sábado, 31 de mayo de 2014

Por Alejandro Robba El club de París: ¿un invento argentino?

Todos sabemos que los argentinos solemos creernos ser una especie única sobre la Tierra. Existen mitos y habladurías varias y a nosotros nos gusta replicarlas y hasta, creerlas. Se sabe que en Latinoamérica es conocido el cuento de que no hay mejor negocio que comprar un argentino por lo que vale y venderlo por lo que él cree que vale.
Para seguir agigantando esta teoría, Paul Samuelson, premio Nobel de Economía 1970 llegó a decir que "existen 4 tipos de economías en el mundo: las naciones desarrolladas, las naciones en desarrollo, Japón y Argentina". A Samuelson le costaba entender cómo nuestro país no podría dar el salto hacia el desarrollo con los recursos humanos y materiales que teníamos. Don Pablo nunca fue muy estudioso de los países latinoamericanos, los veía desde su torre de marfil de Massachusetts, y quiso entender a toda nación del mundo con la misma teoría económica llamada de la "síntesis neoclásica", un engendro neoliberal con una cierta patina keynesiana.
Se dice que nuestro país inventó el dulce de leche, el colectivo y la birome, entre otras lindezas, pero lo que es poco conocido, es que también inventamos el Club de París. En efecto, su primera reunión se realizó el 16 de mayo de 1956 y fue convocada por nuestro país, gobernado por la autoproclamada Revolución Libertadora que había destituido por la fuerza al gobierno democrático de Perón un año antes. Ese mismo año, Argentina ingresa como socio al FMI y meses después les informa a los países deudores reunidos en París que no podrá pagarles en tiempo y forma la deuda soberana, entre ella los U$S 700 millones de dólares que la dictadura de Aramburu había pedido el año anterior: ¡pensar que ellos mismos hablaban del populismo y la irresponsabilidad del gobierno peronista!
El actual acuerdo con este grupo informal de deudores alcanzado cincuenta y ocho años después de ese primer encuentro, debe considerarse cono uno de los pasos más importantes para regularizar la compleja situación financiera externa con que se encontró el gobierno del presidente Néstor Kirchner en mayo de 2003. Con este compromiso, el gobierno argentino concluye una etapa más en el camino de cerrar definitivamente los problemas residuales del default de la deuda externa. Desde el punto de vista político, haber llevado a buen término esta negociación sin tener que acordar anteriormente con el FMI fue una premisa fundamental para los funcionarios argentinos, constituyendo un duro golpe a la oposición que veía imposible acordar sin esa instancia previa.
Acostumbrados a vivir de rodillas y a realizar por reflejo un relato apocalíptico de las acciones del gobierno nacional, los economistas del establishment pontificaron, cerrado el acuerdo, que con la venia previa del FMI se hubieran conseguido mejores condiciones de pago en cuanto a tasas y plazos. Imposible verificarlo. Hasta hace unos días afirmaban que Argentina nunca lograría el acuerdo y hasta jugaron a la desestabilización reforzando el alza de la cotización del dólar ilegal con el argumento que el ministro Kicillof volvería de Europa con las manos vacías. No sólo, la brecha con el oficial se mantuvo y hasta bajó, sino que al no tener ninguna condicionalidad para realizar soberanamente medidas económicas contracíclicas, el gobierno podrá atacar la actual desaceleración de la actividad económica reforzando la política fiscal expansiva con el objetivo de relanzar el mercado interno y de este modo recrear en el menor tiempo posible el clima inversor.
La negociación se realizó con cada uno de los países con que Argentina mantenía deudas impagas. La suma de estas deudas consolidaron U$S 9700 millones que se cancelarán en un plazo de entre cinco y siete años, con una tasa de interés efectiva del 3% al 3,8%, un pago inicial en concepto de capital de U$S 650 millones en julio de 2014 y de U$S 500 millones en mayo de 2015. Adicionalmente, el esquema incluye pagos mínimos por año, junto con pagos adicionales en función del nuevo flujo de inversión extranjera directa que reciba el país.
Es decir, el acuerdo incluye el compromiso que a mayores flujos de inversión hacia nuestro país, los acreedores recibirán mayores pagos de deuda. En el caso de no registrarse inversiones, Argentina pagará sólo los mínimos acordados. El acuerdo permite manejar el perfil de vencimientos de deuda de los próximos años con absoluta racionalidad.
De hecho, informó el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, se prevén menores esfuerzos financieros por parte del país en los años 2015 y 2017, años de fuertes vencimientos del resto de la deuda pública, exhibiendo una responsabilidad en las decisiones en materia de deuda soberana que no tuvieron anteriores gobiernos que, sin ningún plan de desarrollo, sobre-endeudaron al país. Constituyéndose en una política de Estado que, al igual que el programa de desendeudamiento argentino puesto en marcha en el año 2005, será de fundamental importancia para poder seguir resolviendo problemas todavía estructurales que tiene la economía argentina pero sin desviar la atención hacia esa espada de Damocles que fue la deuda externa argentina en los últimos 40 años.
Este es un buen punto inicial para que tanto el gobierno, pero especialmente las empresas privadas puedan volver en el corto plazo a poder financiarse en el exterior a tasas razonables. Contra la opinión de analistas económicos siempre dispuestos a menoscabar la voluntad negociadora del gobierno, se cerró un acuerdo más que favorable a la posición argentina y cuyos frutos en términos financieros se verán –seguramente– antes de fin de año.
A tal efecto, es imprescindible que el gobierno pueda armar una agenda conjunta con el sector privado y realizar junto a las embajadas argentinas, rondas de negocios en el exterior para atraer inversiones que incrementen la capacidad instalada del país y, al mismo tiempo, explicar la situación macroeconómica real de Argentina y poner en jaque la mirada de los bancos de inversión y de las calificadoras de riesgo siempre atentas a contar el cuento del país díscolo aislado del mundo.
Por último, cabe mencionar que el último peldaño de esta escalera hacia la regularización financiera del país, sería terminar el litigio con los fondos buitre donde la Argentina al igual que en el caso del Club de París ha demostrado que se puede llegar a acuerdos favorables sin necesidad de resignar las banderas de soberanía política e independencia económica.

or Carlos Raimundi Desarmar el discurso del poder

Uno de los objetivos más buscados y mejor logrado históricamente por el discurso hegemónico del poder real ha sido el mantenerse oculto.
En consecuencia, uno de los mayores avances del campo popular en la ‘batalla cultural’ en la que estamos inmersos aquí y en toda la región –y que el poder menos perdona– ha sido poner como un eje central de debate la disputa por el poder, visibilizar al poder, denunciarlo explícitamente.
Somos un país que tiene condiciones para el autoabastecimiento energético, y que a su vez produce alimentos para varias veces su población, donde no obstante persisten considerables bolsones de pobreza. Algo tienen que ver las clases dominantes, no sólo desde el punto de vista de su capacidad económica, sino desde su potencia para construir un sentido común mayoritario sobre diversos tópicos centrales. Hay un discurso político instalado por las clases dominantes en función de la preservación de sus intereses, que es, ni más ni menos, la cristalización de esa estructura social signada por la desigualdad.
Si queremos construir nuevos paradigmas desde los intereses del campo popular, es necesario indagar sobre algunos ejes conceptuales instalados por el discurso del poder, el discurso hegemónico, con el objetivo de desmontarlos uno por uno.
CORRERLE LA SILLA A LA POLÍTICA
El poder estuvo históricamente acostumbrado a manejar a los gobiernos, y al mismo tiempo ponerlos en el primer lugar de exposición ante la sociedad. Esto, de la mano de asociar política con ineficiencia y corrupción. De tal modo que, una vez agotado el veranito de ese gobierno o bien si se trata de un gobierno indócil frente a sus mandatos, la sociedad lo primero que estigmatiza es al gobierno y a la política, y los poderes reales –ocultos detrás de ese remanido y perverso recurso– se mantienen intactos para recomenzar el circuito.
Primera conclusión, reivindicar la centralidad que ha tomado en la agenda pública el debate sobre la disputa de poder. Esto incrementa sustancialmente la calidad del debate democrático.
El poder no necesita la política, porque construye sentido desde sus propios aparatos ideológicos. Los grupos de poder con gran capacidad de formar opinión; los establecimientos educativos de elite; los economistas que desfilan por los medios de comunicación hablando en nombre del saber, cuando en realidad son lobistas del poder, y enviando informes apocalípticos al exterior sobre el estado de nuestra economía; las grandes cadenas mediáticas; y, últimamente, las vidrieras de las grandes cadenas de libros publicitando un libro sobre ‘la década robada’ por Néstor y Cristina Kirchner.
En esta línea de razonamiento, el poder hace todo lo posible por desacreditar a la política. En ‘la mesa del poder’, donde están sentados todos estos sectores, la única silla que puede representar a los sectores populares es la de la política. La política es el único instrumento con que cuentan los sectores humildes y populares para disputar el poder. Es así que han creado con mucha astucia, a lo largo de décadas de dominación, un dispositivo cultural según el cual muchos sectores sociales ven con absoluta naturalidad a las conducciones prolongadas de los factores de poder –que se repiten por décadas- mientras que al mismo tiempo se escandalizan de la reiteración de los mandatos de la política, y piden que lo único que rote en esa ‘mesa de poder’ sea la política. Y esto tiene un objetivo muy obvio: debilitar a la política e interrumpir aquellas políticas públicas establecidas con un sentido social.
Ejemplos
No vamos a ver a Tinelli ridiculizando a un empresario poderoso, sólo va a ridiculizar a la política. En la misma línea, nunca Magnetto le financiará a Lanata un helicóptero para sobrevolar la vivienda de un banquero corrupto. No irá a golpear la puerta del dueño de una cadena de supermercados que aumenta injustificadamente los precios en pos de una tasa de ganancia escandalosa. Tampoco a los que financian la construcción de las torres suntuosas pero vacías de los barrios paquetes, mientras los pobres acampan por falta de vivienda; aquellos que se relacionan con la vivienda desde lo financiero y no desde lo social. No investiga al banquero que en vez de financiar la producción para aumentar la oferta y bajar los precios, da sólo créditos para el consumo a tasas usurarias. Sólo sobrevolará las viviendas y entrevistará a los vecinos de aquellos políticos que incomoden sus intereses. Y contribuirá con ello al perenne objetivo del poder, que es denostar a la política.
Si trazáramos una línea de tiempo con los momentos históricos de mayor retroceso del campo popular, veríamos su coincidencia con los momentos de mayor despolitización. Ya sea por vía del genocidio, del terrorismo de Estado, del miedo, o de la exaltación del individualismo por sobre lo colectivo, pero siempre despolitización. Los momentos de avance popular, en cambio, van acompañados de una fuerte recuperación de la política.
SIN HISTORIA Y SIN CONTEXTO MUNDIAL
El discurso del poder se pretende a-histórico, despojado de toda contextualización histórica. No se hace cargo de la historia, es puro presente. No obstante, es necesario situarnos en el plano de la continuidad histórica de determinados intereses, y a partir de ello analizar cómo se posicionaron ante capítulos clave de nuestro devenir político reciente. Y puestos en ese análisis, veremos que fueron precisamente quienes procuran ubicarse en el centro mismo de la ‘institucionalidad democrática’, los mismos que han sostenido históricamente los bombardeos a la Plaza de Mayo, los fusilamientos de 1956, la proscripción de las mayorías, hasta el último genocidio. Y todo ello, reitero, en nombre de la ‘institucionalidad’.
Otro rasgo del discurso del poder es su descontextualización geográfica. Postulan tomar el ‘ejemplo de Brasil’, al mismo tiempo que reprochan las suspensiones ocurridas en la industria automotriz. Pero no conectan que la presente caída, aunque leve, de la venta de automóviles, se explica por la prolongada recesión brasilera. Admiran el flujo de dólares de la economía chilena, sin reparar el peso de los actores privados en un sistema como el chileno, donde tan sólo el 6% de las relaciones laborales se rigen por la negociación entre las partes, frente al 96% de las relaciones laborales formales en nuestro país. Bastaría que Chile tan sólo duplicara ese porcentaje, para que veamos cómo se retira ese mentado flujo de dólares de su sistema financiero.
Sigamos desmontando, pues, tornillo por tornillo y tuerca por tuerca, el discurso de los grupos de poder. Sin renunciar a tratar algunos temas de agenda impuestos por ellos, con el argumento de que no debemos concederles la posibilidad de ‘fijar agenda’.
No debemos hacernos cargos de su discurso cuando los temas que intenta imponer el poder se circunscriben a sus propios voceros. Pero en aquellos casos que, debido a su potencia y su persistencia, esos temas se capilarizan en sectores que deben formar parte de nuestro propio bloque social, entonces sí debemos tomar nota de ellos, y re-significarlos desde la perspectiva de los intereses populares que representamos.

POLÍTICA • Caso Ciccone • Sábado 31 de Mayo de 2014 | 10:24 Escraches: para uno de los jueces apuntados por Lanata, involucrar a los hijos "es atroz"


El camarista Sala I, Eduardo Freiler, se refirió enRadio América a la citación a indagatoria del vicepresidente Amado Boudou por la causa Ciccone yaseguró que hay medios "que más que informar buscan formar opinión".
En ese mismo sentido, el magistrado repudió el llamado que hizo Jorge Lanata desde su programa de radio, donde instó a los oyentes a que escracharan públicamente a los jueces a y sus familias: "Cuando la agresión va dirigida a los hijos me parece inédito. Es atroz. No nos vamos a dejar manejar por los tiempos de un conductor de un programa".
"(El llamado a linchamiento mediático) lo viví con asombro y molestia, en lo que atañe a mi persona. Quienes trabajamos en cargos públicos stamos acostumbrados a ser interpelados, por alumnos, colegas e incluso por la gente. Pero cuando este tipo de agresión clara está dirigida contra los hijos me parece algo inédito, ni siquiera se hizo en la dictuadura", precisó Freiler.
"Desgraciadamente estamos acostumbrados a convivir con este tipo de rumores mediáticos", sostuvo el juez.
"Mis hijos han tenido comentarios de sus compañeros en su escuela, e incluso de sus profesores. Per por suerte era para solidarizarse con ellos, con lo que estaban pasando. Las nuevas generaciones parecen ser más tolerantes", confesó el juez, al tiempo que reiteró que la justicia "no se va a dejar manejar por los tiempos de los medios. Nuestros tiempos son otros". 
"Desgraciadamente estamos acostumbrados a convivir con este tipo de rumores mediáticos. Por ejemplo, en el caso del memorándum de entendimiento con Irán decían que íbamos a fallar en favor del gobierno, y no fue así. Lo mismo con el caso Ciccone. Algunos sectores buscan formar una opinión", concluyó el magistrado. 
Respecto del avance de la causa, Freiler aseguró que la decisión del juez Ariel Lijo en llamar a indagatoria a Boudou "no sorprende, está dentro de sus facultades como magistrado", al tiempo que destacó que la Cámara "debe seguir interviniendo". 

ECONOMIA › EL RENATEA DENUNCIO TRABAJADORES EN NEGRO EN DOS CAMPOS VINCULADOS CON EL TITULAR DE LA RURAL Empleo precario en las estancias de Etchevehere

El Registro Nacional de Trabajadores y Empleadores Agrarios (Renatea) denunció penalmente a los dueños de la estancias Los Hoyitos y Las Margaritas, que forman parte de Las Margaritas SA, del Grupo Etchevehere, por tener trabajadores no registrados, viviendo en condiciones precarias. El organismo también inició acciones legales ante “el presunto delito de reducción a la servidumbre”. La denuncia quedó radicada en la Fiscalía de Primera Instancia Nº 2 de la ciudad de Paraná, a cargo de Sandra del Milagro Terreno. La principal imputación recaería sobre Leonor María Magdalena Barbero Marcial, la madre del presidente de la Sociedad Rural, Luis Miguel Etchevehere, ya que ella es la que figura como propietaria principal de Los Hoyitos, estancia integrada a Las Margaritas SA. Los inspectores del Renatea constataron irregularidades en las condiciones de vivienda, alimentación, descansos semanales y en el salario mínimo. Según los testimonios recolectados por los funcionarios públicos, a dos trabajadores se les abonaba 450 pesos por mes. Etchevehere desmintió anoche las acusaciones. “Esta denuncia se trata de una persecusión política” aseguró en un comunicado.
Como reveló Página/12, Barbero Marcial ya fue denunciada penalmente, junto a sus hijos Luis Miguel, Arturo Sebastián y Juan Diego Etchevehere, por el presunto delito de defraudación a partir de manejos financieros realizados desde Las Margaritas SA (ver aparte).
La estancia La Hoyita está ubicada en la localidad entrerriana de Rosario del Tala. Cuenta con 2280 hectáreas destinadas a la agricultura y la ganadería. Este campo forma parte de Las Margaritas Sociedad Anónima, integrada además por las estancias Los Cachorros, Casa Nueva, El Supremo y Las Margaritas. En total, la empresa del Grupo Etchevehere totaliza 5 mil hectáreas. El campo Los Hoyitos pertenecía a la familia Barbero y fue heredado por la demandada, quien le transfirió el 42 por ciento de las acciones a la sociedad jurídica Las Margaritas.
El pasado 28 de mayo, el cuerpo de inspectores del Renatea realizó una inspección en Los Hoyitos. Entre los trabajadores allí presentes relevaron la presencia de dos peones mayores de cincuenta años, hermanos, que vivían en dos unidades habitacionales “desprovistas de energía eléctrica, agua potable y baños”. Según las actas del Renatea, los dos peones declararon que recibían la suma de 450 pesos mensuales por mes, cada uno.
Ambos hermanos comenzaron a trabajar en este campo, como así también en el resto de las propiedades de los Etchevehere, el 14 de junio de 1976. Según la denuncia, nunca recibieron un recibo de sueldo. Uno de los hermanos ya había realizado la denuncia ante el Ministerio de Trabajo provincial. Sin embargo, su situación laboral no cambió.
Otra de las situaciones detectadas por el Renatea involucró a un jubilado que seguía ejerciendo tareas como encargado, con un sueldo de 2 mil pesos por mes y el hijo de éste, de 18 años, que manifestó trabajar en el lugar desde 2009, cuando tenía 13 años. Según constató el organismo público, el adolescente tampoco está registrado y cobra 1050 pesos.
Otra de las estancias inspeccionadas fue Las Margaritas, que forma parte de la sociedad homónima, ubicada entre las localidades de General Racedo y Gobernador Etchevehere, en “honor” a quien fuera gobernador de Entre Ríos, Luis L. Etchevehere, entre 1931 y 1935, también fundador de El Diario de Paraná. Allí también se detectaron trabajadores no registrados que desempeñaban tareas desde hace más de 20 años. Todos reconocieron estar bajo las órdenes de “los Etchevehere”.
Puntualmente, el encargado de recorrer las estancias es Arturo Sebastián Etchevehere, uno de los directivos de El Diario de Paraná y miembro del directorio de Adepa. El fue el principal impulsor del bozal legal contra su hermana, en el marco de la demanda penal por defraudación.
“Independientemente de las acciones administrativas realizadas por Renatea contra el trabajo no registrado y la ausencia de libreta de trabajo agrario, las situaciones halladas configuran la presunción de reducción a la servidumbre, razón por la cual el organismo presentó la denuncia en la Fiscalía de Primera Instancia Nº 2 de la ciudad de Paraná”, sostuvo el organismo a través de un comunicado.
La inspección sobre las estancias que forman parte de Las Margaritas SA fue parte de un operativo mayor que involucró otras empresas, donde también fueron encontradas situaciones de precariedad. También fue inspeccionada Cerealera del Litoral SA, Establecimiento El Mirador SA, y la estancia de Juan Lisandro y Juan Manuel Bonzi. En total fueron siete inspecciones. La demanda penal por defraudación tramita en el Juzgado de Instrucción Nº 3. La misma fue realizada el 20 de diciembre del año pasado y ratificada en abril de este año.

viernes, 30 de mayo de 2014

Gotas

como pies descalzos caen,
como tabaco dulzón, humo entre páginas,
llueven;
como citas al pie, como citas
cantadas o limpias.
Rocío de,sumergen abuelas, madres,
anarquistas, peronistas,
y las traen a caer.
Humedeciendo, brillando entre hojas verdes, secas,
blancas con tinta que cuenta.
Deslizan, observan pasados en llamas,
presentes adioses, memorias de voces.
Gotas de, caen, rocío de,
sumergen lentas al albañil del cuento
que pintó una pared en Madrid
y otra en Lanús, y otra en Merlo
y aquella en Victoria.
La estrella federal en el
firmamento del barrio chico
con parroquia canchita de tierra.
Los domingos con campanadas
de misa futbolera y volante
para el lunes recreo.
Y las gotas de rocío,
celestes,
pálidas,
filtrando entre peces,
durmiendo entre el ser
ya sido del soldado
en réquiem tardío.

GB

HUELLAS

Si árboles fueran y no tristes
remiendo del pasado.
Si el asiento donde se sientan
fuera borrasca que las borra
Si el sentido del cielo las tapara
 al menos, si
el entendimiento les diera algún fulgor.
Si se quedaran sin ideas.
Si la aguja no cosiera hacia atrás
y ellas no amanecieran de noche.
Si no tuvieran la invariable
costumbre de mostrar amor.
Si la duración de lo que cesa
no fuera eterna, o huyera
de su ley.
Si estáramos nacientes
de un otra vez con fina entrada.
Si el tempo se dejara desear.
Si las comiera.
Si la gastara con una verdad.

JUAN GELMAN.

The Beatles- Dear Prudence