jueves, 3 de julio de 2014

El trazo grueso de Majul Por Hugo Presman

El periodista que devino en empresario está contento. Celebra que al gobierno de Cristina Fernández le queden solo 18 meses de gobierno y le apuesta fichas al jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires Mauricio Macri. Profesionalmente siente que toca el cielo con las manos escribiendo una columna semanal los días jueves en La Nación. Es el lugar en que suelen culminar su carrera aquellos que en algún momento de su vida, cuando eran muy jóvenes, creyeron que el mundo necesitaba cambios que lo volviera más justo. Ponen sus computadoras al servicio de ese diario distribuidor de prestigios en nuestro país, Beatriz Sarlo, Santiago Kovadloff, Gabriel Levinas, Álvaro Abos, Marcos Aguinis, y tantos otros en esa Tribuna de Doctrina fundada por un genocida y cuya coherencia le ha llevado a apoyar a todos los golpes de estado y el haber sido uno de los instigadores del golpe establishment- militar (y luego socio y cómplice del terrorismo de estado). Estas cuestiones, como a tantos otros, no le mueven un pelo a Luisito. Permanece imperturbable como cuando en medio de un reportaje y adoptando la pose y las inflexiones de un periodista incisivo, de una profundidad que se desplaza sólo por la superficie de las cosas pregunta: “¿Sos feliz?”.

Empresario de olfato sensible, regentea una editorial que curiosamente se llama “Margen Izquierdo” para encubrir su desplazamiento cada vez más a la derecha y cuyo primer libro se llamó “Lanata” y el segundo “El converso” (referido a Víctor Hugo Morales), de quien juró vengarse cuando le aguó la presentación de uno de sus libros de investigación, atravesado con infinidad de potenciales y con mucho de corte y pegue de recortes periodísticos.

En una ocasión el conductor televisivo Alejandro Fantino oportunamente le preguntó: ¿Por qué si los dos cambiaron uno es simplemente “Lanata” y el notable relator uruguayo es “El converso”? Luisito, desde el periodismo independiente que enarbola, fue afectado por un prolongado tartamudeo y una fallida justificación insustancial. 

Su deseo permanente de conseguir títulos lo ha llevado a transitar con desequilibrio inestable por “La Cornisa”. En su columna de La Nación del 19 de junio, bajo el título “La década K, parecida a los años de Menem” puede leerse en su primer párrafo: “El día que al 'proyecto "nacional y popular' le quiten los adjetivos y la "épica", y quede en claro que no constituyó la resistencia, sino que fueron sus hombres los que manejaron el verdadero poder, el dinero y el Parlamento, los años del kirchnerismo serán recordados como la continuidad del menemismo por otro medios. O, en todo caso, como una variante del peronismo de discurso "neoliberal" llevada hacia un peronismo de discurso "progresista". Pero la esencia y el legado de ambas terminarán pareciendo, en el fondo, la misma cosa.”

Por si quedara alguna duda sobre su pensamiento lo reitera en su nota en el mismo diario el 26 de junio: “No pretendo que Carta Abierta asuma que la última década fue una gran patraña disfrazada de epopeya nacional”

Acudamos al sentido común Luis. Si el kirchnerismo es simplemente la continuidad del menemismo, Majul no tendría lugar en La Nación porque los dueños no lo necesitarían ya que el diario apoyaría al kirchnerismo como lo hacía con Menem, defendiendo sus privatizaciones en su incondicional representación de los sectores agropecuarios, la destrucción de la industria, la apertura de la economía y las relaciones carnales. Al revés de lo que decís, La Nación y sus lectores tradicionales son feroces críticos del gobierno. Si vos no pensás como La Nación, cosa que a esta altura de tu vida empresarial-periodistica es difícil de creer, pero a los efectos de la demostración supongamos que estás en las antípodas, entonces está claro que el diario de los Saguier te está utilizando como preservativo. A ellos como a vos le seduce Mauricio Macri, que implica que al gobierno lo maneje el poder económico sin las molestas mediaciones políticas. Y entonces volverá a fluir generosamente a tus arcas la publicidad oficial.

Parece poco analítico sostener, en un trazo grueso notable, que el que estatiza es lo mismo que el que privatiza, que el paga la deuda contraída entre otros por el menemismo es lo mismo que el que la contrae, que el que destruye el estado es igual que el que lo fortalece, que el que cierra parcialmente la economía es similar al que la abre irresponsablemente, que el que destruye la industria es equivalente al que la vuelve a poner en funcionamiento, que el que crea las AFJP y privatiza YPF y Aerolíneas es igual que el que disuelve las primeras o al que estatiza o reintegra para el Estado la mayoría accionaria de la empresa petrolera y recupera la línea aérea de bandera argentina. El que mejora la distribución del ingreso que el la vuelve más injusta, o el que disminuye la desocupación que el que la lleva a niveles insólitos. El que realiza el hito histórico del NO al ALCA es igualito al que estableció relaciones carnales con EE.UU, que el que restablece las paritarias que el que la suprimió. Se podría seguir un rato largo pero me parece que los ejemplos enumerados son suficientes.

Y es cierto que tiene continuidades con el menemismo como por ejemplo en la intensificación del modelo sojero que consolidó y acrecentó o es continuador de muchos de los aspectos leoninos de la explotación minera, o que permanece básicamente el mismo sistema tributario.

Pero eso no lo hacen iguales o equivalentes. Si Luis fuera zoólogo, con su trazo grueso, tan grueso que es un anti análisis, diría que todos los animales de cuatro patas son iguales. Así un elefante es igual a un perro, un león es equivalente a un gato, un zorro es parecido a un tigre, sólo porque todos son mamíferos.

Queda aplazado empresario Luisito. Estudie; y cuando haya aprendido podrá subirse nuevamente a La Cornisa, sin sufrir el mal de las alturas que le aqueja y que lo lleva a desbarrancarse sistemáticamente. Tal vez entonces, sólo tal vez, aunque resulte improbable, pueda volver escribir libros recomendables como “Los dueños de la Argentina I y II ”.

Diario Registrado

Y sin equivocarse de adversario... Por Eduardo Pérsico

…y hoy algunos populistas de sindicato demuestran un poder económico jamás permitido antes. 

La irrupción de Perón en la política argentina en 1945, conmovió las expresiones más conservadoras y también a las progresistas, según entonces socialistas y radicales de la línea irigoyenista más el Partido Laborista que sustentara el inicial peronismo. Tres líneas no muy opuestas ante la problemática entonces sobre educación pública y defensa del patrimonio nacional, dos perfiles recurridos por algunos en el discurso. Más otras diferencias emergerían tras el lanzamiento de Perón en Plaza de Mayo el 17 de octubre de 1945, quien con un discurso-arenga fijara un nuevo eje al debate conceptual y político del país. Con imprevisto efecto sobre la actividad en general, ‘incluido el asombro del mismo Perón’ diría Raúl Scalabrini Ortiz ante la futura imposibilidad de hacer política sin apreciar el hecho con seriedad. Tanto que no fue casual la disolución de Forja, la Fuerza Organizada Radical de la Joven Argentina integrada por intelectuales y cuadros políticos de reunirse a debatir la realidad nacional. El escenario era otro y cada expresión debía revisar su comprensión de la muchedumbre, un gesto rechazado y negado por el Poder y sus fabricantes de opinión. Grave error cuando ese avance guardaba en su resultado algo más sustantivo y evidente: ‘la liberación psicológica del obrero ante el patrón’. Una variante relacional con un peso inmedible para las patronales y más preocupante aún por parecer acordado desde arriba. Esa ‘liberación psicológica’ que se expresaría de inmediato en ‘patrón, usted no me grita’, -frase entonces de alta significación- y la no comprensión de la nueva instancia llevaría a muchos bien intencionados a equivocarse al calificar compañero, adversario o enemigo. Un efecto de esos años de cierta gravedad por unos pocos fundamentalistas de uniforme. 

El nuevo paisaje cambió la relación obrero patronal, un ‘accidente sociológico’ que sacudiera los elencos radicales y socialistas que de ahí padecerían cierta dolencia emocional por no saberse incluidos en la hechura de un avance que alguno de ellos, indudablemente solían propugnar en su propio discurso. El nuevo escenario fue una certeza que socialistas y radicales desecharon sin reelaborar sus planteos a la reciente realidad, y a cambio ahondarían una oposición desencaminada al descalificar como chusma a los seguidores de aquel peronismo del ’45. Descalificando en esa pose desde el ‘aguinaldo’, -un sueldo anual complementario- por ser una maniobra electoralista y en igual postura controversial, desechar ‘por demagógicas’ las colonias veraniegas para ‘los recién venidos’, más otras leyes sancionadas en la muy activa legislación laboral. Dentro de la oposición hubo posturas casi de concepción medieval para ser sostenidas por socialistas y radicales con fines electorales, con jugadas no profesionales que los abatiría; al fin muchos prestigiosos se mostrarían según políticos molestos ante el espectáculo de laburantes-multitud vitoreando en la calle. Y esos deslices por errada interpretación histórica no serían exclusivos de los sectores duramente antiperonistas; también se dieron en las bibliotecas de barrio fecundas en entreveros constantes por comprender al menos, si esa era la movilidad social y quienes los beneficiados. Que al fin del relato demostraría que los peronistas no eran los enemigos sino compatriotas antes no contenidos en las discusiones. Otro notorio error en muchos opositores, - digamos los los más feroces críticos- ni suponían que el mismo Sistema Económico cada tanto dispone el ingreso de más personajes a la escena, y esos nuevos participantes ya eran parte de su misma historia. Apenas eso. . 

Luego y como expresión del no saber a veces quien integra los nuestros y quien el adversario, el peronismo inicial en Argentina y su enfática crecida populista originó un rechazo mayor pero similar a nuestros días del año 2014. En cuanto como ahora la mayor molestia recayó entre los sectores medios con vocación de alta clase; ese laberíntico segmento social que resiste el ascenso de los postergados en la escala por cierto inconsciente reflejo. Acaso por estimarse ellos como factor decisorio en otorgar la movilidad y el ingreso de nuevos participantes al sistema, más en cuanto ese crecimiento le resulta útil al tejido económico no es discutible. Sencillez que alguna clase media presiente en su contra y sin debatir, combate. 

Esa actitud ejercida sobre los ‘recién llegados’ en 1945, siete décadas más tarde exhibe hoy ciertas contrariedades con la aparición de novedosos actores. Tal vez dentro del llamado ámbito sindical se exhiben novedosas estéticas y perfiles que tiempo atrás no serían propios a un dirigente que representa y gestiona, y no es al fin nada problemático. Pero quizá por la nueva dinámica contemporánea que exige algunos novedosos perfiles, - por decir- hoy se muestran en los medios de publicidad y comunicación; ambas cosas; algunos estilos y decires en delegados obreros que suelen confundir hacia donde apuntan. Al menos al no precisar con certeza si algunas de sus actitudes muy empresariales benefician a sus representados. En principio si casi toda la dirigencia sindical se titula heredera del peronismo, - esa memoria social de los argentinos- esa herencia pareciera a veces una carga en algunos sindicalistas o dirigentes al sugerir ellos un poderío económico jamás visto en quienes representan a los trabajadores. Quizá sería aceptable si esa contrariedad en un debate en serio resultara ser útil a la gestión sindical, y más provechoso aún si le evitara dudas a los mismos representados en quien los representa y defiende sus adversarios o enemigos. 

Eduardo Pérsico nació en Banfield y vive en Lanús, Buenos Aires, Argentina.(jul.014) 
www.eduardopersico.blogspot.com

Duro ataque de Sergio Szpolski contra Pedro Brieger



El empresario condenó el análisis del columnista de la TV Pública luego del brutal crimen de los tres jóvenes israelíes. "Es un judío que con tal de quedar bien con todos los que lo rodean, no tiene ningún problema en atacar al Estado de Israel".

Sergio Szpolski, el vicepresidente ejecutivo del Grupo Veintitrés, que edita la revista Veintitrés y los diarios El Argentino y Tiempo Argentino fue entrevistado en su canal CN23 y tuvo duros términos para con Pedro Brieger. "Esto no es una afrenta a los tres chicos asesinados y al Estado de Israel: es una afrenta a los tres chicos asesinados, a sus familias, al Estado de Israel y al Estado Palestino", subrayó Szpolski. "La opinión de Brieger contradice la opinión del presidente del Estado Palestino que la Argentina reconoce, con lo cual urgentemente (Tristán) Bauer (Presidente de RTA Argentina) tiene que dar una declaración acerca de cuál es su posición respecto a esto", se atrevió a proponer.

En una típica lectura con la cual se intenta justificar el genocidio que el Estado de Israel lleva adelante desde hace años contra el Pueblo Palestino, el coeditor responsable de Infonews calificó de "inexplicables" y "lamentables" las declaraciones de Brieger. "Más allá del derecho la libertad de expresión de cada uno, sostener que tres adolescentes inocentes en un conflicto pueden ser víctimas del terror y justificar esa situación en función de cualquiera sea la justificación es realmente una vergüenza" sentenció, tergiversando las palabras del periodista.

El mismo fundamentalismo comparte con Szpolski la Radio Jai, que se presenta como “la radio judía de américa”. En su portal titulan: “Tres israelíes asesinados: La TV Pública Argentina, su perversión y manipulación de la verdad”. Allí dicen que “una de las peores perversiones humanas es transformar a las víctimas en victimarios. La tergiversación de la realidad e impunidad periodística puede ser complice, instigadora y causante de la barbarie. Debería estar penada por la ley y la sociedad. Vea como se presentaba el asesinato de los 'presuntamente secuestrados' 3 jóvenes israelíes. De paso, usted ya sabe que históricamente el peor antisemitismo y perversión de la verdad provino de "Judíos" que en un complejo síndrome de auto-odio han llegado a lo impensable. Pedro Brieger, el Torquemada de la TV Pública Argentina”.

Es que dando la noticia en abstracto se ocultan los causantes de la violencia en Medio Oriente, y se colabora con la confusión generalizada y la estigmatización del pueblo árabe. Sin dudas esto le sirve a los grupos reaccionarios que se oponen a los diálogos por la paz en la región, algo que el Papa intentó generar en los últimos meses. Y que fue fuertemente resistido por el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu.

Szposki aseguró además que le llama la atención que la TV Pública "no tenga en el momento en el que Brieger da su opinión otro periodista que pueda dar una opinión diferente en un tema de alta sensibilidad en la política exterior argentina como es el conflicto judeopalestino"; en un claro intento por discutir la línea periodística del canal.

"Lo que hace Brieger una vez más es mostrar un profundo fenómeno que ha sido analizado mucho, entre otros por un excelente libro que se llama 'La mentalidad judía', y que escribió un autor muy importante que se llama Patai, en el cual se habla de los casos de los judíos que se odian a sí mismo", intentó ilustrar Szpolski. Según informó se trata del caso típico de Brieger, "un judío que con tal de quedar bien con todos los que lo rodean, porque quiere ocultar su condición de judío, no tiene ningún problema en atacar al Estado de Israel y en realidad también atacar al Estado Palestino".

Dando muestras de su racismo, Szpolski puso de relieve que Mahmoud Abbas "no usó eso que usan a veces los líderes árabes de hablar en inglés para que su pueblo no los entienda: en árabe, condenó un atentado que Brieger, en castellano, justifica". Los medios de Szpolski remarcan que “en un contexto de repudio internacional por el feroz crimen, donde el Papa, decenas de países y la comunidad judía local se expidió contra el crimen, el analista (Brieger) sostuvo que 'toda ocupación provoca resistencia', el lugar de elegir la condena del crimen”.

El análisis de Pedro Brieger

El analista internacional Pedro Brieger en su columna en la TV Pública dijo que “más allá del hecho puntual está claro que la violencia continua día a día. Israel todos los días en los territorios de Palestina continúa secuestrando gente, e incluso matándolos. Lo que pasa es que esto no sale en las grandes agencias de noticias internacionales. Israel hace 47 años ocupa un territorio, que cerca de 4 millones de palestinos viven bajo una ocupación extranjera. Toda ocupación provoca resistencia de todo tipo, pacífica y violenta. Y toda resistencia provoca más represión por parte de las fuerzas ocupantes y se vuelve una espiral de violencia que nunca finaliza”.

"Si Israel retoma parte de las ciudades que ya controla, y decide encarcelar más gente y matar más palestinos; esto puede provocar mayor resistencia. Hay que recordar que desde 1967 Israel detuvo más de 80.0000 palestinos”, agregó.

“Hay que recordar que estos tres jóvenes secuestrados estaban en un territorio que Naciones Unidas determinó en 1967 que los israelíes se tenían que retirar. Israel es como un pacman que avanza comiéndose el territorio palestino, allí estaban estos jóvenes". Finalizó su análisis diciendo que "es otro debate sobre la moral, la violencia si es buena o mala, uno podría decir a priori que toda violencia es mala. Pero esta es la realidad, la ocupación genera resistencia, violencia. Y cómo va a responder el Gobierno israelí. Ya el Primer Ministro Netanyahu dijo que iba a responder con violencia”.

Agencia Paco Urondo

El lobby y una correlación de fuerzas desproporcionada Por Felipe Yapur

Nueva York es una fiesta. Una masa colorida y festiva recorre las calles aledañas a la Quinta Avenida. Banderas multicolores acompañan la gran movilización, pero no es una marcha de repudio al capital especulativo internacional es, simplemente, el festejo del día del Orgullo Gay.

Es imposible calcular quiénes de todos ellos, los que desfilan y los que miran, tienen alguna idea de lo que ocurre en los tribunales, en la ONU y ahora en la OEA sobre la disputa que mantiene la Argentina con los fondos buitre y las consecuencias que pueden acarrear si la balanza se inclina para uno y otro lado.

La correlación de fuerzas no es proporcional a pesar de que se trate de un minúsculo grupo de bonistas contra un Estado nacional. Han demostrado poder de injerencia y dominio en las decisiones judiciales. Es por ello que la constante búsqueda de respaldo internacional que realiza el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner no debe detenerse y de allí la importancia de la reunión que hoy se realizará en la vieja y anquilosada Organización de Estados Americanos en Washington.

Los gobiernos que defienden los intereses generales de las sociedades tienen el desafío de imponerles un "no pasarán" porque las consecuencias no serán sólo negativas.

Todo sirve y todo aporta. Mal que le pese a los defensores argentinos de la justicia estadounidense, de la cual afirman que se trata de una institución independiente y traslúcida, lo cierto es que no difiere mucho de cualquier otro Poder Judicial. La derecha conservadora ha colonizado esos estrados y los fallos de Thomas Griesa bien valen como el botón de la muestra. Claro, siempre hay excepciones, tampoco es cuestión de generalizar.

Los fondos buitre son un sector poderoso y el lobby es una herramienta que no desprecian y usan con impresionante habilidad. Por caso, aquella semana previa a la decisión de la Corte de los EE UU que rechazó estudiar la apelación de la Argentina para evitar el fallo de Griesa, una delegación de diputados y senadores llegaron hasta capital estadounidense. Ese día, los encargados de la relaciones públicas habían hecho circular una información ante la prensa de Washington que los representantes del fondo NML se iban a reunir para mantener una conversación con los legisladores argentinos.

Para ello alquilaron uno de los principales bares de la ciudad y estuvo cerrado al público por este encuentro. ¿Era una muestra de buena voluntad de los buitres para con los argentinos? ¿Una señal de acercamiento? ¿O una demostración del poder que tienen los buitres? Pocos periodistas mordieron el anzuelo porque la reunión nunca se concretó. Es más, la delegación legislativa que había llegado a Washington para defender la posición del gobierno argentino ni siquiera se enteró del convite. Si algún periodista daba cuenta en sus publicaciones de esa supuesta reunión que nunca se concretó, hubiese obligado a los legisladores a una desmentida generando alguna sospecha o mal humor en el interior del gobierno nacional. Es un ejemplo pequeño, tonto quizá, pero esto es una guerra y quebrar internamente al enemigo puede favorecer el resultado final de la contienda.

Pero los experimentados fondos buitre no son los únicos que presionan por sus intereses. El gobierno de CFK también lo hace y de allí los respaldos del gobierno de Barak Obama, de Brasil, México, Brasil, Francia y hasta del FMI. ¿Habrán influenciado todos estos respaldos, a la sazón casi casi como una selección importante de gobiernos poderosos, en la actitud de Griesa del viernes pasado? Ese día todos los periodistas que presenciamos la audiencia apostábamos doble contra sencillo que el juez hundiría sus garras en la representación argentina. Pero fue ambiguo, no embargó los fondos depositados en el Bank of New York (BoNY), entidad que debe hacer efectivo el pago a los bonistas que ingresaron a la reestructuración. Esa mañana, el abogado del BoNY no disimuló su interés por saber qué hacer con esos millones de dólares. El juez no fue preciso pero le advirtió que el depósito realizado por la Argentina era ilegal. En pocas palabras (a lo argentino) fue como un "tené cuidado con lo que hacés". Y el BoNY, se sabe, es una entidad de EE UU.

Ya se dijo que Griesa no cerró la puerta, tal vez la entornó un poco pero eso es mucho en este complejo asunto. Es más, insistió en que las partes vuelvan a reunirse con el mediador designado, Daniel Pollack. El special master, como se denomina, estuvo presente en la audiencia del viernes. Ocupó un escritorio pequeño ubicado a la derecha de Griesa. Siguió con atención las exposiciones de los abogados pero también tuvo un momento de sopor, que habrá durado unos cinco minutos, donde le fue imposible mantener los ojos abiertos y el cabeceo fue constante.

El gobierno de CFK es muy celoso del plan que tienen para esta situación. En Nueva York el ministro de Economía, Axel Kicillof, no disimuló que su intención no era hacer prensa y se mantuvo distante de los periodistas. Se entiende, la situación es delicada como para andar anticipando las jugadas. Sin embargo, el depósito de los 539 millones de dólares y la indisimulable curiosidad del abogado de los bonistas europeos durante la audiencia de Griesa, cuando sin éxito pretendió saber si el juez consideraba que tenía jurisdicción sobre los bancos del viejo continente, permiten sospechar que se está tanteando un escenario alternativo alejado de las garras de Griesa.

La batalla que lleva adelante el gobierno de CFK y su resultado no sólo beneficiará o perjudicará a la sociedad argentina. Lo bueno o lo malo salpicará al resto del mundo y a partir de allí es que se pueden entender las muestras de solidaridad de algunos que bien podrían estar del lado de los buitres, como el FMI, porque lo que estaría provocando el fallo de Griesa es un impulso a un nuevo orden financiero internacional donde el capital especulativo se transformaría en el mandamás por encima de todas estas instituciones multilaterales de crédito y hasta de gobiernos.

Los buitres, ya se sabe, carecen de patria, bandera y escrúpulos. Es por ello que durante estos días de reuniones en la ONU, sobre todo en el marco del G77+China, mucho se habló de la necesidad imperiosa de ponerle un límite a los fondos especulativos a través del Derecho Internacional.

Son varios los frentes que se deben atender pero así son estas guerras donde unos pocos ricos, muy ricos, extremadamente ricos, han probado que pueden ir más allá de los límites que ponen los Estados y por eso la tarea de los gobiernos que defienden los intereses generales de las sociedades tienen el desafío de imponerles un "no pasarán" porque las consecuencias no serán sólo negativas.

Infonews

La censura de un documental de Bayer Las ideas de Martínez de Hoz Por Diego Sánchez

A pedido de la familia Martínez de Hoz y sin que medie una orden judicial, un sitio local suspendió la campaña de financiamiento colectivo del nuevo documental de Osvaldo Bayer. El episodio es un capítulo más en una larga disputa entre el historiador y los nietos del ex ministro de economía de la última dictadura militar. Pero más allá de los nombres propios y sus ecos históricos el caso permite una reflexión entorno a las tensiones actuales que existen entre las lógicas corporativas y la necesidad de construir espacios comunitarios y abiertos en internet.

En septiembre de 2010, Macanudo Films estrenó Awka Liwen, una película escrita por Osvaldo Bayer, Mariano Aiello y Kristina Hille. “Awka Liwen” es una voz mapuche que significa rebelde amanecer. El film rastrea la historia de la propiedad de la tierra en la Argentina, la apropiación de territorios indígenas y el rol de la familia Martínez de Hoz en el financiamiento de la “Campaña del Desierto”. “La intención es iniciar una autocrítica de los gobiernos argentinos, como lo hicieron Canadá y Australia, que pidieron perdón a sus pueblos originarios por las matanzas cometidas”, expresó Bayer en su momento.

El film ganó distintos premios, fue incorporado como material de estudio en programas educativos y, según sus realizadores, fue visto por más de 10 millones de personas. Pero en 2011, los abogados Alejandro y José Alfredo Martínez de Hoz, nietos del ministro de economía de la última dictadura, presentaron un amparo para impedir su difusión en los cines: reclamaban una indemnización por considerar que el documental contenía “hechos falsos”, al tiempo que “dañaba la imagen de su familia”.

La respuesta fue un contragolpe casi deseado: Bayer y Aiello armaron otro proyecto titulado, sin metáforas, Martínez de Hoz. Este nuevo documental, cuentan los realizadores, “desarrolla la historia económica de la Argentina, contraponiendo el relato de los propios Martínez de Hoz con los verdaderos hechos históricos”. Otra vez la lupa se posa sobre la “imagen de la familia”.

Para financiar el proyecto, los realizadores recurrieron a Idea.me, una plataforma de crowdfunding fundada en Argentina en 2011. La empresa, presidida por el ex director ejecutivo del Museo Malba y creador de Costa Films, Eduardo Constantini (hijo), está orientada a artistas y creativos. Su lema resume el espíritu del crowdfunding: “Los sueños se hacen realidad gracias al financiamiento colectivo”. Como Kickstarter y otros sitios similares, esta plataforma ofrece, a cambio de una comisión, el espacio para que creadores y usuarios se conecten entre sí y un proyecto, que no encuentra financiamiento en el mercado o desea saltear las lógicas comerciales de la industria, tenga la posibilidad de realizarse.

Pero a las pocas horas de lanzada la campaña, los doctores Martínez de Hoz enviaron una carta documento a Idea.me solicitando la cancelación de la iniciativa “hasta que se dicte sentencia firme en el juicio referido al film Awka Liwen“. Poco después, Idea.me respondió suspendiendo “temporalmente” la campaña.

La decisión, explicó la empresa, se ampara en las atribuciones contenidas en los términos y condiciones de su servicio. Uno de los ítems, subrayado por los abogados, es el f: ”No introducir o difundir cualquier información y contenidos falsos, ambiguos o inexactos de forma que induzca a error a los receptores de la información”. En su mensaje, Idea.me asegura que la suspensión de la campaña queda supeditada a la resolución de la contienda por Awka Liwen, una causa que, al menos judicialmente, no refiere al proyecto contenido en su plataforma, sino a otro documental. Lo que denuncian sus realizadores es que, sin una orden judicial, la “atribución”, convertida en “interpretación”, termina confundiéndose demasiado con una toma de posición o un gesto de solidaridad corporativa.

Hoy la iniciativa sigue online pero no pueden realizarse aportes. Hasta la suspensión, efectuada el 20 de junio pasado, había recaudado más de $42.000, que representan el 23% del presupuesto total estipulado. Para poder seguir colaborando, los realizadores habilitaron un número de CBU y una cuenta en Paypal, detalladas en el sitio estoyconbayer.com

El patronímico “Martinez de Hoz”, se sabe, arrastra esa sonoridad negra de la dictadura que le imprime tragedia o muerte a todo lo que toca. Es entendible. Pero más allá del peso de los nombres propios y sus sombras históricas, este caso particular dispara una serie de reflexiones que pueden ser pensadas en las tensiones actuales entre las decisiones corporativas, los grupos de poder y la posibilidad de pensar espacios públicos, democráticos y cooperativos en internet.

Los términos y condiciones, es cierto, suelen ser un resguardo para las empresas y una sutil trampa para los consumidores.

¿Pero puede -debe- una empresa, por presiones, suspender un servicio sin orden judicial? ¿Cuál es la responsabilidad de un intermediario ante los contenidos de terceros? ¿No se lesiona el principio libre y democrático de la red al quedar expuesta a decisiones unilaterales de los proveedores? ¿Cómo se protegen los usuarios? No son preguntas movidas por la ingenuidad, sino por la curiosidad de que eso ocurra en el marco de una plataforma que rescata un principio de solidaridad y alienta el esfuerzo colectivo para saltear lógicas corporativas e intereses comerciales. Ahí parece estar también uno de los ejes de esta historia que, lo adivino mientras lo escribo, augura nuevos capítulos.

Télam
 

BONISTAS DEL CANJE EXIGEN AL BANK OF NEW YORK MELLON LOS DOLARES QUE RETIENE POR ORDEN DEL JUEZ THOMAS GRIESA Fondos que no quieren ser rehenes de buitres

Por primera vez un importante fondo de inversión internacional reclama cobrar bonos con legislación Nueva York, dólares que el banco encargado de distribuirlos no gira por orden del juez Thomas Griesa. Amenaza con iniciar un juicio por daños y perjuicios.

Un importante fondo de inversión internacional reclamó cobrar los intereses del bono Discount legislación Nueva York, dólares que Argentina depositó en tiempo y forma en cuentas del Bank of New York Mellon (BoNY) y que no fueron girados a sus dueños por orden del juez Thomas Griesa.

Página/12 tuvo acceso al documento de ese fondo enviado a la entidad bancaria. Es la primera demanda que se canaliza por bonos emitidos bajo la ley del distrito donde opera Griesa. En ese escrito el fondo amenaza al BoNY de iniciarle juicio si no recibe sus dólares. El viernes pasado hubo un pedido similar, en esa ocasión ante el juez, por parte del Citibank Argentina para depositar los fondos del Discount legislación local, lo que fue habilitado. El lunes de esta semana hubo otros reclamos en ese mismo sentido por bonos en euros del fondo Fintech, propiedad del mexicano David Martínez, dueño de Telecom y de otros grandes inversores internacionales, que aún no tuvieron respuesta de Griesa. El aspecto relevante de la última exigencia al BoNY es que se presentó el martes en la propia jurisdicción del magistrado. Esa petición no fue a Griesa, sino directamente al banco que retiene los dólares y está encargado de transferirlos. Todos estos reclamos de bonistas que ingresaron al canje de deuda en default de 2005 y 2010 son la consecuencia de la oportuna estrategia oficial de depositar en el BoNY 832 millones de dólares para cumplir con el vencimiento del pago de intereses del bono Discount. No hubo embargo de esos fondos ni desacato al fallo de Griesa, como atemorizaban analistas locales y del exterior, sino que el problema ahora lo tienen el juez y el BoNY al estar afectando derechos de terceros, los de los bonistas del canje. La entidad bancaria corre el riesgo de ser demandada por daños y perjuicios por demorar el giro de los dólares a los bonistas del canje. El juicio no sería sólo por no cobrar, sino por eventuales pérdidas ocasionadas por la caída de las cotizaciones de los bonos provocada por esa mora.

El BoNY está en una situación complicada: tiene los dólares de los bonistas del canje, pero no puede transferirlos por orden de Griesa, aunque tampoco puede devolverlos a la Argentina, que lo contrató para ejercer el trabajo de agente fiduciario de pago de la deuda. Como esos dólares ya no son de Argentina, el mencionado fondo de inversión que posee en su cartera Discount legislación Nueva York pretende recibir lo que le corresponde. El BoNY está en una encrucijada revelada ayer en una carta enviada a Griesa (ver aparte). Expresa el temor a demandas de Argentina, por incumplimiento del contrato de agente fiduciario, y de los bonistas del canje, por retención de los dólares del Discount.

El banco tiene motivos para estar inquieto. La carta del fondo de inversión internacional está fechada el 1º de julio y está dirigida al Bank of New York, a la dirección 101 Barclay Street, New York, 10286, como agente fideicomiso de administración corporativa, con el asunto “Petición de pago acción inmediato”. Describe con precisión el insólito impacto del fallo de Griesa sobre bonistas del canje para defender los intereses de fondos buitre liderados por Elliot, del financista republicano Paul Singer. El texto (traducido) del fondo de inversión al BoNY hace referencia al contrato de fideicomiso de fecha 2 de junio de 2005 (canje de deuda) entre la República Argentina como Emisor y el Banco de Nueva York como fiduciario (el “Contrato de Fideicomiso”), y dice lo siguiente:

- “El 26 de junio de 2014, la República Argentina, de conformidad con la Sección 3.5 (a) del contrato de fideicomiso, pagó una cantidad suficiente para satisfacer todas las cantidades debidas y pagaderas con respecto a los Valores de Deuda bajo la Ley de Nueva York y el Derecho Inglés el 30 de junio 2014 (‘Fecha de Pago’).”

- “Dichos pagos se proporcionaron en fondos inmediatamente disponibles en sus cuentas número 15.098 y 15.002 mantenidas con el Banco Central de la República Argentina.”

- “En consecuencia, de conformidad con la sección anterior, el Fiduciario aplicará dicho importe a los pagos a realizar en dicha Fecha de Pago.”

- “Como tenedores de obligaciones, tenemos derecho a recibir los pagos de nuestros títulos de deuda de los fondos que recibió en la Fecha de Pago.”

- “Al día de hoy, no hemos recibido ningún pago de usted. Le instamos a que proceda sin más demora con el pago atrasado a los tenedores de Títulos de Deuda, los únicos beneficiarios legales de dichas cantidades, en cumplimiento de sus obligaciones contractuales en el marco del contrato de fideicomiso.”

- “Si es necesario, vamos a presentar una demanda en su contra por daños y perjuicios causados por el retraso, incluidas las pérdidas en el valor nominal de los Valores de Deuda derivadas de un evento predeterminado.”

- “Por la presente hacemos reserva de todos los derechos y recursos de que disponemos, en derecho o en equidad.”

Como se explicó en este diario el domingo pasado, el deudor (Argentina) pagó en tiempo y forma el vencimiento de deuda del lunes siguiente, pero los acreedores del canje no recibieron los dólares por un fallo judicial a favor de los fondos buitre. De esa forma Thomas Griesa ha convertido el caso contra Argentina en único en la historia financiera mundial: fue la primera vez en ocho siglos que por una orden judicial los acreedores no pudieron cobrar pese al pago efectuado por el país deudor.

El reclamo de este fondo internacional desmorona el deseo de calificadoras de riesgo y analistas locales de sentenciar que Argentina está ahora en mora y a fin de mes, en default. Como se sabe, los defaults son decididos por el país deudor; nunca por un juez que impide a los acreedores cobrar el pago del deudor. Griesa puede impedir la efectivización del pago abrazado a los intereses de fondos buitre, pero es una cuestión judicial que se dirimirá en tribunales estadounidenses, además de nacionales e internacionales. Argentina pagó el vencimiento de deuda en tiempo y forma y giró el dinero a quien correspondía: a la entidad contratada para distribuirlo entre acreedores, el Bank of New York Mellon.

Este banco tiene desde el jueves pasado los dólares en su cuenta del Banco Central para distribuirlo en Nueva York y en Europa entre acreedores de deuda regular. Como hasta ahora no concretó la tarea por la que fue contratado por Argentina, está abonando el terreno a futuros litigios. La carta que publica hoy Página/12 adelanta que fondos de inversión internacionales no quieren quedar como rehenes de Griesa-Singer, y reclaman ya los dólares que está reteniendo el Bank of New York Mellon.


La Bolsa apuesta al arreglo

La posibilidad de un acuerdo entre el Gobierno y los fondos buitre que le ponga fin al litigio judicial entre ambos en Nueva York es la apuesta financiera que hace la mayoría de los inversores por estas horas. En bonos se registraron ayer subas de hasta 2 por ciento. Las compras se focalizaron en las emisiones de más largo plazo, donde el terreno para una recomposición de precios es mayor en caso de un arreglo con los buitres. Las acciones subieron en promedio 1,2 por ciento y el panel que los aglutina se acercó al record histórico de 8291 puntos alcanzado previo a la negativa de la Corte Suprema estadounidense a tomar el caso. La suba de estos papeles estuvo liderada por los bancarios, con alzas de hasta más de 4 por ciento.

“En el mercado no se ve una situación de colapso, por eso los títulos ya lograron recuperar el terreno cedido la semana pasada. Los inversores mantienen sus posiciones en bonos, y es lo que estamos recomendando, en lo particular las emisiones de largo plazo”, explicó a este diario un directivo de Puente. Esto no implica que no haya venta. Muchos inversores que se denominan conservadores –aversos al riesgo– vendieron sus títulos en dólares y se pasaron a emisiones en pesos con legislación local. Ese arbitraje permitió que los rendimientos de las series en dólares igualen a los en pesos.

En el mercado de cambios, el Banco Central compró 40 millones de dólares y la cotización de la divisa se mantuvo en 8,15 pesos. El resultado de esta intervención elevó en 14 millones de dólares el stock de reservas, el cual se ubicó en 29.347 millones luego del pago de obligaciones varias. En el paralelo el dólar blue se retrajo en 15 centavos, a 12 pesos para la venta en cuevas de la city porteña.

Corte poco confiable

Sólo el 30 por ciento de los estadounidenses tiene confianza en la Corte Suprema de ese país, el valor más bajo de la historia, según una encuesta de Gallup. Los resultados marcan una caída de siete puntos desde 2012. El dato se conoció el lunes pasado, el mismo día en que los supremos firmaron un controvertido fallo sobre un caso relacionado con la política de anticonceptivos del gobierno de Obama. La corte resolvió por 5 a 4 que no se puede forzar a las empresas privadas a ofrecer cobertura de salud para anticonceptivos si los consideran equivalentes al aborto. La decisión de la Corte es un golpe para la ley de cuidados de la salud de Obama, que incluye la llamada obligación de los anticonceptivos. Según destacó el diario Usa Today, la confianza en la Corte cayó en forma sostenida desde su apogeo en el gobierno de Reagan, durante el cual, en dos oportunidades (1985 y 1988) el 56 por ciento dijo tenerle confianza. Ese porcentaje se mantuvo luego entre el 40 y el 50 pero cayó fuertemente en 2007 hasta el 34, un año después de que George W. Bush obtuviera el aval del Senado para la designación del juez Samuel Alito para la Corte.

03/07/14 Página|12
 

Más policía, la solución errada Por Jorge Rivas *

La seguridad, en una sociedad democrática, es un derecho de todos. Un derecho que incluye un trabajo estable, una vivienda propia, educación y atención médica eficiente y gratuita, un futuro para los jóvenes y, por supuesto, la tranquilidad para disfrutar de ese bienestar y del tiempo libre. Esa seguridad, que la sociedad argentina conoció en buena medida en épocas pasadas, fue poco menos que arrasada entre los cuarenta años que precedieron a 2003.

Su versión en negativo, sin embargo, la inseguridad, parece referirse solamente al miedo a ser víctima de delitos contra la integridad física y la propiedad. Naturalmente, la protección por parte del Estado contra esos riesgos, inevitables en todas las sociedades en mayor o menor proporción, forma parte del derecho a la seguridad, aunque no lo agote.

Los grandes medios de comunicación de masas sostienen en su discurso ese modelo de inseguridad, que agitan todo el tiempo, interesadamente. Los medios, y muchos dirigentes políticos. Todos quieren sacar partido del miedo que ellos mismos generan. Algunos, superficiales oportunistas, con meros fines electorales. Otros, porque saben que los ciudadanos asustados están más propensos a delegar cada vez más facultades en aquellos que se ofrecen para protegerlos del mal.

Las estadísticas internacionales revelan con claridad que el problema del delito no es en nuestro país más grave que en la mayoría de los demás países de la región. Por el contrario, es menos grave. Pero no es la verdad lo que les importa a los propagandistas del miedo. De cualquier manera, el problema existe, y el reclamo de vastos sectores de la sociedad es legítimo.

Lo que no es legítimo son las soluciones que proponen los actores que hemos señalado. Y tampoco es legítimo que finjan desconocer que si bien los factores que generan la expansión del delito son múltiples, el alto grado de desigualdad es reconocido como central por la totalidad de los criminólogos. El alto grado de desigualdad, o sea la cruel convivencia entre la ostentación de los que tienen todo en exceso y las necesidades elementales que padecen otros.

Entre las soluciones que proponen sobresalen la mano dura de las fuerzas paradójicamente llamadas de Seguridad, y el aumento indefinido de sus efectivos, de sus pertrechos y de sus facultades. Así, se estimulan la violencia institucional, el abuso de poder, el gatillo fácil, los crímenes que cometen represores armados contra ciudadanos y adolescentes indefensos. Crímenes que de ningún modo se justificarían si fueran cometidos contra culpables de graves delitos, pero que resultan particularmente aberrantes en la medida en que terminan con la vida de aquellos inocentes a los que las policías deberían precisamente proteger.

Los apóstoles de la mano dura, del meter bala a los delincuentes, quieren hacer retroceder la democracia hasta la negra época en la que esas fuerzas, militarizadas, participaban del gigantesco operativo de secuestro, tortura y desaparición del que fue víctima nuestro pueblo. Esa época, de la que tienen nostalgia algunos de los ideólogos del combate contra la inseguridad, fue precisamente la de mayor inseguridad en la historia del país, aun en la acepción limitada y arbitraria del término que se difunde por los medios.

De modo que no sólo no se trata de aumentar las facultades ni el número de las fuerzas policiales, sino, por el contrario, de subordinarlas realmente a los procedimientos democráticos. La reforma policial es una tarea, no por difícil menos necesaria, que nuestra democracia adeuda a la sociedad. En el estado en que se encuentran, no hay fuerza policial en el país que no forme parte del problema en lugar de formar parte de la solución.

Es por eso que la decisión del gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, de poner en la calle 15.000 hombres más con uniforme, armas, facultades para detener personas por averiguación de antecedentes o por la presunta comisión de delitos, todo ello en el territorio de la policía bonaerense, difícilmente constituya un aporte a la seguridad general. Más bien es lícito temer lo contrario.

* Diputado nacional por la provincia de Buenos Aires (Confederación Socialista Bloque FPV)