desarrolló su militancia política en la Franja Morada, agrupación juvenil de la Unión Cívica Radical. La importancia de la Franja Morada en la política universitaria es conocida ya que se encuentra presente en todos los órganos de cogobierno de la casa de altos estudios como en la Universidad: Centro de Estudiantes de Derecho, el Consejo Académico de dicha facultad, el Consejo Superior y la Asamblea Universitaria.
De su puesto en la Secretaría de Coordinación de la Facultad de Derecho saltó a ser miembro del gabinete del actual Rector, en un cargo clave como la Subsecretaría Legal y Técnica de la Universidad Nacional de Mar del Plata, cuyo Rector Lic. Francisco Morea, de tinte socialista y quien fue candidato a vicegobernador de la Provincia de Buenos Aires junto a Margatira Stolbizer (Gen) en el año 2011 por el Frente Amplio Progresista.
En su vida política, fue Mayor Contribuyente (tarea que desempeñan vecinos que cumplan con la condición de tener los impuestos al día por propuesta de cada bloque con representación en el Honorable Concejo Deliberante pero sin voto) del radicalismo local. En los medios locales se remarca la estrecha relación entre Castellucci y el concejal Maximiliano Abad.
Las repercusiones en la ciudad
Al principio del escándalo, algunos miembros del partido al cual Castellucci pertenecía se desligaron y minimizaron su relación con el acusado. El Comité de la UCR envió un pedido al Tribunal de Disciplina partidario de la provincia para promover la suspensión de afiliado de Castellucci al radicalismo.
La Universidad Nacional de Mar del Plata lo desplazó rápidamente de su cargo como docente y de su puesto en el gabinete del Rector Morea con rápidos reflejos (más que sorprendentes) desligándose de cualquier vinculación con el Dr. Castellucci según el comunicado emitido por la Universidad Nacional de Mar del Plata. Y profusamente dado a conocer entre la comunidad universitaria que todavía no sale del estupor.
Mientras tanto, los bloques de concejales le exigieron a la Unión Cívica Radical que fuese removido del cargo de Mayor Contribuyente por la causa de lavado de dinero. Durante dos días la UCR se mantuvo en silencio hasta que apoyó y adhirió a la exigencia de los demás bloques.
Fabían Portillo, titular del Colegio de Abogados de la ciudad, expresó su consternación y conmoción ante este hecho. Recordó que conoció a Marcos Castellucci en el año 2004 cuando ambos eran consejeros de dicha institución.

“Verbitsky es un estratega del periodismo”

Entrevista a Hernán López Echague, autor del libro "El Perro. Horacio Verbitsky, un animal político". “Lo que más me llamaba la atención de Horacio era la capacidad que siempre tuvo para construir un poder tan singular", relata.
Por Nicolás Adet Larcher
“Lo conocí allá por el año 1993 en Página/12. Creo que él iba poco y nada al diario. Los de la sala de redacción decían que tenía el aire de ser uno de los directores o uno de los dueños, o un tipo al que los dueños y los directores del diario tenían en cuenta”, relata Hernán López Echagüe en su reciente libro “El Perro. Horacio Verbitsky, un animal político”.
El libro recorre la extensa trayectoria del prestigioso periodista, sin escaparle a los momentos que siempre han generado mayor controversia sobre su figura, como su relación con Montoneros, el trabajo en la revista Confirmado de Jacobo Timerman, su paso por Clarín, su conflicto con Osvaldo Bayer y su colaboración en el libro “El poder aéreo de los argentinos”, del Comodoro Juan José Güiraldes en 1979.
AGENCIA PACO URONDO entabló una conversación por correo electrónico con Hernán López Echagüe. “Lo que más me llamaba la atención de Horacio, era la capacidad que siempre tuvo para construir un poder tan singular. Es un estratega del periodismo”, describe Echagüe.
APU: ¿Cómo surgió la idea del libro?
HLE: Todo comenzó con un llamado telefónico de mi muy querido y admirado Rogelio García Lupo. ¿Un libro sobre Horacio Verbitsky? No, no, Rogelio, de modo alguno. ¿Por qué no? Lo harías muy bien, me dijo. Preferiría no hacerlo, seguí. Creo que sos la persona indicada para escribirlo. Preferiría no hacerlo. Pensalo bien. Las conversaciones telefónicas con Rogelio se sucedieron en esos días de octubre del año 2013. Y me rendí.
APU: ¿Cómo se lo tomó el propio Verbitsky, teniendo en cuenta que no existía una biografía sobre su persona?

HLE: Primero fue muy parco. No respondía personalmente a mis correos ni llamados, lo hacía a través de un secretario. Yo no estaba dispuesto a escribir sobre él si él no aceptaba que lo entrevistara. De lo contrario, ¿qué iba a escribir?, ¿un refrito, una compilación de cosas ya muy conocidas de su vida, de su trabajo? No. Finalmente aceptó. Charlamos más de tres horas en su oficina.
APU: ¿Por qué eligió esa forma de relatar en el libro, intercalando entrevistas con la opinión del periodista para contrarrestar algunos puntos sobre su pasado?
HLE: Una de las cosas que más le preocupaba a Verbitsky era que yo no le diera espacio para responder o comentar las cosas que me iban diciendo sobre él las personas que yo iba entrevistando, más de treinta al final del libro. Y cumplí, porque me pareció justo y razonable su pedido. Ya por correo electrónico le fui enviando lo que decían para que él pudiera responder o aclarar. Mientras escribía el libro establecimos una relación a la distancia muy formal y aséptica. Nada de hola, ni chau, ni saludos ni abrazos. Lenguaje seco y directo. Preguntas y respuestas, nada más. Valoro mucho su colaboración. La única condición que puso fue que hiciera a un lado toda mención a su familia, a sus ex parejas, a sus hijos.
APU: ¿Qué le impresionó de Verbitsky?
HLE: Tiene una cultura envidiable. En todo aspecto. Conserva ese maravilloso y seductor brillo de erudición que era el rasgo más distintivo de los tipos que hacían buen periodismo en los sesentas. Ya no quedan muchos. En el mundo del periodismo escrito de estos últimos veinte años, que en general tiene como lugar común la opacidad, la mediocridad, y una gran cuota de analfabetismo, Horacio brilla.
APU: ¿Cómo analiza su relación con la política?
HLE: Diría que es un militante que hace periodismo. Un tipo que encontró en el periodismo un modo de continuidad de la militancia que tuvo en los setentas. Encaró la militancia política como si fuera una carrera de obstáculos, lo mismo con el periodismo. Su escritura es maquinal, su militancia, en cierto aspecto, también lo fue. Durante las tres horas de charla que tuvimos, en las que hablamos de todo, sobre la militancia, sobre los que ya no están, sobre el periodismo, sobre situaciones dramáticas o quizá risibles, rara vez dejó entrever alguna dosis de entusiasmo, algún sentimiento interior.

IDIOTAS UTILES

HIJOS La Plata se adjudicó quema del muñeco de Hebe: "El pañuelo blanco no otorga impunidad"

A propósito del segundo año de Francisco

El embajador argentino ante la Santa Sede, Eduardo Valdés, publicó en el Vatican Insider un artículo reflexionando sobre "El Papa de las bienaventuranzas".
Francisco recibe a Eduardo Félix Valdés
Francisco recibe a Eduardo Valdés


Por Eduardo Félix Valdés*

Pasados unos días del segundo aniversario del pontificado del nuestro querido Papa Francisco, el primer Papa  latinoamericano de la historia, me viene a la memoria un recuerdo de mi adolescencia. A los 15 años fue un humilde curita salesiano (el padre Fito Fernández) quien me convocó al compromiso de “ser Cristos para hacer Cristos” desde el grupo “Casa de la Juventud”, desprendida de la II Conferencia Episcopal Latinoamericana que tuvo lugar en Medellín en 1967.

La opción por los pobres, sobre la cual el Concilio Vaticano II había despertado nuevamente la conciencia, en Medellín había cobrado un vigor inusitado porque en aquella ocasión se habló de “optar por los pobres para salir con ellos de la pobreza, luchando contra la injusticia”. Fue justamente a partir de aquellos ideales que luego nació también mi compromiso.

Para explicar lo que ellos significaron no sólo para mí, sino para todos los jóvenes de América Latina, quisiera recordar las palabras de Mons. Eduardo Pironio quien fue el Secretario de esa II Conferencia Episcopal Latinoamericana.

En su ponencia de Medellín sobre la interpretación cristiana de los signos de los tiempos, Mons. Pironio explicó que nuestra región estaba viviendo uno de aquellos “momentos” especiales en la historia que van marcados con el sello providencial de la salvación. Y eso  porque “cuando el hombre toma conciencia de la profundidad de su miseria se va despertando en él hambre y sed de justicia verdadera que lo prepara a la bienaventuranza de los que han de ser saciados, y se va creando en su interior una capacidad muy honda de ser salvado por el Señor”.

Sin embargo, a pesar de las señales que venían de su Iglesia, durante la década de los años 70, o quizás por eso, América Latina se vio afectada por una ola de golpes militares (Brasil, Uruguay, Chile Argentina). En aquel contexto la Iglesia latinoamericana se dividió profundamente, Pironio partió para Roma, en mi Neuquén nos defendió Jaime de Nevares pero siempre añorando en el alma el recuerdo de aquel curita salesiano que me había enseñado a respetar la dignidad humana y a luchar contra cualquier forma de injusticia y explotación social.

Unos 42 años después me pasó algo extraordinario,  fui invitado por la Presidenta de la Nación Argentina, la Dra. Cristina Fernández de Kirchner, a acompañar a la delegación de los jóvenes argentinos en la Jornada Mundial de la Juventud que tuvo lugar en Brasil en 2013. Allí escuche al Papa Francisco, ante millones de jóvenes, invitarlos a ser militantes de la paz en el mundo y a comprometerse para erradicar las estructuras sociales injustas, invitándolos a “salir a la calle” y a “hacer lío”. En aquella ocasión el santo padre dijo a los jóvenes que para conocer su programática tenían que leer Mateo 25 y sobre todo las bienaventuranzas, las mismas  que  Mons.  Pironio había citado en su postura de Medellín.

Para mí fue una gran emoción. En sus palabras redescubrí la Iglesia de mi curita y entonces pensé “¡Qué suerte que tienen, hoy en día, los jóvenes del mundo entero!  Ahora ellos tienen un Papa con los mismos valores de mi curita de los 15 años”. Desde este pontificado el mundo ya no será más el mismo, porque cuando ya no éste más el Papa Francisco serán estos jóvenes, en los que él instaló estas ideas de justicia y de compromiso social, quienes lucharán por un mundo que esté en paz y por una sociedad más justa que no excluya a nadie.

De hecho, en estos dos años de pontificado, el Papa Francisco les ha indicado el camino no sólo a través de su enseñanza, sino también poniendo en práctica la bienaventuranzas con actos concretos que han marcado las etapas históricas de su ministerio petrino: con su visita a la isla italiana de Lampedusa cuando, frente a la crisis humanitaria de la migración ilegal, denunció la “globalización de la indiferencia” invitando a luchar contra cualquier forma de explotación y de violación de la dignidad humana (bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados).

Con su primera exhortación apostólica, “Evangelii Gaudium”, en la que advirtió que mientras no se resuelvan radicalmente los problemas de los pobres, atacando las causas estructurales de la inequidad, no se resolverán los problemas del mundo (bienaventurados los pobres porque de ellos será el reino de los cielos); convocando la vigilia de oración para la paz en Siria y el encuentro de oración por la paz en Tierra Santa y comprometiéndose personalmente para favorecer el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos (bienaventurados los que buscan la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios).

Y,  finalmente, proclamando un Jubileo extraordinario dedicado a la misericordia, para que toda la Iglesia pueda “volver a descubrir y hacer fecunda la misericordia de Dios, con la que todos somos llamados a dar consolación a cada hombre y a cada mujer de nuestro tiempo” (bienaventurados los misericordiosos  porque ellos alcanzarán misericordia).

Estoy convencido de que la fuerza de estos ejemplos grabará su huella en las conciencias de las nuevas generaciones, así como lo hicieron las palabras del cura de mi adolescencia en la mía y de allí, gracias al compromiso de estos jóvenes, llegará a cambiar la agenda de la política mundial.

* Embajador de la República Argentina ante la Santa Sede

CACEROLEROS VARIOS MOYANO BARRIONUEVO Y ETCS MALI LOS ESPERA

El país en el que uno puede escoger cuánto quiere pagar de impuesto

© BBC Mundo
Adentro, una fila de cajeros están sentados tras unas ventanillas de vidrio grueso. Cada uno tiene una cartera grande sobre el mostrador. Cada una es de un color distinto. A pesar de todos sus problemas y pobreza, Mali a menudo te sorprende con momentos de belleza accidental.
Pero la mirada de los cajeros se pierde en la distancia debido a la falta de actividad.
El Fondo Monetario Internacional opina que este país del occidente africano tiene el potencial de mejorar su recaudación de ingresos en un 20%, pero eso no está sucediendo aquí.
Mi misión, como contribuyente registrado, me lleva por detrás de los cajeros, a la pequeña oficina de la señora Yattara. La comparte con tres colegas, cada uno con su cartera.
También hay una computadora que se usa para imprimir el formulario de declaración de impuestos. Sin embargo, toda la información se copia en cuadernos que se almacenan apilados.
Cacería anual de contribuyentes
La primera vez que conocí a Yattara, una mujer inteligente que usa anteojos, fue durante el censo anual de impuestos. En esa ocasión, todos los empleados dejan la oficina armados con portapapeles en busca de más contribuyentes en la vecindad.
Siempre hay una víctima: algún comerciante sin suerte al que le cierran la tienda para ponerlo de ejemplo frente a los otros. Este año fue un vendedor de gaseosas a quien le presentaron una cuenta por deudas tributarias de US$160, y cuando no la pudo pagar, le pusieron candados a su local.
Una semana más tarde, ofreció pagar la mitad y les dio unas cajas de bebidas de naranja a los empleados de la oficina de impuestos. Eso resolvió el problema.
Yattara me llevó a donde su jefe, el señor Kante, quien goza de una oficina entera para él. Me ofrecen un asiento, desde el cual a duras penas puedo verlo.
Libros de leyes tributarias y copias de los decretos del Ministro de Finanzas están apilados en su escritorio. Me hace unas preguntas sobre mis gastos como periodista y me incomoda el hecho de que no puedo ver qué está escribiendo.
"Puede escoger entre dos regímenes de impuesto a la renta: 30% o 3%... ¿cuál prefiere?".
"Eeehhh, pues 3%", me aventuro. "3% será", dice y añade: "Ahora vamos a ver a mi jefe".
Eso no me extraña: la jerarquía lo es todo en Mali. Y supongo que es tan raro que alguien entre a este edificio y ofrezca pagar el impuesto a la renta que su jefe querrá conocerme.
Números redondos
No muchos acuden a la oficina de impuestos de Bamako a ofrecer pagar lo que deben.
La oficina del señor Kantako es enorme. La reunión involucra muchas sutilezas y curiosamente se espera que yo presente la posición del gobierno británico respecto a las demandas de autodeterminación de los rebeldes taureg en el norte del país.
"Eeehhh... Reino Unido desea que reine la paz", respondo mustiamente. Toda mi energía se está yendo en tratar de reprimir mi alegría ante la idea de pagar 3% de impuesto a la renta.
El jefe le pide a Kante que le resuma mi caso. Ambos se inclinan sobre una computadora y sacan la cifra de US$380.
"Mmm... me gustaría que fuera un número más redondo", dice Kantako eventualmente. "Y la libra esterlina está fuerte. Creo que queremos US$485 (300.000 en moneda local)". Su mirada es la misma que te dan cuando uno está comprando casi cualquier cosa en Mali, como diciendo: "esa es mi oferta, ¿cuál es la suya?".
"Y lo querríamos en efectivo", agrega, "pero le daríamos un recibo".
¿Por qué es así?
Kante me ofrece una explicación cuando volvemos a su oficina.
"El 80% de la economía de Mali es informal. El gobierno cree que una tasa de 3% atraerá más contribuyentes. Lo que la gente no entiende es que nos cuesta trabajo conseguir siquiera el 1% o 2%, así que esta nueva tasa es un aumento".
Según eso, a las autoridades tributarias les fue muy bien conmigo.
Pero quizás el hecho de que yo ofrecí pagar voluntariamente impidió que me cobraran lo que probablemente debería pagar: el 30%.
Al salir, veo al hombre del carnero, pero se está yendo sin él.
"¡Monsieur!", lo llamo. Se da vuelta.
"¿Su carnero?".
"No, no. Se los di a ellos", dice con naturalidad, y se va.

UN POCO MENOS DE CRISIS, CORRIDAS CAMBIARIAS, DESOCUPACION, MISERIA, HAMBRE Y ETCS NO LA NACION?

Aparecieron los primeros dólares de la soja y el BCRA compró u$s 100 millones