sábado, 16 de marzo de 2019
ECONOMÍA 15 de marzo de 2019 “Los salarios le van a ganar a la inflación” Pronóstico errado que se reitera
El ministro de Hacienda prometió que los salarios recuperarán poder adquisitivo este año. Hace dos años, dijo lo mismo.
Por Tomás Lukin
El salario, principal víctima del ajuste.
Imagen: N.A,
Imagen: N.A,
La inflación volvió a acelerarse, el consumo está en caída libre, el proceso de destrucción de empleo no se detiene y crece la precarización laboral. Pero el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, está convencido de que el poder adquisitivo mejorará en 2019. “Los salarios van a recuperar el poder adquisitivo, le van a ganar a la inflación”, prometió el funcionario al reiterar que la economía ya comenzó a mejorar. A pesar del optimismo exhibido por el funcionario, ni los pronósticos del FMI permiten anticipar una recomposición salarial que garantice un impulso vigoroso para la demanda interna. “Estos años han sido duros y difíciles. No se construye una economía sana de la noche a la mañana. Los resultados se van a ir viendo en los próximos meses y años”, expresó el titular del Palacio de Hacienda durante una entrevista radial.
Tras conocerse el alza del 3,8 por ciento registrada por el IPC en febrero, consultoras privadas, centros de investigación y universidades proyectan que los aumentos de precios superarán el 30 por ciento este año. Existen algunos gremios con capacidad de negociación para lograr mejoras en línea con la inflación, pero un segmento significativo de actividades debería conseguir sumas adicionales para reponerse del profundo recorte experimentado en sus salarios en 2018.
La capacidad de compra de los salarios experimentó el año pasado su mayor contracción desde 2002. Como consecuencia de la escalada de precios y el ajuste recesivo que acompañaron la corrida cambiaria, los ingresos reales de los trabajadores registraron un retroceso promedio del 12 por ciento que oculta una profunda dispersión entre sectores. Las caídas oscilaron entre 1 y 15 por ciento. A pesar de su magnitud, la pérdida de poder adquisitivo no es una novedad ya que los ingresos salariales acumulan una pérdida del 14 por ciento desde 2015.
El profundo ajuste recesivo que siguió a la devaluación y el proceso de transformaciones estructurales abierto a finales de 2015 desarticularon el efecto igualador provisto por la negociación colectiva. La creciente dispersión salarial que supera a la registrada no sólo acrecienta la inequidad al interior del empleo asalariado sino que fragmenta y debilita el reclamo salarial para 2019.
No es la primera vez que el funcionario promete una recuperación del poder adquisitivo: “El aumento de los salarios en el año le va a ganar por goleada a la inflación”, aseguró el 2 de agosto de 2017. La remontada no se concretó en las dimensiones vaticinadas por el funcionario. Los salarios marcaron una mejora de apenas 2 por ciento que no permitió recuperar el terreno perdido en los primeros dos años del gobierno de Cambiemos.
“Ya no tenemos que salir del default, no tenemos que salir del cepo. La economía está lista para una inflación más baja y encadenar muchos años de crecimiento, está mucho más sana que hace tres o cuatro años atrás”, señaló ayer Dujovne a CNN Radio al reiterar la fallida fórmula de la austeridad expansiva.
La prometida recuperación salarial no sólo deberá conjugarse con la creciente dispersión salarial, sino que deberá sobreponerse a la sostenida destrucción de puestos de trabajo. Los datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) muestran que la economía contabilizó en diciembre 191.300 empleos menos que un año antes. La mayor parte de esas posiciones afectadas por el desplome del mercado interno, la inversión privada y el ajuste del gasto público provienen de los asalariados del sector privado, donde se destruyeron 130.800 puestos. Así marcaron el mayor retroceso laboral desde 2002.
@tomaslukin
ECONOMÍA 16 de marzo de 2019 Panorama económico El baile de las tasas
Por David Cufré
La línea de crédito a las pymes por 100 mil millones de pesos que anunció Mauricio Macri a fines de febrero para darle oxígeno a la economía todavía no se pudo implementar correctamente por el aumento de 14 puntos de la tasa de interés que produjo el Banco Central desde ese día. Con esa disparada de las tasas, el plan quedó averiado, girando en el aire, como en su momento ocurrió con los contratos de Participación Público Privada para obra pública. Los préstamos debían estar disponibles en 27 bancos públicos y privados desde el 1 de marzo, pero eso no ha ocurrido en la mayoría de las entidades. “Estos créditos van a ayudar en esta transición a cruzar el puente entre lo que nos pasó y esta nueva normalidad en la cual estamos entrando. Esto es una ayuda hacia la normalidad, gracias a que estamos logrando una estabilidad cambiaria y tenemos un Banco Central con una política monetaria muy clara”, enfatizó el Presidente el 27 de febrero desde Timbúes, Santa Fe, en la presentación de los préstamos para capital de trabajo y exportaciones de las pymes. Sin embargo, días después la supuesta normalidad y la deseada estabilidad cambiaria trastabillaron: el dólar empezó a dispararse y el BCRA respondió con un fuerte incremento de la tasa de las Leliq para frenar otra corrida. Los intereses pasaron del 49,98 por ciento que había cuando Macri lanzó los créditos al 63,74 por ciento actual. La reacción de la banca privada frente al cambio de condiciones fue dejar en suspenso la nueva línea de financiamiento subsidiado y encarar una negociación con el ministro de Producción, Dante Sica, y el titular del Central, Guido Sandleris, para garantizarse que cobrarán rápido y el total de la diferencia entre la tasa a la que deberían salir los créditos, entre 24 y 29 por ciento anual, y los intereses por arriba del 63 por ciento de las Leliq.
El caso ilustra sobre la profunda inestabilidad de variables clave para la economía, que se sacuden como si estuvieran sueltas en la cubierta del Titanic. Las tasas suben y bajan a una velocidad asombrosa, lo mismo que el tipo de cambio. Las Leliq pasaron de un máximo de 73,5 por ciento en octubre del año pasado a un piso de 43,9 por ciento el 14 de febrero. De ahí, en apenas un mes volvieron al 63,7 por ciento. Los inversores que participan de esa bicicleta financiera ya son expertos en spinning, entre ellos numerosos empresarios pymes, que buscan subsistir montándose a la ola especulativa de los intereses y el dólar. Frente a movimientos tan abruptos, que refuerzan la sensación de incertidumbre, la interpretación que ofrece el Gobierno es que la recesión terminó en noviembre, que existen señales de normalidad y que es cuestión de esperar a que se asienten. En las últimas tres semanas, a su vez, el dólar osciló en un rango de más de tres pesos. Fue de los 40,14 pesos que estaba cuando arrancó el discurso del Presidente en el Congreso, el 1 de marzo, hasta los 43,50 pesos del jueves 7. De ese récord cayó a 41,13 de ayer. Es decir, 1 peso más que hace quince días y 2 pesos menos que hace ocho.
En medio de ese tembladeral, Macri, Dujovne, Sandleris, Marcos Peña, Miguel Braun y Rogelio Frigerio repitieron en la semana que la economía va mejor, en un discurso que choca de frente con los indicadores que produce el propio Gobierno, como los de empleo e inflación. En materia de precios, el 3,8 por ciento de febrero no fue la excepción sino la regla. La última vez que el IPC empezó con 1 fue en enero de 2018. Ese mes el Indec midió un aumento de precios minoristas del 1,8 por ciento. Desde entonces ya pasaron trece meses seguidos con la inflación arriba del 2 por ciento mensual, de los cuales en siete la inflación superó el 3 por ciento y alcanzó picos del 6,5 y 5,4 por ciento. Para marzo las proyecciones del mercado se ubican otra vez arriba del 3 por ciento, dado que los precios de los alimentos no paran de subir y también siguieron los tarifazos en el transporte. Para inicios de abril las petroleras anticipan nuevos ajustes, en una rueda que no se detiene, lo mismo que las tarifas de gas y subte. En cuanto al empleo, el próximo jueves el Indec dará a conocer los resultados del último trimestre de 2018, que arrojarían al país nuevamente a una desocupación de dos dígitos, de acuerdo a versiones de medios oficialistas. De ser así, se romperá una marca de doce años con el desempleo en un dígito, período que arrancó en el tercer trimestre de 2006. Antes que eso, las políticas neoliberales también habían hundido a los argentinos en una desocupación de dos dígitos a lo largo de trece años, entre 1993 y 2006. Uno de los actores fundamentales de aquel proceso fue Domingo Cavallo, quien sigue armando planes económicos con Miguel Angel Broda, Ricardo López Murphy y Guillermo Calvo. No es casual que sus herederos ahora en el Gobierno vuelvan a alcanzar sus tristes marcas de decadencia y frustración.
“Ayer fui a cambiar un cheque de una distribuidora eléctrica de primera línea, con garantía total de pago, y me hicieron un descuento del 55 por ciento. Es tremendo”, lamenta un industrial que estaba esperando la línea de crédito que anunció Macri el 27 de febrero para las pymes, por un total de 100 mil millones de pesos. Según denuncian dirigentes de cámaras fabriles, los bancos están demorando la entrega de ese financiamiento que debía aportar para capital de trabajo a una tasa de entre 24 y 29 por ciento. La razón de la tardanza es que las entidades financieras están terminando de negociar con el Gobierno cómo les va a reintegrar el subsidio de tasa que practica el Estado, dada la urgencia que genera tanta volatilidad en los mercados. Los préstamos supuestamente debían estar disponibles el 1º de marzo, por un plazo de 120 días hasta el 30 de junio. “La línea no tiene un cupo para las micropymes ni ninguna orientación a los bancos, que pueden elegir prestarle solo a los clientes más rentables, mientras el resto no accede a nada”, advierte Eduardo Fernández, titular de Apyme. “En la gran mayoría de las sucursales los créditos todavía no están disponibles y hay mucha selectividad respecto a quién le prestan”, agrega Guillermo Moretti, vicepresidente tercero de la Unión Industrial Argentina. El sacudón de la tasa de las Leliq modificó los parámetros de la línea crediticia y el Gobierno todavía está tratando de acomodar los números para poder arrancar, asumiendo mayores costos por la promoción.
“La economía no se configuró para salir de la crisis. Más bien todo lo contrario. Se dispararon las tasas y el dólar, recrudeció la inflación, los salarios siguen perdiendo poder adquisitivo. No veo por dónde van a recuperar el consumo interno, que representa dos terceras partes del PIB”, discrepa Emmanuel Alvarez Agis, titular de la consultora PXQ y ex viceministro de Economía, con la versión oficial de que la recesión llegó a su fin y se ha iniciado una fase de salida.
El Gobierno, por el contrario, parece caer a cada paso en las inconsistencias que genera su propia política económica. Durante más de dos años probó con las metas de inflación, hasta que tuvo que abandonar esa política porque no podía estimar con algún grado de certeza cuánto subirían los precios. Ahora lo intenta con el control de los agregados monetarios, pero se sigue topando con tasas de inflación que superan el 50 por ciento interanual. El FMI le fija la política cambiaria y monetaria. El mercado le mueve el dólar y lo fuerza a ajustar las tasas. Los tibios planes de ayuda financiera que intenta instalar se le complican por los mismos incrementos de intereses del Banco Central. Macri y sus funcionarios han llevado a los argentinos al baile de las tasas, que marea a la producción, castiga a las mayorías y solo deja conformes a los especuladores que saben enriquecerse con la timba financiera.
viernes, 15 de marzo de 2019
Elton John - Funeral For A Friend / Love Lies Bleeding (Live At Madison ...
Fernando in memoriam....
San Isidro, cole, vasco duro, semi irlandés, ojitos claros, hermana Vero genia de las matemáticas,
tío y tías del FIP y el PC.
Tu viejo el mejor cirujano de San Isidro y alrededores lejanos, tu vieja una irlandesa chiquita
e inmensa jugadora de Pócker.
Un día le dí mis poesías...
Yo, tu mejor amigo entre los 12 y los casi 45... después la vida...
Tu casa refugio, billar, tardes, noches eternas con los pibes....carnavales en el Acasusso.
La cancha de Tigre, vos de Chaca, yo de Boca.
Me bancabas mi zurdo-peronismo...era para vos El Negro.....peroncho y monto.
Silvia tu esposa, mi amiga del cole , los presenté ya de grandes...Malena da fe que se amaron.
Me queda tu carita regordeta brillante de sonrisas, grandote buenazo.
Amabas el río...
Hace poco me enteré que te fuiste de viaje.
Nadie me contó,
las redes, las putas redes..
Te busqué y bueh....
Chau Fer.... en ese cielo azul profundo de San Isidro, adoquines, árboles centenarios,
y todo lo que cobija nuestra niñez y adolescencia nos reencontraremos-
GB
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