martes, 31 de octubre de 2017

El borrador de la reforma laboral según la Asociación de Abogados Laboralistas "Ni la dictadura se animó a tanto"

Imagen: Alejandro Leiva
“Ni la dictadura se animó a tanto”, así definió el presidente de la Asociación de Abogados Laboralistas, Matías Cremonte, el borrador de la reforma laboral que ayer adelantó el presidente Mauricio Macri desde el CCK como parte de su programa de “reformismo permanente”. El texto, que ya llegó a los gremios, sorprendió a los especialistas por su parecido “a la brasileña”. “Modifica toda la ley de contratos de trabajo, incluso algunos aspectos que ni (el ministro de Economía de la última dictadura cívico militar) Alfredo Martínez de Hoz se animó a tocar”, opinó Cremonte.
Para el especialista, la comparación de la reforma laboral con la que se hizo en 1976 no es arbitraria e incluye aspectos simbólicos. “Entre los objetivo que plantea el nuevo texto se propone liberar a las fuerzas productivas, expresión que utilizó Martínez de Hoz para la reforma del 76”, advirtió el abogado a Página/12.
Entre los aspectos más peligrosos que propone modificar la ley, según el especialista, está el principio actual de irrenunciabilidad, por el cual un trabajador no puede renunciar a lo estipulado en la ley de Contrato de Trabajo, ni en el convenio colectivo ni en el contrato individual, y que con la reforma en debate sí podría hacer. También limita las opciones del trabajador frente a los que se llama ius variandi, cuando el empleador modifica unilateralmente las condiciones de trabajo.
“Estas dos modificaciones legalizan las condiciones para no perder el trabajo. Así como la desocupación es un condicionamiento a la baja, porque uno tiene miedo de perder el empleo, estas reformas también te condicionan. Ahora va a ser válido que renuncies a las condiciones que ya habías pautado en el contrato individual y no podrás recurrir  a la Justicia para restituir las condiciones” originales, explicó Cremonte.
De acuerdo con la enumeración del especialista, la reforma también acorta de dos años a uno la prescripción de los derechos laborales –la dictadura la había acotado de cuatro a dos años- y elimina la responsabilidad solidaria en la tercerización o subcontratación de algunos rubros como las tareas de limpieza, seguridad y mantenimiento, entre otras.   
“Si durante cinco años no te pagaron horas extras, ahora podrás reclamar sólo por un el último año. Cuando el empresario, o cualquier trabajador, tiene hasta diez años para reclamar una deuda. Esta reforma deja a los trabajadores con menos derechos que cualquier otro ciudadano”, sostuvo el titular de la Asociación de Abogados Laboralistas.
Según Cremonte, el proyecto también acota las indemnizaciones, crea la figura del trabajador autónomo o independiente –por fuera del vínculo laboral-, permite el blanqueo de trabajadores en negro con la respectiva condonación de deuda, elimina las horas extras y reduce las multas ante el despido de un trabajador registrado. “No hay ningún mensaje que favorezca la creación del empleo, favorece la destrucción del empleo, y sin consecuencias. Es una ley hecha a medida de los empresarios, una transferencia directa del salario a la rentabilidad”, denunció el abogado laboralista, que volvió a enfatizar que “ni la dictadura se animó a tanto” y recordó la lista negra que propuso hacer el Gobierno para incluir a los abogados que llevan los juicios laborales.
El único beneficio para el trabajador es la extensión de la licencia por paternidad, que pasa de dos días a quince, y la posibilidad de tomar un mes sin goce de haberes.

EL PAÍS 31 de octubre de 2017 · Actualizado hace 4 min El Sitraju en estado de alerta y movilización Los judiciales repudiaron los dichos de Macri


Imagen: Facebook Sitraju-CTA
El Sindicato de Trabajadores Judiciales (Sitraju) se declaró en “estado de alerta permanente” tras las advertencias hechas ayer por el presidente Mauricio Macri, quien cuestionó la cantidad de trabajadores en ese sector así como también los sueldos y el tiempo de vacaciones con los que cuentan. Además, el gremio negó que un ordenanza gane 100 mil pesos por servir café, tal como lo dijo el mandatario, y sostuvo que el aumento de la cantidad de empleados en el Ministerio Público Fiscal “resulta insignificante” comparado al “incremento exponencial de tareas en ese organismo”.
El repudio fue hecho por la filial de Sitraju-CTA en el Ministerio Público se debió a los dichos del Presidente durante la presentación de su plan de ajustes hecho ayer en el CCK. Macri había dicho que en esa dependencia del Poder Judicial hay “ordenanzas que sirven café y tienen sueldos arriba de los 100 mil pesos” y un “régimen de licencias muy generoso, de dos meses con goce de sueldo”.
El gremio interpretó que para el jefe de Estado “sería deshonroso ganarse el pan sirviendo café en una oficina de tribunales” pero sin embargo “estaría muy bien ganar millones de dólares sólo por llamar por teléfono y comprar bonos o vender LEBAC”. Y luego de exigir las disculpas del caso, aseguró que los trabajadores de ese escalafón (ordenanza y mantenmiento) “no cobran ni por asomo” esa cifra, y explicó que “quienes se acercan a ella lo hacen computando cientos de horas extras”, asistencia perfecta y larga antigüedad de servicio, debido a que “permanecen en funciones durante muchos más años que los necesarios según la Ley Previsional”.
El comunicado de Sitraju también se refirió a la supuesta contratación de 1100 personas entre 2012 y 2016 en el Ministerio Público. Esa cantidad, sostuvo el sindicato, “resulta insignificante al lado del incremento exponencial de tareas en el organismo” y le recordó que Cambiemos aprobó este año en el Congreso “el doble de cargos con respecto al promedio de los cuatro años anteriores: 410 nuevos ingresos”. 
También tuvieron respuesta para la crítica por la cantidad de vacaciones. En este sentido, sostuvieron que los 45 días de descanso remunerado “no paralizan los tribunales, porque permanecen guardias”. Además, puntualizaron que tanto las vacaciones pagas como el aguinaldo “son derechos conquistados” y dejaron claro que “no vamos a permitir que las observaciones al régimen laboral de los judiciales se conviertan en la excusa perfecta para flexibilizar”.

Las definiciones del flamante ministro de Agroindustria "Nuestra prosperidad es la de la Patria”

El año pasado, Etchevehere fue denunciado por haber recibido de parte del Banco Nación -entonces conducido por Carlos Melconián- 900 mil pesos amparándose en la Ley de Emergencia Agropecuaria prevista para “agricultores familiares” víctimas de “desastres agropecuarios”. Lo cierto es que su establecimiento rural de Entre Ríos, “Las Margaritas SA”, no era tan pequeño ni había sufrido un desastre climático que justificara la ayuda del Estado, que la familia utilizó para concretar el vaciamiento de otra sociedad del mismo grupo.
Tal como lo develó Página/12 en agosto pasado, el objetivo inicial habría sido blanquear un pago al financista Walter Grenón, imputado en otra causa por evasión tributaria impulsada por la Procuraduría contra la Criminalidad Económica y el Lavado de Activos. Por esa causa, se le imputaron a Etchevehere y a Melconián los presuntos delitos de “negociación incompatible con la función pública y administración fraudulenta en perjuicio de la Administración Pública”.
Si bien en primera y segunda instancia, los dos imputados fueron sobreseídos, en agosto pasado, la Cámara Federal de Casación aceptó revisar el caso tras un pedido del abogado Alejandro Sánchez Kalbermatten, quien probó que la transacción estaba asentada en la Resolución del Banco de la Nación Argentina del 7 de septiembre de 2016.
Una de las querellantes es hermana de Etchevehere, quien acusó al resto de los accionistas de Las Margaritas por considerar que sus familiares directos habían cometido una “defraudación” al tomar créditos para su propio beneficio. Su nombre no puede ser mencionado porque los demandados consiguieron un bozal legal para impedirle hablar de la causa.
Etchevehere había reconocido que su empresa -cuya propiedad comparte con sus hermanos Juan Diego y Arturo Sebastián y la madre de estos, Leonor Barbero Marcial de Etchevehere- hizo el pedido pero negó haberlo cobrado, y adjudicó la denuncia a “elementos residuales del kirchnerismo”.
Por otra parte, en 2014, sobre el nuevo integrante del “mejor equipo de los últimos 50 años” pesa otra denuncia penal por “el presunto delito de reducción a la servidumbre”. Inspectores del Registro Nacional de Trabajadores y Empleadores Agrarios (Renatea) constataron irregularidades en las condiciones de vivienda, alimentación, descansos semanales y en el salario mínimo de varios trabajadores de la estancias Los Hoyitos y Las Margaritas, que forman parte de Las Margaritas SA.
Según los testimonios recolectados por los funcionarios públicos, a dos trabajadores se les abonaba 450 pesos por mes, hace tres años atrás, denuncia que Etchevehere calificó como "persecución política”.
Antes de ser presidente de la SRA, Luis Miguel ocupaba la conducción de la filial de Entre Ríos de la organización. Al ascender, dejó en su puesto a Esteban Vitor, su apoderado, síndico de Las Margaritas y vicepresidente del PRO. Su hermano Juan Diego es titular de la Fundación Pensar (PRO) en la misma provincia. Su otro hermano, Arturo Sebastián, está ligado al histórico El Diario de Paraná, que le permite ocupar una silla en la Asociación de Entidades Periodísticas (Adepa).
Mientras tanto, Luis Miguel también siguió haciendo méritos como militante de Cambiemos. Durante la última inauguración de la muestra de La Rural, en el predio de Palermo, manifestó su firme respaldo al Gobierno y lo exhortó a tomar la misma senda del ajuste del gobierno brasileño de facto de Michel Temer. Además fustigó las políticas de la anterior administración. “No se puede volver al pasado”, subrayó. "Volver al pasado es impunidad para las mafias, para valijeros y para los corruptos que se escudan en fueros que no merecen; volver al pasado es trenes sin frenos, rutas sin destino y Venezuela como modelo. Volver al pasado es volver al insulto y a la soberbia por Cadena Nacional”.
Por el contrario, elogió a la administración de la alianza gobernante que supo “reconocer la importancia” del sector agropecuario para el país “luego de años de obstrucción y desprecio”. “La política vio en el campo el hecho de que trabajamos para fortalecer a la Nación y que nuestra prosperidad es la de la Patria”.

lunes, 30 de octubre de 2017

Opinión La trampa de la tasa Por Alfredo Zaiat

El Banco Central subió al 27,75 por ciento anual la tasa de interés en operaciones con entidades financieras. Ese ajuste fue otra alteración del nivel de un instrumento clave de la política monetaria, que exige estabilidad para orientar las expectativas de los agentes económicos. Un Banco Central administrado con mínimos criterios de prudencia y profesionalismo no modifica tantas veces el rumbo de la tasa de interés en menos de dos años de gestión. Esos cambios son la manifestación del fracaso oficial en bajar la inflación. No es un resultado inesperado porque la mayoría de los economistas de diferentes vertientes ideológicas afirma que utilizar la tasa de interés para domar los precios en la economía argentina es una decisión equivocada. Lo sorprendente es que el titular de la autoridad monetaria, Federico Sturzenegger, respaldado por el presidente Mauricio Macri hasta convertirlo en el hombre fuerte del área económica, insista con una estrategia que se muestra fallida. No sólo ha incumplido las metas de inflación 2016 y 2017, sino que, en una economía dolarizada y con inercia inflacionaria, Sturzenegger ha arrojado al gobierno de Cambiemos hacia la trampa de la tasa de interés. Cualquier movimiento que los militantes del fundamentalismo ortodoxo del BC realicen de la variable principal de la política monetaria tendrá impacto inflacionario.
A la secuencia de los cinco movimientos de la tasa de interés detallada en esta columna el 16 de abril de este año, se sumó ahora el sexto: 
1. El 15 de diciembre de 2015, el Banco Central subió la tasa de 29 a 38 por ciento anual.
2. El 22 de diciembre de 2015, empezó una reducción gradual. Ese día la fijó en 36 por ciento y después siguió bajándola hasta el 31,1 por ciento el 23 de febrero de 2016.
3. El 1° de marzo de 2016, volvió a subirla al 37 por ciento y el 8 de marzo la colocó en 38 por ciento, nivel que mantuvo hasta el 26 de abril.
4. El 3 de mayo comenzó a bajarla de nuevo. Ese día la marcó en 37,5 por ciento y siguió reduciéndola hasta 24,75 por ciento el 29 de noviembre, rendimiento que se mantuvo hasta el 10 de abril de este año.
5. El 11 de abril anunció una nueva suba de la tasa al definirla en 26,25 por ciento anual.
6. El último movimiento, por ahora, fue el 24 de octubre, cuando la tasa de pases fue ajustada en 150 puntos básicos, para ubicarse en 27,75 por ciento anual.

Metas de inflación 

El Banco Central también impulsó la suba de la tasa de interés en las operaciones de Lebac en el mercado secundario hasta el 28 por ciento anual, a la vez que modificó la forma de computar los encajes (el dinero que los bancos deben inmovilizar) para alentar una suba de la tasa de los depósitos y los créditos. Es una reafirmación de la estrategia de utilizar la tasa para bajar la inflación. 
La autoridad monetaria ha definido que su gestión será guiada por las metas de inflación. Es el marco conceptual de la ortodoxia que se caracteriza por anunciar oficialmente cuál es el objetivo para uno o varios períodos consecutivos, indicando que una inflación baja y estable es el fin primordial de la política monetaria. Define teórica e ideológica que la inflación es un fenómeno exclusivamente monetario. Cuando aparecen desvíos en la meta predeterminada, el Banco Central tiene que intervenir modificando la tasa de interés. De ese modo pretende actuar sobre la demanda agregada para aliviar la presión sobre los precios, afectando la oferta monetaria al restringir la cantidad de dinero en circulación. La absorción de ese dinero es realizado mediante las Lebac a una tasa elevada. Esos rendimientos atractivos derivan en que las colocaciones especulativas en pesos vayan ganando espacio en la decisión de los inversores, incluyendo al pequeño y mediano ahorrista en plazos fijos que mudan su dinero a las Lebac. 
La política monetaria queda limitada de esa manera a cumplir un objetivo excluyente (la inflación) sin importar el costo económico en términos de endeudamiento, empleo y actividad. El Banco Central cerrará su segundo año consecutivo fallando con su meta de inflación: en 2016, los límites inferior y superior eran de 20 y 25 por ciento, y los aumentos de precios promedio fueron 41 por ciento, y en 2017 el rango establecido fue de 12 a 17 por ciento, y la inflación se ubicará cerca del 24 por ciento. 
Las diferencias entre las metas y la realidad son más que desvíos. Muestran la inconsistencia teórica y práctica del ejercicio de una política monetaria ortodoxa. Para el año próximo, la proyección de inflación planteada por el Central es de 8 al 12 por ciento. La mayoría de las consultoras de la city estima que alcanzar esa meta será más difícil que correr descalzos guanacos. 

Preguntas

¿No cumplir con las metas de inflación impacta negativamente en la reputación del Banco Central?
-Establecer metas de inflación imposibles de alcanzar debería afectar su credibilidad. Este es uno de los principales postulados de esa estrategia monetaria. Pero la conducción del BC pudo hasta el momento eludir los cuestionamientos.
¿Por qué los desvíos groseros entre las metas fijadas por el Banco Central y los índices de inflación de 2016 y 2017 no debilitan la gestión de Struzenegger?
-Por dos razones: 
1. Al fijar una tasa de interés elevada está regalando inmensas ganancias especulativas al mundo de las finanzas. Bancos y grandes inversores no van a frustrar el festín especulativo criticando las manos que les dan de comer un banquete. 
2. Definir metas de inflación irrealistas por ser tan bajas orienta la negociación paritaria también a la baja. El establishment y sus consultores bien pagados no cuestionarán una política que es funcional para reducir el salario real de los trabajadores. Así fue en 2016, con una caída del 6 al 8 por ciento, según diferentes estudios privados, y habrá que esperar la evaluación final de este año para determinar cómo quedará el salario real, teniendo en cuenta el shock inflacionario que el gobierno ha empezado a implementar en el último trimestre.
La inflación no baja, el salario real se ha deteriorado, el patrimonio de la entidad monetaria se debilita y la especulación financiera se expande. ¿Por qué el Banco Central insiste con la estrategia de subir la tasa de interés?
-Porque las anteojeras ideológicas de la ortodoxia le señala que es el único camino para reducir la inflación, puesto que considera que enfrenta un fenómeno exclusivamente monetario. Sin embargo, así sólo fomenta la especulación con el festival de las Lebac, afectando la inversión productiva y, por lo tanto, el empleo y la actividad en general. Además provoca un incremento del déficit de sus cuentas por los mayores pagos de intereses derivados del endeudamiento con las Lebac. 
¿Qué otro motivo no explicitado tiene el BC para subir la tasa de interés?
-Para controlar el tipo de cambio. Es un objetivo que lo ha conseguido a un costo altísimo con la renta fabulosa entregada por las Lebac porque ha motivado de ese modo un fuerte ingreso de dólares, billetes que sirven para evitar un salto de la paridad al tiempo que mantiene tranquilas a la fieras dolarizadoras. 
Aquí aparece la trampa de la tasa de interés: 
¿Qué pasaría si baja la tasa de interés?
-En la lógica monetarista, subiría la inflación. Aunque no fuera así, y ha quedado en evidencia en 22 meses del gobierno de Macri que la suba de precios no responde exclusivamente a un fenómeno monetario, los agentes económicos reaccionarían en ese sentido.
¿Cuál es el riesgo principal de la baja de la tasa de interés? 
-La disminución de la renta especulativa en pesos en un contexto inflacionario sería la orden de largada para comprar dólares en una intensidad aún mayor que la que existe ahora. Esa mayor presión en el mercado cambiario derivaría en un salto de la paridad. Se sabe que las devaluaciones en la economía argentina tienen impacto inflacionario.
La trampa de la tasa de interés es visible. Definir tasas elevadas para bajar la inflación y controlar a la vez el tipo de cambio tiene el siguiente saldo: no logra domar a los precios, alimenta una inmensa bicicleta financiera y acumula cada vez mayor presión en el mercado cambiario. Y si la tasa disminuyera, el efecto sería un shock inflacionario por la disparada del tipo de de cambio. 
Con esta ruinosa política monetaria, para la economía porque no sirve para domar la inflación y para las finanzas del Banco Central porque el déficit cuasi fiscal es explosivo, Sturzenegger y su equipo pueden estar tranquilos porque su tránsito en un área económica sensible será recordado.

Opinión ¿Cuál derrota es? Por Eduardo Aliverti

El nuevo y ampliado triunfo electoral de la restauración conservadora parece más grave que lo que pinta su similitud con las remembranzas del huracán menemista de los ‘90, apoyado en la ola neoliberal que ya recorría el mundo. 
Hay similitudes. Aquel avance de la derecha se basó en un PJ cooptado casi en su totalidad por el oportunismo de los vientos internacionales. No había con qué darle. Avasallaba el Consenso de Washington, como se conoció al conjunto de reformas impuesto a los países de economías débiles, devastadas por la crisis de las deudas externas, bajo la tutoría del FMI y el Banco Mundial. El Estado debía achicarse para agrandar la Nación, la privatización de las empresas públicas tuvo el concurso gremial, la fiesta del 1 a 1 con el dólar reprodujo el entusiasmo de las clases medias con la tablita de la dictadura –la analogía de ahora es poder comprar divisas con toda libertad, sin límites– y la corrupción estructural de ese remate republicano se consideró un dato menor. Hoy apenas es cuestión de las corruptelas del gobierno anterior, bajo cuyo paraguas y en precisa inmediatez con la victoria oficial del domingo pasado se permitió que el Congreso quitara los fueros y habilitara la detención de Julio de Vido como el emblema, quizás, inmediatamente previo a ir por Cristina. En los ‘90 ya ocurrió que el baile en el Titanic fuera sucesivamente avalado en las urnas, incluyendo la elección presidencial de 1995 cuando ya estaba claro que Menem no era precisamente el líder nacionalista victorioso de seis años antes. La actualidad semeja lo mismo hacia 2019, con un Cambiemos que da sensación ganadora así candidateara al Mago sin Dientes. 
Es muy fuerte la tentación de arriesgar que la historia vuelve a repetirse y, de hecho, esta circunstancia argentina tiene muchos ingredientes que lo sugieren. A veces rige la idea de que ese es un argumento ramplón, propio de quienes se ubicarían en una zona de comodidad analítica que no se esfuerza por hallar componentes nuevos y desafiantes. Puede ser. Y también puede ser que el confort sea al revés porque, al menos en política, comprobar tanta cosa repetida implica aceptar que en algunos aspectos no hay grandes novedades de un tiempo a otro; y eso llevaría a un pesimismo histórico que mayormente no le gusta reconocer a nadie. Para el caso y en términos económico-sociales, el ciclo iniciado en 1976 por y para las minorías del privilegio tuvo un interregno durante el alfonsinismo. El terror de Estado como mecánica de gobierno sistemática se retiró, pero la tenue resistencia entre 1983/87 contra el salvajismo de la financierización del capital voló por los aires con una entrada neoliberal que duró diez años. Los propios y extintos radicales, hoy subsumidos en el macrismo como tristísimo furgón de cola, definieron el final de Alfonsín como golpe de mercado. Eso es lo que ahora se reintroduce, corroborando como anomalía al período kirchnerista. Casi como “fantasía”, al decir del actual presidente del Banco Nación, Javier González Fraga, cuando aludió a que pobres y sectores medios estaban locos si en verdad  creyeron que consumir un poco más y vivir un poco mejor era posible. Lo normal es o sería esto. Lo que volvió. Y volvió respaldado con millones de votos en los que se nuclean, por un lado, expectativas de no se sabe qué futuro económico plausible que no haya sido ya desmentido por la historia de estos modelos de exclusión social. Pero, sobre todo, volvió con sustancia de odio, de revanchismo, en dosis que tienen la enjundia gorila tradicional y la indiferencia de grandes franjas asumidas como despolitizadas. Quienes vivieron el ‘55, y quienes no pero sí saben de qué se trató por sola curiosidad intelectual, también observan una historia repetida que además está reflejada en tanto manual de la grieta, que tanto habitante de frasco cree nacida con los K.
Hay diferencias y no son descartables. No lo son hasta el punto de que es factible estar frente a un reto de dimensiones desconocidas. La parte que se repite es la de los intereses para los cuales se gobierna. Desde allí, empiezan salvedades distintivas. Macri y los suyos no administran en nombre del poder económico. Son ese poder. Militares y menemismo fueron vectores. Esta gente es directorio, no solamente gerencia. Lo resume con forma y fondo el filósofo Gustavo Varela en su artículo publicado en el periódico digital Socompa (“Cambiemos, una manera de ser”). “No son la rancia aristocracia del siglo XIX. No son las fieras fascistas del treinta. Se parecen a los de la Revolución Libertadora (los antiperonistas se parecen, cualquiera sea la filiación política o ideológica) (…) En la política son de genealogía reciente (fines de los setenta, comienzos de los ochenta): finanzas y era digital. O sea, máquinas de producción y resultado. Ni Roca, ni Agustín P. Justo, ni Frondizi. Ni Onganía, ni De la Sota, ni Cobos. Eso es carne vieja. Los de ahora son buitres de carroña actual. Son (…) empresarios, de bicicleta, aire libre y viernes casual. No tienen país de origen, no les importa la Argentina. Pueden vivir aquí o en cualquier lado (…) Son gentes a pura eficiencia y con muchos recursos técnicos. No tienen cultura, apenas aquella necesaria para el desplazamiento. En general son iletrados, de bostezo fácil frente a un libro (…) Son corporaciones que negocian. Ni fábricas fordistas ni empresa familiar (…) No es un nombre. Son otra cosa: una raza política nueva que casi ni conocemos (…) No hay votantes. Hay usuarios. Eso ofrecieron en las elecciones: aplicaciones para usuarios (…) Ser felices, estar todos juntos, la alegría es poder colaborar, en todo estás vos, mirar al futuro (…) cedamos siempre el asiento. Dejemos bajar antes de subir. Tiremos la basura en los cestos: aplicaciones para la vida PRO (…) ¿Cuántas palabras tiene el vocabulario Macri? ¿O el vocabulario Bullrich, él o ella, no importa? ¿Cuántas? No importa. Crean un lenguaje con poco: felicidad, cambio, no volvamos para atrás, sí se puede, vivir mejor, todos los argentinos, equipo, vecino, juntos, nosotros. ¿Engañan? No, inventan un lenguaje atractivo. Un vocabulario tela de araña, atrapante, anhelado (…) La cara de María Eugenia Vidal también es un concepto (…)  Toda ella es el vecino, toda ella es el ‘sí, se puede’, toda ella es el ‘en cada rincón estás vos’ (…) El concepto ‘futuro’ es un andamio fundamental en la construcción de Cambiemos. Sabemos que hay muchos que no ven todavía la mejora en la economía, van a llegar las inversiones, cómo no sentir esperanza, en equipo lo estamos haciendo posible (…) La puesta en escena funciona y el grado de eficacia es enorme”. Varela advierte que la promesa de lo que ha de venir tiene fecha de vencimiento “a diferencia del pasado, que no vence”. Pero es entonces cuando aparece la pregunta de cuál derrota política es esta, en su sentido de proyección, porque está claro que a mediano plazo es insustentable un esquema de país dependiente anclado en el endeudamiento como única vía de recurso activador. El problema es el imaginario colectivo y cómo se trabaja la política ahí, que es donde la alianza de clases oficialista lleva la delantera, por ahora y hasta donde da la vista, con una holgura robustecida.
A diferencia de las instancias anteriores, cuando el peronismo globalmente entendido como expresión de las necesidades populares ofrecía respuestas de “futuro” (recambio renovador en los ‘80, el antimenemismo en los ‘90 que forjó una Alianza de viudos sólo comprometida con el discurso honestista, el kirchnerismo como  pieza disruptiva contra la derecha y con liderazgo sólido), hoy “peronismo” quiere decir más nada que poco si es por las perspectivas que se ofrecen desde el significante y significado de ese lugar. Tan nada como que sus sujetos y factores no entusiasman a nadie y así terminaron, electoralmente, quienes se pegaron a Macri. Pero la novedad es que la derecha gobernante ya no necesitaría a esos traidores o aguachentos como dispositivo de negociación. Ya no es que sin el peronismo no se puede gobernar. Esta derecha gobierna sola, confiada, y hasta gana en bastiones pejotistas históricos como Salta, Jujuy, Chaco, La Rioja, con la exclusiva oposición que encarna CFK y que, en efecto, es todo lo que le importa por mucho que en voz alta la consideren una muerta política reducida a la tercera sección electoral de la provincia de Buenos Aires. Aun con todas sus debilidades objetivas y sin recambio nominal que hoy se observe si acaso se pensara en un cristinismo sin Cristina al frente expuesto –para formularlo rápido– debido a la alta imagen negativa de la ex presidenta, ese es el único piso desde el cual podría ampliarse el freno a un gobierno demoledor.
La derrota electoral sería lo de menos si no estuviera acompañada por el concepto de derrota política. Pero será mucho peor todavía si se la acompaña de transas que transformen en un híbrido la oposición al modelo. Sin ir más lejos, cuando se registra a los grandes derrotados del domingo 22 lo primero que aparece no es Cristina sino las fotocopias peronistas del macrismo. No sirve de consuelo, pero sí de enseñanza.

Vuelven a proliferar los centros de trueque, ahora conectados por Facebook De Cambiemos la crisis hizo troquemos

Los nodos de trueque que surgieron en 2001 vuelven ahora convocados en la red social.
Los nodos de trueque que surgieron en 2001 vuelven ahora convocados en la red social. 
El trueque, uno de los significantes más emblemáticos del 2001, se reproduce a la vuelta de la esquina en varios rincones del país. Parece un mal presagio o una fotografía ya vieja. Se extiende por nuestra amplia geografía desde Santa Fe a Tierra del Fuego y de Córdoba al Gran Buenos Aires. Esa práctica hija de aquella crisis, empezó a recobrar su vigor el año pasado. Esta vez con Facebook como aliado y mujeres empobrecidas como motores del intercambio. Canjean un producto por otro, pero lo que más buscan son alimentos. Leche, fideos, harina, arroz, aceite, integrantes de la canasta básica que valen lo que un jean, un enterito de bebé o un paquete de pañales.
El trueque nace en un posteo de Facebook, sigue en la combinación de una cita y el encuentro que se pacta en una plaza, en un playón deportivo o frente a una estación ferroviaria. Cuando llega el momento de conocerse, basta identificarse con el nombre escrito en un papel o el voceo del producto como si las mujeres tuvieran su puesto bajo techo. La diferencia notable es que están en la calle, a la intemperie, porque como dice una joven con una criatura en brazos “yo no sé lo que es ir al supermercado hace muchísimo tiempo”. Lo cuenta frente al apeadero Estanislao Zeballos, en Florencio Varela. Esa escena se replica en el barrio de Villa Hipódromo, Santa Fe; en Río Grande, Tierra del Fuego; en la turística Villa Carlos Paz, Córdoba; en La Plata y en varias localidades del conurbano, con preminencia en el oeste y el sur bonaerenses.
Los intercambios de alimentos básicos por otros productos suelen fijarse con reglas muy claras. No puede trocarse nada que supere los 90 pesos. El dinero no está permitido. Pero sí existe una grilla de comestibles –los más requeridos– donde una botella de aceite puede equivaler a tres no perecederos como fideos, harina o arroz. Los valores toman como referencia cuánto vale la comida en los comercios de cada zona. Por lo general, barrios de La Matanza, San Miguel, Quilmes, Ituzaingó o Lanús. Las vecinas comentan entre ellas que ya no van “ni al chino”.
El deterioro del bolsillo asalariado, de aquel que perdió el trabajo, se traduce en situaciones como la que denunció en marzo pasado la secretaria de Promoción Social del Municipio de Río Grande. En la ciudad fueguina “hay niños que no tienen para comer, ni tienen zapatillas para ir a la escuela”, dijo Analía Cubino Paz. Acababa de asumir su cargo. Los habitantes que todavía permanecen en la ciudad y ven zozobrar su economía familiar por las importaciones indiscriminadas, se acoplaron a la movida del trueque. A diferencia de los grupos de Buenos Aires u otras provincias, buscan más la ropa o el calzado.
En Tierra del Fuego los precios de indumentaria están por las nubes. La creciente cantidad de grupos de Facebook es la respuesta a esa malaria. Pero quienes optaron por una decisión más drástica, se anotaron en uno que se llama: “Vendo todo y me voy a la mierda”. Tiene 110.252 miembros y miles de artículos en venta. No es de trueque, pero sus posteos transmiten una desesperación parecida. Lo creó un vecino riograndense a fines de 2015 y con el tiempo se amplió a otros fines comerciales. 
Otro grupo de Facebook, 3.176 kilómetros al norte, en la capital de Santa Fe, se reúne todos los martes en el playón deportivo de Villa Hipódromo, en la intersección de Blas Parera y Gorostiaga. A fines de agosto reunía unas 500 mujeres. Hasta ahí llegó un día desde San Miguel, Alejandra Aguirre. Ella lanzó la idea de juntarse en “Cambio x Mercadería Todas Unidas” el 2 de agosto del 2016. Enseguida se replicó en varios distritos del Gran Buenos Aires donde en cada encuentro suelen juntarse entre quinientas y mil visitantes. Su influencia se extendió hasta Santa Fe y viajó para asesorar a sus compañeras. Hoy ya supera las 30 mil integrantes. “En nuestro grupo no hay plata en el medio, es como era el trueque antes. Las mamás pueden canjear ropa usada o nueva que no usen por alimentos”, dice Aguirre. No se aceptan hombres porque alguno se desubicó y fue bloqueado. 
La Matanza es un bastión de estas mujeres que practican la economía de subsistencia. Laferrere, Isidro Casanova y González Catán tienen sus respectivos grupos. En esta última localidad, un repaso por su Facebook indica que hay 14.541 integrantes. La marea del trueque se expande también por William Morris (partido de Hurlingham), Villa Obrera (Lanús), el triángulo de Bernal (Quilmes) y Boulogne (San Isidro). Esos son los puntos de encuentro, pero las mujeres suelen ir desde lugares más distantes. No es sencillo hacer un relevamiento actualizado sobre la práctica del trueque, porque por lo general son grupos cerrados y su propia dinámica está influida por la pauperización creciente de los sectores populares. 
En La Plata se instaló el intercambio sin dinero de por medio al lado del centro comunal San Carlos. Las mujeres de la zona no llegan a fin de mes y encontraron cierto alivio en el trueque. Comenzaron a juntarse en el patio de la casa de Natalín Rodríguez, una de las administradoras del grupo “Canje por mercadería La Plata límite 90 pesos”. Tuvieron que mudarse por la creciente convocatoria pero se siguen reuniendo los miércoles y sábados en dos sitios diferentes. Se las ve canjeando ropa en desuso por un sachet de leche, pan, azúcar o paquetes de salchichas. Las pioneras de La Plata viajaban hasta la estación Zeballos. El trayecto era incómodo, sobre todo para Yamila Yanelli. Llegó a poner en una valija 160 huevos para trocarlos por otra mercadería. Entonces decidieron no trasladarse más y copiar la experiencia de aquella localidad de Florencio Varela en su propia ciudad.
El tiempo también vale en estos grupos. Por eso, se sancionan la impuntualidad o la falta de palabra cuando alguien se compromete a llevar productos que después no tiene. Para aleccionar a las nuevas integrantes sobre estas pautas de conducta están las coordinadoras. Otra regla es que no se cambia ropa por ropa, como sucede frente a la estación de Laferrere, uno de los puntos de reunión más concurridos del conurbano. En el Facebook de este grupo se ofrecen miles de productos, pero la leche en polvo o los pañales son los más requeridos.
Mar del Plata, Esquel, Bahía Blanca, Formosa, Capilla del Monte o Carlos Paz en Córdoba, son ciudades del interior donde el trueque llegó para quedarse. Las convocatorias al intercambio de mercaderías se masificaron desde el año pasado, ganaron el espacio público y hasta generaron intentos de desalojo de la policía o los inspectores municipales. Un ejemplo es lo que ocurrió en la plaza Rocha, del principal centro turístico del país. En la villa serrana del Valle de Punilla los vecinos en situación de pobreza no corrieron ese riesgo. El trueque lo organiza el párroco de San Expedito en su pequeña capilla. Después del intercambio de ropa y alimentos, cada sábado del mes también sirve una merienda para los más chicos.

Denuncia penal contra el perito en cuyo informe se basa la detención de De Vido Errores y plagio detrás de la pericia

La detención de De Vido fue ordenada la semana pasada en medio de un show mediático y policial.
La detención de De Vido fue ordenada la semana pasada en medio de un show mediático y policial. 
Imagen: Guadalupe Lombardo
Un ex presidente de Enarsa ratificó la denuncia penal por falso testimonio agravado contra el principal perito del expediente por la compra de Gas Natural Licuado (GNL), una de las dos causas por las que está detenido el ex ministro Julio De Vido. El ex presidente de Enarsa se llama Walter Fagyas y el perito denunciado es David Cohen, quien diagnosticó gruesos sobreprecios en el monto pagado por la Argentina en el GNL. Un cuestionamiento a lo actuado en esa causa es que, si se pagó de más el GNL, alguien se quedó con la plata. Y quienes cobraron fueron grandes corporaciones del mundo de los combustibles, Gas Natural Fenosa, Morgan & Stanley, Shell, Repsol, British Petroleum. Ningún ejecutivo de esas empresas fue imputado de nada. La denuncia contra Cohen es por haber falseado textos, usar conscientemente parámetros que él mismo sabía que no eran válidos, desconocer elementos clave de las estructuras de precios y, para colmo, plagiar trabajos incluso de estudiantes chilenos, sin siquiera citar las fuentes o falseando su origen. 
En la denuncia ratificada el viernes, Fagyas, asistido por su abogado, Alfredo Huber, consigna frases asombrosas de Cohen en su peritaje –“no fue difícil entender dónde terminaría esto”, “Argentina no podía quedarse sin gas”–, pero el centro del cuestionamiento es que usó un valor totalmente arbitrario para establecer a cuánto se debió haber comprado el GNL, por lo cual surgieron sobreprecios descomunales supuestamente cobrados por las grandes compañías.
En la imputación se señala que Cohen usó como parámetro un precio conocido como Henry Hub, que es un precio norteamericano en boca de gasoducto. Utilizó ese parámetro aún sabiendo que el Henry Hub era precio interno de Estados Unidos, que ese país no exportó GNL en esa época, por lo que no era precio internacional, y sobre todo sabiendo que era un precio de gasoducto, mucho más barato que el gas traído en barcos, que fue el adquirido por la Argentina. Lo llamativo es que, en un primer momento, el propio Cohen afirmó que el valor Henry Hub no se podía usar, porque era una comparación incorrecta, pero luego se despachó con un peritaje en el que usó ese precio. 
“Para construir la cadena de valor –señala Fagyas–, Cohen usó un cuadro al que habían recurrido dos estudiantes chilenos para la elaboración de su tesis. Por supuesto, Cohen no los citó. Luego dijo que la fuente fue la Comisión Europea de Energía (CEE), con el problema de que tal organismo no existe. Esa sigla, la CEE, la menciona varias veces. O sea que utilizó datos de una fuente inexistente y falseó el origen. 
“El mercado mundial de gas no es integrado, no tiene un precio único –explicó Fagyas en la denuncia–. El precio varía por múltiples razones: el momento de la compra, el lugar de la compra, el proveedor, si es por gasoducto o barco, y si la compra es a largo plazo, corto plazo (menos de cuatro años) o flexible. Hay precios de referencia en Estados Unidos, el Reino Unido y Alemania y, sobre todo, en Asia, que es el principal mercado. Cohen tomó el Henry Hub que es gas de gasoducto y en un momento en que Estados Unidos ni exportaba”.
“El peritaje de Cohen –advierte el denunciante– se basa en un cuadro cuya fuente es la inexistente Comisión Europea de Energía (CEE). En el texto dice: Source: CEE”. Googleando ya surge que no existe la Comisión Europea de Energía, algo que es evidente ya que por sus siglas en inglés debería llamarse en todo caso EEC (European Energy Comission) o ECE (European Comission of Energy), pero nunca CEE. Y está claro que es en inglés porque en el cuadro dice source. Parece que los dos estudiantes chilenos de los que se copió Cohen se referían al Center of Energy Economics (CEE), que depende de la Universidad de Texas. Pero como el dato está copiado, Cohen se equivocó e invocó una comisión europea que no existe”.
Lo cierto es que se dictó, en el caso de De Vido, el procesamiento con prisión preventiva sobre la base de un único peritaje, señalando que se pagó un enorme sobreprecio –7 mil millones de dólares– y sin imputar a ninguno de los que supuestamente cobraron. Todo eso, en base a un estudio incorrecto, copiado y mal copiado.