sábado, 11 de marzo de 2017

11 de marzo de 2017 | Economía ARANGUREN CONFIRMÓ EN LA AUDIENCIA PÚBLICA QUE VUELVE A SUBIR EL GAS A PARTIR DE ABRIL

El Gobierno confirmó ayer en audiencia pública la continuidad de su plan de aumentos tarifarios en el gas. El ministro de Energía, Juan José Aranguren, no precisó cuál será el porcentaje promedio de las subas, pero buscó llevar “tranquilidad” al afirmar que habrá un tope de 300 por ciento para los hogares con facturas superiores a los 250 pesos y de 500 por ciento para las empresas, un porcentaje que está muy por encima de los incrementos salariales que busca imponer el gobierno para este año. 
Al ajuste del precio de gas en boca de pozo analizado ayer se le sumará la suba en la retribución para las empresas de distribución y transporte, que en conjunto definirán los incrementos de las boletas para todo el país desde abril. Los montos y porcentajes involucrados en esta ronda de aumentos es todavía una incógnita porque el Gobierno anticipó días atrás que la parte dirigida a transporte y distribución se aplicará en tres tramos: abril, noviembre y en abril de 2018. La entidad Defensa de Usuarios y Consumidores que dirige Pedro Bussetti calculó que para un usuario de consumo medio-bajo, el aumento en el precio de generación eleva en 30/40 pesos la boleta. A ello se suma la porción del aumento destinado a distribución y transporte, que será muy importante por la fuerte suba del cargo fijo. Si todo el incremento (generación, transporte y distribución) se aplicara en abril, esa boleta subiría en más de 350 pesos, lo que equivale a un 168 por ciento interanual a igual nivel de consumo.
“Proponemos en esta audiencia pública aplicar desde abril una reducción del subsidio del Estado en la remuneración del precio del gas” señaló Aranguren en la apertura del evento realizado en el Teatro de la Ribera. Según los datos oficiales, actualmente la demanda abona un promedio ponderado de 3,42 dólares el millón de BTU y desde abril afrontará un valor de 3,77 dólares, lo que implica un incremento del 10,2 por ciento en dólares. El aumento en el gas para los distintos tipos de usuarios continúa de forma semestral hasta octubre de 2019, cuando desaparecerían los subsidios para este servicio. Para los usuarios de la Patagonia, la quita de subsidios es más gradual, atendiendo al mayor nivel de consumo por las bajas temperaturas.
Aranguren informó que el año pasado los subsidios al servicio de gas alcanzaron los 2690 millones de dólares. La demanda pasaría en abril de cubrir el 50 al 45 por ciento del costo del gas (con el incremento de 3,42 a 3,77 dólares el millón de BTU). Pero ese costo del gas no es el actual, que se ubica en 5,64 dólares teniendo en cuenta las diversas fuentes de importaciones y en 5,02 dólares si sólo se analiza el precio de producción de pozos maduros y del nuevo gas extraído. El Ministerio piensa en un precio que equivale a la paridad de importación “a mediano plazo” y que se ubica en 6,80 dólares el millón de BTU. En el plan oficial, las petroleras reciben mejores precios hasta llegar a octubre de 2019 con un valor de 6,80 dólares el millón de BTU. Eso sin contar el plan estímulo específico para alentar las inversiones en no convencionales.
En la audiencia de ayer, las petroleras enfatizaron la necesidad de tener en cuenta el costo de importar gas. En otras palabras, defendieron la paridad de importación, es decir, obtener precios cercanos al costo de importación. “Se necesitan incentivos adecuados para estimular las inversiones”, dijo Patricio Da Re, gerente de Planificación y Desarrollo de Negocios de YPF. “El GNL proveniente de Qatar, Medio Oriente, el sudeste asiático, Estados Unidos y Australia tiene un costo de entre 7 y 8 dólares el millón de BTU. El de- safío es competir con este precio”, dijo Hernán Silva, de Total-Austral. “Con los incentivos de precios correctos, la producción responde adecuadamente”, señaló Rodolfo Freyre, de Panamerican Energy. “A igual precio que su sustituto importado, la producción local tracciona sobre el empleo”, pidió Manuel José García Mansilla, de la Cámara de Exploración y Producción de Hidrocarburos. La gran ventaja que tienen las petroleras con el esquema que plantea el Gobierno es que los precios crecientes se relacionan con la paridad de importación y no con los costos.
Todavía no está claro cómo van a aumentar las boletas en abril. La razón es que la suba para el segmento de la distribución y transporte, que prometía ser violento según lo solicitado por las empresas en la audiencia pública, todavía no está definido y el Gobierno dijo que pretende desdoblarlo en tres etapas: abril, noviembre y abril de 2018. Si sólo se tiene en cuenta el impacto de la suba del precio de generación para los usuarios, el incremento de la boleta para un usuario de consumo medio-bajo es de 30 pesos, alrededor de un 10 por ciento. Pero a eso hay que sumar la porción de distribución y transporte, que por ahora se desconoce. Si el Gobierno aplicara en abril todo lo solicitado por las transportistas y distribuidoras, la suba para ese usuario sería superior a los 350 pesos, el equivalente al 168 por ciento, calculó Bussetti.
Aranguren no arriesgó ningún número para la suba. Apenas atinó, para supuestamente transmitir la preocupación por el “gradualismo”, que las facturas que superen los 250 pesos finales con impuestos incluidos no podrán registrar aumentos superiores al 300, 350, 400 y 500 por ciento según tipo de usuario.

11 de marzo de 2017 | Economía PANORAMA ECONÓMICO Patas cortas



(Imagen: Joaquín Salguero)

Las ventas con tarjetas de crédito sufrieron en febrero una caída del 4,1 por ciento en términos reales respecto del mismo mes de 2016. Es una cifra alarmante porque el descenso se produjo sobre niveles de consumo ya deprimidos tras la devaluación y la disparada inflacionaria del año pasado. La eliminación de las cuotas sin interés de Ahora 12 y Ahora 18 causó el impacto que cualquiera podía esperar, salvo los funcionarios del Gobierno, que aseguraron que la medida reactivaría la demanda por menores precios al contado. No ocurrió, sino exactamente lo contrario. Quitar el financiamiento con tasas subsidiadas a sectores mayoritarios de la población resultó otro golpe sobre el poder adquisitivo, castigado por los despidos, suspensiones, recorte de horas extras, tarifazos y paritarias que en 2016 quedaron en promedio 8 puntos debajo de la inflación. Las ventas con plásticos también bajaron 2,4 por ciento en términos reales respecto de enero. Así lo señala la consultora PXQ, que dirige el ex viceministro de Economía Emmanuel Alvarez Agis. Los datos son consistentes con el informe de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), que reportó un declive del comercio también del 4,1 por ciento el mes pasado, y con el relevamiento de la consultora Scentia sobre el consumo de productos esenciales: alimentos, bebidas, artículos de limpieza y cosméticos. Tras perder 4,6 por ciento en enero, la baja de febrero se ubicará entre 5 y 6 por ciento interanual, anticipa su titular, Osvaldo Del Río, quien proyecta que ese indicador no logrará reaccionar en 2017. “Se moverá en el rango de otra contracción de 1 por ciento o a lo sumo una recuperación de 1 punto. El año pasado terminó con un registro de -4,5 por ciento”, explica el especialista, con veinte años de trayectoria en el mercado, antes en la consultora Nielsen. Este indicador había subido 2,5 por ciento en 2015, 2,9 por ciento en 2013 y 2,2 por ciento en 2012, mientras que en 2014, año en que también se produjo una devaluación, la caída quedó contenida en 1,5 por ciento, una tercera parte de la baja del año pasado. La diferencia fue que el gobierno de Cristina Kirchner y el equipo de Axel Kicillof tomaron medidas para amortiguar el cimbronazo por la escalada del dólar, como por ejemplo la creación de Precios Cuidados y Ahora 12. En sentido inverso, el gobierno de Mauricio Macri y el equipo de economistas neoliberales que encabeza Nicolás Dujovne atentaron contra esas políticas, con los resultados a la vista. 
  El Gobierno puede seguir diciendo que la situación de la economía es fabulosa o que la culpa de todos los males es del kirchnerismo, indistintamente. Incluso puede lograr que muchos que compraron el discurso de la “campaña del miedo” cuando se advertía que la eliminación de las regulaciones cambiarias –el denostado “cepo”– llevaría a una mega devaluación que se iría a precios, que la quita de retenciones agudizaría el problema y que los tarifazos y la apertura importadora hundirían la producción ahora le compren que en realidad antes todo era un desastre y que se robaron todo. Lo que no consigue es revertir la crisis. Y eso está causando desesperación hasta en sectores empresarios identificados con el cambio, como los grandes supermercados y la conducción noventista de la Unión Industrial Argentina. Las ventas de productos esenciales en grandes superficies se desplomaron 9,4 por ciento en cantidades en enero contra igual mes de 2016, según el estudio de Scentia. Antes que eso, encadenaron bajas del 8,4 por ciento en diciembre, 9,5 en noviembre, 8,3 en octubre, 7,9 en septiembre y 5,6 en agosto. Es decir que ya pasó un semestre completo con resultados desastrosos. Ya van 13 meses consecutivos con caídas, que para las grandes cadenas significó una baja de 6,0 por ciento en todo 2016. En febrero los números son todavía peores, en una tendencia que no se corta. En la industria, casi la totalidad de los bloques siguen disminuyendo la producción y generando despidos y suspensiones. Hasta Adrián Kaufmann y Daniel Funes de Rioja, presidente y vicepresidente de la UIA, se quejaron en la semana en la primera reunión del año de Comité Ejecutivo de la entidad por la falta de perspectivas y por los reproches que recibieron del Gobierno, que los acusa de no apoyar lo suficiente el nuevo modelo que los está barriendo.
  Solo el pulmotor del endeudamiento -gracias al desendeudamiento de la década anterior- evita tensiones mayores, sobre todo cambiarias, al menos por ahora. Pero entre grandes empresarios, pymes y trabajadores se respira un aire con reminiscencias a los tiempos de Fernando De la Rúa. Funcionarios que viven en una realidad paralela (muchos son los mismos), que no escuchan, que toman medidas que agravan los problemas, con un presidente embarrado de denuncias de corrupción. “Este martes nos movilizamos en defensa del trabajo y la producción nacional. Somos trabajadores y empresarios pymes de los rubros textil, metalmecánico y otros sectores de la producción lujanense. Si el rumbo económico del gobierno nacional no cambia, la industria de Luján, representada por casi 200 empresas y 6500 trabajadores, corre riesgos de terminar en una crisis similar a la de 2001”, advirtió ayer la federación de empresarios y trabajadores de esa localidad del conurbano bonaerense. Las marchas de la semana de docentes, de la CGT y de las mujeres –con represión incluida– pusieron en escena un clima cada vez más denso. “Yo vivo en el conurbano y siento el calor que se está levantando. Los que viven en la Capi (sic) creen que están alambrados, pero todo llega”, señaló por su parte Ricardo Pignanelli, titular de Smata, uno de los sindicatos de la industria automotriz que está sufriendo despidos y suspensiones.
  Las infografías que presentaron el miércoles los ministros de Producción, Francisco Cabrera, y de Trabajo, Jorge Triaca, para negar lo evidente, que la avalancha importadora está desplazando producción nacional, mereció una respuesta hasta de la Fundación ProTejer, liderada por el entusiasta del cambio Teddy Karagozian. El mercado textil, les recordó la entidad a los funcionarios, se achicó 15 por ciento el año pasado, y sobre eso, la participación de la industria nacional se contrajo de 50 a 39 por ciento. En conclusión, de producir 250 mil toneladas en 2015 las fábricas locales bajaron a 166 mil toneladas en 2016, 33,6 por ciento menos. “La visión oficial sobre la administración del comercio subestima el daño que provocan las importaciones en el empleo y el nivel de actividad industrial”, lamentó ProTejer, que acusó a los hombre del Gobierno de “no comprender la realidad económica por la que atraviesan empresas y trabajadores de la cadena textil”.
  Alvarez Agis, en tanto, retrucó aquel informe de Cabrera y Triaca con datos oficiales. “Hay avalancha de importaciones, es grande y difícil de parar”, avisó. “En la economía argentina, por cada punto de aumento o caída del PIB, las importaciones suben o bajan 3 puntos. Como en 2016  el PIB se contrajo 2,3 por ciento, la cantidad de compras al exterior debería haberse reducido entorno al 7,5 por ciento. Sin embargo, la participación de las importaciones sobre el PIB subió de 25,3 por ciento en promedio entre 2012 y 2015 a 26,7 por ciento en 2016”, apuntó. Además, las importaciones crecieron 4 por ciento en cantidades y bajaron 10 por ciento medidas en precios. “Es decir, la Argentina importó una mayor cantidad de cosas, pero a un menor precio. Este panorama es aún más dramático en las importaciones de bienes de consumo, que son las que afectan de manera más rápida y directa el empleo local, ya que el año pasado crecieron 17 por ciento en cantidades”, agregó. Por último, recordó que “el 80 por ciento de lo que la Argentina importa no tiene ningún tipo de proceso administrativo que permita evitar los efectos de la competencia externa sobre el trabajo local. La inmensa mayoría de los productos importados tienen acceso irrestricto a nuestro país”.
La estrategia de negar la realidad podrá o no ser efectiva en términos políticos para Cambiemos, pero la experiencia de 2001 enseña que llevar la economía con tozudez hacia un paredón termina con un choque de frente. En ese punto, la mentira tiene patas cortas.

11 de marzo de 2017 | El país EL GOBIERNO NO CAMBIÓ DE ACTITUD Y LA SEMANA PRÓXIMA HABRÁ PARO DOCENTE EN BUENOS AIRES Y A NIVEL NACIONAL

Las medidas de fuerza signarán también la segunda semana del ciclo lectivo 2017. Ctera, ante el incumplimiento de la ley que obliga al gobierno de Mauricio Macri a convocar a la paritaria federal y la generalización de conflictos provinciales, anunció un paro en todo el país para el miércoles y el jueves. En la provincia de Buenos Aires, donde los alumnos comenzaron ayer las clases luego de cuatro días de paro, el gobierno de María Eugenia Vidal subió su propuesta apenas un punto, al 19 por ciento, lejos del 35 que reclama el Frente Gremial Docente, que retomará su plan de lucha el lunes. “La propuesta fue rechazada en todos sus términos”, informó la titular de la Federación de Educadores Bonaerenses (FED), Mirta Petrocini, quien planteó la necesidad de preguntarse “quién deja a los chicos sin clases”. Al anochecer, Vidal escribió en Facebook que “la provincia de Buenos Aires está fundida” y el Ministerio de Trabajo anunció que dictará una conciliación obligatoria para frustrar el paro. En la Ciudad, el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta reiteró su oferta del 18 por ciento en dos cuotas y los gremios anunciaron un paro los mismos días que Ctera. “El problema no es de número sino de absoluta decisión política”, destacó el secretario general de UTE, Eduardo López.
El paro nacional de 48 horas de la semana próxima resuelto por el congreso de Ctera incluirá una jornada de protesta con marchas, actos, radios abiertas, foros y abrazos a las escuelas. . La central advirtió que las jornadas de lucha tendrán lugar “en camino a la Marcha Federal Educativa del 21 y 22 de marzo”, que en los hechos serán otros dos días de paro. Además, anunció que iniciará acciones judiciales contra el ministro Esteban Bullrich por incumplir la Ley de Financiamiento Educativo.
“Ctera exige al Ministerio de Trabajo que convoque a la Paritaria Nacional Docente como forma de resolver los conflictos en todo el país”, plantea el comunicado de la secretaria general Sonia Alesso y el de prensa Alejo Demichelis. Entre otras razones mencionan “los numerosos  conflictos provinciales, los ‘techos salariales’, la ausencia de propuestas a convocatoria en varias provincias, la situación de los despidos en el Ministerio de Educación, de los tutores del INFoD y de los Planes Socioeducativos”.
Los alumnos de escuelas primarias bonaerenses tuvieron ayer su primer día de clases luego de cuatro días de paro. La “propuesta superadora” promocionada por el gobierno de Vidal significa, según la categoría de cada docente, entre 64 y 90 pesos de bolsillo, explicaron los gremios al rechazarla. El frente que integran Suteba, FEB, UDA, AMET (técnicos), Sadop (privados) y Udocba, más los estatales de ATE y UPCN, se reunió ayer en La Plata con Finocchiaro y los ministros de Trabajo, Marcelo Villegas, y de Economía, Hernán Lacunza. Mientras los maestros piden un aumento del 25 por ciento más diez para recuperar la pérdida de poder adquisitivo de 2016, la oferta de Vidal es de un 19 por ciento (5 en enero, 5 en abril, 9 en septiembre), una suma en negro de entre 500 y 1500 pesos según los cargos, y una remunerativa de entre 1500 y 3750.
“Rechazamos categóricamente esta propuesta porque nuevamente, después de una movilización de 100 mil personas reclamando la paritaria nacional y una medida de fuerza que se sostuvo hasta hoy, nos vienen con una oferta que es apenas un aumento de uno por ciento”, explicó el titular del Suteba, Roberto Baradel, al anunciar el rechazo y el paro del lunes, cuando evaluarán cómo seguir. La medida incluirá esta vez a los docentes de colegios secundarios, que ese día debían comenzar las clases. Petrocini explicó que “es la misma propuesta, son los mismos números dados vuelta, no hay que engañarse”. “Algunas cifras son muy sonoras y altisonantes pero no es nada más y nada menos que un préstamo que al tercer mes se diluye”, remarcó la titular de la FEB, y explicó que “para destrabar el conflicto se debe recuperar el poder adquisitivo” perdido en 2016. Petrocini sugirió “preguntarse quién deja a los chicos sin clase”. 
Miguel Díaz, titular de Udocba, propuso irónicamente a los docentes “festejar que van a ganar 64 pesos más en el año”. “La señora gobernadora tiene que darse cuenta de que tiene que salir del empecinamiento salarial. Los docentes no podemos vivir con este salario. Que no se escondan detrás de los alumnos”, reclamó. El secretario de ATE Provincia, Oscar de Isasi, expresó que la propuesta “deja a los docentes por debajo de la línea de pobreza”. Confirmó que concurrirá hoy a la reunión de “mesa técnica salarial” en el Ministerio de Economía pero adelantó que “ATE está evaluando una medida de alcance nacional junto a trabajadores judiciales y profesionales de la Salud”.
Entrada la noche, Vidal publicó en las redes sociales una respuesta victimizándose, usando de escudo a los alumnos y tratando de justificar la oferta del 19 por ciento: “A pesar de haber trabajado para seguir el diálogo con los gremios, con los chicos en las aulas, muchísimos alumnos en nuestra provincia no tuvieron clases durante 4 días. Nos duele, tanto como a ustedes, tener que pasar por esta situación”, afirmó. En otro tramo, insistió en que la provincia está “fundida” y llamó a seguir negociando “aún sin estar convencidos de la buena voluntad de algunos de los gremios”. “La Provincia está fundida, la encontramos fundida y continua fundida”, se justificó también Finocchiaro tras el rechazo de los docentes. Su par de Trabajo, Marcelo Villegas, anunció que dictará la conciliación obligatoria tras un fallo de Cámara que revocó el del juez Luis Arias, quien había anulado la última decisión del Ejecutivo en ese sentido al objetar que sea juez y parte del conflicto. Los gremios bonaerenses afirmaron que hasta ayer no habían sido notificados del fallo judicial.
En la Ciudad, tras 48 horas de aulas vacías y tres días de clase, la ministra de Educación, Soledad Acuña, transmitió ayer una propuesta que tildó de “definitiva”: 18 por ciento (14 en marzo, 4 en agosto) más cinco pagos de 200 pesos en negro. ADEMIS la rechazó de inmediato. Más tarde, en conferencia de prensa, el secretario de UTE, Eduardo López, anunció el rechazo y la convocatoria al paro de 48 horas el miércoles y jueves. López señaló su “profunda preocupación” por la decisión de Bullrich “de desertar de su responsabilidad al frente del sistema educativo argentino”. Calculó en 50 mil millones de pesos la diferencia entre el 18 por ciento que oferta el gobierno y el 35 que reclaman los maestros y advirtió que “es mucho menos que la suma que el gobierno procuró perdonar a una empresa de su propiedad”, en referencia a la deuda del Correo Argentino de los Macri con el Estado.

11 de marzo de 2017 | El país PANORAMA POLÍTICO Pobreza bajo cero


(Imagen: Leandro Teysseire)

El conflicto docente fue Baradel, el impresionante acto del martes fue el incidente en el palco y la gran marcha de mujeres del miércoles fue el grupito que atacó al pibe con la bandera del Vaticano. El relato se abroquela: el resentimiento de un dirigente kirchnerista, el impresentable sindicalismo peronista y las feminazis. Pero el relato es para los que los votan. Los Ceos tienen claro que para llegar al diseño de país que ellos se han fijado tienen que atravesar estas tormentas. Hay que achicar los salarios “no competitivos” de los trabajadores y aumentar el margen de ganancia de las corporaciones. Mucha gente que los votó cree que lo hizo en una cruzada contra el mal. Los Ceos han construido esa imagen. Pero el relato se resquebraja, la realidad se revela y se impone: 2,6 por ciento de inflación, 33 por ciento de pobreza.
Un mes que empezó con tres actos que explotaron  en las calles, que se iba a continuar este lunes con la movilización de la CTEP, que cambió para el miércoles con la modalidad de cortes y piquetes, que seguirá con el paro general que deberá anunciar la CGT y el 24 con el movimiento de derechos humanos, desafiado también por las políticas de la alianza Cambiemos.
Hubo miles que marcharon por primera vez, muchos que venían de masticar y tragarse las imágenes que proyecta el relato de Cambiemos para desprestigiar a la educación pública, al sindicalismo y al feminismo. El ataque mediático contra el dirigente de los maestros bonaerenses combinado con las amenazas a su familia, fue una estrategia organizada. Lo mismo que el incidente frente a la Catedral cuando había terminado el masivo acto por el Día Internacional de la Mujer.
Con la magnificación de los incidentes en el palco en el acto de la CGT trataron de ocultar el clima de enojo con el gobierno que campeaba sobre esa impresionante multitud. Y destacaron que no se había puesto fecha al paro. Esos fueron los títulos de los medios oficialistas. Si fueron 300 mil o 500 mil, lo real es que desbordaron los cálculos del gobierno, de los organizadores y de los analistas. La movilización inundó las calles de Buenos Aires. Por todos lados había columnas. Ya se habló de la escasa sintonía con la muchedumbre que tuvo el trío que encabeza la CGT, pero habría que empezar a pensar en los efectos que tendrá esa impresionante muchedumbre en las calles reclamando con energía un paro general contra las políticas del gobierno de Cambiemos.
Algunos radicales de Cambiemos salieron con furia a recrear el relato de la revancha kirchnerista. Hay en esa reacción resabios de la frustración del delarruismo expulsado del gobierno por la rebelión de 2001. Los Ceos mantuvieron la calma, midieron el clima y tomaron medidas: desdoblaron hasta después de las elecciones los abusivos nuevos aumentos de tarifas, convocaron a los maestros, aunque la nueva reunión fracasó y reglamentaron la ley de emergencia social que estaba reclamando la CTEP. El Ministerio de Trabajo buscó la complicidad de la UTA y retiró la personería gremial a los trabajadores del subterráneo. Jorge Triaca convirtió a su ministerio en un fuerte operador sobre el movimiento obrero y la justicia laboral. Quiso voltear la paritaria de los bancarios y perseguir a los jueces que se lo impidieron. Lo que toma estado público es apenas una mínima parte de la ofensiva lanzada por el gobierno frente a la apertura de las paritarias donde, desde su punto de vista, se pone en juego el destino de su política económica. El inexplicable furcio de convocar a un acto masivo con la consigna de “paro general” para después no convocarlo, reflejó las diferencias que busca generar esta estrategia del gobierno en las diferentes corrientes del movimiento obrero.       
Pero la contundencia de las movilizaciones se impone sobre cualquier otra disquisición. La calle tiene su propia lógica. El 17 de octubre y el Cordobazo o la toma del frigorífico Lisandro de la Torre constituyeron picos significativos cuyos efectos subterráneos se proyectaron durante varios años. La gente en la calle estos tres días de marzo fue un hito para la descomposición del escenario que crearon las elecciones de fines de 2015 hasta ahora. El discurso hegemónico empieza a perder credibilidad, la perspectiva del pasado reciente asume una visión más real de aciertos y errores, pero al mismo tiempo decanta los avances que logró Cambiemos como fuerza política. Se abre un nuevo escenario cuyos rasgos se irán delineando hasta las elecciones de medio término, en octubre.
Llevado por la inercia, Mauricio Macri insistió ayer con un discurso que ya no resiste la realidad. Reconoció que hay “mucha pobreza” (pero se la endilgó a la pesada herencia) y afirmó el disparate de que la economía está creciendo.
La pobreza la sienten los que la sufren. Su medición es totalmente relativa. Cuando se decía en 2002 que la pobreza era más del 50 por ciento, se estaba usando como parámetro una canasta básica total integrada por el consumo promedio de una persona de clase media baja, calculando calorías, carne, pastas y otros consumos no alimentarios. Esa canasta se usaba desde los años 80 y fue la que se usó también durante el kirchnerismo. Cuando empezó a circular la medición de la UCA, daba varios puntos por arriba de la medición anterior y por esa razón fue que la empezó a usar la oposición de aquel entonces, actual oficialismo. Cuando el Indec reelaboró ahora la composición de esa canasta básica total para ponerla acorde con las cifras de la UCA, sacó algunos elementos e incorporó otros, con lo que la nueva canasta es 35 por ciento más cara que la anterior, lo cual corre también para la medición de la UCA. No se trata de que una es mejor y la otra peor y está bien que se actualicen los datos. En realidad, eso habla bien del kirchnerismo porque quiere decir que los hábitos de consumo de la clase media baja mejoraron mucho. Lo que no se puede es comparar las mediciones. Según el investigador Daniel Schteingart, la canasta actual mete 13 puntos más de pobres que la anterior. Y si se midiera con esta canasta, la pobreza de 2002 sería del 67 por ciento y el kirchnerismo entregó el gobierno con 29 por ciento. Cambiar el método y hacer comparaciones es deshonesto si no se avisa. La UCA intervino en aquellos años con una metodología diferente y ahora se adecuó al Indec para igualarse con la UCA.
Según Schteingart, la actual canasta es una de las más exigentes de América Latina, es casi el doble que la de Brasil, que tendría más del 40 por ciento de pobres si se aplicara esta canasta. Con esta aclaración resulta estúpido decir que ahora hay menos pobres que en 2006 o que durante el kirchnerismo.  O que el kirchnerismo dejó más pobres que en Brasil o México. Con esta canasta, México tendría el 65 por ciento de su población bajo la línea de pobreza. Por supuesto, esta canasta está bastante por abajo de la de Estados Unidos donde contabilizan 14 por ciento de pobreza, pero si se midiera con la canasta argentina actual, no pasaría del 0,3 por ciento. Schteingart aclara que tampoco se puede hacer comparaciones con estos parámetros entre países porque todos tienen una medición diferente de acuerdo con sus hábitos, culturas y posibilidad de acceso a determinados bienes.
Haciendo estas aclaraciones sobre la metodología, el Indec y la UCA coinciden que se pasó del 29 por ciento en 2015 a 33 por ciento en 2017. Aún así parece poco. Solamente si se tiene en cuenta la cantidad de empleos –formales e informales– que se perdieron este año, y se calcula que por cada empleo puede haber una familia, solamente con ese cálculo se acerca mucho a la cifra de nuevos pobres que indican las mediciones. Y eso sin contar las familias que sufren esa caída simplemente por la carestía de la vida y la pérdida de capacidad adquisitiva del salario.
Algunos criticarán esta discusión matemática sobre un tema tan sensible y que atraviesa en forma dramática la vida de cientos de miles de personas. Pero aunque sea desagradable es importante aclarar este tema porque se usan los números para confundir y hacer creer que la pobreza siempre va a existir o que se combate dándole más riqueza a los ricos. Se ha querido demostrar que por más que se creen millones de empleos, se jubile a millones de ancianos a los que no les hicieron sus aportes o se les conceda la Asignación Universal por Hijo a las jefas de hogares humildes, cualquier esfuerzo que se haga no logra hacer que las personas vivan con dignidad haciendo retroceder la pobreza. La defensa del salario y las jubilaciones es luchar contra la pobreza. En cambio todas las políticas del gobierno actual crean más pobreza haciendo más ricos a los ricos. Y hasta las mismas cifras que ellos miden se lo está diciendo. Las tres convocatorias masivas de esta semana de grandes manifestaciones fueron en defensa del salario y el empleo de docentes, trabajadores en general y en particular de las mujeres. Esa es la verdadera lucha contra la pobreza.

Relámpagos #46 l 8M: Somos nosotras, las que no tenemos límites; por Anabel Fernández Sagasti

8M: Somos nosotras, las que no tenemos límites; por Anabel Fernández Sagasti l "La resistencia y la pelea que dimos las mujeres estos últimos años provoca progresivamente un debilitamiento en las bases machistas no sólo de la sociedad, sino también en el interior de las estructuras partidarias, gremiales y de las organizaciones sociales, culturales y políticas". (Leer nota)
Detener/La marcha, por Natalia Torrado l "Es hora de pararnos para pararlos. Porque si no paramos todos, las marchas se vuelven slogans publicitarios, con su reverso exacto de patadas y golpes y abusos policiales".
(Leer nota)
Transparencia y abyección: de carneros, buchones y saltibanquis; por Sebastian Russo l "El voluntario carneril, hoy, aquí, practica su abyección por convicción y alardea por ello en las nuevas ágoras sociales".
(Leer nota)
Conflicto vasco: una alternativa a los esquemas mentales de confrontación l Entrevista a la periodista de política internacional Samara Velte, del diario vasco Berria, quien analiza la representación de los presos vascos en la prensa española. (Leer nota)
Fanzine de Emergencia 8M, por Artistas Feministas Autoconvocadas l "Hermana / la tormenta que se aproxima / somos nosotras centelleantes / estamos en camino". (Leer nota)
Nosotras paramos, hacemos huelga, nos organizamos y nos encontramos; por Maia Blacher l "En el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, se marchó para decir basta a la violencia machista y en defensa de sus derechos como mujeres, trans, travestis y como trabajadoras". (Leer nota)
Relámpagos. Ensayos Crónicos en un Instante de Peligro (Leer números anteriores)
 

miércoles, 8 de marzo de 2017

MORALES EL SALVAJE

En una entrevista para Radio Mitre, el gobernador de la provincia de Jujuy, Gerardo Morales, negó que Milagro Sala haya querido suicidarse e indicó que…
ENORSAI.COM.AR

Fue primicia de BarcelonaWeb.
El conductor del noticiero de trasnoche de Canal 13 ahora sostiene que “las mujeres de ‘NiUnaMenos’ andan pidiendo vitamina P”
Clic en la sugerente imagen para acceder a la nota.
Adquiera Revista Barcelona en kioscos y en digital.revisbarcelona.com
Recíbala por correo suscribiéndose en papel.revisbarcelona.com
"El colectivo #NiUnaMenos está conformado, básicamente, por chicas que piden a gritos un poco de vitamina P", observó Massaccesi con su tono pícaro.
REVISBARCELONA.COM