miércoles, 1 de octubre de 2014

OPINION Lo que se hace no es lo que se dice

Por Eduardo Epszteyn *
La tendencia predominante durante la gestión macrista implica pensar en una ejecución presupuestaria distinta de la proyectada: con un nivel de endeudamiento que será desproporcionalmente mayor y gastos en contratos de servicios que cobrarán mayor importancia en desmedro de las inversiones más importantes.
A través de la readecuación de partidas y de la ampliación del Presupuesto durante la ejecución, el PRO persigue claros objetivos. Por un lado, beneficiar a las empresas que brindan los servicios básicos (recolección de basura y mantenimiento del alumbrado público, los espacios verdes y del sistema pluvial, entre otros), cuyos contratos son indexados generosamente. Al mismo tiempo, necesita destinar mayores fondos a publicidad en un año electoral como lo será el 2015, concretar los grandes negociados de este gobierno y cubrir aquellas cuentas que están ocultas en el Presupuesto.
Uno de los casos más emblemáticos es el que estuvimos denunciando las últimas semanas e involucra a las empresas que acarrean los vehículos por mal estacionamiento. Las dos empresas, cuya concesión está vencida desde hace 13 años, además de quedarse con $450 por vehículo secuestrado, reciben más de $50 millones por año por parte de la gestión macrista en conceptos de “aportes” (85 veces más de lo que estas empresas abonan como canon por la concesión del servicio).
El aumento de los gastos corrientes es tan disparatado que ni siquiera la subestimación de los recursos corrientes es suficiente para afrontarlos. En consecuencia, el PRO recorta por el lado de las inversiones. Las más afectadas durante la gestión macrista suelen ser aquellas para prevenir inundaciones, la producción de vivienda, la urbanización de las villas, el mantenimiento de la infraestructura de los hospitales porteños y las obras necesarias para mejorar la red de subterráneos.
A pesar de acudir a la disminución de la tasa de inversiones para cubrir los mayores gastos corrientes, el rojo financiero viene creciendo en los últimos años a niveles insostenibles en el tiempo. Por ello, la deuda obtenida con el pretexto de realizar las inversiones enumeradas anteriormente termina siendo destinada a cubrir el déficit de la gestión por gastos comunes. Sólo de esta forma se puede explicar que el ingeniero Macri tenga el mérito de haber aumentado la deuda pública más de 3 veces en 7 años, sin haber dejado grandes obras que así lo ameriten.
* Auditor porteño del GCBA.

EL GOBIERNO DE MAURICIO MACRI PRESENTO SU PROYECTO DE PRESUPUESTO 2015 EN LA LEGISLATURA Obras que se vean y menos viviendas

Por Werner Pertot
La gestión PRO presentó el proyecto de Presupuesto 2015 en la Legislatura porteña. El gobierno de Mauricio Macri difundió algunos de los números de la iniciativa, que calcula ingresos por 83.702 millones de pesos. El gobierno macrista estima una inflación del 28 por ciento (el Presupuesto nacional proyecta un 15,6 por ciento) y un dólar a 12,5 (el nacional lo ubica a 9,45). La partida de Seguridad se lleva el 10,9 por ciento del Presupuesto mientras que la de Vivienda representa tan sólo el 0,9 por ciento, por lo que alcanza su mínimo histórico.
El Presupuesto sostiene que el año que viene habrá una caída en la actividad económica (un -1 por ciento de actividad correspondiente al Producto Bruto Geográfico). Pese a esto, estiman que la recaudación del año próximo crecerá un 24,8 por ciento con respecto a la proyectada para el final de 2014. El extracto de los números del Presupuesto 2015 que difundió el gobierno porteño aclara que para ese año “no se prevén modificaciones respecto de nuevos hechos imponibles o subas de alícuotas”. El aumento de ABL ya fue acordado por la Legislatura a mediados de este año con un tope del 30 por ciento. A esto, el proyecto del Presupuesto 2015, elaborado por el equipo de Néstor Grindetti, le sumó un tope para el impuesto de Patentes del 50 por ciento máximo.
La iniciativa prevé 13.300 millones de pesos en obra pública, un 9,7 por ciento más que este año. Principalmente, está destinada a hacer nuevos carriles exclusivos (metrobús), a ampliar el subte y a construir centros de reciclado de basura. El subte recibirá una inversión de 1590 millones de pesos para compra de coches para la línea H y mejoras en las líneas D y B. Otros 300 millones irán a la construcción de nuevas líneas de metrobús. Las obras para tratamiento de residuos se llevarán 1060 millones, mientras que las obras contra las inundaciones recibirán 990 millones de pesos, de los cuales 335 serán para el arroyo Vega, 110 para el Maldonado y 215 para el mantenimiento de sumideros.
Las obras visibles –es un año electoral, después de todo– recibirán otra fuerte inyección de fondos: 2301 millones de pesos, de los que 1214 millones serán para pavimentos y veredas.
Las obras serán financiadas con la deuda contraída por el gobierno porteño (1317 millones) y por el excedente de los gastos corrientes que calculan para el año próximo: 10.901 millones. “No se prevén mayores endeudamientos de los ya aprobados, contemplándose únicamente la renovación de vencimientos que se producen dicho año”, dice el comunicado del gobierno porteño, que fue muy criticado por triplicar la deuda porteña desde el comienzo de la gestión de Macri.
La asignación de fondos por área, en un trazo grueso, muestra algunas de las prioridades del gobierno de Macri: 9300 millones serán para Seguridad y Justicia, que se llevan el 10,9 por ciento del gasto total. Es menos de lo que recibirá Desarrollo Social: 8545 millones de pesos. Otros 18.936 millones serán destinados a Educación (el 22,3 por ciento del total) y 16.589 millones irán a Salud (19,5 por ciento).
Como contrapartida, el dinero para vivienda y urbanizaciones sigue siendo la partida que menos prioridad recibe por parte del gobierno porteño. En el Presupuesto 2015, prevén 780 millones de pesos, el 0,9 por ciento del total, con lo que baten un nuevo record en la caída de la inversión en Vivienda: en 2014, fue 2,1 por ciento. En 2013, del 3,1 por ciento; en 2008 era del 3,8 por ciento. Esto ocurre luego de años de tomas de tierras como la del Indoamericano o la más reciente del barrio Papa Francisco. La partida de la Metropolitana, en tanto, aumenta año a año.

LAS OBRAS EN HIDROCARBUROS IMPULSARON LA ACTIVIDAD La construcción subió con el petróleo

La actividad de la construcción creció 0,7 por ciento en agosto respecto del mismo mes del año pasado, mientras que registró una caída de 2,3 por ciento en lo que va del año, según informó ayer el Indec. La edificación anotó el mes pasado su mejor desempeño desde febrero, cuando las tensiones del tipo de cambio frenaron las decisiones de inversión del sector privado y, por lo tanto, moderaron el ritmo de las construcciones en el mercado interno. La esfera pública anotó un rol central para moderar la desaceleración de esta actividad a partir del aumento de gastos de capital (obras de infraestructura) y el financiamiento de la construcción de viviendas a través del programa de crédito hipotecario subsidiado de la Anses. A su vez, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner lanzó ayer un plan para urbanizar 100 barrios carenciados, lo que implicará inyectar más de 2000 millones de pesos al mercado de la construcción en los próximos meses (ver página 4).
La rama de la edificación pasó de crecer 3 por ciento en 2013 a retroceder más del 2 por ciento este año. La inestabilidad cambiaria de principios de año, cuando la caída de reservas internacionales forzó una devaluación del 16 por ciento, fue clave para explicar el desempeño del sector. Esta contracción de la construcción también afectó a proveedores del sector. El informe del Indec precisó que en lo que va del año los despachos de cemento para el mercado interno bajaron 5,4 por ciento, mientras que las caídas fueron del 10,0 por ciento en pinturas, 5,4 en asfalto y 1,9 en ladrillos huecos. A diferencia de este desempeño, las ventas de hierro redondo avanzaron 3,1 por ciento, mientras que las de pisos y revestimientos cerámicos lo hicieron al 21,1 por ciento.
Edificaciones petroleras fue el único segmento de la construcción que anotó expansión en agosto, con un alza de 15,1 por ciento respecto del mismo mes del año pasado. Por su parte, las construcciones residenciales retrocedieron 2,5 por ciento y las refacciones y ampliaciones de establecimientos productivos bajaron 3,9 por ciento. En cuanto a obras viales, cayeron 4,3 por ciento, desempeño que también se observó en el bloque de otras obras de infraestructura. Frente a esta performance de la rama, el Estado realizó un importante esfuerzo inversor a través de la expansión de la inversión real directa y otros gastos de capital, con el objetivo de moderar la desaceleración de la actividad. El lanzamiento del plan Vivir Más Cerca, para construir 100 mil viviendas sociales, la expansión del financiamiento del Pro.Cre.Ar y el anuncio de ayer de urbanización de un centenar de barrios carenciados fueron apuestas centrales del sector público para estimular la actividad.
El empleo de la construcción ascendió a 406 mil individuos en el segundo trimestre del año, contra los 404 mil del primer trimestre y 415 mil del mismo período de 2013. El dato requiere observar que en los últimos diez años la plantilla de personal registrado de las constructoras avanzó en más de 204 mil empleados. En el segundo trimestre de 2004, cuando la Argentina empezaba a recuperarse del estallido del plan de convertibilidad, se registraban 202 mil empleados formales en el sector.

OPINION Plan Ahora Eficiencia 12

Por Salvador Gil *
La experiencia internacional indica que en general es más barato ahorrar una unidad de energía que producirla. Así es como el Uso Racional y Eficiente de la Energía (UREE) se convierte en un protagonista fundamental de las matrices energéticas de los países, ya que es una fuente de energía de bajo costo que no contamina.
Una herramienta muy efectiva para promover un uso eficaz de la energía es el etiquetado en eficiencia de artefactos domésticos. En este momento, en que el Poder Ejecutivo acaba de lanzar el Plan Ahora 12 (cuotas), quizá sea un momento adecuado para que las doce cuotas para la compra de artefactos que usan energía se concentren en aquellos de mayor eficiencia en su género, es decir los que ya tienen etiqueta A. Si fuese posible, sería deseable explorar un estímulo adicional a la adquisición de estos equipos, que se producen en el país, por ejemplo, disminuyendo su aporte al IVA o aun dando algunas cuotas adicionales para su adquisición. De este modo, no sólo estaríamos promoviendo una reactivación del consumo, sino que al mismo tiempo estaríamos aliviando el costo de las importaciones de energía. Algo similar podría hacerse desde el Estado, requiriendo que todas las compras que se hagan con fondos públicos se restrinjan a los equipos de mayor eficiencia.
Esta propuesta se realiza dentro del marco del gran consenso que existe en el país de que las importaciones de energía son una pesada carga para la economía nacional y es necesario buscar alternativas para reducir su impacto en la balanza comercial. En la Argentina frecuentemente tendemos a reducir la problemática energética a una cuestión de oferta, es decir, buscar las fuentes energéticas que satisfagan la demanda. Este enfoque es incompleto y conduce a alternativas costosas y no siempre sustentables.
En esta discusión, la alternativa de usar más eficazmente nuestros recursos energéticos es crucial. Los consumos de energía para calefacción y refrigeración en viviendas y edificios pueden disminuirse en más del 50 por ciento con diseños adecuados y buena aislación térmica, usando productos disponibles en el mercado y las normas de aislación térmica existentes. Una heladera actual utiliza un tercio de la energía que en 1973. En promedio, tiene 20 por ciento más de capacidad de almacenamiento y cuesta la mitad de los antiguos equipos, cuando se corrige por inflación. Las lámparas de bajo consumo utilizan entre un cuarto a un quinto de las tradicionales a filamento.
Sólo a modo de ejemplo, en el sector residencial, comercial y oficial, un recambio de equipos de calentamiento de agua, por los más eficientes, es decir los categoría A en etiquetado energético, combinado con sistemas economizadores de agua, aireadores y limitadores de flujo, que son de muy bajo costo (entre 10 a 20 dólares por vivienda), podría generar ahorros de consumo de entre 7 y 10 millones de m3/día, equivalente a una fracción importante de las importaciones de gas actuales y a unos 2 mil millones de dólares al año en gas natural licuado (GNL). Si se realizara un recambio total de equipos, a unos 400 dólares por artefacto, el costo anual sería de unos 400 millones de dólares al año, o sea que aun subvencionando este recambio, se lograría un ahorro neto de unos 1600 millones de dólares al año al final del programa de recambio, a la par que se promovería un importante desarrollo de la industria nacional.
Los eventos del último fin de año ilustran la falencia de reducir la problemática energética a sólo una cuestión de oferta. La inusitada ola de calor aumentó la demanda de electricidad y colapsaron los servicios de provisión a miles de usuarios. Lo que falló esta vez no fue oferta eléctrica, sino los sistemas de distribución. Una ventaja adicional del UREE es que disminuye notablemente los picos de demanda. El UREE es el fruto más bajo y más cercano a nuestras manos y quizás el menos explotado de los recursos energéticos actuales.
* Director de la carrera de Ingeniería en Energía de la Universidad Nacional de San Martín.

CAIDA DEL INDICADOR INDUSTRIAL, PERO CON MARCAS RECORD PARA TRES SECTORES No todo es autos en la producción fabril

Por Javier Lewkowicz
La actividad industrial en agosto registró una caída del 2,3 por ciento en relación con el mismo mes de 2013 y también profundizó su deterioro frente a julio, con una baja del 1,3 por ciento. El argumento central que explica ese desempeño es la marcha atrás del sector automotor, que cumple un papel preponderante en el índice industrial oficial, difundido ayer por el Indec. En el acumulado del año, el conjunto de la manufactura presenta una merma del 2,8 por ciento. De acuerdo con las cifras oficiales, el movimiento industrial en agosto está algo por encima de 2010, cuando se había registrado un record, aunque por debajo de 2011 y los años subsiguientes.
En este contexto de sostenidas caídas industriales, resulta útil mirar los niveles de producción, algo que con eufemismo los economistas llaman “la película”. Esa medición, desagregada por sectores, aporta información útil y refleja un componente de heterogeneidad en la manufactura local que pocas veces es contemplada en los análisis periodísticos.
El sector de alimentos y bebidas, al igual que los productos textiles, registran un record en agosto en relación con el mismo mes de años anteriores. Si bien el primero de esos bloques incluye a la actividad agroindustrial de exportación a los países asiáticos, ambos rubros están bien anclados en la marcha del mercado doméstico y dependen especialmente del poder adquisitivo del universo de los trabajadores. Las últimas novedades marcan que alimentos y bebidas subió en la comparación anual un 6,1 por ciento y lo hizo en un 8,5 por ciento frente a julio. En cuanto a textiles, creció 4,9 por ciento de manera interanual y acumula en ocho meses un alza de 3,7 por ciento.
Otro sector con record en agosto es sustancias y productos químicos, que incluye insumos industriales, agroquímicos, productos farmacéuticos y productos de limpieza y aseo personal, traccionados por la cosecha y la demanda local de bienes de consumo. Según el último informe del Indec, el sector avanzó 5,8 por ciento interanual pero bajó 1,4 mensual.
Resulta más sorprendente lo que sucede con los productos minerales no metálicos, que engloba a los materiales de la construcción, que tuvo también el mejor agosto de la década, apenas por encima de la marca de 2013. Dos elementos clarifican la situación en el sector. Primero, las obras que comienzan tienen que finalizar, porque de otra manera el constructor quiebra. Entonces, aunque haya menos obras nuevas, las empezadas continúan demandando materiales. Además, el Pro.Cre.Ar también constituye un impulso para el sector de los insumos. En la comparación con 2013, la producción de materiales de la construcción avanzó 0,5, y 0,1 por ciento frente a julio.
El otro sector cuyo largometraje no parece un drama es la metalmecánica, que excluye a los autos. Siempre según los datos oficiales, registró en agosto un máximo, aunque cerca de los valores de 2011 y 2012. Según el informe del Indec divulgado, la metalurgia subió 6,5 interanual y 4,3 en relación con julio. En el acumulado del año muestra una caída de 2,3 por ciento. El sector de papel y cartón también está en un máximo, pero en el mismo nivel que en los últimos dos años, lo que denota estancamiento.
En el costado opuesto está, claro, la industria automotriz. Su nivel de producción en agosto fue un 34 por ciento inferior a 2013, 44 por ciento menor que en 2012, 41 por ciento más bajo que 2011 y 34 por ciento detrás de 2010. Recién 2009, en plena crisis internacional, mostró el grado de actividad de agosto pasado. El sector está muy afectado por la caída de las exportaciones a Brasil, pero también por los vaivenes de la economía local, como la devaluación de comienzos de año y la suba de tasas.
También la actividad siderúrgica registra un claro deterioro: su nivel de producción es menor a 2013, a 2011 y a 2010, aunque está por encima de 2012 y 2009. Es un sector bastante vinculado con la actividad automotriz. La siderurgia cayó 1,5 interanual en agosto, el mismo valor que frente a julio. Por su parte, en caucho y plástico, edición e impresión y productos del tabaco también hay deterioro en agosto frente al mismo mes de años anteriores. Esos sectores, en el acumulado de 2014 muestran -5,6 por ciento, 6,1 por ciento y 2,6 por ciento como variación.
Por último, en refinación de petróleo el nivel de producción quedó por debajo de 2013, 2012 y 2010, aunque por encima de 2011, y en la misma línea que 2009. Según el último informe del Indec, el sector de refinación bajó 2,9, por ciento interanual en agosto y 2,8 en relación con julio.

› EL GOBIERNO DEPOSITO 161 MILLONES DE DOLARES EN NACION FIDEICOMISOS EN FAVOR DE LOS BONISTAS La plata está, ahora tienen que cobrar

Por Tomás Lukin
La Argentina depositó ayer 161 millones de dólares en las cuentas especiales que tiene Nación Fideicomisos en el Banco Central. Los fondos corresponden al vencimiento de intereses de los títulos PAR con legislación de Nueva York e Inglaterra. En una situación normal, los recursos serían transferidos en breve a los bonistas, pero el bloqueo impuesto por el juez Thomas Griesa para garantizar la ejecución de su sentencia a favor de los fondos buitre forzó al país a buscar caminos alternativos que insumirán más tiempo. El menú de alternativas desplegado por el Ministerio de Economía no tiene asegurado el éxito y requerirá el involucramiento activo de los fondos de inversión propietarios de los bonos con legislación extranjera –motivados por el deseo/necesidad de cobrar– y la colaboración de los distintos intermediarios en la cadena de pagos.
Como las restricciones establecidas por el juez estadounidense no alcanzan a los bonos con legislación argentina, ayer se canalizó normalmente el equivalente a 22 millones de dólares por los intereses del mismo título PAR pero regidos por la ley nacional. Sobre ese total, 5 millones fueron cursados sin inconvenientes por el Citibank, que la semana pasada recibió una autorización del tribunal neoyorquino para proceder con ese pago.
La Presidenta anticipó ayer desde la Casa Rosada que el 31 de diciembre, cuando vencen los bonos Discount, además de lo que corresponda a los bonistas reestructurados se depositarán aproximadamente 100 millones de dólares a cuenta del 7,6 por ciento de fondos buitre y holdouts que no ingresaron a los canjes. En el Palacio de Hacienda recordaron que esos acreedores sólo podrán acceder a los recursos si resignan la vía judicial y aceptan las mismas condiciones de pago ofrecidas en los canjes de 2005 y 2010.

Paso a paso para pagar

El primer movimiento contemplado en la Ley de Pago Soberano de la Deuda Externa fue reemplazar al Bank of New York Mellon por Nación Fideicomisos (aunque ya no cumple su función, el antiguo fiduciario se rehúsa a renunciar). El segundo paso sucedió ayer con la transferencia de los 161 millones de dólares. A partir de hoy, el equipo del ministro Axel Kicillof comenzará a explorar las diferentes posibilidades para distribuir los recursos entre sus propietarios a lo largo de los próximos 30 días.
“Todavía falta para que los pagos lleguen a los acreedores. Empezamos por demostrar la voluntad de pago y la disponibilidad de los recursos”, indicó a Página/12 un funcionario del equipo económico. Desde el Palacio de Hacienda ponderan el flexible conjunto de herramientas con el que cuentan para intentar garantizar que los tenedores de bonos de los canjes de 2005 y 2010, perjudicados por las decisiones del sistema judicial de Estados Unidos, reciban sus fondos.
“Al realizar los depósitos, la Argentina ratifica una vez más su compromiso inquebrantable de cumplir todas sus obligaciones respecto de los bonistas y contribuir mediante las medidas que estén a su alcance a preservar su derecho a cobrar las sumas que les corresponden”, indicó el Palacio de Hacienda. “Desde el momento de su depósito, los fondos han dejado de ser propiedad de la Argentina y constituyen bie-nes fideicomitidos. El contrato de fideicomiso contempla que dichos fondos serán aplicados por el fiduciario exclusivamente al pago de los servicios de los títulos de deuda de los bonistas”, indicó el Palacio de Hacienda a los propietarios de esos papeles en un aviso legal publicado ayer en inglés y español.
Para canalizar los pagos, se necesita saber a quién y dónde se deben transferir los dólares y euros. Nación Fideicomisos carece, por ahora, de esa información que debería ser suministrada por los acreedores. Una prerrogativa del contrato de fideicomiso estipula que los bonistas tienen derecho a solicitar una certificación al banco para que identifique sus tenencias. Si se lograra sortear ese punto, se debería conseguir que la cadena de pagos proceda con la transferencia de los fondos. En el caso de los títulos con ley europea, los bonistas podrían reclamarle a Euroclear que les transfiera los fondos a sus cuentas. Esa casa de clearing está radicada en Bélgica, donde existe una legislación antibuitres que funcionaría como un elemento facilitador del pago. A priori, los pagos correspondientes a los bonos con legislación de Nueva York son los que presentan las mayores dificultades para llevar a cabo la transferencia. En ese caso, es más difícil eludir el bloqueo de Griesa. La Ley de Pago Soberano de la Deuda Externa contempla la posibilidad de ofrecer el canje de los papeles con ley de Estados Unidos por otros idénticos, pero con legislación argentina o francesa.

DICTAMEN DE MAYORIA PARA EL PROYECTO DE PRESUPUESTO NACIONAL 2015 “Mantiene una línea inclusiva”

El Frente para la Victoria (FpV) firmó el dictamen de mayoría del proyecto de Presupuesto 2015, que prevé un crecimiento del 2,8 por ciento del PBI, un tipo de cambio promedio de 9,45 pesos por dólar y una variación del Indice de Precios al Consumidor Nacional urbano del 15 por ciento. La iniciativa, que fue rechazada por todo el arco opositor, será tratada en el recinto el próximo 8 de octubre. El proyecto del Presupuesto 2015 destinará el 58,7 por ciento del total de sus recursos a los servicios sociales, es decir, seguridad social, educación y cultura, y salud, con un incremento del 25,3 por ciento en comparación con lo previsto para este año. El gasto para mejorar el nivel de ingresos de la población, donde intervienen los ministerios de Educación, Transporte, el Tesoro, Desarrollo Social, Trabajo y Planificación será de 275.601 millones de pesos, un 48 por ciento superior al crédito vigente al 31 de agosto de este año.
La Comisión de Presupuesto, a cargo de Roberto Feletti, debatió ayer el dictamen del Presupuesto. Durante la reunión, se informó una modificación a la lista de avales, al incluirse la autorización para que Aerolíneas Argentinas pueda comprar aviones por un total de 360 millones de dólares.
“El Presupuesto puede ser modificado sin ningún tipo de límite”, manifestó el macrista Federico Sturzenegger, quien explicó que el dictamen de rechazo de su bloque se funda en la necesidad de “devolverle al Congreso la potestad de decidir en qué se van a gastar los excedentes de recaudación”. La administración nacional puede redistribuir hasta el 6 por ciento del Presupuesto. Esta autorización es similar a lo que ocurre en otras jurisdicciones, incluida la Ciudad de Buenos Aires.
Por su parte, la UCR insistió en exigir la presencia de funcionarios del Ejecutivo, como el titular del Banco Central, Juan Carlos Fábrega, y la secretaria de Energía, Mariana Matranga, mientras que Miguel Bazze (UCR) advirtió sobre los “reclamos de las provincias que no están considerados en el Presupuesto”, entre los que pidió saber “cuánto hay destinado a las obras hidráulicas en la provincia de Buenos Aires para atender las inundaciones”.
“La política fiscal se mantendrá en una línea inclusiva, con la prioridad puesta en las asignaciones sociales. El Estado tendrá un rol sustancial y relevante”, había dicho el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, durante la presentación del Presupuesto.
La oposición suele cuestionarle al oficialismo “arbitrariedad y discrecionalidad” a la hora de distribuir recursos. Sin embargo, los datos del Presupuesto dan cuenta de otra realidad. La Ciudad de Buenos Aires recibirá el próximo año 54,01 millones de pesos para el programa Techo Digno, cuyo objetivo es reducir el déficit habitacional. Estos recursos representan un incremento de casi 800 por ciento frente a lo presupuestado para 2014 (6,03 millones). Para el desarrollo de infraestructura de saneamiento, la jurisdicción gobernada por Macri tiene previsto recursos por 1527 millones de pesos, una suba del 250 por ciento frente a lo presupuestado en 2014.
Otro ejemplo podría ser Santa Fe. Esta jurisdicción recibirá por concepto de Techo Digno, 172,8 millones de pesos, un 166 por ciento superior a lo proyectado para 2014. Por el plan Progresar, la provincia tiene asignado 176,3 millones de pesos. El Estado nacional también destinará 1760,1 millones de pesos como parte de las Asignaciones Universales para Protección Social.
Otro rubro relevante para los legisladores son las obras públicas y proyectos plurianuales, que incluyen desde la refacción de edificios que pertenecen a la jurisdicción federal, como pueden ser los ministerios, hasta obras netamente provinciales, como rutas, parques nacionales y obras hídricas. A título de ejemplo, Córdoba recibirá recursos por 1169,3 millones seguida por Santa Fe (1115,4), CABA (1728,0), Provincia de Buenos Aires (4147,3), Tucumán (392,1), Salta (458,6) y Corrientes (335,3).
El legislador Claudio Lozano (Unidad Popular) presentó un dictamen de minoría y le propuso a Feletti modificar varios artículos del Presupuesto para incorporar 61.000 trabajadores del Estado a planta permanente.
“El año que viene va a ser mejor tanto para nosotros como para nuestros socios comerciales. Por eso tendremos que tener la capacidad y los reflejos para actuar ante una realidad externa muy cambiante. El Estado tiene entre sus funciones primarias el sostenimiento de programas sociales para incentivar la demanda, el consumo interno y la industrialización, que requiere que salgamos a auxiliarlos”, sostuvo Axel Kicillof, ministro de Economía, durante su visita al Parlamento.