lunes, 15 de agosto de 2016

EN EL JUICIO POR EL OPERATIVO INDEPENDENCIA REAPARECE LA TEORIA DE LOS DOS DEMONIOS “¿Había razones para secuestrarlos?”

Por Alejandra Dandan
La primera vez se oyó durante la audiencia. Gabriel Casas es el presidente del Tribunal Oral Federal de Tucumán a cargo del juicio por el Operativo Independencia. Luego de un reclamo acalorado de fiscales y querellas para limitar las preguntas de las defensas a víctimas testigos, Casas explicó: “La defensa tiene el derecho a preguntar si el testigo tiene credibilidad y si había razón o no para detenerlo, bah, para secuestrarlo o para detenerlo o como se llamare a la privación de libertad”. Esa línea que busca “razones” para justificar los crímenes de las fuerzas represivas del Estado, quedó escrita pocas horas después y con más disimulo en una resolución del Tribunal, firmada por la mayoría de Casas y Carlos Enrique Ignacio Jiménez Montilla y la honrosa oposición de Juan Reynaga. Una resolución considerada grave y muy peligrosa por organismos de derechos humanos locales, querellas y ministerio público fiscal no sólo por los errores, que los tiene, sino porque con gradualismo el argumento defensista de la guerra reaparece aquí en el campo de los textos de los jueces.
“Atento a que estamos sentados en debate por una imputación sobre supuestos delitos de lesa humanidad que no serían tales si no se prueba que la persecución en este caso habría sido por motivos ‘políticos’, resulta necesario que ello quede acreditado mediante pruebas fehacientes”, indica el primer párrafo de la resolución del 4 de agosto que se complementa con el último. “En consecuencia y concretamente, las actividades políticas que pudiera haber realizado el testigo incluyendo como tales, con criterio amplio, acciones armadas, ya que mas allá de la valoración sobre su licitud, resulta absolutamente objetivo el hecho de que se produjeron en principio con connotaciones políticas.”
Así el TOF está diciendo que para que haya delitos de lesa humanidad debería haber móvil político. Lo cual, como explica uno de los fiscales, es falso porque los delitos de lesa humanidad son ataques generalizados, sistemáticos e indiscriminados contra la población civil. Así también existe un juego de habilitaciones entre lo oral y lo escrito, para vestir a las víctimas de combatientes. Uno de los cuestionamientos centrales de fiscales y querellas sin embargo hace foco en otro asunto: que esas preguntas sitúan a las víctimas como imputados y vienen a darle un viso de legalidad a datos que emergen de causas irregulares, muchas basadas en la Ley 20.840 de criminalización de la militancia, “montadas con pruebas plantadas, declaraciones bajo tormento, procesalmente ilegales, sin abogados defensores”, como señala el abogado Pablo Gargiulo, uno de los querellantes. Por esas causas el ex juez federal Manlio Torcuato Martínez que tomó declaraciones en la Escuelita de Famaillá, fue condenado en los juicios de Tucumán.
El juicio lleva nueve semanas de audiencias durante las cuales declararon más de 80 testigos.
La semana pasada la declaración del matrimonio Ojea Quintana con sus dos hijos tensó un debate que se arrastra desde el comienzo. El juicio indaga sobre un período formalmente previo al comienzo de la dictadura. Hechos que sucedieron a partir de marzo de 1975 cuando Tucumán se convirtió en ensayo de las prácticas genocidas. Los represores niegan la existencia de los crímenes, pero en ese escenario discuten la decisión de que se haya producido con el aval de un supuesto estado democrático. Allí intentan mostrar que estaban haciendo patria en la disputa de una guerra. “Acá todavía tiene vigencia aquello que era un eslogan de la época”, agrega Gargiulo. “Tucumán cuna de la independencia, sepulcro de la subversión.”
Durante la audiencia, la fiscal Julia Vitar se opuso a las preguntas que le hacían a Graciela Celina Imáz, esposa de Rodolfo María Ojea Quintana. El presidente del TOF se negó al planteo. Ella quedó comentando algo por lo bajo. Pero de pronto, el juez la increpó: “Bueno, a ver doctora Vitar usted observa desde la clandestinidad, digamos desde la izquierda oscura”.
Inmediatamente después de la audiencia, los jueces sacaron la resolución que a los ojos de los acusadores buscó remediar lo que se había dicho en la audiencia. De todos modos, no alcanzó. La fiscalía a cargo de Pablo Camuña presentó una reserva en Casación para resolver una dinámica que no parece ir en baja y que se espera pueda ser resuelta durante el transcurso del juicio. En esa línea, preparan además una nueva presentación ante el TOF para que aclare y especifique de qué se trata esta libertad de preguntas.
“Retrocedimos al escenario del Juicio a las Juntas”, dice Camuña todavía atónito. “El punto central de nuestro cuestionamiento es que esta posición de los jueces corre el eje del objeto de este juicio y justifica de alguna manera los casos de secuestro por la militancia política. Las víctimas testigos pasan a ser investigados. Ya dijimos en la sala que las preguntas de las defensas son interrogatorios semejantes a los que se les hacían durante las torturas. Y en realidad lo central no es lo que están diciendo los defensores, sino que el TOF no pone las cosas en su lugar para que los procesos penales no se conviertan en procesos de revictimización, que las víctimas no sean apremiadas ni maliciosamente interrogadas”.
Pese a que la dimensión política de las víctimas como sus filiaciones a organizaciones revolucionarias logró ser enunciada en los juicios durante estos últimos años en términos positivos, aquí vuelven a plantearse a modo de impugnación presentadas en ese sentido por las defensas y avalas por los jueces. Los organismos de derechos humanos, querellantes, familiares y militantes políticos y sociales de la provincia prepararon un documento de repudio destinado al Tribunal. “Los abajo firmantes nos presentamos ante el Tribunal a los fines de expresar nuestra disconformidad y preocupación por la resolución adoptada por la mayoría de sus integrantes el 4 de agosto pasado en el marco de las audiencias de la Megacausa Operativo Independencia”. Señalan que “el camino adoptado por el Tribunal, al permitir a las defensas realizar cualquier índole de preguntas, sin que la línea de interrogación esté limitada por los derechos de las víctimas a no ser revictimizadas y a que se respete su dignidad, empuja este proceso –el más importante que tuvo nuestra provincia por delitos de lesa humanidad– a un callejón sin salida”.
Un juez de la Cámara de Casación Penal de la Nación dijo hace muy pocos días a este diario que los fallos de la Corte y de la Cámara de Casación Penal rápidamente tienen impacto en el resto de las instancias. Casas, Gimenez Montilla y Reynaga fueron los jueces que condenaron a 3 militares por la masacre de Capilla del Rosario de Catamarca, un fallo que fue duramente cuestionado por dos de los jueces jurásicos que conserva la Casación como es el caso de Eduardo Riggi y Liliana Catucci. Sus votos anularon el fallo, liberaron a los detenidos y declararon el objeto del juicio inválido al considerar que no eran hechos de lesa humanidad porque no habían sido cometidos durante la vigencia formal de la dictadura, a partir de marzo de 1976. Pero aunque no era necesario, también buscaron quitar la categoría de víctima de los masacrados poniéndoles el uniforme de combate. Algo de todo esto parece estar jugándose ahora en este juicio, con hechos previos a marzo de 1976, cuando Casas no analiza si hubo o no hubo prácticas aberrantes, clandestinidad, secuestros y torturas, sino que dice que está bien analizar si hubo “razones” para que hayan existido.

EL GOBIERNO JUJEÑO Y EL CONFLICTO EN LEDESMA En contra de los trabajadores

Por Adriana Meyer
El Ministerio de Trabajo y Empleo de Jujuy dictaminó multar y sancionar al Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar de Ingenio Ledesma (Soeail) por no acatar la conciliación obligatoria que impuso durante el conflicto que el mes pasado duró más de una semana, durante el cual los operarios fueron ferozmente reprimidos. Según la resolución de la cartera laboral en el expediente 1200-403-2016, el gremio debe pagar 2 millones 355 mil 260 pesos al estado provincial. Tras recibir la notificación, el secretario general del Soeail, Rafael Vargas, dijo a Página/12 que buscarán la nulidad de la medida.
“Estamos asombrados por el nivel de penalización y persecución de las legítimas luchas y reivindicaciones sociales, lo que nos remonta a lamentables episodios del pasado reciente de nuestro país, incluso de nuestra ciudad de Ledesma”, expresó el dirigente, en referencia a los secuestros y desapariciones de las noches de los Apagones, en 1976.
El sindicato había iniciado una huelga por tiempo indeterminado el 14 de julio pasado, y ese mismo día fueron reprimidos en la planta de gas del Ingenio Ledesma por la policía de la provincia. La sanción al Soeail se dictó en medio de un clima de tensión entre el gobierno de Gerardo Morales y los sindicatos estatales, tras el tras el anuncio de que se descontarán los días no trabajados durante el paro de 48 horas de la semana pasada, y de que también estudian aplicar sanciones administrativas.
“Blaquier amenaza con no pagar los días de paro, el gobernador Morales sanciona al sindicato y amenazan sus portavoces con no pagar a los estatales que, tanto como los azucareros, dieron un claro mensaje en contra del techo salarial a pesar de las amenazas y persecución”, expresó Natalia Morales, delegada de ATE y ex candidata a gobernadora por el FIT.
El monto de la multa a los azucareros por haber desacatado la conciliación obligatoria equivale a la suma del 50 por ciento del salario mínimo de cada trabajador afectado por esta sanción.

DOS EX SECRETARIOS DE LOS KIRCHNER NEGARON HABER VISTO A CASANELLO EN OLIVOS Sólo falta probar con Pokemon

Por Irina Hauser
Dos ex secretarios, uno histórico de Néstor y otro de Cristina Kirchner, declararon ante la Sala II de la Cámara Federal que nunca vieron al juez Sebastián Casanello en la quinta de Olivos, a contramano de la versión de Lázaro Báez y de su hijo Leandro, quienes basaron sus intentos de recusarlo en el relato de una reunión suya con la ex presidenta en septiembre del año pasado. Los dos testigos, Daniel Alvarez y Mariano Cabral, contaron que sí vieron en la residencia presidencial al empresario de la obra pública. El tribunal no encontró absolutamente nada que acredite la supuesta cumbre con el juez: no hay videos, la Policía Federal no halló evidencias, no hay llamadas ni registros en el libro de visitas y ahora estos dos testimonios niegan la presencia de Casanello.
“A Casanello nunca lo vi personalmente, no lo conozco, nunca hablé con él y jamás arreglé una audiencia entre él y la presidenta”, dijo Cabral ante los camaristas Martín Irurzun y Eduardo Farah, y los abogados de Báez. Cabral, de 30 años, era secretario personal de CFK. Contó que al empresario sí lo vio pero no recordaba la fecha. “Tampoco es que lo recibí ni le abrí la puerta, sólo lo vi”, sostuvo en la audiencia judicial. Al comienzo Irurzun, titular de la Cámara, le explicó que lo habían citado porque Báez lo mencionó como uno de los supuestos testigos de la presencia de Casanello en Olivos en la misma época que ya lo investigaba por lavado de dinero.
Luego pasó Alvarez, quien en rigor había sido secretario de Néstor Kirchner y estaba vinculado con Báez. Según narró, lo llevó desde Belgrano hasta la residencia a reunirse con la ex presidenta. Tampoco, dijo, lo vio al juez Casanello esperando en Olivos ni reunido.
La recusación contra Casanello hizo un recorrido llamativo: el primero que la presentó fue Leandro Báez, cuando todavía no estaba imputado en la causa (ahora sí lo está por su vinculación con una cuenta en Suiza); invocaba información periodística, en especial de La Nación, según la cual Lázaro Báez les había contado a personas que lo fueron a visitar a la cárcel, que había estado en un encuentro en Olivos del cual participaron además de CFK y él, Casanello, Wado de Pedro y el ex secretario de justicia, Julián Alvarez. Con eso, Leandro Báez advirtió que Casanello no sería imparcial. El juez rechazó el planteo y además refutó todo públicamente. Cristina Kirchner, del mismo modo, aseguró que no lo conocía. Báez padre dobló la apuesta cuando relató en un manuscrito que se había cruzado con el juez en la quinta de Olivos. También pidió reunirse con los jueces de la Sala II, y lo consiguió dos veces. Le pidieron que declarara, y ahí ratificó todo. Al juzgado, la Cámara nunca le notificó ningún planteo de recusación del empresario.
En el ínterin, los camaristas también le encomendaron a la Policía Federal que buscara pruebas. El jefe de la fuerza, Néstor Roncaglia, envió un informe que decía que no había ninguna prueba que corroborara lo que los Báez contaban. Ahí fue que la Cámara decidió investigar por su cuenta y citar a los secretarios. El resultado fue igual: ni rastros de Casanello en la quinta de Olivos ni de vinculación con la ex mandataria. Ahora analizan si piden alguna medida más, o si resuelven de una vez la recusación del juez, a quien han cuestionado de manera denodada en cada resolución sobre este caso y en el último incluso, si bien confirmaban los procesamientos de Baéz y los demás imputados, le advirtieron que debía investigar a la ex presidenta. El fallo, en términos inusuales, se refería a las maniobras investigadas en términos de “la ruta del dinero K” y sostenía que el juez debe investigar a Cristina Kirchner porque –advertía– “es de la lógica más elemental sospechar acerca de la íntima relación existente entre la cuantiosa adjudicación de obra pública a Báez y las relaciones del nombrado con los ex presidentes Néstor Kirchner y Cristina Fernández”.
Casanello quiso elevar a juicio oral dos tramos de su investigación donde Báez, su hijo Martín, el contador Daniel Pérez Gadín, su hijo Sebastián, el abogado Jorge Chueco, Leonardo y Federico Elaskar están ya procesados por lavado de dinero. Uno es el que se derivó de la filmación dentro de la financiera SGI, donde aparecía Martín Báez contando 5,1 millones que su padre reconoció como propios; otro surgió por la determinación de un circuito de lavado en el cual Báez compró bonos de la deuda argentina en el exterior por 32 millones de dólares, venderlos y reingresarlos al país a través de la firma Helvetic Services. Sin embargo, los órganos del Gobierno nacional que son querellantes en la causa (la Unidad Financiera, la AFIP y la Oficina Anticorrupción), se oponen a elevarla a juicio oral sin investigar todos los negocios desde 2003, según dijo la Cámara, y a la ex mandataria. La dilación favorece a Báez, cuyos bienes sólo se podrían decomisar en la instancia de juicio. Todavía debe opinar sobre la elevación el fiscal Guillermo Marijuán. También falta definición sobre la situación de los hijos de Báez a raíz del hallazgo de las cuentas en Suiza. Y, sin un solo dato que vincule Casanello con CFK, queda por ver qué hace la Cámara esta vez.

EL JUEZ RAFECAS LE ENVIO A SU PAR BONADIO LA CAUSA ARCHIVADA POR LA DENUNCIA DE NISMAN En busca de un atajo para encontrar un delito

Por Raúl Kollmann
El juez federal Daniel Rafecas le envió ayer a su par Claudio Bonadio la causa archivada que en su momento se inició por la denuncia de Alberto Nisman contra la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el ex canciller Héctor Timerman. Rafecas le aclaró a Bonadio que le envía el expediente para que lo vea, lo estudie y analice las pruebas que se hicieron para que no se repitan. En Comodoro Py todos coinciden en que no puede haber conexidad entre las causas de Bonadio y la de Rafecas porque en esta última hubo inexistencia de delito y está archivada con archivo confirmado. Por lo tanto no puede haber conexidad con un hecho que no fue considerado delito. En paralelo, la defensa de Héctor Timerman recusó a Bonadio a través de un escrito en el que se detalla, por ejemplo, que el juez fue denunciado en la causa por encubrimiento en el caso AMIA por el propio Alberto Nisman, es decir que el fallecido fiscal denunció al magistrado que ahora pretende investigar su denuncia.
Bonadio se intenta apoderar de la causa iniciada por Nisman entrando por la puerta trasera. Se apoyó en los escritos de dos denunciantes tradicionales de Comodoro Py, uno de ellos del PRO, que se despacharon con una acusación insólita contra CFK y Timerman: traición a la patria. Uno de los denunciantes incluyó a todos los diputados y senadores que votaron el Memorándum de Entendimiento. Dos familiares de víctimas del atentado, Luis Czyzewski y Mario Averbuch, se sumaron a la denuncia como querellantes la semana pasada y la propia DAIA presentó un escrito dando un apoyo tácito a aquellas acusaciones. Dentro de la DAIA, los dos sectores representados en la conducción se echaron las culpas: la corriente del judaismo ortodoxo, que encabeza el rabino Samuel Levin, sugiere que la ofensiva se hace por iniciativa del ministro macrista, el rabino Sergio Bergman, mientras que éste lo niega y afirma que el impulso viene de los sectores ortodoxos.
Lo cierto es que correspondía que Bonadio le envíe las denuncias al juez original, Rafecas, pero hizo lo contrario: pidió el expediente aparentemente para quedárselo y decidir si reabre o no la denuncia de Nisman. Ayer Rafecas le envió la causa aclarándole que es para que la vea y la estudie, con lo que tácitamente le dio a entender que ese expediente no puede ser reabierto porque está archivado.
“Los delitos son conductas, no calificaciones –explicó el ex ministro de la Corte, Raúl Eugenio Zaffaroni–. Cuando se archiva una causa en que se investiga una conducta, no se puede reabrir por la misma conducta con otra calificación, sino sólo cuando hay hechos nuevos, datos nuevos. No se archivan ni sobreseen ni absuelven calificaciones, sino conductas, o sea, hechos. De lo contrario, el archivo no tendría sentido: bastaría que la imaginación inventase nuevas calificaciones recorriendo el Código Penal, para que todas las absoluciones o archivos quedasen a merced de la imaginación o creatividad de los acusadores”.
Ese es el sentido que le dio ayer Rafecas al traslado del expediente: deja en claro que no puede haber conexidad porque la denuncia de Nisman fue archivada por inexistencia de delito, de manera que no puede haber un delito conexo con algo que no fue delito. En esa línea, lo que Rafecas sugiere es que sólo se puede hacer una investigación sobre hechos nuevos.
Más allá del sentido del envío de la causa por parte de Rafecas, Bonadio tiende a moverse por las suyas y son numerosas las humoradas respecto de su escaso respeto por el Código Penal. Por ejemplo, sus colegas dicen que al juzgado de Bonadio le dicen La Embajada, porque allí no rige la ley argentina. De manera, que es imprevisible lo que vaya a decidir en este caso como en otros.
Por de pronto, los abogados de Timerman, Graciana Peñafort y Alejandro Rúa, presentaron un escrito de 21 páginas recusando al magistrado. Los letrados recuerdan que Bonadio ya fue apartado de un expediente por encubrimiento en el caso AMIA a raíz de que fue funcionario subordinado a Carlos Corach y éste era uno de los investigados. Esto ocurrió en 2005, a raíz de una recusación que presentó Juan Manuel Ubeira, el abogado del ex comisario Juan José Ribelli.
Después aceptó –en una maniobra parecida a la actual– instruir una causa paralela en la que se denunciaba la existencia de una firma falsa en uno de los allanamientos del caso AMIA. Se trataba obviamente del mismo objeto procesal, porque en la causa por encubrimiento se investigaban los allanamientos fallidos del caso AMIA. Bonadio no sólo se quedó con esa causa, sino que fue a visitar a uno de los investigados, el comisario Jorge “El Fino” Palacios, a la cárcel. Es decir que utilizó aquel expediente para juntar información en beneficio de su amigo Palacios.
Tal vez el dato más impactante es que Peñafort-Rúa reproducen en su recusación la denuncia realizada por Nisman contra Bonadio por aquella visita y su actuación en la causa de encubrimiento. O sea que en la justicia hay un expediente, iniciado por Nisman, contra Bonadio. Y esto significa que ahora es el mismo juez, impugnado por el fallecido fiscal, el que pretende meterse en la denuncia que hizo Nisman en los días previos a su muerte.
Por último y en paralelo, Peñafort y Rúa pidieron que se desestime la denuncia que pretende instruir Bonadio, partiendo del hecho de que la causa ya fue desechada en todas las instancias cuando la instruyó Rafecas. “Frente a semejante desequilibrada denuncia y su rechazo por todas las instancias judiciales, la presión de determinados sectores interesados ha llevado no sólo a la recurrente presentación ante el juez del caso (Rafecas) de cuestiones que se presentan como novedosas y que son rechazadas una y otra vez. Pero otra cosa es ir presentando esas cuestiones por fuera hasta que aparezca otro juez conveniente. El sistema jurídico-judicial debe repudiar esta maniobra. El juez del caso es el que ha conocido y resuelto inicialmente y ante él deben ser llevados los intentos para que deje sin efecto su determinación desestimatoria, así como sus negativas podrán ser consentidas o recurridas por quienes se presenten como interesados. Y estas son las reglas del procedimiento que este trámite a su cargo pretende eludir”.
Negocios PRO
El intendente de Lanús, el macrista Néstor Grindetti, contrató a la empresa de Juan Tonelli, novio de la vicepresidenta Gabriela Michetti. Tonelli realizó, además, negocios millonarios con el gobierno porteño. De Tonelli eran los 50 mil dólares que le robaron a Michetti y que no estaban declarados. (Leer nota)

Madres de la Plaza
2000 rondas de las Madres en la Plaza: el Pueblo las abraza (Leer nota)
CFK: "Si tuviera que decirte qué es Hebe, es un ejemplo” (Leer nota)
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A.P.U. OPINA

Violencia es mentir
Los diarios porteños habían acusado a la agrupación de participar de agresiones al automóvil presidencial, en la visita de Macri a Mar del Plata. “Los responsables civiles de la última dictadura cívico-militar intentan agraviar nuestra lucha”, denunció la Red Nacional de H.I.J.O.S. El comunicado completo. (Leer nota)

Derechos Humanos
Taty Almeida: "Macri es un ignorante o no le interesa lo que pasó durante la Dictadura" (Leer nota)
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Situación social
Lanús: 53 comedores para 6 mil personas corren riesgo de cierre (Leer nota)

Política
Cristina y Scioli se mostraron juntos: ¿Alianza electoral para el 2017?, por Santiago Asorey (Leer nota)

Internacionales
Honduras: siguen los asesinatos de activistas sociales (Leer nota)