domingo, 8 de febrero de 2015
Más dudas sobre los motivos del regreso del titular de la UFI AMIA desde Europa Testigo dijo que Nisman presentó la denuncia por temor a perder su cargo
Un empleado de la fiscalía declaró que Nisman había resuelto su regreso con antelación. Los rumores alrededor de la declaración de Stiuso. Las dudas sobre la caja fuerte allanada.
Interrogantes - La declaración responde a por qué volvió Nisman, pero no alcanza para explicar por qué está muerto - Foto: ap
Un empleado de la fiscalía especial para el atentado contra la AMIA declaró ante la fiscal Viviana Fein que Alberto Nisman regresó el 12 de enero a Buenos Aires desde Europa convencido de que si no lo hacía perdería la fiscalía especial que investiga el mayor atentado antijudío de la historia argentina. La afirmación aparece casi perdida en el fárrago de una testimonial que es más una apreciación conceptual sobre Nisman que un aporte trascendente al esclarecimiento de su muerte.
Ese dato se ubica en contexto con la situación ya probada que indica que Nisman había emitido pasajes para regresar junto con su hija de 15 años desde Europa a Buenos Aires sin que lo supiera su ex pareja, Sandra Arroyo Salgado, quien estaba en el Viejo Continente con su otra hija. Planeaban confluir en un punto común más adelante, pero eso quedó frustrado. Un durísimo intercambio entre Nisman y Arroyo Salgado muestra la situación de tirantez que generó el regreso del fiscal a la Argentina.
La declaración del testigo, colaborador cercano de Nisman en la UFI AMIA, parece derribar la teoría de un llamado desde Buenos Aires advirtiéndole que la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, había resuelto apartarlo de la fiscalía. Y abre espacio para especular con que Nisman (u otra mente más sagaz y conocedora de las necesidades y los tiempos mediáticos en feria judicial) eligió el momento para su presentación por presunto "encubrimiento" de los acusados iraníes por el atentado contra la mutual judía que involucraba a Cristina Fernández de Kirchner.
Puesto así, e independientemente de la veracidad o no de la denuncia por encubrimiento, la situación que protagonizó Nisman se asemeja mucho más a una operación de prensa que a una urgente necesidad de denunciar un delito grave.
El secreto mejor guardado por Nisman, las razones de su regreso, parecen haber quedado revelados por la declaración de ese empleado jerarquizado, cuya identidad permanecerá en reserva.
La declaración responde a por qué volvió Nisman. Pero no alcanza para explicar por qué está muerto. La falta de información profunda sobre lo que está pasando en el expediente agiganta los interrogantes y las fantasías. Para colmo de males, un episodio singular agravó las especulaciones: cuando la fiscal Fein dejó trascender el llamado a declaración testimonial al ex espía Jaime Stiuso tal cosa aún no había ocurrido. Dicho de otro modo, Fein había decidido llamar a Stiuso, pero no lo había concretado porque no sabía adónde hacerlo. La difusión mediática sacó al espía de la madriguera. Su abogado, Santiago Blanco Bermúdez, apareció en los medios de comunicación a la mañana siguiente, y se presentó en la fiscalía. Sólo entonces, y tras acordar formas y recaudos, quedó concretado el llamado a declarar.
Ayer por la tarde circularon insistentes versiones sobre que la declaración ya se había tomado. Ninguna fuente lo confirmó. Ni oficial, ni extraoficialmente.
A la fiscal Fein le cayó como una indigestión una actitud de la madre de Nisman, Sara Garfunkel. Cuando la jueza Fabiana Palmaghini ordenó allanar una sucursal del Banco de la Ciudad de Buenos Aires para abrir una caja de seguridad que poseía el ex fiscal, Garfunkel fue convocada telefónicamente. Después de que el banco informara sobre la existencia de la caja, la mujer presentó un escrito consignando también su existencia. Pero ni en ese momento, ni con el llamado telefónico, ni durante el allanamiento, dijo que ella había abierto la caja el 30 de enero. Cuando el secretario del juzgado, Sebastián Marasco, pidió al banco el detalle de los movimientos, saltó esa presencia. Todos miraron a Garfunkel, quien permaneció en silencio.
¿Era importante el contenido de esa caja de seguridad? Por lo pronto, había generado expectativa. Quizá estuvieran allí las armas que Nisman tenía registradas y que aún no aparecieron. Acaso hubiera documentación relacionada con su denuncia por encubrimiento. U otra relacionada con su vida privada.
La fiscal Fein evalúa llamar nuevamente a testimonial a Garfunkel para preguntarle qué había en esa caja. «
Ese dato se ubica en contexto con la situación ya probada que indica que Nisman había emitido pasajes para regresar junto con su hija de 15 años desde Europa a Buenos Aires sin que lo supiera su ex pareja, Sandra Arroyo Salgado, quien estaba en el Viejo Continente con su otra hija. Planeaban confluir en un punto común más adelante, pero eso quedó frustrado. Un durísimo intercambio entre Nisman y Arroyo Salgado muestra la situación de tirantez que generó el regreso del fiscal a la Argentina.
La declaración del testigo, colaborador cercano de Nisman en la UFI AMIA, parece derribar la teoría de un llamado desde Buenos Aires advirtiéndole que la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, había resuelto apartarlo de la fiscalía. Y abre espacio para especular con que Nisman (u otra mente más sagaz y conocedora de las necesidades y los tiempos mediáticos en feria judicial) eligió el momento para su presentación por presunto "encubrimiento" de los acusados iraníes por el atentado contra la mutual judía que involucraba a Cristina Fernández de Kirchner.
Puesto así, e independientemente de la veracidad o no de la denuncia por encubrimiento, la situación que protagonizó Nisman se asemeja mucho más a una operación de prensa que a una urgente necesidad de denunciar un delito grave.
El secreto mejor guardado por Nisman, las razones de su regreso, parecen haber quedado revelados por la declaración de ese empleado jerarquizado, cuya identidad permanecerá en reserva.
La declaración responde a por qué volvió Nisman. Pero no alcanza para explicar por qué está muerto. La falta de información profunda sobre lo que está pasando en el expediente agiganta los interrogantes y las fantasías. Para colmo de males, un episodio singular agravó las especulaciones: cuando la fiscal Fein dejó trascender el llamado a declaración testimonial al ex espía Jaime Stiuso tal cosa aún no había ocurrido. Dicho de otro modo, Fein había decidido llamar a Stiuso, pero no lo había concretado porque no sabía adónde hacerlo. La difusión mediática sacó al espía de la madriguera. Su abogado, Santiago Blanco Bermúdez, apareció en los medios de comunicación a la mañana siguiente, y se presentó en la fiscalía. Sólo entonces, y tras acordar formas y recaudos, quedó concretado el llamado a declarar.
Ayer por la tarde circularon insistentes versiones sobre que la declaración ya se había tomado. Ninguna fuente lo confirmó. Ni oficial, ni extraoficialmente.
A la fiscal Fein le cayó como una indigestión una actitud de la madre de Nisman, Sara Garfunkel. Cuando la jueza Fabiana Palmaghini ordenó allanar una sucursal del Banco de la Ciudad de Buenos Aires para abrir una caja de seguridad que poseía el ex fiscal, Garfunkel fue convocada telefónicamente. Después de que el banco informara sobre la existencia de la caja, la mujer presentó un escrito consignando también su existencia. Pero ni en ese momento, ni con el llamado telefónico, ni durante el allanamiento, dijo que ella había abierto la caja el 30 de enero. Cuando el secretario del juzgado, Sebastián Marasco, pidió al banco el detalle de los movimientos, saltó esa presencia. Todos miraron a Garfunkel, quien permaneció en silencio.
¿Era importante el contenido de esa caja de seguridad? Por lo pronto, había generado expectativa. Quizá estuvieran allí las armas que Nisman tenía registradas y que aún no aparecieron. Acaso hubiera documentación relacionada con su denuncia por encubrimiento. U otra relacionada con su vida privada.
La fiscal Fein evalúa llamar nuevamente a testimonial a Garfunkel para preguntarle qué había en esa caja. «
Lagomarsino: fin del contrato
La Procuración General rescindiría esta semana el contrato de Diego Lagomarsino –quien trabajaba en la Unidad Especial AMIA y fue quien le prestó el arma que terminó con la vida del fiscal Alberto Nisman–, a pedido del fiscal remplazante en la Unidad Alberto Gentili, según publicó ayer el diario Página/12.
Lagomarsino tiene contrato desde 2008 con la fiscalía que investigaba el atentado a la AMIA, pero no asistía al lugar y se encontraba con Nisman, generalmente, en el departamento que el fiscal ocupaba en el edificio Le Parc. Según versiones, el técnico informático tenía el contrato más alto de la fiscalía que encabezaba Nisman.
Lagomarsino tiene contrato desde 2008 con la fiscalía que investigaba el atentado a la AMIA, pero no asistía al lugar y se encontraba con Nisman, generalmente, en el departamento que el fiscal ocupaba en el edificio Le Parc. Según versiones, el técnico informático tenía el contrato más alto de la fiscalía que encabezaba Nisman.
Binner acusó a gils carbó, no pudo explicar por qué y cortó
El titular del Partido Socialista y precandidato presidencial del frente Amplio UNEN, Hermes Binner, acusó a la procuradora general de la Nación Alejandra Gils Carbó de "empiojar" la investigación por la muerte del fiscal Alberto Nisman. Sin embargo, tras ser consultado por los motivos que lo llevaban a semejante afirmación, el ex gobernador de Santa Fe no supo que responder y, tras algunos titubeos, se despidió.
Según Binner, el accionar de Gils Carbó alrededor de la causa que investiga la muerte de Nisman "no ayuda a la democracia, porque está realmente 'empiojando' la situación y debe tener una clara dimensión de que ocupa un lugar que es estratégico y funcional en la nueva Argentina que queremos tener". Al serles requeridas mayores precisiones –en una entrevista con el programa Te quiero a las 10, en radio AM 750–, siguió: "Nombrando fiscales sin acuerdo... bueno, hay una...".
"Es un todo, no podemos ver qué color de zapatos tiene tal o cual persona", amplió el socialista, y ante el llamado de atención acerca de que la acusación que había vertido sobre la Procuradora era importante, y que no estaba justificando su exposición, dijo antes de cortar: "Quédese tranquila que yo le voy a proponer... (silencio) "bueno, muchas gracias, eh".
Según Binner, el accionar de Gils Carbó alrededor de la causa que investiga la muerte de Nisman "no ayuda a la democracia, porque está realmente 'empiojando' la situación y debe tener una clara dimensión de que ocupa un lugar que es estratégico y funcional en la nueva Argentina que queremos tener". Al serles requeridas mayores precisiones –en una entrevista con el programa Te quiero a las 10, en radio AM 750–, siguió: "Nombrando fiscales sin acuerdo... bueno, hay una...".
"Es un todo, no podemos ver qué color de zapatos tiene tal o cual persona", amplió el socialista, y ante el llamado de atención acerca de que la acusación que había vertido sobre la Procuradora era importante, y que no estaba justificando su exposición, dijo antes de cortar: "Quédese tranquila que yo le voy a proponer... (silencio) "bueno, muchas gracias, eh".
Esta semana se conocerán los resultados de las pericias toxicológicas y las de los tejidos Los puntos que no cierran de una causa que revela la pereza de la justicia penal
La fiscal Viviana Fein dio información contradictoria sobre la recolección de pruebas y la mecánica del disparo que le quitó la vida al fiscal Alberto Nisman. Por qué será clave el trabajo de los peritos de la querella en la investigación.
Palabras más, palabras menos - Fein en sus cotidianas conferencias de prensa, donde se desmiente a sí misma y no da precisiones sobre las claves del expediente - Foto: tiempo argentino
La investigación por la muerte del fiscal Alberto Nisman es una tragedia de enredos con una fiscal, Viviana Fein, que con cada conferencia de prensa televisada confunde todavía más a propios y extraños.
El sábado 24 de enero, la fiscal le dijo al periodista de TN, Ricardo Canaletti, que el disparo de la pistola Bersa calibre 22 que le quitó la vida a Nisman había ingresado por la sien derecha a una distancia no mayor a un centímetro. En el estudio de tevé la estaba escuchando el criminalista Raúl Torre. Ese día el diario Clarín había publicado en tapa que el balazo fue disparado a una distancia de 15 centímetros del cráneo. Luego de desmentir la versión de Clarín de forma categórica, la fiscal Fein, con su particular estilo vecinal, agregó sobre la trayectoria que "fue perpendicular". Poco después sostuvo que el balazo entró por el parietal. Y al rato nombró el hueso temporal. Es decir: en pocos minutos describió huesos distintos de la cabeza humana (ver infografía aparte).
Pero el colmo sucedió el domingo 1 durante el programa de Mirtha Legrand. Allí, el escritor, periodista y ex embajador en Francia durante el gobierno de Carlos Menem, Jorge Asís, soltó que el tiro que mató a Nisman fue efectuado a dos centímetros detrás de la oreja. "Un suicida contorsionista", dijo Asís.
Pasaron los días y la fiscal Fein no corroboró ni negó semejante interpretación del reciente experto en tanatología. Pero el asunto no quedó ahí. En su edición del 3 de febrero, Clarín informó que el disparo que mató al fiscal Nisman no fue en la sien, sino en el parietal temporal derecho, unos dos centímetros por detrás de la oreja. ¿Quién se equivocó? ¿La fiscal que investiga el caso o el escritor, hoy diletante del bisturí?
Una fuente de la investigación confirmó a este cronista que el balazo ingresó en la zona que rodea el pabellón auditivo de Nisman, a la altura de la mitad de la oreja en lo que definió como "el hueso temporal, a dos centímetros del oído".
"La fiscal no sabe lo que dice", contó el informante, preocupado.
Al mismo tiempo, en estas horas de desguace, anduvo circulando en el ambiente del "periodismo servicial" una presunta fotografía del cuerpo de Nisman donde decían que su cabeza estaba intacta, sin rastros de sangre. Al parecer, pretendían instalar que no murió de un tiro en el cráneo. Pero al ser consultado por este diario, un jefe polical aseguró que un oficial a su cargo vio el cadáver de Nisman y lo halló con el cráneo totalmente ensangrentado sobre varios centímetros de sangre.
Ahora bien, ¿es lo mismo un disparo en el parietal (la zona superior del cráneo con que los jugadores de fútbol cabecean la pelota) que un tiro detrás de la oreja? No. "Eso nos ubica ante otra situación. Hay suicidios con ese tipo de orificios de entrada de bala, pero de ninguna forma es lo mismo. Incluso podría potenciar la hipótesis de un supuesto homicidio. De todas maneras, hay que esperar todos los resultados de las pericias pendientes", explica, cauto, Torre.
Sin embargo, ayer trascendieron algunas versiones sobre los resultados del análisis toxicológico de la víctima, que no están confirmadas oficialmente. El análisis de orina y sangre más las vísceras se dará a conocer el 18 de febrero. En ese momento se sabrá si Nisman consumió o no alguna droga que pudo haber alterado su sistema nervioso central.
Otra pericia que aún se desconoce es el segundo análisis de barrido electrónico para hallar algunos de los tres metales que expulsa el arma en la deflagración del disparo. Se hará en Salta, donde tienen el microscopio más moderno del país.
De acuerdo a expertos del CONICET y la CNEA, los científicos buscan lo que llaman una "partícula" o "grano" para identificar plomo, bario y antimonio en la combustión de los átomos. Si Nisman se disparó, debería aparecer alguno de estos tres metales en las muestras extraídas de sus manos con material de carbono que son especiales y adhesivos.
LOS PERSONAJES. El especialista en informática Diego Ángel Lagomarsino, el hombre que le entregó el arma homicida a Nisman, perdió su trabajo en la Fiscalía AMIA. Así lo ordenó la Procuración. Y no sólo él: el abogado Claudio Rabinovich, quien estuvo con Nisman el viernes anterior a su deceso, también dejará su tarea de "asesor especial" con un salario de 33 mil pesos al mes.
La situación de Lagomarsino es al menos sinuosa. Dijo que estuvo dentro del departamento de Nisman dos veces: el sábado a las 15 y a las 20. Pero existiría un registro de la guardia de Le Parc, que lo anotó saliendo recién pasada la medianoche del domingo 19. La franja horaria de la data de muerte de Nisman comienza a las 10:30 y se extiende hasta las 13:30 del domingo. "Para mí, todos los custodios del fiscal Nisman se llamaban Benítez", adujo Lagomarsino en su testimonial televisada.
La referencia no fue en vano: en su segunda entrada a la casa del fiscal el sábado previo a su muerte habría visto a un custodio que no sería ninguno de los tres desafectados de la Policía Federal. Nisman contaba con diez de ellos y los usaba para realizar tareas de mensajería y hasta para llevar las compras del supermercado. ¿Quiénes son los testigos? Un fiscal muerto de un balazo en la cabeza y un hombre que tenía un sueldo de 41.800 pesos y gastos por tarjetas de crédito que superaban los 70 mil, y viajaba con ese mismo fiscal a Chile y otros destinos.
El testimonio de Lagomarsino no es claro teniendo en cuenta que fue quien entregó el arma con que Nisman apareció muerto. El detalle que desgranó sobre la pistola desarmada en tres partes envuelta en un paño, tendría todas las características de una coartada. Si admitiera que le habría entregado la pistola completa y cargada a Nisman sería acusado de un delito más grave: portación de arma, usada en el marco de una muerte dudosa. Además, los peritos no encontraron ADN de contacto de Lagomarsino en la pistola Bersa calibre 22 que él mismo dijo haber manipulado para explicarle a Nisman cómo se usaba de forma "segura".
Otro asunto inexplicable es la actitud de los suboficiales de la Federal Armando Niz y Luis Miño. Tardaron once horas en enterarse de que el fiscal que cuidaban estaba fatalmente muerto adentro del baño de su departamento. Llamaron a la secretaria de Nisman antes que a sus superiores, y encima involucraron a la madre del fiscal en esa escena desopilante con el cerrajero y el viaje de ida y vuelta hasta Núñez.
Ambos agentes, junto al más experimentado custodio de Nisman, Rubén Benítez –que lo conocía hace 15 años y era el único autorizado a entrar a su departamento–, son junto a Lagomarsino las cinco personas que aparecen alrededor del perímetro del hecho, si se cuenta a la madre de la víctima. Digan lo que digan, es así. A no ser que el presunto vecino chino aparezca como un espectro desde el más allá. Y el enigmático Antonio Stiuso revele qué le dijo a Nisman el sábado 17.
Aquel domingo 18, los policías avisaron a las 23:05 a sus jefes que Nisman yacía muerto. La fiscal Fein y el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, llegaron al lugar alrededor de la 1:30 de la madrugada del lunes. Pero algo sugestivo sucedió media hora después del aviso de los custodios. El ex periodista del Buenos Herald, Damián Patcher –actualmente exiliado en Israel porque dice que tiene miedo de volver a la Argentina– reveló en la red social Twitter los "incidentes" en el domicilio del fiscal a las 23:36. ¿O sea que Patcher estaba mejor informado que el secretario de Seguridad? Lo cierto es que el mentado personaje se alojó primero en Mar del Plata con un hombre de buena llegada a un sector de los servicios de inteligencia locales, y apenas seis días después arribó a Tel Aviv "sano y salvo", según escribió.
Un colega suyo, Meir Margalit, le dijo el 27 de enero a Radio América que Patcher nunca formó parte de la redacción del diario Haaretz y que él no lo conoce.
En tanto, el médico forense Osvaldo Raffo y el ex jefe de la Policía Bonaerense, Daniel Salcedo, fueron nombrados como peritos de parte en representación de las hijas de Nisman, por su ex mujer, la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado. En los últimos días, están concentrados en los detalles de la autopsia y en la escena completa del hecho desde la aparición del cadáver de Nisman. Salcedo analiza las llamadas entrantes y salientes de los tres celulares de Nisman y Raffo se concentra en la operación de autopsia que realizaron dos discípulos suyos: los legistas Héctor Di Salvo y Fernando Trezza.
Raffo y su equipo quieren descartar la existencia de una tercera persona y estudian en profundidad si podría tratarse de un potencial homicidio.
En ese sentido, las versiones discordantes entre la madre de Nisman, Sara Garfunkel, y el cerrajero Walter sobre la puerta de servicio del departamento del fiscal, tuvieron ayer otro correlato angustiante. La empleada doméstica de Nisman le contó al diario La Nación que ella solía ver cerrada desde adentro la puerta de servicio.
Un dato que no coincide con lo relatado en sede judicial por la mamá de Nisman, que explicó que fue ella la que abrió esa puerta al menos una hora antes de la llegada del cerrajero. Poco después ingresó al departamento de Nisman el médico de Swiss Medical y el suboficial Niz. Todos al mismo tiempo, a esa hora desesperada. «
El sábado 24 de enero, la fiscal le dijo al periodista de TN, Ricardo Canaletti, que el disparo de la pistola Bersa calibre 22 que le quitó la vida a Nisman había ingresado por la sien derecha a una distancia no mayor a un centímetro. En el estudio de tevé la estaba escuchando el criminalista Raúl Torre. Ese día el diario Clarín había publicado en tapa que el balazo fue disparado a una distancia de 15 centímetros del cráneo. Luego de desmentir la versión de Clarín de forma categórica, la fiscal Fein, con su particular estilo vecinal, agregó sobre la trayectoria que "fue perpendicular". Poco después sostuvo que el balazo entró por el parietal. Y al rato nombró el hueso temporal. Es decir: en pocos minutos describió huesos distintos de la cabeza humana (ver infografía aparte).
Pero el colmo sucedió el domingo 1 durante el programa de Mirtha Legrand. Allí, el escritor, periodista y ex embajador en Francia durante el gobierno de Carlos Menem, Jorge Asís, soltó que el tiro que mató a Nisman fue efectuado a dos centímetros detrás de la oreja. "Un suicida contorsionista", dijo Asís.
Pasaron los días y la fiscal Fein no corroboró ni negó semejante interpretación del reciente experto en tanatología. Pero el asunto no quedó ahí. En su edición del 3 de febrero, Clarín informó que el disparo que mató al fiscal Nisman no fue en la sien, sino en el parietal temporal derecho, unos dos centímetros por detrás de la oreja. ¿Quién se equivocó? ¿La fiscal que investiga el caso o el escritor, hoy diletante del bisturí?
Una fuente de la investigación confirmó a este cronista que el balazo ingresó en la zona que rodea el pabellón auditivo de Nisman, a la altura de la mitad de la oreja en lo que definió como "el hueso temporal, a dos centímetros del oído".
"La fiscal no sabe lo que dice", contó el informante, preocupado.
Al mismo tiempo, en estas horas de desguace, anduvo circulando en el ambiente del "periodismo servicial" una presunta fotografía del cuerpo de Nisman donde decían que su cabeza estaba intacta, sin rastros de sangre. Al parecer, pretendían instalar que no murió de un tiro en el cráneo. Pero al ser consultado por este diario, un jefe polical aseguró que un oficial a su cargo vio el cadáver de Nisman y lo halló con el cráneo totalmente ensangrentado sobre varios centímetros de sangre.
Ahora bien, ¿es lo mismo un disparo en el parietal (la zona superior del cráneo con que los jugadores de fútbol cabecean la pelota) que un tiro detrás de la oreja? No. "Eso nos ubica ante otra situación. Hay suicidios con ese tipo de orificios de entrada de bala, pero de ninguna forma es lo mismo. Incluso podría potenciar la hipótesis de un supuesto homicidio. De todas maneras, hay que esperar todos los resultados de las pericias pendientes", explica, cauto, Torre.
Sin embargo, ayer trascendieron algunas versiones sobre los resultados del análisis toxicológico de la víctima, que no están confirmadas oficialmente. El análisis de orina y sangre más las vísceras se dará a conocer el 18 de febrero. En ese momento se sabrá si Nisman consumió o no alguna droga que pudo haber alterado su sistema nervioso central.
Otra pericia que aún se desconoce es el segundo análisis de barrido electrónico para hallar algunos de los tres metales que expulsa el arma en la deflagración del disparo. Se hará en Salta, donde tienen el microscopio más moderno del país.
De acuerdo a expertos del CONICET y la CNEA, los científicos buscan lo que llaman una "partícula" o "grano" para identificar plomo, bario y antimonio en la combustión de los átomos. Si Nisman se disparó, debería aparecer alguno de estos tres metales en las muestras extraídas de sus manos con material de carbono que son especiales y adhesivos.
LOS PERSONAJES. El especialista en informática Diego Ángel Lagomarsino, el hombre que le entregó el arma homicida a Nisman, perdió su trabajo en la Fiscalía AMIA. Así lo ordenó la Procuración. Y no sólo él: el abogado Claudio Rabinovich, quien estuvo con Nisman el viernes anterior a su deceso, también dejará su tarea de "asesor especial" con un salario de 33 mil pesos al mes.
La situación de Lagomarsino es al menos sinuosa. Dijo que estuvo dentro del departamento de Nisman dos veces: el sábado a las 15 y a las 20. Pero existiría un registro de la guardia de Le Parc, que lo anotó saliendo recién pasada la medianoche del domingo 19. La franja horaria de la data de muerte de Nisman comienza a las 10:30 y se extiende hasta las 13:30 del domingo. "Para mí, todos los custodios del fiscal Nisman se llamaban Benítez", adujo Lagomarsino en su testimonial televisada.
La referencia no fue en vano: en su segunda entrada a la casa del fiscal el sábado previo a su muerte habría visto a un custodio que no sería ninguno de los tres desafectados de la Policía Federal. Nisman contaba con diez de ellos y los usaba para realizar tareas de mensajería y hasta para llevar las compras del supermercado. ¿Quiénes son los testigos? Un fiscal muerto de un balazo en la cabeza y un hombre que tenía un sueldo de 41.800 pesos y gastos por tarjetas de crédito que superaban los 70 mil, y viajaba con ese mismo fiscal a Chile y otros destinos.
El testimonio de Lagomarsino no es claro teniendo en cuenta que fue quien entregó el arma con que Nisman apareció muerto. El detalle que desgranó sobre la pistola desarmada en tres partes envuelta en un paño, tendría todas las características de una coartada. Si admitiera que le habría entregado la pistola completa y cargada a Nisman sería acusado de un delito más grave: portación de arma, usada en el marco de una muerte dudosa. Además, los peritos no encontraron ADN de contacto de Lagomarsino en la pistola Bersa calibre 22 que él mismo dijo haber manipulado para explicarle a Nisman cómo se usaba de forma "segura".
Otro asunto inexplicable es la actitud de los suboficiales de la Federal Armando Niz y Luis Miño. Tardaron once horas en enterarse de que el fiscal que cuidaban estaba fatalmente muerto adentro del baño de su departamento. Llamaron a la secretaria de Nisman antes que a sus superiores, y encima involucraron a la madre del fiscal en esa escena desopilante con el cerrajero y el viaje de ida y vuelta hasta Núñez.
Ambos agentes, junto al más experimentado custodio de Nisman, Rubén Benítez –que lo conocía hace 15 años y era el único autorizado a entrar a su departamento–, son junto a Lagomarsino las cinco personas que aparecen alrededor del perímetro del hecho, si se cuenta a la madre de la víctima. Digan lo que digan, es así. A no ser que el presunto vecino chino aparezca como un espectro desde el más allá. Y el enigmático Antonio Stiuso revele qué le dijo a Nisman el sábado 17.
Aquel domingo 18, los policías avisaron a las 23:05 a sus jefes que Nisman yacía muerto. La fiscal Fein y el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, llegaron al lugar alrededor de la 1:30 de la madrugada del lunes. Pero algo sugestivo sucedió media hora después del aviso de los custodios. El ex periodista del Buenos Herald, Damián Patcher –actualmente exiliado en Israel porque dice que tiene miedo de volver a la Argentina– reveló en la red social Twitter los "incidentes" en el domicilio del fiscal a las 23:36. ¿O sea que Patcher estaba mejor informado que el secretario de Seguridad? Lo cierto es que el mentado personaje se alojó primero en Mar del Plata con un hombre de buena llegada a un sector de los servicios de inteligencia locales, y apenas seis días después arribó a Tel Aviv "sano y salvo", según escribió.
Un colega suyo, Meir Margalit, le dijo el 27 de enero a Radio América que Patcher nunca formó parte de la redacción del diario Haaretz y que él no lo conoce.
En tanto, el médico forense Osvaldo Raffo y el ex jefe de la Policía Bonaerense, Daniel Salcedo, fueron nombrados como peritos de parte en representación de las hijas de Nisman, por su ex mujer, la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado. En los últimos días, están concentrados en los detalles de la autopsia y en la escena completa del hecho desde la aparición del cadáver de Nisman. Salcedo analiza las llamadas entrantes y salientes de los tres celulares de Nisman y Raffo se concentra en la operación de autopsia que realizaron dos discípulos suyos: los legistas Héctor Di Salvo y Fernando Trezza.
Raffo y su equipo quieren descartar la existencia de una tercera persona y estudian en profundidad si podría tratarse de un potencial homicidio.
En ese sentido, las versiones discordantes entre la madre de Nisman, Sara Garfunkel, y el cerrajero Walter sobre la puerta de servicio del departamento del fiscal, tuvieron ayer otro correlato angustiante. La empleada doméstica de Nisman le contó al diario La Nación que ella solía ver cerrada desde adentro la puerta de servicio.
Un dato que no coincide con lo relatado en sede judicial por la mamá de Nisman, que explicó que fue ella la que abrió esa puerta al menos una hora antes de la llegada del cerrajero. Poco después ingresó al departamento de Nisman el médico de Swiss Medical y el suboficial Niz. Todos al mismo tiempo, a esa hora desesperada. «
El dato
Los llamados de Stiuso
Tal como publicó Tiempo esta semana, hay al menos tres comunicaciones telefónicas entre el ex jefe de Operaciones y Contrainteligencia de la Secretaría de Inteligencia (SI), Antonio Horacio Stiuso.
Caso Nisman: Milani denunciará a Carrió por acusarlo de encubrimiento
Caso Nisman: Milani denunciará a Carrió por acusarlo de encubrimiento
La diputada había hecho duras declaraciones contra el jefe del Ejército. Ahora el general anunció que tomará las medidas judiciales pertinentes.
Mediante un comunicado oficial, el Ejército informó anticipó el titular del arma, general César Milani iniciará "las acciones legales pertinentes” contra la diputada Elisa Carrió, luego de que la dirigente amenazara con la “presentación de una denuncia penal que involucraría al Jefe del Ejército en la muerte del Fiscal Alberto Nisman”.
"Esta actitud pone en evidencia, una vez más, a qué oscuros intereses y directivas responden las acusaciones divulgadas por la Diputada Carrió"
“Se hace saber que la falsa atribución de dicho ilícito constituye un agravio malicioso que lesiona gravemente la dignidad del Jefe de la Fuerza", explicó el comunicado.
"Esta actitud pone en evidencia, una vez más, a qué oscuros intereses y directivas responden las acusaciones divulgadas por la Diputada Carrió que, con expresiones gravemente injuriosastienen por única finalidad desacreditar y difamar al Jefe del Ejército", agregó la fuerza que responde a Milani.
"Los hechos que se pretenden imputar, por su manifiesta irracionalidad, carecen de absoluto respaldo y resultan ajenos a la realidad", consideró el texto.
Los fiscales que convocan a la marcha afrontan denuncias por su actuación en la Justicia
Los impulsores de la movilización del 18 de febrero están denunciados por irregularidades cometidas en diversas causas, incluso en la propia investigación del atentado a la AMIA.
El grupo de fiscales que el último viernes convocó a una movilización para para recordar al fallecido fiscal Alberto Nisman, a un mes de su muerte, poseen graves denuncias en su contra, incluso por actuación irregular en la causa AMIA, según informan hoy distintos matutinos.
La convocatoria, que cuenta con la adhesión del gremio judicial que conduce el moyanista Julio Piumato, estuvo encabezada por los fiscales José María Campagnoli, Ricardo Sáenz, Carlos Rívolo, Raúl Pleé, y Carlos Stornelli, muchos de los cuales afrontan procesos sumarios y judiciales por mal desempeño en la causa AMIA y en otros expedientes.
Según publicó hoy el diario Página/12, Raúl Pleé fue denunciado en 2013 por el Centro de Estudios Legales y Sociales y por la asociación de familiares y sobrevivientes del atentado a la AMIA, Memoria Activa por haber demorado la acusación contra los acusados de encubrimiento.
Memoria Activa incluso, acusó que la demora se debía a que Pleé y el fiscal Germán Moldes, que si bien no participó de la convocatoria, se lo consigna como parte fundamental del grupo de fiscales, se resistían a mandar a juicio a “sus ex compañeros de trabajo”, en referencia al juez Juan José Galeano y otros funcionarios judiciales involucrados.
Por entonces, el Cels consignó que “sin explicación, el fiscal de casación Raúl Plee dejó de impulsar la causa y la Cámara se resistió a fijar audiencia hasta que quedó en evidencia”.
Otro de los convocantes a la movilización es el fiscal ante la Cámara Federal, Ricardo Sáenz, quien también es el vicepresidente de la Asociación de Magistrados.
Durante el año 2013, este letrado fue denunciado por el juez Juan Ramos Padilla, por haber interferido en la investigación que se desarrollaba contra un comisario de la Policía Federal acusado de irregularidades en la División Automotores de esa fuerza.
Según Ramos Padilla, Sáenz fue registrado dialogando en escuchas judiciales, “dándose en el caso un trato de amistad y de habitualidad” con el comisario Marcelo Pecorelli, a quien acusan de haber prestado asistencia a uniformados investigados por actos de servicio que no eran tales, y por haber asistido en su estudio particular a querellados en causas penales, a pesar de estar inhabilitado.
El más reciente de los denunciados fue José María Campagnoli, quien fue suspendido de su cargo por el Tribunal de Enjuiciamiento del Consejo de la Magistratura e investigado por "abuso de poder" y "mal desempeño" producto de la supuesta modificación del objeto procesal en la causa Lázaro Báez, con el fin de desarrollar una investigación paralela a la que el fiscal Guillermo Marijuán cursaba en la justicia federal.
Previo a esta acusación, Campagnoli acumulaba varias causas en su contra por maltratos y abuso de poder contra los vecinos de Barrio Mitre, en Saavedra, y también fue denunciado de haber recibido un dictamen elaborado por abogados del Grupo Clarín, a través del estudio de abogados Saenz Valiente & Asociados.
Marijuán fue desplazado durante el mes de diciembre de su cargo al frente de la Unidad Fiscal de Investigaciones de la Seguridad Social (Ufises), organismo dependiende de la Procuración General de la Nación encargado de asistir y colaborar con los fiscales federales de todo el país en todas aquellas investigaciones relacionadas con ilícitos que tengan como sujeto pasivo entre otros a la Anses.
El desplazamiento del fiscal vinculado al Frente Renovador se debió a la realización de“concursos no transparentes” y a la reiterada negativa por explicar ante la Procuración el rumbo de los expedientes de la Unidad.
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