lunes, 1 de febrero de 2016

Seguro para militantes Por Martín Granovsky

Dice que atendió porque no era una promoción cualquiera sino un llamado del banco donde le depositan el sueldo.

Fue amable y por eso escuchó la oferta completa de la operadora del call center. Era un seguro privado en caso de desempleo. Si pagaba una suma fija por mes y llegaba a quedarse sin trabajo podría cobrar un monto en seis cuotas. Seis reintegros de 700 pesos o seis de 1400. La oferta no le interesó pero siguió escuchando. Se sintió inquieta por la primera pregunta de la operadora:

–¿Usted trabaja en el Estado?

Cuando respondió, la inquietó la segunda pregunta:

–¿Y tiene militancia política?

Esa segunda pregunta no la respondió. El escenario quedaba claro. El banco –su banco– estaba a la pesca de clientes para un servicio en auge y algún jefe pícaro de call center venía leyendo los diarios con la esmerada atención de un carancho.

La conversación, relatada a Página/12 por la persona que recibió la llamada, es absolutamente real. Muchos bancos ofrecen hoy lo que llaman “seguro de ingreso protegido” ante la posibilidad de un “desempleo involuntario”. En las páginas web incluso aclaran que el seguro funciona si el despido se produce por participar de una acción gremial.

En la web no figura la palabra “militancia”, lo cual es muy razonable porque los bancos no dejan todo escrito. Es que ni los bancos son tan salvajes como el editorial de La Nación que puede leerse entero en http://bit.ly/23fHjZN. Fue publicado el martes 19 de enero con el título de “El oportunismo como sucedáneo de la política” y su tema suena un poco insólito para un diario que no es el órgano partidario de la Unión Cívica Radical: “Resulta destacable la decisión de la UCR de expulsar a dos dirigentes cuya conducta significó un profundo daño para el partido, sus principios y valores”. Alude a la decisión del Tribunal de Etica radical de expulsar a Leopoldo Moreau y Eduardo Santín, dos ex diputados que formaron el Movimiento Nacional Alfonsinista y adhirieron al kirchnerismo. Lo asombroso no es el análisis, porque cualquier noticia lo merece si alguien tiene ganas de escribir y alguien tiene ganas de leer, sino la presentación del asunto en tono de condena. El “salto de Moreau al kirchnerismo”, como dice La Nación, sería un hecho único de la historia argentina, y por alguna razón misteriosa configuraría una conducta distinta de la que adoptaron, por ejemplo, muchos dirigentes de la Unión del Centro Democrático, la UCeDé que nutrió al menemismo (María Julia y Alvaro Alsogaray), al kirchnerismo (Amado Boudou), al macrismo (Juan Curutchet) y al massismo (Sergio Massa).

Moreau y su correligionario Santín, que se hizo conocido como diputado cuando se opuso a la privatización de las jubilaciones en tiempos de Carlos Menem, merecen el castigo de La Nación porque olvidaron que “la política es una rama de la moral”, afirmación que ya tenía gusto a viejo en tiempos de Tomás de Aquino, el teólogo muerto en 1274.

Pero lo más notable del texto es una frase incluida en el último párrafo. Dice: “Prácticas como la militancia y el clientelismo quedarán relegadas en una sociedad que ya demostró, con la asistencia de las nuevas tecnologías, la rapidez con la que puede cambiar la adhesión de los votantes”. Conviene leer despacio. Efectivamente pone junto al clientelismo, una lacra de la política, nada menos que a la militancia, que vendría a ser para La Nación otra lacra.

El problema es que no solo tienen militantes los movimientos populistas, los partidos de izquierda, las organizaciones sociales o los sindicatos. También los partidos de centro, los de centroderecha y los de derecha, incluyendo a la UCR, el PRO, la Mesa de Unidad Democrática de Venezuela y Renovación Nacional de Chile.

El ñoquismo es una lacra como el clientelismo. Deberían hacerse cargo de terminar con esa práctica sus beneficiarios directos, los empleados del Estado que solo pasan a cobrar a fin de mes hagan lo que hagan en esos 30 días, incluso si militan full time, porque el Estado no tiene por qué pagar militantes rentados de ninguna ideología. Y deberían hacerse responsables los dirigentes o las organizaciones que promueven o estimulan la conversión del aparato estatal en una fábrica de pastas.

Pero durante este mes parece haber aumentado la falta de diferenciación entre los ñoquis y los empleados estatales que cumplen con su trabajo y luego militan en un partido o, también, entre los ñoquis y los empleados que están tan entusiasmados con el servicio público que le agregan a su trabajo un plus de energía. Ese plus también se llama militancia. Si los editoriales siguen por el mismo camino, que presten atención los jóvenes oficialistas si alguno es designado funcionario y luego trabaja más de ocho horas con ganas y encima habla de política en el almuerzo. Cuidado porque a la mañana los condenará La Nación y a la tarde un banco los pondrá nerviosos.

martin.granovsky@gmail.com

01/02/16 Página|12

Senado: un ascenso para la prima de Michetti La trastienda de la política (y de los políticos)

Dicen que toda norma tiene su excepción. Ése parece ser el caso de María Alejandra Illia, que en medio de los despidos ordenados por la presidenta del Senado, Gabriela Michetti, obtuvo a mediados de enero un ascenso, retroactivo al 10 de diciembre, de dos categorías como empleada de la planta transitoria de la Cámara alta.
El dato cobra una particular relevancia si se tiene en cuenta que se trata de la prima de la vicepresidenta, quien pasará a cobrar una cifra superior a los $ 45.000 mensuales como empleada de la categoría A-1.
La carrera de la parienta de Michetti viene en constante ascenso desde hace dos años. En febrero de 2014 obtuvo la categoría A-4. Poco tiempo después, el 16 de junio del mismo año, ascendió otro peldaño. La A-3 era, precisamente, la categoría que tenía cuando la vicepresidenta se hizo cargo de la Cámara alta.
En ambos casos, las recategorizaciones fueron firmadas por el anterior presidente del cuerpo, Amado Boudou, a quien la vicepresidenta responsabilizó por aumentar la planta de personal de la Cámara alta y por repartir categorías de manera indiscriminada durante su último año de gestión.
Mientras tanto, en las últimas dos semanas comenzaron a llegar los telegramas de despido a numerosos empleados tras la decisión de Michetti de derogar tres decretos de 2015 firmados por el ex vicepresidente Boudou por un total de 2035 nuevos nombramientos en la planta permanente del Senado.
Según pudo saber LA NACION, el número final del recorte sería de 1200 designaciones, a las que se sumarían otras 300 bajas de empleados que reúnen la edad para ser jubilados. Todavía hay contratos bajo la lupa.

Libro: el macrismo, incómodo por la obra de un funcionario

En diciembre, Juan Manuel Lugones fue designado por Cristian Ritondo como jefe de la Aprevide, el organismo encargado de organizar los operativos policiales en los espectáculos deportivos en la provincia de Buenos Aires. Identificado con el GEN, de Margarita Stolbizer, Lugones escribió en 2014 un libro que hoy incomoda a la cúpula macrista. La obra se llama Barrabravas para todos. En él, hace referencia a los nexos del Presidente con la hinchada de Boca, bajo el título "la patota de Mauricio". Además, ligó a los barras con los intendentes Néstor Grindetti (Lanús) y Jorge Macri (Vicente López). También salpicó a Sergio Massa, por su relación con la hinchada de Tigre, y al kirchnerismo, por Hinchadas Unidas Argentinas.

Reunión fallida: plantaron a Moyano y Barrionuevo

Se terminó enero y la largamente anunciada cumbre de verano que pretendía dar pie a la reunificación de la CGT no se concretó. En diciembre, Luis Barrionuevo y Hugo Moyano, dos de los que participan en la negociación, decidieron avanzar con el proceso e invitaron a los dirigentes de las tres vertientes de la central al camping que los camioneros tienen en Mar del Plata. Sin embargo, el encuentro quedó lejos de prosperar. ¿Una de las razones? Ni Barrionuevo ni el de "los Gordos" (los representantes de los grandes gremios) estaban dispuestos a cederle la localía, y mucho menos el protagonismo, a Moyano. Quedará para otra oportunidad. Tal vez para el próximo verano.

Una temporada para el olvido En Mar del Plata, sólo un día de cada seis fue soleado; en los balnearios y en gastronomía, la demanda cayó 30% respecto de 2015; Cariló y Pinamar cerraron con 25% de plazas sin ocupar

LUNES 01 DE FEBRERO DE 2016
Un día otoñal despidió ayer a los turistas en Mar del Plata y recordó el mal tiempo de todo enero
Un día otoñal despidió ayer a los turistas en Mar del Plata y recordó el mal tiempo de todo enero.Foto:LA NACION/Mauro V. Rizzi
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MAR DEL PLATA.- Una temporada de verano magra en resultados siempre se sabe resumir aquí con la combinación de iniciales PPP, símbolo y sello del turismo austero: playa, peatonal y pizza. Sigla a la que, este año, hasta las mayúsculas parecen quedarle grandes. Durante el mes que culminó ayer, sólo uno de cada seis días tuvo sol a pleno; el movimiento turístico cayó incluso en sectores medios y bajos, y en el rubro gastronomía, aun en los menús más básicos y económicos, la reducción promedio fue de casi 30 por ciento. Todos hablan de un enero para el olvido.
Pepe Suárez, voz con trayectoria y experiencia desde su restaurante Amigos, coincide con quienes hoy alzan sus quejas por esta pobre primera mitad de verano. "Colegas del rubro reconocen que la merma de clientes promedia el 30%, con casos de hasta un 40 por ciento", dijo a LA NACION. Y expresó su preocupación por lo que este saldo deja para el futuro. "Va a ser un invierno difícil", pronosticó.
Un mozo de una de las pizzerías más reconocidas del centro de la ciudad, que con más de 20 años en el puesto paladeó los buenos momentos y sabe de lo agrio de las temporadas duras, confirmó que lo que se está viviendo este verano es de lo más flojo en mucho tiempo. Lo sintetiza con un detalle inédito en su lugar de trabajo: por primera vez tienen francos en enero, y de a dos camareros por día. "Acá se trabajó siempre a full hasta las 2 de la madrugada. Este año, a la medianoche ya sobran mesas", describió.
La evaluación llegó sobre el cierre de enero y el segundo de los fines de semana considerados más fuertes del verano. Desde el viernes, como ocurrió con el cambio de quincena, otra vez se dio un buen ingreso de turistas. Pero, si bien crece la ocupación, sigue en deuda el nivel de consumo. Un informe de la Unión del Comercio, Industria y Producción (UCIP) blanqueó una baja del 16,20% en venta de unidades durante el primer mes de la temporada.
La costa atlántica en su conjunto había tenido un arranque muy liviano a partir de una combinación de factores, cuyo resultado fueron playas con poca gente: la oportunidad a bajo costo que representaba Brasil, la precaución de los que temían por los cambios económicos que llegarían con el nuevo gobierno y los pronósticos de tiempo lluvioso y gris, que se confirmaron. Además, se sumaron situaciones de exceso en algunos precios, que los clientes pudieron evitar gracias a la amplia y variada oferta de la ciudad.

Las Fiestas, lo mejor

Sólo la excelente respuesta lograda con los feriados de Nochebuena y Navidad, que se vivieron al límite de la plena ocupación hotelera y constituyeron uno de los picos de temporada, había despertado algún indicio de mayor optimismo. Duró menos de una semana, lo mismo que acompañaron el sol y el calor.
Luego llegaron las nubes y las lluvias. A tiempo permanente o de a ratos, todavía dominan la escena cotidiana. Las últimas 48 horas fueron otoño puro: cielo de plomo, viento y 18 grados. Horrible.
Vender el producto playa, entonces, se tornó entonces un problema para los propietarios de balnearios, el sector que más padece cuando la meteorología da la espalda. Hablan de una caída de hasta 30% en la ocupación de sombrillas y carpas durante enero.
La segunda quincena, como era de esperar, aportó lo mejor. Porque ya es costumbre que sea el período de más demanda y porque también algunos valores de alojamiento se acomodaron ante el traspié que operadores del sector vivieron en el arranque del mes.
En todas las localidades balnearias de la costa se notaron repuntes en coincidencia con cada uno de los fines de semana. En el caso de Mar del Plata, el último tuvo casi 350.000 arribos y un promedio de ocupación hotelera superior al 90 por ciento. Y el que terminó ayer se aproximó a idéntica cifra, favorecido también por turistas de febrero que aprovecharon sábado y domingo para un desembarco anticipado.
En Cariló confirmaron que la demanda de alquileres estuvo muy por debajo del año pasado, cuando buena parte del mes logró ocupación plena. Este enero cerró con entre un 20% y 25% de plazas que quedaron disponibles. Martín Yeza, intendente de Pinamar, destacó que en todo el distrito se notó más movimiento, incluso entre semana. "De lunes a jueves logramos sostener un 70 a 75% de ocupación", aseguró a LA NACION.

Mediocre

En Mar del Plata, el alquiler de casas y departamentos no fue sencillo. Los clientes, sin reservas previas, aprovecharon para negociar y bajar valores. En la primera quincena habían quedado la mitad de los inmuebles vacíos. Al cerrar el mes, se ocupó hasta un 70 por ciento. El balance final es pobre.
"Es un verano mediocre, con menos gente, pero que ha priorizado más la hotelería que los alquileres inmobiliarios", destacó Eduardo Palena, presidente de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica.
Destacó el excelente fin de semana del 23 y 24 de enero, la buena performance del que terminó ayer y el éxito garantizado del próximo (ya hay 88% reservado), extendido por los feriados de Carnaval. "Se acabaron las grandes temporadas, hay que trabajar en adaptarse a las nuevas tendencias del turismo", dijo respecto de los viajeros que mantienen preferencias por estadas cortas (cuatro días, con proyección a achicarse a tres) y reiteradas, ya sea en verano o durante el año.
A partir de hoy, febrero proveerá. Las reservas para los primeros días son moderadas. En Cariló llegan al 65%; en Pinamar rondan el 60%, y en Mar del Plata alcanzan el 50%, con precios de alojamiento hasta 30% más bajos que en enero. Con suerte y algo de sol, podría ser buena la primera quincena. El resto del mes -ya con escuelas abiertas y toma de exámenes en marcha- dejará más para perder que para ganar, aunque aquí todavía sueñan con postergar el inicio del ciclo lectivo en la provincia. Las cartas parecen estar echadas. Esta partida parece definida. Y perdida.
Por Juan Ciucci
Por Juan Ciucci. Este texto surgió hace poco más de 40 días, para un sitio que aún no terminó de surgir. Publicarlo ahora sin retoques parece la mejor manera de seguir pensando qué nos pasó, y qué no nos deja de pasar, en esta…
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Por Sebastián Russo
Por Sebastián Russo. “En definitiva, estamos hablando de una revolución, sí, claro, de la alegría. Donde lo que prepondere no es la insistente y adusta…
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ÑOQUIS EN LAS EDITORIALES !!!

Así lo comunicó la editorial Acercándonos Ediciones luego de la “apertura indiscriminada” en la importación de libros.
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La Garganta Poderosa
59 min
LOS CHICOS NO MIENTEN
“Hace 2 años que bailo para divertirme en la murga de mi barrio, la villa 1-11-14, pero el viernes me asusté mucho, cuando nos dispararon a mí y a todos mis amigos. Yo sentí un golpe en la cabeza y otro en la pierna, que al final eran dos balas de goma... Por eso, ayer al mediodía, cuando pasé caminando por adelante de un señor de Gendarmería, le pregunté: '¿Por qué me tiraron a mí, que tengo 8 años nada más?'. Y ahí nomás, me respondió: 'Tomatela, pendejo de mierda, porque la próxima te reventamos la cabeza'".
Carlos Ariel Sulca,
8 años,
2 balazos de goma.