viernes, 21 de septiembre de 2012

LIBERTAD O CHAVEZ-LIBERTAD O CRISTINA

DIRIGENTES DEL PRO VIAJAN A VENEZUELA PARA APOYAR A CAPRILES
Macristas y antichavistas
Henrique Capriles, antichavista en Venezuela. Mauricio Macri, antichavista en Argentina.
Imagen: EFE & DyN

El rival de Hugo Chávez en las presidenciales del próximo 7 de octubre los invitó a que participen como veedores de las elecciones. Ya confirmaron Gabriela Michetti y Federico Pinedo, quien no descartó un posible encuentro con el candidato opositor.

En una nueva demostración de las diferencias entre el PRO y el kirchnerismo, la fuerza que conduce Mauricio Macri anunció ayer su apoyo a Henrique Capriles, rival del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en las elecciones del próximo 7 de octubre. El titular del PRO, Humberto Schiavoni, confirmó que varios dirigentes macristas viajarán a ese país para acompañar personalmente al antichavismo en su intento por desplazar al mandatario que busca un cuarto período presidencial. “El PRO mantiene una histórica relación con Primero Justicia –el partido de Capriles– y vamos a seguir trabajando juntos en defensa de la democracia y la libertad, frente a regímenes como el que encarna Chávez en Venezuela”, remarcó Schiavoni.

Consecuentes con las reiteradas denuncias sobre la “chavización” del gobierno nacional, los dirigentes macristas difundieron ayer que recibieron una invitación por parte de “la dirigencia que acompaña a Capriles” y decidieron sumarse a la campaña de la oposición venezolana agrupada en la Mesa de Unidad Democrática (MUD). Así resolvieron sumarse como veedores no oficiales de la elección el titular del bloque de diputados del PRO, Federico Pinedo, y su compañera de bancada, Gabriela Michetti. “Vamos como veedores no oficiales, viajamos el 5 de octubre y nos volveríamos el 8. Fuimos invitados por la gente de Capriles. Del PRO vamos Gabriela (Michetti) y yo, y tal vez vaya gente del Gobierno de la Ciudad”, explicó Pinedo.

Según relató el diputado, también fueron invitados Eduardo Amadeo (Frente Peronista) y Patricia Bullrich (Unión Por Todos), con quienes el PRO comparte en Argentina el Grupo de Acción Política para la Unidad (GAPU), experiencia con similares aspiraciones que el MUD venezolano. Los viajantes visitarán los centros electorales y analizarán después del resultado “cuáles son los efectos de la elección”. “No está previsto aún algún encuentro con Capriles, pero si podemos sí. Me llegó la invitación personalmente desde el Partido Unidad”, completó Pinedo, que se mostró entusiasmado con los comicios, ya que, según su información, los candidatos “están muy parejos” en los sondeos y hay un “final abierto”.

Por su parte, Amadeo dijo que estarán “acreditados como veedores internacionales” y dijo creer que el grupo de diputados “no” debería “participar de algún acto” electoral. “La elección viene pareja. Es un importante ejercicio democrático para la región, y creo que Venezuela pierde una enorme oportunidad hoy por hoy y Chávez está dilapidando los recursos de los venezolanos”, opinó el diputado duhaldista.

Según relató Schiavoni, el capocómico santafesino Miguel Del Sel estuvo hace poco en Venezuela, donde se reunió con referentes del partido de Capriles.

La diputada del PRO Laura Alonso también estuvo en la república bolivariana interiorizándose por las elecciones. “El debate en Venezuela no es derecha o izquierda. Es libertad o Chávez”, dijo desde su cuenta de Twitter, durante su estadía.

21/07/12 Página|12


PD Se define el PRO, claro, conciso, aparecen los primeros garabatos ideológicos de una derecha que pareciera ser no vergonzante.
Se pone buena la disputa, el debate, la polémica política en estos lares.
La Libertad empezará a ser definida en todo su amplio e inalcanzable continente, en toda su rica y compleja historia.
Prof GB

Marchas

Por Jorge Coscia *

En estos días se habla de una posible convocatoria en respuesta a las marchas y los cacerolazos a los que distintos sectores han adherido. Los medios han bautizado a esa hipotética convocatoria “la contramarcha”. ¿Contra qué marchar? Como en un vehículo, la historia y la política parecieran contar con distintas alternativas de marcha. Haciendo un poco de “parasociología” (como reconocía hacerlo Jauretche), descubrimos que la “caja de cambios de la historia” ha permitido marchas de avance a distintas velocidades, siempre en pos del adelanto económico y social, y la marcha atrás, que tantas veces nos retrotrajo a la dependencia y el retroceso.

Laclau ha explicado el modo en que algunos de esos avances se movieron en torno de múltiples demandas convergentes. Al hacerlo, reconoce la existencia de un populismo progresivo. El 17 de octubre de 1945 es, sin duda, un ejemplo en el que millares de trabajadores marcharon para adelantar la historia y su propia realidad, promoviendo sus demandas de justicia social, soberanía política y autonomía económica. De ese modo garantizaron avances que sólo se detendrían diez años después, aunque quedaron grabados a fuego como derechos irrenunciables de las mayorías.

¿Fue el 17 de octubre una contramarcha? Detenido Perón en la isla Martín García, los miles de movilizados, en realidad, marcharon contra el riesgo de perder las conquistas obtenidas. Lo hicieron defendiendo su derecho a agremiarse, las mejoras salariales, las vacaciones pagas y el aguinaldo, pero también con un sentido que excedía el interés de clase, para evitar el regreso del fraude político, la sumisión servil al imperio británico y la hegemonía de una clase terrateniente sin proyecto amplio de país.

 Un mes antes, entre el Congreso y la plaza San Martín había tenido lugar otra gran convocatoria, conocida como la Marcha de la Constitución y la Libertad. Fue multitudinaria y convocó a un amplio espectro de la sociedad argentina. También confluían en ella múltiples demandas, expresadas por la participación de todos los partidos políticos tradicionales: el conservador, el radicalismo, los socialistas y los comunistas.

Eran el esbozo amplio de lo que luego sería la Unión Democrática, con el común reclamo de destituir al gobierno de Farrell y Perón, y convocar a elecciones. Muchos de sus objetivos pueden considerarse válidos aún hoy, pero, como en todo reclamo colectivo y multitudinario, el vector de su dirección sería la resultante principal de las fuerzas entremezcladas. La presencia del embajador norteamericano Spruille Braden del brazo de la dirigencia política argentina, junto con la activa convocatoria realizada por las mismas fuerzas que habían sido protagonistas de la Década Infame, dio a la Marcha de la Constitución y la Libertad una dirección reaccionaria, que proponía el retroceso a épocas todavía recientes de injusticia, fraude y dependencia.

 Era lo que podríamos llamar una inequívoca propuesta de “marcha atrás”. Hubo otras marchas en los años siguientes, como pruebas de que la historia no se detiene. Claro que puede ir hacia atrás o hacia adelante, según cómo los conflictos se resuelvan en una sociedad en permanente construcción y, por qué no decirlo, indefinición de un proyecto perdurable de país.

Una gran convocatoria contra el peronismo fue la Marcha de Corpus Christi, surgida del conflicto entre el gobierno y la cúpula eclesiástica. En ella convivían sinceros creyentes, que sentían amenazada su fe, con militantes liberales, comunistas y ateos, que sólo querían “la caída del tirano”. La marcha haría retroceder a la Argentina a niveles inimaginables, anticipados días después por el bombardeo a la Plaza de Mayo, que masacró a cientos de ciudadanos indefensos.

Las marchas de septiembre de 1955 llenaron la Plaza de Mayo para celebrar la caída del peronismo. Muchos de los manifestantes ignoraban en ese momento que sus hijos, e incluso ellos mismos, terminarían apoyando el regreso de Perón 17 años después. Curiosa marcha la que, en nombre de la democracia, garantizaría la proscripción de más de la mitad de los argentinos durante una década y media.

En diciembre de 2001 las movilizaciones expresaron la diversidad de demandas que atravesaban la sociedad: desde la pobreza extrema y el desempleo hasta el secuestro de los ahorros de los sectores medios y altos. De allí surgiría la consigna “piquete y cacerola, la lucha es una sola”. El kirchnerismo nace como fuerza política y frente nacional y popular para dar respuesta a gran parte de esas demandas insatisfechas y a la vez asumiendo conflictos irresueltos que, por supuesto, tocaron intereses cómplices, cuando no generadores de recurrentes crisis.

Diez años después, un ejercicio saludable de la memoria puede reconocer el avance de nuestra sociedad en indicadores irrefutables tanto económicos como políticos y sociales. Se advierten cuentas pendientes, pero estas mejoras se han distribuido entre amplios sectores de la Argentina, desde el campo empresarial y productivo hasta los sectores más excluidos, como lo determina la AUH.
Nuevos problemas aparecieron, no obstante, en una sociedad más productiva, justa y distributiva, pero amenazada ahora por una formidable crisis global.

Los recientes cacerolazos parecieran expresar el olvido de ciertos sectores medios del padecimiento compartido con los sectores más postergados durante la crisis de 2001. Como en la Marcha de la Constitución y la Libertad, probables demandas insatisfechas de sectores medios, razonables y justas, quedan disueltas en la “sopa reaccionaria” que pareciera hegemonizar las convocatorias actuales.

Del mismo modo en que Braden y la Sociedad Rural determinaron en 1945 el conservadurismo de una convocatoria con presencia masiva, en el cacerolazo actual, la propuesta supone una alternativa de retroceso frente a los avances indiscutibles que hacen contrastar a la Argentina con una Europa que se hunde en la crisis.

 Habría que recordarles a algunos sectores de la clase media que consumen las permanentes consignas del desánimo, la fábula del escorpión y la rana: ésta atravesará el río con el escorpión a cuestas, pero, invariablemente, será picada por la naturaleza inmodificable de su compañero.

Los sectores medios han sido víctimas de todos los modelos que implementaron los grupos más concentrados del neoliberalismo y la derecha política. Hay que saber que en la segunda década del siglo XXI no existe una Europa acogedora que reciba a nuestros hijos si fracasa el modelo nacional en curso.

Es válida la protesta, la disidencia y, desde ya, el uso de la calle para disentir con un gobierno. Pero siempre debemos ver con quién y para qué nos juntamos, a riesgo de que nuestro reclamo genuino sume fuerzas al vector del retroceso. También debemos prestar atención a esos “hombres brújula” que, con sus consejos, nos extraviaron desde los medios de comunicación en los ’90. Hoy muchos de ellos nos piden, una vez más, que “no los dejemos solos” y convocan a acorralar al Gobierno, que amenaza a sus empleadores.

 Si señalan que el rumbo es hacia el norte, un memorioso sensato debería dirigirse hacia el sur.
Una marcha podrá ser numerosa y hasta multitudinaria, pero lo que verdaderamente importa es a quién sirve su energía movilizada y hacia dónde podría llevarnos de lograr sus fines, no ya los de los que sienten un válido descontento, sino los de los melancólicos de los ’90 y hasta de los “años de plomo”, como lo demuestran los numerosos mensajes en la web que nos insultan, amenazan y rememoran los fracasos del neoliberalismo y el odio de la dictadura.

Verdaderos adalides de la marcha atrás, cangrejos de la historia.

* Secretario de Cultura de la Nación.

La historia, las cacerolas y sus interpretaciones El hecho maldito

La historia, las cacerolas y sus interpretaciones El hecho maldito

Por Martín Rodríguez *

Un ideal democrático diría que todo es representable. Cada nota del gran concierto social puede tener su canal de representación, su político, su partido, su “colectivo”. Empieza en la garganta y termina en la urna. Como si fuera posible una sociedad democrática sin intemperies o lagunas, o baches de demandas. Contra esa idea demasiado utópica, las cacerolas también reflejan un síntoma (no el único) de que la democracia incluye zonas vacías, aún vacías, de representación. Digámoslo así: quizá la gobernabilidad kirchnerista incluye ese sonido de intemperie.

Un detalle bastante elocuente de la cobertura del último cacerolazo es descriptiva de una de las dificultades de esa representación: no se podían poner testimonios. No se podía a riesgo de no poder filtrar a algún energúmeno o energúmena que destiñera la imagen colectiva. Porque toda protesta, aun las más espontáneas, intenta dar “una imagen”. El canal TN, vinculado afectivamente a la protesta, redujo la cobertura a un largo paño con imágenes de la masividad y las voces de los cronistas que iban detallando los acontecimientos, las movilizaciones, las consignas genéricas potables. La sensación que se desprendió de esa sana prudencia también incumbe al desafío de una oposición que tendrá –de algún modo– que hacer pedagogía sobre sus representados. Pasar a civilización ese runrún difuso al que TN escapó y que sí fue amplificado a propósito por el programa Duro de domar exponiendo las declaraciones más crudas de la gente al cronista.

Pero no se trata de invertir siempre la fórmula de civilización o barbarie, donde ahora los nuevos bárbaros del orden democrático son los sectores de clase media y media alta que no fueron barnizados por la pedagogía progresista de estos años. No. Esa plaza incluyó muchas cosas, claro que algunas por su consistencia tuvieron más volumen y densidad y se visibilizaron mostrando su relieve más nítido: el de los afectados por las restricciones al dólar. Pero la manifestación absorbió otras demandas en la vía de un reclamo de mayor “transparencia institucional”. La agenda liberal kirchnerista en lo político y su agenda intervencionista en lo económico, por contraste, deduce el perfil de la libertad amenazada que reclaman. Puedo tener el sexo que quiero, pero no puedo tener los dólares que quiero. Al revés que en los ’90. Liberales somos todos. Sin embargo, el telón de fondo estimable de esta protesta, lo que amenaza romper ese dique geográfico tan subrayado (Callao, teflon, dólar) es la inflación. Un malestar que puede alcanzar a sectores más populares.

Pero la embriaguez retórica que cifra gustosamente en clase media y clase media-alta la raíz del cacerolazo limita y condiciona una lectura de la naturaleza kirchnerista para la solución de los problemas argentinos: cuyo populismo real tiene que ver más con la clase media y su ampliación. Un discurso anticlase media puede ser negador de la movilidad social. La clase media es un resultado social, comprende una narrativa familiar de movilidades ascendentes. Y, algo más complejo, su demonización suele hacerse desde sectores de esa misma clase. Peleas de vecinos. Progres versus reaccionarios. Y aunque los energúmenos existen (el “mute” de TN lo confirma, el temor a que se escuchen los “¡yegua montonera!”) también es cierto que esa clase media urbana resulta una distinción excepcional en la región. Somos el país con más tradición de clase media del sur. Y si el peronismo –en versión romántica– es el hecho maldito del país burgués (como decía Cooke) también ahora, de un modo más real y con un peronismo de estricta raigambre pragmática, la clase media es el hecho maldito del país peronista.

 A su vez, es una clase media que tiene proporciones peronistas, frepasistas, católicas, radicales, laicas, consumistas, antipolíticas y así. Crisol de razas, cuya pertenencia corporativa más aproximada se dedujo en el consumo de ofertas del Grupo Clarín. Un consorcio líquido.
Pero volvamos al leitmotiv del día después: “que esa plaza se organice”, “que vaya a elecciones”. Ese planteo modula la crisis de partidos, más que la crisis de representación. ¿Habrá candidatos en un año que toquen música maravillosa para esos oídos? Seguro que los habrá, porque ya los hubo. Pero el desafío por esas reestructuraciones partidarias enfrenta una dificultad congénita de nuestra democracia: el peronismo, ese elefante que ocupa demasiado espacio, impide la partición republicana en dos partidos de centroderecha y centroizquierda.

 El peronismo es siempre el mismo, y regula a su modo cuanto de tradición y novedad haga falta, y se disciplina hacia el signo de cada tiempo. Hoy el kirchnerismo llevó esa estructura hacia la izquierda pero conservando su articulación territorial.
Una crónica militante que se extiende en redes y medios nac&pop dicta que esos cacerolazos están poblados con personas de menor cultura política, en la tradición de ocupación del espacio público, y cuya revelación del “sentido colectivo” por el que se manifiestan suele ser menos elaborado, más brutal y racista.

 Esas plazas tienen algo intraducible, algo de defensa de privilegios de clase en un primer plano y que convive más vagamente con el llamado a una universalidad nacional. Suenan más mezquinas y desafían a la construcción de un discurso más amplio, uno que sí o sí debería incluir –como mínimo– un lugar para los beneficiarios de la AUH. ¿Cuál es el borrador del programa por la positiva?

Pero atenuemos entonces la fantasía de creer en la representación total. La política no es una sábana flexible que no deja nota sin tocar. Y la demanda de representación (campanas que sonaron para el arco opositor) no significa la amplificación de ese abajo, sino la tarea más difícil de hundir las patas en ese yuyo, separar la paja del trigo y sacar sueños posibles en limpio. Porque una interpretación didáctica y simple de esas demandas puede acabar en riesgo de desfinanciamiento estatal. Una sensación: si se les da todo lo que piden, nos quedamos sin Estado. La política debería ayudar a traducir también en gobernabilidad la expectativa de ese sonido y esa furia.

* Periodista.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Dorio y Brienza, aportan claridad

El debate giraba ayer,  una vez mas, en torno a las clases medias urbanas: ese "mosaico heteróclito" como lo definiera el politólogo francés, Alain Rouquié.
Y se intetaba separara ese núcleo duro, (anti-peronista furibundo, que en palabras de Jorge Doirio, potencialmente se están tramsformando en criminales cuando exigen la muerte de la presidenta); ambos planteaban separar la paja del trigo entre los destituyentes y aquellos ciudadanos apolíticos, invertebrados ideológicamente que quizás con ciertos fundamentos hayan salido a la calle días pasado o simplemente caceroleado desde sus balcones.

La inflación, la compra libre de dólares para vacacionar, está mal como reivindicación burguesa clase mediera?
Creo que no.

El liberal vergonzante, otra vez cito a Dorio, se vuelve de izquierda en las grande urbes, agrego yo.
Se disfraza de progre y sale "a pelear por sus derechos".
No son ellos el problema; sí el enemigo estratégico de los sectores populares,(el Pueblo, en sintonía peronista) que utilza errores nuestros para cabalgar hacia sus objetivos fundantes.

De aquí al 7 D, muchas cosas malas pueden llegar a ocurrir con la meta de esmerilar al gobierno y, principalmente, a la figura de la presidenta.
Hoy por la mañana en una síntesis del programa clarinista de Szloto y Tenembaun, unos 20 ciudadanos y ciudadanas explicaban sus motivacioens para movilziarse.
Una vez mas abastraccioens varias, como falta de libertad, república ausente, nos recortan los derechos civiles, la presidenta es una empleada nuestra, y ante preguntas de los periodistas, acerca del funcionamiento de los poderes, lo cual demostraría que esto no es una Dictadura, un jóven cubano, sí cubano, de 25 años aproximadamente define que toda dictadura se inicia con una democracia!!!!!!

Sin respuesta de ambos interlocutores, el camino a recorrer está instalado.
Esto se está transformando en una Dictadura, es decir, todo será legítimo para derrumabr al gobierno.
Sobre todo porque los asistentes al programa, repiten algo que desde el jueves pasado se dice en la cadena nacional del odio: todo fue espontáneo, nos comunicmaos, y "alguien dijo tal día a tal hora y salimos".
Nada ni nadie están detrás de esta espontaneidad.

Idiotas útiles, sí miles, dentro de ellos y ellas, reivindicaciones en el marco del capitalismo, legítimas, y sí, muchas.
Enemigo trazando el plan de batalla en esta guerra bicentenaria entre el Pueblo y los poderes hoy no tan dominantes, obvio.

Correcciones en la acción cultural, comunicacional, política e ideológica, también,
Como Dorio y Brienza plantearon ayer , hay que analizar y observar por donde rompemos y debilitamos con política esta nueva masa indignada de las urbes patrias.

Y recordar que,  mientras buscamos la punta del ovillo que construya y deconstruya al mismo tiempo, para no equivocarnos y no caer en provocaciones, ellos siguen asomando la punta de su iceberg.

GB

JOHN WILLIAM COOKE.

Homenaje a quien fue una pieza clave de la resistencia peronista
Por Norberto Galasso

Trató a Juan Domingo Perón de igual a igual, se consideró marxista y también peronista, fue un intelectual y también un hombre de acción. Viajó a Cuba y junto a su mujer de transformó en miliciano y participó de la Revolución.

Pocos personajes de nuestra historia ofrecen facetas tan singulares como la de este gran pensador y luchador argentino. Se llamó John William cuando seguramente él hubiera querido que lo denominasen Juan Guillermo. Se consideraba peronista pero también marxista. Como integrante del peronismo fue –casi seguramente– el único que discutió con el general Perón de igual a igual, sin inhibiciones ni reservas mentales: "Usted procede en forma muy diferente a la que yo preconizo y a veces, en forma totalmente antitética" (enero 1966). El único que se animó a decirle que algún día iba a morir (3/3/1962). Fue intelectual profundo, pero al mismo tiempo hombre clave de la resistencia y se lanzó con "una pistola 45" y tres cargadores de balas a parar a los marinos en junio de 1955. Tenía cierta renguera y un cuerpo voluminoso pero le encantaba bailar el tango. Fue invitado a un congreso en la Cuba presidida por Fidel y lo retuvieron en el aeropuerto porque el Partido Comunista de la Argentina dio malos informes sobre él ("¿Qué tal, Cooke? ¿Está en cana?", le dijo sonriendo El Che y aclaró la situación). Una anécdota resume su independencia de criterio y su singularidad en sus opiniones. Ante las diferencias que mantiene con Jorge Antonio, Perón intenta limar asperezas y para calmarlo le dice: "Pero, Bebe, Jorgito es millonario, pero es un millonario peronista." Y él le responde: "Mi General, disculpe, pero yo no hago esos distingos. Para mí, no hay millonarios peronistas y millonarios antiperonistas, los millonarios son millonarios, nada más."

Pero quizá lo que otorga a Cooke una característica aun más propia y definida está dada por su permanente transformación, a través de la acción política, al mismo ritmo que se modificaban y profundizaban las posiciones de las grandes masas. Él provenía de una familia de irlandeses en cuyo hogar se hablaba en idioma inglés y en lo político, seguían la tradición radical. Su padre, Juan Isaac era dirigente importante de la UCR y como tal estaba alineado, en la segunda guerra, en el campo aliadófilo, donde también se situaba John en su juventud, celebrando los triunfos de Inglaterra. Pero al crecer el movimiento obrero y alcanzar el protagonismo del 17 de octubre, John ya integra el movimiento nacional e ingresa al Congreso de la Nación como diputado. Ha comprendido que soplan vientos de revolución y que el peronismo viene a cubrir el vacío dejado por los viejos partidos perimidos. Entonces afirma: "En 1945... el peronismo fue el movimiento que surgió y triunfó contra todos los partidos, que hizo saltar el esquema de los partidos repartiéndose el poder político. No es que la izquierda hacía crisis; es que era una parte de la superestructura política del imperialismo y saltó junto con los demás pedazos de esa superestructura... El movimiento popular que atacó a la oligarquía y al imperialismo pasó a ser la izquierda por cuanto representaba las fuerzas del progreso nacional y de la independencia del extranjero. Fue una situación revolucionaria, donde los esquemas teóricos no servían. Faltaba una Izquierda Nacional y ese papel pasó a ocuparlo peronismo, aunque sin definirse como tal."

En su gestión parlamentaria, siendo el diputado más joven –"El Bebe", lo llamaron– fue el más sólido y brillante. A él recurrió Perón después del tremendo bombardeo del 16/6/55 para reorganizar el partido en la Capital Federal, pero ya era muy tarde y el gobierno fue derrocado en septiembre. Una tremenda noche de terror y silenciamiento cayó sobre el peronismo en esos años, resumida en la delirante mordaza del Decreto 4161 y los fusilamientos del '56. Cooke, mientras tanto, intentaba armar "la resistencia" y era paseado por todas las cárceles del país, hasta "el infierno blanco" de Ushuaia e inclusive sufre simulacro de fusilamiento. Producido el triunfo de Frondizi en 1958, cuando los obreros se levantan contra la primera privatización impuesta por el FMI, Cooke avanza aun más en su posición e intenta convertir esa lucha en paro general, en un momento en que era delegado personal de Perón y más aun, el único a quien Perón alguna vez designa su sucesor para el caso de su muerte. Pero la burocracia política del peronismo le boicotea su acción y después de denunciarlos ante Perón, viaja a Cuba, donde adhiere fervorosamente a la Revolución. Tiempo más tarde es miliciano, al igual que su mujer Alicia Eguren, y participan en la lucha cuando el imperialismo invade Bahía de los Cochinos.

Reside unos pocos años en la isla y allí les explica a muchos cubanos mal informados los progresos alcanzados por las mayorías populares dela Argentina durante los dos gobiernos de Perón. Luego se desempeña como representante de Fidel y El Che ante Perón –en España– sugiriéndole se traslade para residir en Cuba, a lo cual el General le responde: "Dígale a Fidel que él hizo el asalto al Moncada llevando consigo el rosario y la cruz y yo todavía tengo que seguir llevándolos."

En esa época es un socialista convencido, pero al mismo tiempo se sigue considerando peronista y por ambas banderas milita sin cesar. Parte de esa lucha queda registrada en una rica correspondencia mantenida con el General durante una década (1956-1966). Allí analiza la correlación de fuerzas, la imposibilidad, por ahora, de la revolución armada, como asimismo la importancia que tendría abandonar la conducción pendular de un movimiento policlasista para acentuar sus rasgos revolucionarios. Comprende que "el peronismo es el hecho maldito del país burgués", pero también que "es un gigante invertebrado y miope" si no se dan los cuadros necesarios y no se desplaza a los burócratas políticos y sindicales. En esas cartas, Perón le explica que hay que ser como el Papa "que benedice a tutti", que la unidad es lo principal dado el poderío del enemigo. Cooke no está de acuerdo y se atreve a refutarlo: "¿Para qué nos sirve el número, para votar en las elecciones que no se han de realizar?" También afirma: "Peronismo y antiperonismo son, en esta etapa, la forma en que se da políticamente la lucha de clases..." ¿Unidad para qué, entonces? Su opinión es que obispos, generales y empresarios están de más en el peronismo. Perón le contesta, desde su condición de líder nacional, que si los echamos, engrosaremos las fuerzas del enemigo. Otras veces el General no le responde por un tiempo. A veces, le señala: "Querido Bebe: ... muchas gracias por su interesante y valiosa información..."Los “leales” y los desleales cuentan sólo para construir y debemos manejarlos a todos porque si no llegaríamos al final con muy poquitos. Por otra parte, hay dos clases de lealtad, la de los que son leales de corazón al Movimiento y los que son leales cuando no les conviene ser desleales. Con ambos hay que contar, usando a los primeros sin reservas y utilizando a los segundos, a condición de colocarlos en una situación en la que no les convenga defeccionar. Al final, no hay hombres buenos ni malos, más bien todo depende de las circunstancias, aunque para conducir es siempre mejor pensar que muchos son malos y mentirosos." En otras cartas, también se observa que intenta persuadirlo: "Usted tiene razón, Bebe, lo felicito…" Pero al final de la carta le reitera la política de "bendecir a todos", como única manera de aislar a la oligarquía y al imperialismo. Pero Cooke insiste: "Cuando usted ya no esté, ¿qué significará ser peronista?"

A finales de 1963, Cooke regresa a la Argentina y crea Acción Revolucionaria Peronista, es decir, intenta formar una izquierda orgánica, dentro del movimiento, para estar en condiciones de incidir mejor. Ideológicamente su influencia se difunde, pero –y él no tiene duda alguna– la clase trabajadora, en su abrumadora mayoría, está con el General y no ve la necesidad de construir el partido revolucionario que él preconiza.

En sus últimos años, concurre a varios congresos en Cuba y reafirma allí su posición revolucionaria e inclusive adhiere a la lucha armada que se intenta en otros países. Sin embargo, aún en sus últimos escritos, sostiene: "Perón no sólo es el artífice de la única época en que el obrero fue feliz –década que el tiempo y el drama de hoy embellecen aun más en la nostalgia– sino algo más importante es el recuerdo, el símbolo de la primavera revolucionaria del proletariado argentino, del momento cenital de las grandes conquistas sociales y las reivindicaciones nacionales. Por eso, su mito se alimenta tanto de la adhesión de los obreros como del odio que le profesa la oligarquía, no atenuado por los años porque es el reverso del amor de los humildes… En el laberinto de la política a ras del suelo a que nos tiene acostumbrados nuestros burócratas Perón parecería estar bloqueando vaya a saber qué caminos. Desde las alturas de las formas superiores de la lucha revolucionaria, no obstruye nada. El pueblo se resiste a abandonar sus ídolos acreditados en el milagro por otros no probados… El prestigio de la conducción revolucionaria de esta nueva generación se cargará con el magnetismo de su antiguo prestigio."

Por entonces, lo toma el cáncer. A los pocos meses, el 19 de septiembre de 1968, muere, pero su última voluntad –hecho todavía insólito en la Argentina de 1968– es que sus órganos vitales sean usados para quien los necesite, como si quisiera que sus ojos siguieran viendo, desde otro cuerpo, los cambios de su querida América Latina, en busca de su destino igualitario.

19/09/12 Tiempo Argentino

martes, 18 de septiembre de 2012

EL NAZISMO CAMPORISTA AVANZA

Día de la juventud en La Rioja, Tucumán y Mendoza

[18 septiembre 2012]
Día de la juventud en La Rioja, Tucumán y Mendoza
A 36 años de la noche de los lápices miles de jóvenes en todo el país recordaron y homenajearon a esos jóvenes que hacían política y militaban por un país distinto. Con diferentes actividades no quedó rincón del país sin que el aroma a la memoria  y el compromiso con la lucha por las convicciones se sintiera.
Estos fueron los casos de Tucumán, Mendoza y La Rioja donde con marchas, charlas, festivales musicales y jornadas de militancia se llevó adelante una emotiva jornada.
Mendoza: música, debate y militancia

Los compañeros de La Cámpora en Mendoza asistieron este domingo 16 de septiembre a la conmemoración del Día Nacional de La Juventud en el Parque General San Martín. La actividad,
Cabe destacar que en 2006 el compañero ex presidente Néstor Kirchner declaró el 16 de septiembre Día Nacional de la Juventud, con la finalidad de “reivindicar la militancia y el compromiso de aquellos jóvenes que fueron desaparecidos en la última dictadura militar e incentivar a que los jóvenes de nuestro país se reconozcan como protagonistas de su propia historia, sujetos de deberes y derechos”.
Conscientes de la importancia de la memoria y demostrando el compromiso político por una patria para todos, los compañeros de La Cámpora se acercaron a la rotonda del rosedal del Parque San Martín durante la siesta mendocina para reivindicar la lucha de aquellos jóvenes llenos de esperanza acallados por la cruenta dictadura militar del 76 y para celebrar el reverdecer de la militancia política juvenil que se ha dado en estos últimos años de la mano del kirchnerismo.

La Rioja: jornada militante
Los compañeros de La Cámpora en La Rioja, conmemoraron  el 36º aniversario de la noche de los lápices, con una jornada militante en plaza Facundo Quiroga, que consistió en la creación y posterior muestra de posters con las fotografías de los estudiantes platenses desaparecidos en 1976. Asimismo, si realizaron pintadas en la plaza con las consignas: “Podrán arrancar todas las flores, pero nunca detendrán la primavera” y “Los lápices siguen escribiendo.”

El jueves 20/09 la misma muestra se realizará en la Legislatura de la Provincia de La Rioja y contará con la presencia de los diputados provinciales. Por otro lado, en plaza Castro Barros de la ciudad de Chamical, los compañeros de La Cámpora también conmemoraron los 36 años de la noche de los lápices donde proyectaron la aclamada película de Héctor Olivera, y la jornada finalizó con la actuación de la banda musical “El túnel.”

Tucumán: Unidos y Organizados por la Memoria, la Verdad y la Justicia.

El domingo 16 de Septiembre pasado, cientos de jóvenes tucumanos se reunieron en el Parque Avellaneda de la Capital. El homenaje fue acompañado desde la primera fila por las  Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora y la Asociación Ex Presos Políticos.
A medida que iban pasando las horas, y a pesar del intenso calor, más y más chicos se hacían presentes frente al gran escenario. Mientras tanto, el parque se fue llenado de color con las banderas de la JP El Kadri, Descamisados, la JP Evita, el FESJUL, la Martín Fierro, MILES, y La Cámpora.
Bandas musicales, charlas y debate, una buena combinación para homenajear a los jóvenes comprometidos y luchadores.  Al caer la noche, el Piletón inundaba con sus luces naranjas a cientos de adolescentes, familias, y militantes de distintas organizaciones que debatieron y compartieron experiencias junto a los invitados.
Los aplausos del Piletón si fusionaron con los primeros acordes de Arrabal; un grupo local que se solidarizó con la convocatoria y participó de esta jornada de reflexión pero también de esperanza por la Justicia que día a día avanza contra los genocidas. Cuando El Bordo subió al escenario, explotó el público. A puro pogo entonaban las estrofas de “Silbando una ilusión”  y  “Yacanto”.
Esta fecha  fue instituida por  Néstor Kirchner  en el año 2006, a través de un proyecto de ley, que declaraba al 16 de Septiembre como el Día Nacional de la Juventud, con el objetivo de reivindicar a los jóvenes estudiantes desaparecidos en la dictadura militar del  ’76; cuando estaban en plena lucha por Boleto Estudiantil y resistiendo a la Junta Militar.
Pero fundamentalmente para convocar a la Juventud a que participe. A que se solidarice con lo que sucede en su sociedad y sea protagonista de su historia. A perder el miedo a la política. Porque el mejor lugar para un joven es la política.