jueves, 5 de febrero de 2015

OPINION La investigación y el contorno

Por Mario Wainfeld
La sangre y la actividad siniestra de los “servicios” afrentan al sistema democrático y lo jaquean. La “muerte dudosa” del fiscal Alberto Nisman conjuga (según el imaginario social casi unánime) ambos factores, su investigación es mucho más que una prioridad. Si se descifrara de modo creíble y con evidencias qué pasó se cumpliría con el deber estatal hacia la familia y sus allegados. También sería un aporte para relegitimar al régimen democrático. No es para nada seguro que así suceda: la experiencia argentina previa es, en ese aspecto, desoladora.
Se ha comentado asiduamente con anterioridad: el Poder Judicial y las agencias de seguridad, en promedio, son muy inhábiles para investigar a fondo los crímenes que conmueven al conjunto social. Esto vale tanto para delitos cometidos contra personas del común cuanto para aquellos con gravitación política. Como meros ejemplos que podían multiplicarse o potenciarse: vale para María Marta García Belsunce o Nora Dalmasso, para la Embajada de Israel o la AMIA.
Adentrándonos en hechos de sangre con incidencia política, la estadística abruma. La regla es la falta de esclarecimiento o la demora desmedida que desvaloriza cualquier desenlace o las dos variables unidas. Claro que de estadísticas hablamos y no de un caso concreto, el actual. Por abrumadora que sea la tendencia, esta vez puede (debe) ser la excepción. Con el expediente recién iniciado vale abrir un crédito para el activismo y la capacidad de los responsables.
Hay contraejemplos gratificantes, pocos. Las pesquisa y el juicio sobre los asesinatos de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán fueron dos de ellos. Con imperfecciones se llegó a condenar a los autores materiales. Un ejemplo más acabado fue la investigación sobre el homicidio de Mariano Ferreyra. Ahí se conjugaron la celeridad, la detección de autores materiales e instigadores (autores intelectuales, en jerga común). Es posible, entonces, aunque cabe apuntar que dichos crímenes se cometieron a la luz del día, ante muchos testigos siendo registrados por cámaras de tevé y máquinas fotográficas. Son contingencias excepcionales, bien diversas a las de la muerte de Nisman. La buena praxis de fiscales y querellas fue imprescindible pero contaba con esa sólida base probatoria. En el caso Ferreyra, en particular, la jueza de primera instancia tuvo un desempeño inusual, por lo eficaz y corajudo.
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Las interpretaciones políticas y familiares convergen en una conclusión común: fue asesinato y no suicidio. O como alternativa el llamado “suicidio inducido”. La expresión aceptada por consenso designa a un suicidio instigado por presión brutal e irresistible de otra u otras personas. Con tales aditamentos es algo mucho más similar a un asesinato que a la desaparición por mano propia.
No hay paradoja en la coincidencia de diagnóstico entre la familia, el Gobierno, la oposición política o mediática. El relato que explica cada versión es diferente. La familia, representada por la madre de las hijas de Nisman, su ex esposa Sandra Arroyo Salgado, niega que haya sido suicidio.
Para el oficialismo la muerte es un jalón de un recorrido que comienza con el dictamen de Nisman acusando por encubrimiento a la propia presidenta. El dictamen es producto de una operación política. Añaden que el ex fiscal fue utilizado como una pieza de una escalada que incluía su asesinato, ya que su denuncia tendría nula fortuna en los tribunales. La mano de obra desocupada (recientemente) tendría mucho que ver. La conspicua relación entre el fiscal y el súper espía Antonio “Jaime” Stiuso redondea la hipótesis.
Para los opositores, el Gobierno es responsable del asesinato. Sea por omisión de deberes: no haber custodiado o protegido debidamente a un protagonista expuesto a riesgos especiales. O sea por una conducta más atroz, que pocos explicitan pero que se sugiere aquí y allá.
Así las cosas, un dictamen o una resolución que decidiera que fue suicidio sería rechazado o denostado por una mayoría abrumadora de protagonistas. Todo indica que respondería parecido la “opinión pública”, suspicaz por idiosincrasia y por experiencia acumulada.
Volvamos a la estadística, que nunca aplica al ciento por ciento de las situaciones ni define de antemano el caso. En tendencia jueces y fiscales son muy vulnerables al ulular de la tribuna, a las presiones directas o difusas de los medios, al “qué dirán” por ponerlo en términos simplotes. Es más que común que decidan en función de (o tengan muy en cuenta) las expectativas sociales, tal como ellos las ven. La aversión al descrédito pesa en un platillo de la balanza, la idea de justicia concreta en otro... el balance puede defraudar.
La jueza y la fiscal conocen esas visiones, que fungen como demandas. De su calidad y capacidad depende que sepan y puedan “enfrascarse” en lo empírico, lo comprobado, las evidencias.
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En el transcurrir de los días el dictamen sobre el encubrimiento perdió voltaje, preeminencia y credibilidad. Buena parte de sus acérrimos apologistas a priori van asumiendo que tiene baches gigantescos, que su fundamentación jurídica frisa con lo inexistente, que el cúmulo de pruebas es nimio.
Para el conglomerado opositor nada de eso importa porque la muerte de su autor es traducida como corroboración de la calidad de su trabajo. No es así, por varios motivos evidentes. El primero, como ya se escribió en este diario, porque el dictamen es pobre, sus premisas no se corroboraron y las acusaciones contra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner no tienen siquiera una mención con nombre y apellido, ni hablar de algún elemento de prueba.
El expediente, tras declinaciones de competencia de los jueces Ariel Lijo y Daniel Rafecas, fue adjudicado por la Cámara a éste. No es el que Nisman eligió, un elemento más que habla de la ligereza de su planteo.
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Se están procesando pruebas esenciales, en particular las comunicaciones de Nisman, sea por llamadas telefónicas, mensajes de texto o por soportes informáticos. Puede que la querella reclame nuevas pericias o ampliaciones de las realizadas. No se completó la primera tanda de evidencias imprescindibles. Hay, de movida, falencias probatorias. La seguridad del edificio no cumplía con lo que prometía y cobraba. Muchas cámaras eran simulacro, no capturaban imágenes. Será imposible, pues, probar por ese medio que nadie entró o salió en las horas determinantes. Ese vacío no prueba que alguien lo hizo, pero deja incertidumbre.
Hasta acá, todo lo comprobado concuerda con la hipótesis del suicidio: el arma, el cuerpo, el estado del departamento, la entrada de la bala. Se ratifica: faltan piezas esenciales. Especular, cree este escriba, es prematuro y hasta perjudicial.
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La oposición y su vanguardia mediática transforman a Nisman en un estandarte. Pero se desbocan al hablar de dictadura, equiparar la etapa kirchnerista al terrorismo de Estado. Las comparaciones carecen de asidero, lo que se corrobora con sólo leer los diarios y escuchar lo que se divulga en medios audiovisuales. Y nada tiene que ver con el clima de exaltada libertad de expresión que caracteriza a la Argentina.
Quienes anunciaban el fin de ciclo desde hace más de un año encuentran un nuevo argumento. Proclaman que el Gobierno perdió poder, que no controla al Estado. Dictadura y vacío de poder, dos peligrosos argumentos, remanidos en la historia nacional.
El aparato comunicacional opositor es formidable, ya que dispone del multimedios más grande de América latina, con escasos parangones mundiales. La táctica responsiva del Gobierno es replicar uno a uno. Es asunto opinable, el autor de estas líneas cree que se escala en la temática propuesta por el adversario, incluso en puntos laterales de importancia relativa o nimia.
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, cometió un acto indebido al romper un ejemplar de Clarín. Un gesto violento e impropio dada la historia reciente. Para colmo, lo hizo refutando un dato real, o sea le concedió un gol o un doble de básquet (que vale menos en el conjunto) a Clarín. Ese revés puede acaecer, lo peor es ser incongruente con la firme política de derechos humanos del Gobierno, que comprende la simbología.
La disputa por la agenda es un clásico del sistema democrático. La muerte de Nisman ocupa un sitio preferencial y lógico. El oficialismo tiene el deber de tutelar la investigación, dotarla de recursos.
Y a su vez construir. Es quimérico suponer que los aumentos jubilatorios (que son reales y mejorarán a los beneficiarios) o los acuerdos con China serán reconocidos en las tapas de Clarín o en el discurso opositor. Pero es sensato pensar que el Gobierno debe velar y promover el bienestar de todos los argentinos. Su agenda de gestión será su recurso de legitimidad ante los votantes. Hablar o pensar en el “impacto electoral” de una muerte violenta es aleatorio y en algún sentido de mal gusto.
Pero sí es imperioso saber que el colectivo social tiene muchas prioridades que es misión del Estado atender día a día, con eficiencia y solidaridad. Esos son sus deberes permanentes, que no excluyen otros urgentes y lacerantes pero que no deben ser olvidados.

ESTA SIENDO JUZGADO POR HACER APOLOGIA DEL TERRORISMO Un cómico francés dijo ser perseguido

Por John Lichfield *
Desde París
El cómico francés Dieudonné afirmó ayer ser víctima de un doble standard en materia de libertad de expresión cuando se presentó en la Corte por tercera vez en una semana. El cómico fue a juicio acusado de hacer una “apología del terrorismo”, después de publicar en Facebook un video asociándose con el hombre que asesinó a cuatro personas en un supermercado kosher en París el mes pasado.
Dieudonné M’bala M’bala, de 48 años, está a la espera de una condena, procesado por “incitación al odio racial” contra los judíos. Fue juzgado el martes por “insultar a un miembro del gobierno”, después que, en 2013, describió al primer ministro del gobierno francés, Manuel Valls, como un “Mussolini con un síndrome semi-Down”.
El comediante, quien tiene tres condenas anteriores por hacer comentarios antisemitas, es hasta ahora el acusado de más alto perfil en una serie de juicios sobre la base de “apología del terrorismo”, desde los asesinatos jihadistas en París hace casi un mes. De acuerdo con cifras dadas a conocer ayer, 41 personas fueron juzgadas y 18 de ellas fueron condenadas a penas de prisión de corta duración. El fiscal pidió anoche al tribunal imponer al cómico una multa de 30.000 euros.
En el día de las “marchas por la República” después de los asesinatos de París, Dieudonné publicó un video de sí mismo en su página de Facebook. Después de burlarse de los medios de comunicación acerca de las marchas, dijo: “En cuanto a mí, me siento Charlie Coulibaly”. Amedy Coulibaly fue el atacante que asesinó a una mujer policía al día siguiente del atentado a la revista Charlie Hebdo el 7 de enero y luego mató al día siguiente a cuatro personas en el supermercado Hiper Cacher en el este de París. Ayer, en la Corte en París, Dieudonné dijo que “condenaba” los atentados jihadistas “sin limitación y sin ambigüedad”. “Yo estaba profundamente disgustado por los asesinatos contra Charlie Hebdo”, dijo. “Por supuesto, yo también soy Charlie. Al mismo tiempo, siento que me tratan como a un terrorista. Soy perseguido por cada chiste que hago.”
Al llamarse a sí mismo “Charlie Coulibaly”, dijo, estaba tratando de establecer un punto “pacíficamente”, y que había sido sacado de contexto. Dijo que era un mártir de la libertad de expresión como Charlie Hebdo, pero fue tratado por el gobierno y los medios de comunicación franceses como si fuera un terrorista como Amedy Coulibaly. El comediante afirmó que sus declaraciones habían sido útiles para abrir un debate en Francia sobre los verdaderos límites de la libertad de expresión.
Dieudonné alcanzó notoriedad internacional hace un año cuando el futbolista Nicolas Anelka realizó el saludo nazi para celebrar un gol. Anelka fue suspendido después del gesto antisemita. El debate sobre la libertad de expresión que Dieudonné afirma haber comenzado tuvo lugar principalmente en sus propios sitios web y los de sus devotos seguidores. Al mismo tiempo, los medios de comunicación franceses expresaron algunas dudas sobre la ola de arrestos y condenas por “apología del terrorismo”. Sobre todo, esos artículos se interrogaron sobre los casos de un niño de ocho años y una niña de 10 años, quienes hicieron declaraciones en la escuela diciendo que ellos “apoyaban a los terroristas”.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.

EL NUEVO PREMIER GRIEGO CHOCA CON LOS LIMITES DE LA “COMPRENSION” DE SUS SOCIOS EUROPEOS A LA HORA DE NEGOCIAR LA DEUDA Tsipras recibe gestos, pero no compromisos

Por Eduardo Febbro
Desde París
La simpatía puede ser peligrosa. Alexis Tsipras, el nuevo primer ministro griego, saboreó en París los contratiempos y los límites de la “simpatía” y de la “comprensión” de sus socios europeos cuando se trata de abordar el tema de la gigantesca deuda griega. La babosa retórica de los dirigentes de la Unión Europea (UE) se repitió en cada una de las capitales que Tsipras visitó esta semana. El periplo que concluyó ayer en París resume por sí solo la inocultable realidad a la que los griegos deberán enfrentarse y la vara inflexible de los jefes de Estado y de gobierno de la UE, sean de derecha o socialdemócratas (hoy esto es más o menos lo mismo). Al cabo del encuentro que mantuvieron en París Alexis Tsipras y el presidente francés, François Hollande, recordó que Atenas debía respetar tanto las reglas europeas como sus compromisos. París abogó por un diálogo “transparente” con Atenas pero sin hacer extensiva ninguna fórmula de solidaridad real, más allá de la “simpatía”. En lo concreto, no habrá ninguna anulación de la deuda griega, ni tampoco renegociación, ni menos un respiro para la ahogada economía de Atenas.
En apenas una semana, Tsipras midió el hiato insalvable que separa la verborragia de la disciplina militar de las cuentas bancarias. La decepción ha sido grande: fuera de Chipre, y contrariamente a lo que esperaba, el flamante premier no cuenta con ningún aliado en el seno de la Unión Europea. Su país está solo frente a la jauría de bancos y Estados que no piensan aflojar la soga que pusieron en el cuello de Grecia. Todos han invertido mucho y no se trata de perder un euro, sea cual fuere la voluntad política del pueblo griego.
Los balbuceos solidarios de Hollande y de otros eurodirigentes no alcanzan para disimular las tijeras con que Europa espera a Tsipras para cortarle las alas. El mandatario francés calcula posicionarse como un mediador entre el Sur de Europa y los acreedores del Norte, sin que esa postura tenga todavía perfiles definidos. Hollande jugó más bien a ser una suerte de simpático hombre invisible que interpretó la misma canción: “Grecia debe pagar”. Lo que se viene es una ofensiva poderosa contra los rebeldes de la izquierda radical griega orquestada por Alemania. La prensa filtró en estos días un documento terrible elaborado por el Eurogrupo (los ministros de Finanzas de la Zona Euro) con vistas a la reunión que mantendrán el próximo 11 de febrero. En ese texto, el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, exige pura y llanamente la “rendición” de Tsipras.
Según el responsable alemán, el Ejecutivo griego y su partido deben olvidarse de las promesas que hicieron durante la campaña electoral y anular de inmediato las medidas adoptadas cuando fueron electos, es decir, el fin de la austeridad, el aumento del salario mínimo o de la jubilación. Para Wolfgang Schäuble sólo hay un camino: la aplicación estricta del memorándum donde están todas las reformas que Grecia debe aún implementar. Entre éstas figura un amplio programa de privatizaciones que Atenas suspendió, una no menos ambiciosa reforma del sistema de pensiones y el despido suplementario de unos 150 mil funcionarios públicos. El margen de maniobra de Syriza es tanto más estrecho cuanto que sin la ayuda de Europa y del FMI el navío griego se irá a pique.
Pese a los repetidos niets que sembraron la gira europea de los nuevos dirigentes griegos, Tsipras no pierde su optimismo. “Sé que la historia de la Unión Europea es una historia de desacuerdos que terminan en compromisos”, dice el dirigente de la izquierda radical griega, quien también advierte que “no somos una amenaza para Europa. La deuda griega tiene que convertirse en algo viable y estoy seguro de que podemos trabajar en común”. La mayoría parlamentaria conquistada por Syriza depende de ese acuerdo, pero no es nada seguro que los socios europeos de Atenas permitan que un rebelde les cambie el libreto que ya recitaron de memoria países como España, Portugal o Chipre. La salida, si hay salida, hoy se insinúa más por un retoque del memorándum de las reformas antes que por una renegociación de la deuda (340 mil millones de euros).

OPINION Cuba y la Internet

Por Atilio A. Boron
El nerviosismo que se ha apoderado de la derecha latinoamericana con la “normalización” de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba ha desatado una serie de manifestaciones que asombran por la impunidad con que se desfigura la realidad. Un ejemplo lo ofrece la columna de Andrés Oppenheimer en La Nación del martes 2 de febrero, cuyo título lo dice todo: “La clave de la libertad en Cuba es el acceso a Internet”. El articulista, conocido por su visceral rechazo a toda la obra de la Revolución Cubana, se pregunta si “el régimen cubano aceptará la ayuda estadounidense para expandir el acceso a Internet”. Poco más adelante, recuerda que en su discurso del 17 de diciembre de 2014 Obama dijo que “Washington eliminará varias regulaciones que impedían a las empresas estadounidenses exportar teléfonos inteligentes, software de Internet y otros equipos de telecomunicaciones, pero a juzgar por lo que me dicen varios visitantes que acaban de regresar de la isla, hay buenas razones para ser escépticos respecto de que el régimen cubano lo permita”. El remate de su artículo es de antología: “Washington debería centrarse en Internet. Y si Cuba no quiere hablar del tema, Estados Unidos y los países latinoamericanos deberían denunciar al régimen cubano por lo que es: una dictadura militar a la que ya se le acabaron las excusas para seguir prohibiendo el acceso a Internet en la isla”.
Prefiero no perder tiempo en rebatir la inaudita caracterización de Cuba como una dictadura militar, que en un examen de Introducción a la Ciencia Política merecería el fulminante aplazo del estudiante que osara manifestar una ocurrencia (que no es lo mismo que una idea, más respeto a Hegel, ¡por favor!) de ese tipo. Oppenheimer no es uno de los energúmenos que pululan en la televisión norteamericana, violadores seriales de las más elementales normas del oficio periodístico. Pero el nerviosismo y la desesperación que se ha apoderado de los grupos anticastristas de Miami –cada vez más reducidos y desprestigiados– lo deben haber contagiado e impulsado a escribir una nota pletórica de falsedades. Me limitaré a señalar tres.
Primero, no puede ignorar que a causa del bloqueo Cuba ingresó parcial y tardíamente al ciberespacio, y cuando se produjo la vertiginosa expansión de la banda ancha y de la Internet, la Casa Blanca presionó brutalmente a quienes le ofrecían esos servicios a la isla para que los interrumpieran de inmediato, orden que por supuesto no pudo ser desobedecida por los pequeños países de la cuenca del Caribe. Por eso, hasta la llegada del cable submarino procedente de Venezuela, hace poco más de un año, la conexión de Internet en Cuba se hacía exclusivamente por satélite. Ahora existe ese enlace físico, pero desgraciadamente el grueso del creciente tráfico cubano todavía debe transitar a través de lentos y muy costosos enlaces satelitales, y con un ancho de banda absolutamente insuficiente. Problemas que no se deben a una decisión de La Habana sino a la obcecación de Washington.
Segundo, antes de preguntarse si La Habana aceptará la ayuda que promete Obama convendría que Oppenheimer averiguase si Washington aceptará poner fin al cerco informático dispuesto en contra de Cuba. Su argumento parece salido de una canción para niños de María E. Walsh: “El reino del revés”. No fue Cuba quien ante el advenimiento de la revolución de las comunicaciones decidió hacerse un harakiri informático, sino que fue el imperio quien, consciente de la importancia de esas nuevas tecnologías, extendió los alcances de su criminal bloqueo para incluir también a la Internet. Cualquiera que haya visitado ese país sabe que no se puede acceder a muchísimos sitios de la red ni disponer de los principales instrumentos de navegación en el ciberespacio. Si lo intenta, casi invariablemente aparecerá un fatídico mensaje de “Error 403” diciendo algo así como “Desde el lugar en que se encuentra no podrá acceder a este URL” u otro más elocuente: “El país en el que se encuentra tiene prohibido acceder a esta página”. No se puede utilizar el Skype, el Google Earth o las plataformas de de-sarrollo colaborativo Google Code y Source Force, o descargar libremente las aplicaciones del Android. Y cuando se puede, el reducido ancho de banda hace prácticamente imposible trabajar con un mínimo de rapidez y eficiencia. Todo esto, ¿por culpa del gobierno cubano? A mediados del año pasado, el CEO de Google, Eric Schmidt, encabezó una delegación que visitó a Cuba como respuesta a las acusaciones de que el gigante informático bloqueaba el acceso a sus servicios. Después de comprobar que varios productos de Google no estaban disponibles, Schmidt señaló oblicuamente al responsable al decir que “las sanciones estadounidenses en contra de Cuba desafiaban a la razón”.
Tercero, tal vez Oppenheimer tiene razón en su escepticismo, pero no por causa de Cuba sino de Estados Unidos. Porque, ¿cómo olvidar que a comienzos de su primer mandato Obama ya había prometido lo que volvió a prometer hace poco más de un mes: “suavizar” algunas sanciones contempladas para las empresas informáticas que tengan negocios con Cuba? ¿Qué fue lo que ocurrió? Poco y nada. Ojalá que ahora sea diferente. La Ley Torricelli, de 1992, había permitido la conexión a Internet por vía satelital pero con una decisiva restricción: que cada prestación fuese contratada con empresas norteamericanas o sus subsidiarias previa aprobación del Departamento del Tesoro. Este impuso estrictos límites y estableció sanciones extraordinarias –por ejemplo, multas de 50 000 dólares por cada violación– para quienes favorecieran, dentro o fuera de los Estados Unidos, el acceso de los cubanos a la red. Lo que hizo Obama, en marzo de 2010, fue eliminar algunas de estas sanciones, especialmente para las empresas que faciliten gratuitamente aplicaciones de correo electrónico, chat y similares. Pese a ello, en 2012, la sucursal en Panamá de la compañía Ericsson tuvo que pagar una multa de casi dos millones de dólares al Departamento de Comercio de Estados Unidos por violar las restricciones de exportación de equipos de comunicación a Cuba. Como siempre: una de cal, otra de arena. Por eso la accesibilidad sin restricciones a la red continúa tropezando con los grilletes del bloqueo. La “ciberguerra” que Washington le ha declarado a Cuba, un país que sigue estando escandalosamente incluido en la lista de los “patrocinadores del terrorismo”, continúa su curso. ¿Cumplirá esta vez Obama con su promesa? ¿Quién es el que “prohíbe” el acceso a la Internet en Cuba?

DUDAS POR LA MUERTE DEL FISCAL El abogado de Stiuso se reúne con la fiscal

Santiago Blanco Bermúdez afirmó que es "difícil" que su cliente, el exjefe de operaciones de la Secretaría de Inteligencia, se presente ante la Justicia para prestar declaración testimonial por la muerte del fiscal Alberto Nisman. La fiscal Viviana Fein admitió que fracasó en su intento de notificar a Jaime Stiuso porque la dirección que tenía no era la correcta.  (NOOOO SIIIII? PEEEERO....DICE EL BLOGUERO)

Según la agencia Télam, la citación no pudo ser entregada porque, en el domicilio al que concurrieron, Stiuso “no era conocido”. Se trata de la sede de American Tape SRL, una de las empresas que el legislador porteño Gustavo Vera le atribuyó Stiuso en su denuncia por enriquecimiento ilícito, desde donde el exagente habría montado una organización para llevar adelante actividades paralelas a su función como espía.
De acuerdo con lo consignado esta mañana por las fuentes, en ese domicilio la notificación de la citación a prestar declaración testimonial para hoy a las 11 a Stiuso “fue rechazada” con el argumento de que allí nadie conocía al exdirector de Operaciones de la Secretaría de Inteligencia.
En tanto, indicaron los informantes, lo mismo ocurrió con varios números telefónicos atribuidos al exespía a los que, infructuosamente, intentó comunicarse la fiscal.
En declaraciones formuladas esta mañana a la radio FM Vorterix, el abogado de Stiuso, Santiago Blanco Bermúdez, había señalado que era “difícil” que su cliente se presentara a declarar porque aún no había recibido la notificación correspondiente.
Y CLAAARO SIN DIRECCION DIFICIL LA COSA NO FEIN?.

LA FISCAL FEIN SUSPENDIO SUS VACACIONES Y HABRIA CONVOCADO AL EX ESPIA Stiuso con un pie en Tribunales

Por Raúl Kollmann
La fiscal Viviana Fein no sólo desistió de tomarse vacaciones sino que habría llamado a declarar al ex jefe de Operaciones de la Secretaría de Inteligencia, Antonio Jaime Stiuso. Según la versión, el otrora hombre fuerte de la SI está citado para hoy, a las 11. Se menciona que la citación obedece al primer análisis de las llamadas entrantes y salientes de los cuatro celulares de Alberto Nisman. Las comunicaciones de Stiuso serían de las últimas que mantuvo el fiscal y se concretaron a través del radio, es decir, el aparato Nextel de Nisman.
Uno de los datos más públicos de la actuación de Nisman fue su vínculo con la Secretaría de Inteligencia y, en concreto, con Stiuso. Esto implicó un alineamiento también con sectores de los servicios de Inteligencia de Estados Unidos e Israel. El propio juez del caso AMIA, Rodolfo Canicoba Corral, sostuvo que Nisman se basaba demasiado en informes de Inteligencia de la CIA, el Mossad y la ex SIDE y no concretaba evidencias judiciales. Por ello, hasta ahora llamaba la atención que no se haya puesto ningún foco en quienes trabajaban con él desde la SI: parece cantado que participaron de la redacción de su insólita denuncia contra la Presidenta, el canciller y otras personas, presentada cuatro días antes de su muerte.
Ayer a la noche empezó a circular la versión de que Fein le había pedido a la jueza Fabiana Palmaghini la realización de varias medidas que tienen que ver con las llamadas entrantes y salientes de los celulares de Nisman. Según parece, en esas comunicaciones figurarían varios contactos de Stiuso con el Nextel del fiscal. Serían diálogos por el sistema de radio y figurarían entre los últimos contactos antes del fallecimiento. No está claro si esas comunicaciones las mantuvo el sábado o el mismo domingo 18 de enero, día en que apareció muerto.
Por lo que surgió hasta ahora del expediente, Nisman se habría disparado a sí mismo, un diagnóstico que surge del primer informe de la autopsia: “No hubo participación de terceras personas en la muerte del doctor Nisman”, sostuvieron los médicos forenses Héctor Di Salvo y Fernando Trezza, supervisados por el decano del Cuerpo Médico Forense, Luis María Godoy. Todos ellos dependen de la Corte Suprema de Justicia.
Como ya ha dicho la fiscal, ese diagnóstico no es definitivo, porque faltan estudios y otras pruebas. Sin embargo, si Nisman se suicidó, la obligación de Fein será investigar si hubo presiones o instigación al suicidio. Por ello estudia el clima que rodeaba al fiscal y particularmente las últimas comunicaciones.
Ayer arrancó con la novedad de que Fein pospondría su licencia, prevista a partir del 18 de febrero. El anuncio de las vacaciones lo hizo la propia fiscal el martes y anticipó que sería reemplazada por dos fiscales de prestigio: Adrián Pérez y Fernando Fiszer, a los que calificó de “totalmente independientes”. Aun así, la decisión de tomarse vacaciones cayó mal en todos los ámbitos. Al fiscal general Ricardo Sáenz, su superior –enfrentado con el Gobierno–, no le gustaron los fiscales que Fein dejaba en su lugar. Y desde el oficialismo Aníbal Fernández se enojó porque la fiscal abandonaría dos semanas la causa más importante que le haya tocado en su carrera. Se ve que a Fein le impactaron las críticas y ya por la mañana de ayer le informó a Sáenz que postergaría su licencia. Desde el principio, la Procuración decidió no interferir en ninguna decisión de la fiscal. Por ejemplo, le propusieron designar otros fiscales que le sacaran de encima las demás causas en las que interviene Fein y que se quedara sólo con el expediente Nisman. Ella no aceptó y dijo que podía con todo. Se le ofreció personal adicional, cosa que Fein hizo público el mismo martes, pero fue una oferta que la Procuración le hizo ya en los primeros días de la investigación.
Además de Stiuso, se dice que habrá otros citados y que Fein también avanza en el análisis de las comunicaciones de Diego Lagomarsino, el hombre que le prestó el arma y que fue el último que lo vio con vida.

LA PRESIDENTA CRISTINA KIRCHNER FIRMO QUINCE NUEVOS ACUERDOS BILATERALES CON SU PAR CHINO, XI JINPING Un “salto cualitativo” en la relación

Por Santiago Rodríguez
Desde Beijing
Cristina Fernández de Kirchner y Xi Jinping reafirmaron ayer su decisión de profundizar los vínculos entre Argentina y China y lo reflejaron en hechos concretos: tras la reunión que mantuvieron en el Gran Palacio del Pueblo, en Beijing, firmaron quince nuevos acuerdos entre ambos países, que contemplan la construcción de una quinta central nuclear en territorio argentino y cooperación en materia aeroespacial, así como también intercambios a nivel cultural y de comunicaciones. La Presidenta destacó que la integración planteada a partir de la alianza estratégica integral significa “un salto cualitativo” en la relación entre ambos países, que trasciende lo comercial y se extiende también a lo político.
En China no hay una casa de gobierno. El presidente reparte sus actividades entre su residencia y el Gran Palacio del Pueblo, donde desarrolla toda su agenda protocolar. Por eso, Hu Jintao recibió allí a Cristina Kirchner en 2010, en su anterior visita como presidenta a China, y por eso también ayer la recibió allí Xi Jinping, quien le dio la bienvenida en el inmenso hall central de lo que es la sede de la Asamblea Nacional Popular; o sea, del Legislativo chino. Construido en 1959, el edificio está a uno de los costados de la histórica plaza Tiananmen, donde se encuentra el mausoleo de Mao, y frente a la Ciudad Prohibida, que fuera la residencia imperial de los Ming y los Qing. La plaza, donde banderas argentinas flamean desde hace días junto a las chinas, tiene 500 metros por 800. El Gran Palacio tiene otro tanto.
Como en todas sus actividades en China, CFK se movilizó por sus propios medios. La bota que usa mientras se recupera de la fractura de su tobillo apenas asomaba por debajo del pantalón del traje bordó que llevaba puesto. Caminó junto a Xi Jinping hasta el estrado ubicado en el centro del salón, donde no bien terminaron de subir, la banda militar, formada sobre uno de los costados, empezó a ejecutar los himnos, primero el argentino y después el chino. Los presidentes pasaron después revista a las tropas formadas en su honor y en el último tramo de su recorrido hacia el salón donde tuvieron la reunión disfrutaron de un grupo de chicos y chicas de una escuela primaria de un barrio de Beijing, que celebraron su paso agitando flores y banderas chinas y argentinas. Por un instante se detuvieron y los aplaudieron.
Como es de rigor, una vez que llegaron a la mesa a la que se sentaron frente a frente con sus ministros a los costados, el anfitrión dijo unas palabras de bienvenida y agradeció la visita, pero esta vez con un aditamento especial: Xi Jinping le deseó a su invitada una pronta recuperación. Cristina Kirchner le retribuyó el agradecimiento y le contó que “en China he empezado a caminar”. Le dijo también que “de cualquier manera hubiera venido”, que hacer esfuerzos demuestra interés y que en este caso hubiera demostrado el interés de la Argentina en la alianza estratégica integral que ambos sellaron en la visita que el chino realizó a Buenos Aires en julio pasado.
La reunión duró poco más de una hora y después se firmaron los acuerdos en el salón Hebei, a la vista de todos los funcionarios y de los medios. Hebei es la provincia en la que se encuentra Beijing. Uno a uno los funcionarios chinos y argentinos fueron convocados a firmar, unos metros delante de los presidentes que se sentaron a una gran mesa elevada sobre una tarima, los acuerdos vinculados con sus áreas de gestión.
De los quince acuerdos, el canciller Héctor Timerman firmó siete, entre ellos uno de asistencia jurídica mutua en materia penal, otro para facilitar la tramitación de visas para turismo, otros de cooperación en las áreas de cultura y de salud y uno para la creación de un foro de negocios.
Entre los cuatro que firmó el ministro de Planificación, Julio De Vido, sobresalen dos: el convenio para la construcción de un quinto reactor nuclear con agua presurizada –que se suma al que en julio ya se había acordado construir y que fue ratificado en el marco de la visita a Beijing– y el de cooperación en materia aeroespacial. Sobre energía nuclear también le tocó suscribir un acuerdo a la titular de la Comisión Nacional de Energía Atómica, Norma Boero.
El ministro de Economía, Axel Kicillof, firmó un convenio de cooperación sobre finanzas y otro relacionado con la Central Termoeléctrica Manuel Belgrano. Y el secretario de Comunicación, Alfredo Scoccimarro, con su par chino que, entre otras cosas, derivará en la inclusión de la señal de la televisión pública de China en la grilla de la Televisión Digital Abierta.
Xi Jinping calificó como “profunda y fructífera” la reunión con Cristina Kirchner, a quien dijo tener el placer de “recibir como una vieja amiga”. También destacó que en el medio año que pasó desde que estuvo en Argentina “hubo avances muy positivos”. Citó, entre ellos, la puesta en valor del ferrocarril Belgrano Cargas, el acuerdo para la construcción de las represas en Santa Cruz que CFK puso formalmente tras el encuentro entre ambos, la cooperación en materia nuclear y la sintonía que Argentina y China exhibieron en los foros internacionales.
Cristina Kirchner coincidió con el repaso de los avances en la relación y también se detuvo en la coincidencia de los dos países en los foros internacionales. “Compartimos en este mundo tan complejo, tan difícil que hoy atravesamos, posturas similares en cuanto a la necesidad de reformas del Consejo de Seguridad, en cuanto a la necesidad de reformas de organismos multilaterales de crédito y también, por supuesto, agradecemos fervientemente el apoyo que China ha dado a la iniciativa argentina para establecer una reglamentación global en materia de reestructuración de deudas soberanas”, remarcó la Presidenta. Celebró, además, que en las Naciones Unidas haya comenzado a tratarse ayer “el primer tratado internacional en materia de reestructuración de deudas soberanas”. “La Argentina, que ha sido una primera víctima en el mundo de este tipo de situaciones, hoy se ofrece para ayudar al resto de los países hermanos, con el apoyo de China y de la mayoría absoluta de los 193 países que conforman Naciones Unidas, para que lo que le pasó o le quieren hacer a Argentina no le pase ni se lo quieran hacer a ningún otro país del mundo”, agregó.
Como cierre de la visita, Xi Jinping ofreció una cena para la invitada y su comitiva. En algunas mesas se siguió hablando de algunos asuntos todavía pendientes que se cerrarán hoy antes de que Cristina Kirchner emprenda a media tarde su regreso a Buenos Aires, pero la mayoría aprovechó para relajarse y, entre bocado y bocado de los seis platos de carne, pollo, pescado y verdura que sirvieron, disfrutar de la velada. Hubo bailes típicos chinos, un pianista que –según muchos– “la rompió”, un coro de chicos y una orquesta que tocó unos tangos y que sorprendió a todos con el hit de La Mancha de Rolando que eligió para cerrar su presentación: “Arde la ciudad”.