sábado, 2 de febrero de 2013

FONDOS BUITRES IGUAL COLONIALISMO

EL GOBIERNO ENVIO ANOCHE EL ALEGATO FINAL PREVIO A LA AUDIENCIA DEL 27 DE FEBRERO
Con las cartas echadas frente a los buitres
En el escrito rechazó al pedido de un pago por el ciento por ciento del precio nominal de los bonos defaulteados. En contraposición ofreció como alternativa que podría reabrir el canje en las mismas condiciones de 2005 y 2010.

Por Cristian Carrillo

La Argentina juega sus últimas cartas en el litigio que la enfrenta a los fondos buitre. El bufete de abogados que representa al país envió a última hora de ayer a la Cámara de Apelaciones de Nueva York el alegato final previo a la audiencia del 27 de febrero, tras la cual el tribunal de segunda instancia emitirá su dictamen. El escrito del estudio Cleary Gottlieb Steen & Hamilton, realizado junto a los técnicos del Ministerio de Economía, reiteró el rechazo al pedido de un pago por el ciento por ciento del precio nominal de sus tenencias en bonos defaulteados, por unos 1350 millones de dólares. En contraposición, ofreció como alternativa reabrir el canje en las mismas condiciones de 2005 y 2010. La presentación argentina se focalizó además en las inconsistencias en que incurrió el juez Thomas Griesa en la argumentación del fallo que convalidó inicialmente el reclamo de estos fondos especulativos, sus efectos negativos sobre terceros comprometidos y no involucrados y la inmunidad soberana del dinero con que se paga a los bonistas.

La causa ya en segunda instancia había recibido de parte de la Cámara un fallo que daba lugar al pedido de resarcimiento de los fondos buitre por supuesta discriminación del Estado argentino. Bajo una reinterpretación caprichosa de la cláusula de pari passu –igualdad en el tratamiento entre acreedores– solicitaron que se les pague al mismo tiempo que a los bonistas que ingresaron al canje. Pero, a ellos, por la totalidad de sus bonos no reestructurados. La Cámara solicitó a Griesa una fórmula a prorrata para subsanar esta supuesta discriminación, pero el magistrado de Manhattan exhortó a pagar todo y en efectivo. Esta decisión fue apelada por la Argentina. La Cámara suspendió el fallo de Griesa y estableció un cronograma para que las partes hicieran sus alegatos y dispuso una nueva audiencia para el 27 de este mes.

En los distintos alegatos hubo espacio para que terceros no involucrados presentaran sus apoyos a la propuesta. La posición argentina recibió acompañamiento del Bank of New York, asociaciones internacionales de bancos y tenedores de bonos reestructurados y hasta del propio gobierno de los Estados Unidos, a través del Departamento del Tesoro y la Reserva Federal. Por el lado de los fondos buitre, no hubo respaldo. Las dos entidades que encabezan la demanda, NML Capital y Aurelius, elevaron sus posturas en sendos escritos. Fiel a su estilo de “ir por todo”, los buitres, en cada una de las presentaciones, reiteraron el pedido de cobrar el ciento por ciento.

La presentación argentina se valdrá de estos apoyos, pero además hará un despliegue sobre distintos argumentos, todos ya esgrimidos en oportunidades anteriores. Los abogados de la Argentina aprovecharán el debate acerca de qué significa esa igualdad en el monto y los plazos en caso de un posible pago, para volver sobre la cuestión de fondo: si existe discriminación o se violó la cláusula de pari passu. Desde Economía argumentan que el país no discriminó a los acreedores. Por el contrario, señalan que reconocer la totalidad de las tenencias de los fondos buitre es contrario al principio de equidad, frente al 93 por ciento de los bonistas que ingresaron al canje, con quita de capital y extensión de los plazos.

La misma argumentación resaltará el mal precedente que condicionará futuras reestructuraciones y servirá para demostrar la posibilidad de que el fallo en favor de los fondos buitre puede desencadenar una ola de juicios de bonistas que reclamen la diferencia. En este caso, los cálculos van de 12 mil a 20 mil millones de dólares, producto de unos 4300 millones de deuda sin canjear, junto a los intereses. “Otro punto es la ridiculez de la forma de pago que dispuso Griesa en el fallo de primera instancia”, señaló una alta fuente oficial. También se apelará, utilizando el apoyo manifestado por el gobierno estadounidense, a la pérdida de solidez que implica para el Banco de Nueva York un fallo que lo obligue a embargar fondos argentinos. Este tema es considerado vital, porque esta entidad intentará mantener su estatus financiero internacional, como plaza inembargable. Esto se suma al reclamo de que las órdenes en Nueva York no tienen jurisdicción sobre el dinero que se deposita en el fideicomiso, previo a que se distribuya entre los tenedores de bonos reestructurados. Griesa había pedido que se utilice parte de esos fondos para pagarle a los fondos buitre. Estos dos últimos puntos buscan dejar el terreno fértil a la Corte para que analice si debe pagarse la totalidad o si se le concede una reapertura al canje.


Críticas para los jueces

“Jueces de primera instancia de otro país no pueden pasar por encima de la jurisprudencia internacional”, advirtió ayer el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, en referencia a la puja que mantiene Argentina con los fondos especulativos en Nueva York. “Es llamativo que haya jueces que estén interesados en cuidar a fondos buitre que quieren hundir a la Argentina, son fondos que si pagan impuestos, lo hacen en paraísos fiscales”, aseveró el funcionario al participar de una recorrida por obras que la Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo realiza en el partido bonaerense de Avellaneda. Abal Medina consideró que el equipo económico que encabeza el titular del Palacio de Hacienda, Hernán Lorenzino, “está trabajado muy bien”. Ayer el estudio de abogados que representa al país realizó la última presentación judicial antes de la audiencia final del 27 de febrero en Nueva York.

02/02/13 Página|12
GB

DOLAR BLUE, OPINA RAUL DELLATORRE.

El color del dinero
Por Raúl Dellatorre

¿La estabilidad del Gobierno está amenazada por la disparada del dólar blue? ¿Hay un manejo en las sombras de este mercado buscando efectos desestabilizadores? ¿Adónde nos lleva el descontrol del blue? O quizás haya que preguntarse, ¿adónde nos llevan quienes controlan el blue? La visión apocalíptica respecto de una economía que se desplaza sobre un tobogán hacia el desastre se realimenta a diario. Quienes la invocan hasta ahora no han hecho mucho más esfuerzo que aludir a la trepada del dólar blue y mirar hacia el lado del Gobierno preguntando: “¿Y? ¿No van a hacer nada ante semejante situación?”. El Gobierno responde de manera retórica: no hay nada que deba hacerse ante un mercado ilegal más que aumentar los controles, aunque se acuse a esos mismos controles de haber generado el mal. En el medio, no son pocos los que no saben a quién creer.

Una aproximación a los elementos que componen esta compleja batalla podría comenzar señalando que existe un problema económico con un aprovechamiento político. Este último es muy grande, al punto de haberse convertido en eje discursivo de buena parte de la oposición, compuesta por factores políticos pero también económicos. Lo que cabe dimensionar, frente a esto, es el tamaño del problema económico.

El mercado paralelo es, por volumen, exiguo. Son apenas un puñado de millones los que se mueven a diario en la compraventa de billetes en esa plaza ilegal. Surgió como una plaza a la que concurrían quienes buscaban fugar utilidades no declaradas en el país, que necesitaban por ello convertirlas en dólares. A esa demanda se la atendía con fondos de divisas en negro que especulaban con obtener diferencias lucrando sobre quien tenía necesidad de comprar los dólares cubiertos por la opacidad de esa plaza. Pero la prohibición oficial a la venta de dólares para atesoramiento (ahorro) y las restricciones a la venta de divisas a turistas creó una demanda adicional, aunque inicialmente muy pequeña. Tras una serie de maniobras especulativas, vinculadas con movimientos financieros en el exterior (ya explicadas en notas de las últimas dos semanas en Página/12) que provocó una inicial aceleración de la trepada del blue (entre los 6 pesos y los 6,50, aproximadamente), se inició luego una seguidilla constante de subas que lo llevaron hasta los 7,95 del cierre de ayer.

En este último raid, jugó un papel dinamizador la demanda para atesoramiento de pequeños ahorristas que creen estar ante una escalera sin descansos ni tope, y el rol de control que ejerce una oferta muy acotada que sabe sacar provecho de la ocasión. Aquí vale una puntualización: la demanda de pequeños ahorristas (“chiquitaje” la denominan en el mercado) es genuina, producto del trabajo o de otras actividades lícitas, de quienes creen estar protegiendo sus reservas comprando a “8 por 1”. La oferta, por lo general, no: son fondos “negros” o ilegales, tanto en su origen como en la aplicación que seguramente tendrán los recursos obtenidos, vendiendo a “8 por 1”.

Al gobierno nacional se le ha planteado al presente el problema de no haber encontrado armas eficientes para combatir este tráfico ilegal de divisas, ni desde el Banco Central ni desde la AFIP. Es cierto que, cuando intervino, no obtuvo mucho favor de la Justicia, que incluso objetó las facultades de las autoridades para aplicar los controles. Pero también atenta contra un ejercicio más eficiente del control, una percepción de que ese mercado irregular no genera un perjuicio importante sobre “la economía real”. La demostración fáctica de esta aseveración sería la siguiente:

- Hay un mercado de cambios administrado por el Banco Central, a un tipo de cambio de equilibrio (ayer, 4,99 pesos para la venta), desde el cual se atiende la demanda de divisas para la importación, pago de servicios al exterior, turismo (previa autorización de la AFIP) y otros rubros del sector externo.

- Con las medidas aplicadas en los últimos 18 meses para restringir ciertas operaciones en los mercados financieros, se cortó la formación de activos externos (fuga de divisas) que había tenido un impacto real en los años previos.

- La implementación de controles sobre el comercio exterior hoy permite evitar muchas de las operaciones de subfacturación de exportaciones o sobrefacturación de importaciones que eran habituales en otras épocas, y que podrían nutrir un mercado paralelo.

- El balance de divisas sigue siendo excedentario para el Banco Central y se espera que este año vuelva a serlo en 12 mil millones de dólares. Si hubo baja de Reservas Internacionales del BCRA en el último ejercicio, no fue por “fuga” sino por políticas de desendeudamiento que reducen compromisos futuros y, por tanto, aseguran que el sector externo (balance de divisas) siga siendo excedentario.

- Ninguno de estos factores está amenazado por la existencia de un mercado irregular marginal, muy reducido, aunque la cotización del dólar sea exorbitante.

Un “balance de divisas excedentario” se traduce como que “sobran los dólares”, que no hay escasez ni riesgos de ahogo en el horizonte. Pero, si sobran, ¿por qué no combatir un mercado tan chico como el blue destruyéndolo con un par de ataques? La respuesta retórica sería que el Banco Central no interviene en mercados ilegales, en un mercado que no le genera dolores de cabeza (como sí le provocaron las dos corridas sobre el mercado previas a octubre de 2011) y que, además, debería caer por su propio peso. Esto es: expectativas falsas de devaluación que se desinflarían cuando empiecen a liquidarse las divisas de exportación y acabe la demanda turística, allá por marzo o abril.

“El problema es más mediático que real”, afirman quienes le quitan peso al impacto de la disparada del paralelo. Eso equivale a decir que es un problema político, argumento opositor para provocar al Gobierno, para generar un clima de desconfianza en la gente. Pero que el planteo no se corresponde con desequilibrios de las variables reales de la economía. El problema que no se puede soslayar es que la frontera entre lo político y lo económico no está dibujada en ningún mapa, sino que son esferas con espacios comunes. Y eso sí tiene impacto, por ejemplo:

- Si hay pequeños ahorristas que creen que el dólar blue seguirá subiendo sin fin y vuelcan allí sus ahorros, hay una porción de recursos (por pequeña que sea, no es desdeñable) que está saliendo del circuito formal y está retroalimentando la suba.

- Si hay un mercado inmobiliario que todavía no rompió totalmente la cultura de dolarizar las cotizaciones, aunque “negocie” el tipo de cambio, en alguna medida está trasladando al precio (en pesos) la trepada del blue.

- Tanto ruido sobre el valor del paralelo está provocando un perceptible “clima inflacionario”, que algunos formadores de precios traducen en aumentos bajo la excusa de un supuesto impacto de la suba del blue.

Cada uno de ellos constituye un abuso de parte de sectores de poder económico, que obtendrán transferencias de riqueza a su favor en desmedro de ahorristas y consumidores. Son conductas alentadas, intencionalmente o no, por el discurso político que hace de la subida del mercado paralelo un “termómetro” de la salud del Gobierno. Cuanto más sube, más grave está el paciente.

Para la política económica del Gobierno, no hay un riesgo real de que se vea empujada a una megadevaluación o a un desdoblamiento del mercado (dólar comercial y dólar financiero o turístico) por la disparada del dólar blue. La afirmación de que el dólar oficial se verá obligado a converger hacia el paralelo sólo se sostiene en argumentos falaces, como los planteados por el ex ministro Roberto Lavagna sobre “caídas en la inversión, el empleo y la competitividad” que son indemostrables. El verdadero desafío es evitar que el debate sobre el dólar blue arrastre a un enrarecimiento político en el que los factores económicos más poderosos se vean tentados, otra vez, a sacar ventajas. La inflación, por caso, no es un tema circunscripto a la órbita de la economía pura, sino que pertenece a ese espacio común de la política y la economía. Precisar ese terreno de disputa ayuda también a definir las herramientas con las que se le da pelea.

02/02/13 Página|12

GB

EL FONDO CENSURA POR JAVIER LEWCOWICZ. OPINION

EL ORGANISMO CUESTIONO LAS ESTADISTICAS DEL INDEC Y RECLAMO CAMBIOS
El Fondo ahora censura
El directorio del FMI emitió una “declaración de censura” contra el país por las estadísticas de inflación. El Gobierno anunció que impugnará la decisión y consideró que fue tomada porque “Argentina es un mal ejemplo para el mundo financiero”.

Por Javier Lewkowicz

El Directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) emitió ayer una declaración de censura contra la Argentina en rechazo a las estadísticas oficiales y otorgó un plazo de ocho meses para que el Gobierno aplique medidas para alinear la metodología del Indec a los requerimientos del organismo internacional. El foco de conflicto es el Indice de Precios al Consumidor (IPC) y el cálculo del PBI. El Gobierno salió a criticar fuertemente al organismo. “Este es el mismo Fondo que se muestra complaciente con declaraciones inexactas de datos y con fallidas políticas que condujeron a la crisis global. La lógica es evidente: el desendeudamiento de la Argentina ha sido y es un ‘mal ejemplo’ para el sistema financiero y tiene que ser corregido”, indicó el Ministerio de Economía a través de un comunicado. Anticipó que impugnará la decisión del Fondo. La estrategia oficial contempla además avanzar con el IPC-Nacional, que reemplazaría al IPC-GBA y podría servir para evitar los cuestionamientos.

El FMI “encontró que el progreso de la Argentina para implementar las medidas de remediación, desde la reunión del 17 de septiembre de 2012, no ha sido suficiente”, indicó ayer el organismo. “Como resultado, el Fondo emitió una declaración de censura contra la Argentina. El Directorio solicita al país adoptar medidas para abordar la falta de exactitud de los datos del IPC-GBA y el PBI sin más demora y, bajo cualquier circunstancia, no después del 29 de septiembre de 2013. Las medidas aplicables tienden a alinear estos indicadores con los acuerdos internacionales de estadísticas y pautas que aseguren una medición precisa”, agregó el Fondo.

La declaración de censura surge de la recomendación de la titular del organismo, Christine Lagarde. Esa sanción era la esperada por el Gobierno, aunque el plazo que el Fondo otorgó para aplicar las correcciones podría haber sido de seis meses y no de ocho, como fue en este caso. Lagarde deberá informar al Directorio el 13 de noviembre sobre el modo en que Argentina implementó las medidas que considera pertinentes sobre el IPC y el PBI. “En ese momento, el Directorio reverá este asunto y la respuesta argentina en línea con los procedimientos del FMI”, cierra el organismo.

El Gobierno consideró que la decisión del FMI tiene un carácter “ejemplificador” y que se presenta como un “dogma de fe que no responde a mínimos parámetros en su construcción y argumentación científica”. “Constituye no sólo un nuevo error del FMI sino también un claro ejemplo de trato desigual y de doble estándar. Un FMI que incluso siendo consciente de que sus recetas no funcionan, no se arrepiente”, enfatizó.

La cartera económica aseguró que el FMI “nunca cita antecedentes o referencias a trabajos internacionales similares. ¿Acaso ignora que muchos países modificaron, por ejemplo, la medición del desempleo y que otros han cambiado los productos de su IPC varias veces, e incluso las metodologías de sus mediciones, de forma tal que si se utilizasen las anteriores sus índices serían tres veces superiores a los actuales?”, cuestiona. “Se basan sólo en lo que dicen las consultoras y algunos índices provinciales. pero el rigor de esas mediciones es infinitamente menor que el del Indec”, agrega.

La normativa del Fondo establece sanciones si no se cumplen las advertencias luego de la declaración de censura. En el caso argentino, a fines de 2013, el FMI podría recomendar que el país deje de poder solicitar préstamos. En la práctica, eso no representa cambio alguno respecto de la situación actual, puesto que Argentina desde la cancelación total de su deuda en 2006 dejó de tener un vínculo financiero con el Fondo. Si en el curso de los seis meses posteriores al corte del envío de créditos, que para el caso argentino sería después de mediados de 2014, el país no adoptó las correcciones solicitadas, el Fondo puede suspender el derecho a voto del país. Un semestre después, a principios de 2015, si Argentina no aplicó las medidas, “el director ejecutivo puede iniciar los procedimientos para la expulsión del FMI”, indica el organismo.

Más allá de las cuestionadas estadísticas del Indec, cuyo IPC guarda escasa relación con el ritmo de aumento de otras variables como los salarios o la recaudación, la Argentina mantiene una relación conflictiva con el Fondo por haber aplicado en estos últimos años medidas que van a contramano de las recetas del organismo. “Curiosamente, Argentina es el mismo país que durante los ’90 el FMI presentaba como el mejor ejemplo de modelo económico, ese que terminó con la más grave crisis en la historia del país. La política de endeudamiento que propone el FMI termina en un círculo vicioso de exclusión social, empresas quebradas y desocupación como la que hoy se ve en varios países de Europa”, fustigó el Gobierno.

A partir de 2006, cuando el gobierno de Néstor Kirchner canceló la deuda, Argentina dejó de aceptar la revisión anual de la economía prevista por el artículo IV, el único caso de este tipo dentro del G-20. La última “auditoría” en el país, en 2005, pedía elevar el superávit fiscal hasta el 4,5 por ciento del PBI, revaluar la moneda, recortar subsidios, acordar con las privatizadas y eliminar las retenciones a las exportaciones. Terminaba advirtiendo que de no cumplirse tales medidas, el crecimiento se detendría y Argentina volvería a caer en default. Así como destacaba en 2001 la fortaleza de la convertibilidad y elogiaba a los bancos antes de la caída de Lehman Brothers, las previsiones del Fondo no se cumplieron.


El IPC Nacional en la agenda

El Indec prevé para 2014 tener listo el Indice de Precios al Consumidor sobre una base nacional. Ese indicador reemplazará para finales del corriente año al IPC-GBA, que es el utilizado en la actualidad, y le permitiría al Gobierno aplacar las críticas del Fondo a las estadísticas oficiales. Para ello el organismo viene elaborando, en conjunto con los institutos provinciales de estadísticas de todo el país, la Encuesta Nacional de Gasto de los Hogares, que es la base de la canasta para elaborar el índice de precios a nivel nacional. Ese índice contendría, además del dato agregado de variación de precios para todo el país, distintas aperturas a nivel regional y por localidades medianas y pequeñas. El Indec no tiene previsto realizar una desagregación provincial y cada instituto decidirá si continúa o no su relevamiento.

02/02/13 Página|12
GB

ARGENTINA MIENTE DIJO EL FMI Y CLARIN CELEBRA.

El día que el Fondo dijo “Argentina miente”

Por Ezequiel Burgo

02/02/13
La Argentina causa irritación en el mundo. Así lo transmiten a diario funcionarios, empresarios y académicos cada vez que un compatriota encara a algún experto en un rincón del planeta con la famosa pregunta “¿y cómo ve a la Argentina?”.
El país carece de una historia interesante para contarle al mundo. En los ochenta la novedad era que la Argentina tenía una de las 34 democracias del mundo. Y en los noventa cautivó la atención con su apertura de la economía.
¿Pero hoy? ¿cuál es la novedad? La Argentina consiguió ayer ser el primer país en la historia del Fondo Monetario en recibir una moción de censura por elaborar y publicar estadísticas “inexactas” (según el término que utilizó el Directorio en su escrito).
Quienes entienden de finanzas internacionales, recorrieron los pasillos del organismo y negociaron con sus funcionarios, coinciden que el Fondo Monetario Internacional no expulsará a la Argentina del organismo por lo del INDEC. Pero sí coinciden en que, lo de ayer, resultó un tirón de orejas. Y que el dibujo de las estadísticas se convertirá en un chiste internacional.

Yendo un paso más allá, el economista Eduardo Levy Yeyati tuiteó una reflexión interesante sobre qué gana el Gobierno con el actual INDEC: “Lo que ahorra por dibujar el IPC es poco: sólo intereses de un stock pequeño que vence de otros años”.

En 2007, cuando comenzó la intervención del INDEC, el 40% de la deuda pública documentada estaba denominada en pesos y se ajustaba por CER. ¿Quiénes tenían esos papeles? Inversores que habían aceptado entrar al canje, las AFJP y, básicamente, el Banco de la Provincia de Buenos Aires con los títulos que recibió por la pesificación de las deudas provinciales (Bogares).
Para Levy Yeyati el ahorro fiscal de la intervención del INDEC fue muy poco si se tiene en cuenta la mayor parte de los títulos hoy están en manos del Estado.
O sea, la manipulación de las estadísticas que hizo el kirchnerismo tuvo, entre otras consecuencias, el engaño de que la Argentina “ahorró dólares”.
La novela del Fondo, como casi siempre sucede, no cambiará la vida del ciudadano de a pie.

Mañana será otro día. La soja seguirá creciendo, los precios internacionales se sostendrán y la economía, en 2013, probablemente crezca más que en 2012.
El Gobierno, de cara a las elecciones, se topó con el enemigo perfecto. El FMI, que goza de una imagen por el piso por su actuación en los 90, le propinó un tirón de orejas a una economía que prescinde de sus créditos y de su asistencia. Eso sí, con una novedad. El Fondo le dice al mundo: la Argentina miente.

Clarin.com

GB

viernes, 1 de febrero de 2013

PUEBLO Y NACION EN LA UNIDAD LATINOAMERICANA POR CONRADO EGGERS LAND

Los conceptos de “Pueblo” y “Nación” en la propuesta de Unidad Latinoamericana
Por Conrado Eggers Lan
El presente trabajo corresponde al texto de una ponencia que, con idéntico título, fue presentada, por el Dr. Conrado Eggers Lan, en las Jornadas Bolivarianas organizadas por la Universidad Autónoma de México en agosto de 1983, sobre el tema “La filosofía doscientos años después”. Fue publicado en la “Revista de Filosofía Latinoamericana y Ciencias Sociales” (segunda época). Año XII, Nº 12. Buenos Aires, agosto de 1987. Texto gentileza de Revista Soles - Nº 77 - Junio de 2001




Naturaleza y cultura
Para discernir mejor el concepto de “pueblo” del de “población”, y el de “nación” del de “país”, apelaremos a una distinción que ha sido enfatizada desde el s. XIX, pero que deriva de los primeros sofistas griegos, de mediados del s. V a.C.: la delimitación entre “naturaleza” y “cultura”. Pues ya Protágoras decía que “la enseñanza requiere tanto del talento natural (phýsis) como del ejercitamiento” (D. K. 80133); y Antifonte, por su parte, cuestionaba la diferenciación habitual entre “griegos” y “bárbaros”, ya que, aducía, “por naturaleza hemos nacidos todos similarmente en todo sentido; todos, tanto griegos como bárbaros, respiramos por la boca y la nariz, y comemos con la ayuda de las manos” (D. K. 87B44).
Es decir, se comenzaba a descubrir que, además de lo que existe cuando nace el hombre, existe, y como algo nuevo, lo que el hombre hace. Así, a grandes rasgos, pues, podemos caracterizar a la “cultura” como la acción específicamente humana y sus productos (desde un pequeño crimen hasta la más excelsa obra de arte), a diferencia de los procesos meramente orgánicos y físico químicos de toda índole en que no entra en juego la mente humana.

“Población” y “pueblo”
Veamos, pues el concepto de “población”: éste concierne a la totalidad de habitantes de un lugar, aun cuando no exista otro rasgo en común que el de co habitarlo, y el de poseer, mayoritaria o centralmente, la misma lengua y quizás el mismo origen étnico. Hasta cierto punto, entonces, podría considerarse la “población” como un hecho natural o casi natural.
De acuerdo con lo dicho, en cambio, “pueblo” configura una creación cultural. “Pueblo”, en efecto, designa una ligazón de los habitantes de un país en torno a un objetivo común, un vínculo que conlleva implícitamente una voluntad de acción, o directamente un accionar conjunto. Esta diferenciación que hacemos implica cuando menos la posibilidad de que no todos los habitantes de un lugar participen o deseen participar en la persecución de una meta común.

Los objetivos del “pueblo”
Aquí ya debemos explicar, aunque sea del modo más esquemático, lo que entendemos por “objetivos comunes” y por “meta común”. En términos generales, cabe afirmar que la meta común cuya búsqueda liga entre sí a los integrantes del “pueblo” es la realización humana, el ser más de cada uno y a la vez de todos, la humanización cada vez más plena de los hombres. Un fin que es, pues, “metafísico”, porque atañe al ser del hombre; lo cual no remite a un ámbito abstractamente misterioso, sino a lo que aquí describiremos como la armoniosa conjunción de los siguientes objetivos:
La satisfacción de las necesidades humanas más elementales (de alimentación, de vestimenta, vivienda, atención de la salud, etc.);
  • El cumplimiento de un trabajo que permita desplegar al máximo posible las aptitudes creativas personales, o que deteriore lo menos posible tales aptitudes;
  • La disposición de un “tiempo libre” en el cual las aptitudes creativas personales se desarrollen al máximo o se deterioren mínimamente;
  • en lo cual tenemos en cuenta la indicación de H. Marcuse (One dimensional Man, Londres, 1964, p. 49, n. 38) de que en el s. XX existe en los países industrializados más “tiempo de ocio” (leisure time) que en el s. XIX, pero no más “tiempo libre” (free time), y de que el “tiempo de ocio” es manipulado por los medios de comunicación masiva de un modo que deteriora toda aptitud creativa personal;
  • La organización del país en una nación independiente, en cuyas decisiones el hombre participe.
Esta enumeración de objetivos que acabo de hacer es puramente taxativa, de ningún modo cronológica o jerárquica.

Consciencia de la meta común
Por supuesto, no pretendemos que estos cuatro puntos sean asumidos explícitamente en el proyecto vital de cualquier ser humano, sino sólo que es muy probable que su postulación fuera admitida por la gran mayoría de los hombres; y también que de hecho ya se encuentran presentes, de un modo menos preciso y esquemático que el expuesto, en los anhelos y pensamientos de la mayor parte de los individuos y de los pueblos.
Podría argumentarse que el objetivo que mencionamos en cuarto término no es patrimonio más que de una élite intelectual, extendido a los demás sólo por un voluntarismo paternalista. Sin embargo, allí donde los pobladores se arraigan buscan, por una necesidad bien concreta, organizarse en sus esfuerzos comunes por afirmar su propia existencia en el lugar; aun cuando, sin duda, la historia de la paulatina organización de un “pueblo” es una cosa muy lenta y larga.
Y la consciencia de los objetivos que hemos descripto puede ser más lúcida o menos lúcida, más precisa o menos precisa; pero en la medida en que esta consciencia sea común a los integrantes de un “pueblo”, proveerá a su accionar de una consciencia solidaria, una consciencia que podríamos considerar ético metafísica, ya que promueve la realización plena como meta de los actos.

“Pueblo” y “nación”
Ahora bien, la detención en el cuarto de los objetivos que enumeramos nos lleva de la mano al concepto de “nación”, dado que en ese punto hemos subrayado el arraigo en un país y la organización en una nación independiente. Pues un “pueblo” puede nacer en el desierto, como los hebreos conducidos por Moisés en su marcha a través del Sinaí; pero su primera meta es “arraigarse” en un país, y a partir de allí “organizarse” para el logro de los objetivos comunes. Por consiguiente, la diferencia entre los conceptos de “país” y de “nación” reside en que con “país” se tiene en mente un “territorio poblado” o al menos “poblable” , en tanto que por “nación” entendemos la organización de un “pueblo”, arraigado en un “país’, a los fines de alcanzar solidariamente la realización humana.
Al decir esto no estoy identificando “nación” con “Estado”, por cierto. Mi intención no es ahora detenerme en el concepto de “Estado”, pero en cuanto toca a la definición que hemos dado, “Estado” mienta el aspecto de “organización”, mientras “nación” se refiere al “pueblo” como sujeto que se organiza. En ese sentido, podríamos decir que el concepto de “nación” implica algo personal, en tanto el de “Estado” algo cósico: cabe así decir que un “pueblo” tiene consciencia nacional, mientras hablar de “consciencia estatal” sería absurdo.


“Pueblo” y “anti pueblo”
Volvamos ahora a la advertencia hecha sobre que el concepto de “pueblo” implica, por definición, la posibilidad de que no todos los habitantes de un país participen o deseen participar en la búsqueda de una meta común. Inclusive, añadamos ahora, puede darse el caso de que, dentro de la “población”, haya “individuos” o grupos que se opongan al proyecto nacional del “pueblo”.
Abarcaremos en el concepto de “no pueblo” a los individuos o grupos que, sin oponerse a dicho proyecto, no participan ni desean participar del destino común. Incluiremos, en cambio, en el concepto de “anti pueblo” a los individuos o grupos que se oponen al “pueblo” en la consecución de sus objetivos.
Estoy plenamente consciente de los riesgos implicados en el uso de expresiones tan esquematizantes como “no pueblo” y “anti pueblo”; creo que vale la pena asumir tales riesgos, en vista de la operatividad que, una vez precisados, veremos que ofrecen dichos conceptos, y que es sin duda mucho mayor que la operatividad acreditada históricamente por conceptos como el de “clase”. No obstante, y para evitar excesivas cacofonías, recurriremos a dos eufemismos, cuya intención espero no sea malentendida como europeizante: “la Nobleza”, para remitir a nuestro concepto de “antipueblo”; y “el Tercer Estado”, para denotar nuestro concepto de “no pueblo”.
Tratemos ahora de delimitar más claramente estos conceptos. ¿Podemos hacerlo en base a la cantidad, de modo tal que el “pueblo” fuese la mayoría de la “población” y la “Nobleza” una minoría? Sin embargo, de ser así, y teniendo en cuenta que sin duda la “Nobleza” cuenta también con objetivos comunes a sus integrantes -en vista a los cuales precisamente combate al “pueblo”-, faltaría la distinción cualitativa.
En ese sentido, bien decía Aristóteles que el número “es accidental”, y que lo que hace la diferencia esencial es que, en el caso que él considera “correcto”, se atiende “al beneficio común”, mientras en el de los que denomina “desviaciones”; se mira “a los intereses particulares” (Política III 5, 1279a b). Extraemos esta indicación aristotélica del contexto en que se halla, porque nos resulta esclarecedora para nuestro análisis.
En efecto, en lo que concierne a la descripción que hicimos de los cuatro objetivos que persigue el “pueblo”, podemos advertir que cada integrante del pueblo quiere o puede querer tales objetivos para todos los pobladores del país. En lenguaje aristotélico, pues, lo que denominamos “pueblo” quiere “el bien común”. Pero la “Nobleza” no quiere ni puede querer “el bien común”, puesto que, por definición, se opone a la voluntad del “pueblo”; el “bien común” entraría en colisión con sus “intereses particulares “.

“Pueblo” y “anti pueblo” en América latina
Voy a ejemplificar con la experiencia que me es más familiar. Pienso, en efecto, que ya resulta claro que, al hablar de “anti pueblo”, no estoy rotulando un fantasioso producto de laboratorio, sino mentando una realidad tan concreta como cruda en América Latina, a saber, la oligarquía ligada a los centros internacionales de poder financiero.
En relación con los cuatro objetivos comunes que enumeramos como constituyentes del proyecto de realización humana del pueblo, advirtamos que dicha oligarquía podría condescender en la búsqueda del primero de ellos (la satisfacción de las necesidades elementales), y quizá, en principio, decir que no es cosa suya el logro del segundo objetivo y del tercero. Pero jamás podría aceptar la aproximación al cuarto, el referido a la organización de una nación independiente y a la participación del “pueblo” en las decisiones, pues esto quebrantaría las bases de su propio poder y de su misma existencia; y no sólo porque la participación popular en las decisiones deterioraría su privilegio, sino porque su poder sectorial se apoya esencialmente en la dependencia de su país respecto de los centros internacionales de poder financiero. Precisamente por eso, cada vez que la “Nobleza” ataca, lo más probable es que en el bando de enfrente esté el “pueblo”.
Si se tuviese esto en claro, no se habría producido -ni persistiría- ese fenómeno de autoengaño que hemos observado y seguimos observando en la Argentina, donde los teóricos de la política se niegan a hablar del peronismo como un movimiento popular -o, en el gobierno, como un gobierno popular-, y prefieren calificarlo de “populismo”, pretendiendo negarle su condición de “pueblo” y presentándolo como una aglutinación demagógica de una mayoría favorecida sólo superficialmente. Cualquiera que eche una mirada a la historia política argentina de los últimos cuarenta años puede advertir que la oligarquía agropecuaria ligada a los intereses extranjeros estuvo siempre en el bando opuesto al peronismo, y, en tal condición, derrotada claramente por éste en todos los comicios y su vencedora sólo merced a violentos golpes militares.

“Elite” y “pueblo”
En este punto, de todos modos, cabe señalar que el ser atacado por la “Nobleza” no es por sí solo garantía de que el conjunto atacado sea el “pueblo”. Pues el ataque también puede desatarse sobre una “vanguardia esclarecida” que desafíe a la “Nobleza” en forma inclusive más clara y agresiva de lo que lo haría el “pueblo”, y se convierte entonces en chivo expiatorio, sea por el temor de la “Nobleza” de que el brote sea epidémico, sea porque ella se forja la ilusión de que está combatiendo a su real enemigo.
En este segundo caso, la ilusión es por partida doble, ya qué no sólo la “Nobleza” toma a la élite por “pueblo”, sino que ésta también se ilusiona de que es “pueblo” o que lo representa. Sin embargo, el “pueblo” jamás se forma o actúa en base a una `vanguardia esclarecida’: Y aquí sí, para advertir la diferencia, cuenta el número, ya que esa “vanguardia” es una pequeña minoría, en tanto el “pueblo” es siempre mayoría.
De todos modos lo esencial a éste sigue siendo la consciencia solidaria de los objetivos comunes, sólo que estos objetivos también pueden ser postulados por esa “élite ilustrada”, y en forma más marcada y explícita. Porque la consciencia que de sus propósitos tiene un individuo suele ser más clara que la de una pluralidad de individuos, máxime si ese individuo es intelectual y si esa pluralidad es muy vasta (aunque la “sabiduría popular” es generalmente más profunda y duradera, quizá por formarse con la lenta sedimentación de las experiencias). Y este hecho origina que tal individuo o una élite compuesta por tales individuos enjuicien el comportamiento del “pueblo”, y el grado de consciencia alcanzado por éste, dictaminando que la consciencia del “pueblo” está aún inmadura o no existe.
En ese sentido persiste hoy en día el voluntarismo liberal de la filosofía política de Hegel, quien parte del concepto de libertad como voluntad racional y universal, entendiendo por voluntad universal no lo que quieren todos o la mayoría de los pobladores, sino la voluntad racional que sólo la “vanguardia ilustrada” puede poseer y que por sí sola acredita su universalidad. En cambio, dice Hegel, “el pueblo, en la medida que con esta palabra se designa una parte determinada del Estado, expresa la parte que precisamente no sabe lo que quiere. Saber lo que se quiere y, más aún, lo que quiere la voluntad que es en sí y para sí, la razón, es el fruto de un profundo conocimiento y sabiduría, que no son precisamente cosa del pueblo”. (Grundlinien der Philosophie des Rechts § 301; 4a. ed., J. Hoffmeister, Hamburgo, 1955, pp.261s.).
Hemos hablado de élite o “vanguardia”, pero en rigor debemos usar el plural, ya que puede haber muchas y con una gran variedad de ideologías, que lleguen a ser inclusive “opuestas”, con la sola característica común de “vanguardias ilustradas”. En tanto tales, estas “vanguardias” no pueden integrarse en el “pueblo”, aún cuando eventualmente exista coincidencia de objetivos; los individuos que integran las élites sí pueden integrarse al pueblo, a condición de renunciar a todo carácter de “vanguardia esclarecida”, y sin perjuicio de sumar su aporte a los estudios teórico prácticos que se hagan en el seno del “pueblo”. En cualquier caso, y siempre que una miopía total no las haga cómplices de la “Nobleza”, las élites no forman parte de ésta, sino más bien de lo que denominamos “no pueblo” o “Tercer Estado”, y que ahora estamos describiendo.

“Sector neutro” y “pueblo”
El “Tercer Estado”, en efecto, dista de agotarse en las élites, sino que su franja más amplia es ocupada por lo que bautizaremos como “sector neutro”, por el hecho de que es el único sector o grupo que no se pronuncia a favor o en contra del “pueblo” (aloja, naturalmente, opiniones individuales o aisladas, si no hay compromiso ni riesgos, pero que nunca abarcan a más de un individuo).
Se trata de un conjunto de personas que pueden pertenecer a muy diversas clases sociales y estamentos, y que, aparte de las afinidades lingüísticas y étnicas, no cuentan con otros rasgos en común que los de vivir en una misma región bajo las mismas leyes y costumbres. Alguien podría objetar aquí que rasgos comunes tales como los étnicos y lingüísticos y la vida en un mismo país bajo las mismas leyes y costumbres son precisamente los rasgos que de ordinario se tienen más en cuenta al describir el concepto de “nación” y al caracterizar al “pueblo” que hay en ella. Y sin embargo, si se admite la noción de “consciencia nacional” como consciencia de un proyecto de realización común, deberá convenirse también en que no hay nada más ausente que ella en ese “sector” que denominamos “neutro”. Pues en dicho “sector” sólo hay proyectos de uno, a lo sumo de dos, pero nunca más allá de un individuo o de una pareja. Y esta diferencia se hace en este caso más substancial que en las otras relaciones consideradas, ya que puede haber circunstancias en que la cantidad de individuos que componen este “sector neutro” aumente hasta el punto que éste sea “numéricamente mayoritario dentro de la población.
En tales circunstancias no cabe hablar de “pueblo”, ya que el “pueblo” sólo puede existir mayoritariamente. Así, de producirse eso, sólo habrá “Tercer Estado” y “Nobleza”. No obstante, ni aún en tales circunstancias estos dos conjuntos se identifican ni se asimilan entre sí. La “Nobleza” puede, ciertamente, instrumentar tanto al “sector neutro” como a las élites para sus fines antinacionales, o, al menos, mantenerlos bajo control. Lo que no veremos es que la “Nobleza” combata al “sector neutro”, sea éste minoría o mayoría, en lo cual éste se distingue claramente del “pueblo”.

“Anti pueblo” sin “pueblo”
Aquí debemos modificar o al menos precisar nuestra caracterización anterior de la “Nobleza”, en tanto la basamos en la oposición de ésta al proyecto del “pueblo”, y ahora presumimos su existencia incluso allí donde decimos que no hay ya “pueblo”, sino sólo “Tercer Estado”, con un “sector neutro” mayoritario que no tiene un proyecto común y que, por lo mismo, no es atacado en su accionar.
Lo que sucede es que hoy en día ningún país de la tierra puede substraerse a la marcha de la historia, sino que siempre participa en ésta, sea a través de un proyecto nacional o de un proyecto anti nacional, por más efímero o incoherente que resulte. Y si no hay gin “pueblo” que impulse un proyecto nacional, el proyecto que se ejecute será anti nacional, ya que frenará toda posibilidad de realización humana común y, ante ‘todo, la de organización nacional: Y para ello siempre deberá haber una minoría anti nacional que coincida con lo que hemos denominado “Nobleza”, aunque no esté su acción centrada en combatir al “pueblo”, sino a lo sumo en prevenir la eventual aparición del “pueblo”.

Surgimiento y evolución del “pueblo”
Cómo surge el “pueblo” allí donde no existía y la plaza mayoritaria era ocupada por el “sector neutro”, constituye para mí un problema del cual por ahora sólo puedo tomar nota, ya que mi conocimiento de la historia de América Latina no me permite más que conjeturar que el surgimiento de un “pueblo” no se sujeta a leyes históricas más o menos detectables, y como mucho advertir algunos lechos que facilitan la creación cultural de un “pueblo”, tales como la aparición de líderes y coyunturas que propician la madurez de la consciencia “popular”.
Por lo demás, una vez en escena los “pueblos”, su evolución no es rectilínea hacia los objetivos, puesto que, por un lado, no basta la voluntad de lucha, creación y sacrificio y, por otro, la cosa se juega en buena parte fuera de los límites de una sola “nación” y de un solo “pueblo”. En esa evolución, el “pueblo” puede ser golpeado y sometido; pero en el lapso siguiente sólo quedará aletargado, nunca extinguido: una vez que se toma “consciencia nacional” ya no se la pierde, y el “pueblo” sólo puede cesar de existir con la civilización íntegra a que pertenece.

“Pueblo” y “nación” en Latinoamérica

Finalmente, queda aún por reflexionar sobre la posibilidad de aplicación de los conceptos que he descripto al proyecto bolivariano de unidad latinoamericana. Hoy en día podemos discernir tres metas escalonadas en el cumplimiento pleno de dicha propuesta, aunque ésta sea en principio explícita sólo en cuanto a la segunda meta; la primera sería “nacional” y la tercera “mundial”. En efecto, ningún individuo puede realizarse en una comunidad que no se realice esto es, en un país que no sea “nación” y análogamente, ninguna “nación” de la tierra puede realizarse en un mundo que no se realice.
Hablar de la realización humana en términos planetarios suena a utopía renacentista y parece convertir el análisis filosófico en fantasía pura. Y sin embargo, es lo mismo que, con un lenguaje político realista, plantean los representantes del Tercer Mundo ante los poderes hegemónicos en las conferencias internacionales. Y precisamente la denominación “Tercer Mundo” designa una realidad socio política más amplia que la “nacional” y más reducida que la mundial; realidad socio política que es más concreta y homogénea aún si la restringimos a América Latina.
Vale decir, la unidad latinoamericana sería la segunda meta. La mayor dificultad estriba en que, de diversas maneras, el logro de la tercera meta condiciona la plenitud de las dos anteriores, especialmente porque el “anti pueblo” sienta sus reales en ese nivel mundial, y es allí donde combate al “pueblo” de cada “nación” y de toda Latinoamérica.
Por cierto que mi análisis se detiene aquí, ya que no cuento con la experiencia adecuada para responder a la pregunta de sí hay o puede haber un `pueblo” latinoamericano que haga suyo un proyecto de “nación” latinoamericana más allá de todo voluntarísmo elitista. En este punto sólo arriesgaría una conjetura afirmativa, en base a la similitud de los procesos históricos, sociales, económicos y políticos en toda Latinoamérica y a la casi certeza de que hay un destino común que poco a poco se va asumiendo en todas partes.
Por ello considero que un análisis como el que bastante burdamente acabo de presentar podría ser afinado y precisado dialógicamente, y de ese modo configuraría un aporte nada insubstancial de la filosofía a la propuesta de Bolívar de unidad latinoamericana.


Conrado Eggers Lan

PUBLICADO POR AGENDA DE REFLEXION

Prof GB

MAS INFO SOBRE EL NARCOTRAFICO EN SANTA FE.

El especialista Norberto Emmerich analizó la situación del narcotráfico en la provincia de Santa Fe y particularmente en Rosario, epicentro de casos muy violentos en las últimas semanas.
http://b.vimeocdn.com/ts/306/803/306803746_295.jpg
Por Enrique de la Calle
AGENCIA PACO URONDO: La idea de volver a contactarte tiene que ver con los hechos ocurridos en Rosario, Santa Fe, supuestamente vinculados con narcotráfico. ¿Cuán grave es la situación? ¿Rosario puede derivar en algo como México? ¿Cuál es tu opinión sobre lo que allí ocurre?
Norberto Emmerich: Lo que está ocurriendo en Rosario y en general en Santa Fe es, para algunos especialistas en narcotráfico, relativamente novedoso. Por suerte empieza a salir y lo hace con hechos de gran magnitud. No es que se pueda comparar, como congelando la situación, con lo que sucede en México pero nada descarta que termine transformándose en un problema insostenible y muy difícil de manejar.
APU: ¿En principio se podría decir que está muy lejos de ser lo que, por ejemplo, es Sinaloa en México?
NE: Claro, pero a la hora de encontrar algunos puntos en común, lo más llamativo, lo que más se destaca es la postura, la actitud, la conducta de los gobiernos en relación a los vínculos que hay entre la política y el narcotráfico.  Uno los encuentra en seguida y es lo que se destaca más en el caso de Santa Fe, muy involucrado. A veces uno entiende que haya cierto grado de involucramiento, en parte porque el desarrollo de la actividad en el lugar no parece ser tan organizado y peligroso como en el caso de México y entonces, a ese nivel de grado medio de desarrollo del narcotráfico se supone que el involucramiento político no es muy elevado; pero en el caso de Santa Fe, por un lado el involucramiento y por el otro una incapacidad de gestión política del tema, no han logrado congeniar y eslabonar respuestas políticas con el Gobierno Nacional o con instancias federales, no han presentado el tema en instituciones, organismos, incluso con instancias a nivel nacional donde se discuta el tema, de tal manera que no sea una novedad sorprendente.
Por un lado, hay un cierto alto grado de complicidad, porque llega ya a la jefatura de policía de la provincia y por otro lado una especie de incapacidad de responder políticamente a la cuestión y de dar una cierta certeza respecto a que, independientemente de cuan desarrollado esté el problema, por lo menos el gobierno tiene noción de cómo actuar frente al mismo.
APU: ¿La situación en Rosario/Santa Fe, es diferente a la de otros lugares o uno puede ubicar fenómenos parecidos, por ejemplo, en el GBA?
NE: Sí, en relación con las características de estos hechos en comparación con otros países, estas son particularidades muy argentinas. Incluso la del mismo mundo futbolero es muy nuestra y no hay demasiadas comparaciones con otros lugares del mundo, por ejemplo, en el caso mexicano, este comportamiento de lo que se podríamos llamar las “barras” mexicanas es muy distinto ya que los partidos de fútbol no son lugares particularmente violentos. La sociedad mexicana es violenta, sobre todo, en las relaciones hombre-mujer y el homicidio es altamente frecuente en dicha sociedad. Por otro lado hay que tener en cuenta también que es una sociedad con fuerte componente indígena y campesino, cosa que no sucede en Argentina que tiene un alto componente urbano, con alto nivel educativo y con niveles de pobreza, comparado con los países latinoamericanos, muy reducidos, el de México es de alrededor del 50%.
En este sentido, las características de lo que estamos viendo suceder en Santa Fe son costumbres o formas bien argentinas. Ahora, si queremos comparar la forma en que suceden los hechos allí, sí son comparables con cómo se desarrollan en otros lugares y por supuesto, en el GBA e incluso en la ciudad de Buenos Aires. Lugares con altos índices de pobreza, con características de marginalidad o de exclusión bastante elevadas, procesos de empobrecimiento de larga data, el cierre de de cordones industriales también de larga data, la no renovación de mano de obra, incapacidad de gestionar económicamente y socialmente la zona, etc. Una serie de procesos que cuando el poder político tiene más o menos serias intenciones de encarar, se encuentra con enormes dificultades ya que no son proceso de carácter criminal sino que son de carácter social en los cuales las conductas criminales quedan inmersas.
APU: Según decías, entiendo que no ves una especificidad en Santa Fe respecto de otros puntos del país.
NE: Sí, si uno quiere ver el GBA, uno de los actores destacados es la policía como también sucede en Santa Fe, en cuyo caso hay que describir los pormenores de la intervención de la policía. Los casos de la provincia de Buenos Aires y del GBA son muy llamativos, la policía es uno de los principales actores criminales en esa zona del país. Pero el narcotráfico, en el caso argentino, también tiene comportamientos diversos dependiendo del lugar, las características, por ejemplo, el caso de Salta en la frontera con Bolivia nos encontramos con que el narcotráfico se conduce de acuerdo a factores geográficos.
La zona de Salvador Mazza-Yacuiba por ejemplo, es una frontera muy caprichosa porque Bolivia tiene una cuña dentro del territorio Argentino de tal manera que uno puede cruzar de Argentina a Bolivia y si sigue caminando, vuelve a Argentina nuevamente o lugares donde para entrar a Argentina hay que entrar por Bolivia. Son cuestiones históricas pero la geografía tiene mucha importancia. Son ciudades conurbanadas, o sea que Salvador Mazza y Yacuiba tienen un solo ejido urbano de tal manera que el tráfico, que es el primer problema en la zona, está constituido en una zona más tradicional de tal manera que nos encontramos con carteles en disputa por el territorio, con cobertura policial, involucramiento del aparato político con el tráfico de drogas, crímenes reiterativos de carácter predatorio por disputas por el control de las rutas del tráfico y del territorio. Un problema complejo que, llamativamente, no es tratado de manera binacional.
En el GBA tenemos características más clásicas de grandes conglomerados urbanos como Rosario con una crisis de expectativa en zonas que se empobrecen a raíz de crisis económicas –acordémonos que venimos de crisis cada 10 años y periódicamente desde la hiperinflación alfonsinista-, son golpes que, independientemente de cómo se vaya desarrollando la economía después, dejan fuera del sistema permanentemente a un grupo muy numeroso de población.
APU: ¿Por donde pasan las políticas para revertir este fenómeno del narcotráfico?
NE: Las políticas para resolver el tema no tienen el principio de que son de largo aliento. Una planificación de lucha contra el narcotráfico, por así decirlo, no tienen que tener como primer objetivo y más cercano al mismo. Lo que hay que hacer es quitarle el oxígeno. El narcotráfico tiene sentido social, no criminal, legal, jurídico sino social y político y se alimenta de la falte de respuesta de los estados nacionales a las exigencias sociales. Cuando el Estado no cumple con la ley, no garantiza la subsistencia diaria de los ciudadanos, cuando los valores, consignas, mensajes de los programas políticos son letra muerta, el narcotráfico crece sin proponérselo, simplemente porque no tiene ninguna de esas cosas declamatorias.
Elabora un discurso muy preciso que está íntimamente ligado a la realidad: promete trabajo, seguridad para sus integrantes, grandes ingresos económicos y cero democracia. No se discute, no se negocia y el precio para cualquier discusión o disidencia es casi siempre la vida, por lo tanto, es un sistema de regulación claramente específico para cada uno de los integrantes y al Estado nacional le cuesta mucho competir con eso porque la política de los estados nacionales siempre es ambigua, porque en la democracia lo que siempre es permanente es el combate entre incidentes, entonces todos son compromisos y todas son zonas grises entonces se vuelve dificultoso pero ejemplo, algunas medidas muy precisas que podrían tomarse en grandes conglomerados como Rosario y el GBA serían por ejemplo: que los trenes funcionen las 24 hs. del día, que las zonas de transporte estén bien iluminadas, mayor presencia policial por la noche. Esto hace que las zonas de tránsito de personas están vigiladas por las propias personas que transitan.
Aunque parezca mentira, no se pueden cometer muchos delitos en zonas de mucho tránsito de personas, bien iluminadas y gente comerciando legalmente. Esto no quiere decir que en el medio no se esté comerciando droga pero los narcos no ocupan ese territorio. Son medidas que importan un gasto presupuestario importante para los municipios que podrían formar parte del plan federal de lucha contra el narcotráfico. Que haya cabinas de teléfono con aparatos que anden –muchas por cuadra- junto a las estaciones de trenes. Nos encontramos con una ciudad de 10 millones de habitantes y después de las 10 de la noche la gente no puede ir a ningún lado, con lo cual la ciudad está desierta pero poblada, un territorio perfecto para que la gente que sí se anima a salir de noche haga los negocios de la manera que mejor le convenga porque no hay custodia. Ciudades inseguras para todos, donde nadie sale porque siente que es insegura y la sensación de inseguridad, además, es cierta, no un prejuicio. Algunas de estas medidas ayudarían a quitar esa sensación y a fortalecer la presencia ciudadana en las calles en horarios nocturnos.
APU: Siempre hay un actor relevante para pensar este tipo de fenómeno que son las fuerzas de seguridad, la policía, y lo que se propone tiene que ver con el control político sobre esa fuerza. No dejar que se autogobierne.
NE: La categoría de autogobierno o autogestión de los problemas de seguridad, por suerte, ya es una afirmación asumida por aquellos que estudian estos temas pero en los hechos, aunque todos empecemos a sumir dichos problemas como un problema de delegación del tema a las autoridades policiales, el hecho sigue sucediendo. Los gobiernos siguen entregando el tema seguridad para que la policía lo gerencie de la mejor manera posible, la policía lo hace pero, además, nos encontramos con que ésta no tiene capacidad de gerenciarlo “bien” como lo hacía en el pasado. ¿Qué significa “gerenciar el tema de seguridad” para la policía? Significa aceptar un standard más o menos normal, sobre todo en términos de carácter de comunicación, o sea, que las tapas de los diarios no estén llenas de noticias de inseguridad.
Gerenciar, entonces, el tema para alcanzar un status de inseguridad, de criminalidad urbana más o menos aceptable. Esto significa negociar   –expresamente o no- con los grandes líderes del crimen organizado, piratas del asfalto, prostitución, juego y narcotráfico para que sus actividades estén en una especie de paraguas que se entienda, en términos bastante amplios, como cumplimiento de la ley como sucede en EE.UU. Esa es la pretensión de la policía a la hora de gerenciar la seguridad. Durante largos períodos de la historia argentina reciente eso funcionó pero, evidentemente, en los últimos años, a raíz de las explosivas crisis económicas, nos encontramos que el delito, al ser derivado de una crisis social y al tener un origen y una explicación de naturaleza social, es una especie de delito de masas en el sentido de que no hay una frontera clara entre la persona que se conduce con pobreza en su vida diaria y el etiquetamiento de criminal que le adjudica la policía con estos pocos elementos que tiene para estandarizar al delito.
Cualquier persona que se vista, camine, se mueva, a determinada hora y hable de tal manera, es criminalizada, es sospechosa de estar cometiendo un delito de tal manera que estamos criminalizando personas inocentes y no estamos haciendo inteligencia “inteligente” sobre organizaciones y personas que sí ejercen delito en forma organizada, porque además, no hay una fuerte preocupación en el sentido persecución e inteligencia sobre el crimen organizado. La preocupación, tanto de los ciudadanos como de los funcionarios, a la hora de tocar el tema seguridad, son los robos y los hurtos callejeros, los homicidios, los secuestros en viviendas y demás, o sea, todo lo que tenga que ver con un impacto electoral o que pueda suscitar protestas por parte de la ciudadanía. El entendimiento del carácter de la criminalidad compleja está muy abandonado y muy dejado de lado.
APU: ¿Escuchaste a los funcionarios del gobierno santafesino? ¿Qué te parecieron sus declaraciones en torno al fenómeno?
NE: Los dichos de los funcionarios han sido en el tono de responder a particularidades de carácter político y defenderse políticamente y no expresan respuestas claras respecto a qué es lo que está sucediendo en la provincia. El ataque a los chicos del Movimiento Evita, como un hecho particularmente relevante de estos fenómenos es algo que debe realmente preocupar porque ahí hay un componente entre represor y delincuencial al mismo tiempo, complicado y complejo que debe resolverse. Estar todo el día defendiéndose y elaborando contrapropuestas políticas de carácter paranoico no ayuda para nada a esta cuestión.
Es una disputa de carácter comunicacional para ver quién le pone un slogan más atractivo a la hora de contraargumentar unos contra otros en un debate supuesto que más bien tiene un carácter de show o de espectáculo que de tendencia a discutir sobre un problema real. Cada uno utiliza la crisis de seguridad en Santa Fe como un argumento político preelectoral o semielectoral.
APU: ¿Para vos hay una crisis de seguridad en Santa Fe?
NE: Sí, si. Es evidente que sí. Me refiero a crisis de seguridad en lo que sea palmariamente claro que hay un desmanejo del tema. Independientemente de que uno pueda argumentar que esté provocada, que no hay muchos elementos o que los elementos que hay son escasos para decir que hay tal crisis, el problema es que no está manejada políticamente y en ese sentido, entonces, la lectura que hace cualquier organización criminal es que tienen una ventana para expandirse porque, evidentemente, no hay siquiera una estandarización del delito. Esto no quiere decir que no tengas un cierto grado de efectividad, no alcanza, no resuelve el tema pero, en cierto sentido, otorga un margen de racionalidad al comportamiento criminal. Las bandas saben cuál es el techo y cuál el piso dentro del cual pueden moverse.
Si en Santa Fe no hay una respuesta concordante, firme, fuerte, coherente, que agrupe a todas las fuerzas políticas alrededor del tema seguridad, la lectura que se hace es que estamos perdidos, no sabemos qué hacer y entonces se aprovecha inmediatamente y por eso los hechos se están acumulando y se seguirán acumulando en una crisis de inseguridad. Esto no hace más que colocar a Santa Fe en un escalón común y corriente del país porque el problema de inseguridad es una asignatura muy pendiente.

GB

LEEMOS EN LA PACO URONDO, INFO SOBRE ROSARIO Y EL NARCOTRAFICO.

Rosario: “El narcotráfico se inserta en los barrios incluso con políticas sociales”


Gerardo Rico es diputado provincial y responsable del Movimiento Evita de Santa Fe. Analizó la movilización realizada en Alto Alberdi, Rosario, donde una banda de narcos hirió a militantes de la agrupación.
http://www.agenciafe.com/data/img_cont/img_imagenes/img_gr/45651.jpg
Por Joe Cornejo
AGENCIA PACO URONDO: ¿Cuáles fueron las actividades en Rosario este jueves 24?
Gerardo Rico: Hoy realizamos una movilización de más de tres mil compañeros, con mucha participación por fuera de las organizaciones. La idea era difundir la problemática que hoy conoce todo Rosario respecto a la inseguridad y la convivencia de la policía con el narcotráfico. Estamos muy contentos, primero por la participación, segundo por el hecho y tercero porque le decimos a la policía que vamos a redoblar nuestra apuesta en los barrios. Este nuestro lugar. Nuestra responsabilidad es con los más humildes, los excluidos del sistema, queremos continuar este proceso para ir por un país digno para todos.
APU: Causa perplejidad en Buenos Aires cuando el ex gobernador Binner o del actual gobernador Bonfatti se definen socialistas. Uno imagina que Rosario es la ciudad ideal de Argentina. ¿Qué lecturas hacen de la gestión socialista?
GR: Yo fui diputado en la gestión de Binner y ahora con Bonfatti. Por un lado tienen la legitimidad del voto que le dio la gente. Pero estamos todos defraudados. Así que desarrollamos tareas de oposición al gobierno provincial, pero con ideas nuevas. Porque después de cinco años de gestión, existe una policía con la cadena de mando rota, algo muy jodido para una democracia. El narcotráfico en connivencia con la policía trata de insertarse en los barrios incluso con políticas sociales, buscando soldaditos. Por otro lado, en Santa Fe se gastó el año pasado, en estupefacientes, 1.300 millones de pesos y no podemos decir que lo gastaron los humildes. Ese dinero sale de los sectores medios para arriba que son los que tienen más poder adquisitivo. Es decir, quienes cuestionan distintas políticas que uno implementa (para combatir el consumo) son aquellos mismos que consumen. Otro punto es un gobierno sin ideas, con recaudaciones récords, dado que desde Santa Fe sale el 70 % de los cereales del país. El problema no es cuánto recaudás, sino cómo repartís.
Esos recursos van siempre a los sectores medios para arriba por eso tenemos dos ciudades en Rosario, la ciudad preciosa, bonita, linda, la del centro que disfrutamos todos pero donde las necesidades son otras. Las prioridades deberían ser aquellos lugares que no tienen agua o luz, sin pavimento, donde las ambulancias no pueden acceder y ojo que el socialismo lleva 15 años gobernando (Rosario), esto no es una situación de ahora. Tiene marketing político avalado por grupos concentrados que son los que cuestionan el proceso de Néstor y Cristina.
APU: El riesgo es que se termine identificando el problema del narcotráfico con los sectores más pobres. 
GR: Dónde está la droga, quién la consume, lo sabe todo el mundo. Algunos lo reconocen y otros, no. Nosotros tenemos claro que la existencia del Movimiento Evita tiene que ver la asistencia de los humildes, de los trabajadores y de los que más necesitan y por eso, vamos a redoblar nuestro esfuerzo en el territorio. Vamos a seguir desarrollando organización popular porque es lo que necesitan estos barrios periféricos y dónde nosotros queremos avanzar, en la educación, en la salud, a la seguridad y que no estemos velando todos los días a un pibe.

GB