domingo, 22 de febrero de 2015

Más presión del titular de la UCR para abandonar UNEN

El titular de la UCR y candidato a presidente, Ernesto Sanz, volvió a meter presión a su partido e insistió con su idea de conformar un amplio espacio opositor que incluya a Mauricio Macri y Sergio Massa, ya que consideró que quedarse solo dentro de UNEN "es una decisión equivocada" por parte de algunos de sus correligionarios.
En diálogo con el diarioPerfil, Sanz celebró que la convención radical se haya convocado para el 14 de marzo, ya que consideró que si se hubiera hecho antes "no habrían madurado ciertos conceptos que están madurando y habría existido el riesgo de divisiones que ya no hay".
En ese sentido, señaló: "Lo que ha madurado es la conformación de un espacio mayor que UNEN. Si la convención hubiese sido en noviembre o diciembre, la decisión tal vez habría sido quedarse solo en UNEN y para mí ésa es una decisión equivocada. Siempre lo fue".
De esta manera, el presidente de la UCR insistió con su propuesta de crear un frente más amplio con el jefe de Gobierno porteño y el líder del Frente Renovador ("nosotros trabajamos para un frente lo más amplio que se pueda", dijo), aunque las diferencias internas en todos esos espacios todavía lo impiden. Macri y Carrió aceptarían a Sanz, pero no a Massa. Sin embargo, para el radical "eso es sólo una foto estática de la actualidad". "Yo hago política para que esa estática sea dinámica", enfatizó.
Consultado sobre estas diferencias y sobre qué hará en caso de que uno de los dos no acepte, respondió: "Se dará con los que podamos, con los que sean competitivos electoralmente y podamos tener mayoría parlamentaria".
Según el senador, "para que no fracase el próximo gobierno de coalición tiene que tener sólo dos cosas: un programa común y una mayoría parlamentaria". "Con eso, no le tengo miedo al futuro. Es más, me encantaría presidir ese gobierno, por eso voy a ir a competir por la Presidencia", agregó.
"Siempre dije que los acuerdos de la oposición son positivos. Yo me opongo a la fragmentación, que fue lo que permitió que en las elecciones haya 40 puntos entre el primero y el segundo. Hoy ya no es así", subrayó Sanz, y agregó: "Cuando uno intenta una coalición tiene que dejar de lado las mezquindades".
Tiempo Argentino.

Domingo 22 de Febrero de 2015 | 10:02 Cuentas en Suiza: AFIP pidió la captura internacional del titular de un fondo de inversión

POLÍTICA • Domingo 22 de Febrero de 2015 | 10:02

Cuentas en Suiza: AFIP pidió la captura internacional del titular de un fondo de inversión

Se trata de Miguel Abadi, quien encabeza el fondo de inversión GEMS. El organismo intenta repatriar 3.800 millones de dólares fugados en 4040 cuentas sin declarar.


Luego de la reunión donde el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, le solicitó a la Jueza Dra. María Verónica Straccia, a cargo del Juzgado Penal Tributario Nº 3, la repatriación de los 3.800 millones de dólares fugados en 4040 cuentas ocultas en Suiza, el organismo pidió al juzgado la captura internacional de Miguel Abadi, el contador titular del fondo de inversión GEMS, quien administró 1.400 millones de dólares sólo para el año 2006.
Cabe recordar que la denuncia, presentada por la AFIP en noviembre del año pasado, no sólo abarca al banco HSBC sino que también comprende a una plataforma facilitadora para la evasión conformada por apoderados, abogados, licenciados en economía y contadores que pusieron a disposición una red off shore de sociedades extranjeras para evadir impuestos.
En esa red de profesionales está Abadi, quien tiene a su nombre 12 cuentas, en algunas en carácter de auditor y en otras como representante legal.
Por ello, la AFIP requirió información a las administraciones tributarias de Islas Vírgenes, Uruguay y Bermudas, que son algunos de los países donde están localizados las sociedades off shore y los trust utilizados como “pantalla” por Abadi.
Además la AFIP solicitó que la Justicia argentina libre un exhorto a la fiscalía general de Ginebra (Suiza) para conocer el resultado de los allanamientos realizados el miércoles pasado en las oficinas de HSBC Holdings.

ENTRE LOS COMUNICADOS DE LA CEA Y LOS MENSAJES DEL PAPA FRANCISCO El 18F movilizó la interna de la Iglesia

La marcha opositora provocó ayer pronunciamientos personales de los obispos durante sus misas de cuaresma.

El 18F movilizó la interna de la Iglesia
Mensaje - El Papa Francisco recibió a familiares de víctimas de la AMIA sin hacer mención alguna a la movilización.
El impacto de la masiva Marcha del Silencio, realizada hace cuatro días para homenajear al difunto fiscal especial de la causa AMIA, Natalio Alberto Nisman, profundizó las internas dentro del clero católico sobre el caso. Ayer derivaron en una serie de pronunciamientos personales durante las misas de cuaresma, es decir, en las homilías que ofrecieron distintos obispos en todo el país para abrir la etapa preparatoria de la Pascua de Resurección, que concluirá el jueves santo. El mensaje más notorio lo dijo el arzobispo de Santa Fe y titular de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) José María Arancedo, pero una intensidad similar fue sostenida por los tres prelados más importantes de Córdoba y el jefe diocesano de Corrientes.
Arancedo opinó que "es imprescindible asegurar la independencia del poder judicial respecto del poder político y la plena vigencia de la división de los poderes republicanos en el seno de la democracia", según leyó el reelecto titular del episcopado en su función arzobispal, es decir, en el ejercicio de su mando de tropa provincial y no como titular de la representación política de la Iglesia. "Aunque a veces lo perdamos de vista, la calidad de vida de las personas está fuertemente vinculada a la salud de las instituciones, cuyo deficiente funcionamiento produce un alto costo social", deslizó "Toté", como le dicen sus amigos al prelado santafesino de conocida preferencia por el radicalismo.
CÓRDOBA Y CORRIENTES. La mayoría de las diócesis tuvo homilías pero no todas sumaron pronunciamientos políticos en la cuaresma. En Tucumán, el arzobispo Alfredo Zecca no disparó declaraciones altisonantes, pero encabezó un acto interreligioso en homenaje a Nisman. En la provincia de Córdoba, los mensajes fueron por partida triple. En la capital de la Docta, su arzobispo, Carlos Ñañez habló del derecho de reclamar "a los gobernantes con paciencia y con respeto, para hacer crecer las instituciones democráticas de nuestra patria y afianzar el sistema republicano". En Río Cuarto, segunda ciudad cordobesa en importancia demográfica, el flamante obispo Adolfo Uriona, directamente opinó que la marcha fue "un reclamo al gobierno nacional", mientras que el obispo de la localidad mediterránea de San Francisco, Sergio Buenanueva, dijo que "ante la gravísima situación que nos ha golpeado en la cara tenemos que animarnos unos a otros a recomponer nuestro compromiso con el bien común, con la buena salud de nuestra república y el saneamiento de nuestras instituciones". Uriona y Buenanueva encabezan sus diócesis por decisión del Papa Jorge Mario Bergoglio, el mismo que mantiene una estrechísima relación con el influyente arzobispo de Corrientes, Andrés Stanovnik, porteño de origen como él. El prelado capuchino, ex secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano, alguna vez fue mencionado para encabezar la diócesis de Buenos Aires en remplazo del cura jesuita de Flores. También habló ayer en la misma línea. Consideró que "la muerte dudosa" del fiscal "nos tiene a todos conmocionados, perplejos y sumidos en la incertidumbre" y llamó a "superar las sombras de impunidad que dañan la salud de la democracia".
SANTA INTERNA. Los pronunciamientos no fueron mayoritarios en la poderosa estructura episcopal, que volverá a reunirse a pleno en marzo, durante la primera reunión plenaria de toda la estructura. Sin embargo, las homilías de ayer ocurrieron un mes después del medido mensaje que difundió la Comisión Ejecutiva de la CEA, presidida por "Toté" Arancedo, poco después de que Nisman fuera hallado muerto de un disparo en la cabeza, dentro del baño de su departamento. El 21 de enero, los representantes del clero transmitieron sus condolencias a la familia, y compartieron "la conmoción, perplejidad e incertidumbre que en estos días afectan a los argentinos", aunque reafirmaron su "confianza en las instituciones de la República, para superar las sombras de impunidad que dañan la salud de la democracia".
Desde entonces, el mensaje fue resistido por el sector más conservador del clero, articulado por el obispo de Gualeguaychú, Jorge Lozano, que mantiene estrecha interlocución con el arco opositor el gobierno. El 12 de febrero ese malestar interno encontró su expresión en la Comisión Nacional de Justicia y Paz, encabezada en público por Lozano, pero secundada discretamente por Alcides Jorge Casaretto, obispo emérito de San Isidro y dos veces titular de Cáritas. El ente episcopal, que nuclea a una decena de laicos de orientación conservadora, dedicados al activo lobby eclesiástico, apoyó la marcha del 18F, y convocó a participar "en el entendimiento de que se trata de un acto no partidario, de hondo sentido y valor republicano". Fuentes de la Casa Rosada confiaron que el pronunciamiento de Lozano desató malestar en el gobierno. La CEA se despegó del mensaje, pero no desautorizó a su sector más duro. Ayer, confiaron algunos funcionarios consultados, la interpretación fue diferente, ya que "los mensajes de cuaresma buscaron responder a la catarata de mails de los sectores mas consevadores que, como Lozano, piden ir más allá", interpretaron las fuentes y destacaron que el mismo día de la marcha "Francisco recibió a los familiares del atentado contra la AMIA y no dijo nada respecto a Nisman, aunque se comprometió a apoyarlos". Poco antes, el sábado antepasado, Bergoglio había recibido dentro del Vaticano, y en privado, al presidente de la Cámara de Diputados, Julián Dominguez y al embajador argentino ante la Santa Sede, Eduardo Valdés.  «

22 de Febrero de 2015 Escenario El Partido Judicial entró en operaciones

Luego de la marcha del 18F, se acelera el uso por goteo de causas judiciales para asediar al gobierno nacional y a sus funcionarios. La confesión de Laura Alonso y las comparaciones odiosas del diario La Nación.

El Partido Judicial entró en operaciones
Si el kirchnerismo no hubiera mantenido las mayorías parlamentarias en octubre de 2013, el Parlamento Nacional estaría discutiendo hoy la manera de llevar a juicio político a Cristina Kirchner, como confesó el miércoles 18F la diputada del PRO, Laura Alonso: "Soy de las personas que creen que hay que poner en estudio el pedido de juicio político contra el canciller y hay que poner en estudio la posibilidad de un pedido de juicio político contra la presidenta", dijo el día de la marcha de los paraguas, quizá envalentonada por la cantidad de gente convocada.
La apertura del proceso destituyente en el Congreso del que habló Alonso, referente local de Vital Voices Global Partnership, ONG financiada por la Fundación Paul Singer, titular del litigante contra Argentina NML Capital Limited en el juzgado de Thomas Griesa, tiene destino de fracaso en el recinto legislativo, pero adquiere trámite sumarísimo en la tapa de los diarios hegemónicos y en los tribunales del Partido Judicial amotinado contra el gobierno.
A nadie escapa que el turbulento escenario abierto con la denuncia de Alberto Nisman, se vio todavía más alterado tras la muerte dudosa del fiscal, el 18 de enero. Desde entonces, tanto Alonso como su socia Patricia Bullrich, trataron de involucrar al gobierno en el hecho, abonando la tesis de un crimen de Estado que, según la evidencia recogida hasta el momento, se aleja un poco más cada día.
La irrupción en escena de una testigo, Natalia Fernández, que dijo en el diario del Grupo Clarín SA lo que después rectificó prolijamente en el expediente que instruye bajo múltiples presiones la fiscal Viviana Fein, no fue obra del azar.
El objetivo, precisamente, fue desautorizar la pesquisa de Fein, que aún hoy está convencida de que no intervinieron terceras personas en el departamento de Le Parc; y en lo posible arrastrar el expediente al fuero federal con otra carátula, que extienda en el tiempo la idea del asesinato y el desgaste institucional que provoca.
Pero el abogado de Fernández, Sebastián Smoler, tocó timbre cuando lo mandaron a espiar: es el apoderado, desde 2012, del partido "Unión por Todos", el de Bullrich, socia del macrismo. 
En su momento, Smoler fue el redactor de la acción de amparo que la propia Bullrich presentó contra el paquete de leyes que el Poder Ejecutivo envió al Congreso para democratizar la justicia, punto de inicio de la rebelión judicial.
Smoler, el abogado de Bullrich y de la testigo que se desinfló (y se desinfló en serio, porque Clarín, luego de haber hecho una tapa con sus supuestas revelaciones, no publicó absolutamente nada el viernes 20, cuando se supo que ella las había rectificado, y recién lo hizo ayer en su página13), es el mismo que estampó su firma debajo de aquella presentación. Y el que, desde su Twitter, ataca seguido a la presidenta, a quien llamó "imbécil" cuando se torció el tobillo, "patética" en innumerables ocasiones y calificó de "persona con evidentes problemas psiquiátricos" cada vez que pudo.
Quizá no quiera decir nada. Tal vez, sí. Su representada, la mesera Fernández de fama fugaz en la tapa de Clarín y sus licencias no adecuadas a la ley, figura en el padrón electoral con un domicilio, Venezuela 628, que no es el suyo, el particular, sino que pertenece a un edificio, levantado justo en el cruce con la calle Perú, en el barrio de Monserrat, donde tiene su sede un local del PRO, regenteado por el senador Diego Santilli, del mismo partido que Alonso, la socia de Bullrich en la trama. ¿Causalidad o trampa del destino? Los hechos son fácticos, las interpretaciones son libres.
Bullrich y Alonso son las diputadas opositoras que venían coordinando con Nisman de manera promiscua (el cruce de llamados telefónicos ya admitido entre todos ellos es una extraña versión de la independencia de poderes de la que nadie parece tomar cuenta) la presentación en el Congreso donde se iba a utilizar el dictamen inconsistente del fiscal para lanzar la ofensiva final contra la presidenta. ¿Quizá buscando número para forzar su juicio político? La propia Alonso reconoció ante los medios, después de declarar ante la fiscal Fein: "Nos reunimos a principios del año pasado (2014). Hablamos sobre el Memorándum de Entendimiento con Irán y yo le dije: 'No me des detalles de la denuncia porque no me quiero enterar.' Le pregunté si luego de que él presentará la denuncia, yo debía pedirle el juicio político a la presidenta, y 'Nisman me dijo que sí.'" Siempre según Alonso, Nisman estaba interesado por su rol institucional como vicepresidenta de la Comisión de Juicio Político porque, como le dijo, "Cristina había ordenado todo."
El cadáver de Nisman podrá haber sido investido de un halo heroico por la multitud antikirchnerista que se movilizó bajo la lluvia del miércoles pasado, pero en vida fue el fiscal que acudía a recibir órdenes de la Embajada de los Estados Unidos, se encontraba a coordinar acciones con Roger Noriega, el ex secretario de George Bush para la región, y proveía letra al fondo buitre de Singer en su pelea con el país para cobrar sus bonos basura.
Todo esto está más acreditado que su denuncia por encubrimiento que, de tan floja en su probanza, no pudo siquiera ser suscripta en su totalidad por Gerardo Pollicita, el fiscal que tomó la posta y ahora rehuyó la invitación de tres comisiones parlamentarias para que explique dónde está el presunto delito que imputa a Cristina Kirchner. La excusación de Pollicita, de todos modos, tiene sentido: como la denuncia presupone que el Memorándum con Irán es parte constitutiva de la ilegalidad reprochada, ¿cómo les explica a los diputados y senadores que la presidenta es imputable y ellos, que lo votaron, no lo son?
Sorprende el pedido que Bullrich hizo para anular la citación de Pollicita. Sobre todo, sus argumentos: "Los jueces y fiscales deben ser libres de cualquier interferencia o apariencia de interferencia por parte de otros poderes." Cuando ella lo citó a la comisión de Legislación Penal, ¿no interfería?
Aunque la muerte de Nisman haya sido trágica y conmovedora, esto no hace más digerible su labor en la causa AMIA, ni exime a sus actos del juicio y la crítica de los muchos que contemplan azorados los capítulos de esta historia dramática.
La intención de desatar una crisis política con el dictamen, operatoria de la cual Nisman fue protagonista consciente según las charlas que mantenía con Bullrich y Alonso hasta horas antes de su muerte, es tan repudiable como el uso de su cadáver para golpear contra las instituciones de la democracia.
Los protagonistas de la maniobra están claros. Las relaciones entre sí son públicas. La finalidad, conocida ahora por boca de Alonso, era evidente: una presidenta acusada de encubrir el mayor atentado de la historia argentina era pasible de ser juzgada, si encima después se la señala como responsable del asesinato del fiscal que la acusaba, pierde las mayorías parlamentarias y, sin ellas, puede ser removida. Tanto ella como Bullrich trabajaron durante todo este mes para convertir el caso Nisman en una causal de destitución. El aval a la jugada del aparato de agitación y propaganda del Grupo Clarín SA vino por añadidura. Era obvio.
No les salió, es verdad, pero sí lograron generar el clima para una gran marcha que, en vez de ir a pedir "justicia" al Palacio de Tribunales, se plantó en la Plaza de Mayo con exigencias diversas hacia la Casa Rosada.
Encabezada por un grupo de oficiales de segunda jerarquía del Partido Judicial, en guerra solapada contra el gobierno, la movilización tuvo su primer efecto el viernes, cuando la Sala I de la Cámara Federal, integrada por Eduardo Farah, Jorge Ballesteros y Eduardo Freiler, confirmó el procesamiento del vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, por la causa Ciccone. El segundo en la línea de sucesión presidencial.
La legitimación callejera finalmente habilitó a los tres camaristas a ceder al pedido que Jorge Lanata les hizo el año pasado, cuando por Radio Mitre mandó a escrachar a sus hijos en la escuela si no avanzaban contra el vice.
Los mismos camaristas respaldaron al juez Claudio Bonadio por su actuación en la causa Hotesur. Se trata de la empresa familiar de la presidenta. El magistrado ya allanó la AFIP buscando las declaraciones juradas de Cristina y de sus hijos, entre ellas, la de Máximo Kirchner, jefe de La Cámpora; y la Inspección General de Justicia procurándose la carpeta societaria. En tribunales dicen que las indagatorias son inminentes. ¿Acaso es un reaseguro por si Daniel Rafecas, el juez que recibió la denuncia de Nisman-Pollicita por encubrimiento, decide archivarla? ¿O será para mantener un doble acoso sobre la jefa de Estado?
Durante la misma jornada, el juez Luis Rodríguez citó a indagatoria nada menos que a la procuradora del Tesoro, Angelina Abbona, la abogada del Estado nacional, en el marco de un expediente que tiene como rehén a Mariano Recalde, referente de La Cámpora y titular de Aerolíneas Argentinas, acusado por el presunto delito de "administración fraudulenta". También Rodríguez había llamado antes a indagatoria a José "Pepe" Sbattella, titular de la UIF por informar datos financieros que el Grupo Clarín SA no quería que se divulgaran.
Y el mismo día, la Cámara Nacional en lo Civil y Comercial Federal (más conocida como la cámara Miami, algunos de cuyos integrantes viajaban a congresos de la fundación CERTAL, de la que el fiscal Ricardo Sáenz es secretario general), confirmó el fallo de primera instancia del juez Horacio Alfonso que suspendió el proceso de adecuación de oficio del Grupo Clarín SA.
A esto se deben sumar el fallo del juez en lo contencioso administrativo Pablo Cayssials, titular del Juzgado 9, que hace dos semanas le concedió al Grupo Clarín SA otra cautelar, por el mismo tema de la adecuación de oficio, en este caso a pedido de Julio Blanck, Nelson Castro, Jorge Fernández Díaz, Jorge Lanata, Alfredo Leuco, Marcelo Longobardi, Joaquín Morales Solá, Magdalena Ruiz Guiñazú y Eduardo van der Kooy, bajo el argumento de que la adecuación del oligopolio, validada por la Corte Suprema en su fallo definitivo por la constitucionalidad de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, constituye un riesgo para la libertad de expresión. Un contrasentido jurídico. ¿Cómo el funcionamiento de un oligopolio de la comunicación, que acalla voces por definición, va a ser la garantía de la libertad de expresión a preservar? Bueno, eso dice la cautelar.
La catarata de fallos adversos y llamados a indagatoria no es casual. Es una operación por goteo que puede y va a terminar mal. Desde que el gobierno lanzó el paquete de siete leyes para democratizar el Poder Judicial, las distintas corrientes de la judicatura más conservadora se abroquelaron en un frente único cada vez más agresivo y temerario. Son los mismos que amenazan con activar 300 causas que tienen a medio centenar de funcionarios en la mira de sus procedimientos discrecionales. Lo dice Adrián Ventura, en su nota "La Justicia llevó al gobierno a un paso más hacia el abismo", del viernes 20. ¿Cuáles fueron los factores que cambiaron el escenario? Según él, "son tres: las duras críticas de la presidenta sobre los jueces, el manoseo de los fiscales hecho por la procuradora y los cambios de operadores dentro de la SIDE, que le sacaron al gobierno eficacia en la Justicia".
Quizá la palabra golpismo remita a otra cosa en la memoria de los argentinos. Pero desde los tiempos en que el Ejército era un "partido de gobierno" que se salteaba la más elemental voluntad popular para imponer dictaduras y mandar a la cárcel, al destierro o a la tumba a los militantes políticos, no había registro de una corporación que volviera a desafiar el poder democrático y a sus funcionarios con tanta saña y poder de fuego simbólico y material. Además, contando con el silencio del presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti.
El discurso es el mismo: la República, la libertad, la justicia y el combate contra la corrupción. La defensa de valores tan sagrados siempre justifica en el imaginario la excepcionalidad o el salteo de las reglas. Por eso, aunque algunos quieran devanarse los sesos buscando una nueva palabra, destituyente sigue siendo la mejor calificación para definir el alzamiento del Partido Judicial contra el gobierno kirchnerista que se vive por estas horas. ¿Cómo no pensar que el intento fracasado en el Legislativo prosigue con esta revuelta tribunalicia?
En este contexto, la última operación de sentido que lanzó el diario La Nación mete miedo. Dos de sus columnistas, el mismo jueves 19, asociaron al kirchnerismo –mayoría política del país por voluntad popular, con dominio del Ejecutivo, robustez parlamentaria en ambas Cámaras y más del 60 por ciento de las gobernaciones provinciales–, con el MTP que copó el Regimiento de La Tablada en 1989.
La rusticidad analítica de un columnista puede llevarlo a comparar lo incomparable. Ocurre que, en este caso, los que compartían la misma alucinación eran dos y en la misma edición.
¿Por qué La Nación trató de vincular a los violentos atacantes de un cuartel con un movimiento democrático que llegó al poder por elecciones limpias? ¿En qué se basan los columnistas del diario para sostener que el kirchnerismo tomó por asalto el Estado y debe ser echado de cualquier forma?
El asalto a La Tablada dejó muertos, torturados y desaparecidos a manos del Ejército. Estos últimos, delitos que Alberto Nisman dejó impunes, cosa que se puede verificar en el archivo, obedeciendo las órdenes de los mismos sectores de Inteligencia que fueron desplazados de la SI en diciembre. Tal vez ahora no sea con artillería y fósforo, como ocurrió en 1989. ¿Quizá lo intenten usando expedientes y citaciones judiciales?
El problema lo tienen los que ven en el kirchnerismo al MTP y confunden un gobierno constitucional con un grupo armado a ser reducido por la fuerza. De miradas tan distorsionadas, al estilo fubista de Sabsay, sólo pueden surgir apreciaciones delirantes de la realidad.
Pero, no por eso, menos peligrosas.  -<dl


Cuidemos a los jóvenes

Máximo Kirchner asomó con su discurso en Argentinos Juniors a la primera plana de la política. Coronó así el lento proceso de construcción de La Cámpora, una de las organizaciones kirchneristas, la de impronta más juvenil en todo el espacio del FPV. El estadio desbordaba cuando el hijo de dos presidentes constitucionales se hizo escuchar. Habló emocionado, no dijo nada violento, no hizo más que agradecer a su militancia y hasta se emocionó recordando a su padre. Fue demasiado para el país conservador. Máximo Kirchner traía una novedad irritante para la vieja política: después de Néstor y Cristina, otro Kirchner llenaba un estadio en la Capital Federal y le hablaba a toda la sociedad.
Desde entonces, el juez Claudio Bonadío, quien ya sonaba como candidato a procurador de un eventual gobierno massista, lo puso en la mira. Bonadío allanó la AFIP en busca de su declaración jurada por la causa Hotesur. Es un secreto a voces en Tribunales y sets televisivos opositores que el juez intentará citarlo a su juzgado en breve. Si así fuera, el proceso de demonización mediática de la juventud kirchnerista entrará en una nueva fase: la del ataque del Partido Judicial, que coseche lo que el oligopolio sembró con odio durante todos estos años. El problema no es el lavado, hay 4040 cuentas en Suiza, entre ellas, la de los dueños y accionistas de Cablevisión, que nadie busca. Tampoco los cargos: la causa Papel Prensa, donde se investigan delitos de lesa humanidad –los más graves que puedan cometerse– y la presunta participación de Héctor Magnetto, Ernestina Herrera de Noble y Bartolomé Mitre en ellos, duerme el sueño eterno en un juzgado federal cuyo titular, Julián Ercolini, fue ubicado por el diario La Nación junto al palco el 18F, a metros de Vicente Massot, director del procesista La Nueva Provincia. La lista de la impunidad garantizada a los poderosos de verdad, los que trascienden todos los gobiernos, es interminable.
El problema es que la derecha no puede con su instinto: siempre devora a los jóvenes. Así, la democracia del futuro vive amenazada. Y la de ahora también.

REPERCUSIONES TRAS LA ACUSACIÓN DEL LANZAMIENTO DEL "PARTIDO JUDICIAL" La oposición cuestionó la declaración presidencial y denunció un "autogolpe"

Los inocentes de siempre....

La diputada Carrió insistió con la tesis sobre la posibilidad de un "autogolpe" del gobierno. Críticas a CFK de Cobos, Bullrich y Alonso.

La oposición cuestionó la declaración presidencial y denunció un
Mirada - Carrió disparó con dureza; Bullrich cuestionó la teoría de "golpe blando".
Pocas horas después de que la presidenta Cristina Fernández calificara la marcha del 18F como "opositora" y bautismo de fuego para un flamante "Partido Judicial" que vendría a reemplazar el rol que desempeñó el Partido Militar a lo largo del siglo XX, la oposición salió al cruce. Los legisladores nacionales Elisa Carrió, Julio Cobos, Laura Alonso y Patricia Bullrich fueron los primeros en criticar la postura de la mandataria.
La diputada nacional por la Coalición Cívica y precandidata presidencial, Elisa Carrió, en una tesis rebuscada, consideró que la declaración de Cristina responde al "intento de generar un autogolpe" junto al jefe del Ejército, César Milani. "La carta de la presidenta es la prueba de lo que dije el miércoles en el Congreso", planteó Carrió, al acusar al gobierno de "mostrar un intento destituyente que no existe para generar un autogolpe junto a Milani, situación que ya advertí ante la Organización de los Estados Americanos (OEA)", dijo.
El diputado nacional por la UCR y precandidato a presidente por el Frente Amplio UNEN, Julio Cobos, aseguró que la presidenta "confunde, equivoca y ofende" al calificar la marcha de la forma en que lo hizo. El mendocino indicó que la manifestación "fue el homenaje multitudinario al fiscal Nisman", mencionó que "contó con la presencia de la familia del fiscal", y añadió que la "politización es Justicia Legítima". Su compañero de bancada, Miguel Ángel Giubergia declaró que "lo que está sufriendo la presidente es la tristeza de ya no ser", ya que "ahora sus discursos los pronuncia en los pasillos de la Casa Rosada, cuando hace meses hablaba frente a una multitud de simpatizantes".
Por su parte, otra diputada que sumó su voz crítica fue Patricia Bullrich, de Unión-PRO, quien sostuvo que "la democracia se imputa cuando el oficialismo habla de golpe blando de una manera tan liviana".
Desde el mismo espacio macrista, la diputada Laura Alonso expresó que "lamentablemente, Cristina Kirchner no está a la altura de las circunstancias del cargo que ocupa". "Es muy triste leer que un jefe de Estado, que debería afianzar la unión nacional, denoste a miles de ciudadanos que con tristeza marcharon en silencio pidiendo verdad y justicia", agregó.
Otro de los que cuestionó a Cristina fue el jefe del gremio judicial, Julio Piumato, uno de los protagonistas del 18F: "Hablar de un partido judicial es una cosa que esta fuera de todo lugar", aseguró. "No se puede desvirtuar la marcha por una posición partidaria", remarcó el sindicalista que responde a la CGT de Hugo Moyano.
A través de Twitter también sumó su voz Alfonso Prat Gay: "Los fiscales piden q no los maten x hacer su trabajo. Tan simple. Quien los critica, no lo quiere entender o acaso teme q hagan su trabajo?"
En una posición diferente al resto de la oposición, ya que la Izquierda no acompañó la marcha convocada por parte del Poder Judicial, Pitrola sostuvo en Twitter: "No CFK, no nació el partido judicial. La justicia se dividió entre encubridores con el gobierno y encubridores con la opo: deben ser elegibles."  «
Tiempo Argentino.

La presidenta difundió en su página web su propio análisis de la marcha del silencio convocada por un grupo de fiscales federales Cristina: "El 18F fue el bautismo de fuego del Partido Judicial"

En la carta, CFK concluyó que el rasgo saliente de la movilización no fue el homenaje a Nisman. Y advirtió que sectores de la justicia articulados con sectores económicos concentrados llegan a desconocer las decisiones del Poder Legislativo.

Contexto - La presidenta difundió su misiva a una semana del inicio del período legislativo en el que se dirigirá por última vez al Congreso.
La presidenta sacudió ayer la inmovilidad informativa del sábado con la difusión de una carta, escrita por ella y difundida a través de las redes sociales y del sitio web cfkargentina.com. El texto de la misiva, de tono fuerte y sin eufemismos, puso al desnudo los antecedentes y las prácticas recientes de los fiscales federales que organizaron la Marcha del Silencio del 18F. Para la jefa de Estado, la movilización del último miércoles se convirtió en el lanzamiento "del Partido Judicial", al que acusó de intentar "desestabilizar al Poder Ejecutivo" a través de "una modalidad más sofisticada" que los golpes de Estado tradicionales de antaño. "Articula con los poderes económicos concentrados y fundamentalmente con el aparato mediático monopólico", advirtió la jefa de Estado al explicar la maniobra que adjudica a sectores de la justicia, que incluso –recordó– llegan a "desconocer las decisiones del Poder Legislativo". 
En varios pasajes del texto, la presidenta reveló las conexiones con los jefes de la barra brava de Boca Juniors de dos de los organizadores del 18F (aunque no los nombró, se refería a Raúl Plée y Carlos Stornelli, cuyos vínculos con Rafael Di Zeo quedaron inmortalizados en un documental español producido por Canal +) y, además, puso el foco sobre el dudoso criterio de ecuanimidad (o la falta de esta) con la que fiscales y jueces "arman causas y cajonean otras". En ese punto, a lo largo de la carta alertó sobre la inmovilidad de la causa de Papel Prensa, a cargo del juez Julián Ercolini y que no registra avances significativos, como también la causa por lavado de dinero que se abrió tras la denuncia del ex ejecutivo del banco de inversión JP Morgan, el arrepentido Hernán Arbizu. En este último caso, el fiscal que debería hacer avanzar la instrucción es Guillermo Marijuan. En la carta, Cristina subrayó que Arbizu aportó información precisa sobre "cómo lavaba dinero de los integrantes del Grupo Clarín" y que, sin embargo, "la causa lleva años y no hay una sola citación".
La carta también dedicó duras críticas al juez Claudio Bonadío. Sin citarlo por el nombre, la mandataria recordó que Bonadío pidió "la indagatoria del fiscal Dr. (Carlos) Gonella, que investiga lavado de dinero y narcotráfico, haciendo lugar a una denuncia hecha por una jueza (NdR, por María Gabriela Lanz, jueza de instrucción porteña) que es pareja del narcotraficante Valentín Temes Coto, condenado a 20 años de prisión por contrabando de tres toneladas de cocaína." Cristina insistió sobre Bonadío al denunciar que "el Partido Judicial acusa a empresas por meras faltas administrativas, al mismo tiempo que el magistrado actuante vulnera la ley siendo accionista de sociedades comerciales, lo cual está impedido, adquiridas además con préstamos de bancos públicos y de empresarios privados. Como detalle risueño: las sociedades de las cuales es accionista tienen las mismas faltas administrativas que las acusadas." 
En el último párrafo, la presidenta se refería a Bonadio y su condición de accionista de la sociedad Mansue SA, que se dedica a comercialización de nafta y gasoil en estaciones de servicio. Según información de la Inspección General de Justicia citada por la jefa de Estado, Mansue SA está en la misma condición que Hotesur SA (de la cual es accionista la familia presidencial) en cuanto a la presentación de sus declaraciones juradas. Pero de todos los antecedentes que fue desmenuzando la presidenta, el más sensible (dado el caso, ya que buena parte del conflicto con sectores de la Justicia está asociado a la proximidad de la apertura del  juicio oral por encubrimiento en la primera investigación por el atentado a la AMIA) involucra a Plée y a Germán Moldes, fiscal ante la Cámara Federal. Los familiares de los muertos en la voladura de la mutual que integran Memoria Activa los acusaron a ambos de demorar el inicio del juicio. "Dos de ellos fueron acusados por familiares de las víctimas de obstaculizar la causa AMIA y la tarea del propio (fiscal Alberto) Nisman", insistió ayer la propia CFK.
EL PARTIDO JUDICIAL. En el inicio de la carta, la presidenta volvió a desafiar a los sectores del Poder Judicial y de los medios que le exigieron silencio en las primeras semanas de la investigación por la muerte de Nisman. El primer funcionario del ministerio público que acusó a la jefa de Estado de "interferir" con sus dichos en la marcha de la pesquisa fue Ricardo Sáenz, fiscal de la Cámara en lo Criminal, vicepresidente de la Asociación de Magistrados y superior directo de Viviana Fein. Sáenz fue uno de los organizadores de la Marcha del 18F: en abril de 2003, se pronunció a favor de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. "Resulta curioso que cuando hablo de lo que algunos no quieren, un fiscal (por Sáenz) me exige que me calle, y cuando no hablo de lo que ellos quieren, me reclaman que hable. En síntesis: la palabra y el silencio parecen tener dueños en la Argentina", comenzó la mandataria en los primeros tres párrafos. Era una muestra del tono que tendría el resto de escrito, que produjo una fuerte repercusión en todos los sectores políticos, tanto oficialismo como oposición.
La presidenta se refirió luego a una de las contradicciones que asignó a la Marcha del Silencio: que su objetivo haya sido pedir justicia cuando sus organizadores eran, justamente, los encargados de acusar y dictar sentencia. "Es algo realmente tan insólito, como una convocatoria de Ministros del Poder Ejecutivo reclamando una mejor 'gestión de gobierno'", comparó con cierta ironía. Al referirse al 18F, la mandataria también destacó el hecho de que la participación de toda la oposición con la excepción de la izquierda demostraba que se trataba de una movilización opositora. "No fue para nada un acto de homenaje a una persona trágicamente fallecida, con la obvia excepción de sus familiares directos. Se pudo ver en vivo y en directo a dirigentes políticos riéndose a carcajadas y también a manifestantes llevando carteles con leyendas ofensivas e insultantes contra el gobierno", evaluó. Y luego mencionó que en el final de la marcha se escucharon breves palabras del dirigente del gremio de Judiciales, Julio Piumato, a quien CFK definió como "un orador sindical integrante de una central obrera ferozmente opositora al gobierno". "Tanto en lo gestual como en las palabras y en lo ostensiblemente visible, el 18F fue decididamente una marcha opositora", remarcó. 
Para Cristina, una de las conclusiones positivas de la marcha fue que se concretó con absoluta normalidad. "En la Argentina, tu país, se puede disentir, se puede insultar al Gobierno y a la presidenta, y se puede marchar libremente. No siempre fue así, y no hablo de la Dictadura. Aún recuerdo lo que les pasó a los que se les ocurrió disentir el 19 y 20 de diciembre del 2001 en la Plaza de Mayo", deslizó para recordar los más de 30 muertos que dejó, al abandonar la Casa Rosada, Fernando de la Rúa, a cuyo gobierno estuvieron ligados varios dirigentes –hoy alineados en el macrismo– e influyentes estudios jurídicos que el gobierno considera miembros del 'Partido Judicial'. La presidenta también dedicó un párrafo bastante largo a desacreditar la información que hizo circular la Policía Metropolitana, dependiente del gobierno porteño, sobre que el 18F había convocado a 400 mil argentinos. Comparó el tratamiento que habían recibido por los diarios Clarín y La Nación la convocatoria encabezada por Juan Carlos Blumberg en 2004 y la posterior, impulsada por la Mesa de Enlace, en el Monumento a los Españoles, pleno conflicto por la Resolución 125, año 2008. "Basta mirar las tapas de ambos diarios y sus documentos fotográficos para que la cifra mencionada de ¡400 mil personas! resulte patéticamente absurda y armada", concluyó.
 Antes de terminar, la presidenta cuestionó e ironizó en torno a la decisión del fiscal Germán Pollicita de no concurrir a la invitación que le había hecho el bloque oficialista del Parlamento. "¿Qué pasa con los fiscales del Partido Judicial? ¿Cuándo los invita la oposición aceptan y cuando los invita el oficialismo lo rechazan? ¿Viste lo que te dije sobre el Partido Judicial? Porque además de ser Partido, es opositor y destituyente del Gobierno", ratificó.  «

"No puede sostener la denuncia"

El presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Julián Domínguez, se refirió en La Rioja a la negativa del fiscal que tiene a cargo la denuncia de Albeto Nisman, de asistir al Congreso de la Nación al afirmar que esta convencido de que "las severas inconsistencias jurídicas de la denuncia hicieron a (Gerardo) Pollicita declinar la invitación del Congreso".
Luego de exponer junto al vicegobernador de la provincia, Sergio Casas, en la Universidad Nacional de La Rioja, Dominguez expresó: "Es una pena que el fiscal haya declinado la invitación a exponer en el Congreso Nacional los fundamentos de la denuncia." Y agregó: "Invitamos a Pollicita a hacer aquello que Nisman no pudo por su trágico desenlace."
El titular de la Cámara Baja nacional destacó que el FPV le ofreció al fiscal "un ámbito para que argumente la denuncia presentada contra la presidenta, pero es probable que Pollicita no pueda sostener las severas inconsistencias jurídicas de la denuncia." 
"Un tratado internacional ratificado por Ley del Congreso puede ser bueno o malo, la historia hablará sobre su eficacia. Lo que nunca puede representar es un delito", afirmó sobre el Memorándum con Irán por la causa AMIA.


Fragmentos de la carta de Cristina 

La cadena del desánimo
 
Cuando hablo por cadena nacional se les dificulta apenas un poquito la tarea destructiva y depredadora (...). Pero la libertad de prensa (...) no sufre mella. La cadena nacional del desánimo y el odio, comandada por Clarín, goza del privilegio de la libre expresión los 365 días del año durante las 24 horas.
 
Ningún homenaje
 
Lo cierto es que la marcha a la que asistió todo el arco de partidos opositores y sus candidatos presidenciales, salvo las agrupaciones de izquierda, no fue para nada un acto de homenaje a una persona trágicamente fallecida, con la obvia excepción de sus familiares directos.
 
Una marcha opositora 
 
El 18F fue decididamente una marcha opositora, convocada por fiscales y apoyada por jueces y todo el arco político opositor. En síntesis: una marcha de varios integrantes de un Poder del Estado, el Judicial, contra otro Poder de la Constitución: el Ejecutivo.
 
Los números de la marcha

¿Por qué entonces ese evidente empecinamiento en agregarle ceros a una marcha? Porque en definitiva, allí está el objetivo oculto e implícito de la marcha: el 18F no es el homenaje a un fiscal, ni siquiera un reclamo insólito de justicia, sino el bautismo de fuego del Partido Judicial.
 
El partido judicial

Y ese Partido Judicial debe aparecer con "respaldo masivo" (no popular, concepto impensable para los que concurrieron al evento) que avale y dé aires de legalidad a cualquier mamarracho judicial, independientemente de lo que digan las leyes, códigos de fondo y de forma y hasta la Constitución.
 
El súper poder

Ya no se trata de golpes violentos (...) La modalidad es más sofisticada. Articula con los poderes económicos concentrados y fundamentalmente con el aparato mediático monopólico, intentando desestabilizar al Poder Ejecutivo y desconociendo las decisiones del Legislativo. (...) un súper poder por encima de las instituciones (...)
 
Cajoneo de causas

Es el Partido Judicial que cajonea causas de lesa humanidad como la de Papel Prensa, con increíble cantidad de prueba documental y testimonial, en lo que fue la apropiación de dicha empresa durante la dictadura por parte de Héctor Magnetto, Ernestina Herrera de Noble, Bartolomé Mitre y los ex propietarios del diario La Razón.
 
El "forum shopping"
 
(...) el que aún no permite que se aplique a Ley de Medios (...) el que ha generado el "derecho cautelar delivery" o el "forum shopping". (...) que pide la indagatoria del fiscal Dr. Gonella, que investiga lavado de dinero y narcotráfico, haciendo lugar a una denuncia hecha por una jueza que es pareja del narcotraficante Valentín Temes Coto.
 
En contra del parlamento
 
Es el Partido Judicial que por primera vez en la Historia declara inconstitucional un tratado internacional firmado por el gobierno nacional y ratificado por el Parlamento, en ejercicio de facultades Constitucionales que son exclusivas y excluyentes de ambos Poderes. Decisiones estas que, por lo tanto, no son judiciables.
 
Discrecionalidad
 
(...) Delicias de la omnipotencia, impunidad y discrecionalidad que te da el sólo hecho de ser juez en nuestro país. De pagar impuesto a las ganancias… mejor no hablamos. (...) (el Partido que) no va a elecciones, cuyos miembros no pagan impuestos, tienen sus funciones y prerrogativas de por vida (...)¿Decime si no te dan ganas de ser juez?

viernes, 20 de febrero de 2015

Los choripaneros de hoy, el peronismo de ayer....visto por Ellos

La aparición de este nuevo actor social en las calles de Buenos Aires, aquél 17 de octubre,  un otro, colocado rápidamente en viejos moldes que remitieron a la antinomia civilización/barbarie, por parte de la clase política, dirigente e intelectual de la época, con el objetivo de invisibilizarlo. Frases como estas de Germán Rozenmacher y Julio Cortázar, respectivamente, también graficaron desde la literatura el sentimiento hacia el otro diferente: “Y ella vio. Nada mas que una cabecita negra sentada en el umbral del hotel. Era una china que podía ser su sirvienta.”; o la noche, la deformidad, la negritud, pueblos o etnias originarios y desconocidas pero desde lo negativo, con un sentido denigratorio, y oscuro:

                                                 “Me parece bueno decir que yo iba a esa milonga por los
                                                 monstruos, y que no sé de otra donde se den tantos
                                                 juntos. Asoman con las once de la noche, bajan de las
                                                 regiones vagas de la ciudad, pausados y seguros de uno
                                                 o de a dos, las mujeres casi enanas y achinadas, los tipos
                                                 como javaneses o mocovíes, apretados con trajes a

                                                 cuadros o negros, el pelo duro peinado con fatiga”
Prof GB