jueves, 6 de marzo de 2014

CERRO CORÁ - (1° de marzo de 1870)

A orillas del Aquidabán: “Muero con mi Patria” 

Poco había cambiado la situación de 
Francisco Folano López, que conocía su destino, y cuando el padre Maíz fue a comunicarle el 28 de febrero que su secretario, el diácono Donato Gamarra, había muerto de inanición, López le dice:“el padre Gamarra nos ha llevado un poco la delantera…”

El 1° de Marzo López se levanta más temprano que de costumbre. Sus ayudantes lo ven revolviendo sus pertenencias, como si estuviera dispuesto a partir; López distribuye algunos efectos personales, como pequeños obsequios, “como un recuerdo de su persona”.

Ese día amaneció húmedo y caluroso. La falta de noticias desde la vanguardia y la tardanza en regresar de los emisarios, le vaticinaban el final. La llegada de unas mujeres fugitivas se lo confirmaban: el Paso Tacuara había caído en poder del enemigo. Para verificar la noticia, López envía al Coronel Cándido Solís con diez hombres, que son sorprendidos y acuchillados, logrando escapar dos de ellos. Poco después comenzaban a sonar los cañonazos y a trepidar la fusilería.

Cuando López ve aparecer al enemigo, monta en el bayo que lo acompañara desde Paso Pucú, se pone al frente del resto de sus tropas, invitándoles a acompañarlo en su último sacrificio.

“Un poco más de doscientos hombres –describe O´Leary- armados en su mayor parte a sable y lanza, era todo lo que se había podido reunir, formando en las filas, como soldados, desde el anciano Vicepresidente Sánchez, hasta el último capellán. Esgrimiendo un espadín, en cuya hoja se leía su lema guerrero, su implacable lema, de “Vencer o Morir”, se puso en marcha, acaudillando aquel patético grupo, en el que se confundían los altos dignatarios del Estado con los representantes de la iglesia, los generales con la tropa y los más humildes ciudadanos con los jefes y oficiales del ejército, formando juntos un solo cuerpo, con una sola alma y un solo corazón…”.
Cerro Corá (Paraguay)    

Cerro Corá
El primer batallón de caballería fue rechazado, presentándose inmediatamente el Coronel Silva Tavares al frente de lanceros y carabineros, seguido por la infantería. Durante algunos minutos se mantiene indeciso. López aguarda sereno, erguido sobre sus estribos. Al primer movimiento brasileño, los paraguayos, dispuestos a recibirlos, irrumpen en gritos de vivas a la Patria: “Era –dice Borman- la reproducción, en pequeñas proporciones, del episodio de la guardia vieja en el campo de batalla de Waterloo”.

El choque fue tremendo, pero como era de esperar ante la desigualdad de fuerzas, duró poco. Los paraguayos, acosados por todas partes fueron retrocediendo hacia una zona montuosa, a orillas del Aquidabán. López había visto caer a su lado al Coronel Luis Caminos y a sus últimos hombres. Rodeado por algunos jinetes brasileños que le intiman rendición, López, por toda respuesta, los atropella tratando de herirlos con su espada, pero fue detenido por el cabo Francisco Lacerda, conocido como “Chico Diabo”, que le destroza el vientre de un lanzazo mientras otro lo hiere en la cabeza con el sable, y un tercero le da un lanzazo mortal.

Acuden en ese momento el Capitán Francisco Argüello y el Alférez Chamorro, que se enfrentan a los brasileños mientras López se retira penosamente. Seguido por el Coronel Silvestre Aveiro, el Mayor Manuel Cabrera y el Alferez Ibarra, penetra en una angosta picada, cayendo del caballo al poco andar. Desde allí fue llevado a la barranca opuesta del Aquidabán, y a su pedido, lo dejaron solo.

Un nuevo acto de fidelidad sucedería: en esa circunstancia extrema en que se escudaba la aproximación de la soldadesca, se presenta ante López el Alférez Victoriano Silva, ofreciéndole su compañía y pidiendo el honor de morir en su defensa, pero López, agradeciéndole tan generoso gesto, le regala su látigo y le ordena retirarse. En ese momento supremo, apareció el General Cámara cruzando de a pie el arroyo, e intimándole rendición, recibe por respuesta una frase que quedaría para la posteridad: “Muero con mi Patria”

En ese momento “Aproxímase un soldado del Batallón 9° -dice el historiador brasileño Borman- y el General le la orden de desarmar al Mariscal. El soldado lo agarra de los puños, teniendo lugar entonces una lucha. López procura conservar su espada, mas el soldado hace esfuerzos por tomarla: los contendores caen, se yerguen de nuevo, y la lucha continúa. Otro soldado que se aproxima, presencia aquella escena, aprovecha un momento en que el Dictador se desprende de su adversario, le apunta su arma, suena el tiro y la bala va derecho al corazón…”
“¡OH, diavo do López!”, dijo el soldado brasileño mientras pateaba el cadáver. Las últimas palabras de López eran algo más que una metáfora: ya casi nada quedaba del Paraguay, toda su población masculina había muerto bajo la metralla, muchas mujeres y niños perecieron también bajo la metralla, las epidemias de cólera y la fiebre amarilla, o simplemente sucumbieron de hambre. Tampoco quedaban ni altos hornos, ni industrias, ni fundiciones, ni telégrafo, ni plantaciones de yerba o tabaco. Paraguay perdió la mitad de su territorio.

“Muero con la patria” exclamó el vencido –dice el publicista brasileño Alberto Souza- en un momento augusto y solemne en que las almas corrompidas y cobardes solo se atienen a las esperanzas de la fuga o al perdón del vencedor. Efectivamente, moriste ¡oh glorioso luchador! Con tu infeliz tierra aniquilada por la ambición y por el despotismo imperial; pero moriste para revivir ahora, no solo en el alma colectiva de tu Patria rejuvenecida, sino también en el austero e insospechable juicio de la Posteridad que te rehabilita. Desecha la espúrea leyenda de bajezas y crueldades con que los escritores imperialistas intentaron empañar, por tantos años, tu inmaculado patriotismo, se levanta alrededor de tu figura, engrandecida por el martirio, una aureola diáfana y resplandeciente, que te consagra en el doble e irrevocable carácter de “Héroe de la Patria y Paladín de la República”

Cuando llegó a Buenos Aires la noticia de la muerte de Francisco Solano López, Sarmiento mandó una banda de música a tocar serenatas ante la puerta de Bartolomé Mitre, y el mismo día le escribía a Mrs. Mann: “No crea que soy cruel. Es providencial que un tirano haya hecho morir a ese pueblo guaraní. Era preciso purgar la tierra de toda esa excrescencia humana” (J.M.Rosa, La guerra del Paraguay, p.323)


La confesión del crimen.

López fue ultimado “cuando ya estaba completamente derrotado y gravemente herido” de muerte. El crimen fue confesado por el propio General Cámara, vanagloriándose por lo hecho:
J.M. de Rosas - L.Castagnino
“Campamento en al izquierda del Aquidabán,
1° de marzo de 1870
Ilmo. y Excmo. Señor:

Escribo a V.E. desde el campamento de López, en medio de la sierra.
El tirano fue derrotado, y no queriendo entregarse, fue muerto a mi vista. Intimele la orden de rendirse, cuando ya estaba completamente derrotado y gravemente herido, y no queriendo, fue muerto.
Dios guarde a V.E.
Doy parabienes a V.E. por el entero desagravio que tomó el Brasil del tirano del Paraguay. El general Resquín y otros jefes están presos.
Dios guarde a V.E.
José Antonio Correa da Cámara
Ilmo. y Excmo. Señor Mariscal de Campo Victoriano José Carneiro Monteiro, Comandante de la fuerzas al Norte del Manduvirá.

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Triple Alianza contra   
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Ver reseña
La barbarie

Consumado el crimen de López, se desata la barbarie. El propio López es despojado de todas sus ropas, y su cuerpo pisoteado y mutilado. La soldadesca baila alborozada sobre su cadáver. Arrastrado, es arrojado ante su familia, donde sus hijos pequeños cavan con las manos una improvisada sepultura.

Y mientras esto acontecía en el Aquidabán, comienza una feroz cacería. El hijo mayor de Solano, Coronel Juan Francisco López, “Panchito”, de 15 años, muere espada en mano intentando defenderse de un grupo brasileño: “¡Un coronel paraguayo no se rinde¡”.

Elisa Lynch cubrió el cuerpo sangrante de su hijo con su propio cuerpo, y espetándole a la soldadesca: “Esta es la civilización que han prometido”(Testimonios de la Guerra Grande. t.I,p.106)

Otro hijo de Solano López, José Félix López, de apenas once años, es sacrificado. El General Francisco Roa, rodeado de enemigos, es tomado prisionero y degollado inmediatamente. El propio Vicepresidente Sánchez, octogenario, se niega a rendirse y es ultimado a lanzazos. El Coronel Cnel. José María Aguiar, inválido por las heridas recibidas en Tuyutí, fue lanceado y degollado. Solo se salvaron algunos que alcanzaron a huir, o quienes estando en comisión, llegaron después de la masacre. Para mayor horror, fue incendiado el campo, donde perecieron los heridos.

                            


MARISCAL FRANCISCO SOLANO LOPEZ.

La muerte de un Gran Americano (1° de marzo de 1870)

“¡Muero con mi Patria!”. (Guerra del Paraguay )

Con esa última frase en sus labios, el 1º de marzo de 1870, en Cerro-Corá, elMariscal Francisco Solano López, herido, agotado y desangrado, medio ahogado, moribundo y anegada en sangre el agua inmunda del arroyo que, caído sentado, lo circundaba, recibió un tiro de Manlicher que le atravesó el corazón.Ahí quedó, muerto de espaldas, con los ojos abiertos y la mano crispada en la empuñadura de su espadín de oro –en cuya hoja se leía "Independencia o Muerte"-.

“¡O, diavo do López!” [¡”Oh, diablo de López!”], comentó el macaco recluta del Imperio brasileño mientras pateaba el cadáver.

Las últimas palabras del Mariscal eran algo más que una metáfora: ya casi nada quedaba del Paraguay, toda su población masculina entre los 15 y 60 años había muerto bajo la metralla. Muchísimas mujeres y niños también, cuando no por las balas, por las terribles epidemias de cólera y fiebre amarilla, o simplemente sucumbieron de hambre. Por supuesto, tampoco quedaron ni altos hornos, ni industrias, ni fundiciones, ni inmensos campos plantados con yerba o tabaco, ni ciudad que no fuera saqueada. Apenas si un montón de ruinas cobijaba a los fantasmales trescientos mil ancianos, niños y mujeres sobrevivientes. Se condenó al país a pagar fortísimas indemnizaciones por “gastos de guerra”. Paraguay perdió prácticamente la mitad de su territorio, que pasó a formar parte de Brasil y de Argentina (las actuales provincias de Misiones y Formosa).

Cinco años antes, al comenzar la guerra de la Triple Alianza, el Paraguay de los López era un escándalo en América. El país era rico, ordenado y próspero, se bastaba a sí mismo y no traía nada de Inglaterra... Abastecía de yerba y tabaco a toda la región y su madera en Europa cotizaba alto. Veinte años había durado la presidencia del padre, don Carlos Antonio López, hasta su muerte en 1862, y desde entonces la del hijo Francisco Solano.
El Paraguay tenía 1.250.000 habitantes, la misma cantidad de la vecina Argentina de entonces (¡Se exterminó en la guerra nada menos que al 75% de la población!). El país era de los paraguayos. Ningún extranjero podía adquirir propiedades, ni especular en el comercio exterior. Y casi todas las tierras y bienes eran del Estado.La balanza comercial arrastraba un saldo ampliamente favorable, y carecía de deuda externa.

Contaba con el mejor ejército de Sudamérica. Tenía altos hornos y la fundición de Ibicuy fabricaba cañones y armas largas. Funcionaba el primer ferrocarril de Latinoamérica, un telégrafo y una poderosa flota mercante.

El nivel de la educación popular también era el primero del continente.

Además, Paraguay era un importante productor de algodón, materia prima que necesitaba el capitalismo inglés en su etapa de expansión imperialista para su industria textil, principal motor de su economía. El bloqueo al sur esclavista de la Confederación, que proveía de algodón a la industria inglesa, producido por la guerra de Secesión norteamericana (1861-1865), hizo indispensable para los intereses británicos la destrucción de tal nación soberana.

Esos intereses manipularon al círculo de influencia del emperador del Brasil y al partido mitrista y la oligarquía porteña y montevideana, hasta promover el exterminio de todo un pueblo, que incluyó de paso a las montoneras argentinas. (Ver Libertad, civilización y Progreso )

Lo cierto es que la marcha final de siete meses de los últimos héroes paraguayos hacia Cerro-Corá, doscientas jornadas por el desierto, bajo el ardiente sol tropical, constituye una de las páginas más sórdidas pero también más gloriosas de la historia americana. Soldados abrazados por la fiebre o por las llagas y extenuados por el hambre, sin más prendas que un calzón, descalzos porque los zapatos, como el morrión y las correas del uniforme, han sido comidos después de ablandar el cuero con agua de los esteros. Todos están enfermos, todos escuálidos por el hambre, todos heridos sin cicatrizar. Pero nadie se queja. No se sabe adónde se va, pero se sigue mientras no sorprenda la muerte. Conduce la hueste espectral el presidente y mariscal de la guerra Francisco Solano. Si no ha podido dar el triunfo a los suyos, les ofrecerá a generaciones venideras el ejemplo tremendo de un heroísmo nunca igualado.

Cinco años después, el gran Paraguay de los López quedó hundido, con todo su pueblo, en los esteros guaraníes. Desde entonces el Foreing Office quedaría como dueño absoluto de la región y dejaría desarticulada, por lo menos durante un largo período que todavía sufrimos, la posibilidad de integrar en una sola nación a la Patria grande. La gran causa iniciada por Artigas en las primeras horas de la Revolución, continuada por San Martín y Bolívar al concretarse la Independencia, restaurada por la habilidad y energía de Juan Manuel de Rosas en los años del "sistema americano", y que tendría en el Gran Mariscal Francisco Solano López su adalid postrero.

Pero ya una año antes de Cerro-Corá, viejo y pobre en su destierro de Southampton, don Juan Manuel de Rosas, que por sostener lo mismo que Francisco Solano López había sido traicionado y vencido en Caseros por los mismos que traicionaron y vencieron ahora al mariscal paraguayo, se conmovió, profundamente emocionado, ante la heroica epopeya americana. El Restaurador miró el sable de Chacabuco que pendía como único adorno en su modesta morada. Esa arma simbolizaba la soberanía de América; con ella San Martín había liberado a Chile y a Perú; después se la había legado a Rosas por su defensa de la Confederación contra las agresiones de Inglaterra y Francia. El viejo gaucho ordenó entonces que se cambie su testamento, porque había encontrado el digno destinatario del sable corvo de los Andes.

El 17 de febrero de 1869, mientras Francisco Solano López y el heroico pueblo guaraní se debatían en las últimas como jaguares decididos que se niegan a la derrota, Rosas testó el destino del "sable de la soberanía":

"Su excelencia el generalísimo, Capitán General don José de San Martín, me honró con la siguiente manda: La espada que me acompañó en toda la guerra de la Independencia será entregada al general Rosas por la firmeza y sabiduría con que ha sostenido los derechos de la Patria. Y yo, Juan Manuel de Rosas, a su ejemplo, dispongo que mi albacea entregue a su Excelencia el señor Gran Mariscal, presidente de la República paraguaya y generalísimo de sus ejércitos, la espada diplomática y militar que me acompañó durante me fue posible defender esos derechos, por la firmeza y sabiduría con que ha sostenido y sigue sosteniendo los derechos de su Patria".


Guerra del Paraguay  - Leonardo CastagninoLa figura granítica del Mariscal López

Un hecho que ningún historiador serio puede negar, es que el heroico pueblo paraguayo siguió voluntariamente a Solano López en todas sus batallas y sacrificios hasta las últimas consecuencias. Aquel pueblo a quien Mitre quería “liberar del tirano López”, lo siguió unánime hasta su fatal destino.

El 16 de octubre de 1869, tras largos años de lucha, trasladando los restos de su diezmado ejercito, hizo hacer un alto en el junto al arroyo Tandey-i. Ordenó que se formara el pequeño ejército cubierto de andrajos, que fielmente le seguía. Se cantó el Himno Nacional y luego habló López, con voz pausada y serena. Recordó las épicas jornadas vividas y la gloria con que se habían cubierto los soldados paraguayos, y rindiendo homenaje al heroico general Caballero que estaba a su lado, agregó:

“Si yo llego a desaparecer, aquí tenéis a mi reemplazante. Y yo os recomiendo en esta hora amarga de mi vida, que le améis, como yo le amo, y que le sigáis confiado, como me seguís...” (O´Leary. Bernardino Caballero.p.28 – AGM.t.II.p.360)

En su largo peregrinaje hasta su destino final en Cerro Corá, era seguidos por los restos de su ejército y su pueblo que seguían adheridos a su gigantesca figura, hasta inmolarse como cumpliendo un pacto sagrado. El éxodo de todo un pueblo, hombres, mujeres, anciano y niños, siguiendo los pasos del ejercito nacional, es una de las páginas más sublimes de la historia universal.

Pero la mentalidad liberal no puede o no quiere comprender o admitir tanto heroísmo en defensa de su patria y de su libertad.

Gelly y Obes, general en jefe del ejército argentino, le escribía al ministro de guerra desees de Lomas Valentinas:

“Una fuerza de caballería se desprenderá sobre Cerro león con el objeto de capturar a López, lo que talvez no sea posible por tenerse noticia de que trata de salir del pais inmediatamente”

Esa era la ilusión de Mitre, acaparador de derrotas: le humillaba el valor de López y le carcomían los celos ante esa figura inmensa y legendaria.

Cuando creyó que estaba cerca de la victoria, Mitre le escribe a Gelly y Obes:

“Estrechado por los victoriosos ejércitos que lo persiguen, ha de buscar al fin su salvación en la fuga, puesto que no ha tenido ni aún el triste coraje de buscar entre sus soldados una muerte, si no gloriosa, al menos digna para el que ha sacrificado todo un pueblo a sus desacordadas aspiraciones”.

Nada más absurdo y cínico dicho por alguien como Mitre, que en las letras transformaba sus derrotas en victorias (Pavón), sus huidas en “heroicas retiradas” (Cepeda) y echándolo al culpa al “desierto inconquistable” por su derrota ante un puñado de indios.(Sierra Chica)

Pero el Mariscal López no le daría el gusto a Mitre de huir cobardemente como el, y su figura granítica se iba agrandando en proporción a sus contrastes, y en ningún momento pensó en huir, ni cruzo ningún temblor en su rostro imperturbable y sereno.

- Castagnino Leonardo. Guerra de Paraguay. La Triple Alianza contra los paises del Plata.
- Rosa, José María “¡Muero con mi Patria!” - Investigación histórica de José María Rosa
- Garcia Mellid, Atilio. "Proceso a los falsificadores de la historia del Paraguay"
- La Gazeta Federal: www.lagazeta.com.ar

DOCENTES Y SUPERVISORES DEBIERON ATENDER DEMANDAS POR FALTA DE VACANTES Los reclamos, en las escuelas

Los reclamos, en las escuelas

En el primer día del ciclo lectivo y en medio del paro docente en la Ciudad, los padres con problemas por falta o mala asignación de vacantes llegaron a las escuelas. Cómo lo fueron resolvieron los supervisores. Toman un predio donde iban a levantar una escuela.

En la Ciudad de Buenos Aires, el inicio del calendario escolar (ver páginas 2 y 3) estuvo marcado por la continuidad del conflicto por la falta de vacantes y las vacantes mal asignadas, que comenzó a fines del año pasado, con la inscripción on line. Mientras los docentes cumplían con la primera jornada de paro, a los establecimientos concurrieron empleados del gobierno porteño con acceso al sistema on line para atender a algunas de las familias cuyos chicos quedaron fuera de las escuelas. “En los distritos, los supervisores nos sentamos al lado de los chicos que sí tienen acceso al sistema, algo que nosotros nunca tuvimos,tratamos de resolver caso por caso. Pero es un proceso largo. Hoy (por ayer), al distrito en el que estoy yo vinieron 143 familias, pero sólo pudimos atender a 43. Las otras tienen turno para mañana, pasado”, explicó Adrián Mazzuglia, supervisor del Distrito Escolar 19 a Página/12. En tanto, al caer la tarde de ayer, docentes y vecinos de la zona sur tomaron un playón en desuso perteneciente al Gobierno de la Ciudad Autónoma y en el que, según explicaron fuentes de la toma, estuvo proyectada la construcción de un establecimiento educativo que nunca se realizó.
“Vamos a tomar un inmueble ocioso por día y nos vamos a quedar hasta que el ministro Esteban Bullrich nos dé una respuesta”, advirtió Maximiliano Glorioso, uno de los docentes instalados en el lugar.
Hoy, supervisores de las escuelas porteñas se reunirán con la Comisión de Educación de la Legislatura porteña para entregar a los legisladores informes sobre “las escuelas que tienen vacantes, para demostrar que hay muchas mal asignadas, y un listado de edificios que están ociosos y que el Gobierno de la Ciudad podría refaccionar para construir escuelas nuevas y solucionar el problema de las vacantes a mediano plazo”, adelantó el secretario de prensa de UTE-Ctera, Mariano Denegris.
Como responsable del Distrito Escolar Nº 19, el supervisor Adrián Mazzuglia ayer resumió la situación en dos palabras: “Un descalabro”. “Nunca fue fácil el distrito, históricamente tiene falta de vacantes y no sólo en educación inicial, pero a poco lo arreglábamos. Ibamos atendiendo familia por familia hasta encontrar soluciones. El año pasado sólo 18 chicos habían quedado sin vacantes, entonces conseguimos micro para ellos y se iban a una escuela en Caballito. Pero ahora es imposible, porque no tenemos acceso al sistema de inscripción. Ayer hablé con un padre de la Villa 1.11.14 a cuyo hijo el sistema lo había anotado en una escuela de Versalles. Es un viaje de 40 minutos en auto, imaginate en colectivo”, contó el supervisor. Otro chico de la misma villa había aparecido con vacante asignada en una escuela de la calle Olleros, a la altura de Chacarita.
En el Distrito Escolar 19, en la zona sur de la ciudad, ayer se presentaron 143 casos de inscripción mal resueltos, de los cuales sólo 43 pudieron ser atendidos y, de ellos, 23 resueltos. El supervisor Mazzuglia explicó que “vinieron responsables del sistema on line, porque nosotros como directivos del DE no tenemos acceso. Entonces nos sentamos con ellos, que son macanudos pero no entienden nada de lo que es la educación y lo que es un distrito escolar, y tratamos de resolver caso por caso”. Cada vacante mal asignada es la historia de una familia, “un dolor, un sufrimiento que ves. Y la gente no siempre entiende que uno como supervisor no es responsable de esto, te quieren matar”. En zona sur, acotó Mazzuglia, la situación además tiene particularidades que agravaron el desmanejo de la inscripción on line. “Tenemos una comunidad de inmigrantes y trabajadores golondrina peruanos, bolivianos. Hay gente que se va a Bolivia a fin de año y vuelve en marzo: muchos se fueron en diciembre, con vacante, volvieron y ya no la tienen.”
En tanto, al fin de la tarde un grupo de docentes y vecinos de zona sur tomó un playón en desuso ubicado en Estados Unidos y Jujuy, que pertenece al Gobierno de la Ciudad, y en el que, aseguraron, estuvo proyectada la construcción de un establecimiento educativo, algo que nunca se cumplió. “Es un playón que ahora está en venta, aunque existió el proyecto de hacer acá una escuela que nunca se levantó. Vamos a permanecer en este lugar hasta que tengamos respuesta”, adelantó el docente Maximiliano Glorioso. La comitiva que llegó para instalarse llevó carpas para pasar allí la noche y hacer guardias durante el día. Glorioso, docente de una primaria de Soldati por las mañanas y de un secundario de Bajo Flores en turno vespertino, aseguró que “por Soldati hay por lo menos 10 terrenos con proyecto de construcción de escuela, pero no hay voluntad política para hacerlas”. “Esta toma es en consonancia con la toma del edificio de Manuel García 370. No nos vamos a ir sin respuesta, y vamos a seguir tomando un edificio por día hasta que el Ministerio de Educación nos responda”, agregó.

MASSITA

No es raro escuchar a la oposición liderada por el por ahora multimedios, denunciar, atacar, desmerecer, insultar y comparar entre otros tantos epítetos negativos, al gobierno nacional y a su presidenta con lo peor de la Historia Universal.
Nada nuevo.
O sí.

Las recientes críticas en bloque del autodenominado Frente Renovador, liderado por Sergio Massita, en relación a los proyectos, borradores, etc. del nuevo Código Civil, vinculadas con el tema penal demuestran claramente su ideología.

Decir sin mas ni menos, que se conmutan las penas, que se reducen la cantidad de artículos vinculados con un aumento de las mismas, que... sutilmente o no tanto, sin decirlo, afirmar que es un gobierno garantista que defiende los derechos humanos de los delincuentes y no de la "gente", denota, reitero, su ideología ya que, con estas afirmaciones, pone en laq vereda de la delincuencia social al gobierno.

Ahora bien, si las estadísticas marcan que los pobres, marginados, por las políticas económicas neoliberales noventistas, se lanzaron a delinquir y son además la mano de obra desocupada, muchas veces de las fuerzas de seguridad, y abarrotan las cárceles en condiciones inhumanas; de ser cierto la postura gubernamental, se está al lado de los mas vulnerables o si se quiere de los delincuentes y en contra de los sectores medios urbanos atacados por las hordas de cabecitas negras del Siglo XXI.

Massita y sus hombres y mujeres no.
Ellos están al lado de la gente de bien, que trabaja, que no delinque porque solo lo hacen aquellos que sienten placer por robar, hurtar, matar etc.
El delincuente social es malo, sin posibilidad de ser reeducado y reinsertado.
Toda medida tendiente a reducir o morigerar  las penas es vista como un mal, un horror comparable a regímenes dictatoriales.

El pobre que delinque no merece, no es.
Solo bala, palo, hacinamiento, drogas en la cárcel y fuera de ella.

Massita le habla a sus votantes fascistas, los del algo habrán hecho o por algo será que desaparecieron ....
Y no a los que tiene alma de negros, cabezas, portadores de cara y piel oscura, inmigrantes...
A ellos no, ni justicia, clama Massita.
Es clara su ideología, muy clara.

GB


Massa y el Supremo, Adriana y el Cleto

Por Mempo Giardinelli
Las declaraciones del juez de la Corte Suprema Raúl Zaffaroni, en respuesta a las torpes ideas –es un decir– del diputado y líder del así llamado “Frente Renovador” Sr. Sergio Massa, desatan una reflexión que sería deseable que donde corresponde se escuche y considere.
Porque además de ilustrar al país acerca de su incapacidad de sutilezas, cuando el Sr. Massa pide “tirar a la basura” el anteproyecto de reforma del Código Penal realizado por una comisión integrada por Zaffaroni y varios juristas de diversos partidos y tendencias, lo que indirecta e involuntariamente hace es poner en evidencia otra cuestión de la que casi no se habla, pero acaso es hora de que se manifieste, un poco como llamado de atención y otro poco como alerta al Gobierno y a la sociedad.
Y es que el Sr. Massa fue jefe de Gabinete del gobierno nacional hasta hace apenas tres años. Y antes de él lo había sido, por mucho tiempo más, el abogado Alberto Fernández. Se dirá que fueron ellos los que “traicionaron”, pero allí estuvieron, designados y gozando de absoluta confianza. Y a esos yerros deben sumarse varios otros, no menos graves: el sostenimiento del Sr. Ricardo Jaime en la Secretaría de Transportes, donde la supina inutilidad de su gestión sólo supo ganar denuncias de corrupción; o la designación del vicepresidente Amado Boudou con el enorme costo político que viene teniendo; o el fallido intento de colocar en la Procuraduría General de la Nación a un jurista altamente cuestionable cuyo nombramiento fracasó.
Quede claro que lo anterior no intenta ser un necio dedo acusador, pero sí una voz de alerta. Porque esta semana se han producido dos hechos –dos designaciones políticas– que muchos ciudadanos ven como riesgosas concesiones, de imprevisibles consecuencias en un caso y de gravísimas en el otro.
El primero es la colocación en la línea sucesoria del Poder Ejecutivo del ex gobernador de Santiago del Estero y actual senador nacional, Sr. Gerardo Zamora. Proveniente del radicalismo –que no importa si ahora lo repudia; también lo hicieron con el Sr. Julio Cobos, y de todos modos ya el radicalismo perdió el rigor de otros tiempos para juzgar la conducta de sus afiliados–, lo cierto es que el nuevo vicepresidente segundo de la Nación no parece acreditar más mérito que la buena voluntad presidencial. Pero podría ser un verdadero peligro político para el hipotético, indeseado, caso de que faltara la Presidenta y el vicepresidente Boudou no pudiese sortear el acoso judicial en que se encuentra ahora.
Mucho más grave, en lo inmediato, es el otro caso: después de seis años de lúcida labor al frente de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados, la legisladora del Frente Grande Adriana Puiggrós –una de las máximas autoridades educativas del continente, con extensa obra publicada y larga experiencia académica y de gestión– ha sido desplazada esta semana. Su lugar será ocupado por el Sr. Julio Cleto Cobos.
Ambas decisiones parecen tener como punto en común ser concesiones al radicalismo K –cabe recordar que el primer radical K fue Cobos y el último es Zamora–, pero ambas, además de cuestionables, pueden estar mostrando cierta preocupante tendencia a repetir graves errores políticos.
Entre otras cosas, porque el desempeño de Puiggrós en la Comisión de Educación es difícil de empardar: su trabajo fue decisivo para la creación de nueve universidades nacionales y para las leyes de centros de estudiantes y de convivencia en las escuelas, así como el impulso a la educación de las personas privadas de libertad. Y tienen ya media sanción leyes como la de salud escolar para todos los niños que ingresen al sistema educativo; la de supervisión educativa a las instituciones de nivel inicial; la de continuidad de la gratuidad y acceso irrestricto a las universidades, inspiradas en las paradigmáticas leyes de los primeros gobiernos peronistas. Y queda también su trabajo en el proyecto de derogación de la Ley de Educación Superior, rémora neoliberal del menemismo, y su reemplazo por una ley consensuada con sectores progresistas, nacionales y populares.
No hay ningún dato que haga pensar que el Sr. Cobos compartirá, siquiera, tales principios. Y en todo caso es sospechable que pueda beneficiar intereses y negocios de las corporaciones educativas y financieras que hasta ahora han frenado las reformas profundas que necesita la zarandeada educación en la Argentina.
Como bien ha dicho el juez Zaffaroni, nuestra clase política “todavía no ha alcanzado el nivel de madurez que necesita”. Estas decisiones parecerían evidenciarlo.

SE CONOCIO UNA CARTA DE ANGELELLI A LA CUPULA CATOLICA TRAS REUNIRSE CON MENENDEZ “Díganme si se tomará alguna medida”

 Por Ailín Bullentini
“Mi sueño es poder recibir de mi obispo diocesano la investidura de cruzado de la fe y poder empuñar en una mano una espada y en la otra la cruz de Cristo para eliminar los enemigos de Dios y de la Patria.” Por primera vez puede leerse el testimonio del cura tercermundista Enrique Angelelli, citando al represor Luciano Benjamín Menéndez en una carta que le envió al entonces vicepresidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Vicente Zezpa, en julio de 1976. Se trata de la primera prueba documental del encuentro entre el sacerdote y Menéndez, negada por el represor hasta la actualidad. Fue presentada la semana pasada por el obispado de La Rioja –querellante en la causa– ante el Tribunal Oral Federal de esa provincia, que lleva adelante el juicio por el asesinato de Angelelli. “Es el propio Angelelli quien confirma acá que esa reunión existió y que el mensaje de Menéndez en ese encuentro fue espeluznante”, evaluó Guillermo Díaz Martínez, quien junto con Bernardo Lobo Bugeau representa a las secretarías de Derechos Humanos de la provincia y de la Nación.
El 13 de julio de 1976, Angelelli desplegó en una carilla y media algunos detalles del encuentro que había mantenido días atrás con Menéndez en sus oficinas del Tercer Cuerpo del Ejército, en Córdoba. Le escribía a Caspio, con quien según documentos eclesiásticos mantuvo un nutrido intercambio epistolar sobre la reunión por la que presumiblemente el vicepresidente primero de la Conferencia Episcopal le consultaba: “Mi entrevista con el general Menéndez fue, sí, cordial, pero muy aleccionadora”, le confesaba el religioso riojano en su carta, un documento que más que una notificación, era advertencia y un pedido de definiciones. “Me alarmó la manera de pensar ‘desde lo católico’. Sus palabras textuales nos deben hacer pensar mucho”, consideró Angelelli.
“Es un documento histórico, es como escuchar a Angelelli, es como verlo espantarse”, apuntó Díaz Martínez, quien remarcó la “tremenda actualidad” del documento entregado a los jueces José Quiroga Uriburu, Carlos Lascano y Juan Carlos Reynaga por el Obispado de La Rioja, que adujo haberlo “encontrado recientemente”. Según su análisis, el material acredita varias cuestiones en materia penal: “Es la primera vez que se puede probar mediante un medio documental que la entrevista entre Angelelli y Menéndez sucedió, y que tuvo lugar antes de los asesinatos de los curas de Chamical (Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville, cuyas muertes fueron materia del primer juicio por delitos de lesa humanidad en La Rioja, a fines de 2012, y por las que Menéndez fue condenado) y del laico (Wenceslao) Pedernera”, indicó el abogado.
Hasta ahora, sólo se sabía del encuentro a través de religiosos y familiares de Angelelli que aseguraron ante la Justicia haberlo escuchado hablar del asunto. Sin ir más lejos, la sobrina del cura asesinado y querellante en el juicio, María Elena Coseano, describió a los jueces el miedo de su tío cuando la visitó en Córdoba, momentos después del encuentro con el militar. Menéndez, relató Coseano, le había advertido que se cuidara y se había negado a rezar un padrenuestro por los militantes. “Le dijo que no gastaría ni un padrenuestro en esos terroristas”, narró la mujer. Menéndez siempre negó todo.
Además, para la querella estatal, el material refuerza la acusación: “Lo que dice Angelelli y el tono de advertencia en el que lo cuenta nos permite entender que los asesinatos fueron la respuesta de Menéndez al encuentro. Angelelli va a pedirle que pare con la persecución a la diócesis riojana. Y Menéndez responde con muerte”. La reunión fue unos días antes de la carta enviada a Caspio, el 13 de julio. El 18 de ese mes son asesinados los curas de Chamical. Pedernera, el 27, en Sañogasta. Angelelli muere el 4 de agosto, en un sospechoso accidente automovilístico.
El valor de la carta de Angelelli no radica solamente en reforzar la acusación contra Menéndez por su asesinato, sino que, en ese contexto, pone nuevamente la lupa sobre el rol de la Iglesia Católica durante el terrorismo de Estado y su complicidad con los crímenes de lesa humanidad. Las palabras de Angelelli a Caspio pisan fuerte: “Creo que es necesario que clarifiquemos a tiempo la ‘usurpación’ que los militares están haciendo en materia de ‘fe’, en regular la ‘misión de la Iglesia’ y por quiénes debemos rezar y por quiénes no”, propone el sacerdote al alto funcionario eclesiástico, antes de expresarle su preocupación por “detenciones sin juicios, torturas físicas y morales”. Angelelli menciona, por caso, la del párroco Eduardo Ruiz, quien “aún está en la cárcel, chantajeado para que declare en contra de su obispo y así poder tener material para ir contra el suscripto y la diócesis”, en referencia a sí mismo.
Por último, Angelelli solicita que “se trate” la relación entre la vicaría castrense y su diócesis, y apunta al ex provicario castrense Victorio Bonamín, quien justificó y acompañó al terrorismo de Estado. “Les repito que me digan si se tomará alguna medida desde arriba; de lo contrario buscaré otro camino”, advertía Angelelli a Caspio respecto de tal situación. También le contaba que le habían quitado la radio y los diarios locales y que lo habían puesto a disposición de la “vía eclesiástica castrense”. “Desearía saber si debo esperar alguna directiva. Por de pronto he puesto a toda la diócesis en ‘estado de oración’ hasta el 31 de diciembre por la Patria y la FAMILIA”, concluía. Casi un mes después, murió.
Facsímil de la carta enviada por el cura a Vicente Caspio, vicepresidente de la Conferencia Episcopal Argentina.

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TIMERMAN RESPONDIO A UN INFORME DEL DEPARTAMENTO DE ESTADO “EE.UU. no tiene autoridad”

El canciller Héctor Timerman consideró que Estados Unidos “no tiene autoridad para emitir boletines de calificaciones” sobre otros gobiernos, al rechazar un informe del Departamento de Estado que advirtió sobre lavado de dinero, narcotráfico y corrupción en Argentina. A propósito del tema en discusión, Timerman resaltó que justamente Estados Unidos es el principal mercado de drogas del mundo, por lo que, en consecuencia, es el país que más dinero negro produce. “Estados Unidos tiene sus propios problemas y debería tratar de resolverlos”, insistió el canciller.
Timerman llegó ayer a Caracas integrando la delegación argentina que participó de los homenajes por el aniversario de la muerte de Hugo Chávez. Desde allí dio una entrevista radial. “La Argentina no reconoce el derecho de los Estados Unidos de emitir criterios de valor sobre otros gobiernos. No tiene autoridad para decir qué país se comporta de qué manera”, respondió.
Como cada año, el Departamento de Estado difundió esta semana su reporte sobre “Lavado de dinero y delitos financieros”. El reporte señaló la preocupación norteamericana por “el lavado de dinero del narcotráfico, la corrupción, el contrabando y la evasión fiscal en la Argentina”. También señaló que esas supuestas vulnerabilidades del sistema financiero abrían la posibilidad de que el dinero negro se utilizara para el financiamiento del terrorismo. Además, señala que las restricciones que el Gobierno introdujo en el mercado cambiario llevaron a los argentinos a tener “miles de millones de dólares fuera del sistema financiero formal, en destinos offshore”. En el capítulo sobre drogas, advirtió que el consumo y la producción de cocaína habían crecido en el país.
Semejante panorama fue lo que provocó la reacción del canciller, para más en Caracas, en medio del clima antiimperialista de los actos en recuerdo de Chávez. En ese marco, ratificó que el gobierno argentino “no reconoce el derecho de los Estados Unidos a emitir juicios de valor sobre otros gobiernos” y dijo que ese país “es el principal consumidor de drogas del mundo y el que más dinero negro produce por ese consumo”.
Además, recordó cuando el ex presidente de México Felipe Calderón dijo en el Congreso de los Estados Unidos que “el 90 por ciento de las armas que utilizan las bandas de narcotraficantes son producidas por fábricas de Estados Unidos”. “Entre las armas, el consumo y el lavado de dinero, tenemos el principal problema. De última, Argentina sería una víctima de todo eso”, añadió. Insistió en que Washington “no tiene el derecho de emitir juicio de valor sobre otros países cuando son el principal problema del narcotráfico”.
El canciller explicó que “hay que estar alertas” ante un eventual avance del narcotráfico en el país, y que, en ese sentido, “Argentina lo está haciendo muy bien”. Tras señalar “los miles y miles de muertos que produce el narcotráfico en México y Colombia”, Timerman dijo que “pareciera ser que en un país consumen la droga y en otros países se soporta la violencia”.
Otro funcionario que se refirió al informe del Departamento de Estado fue el secretario de Seguridad, Sergio Berni, quien evaluó que “el narcotráfico es un problema global, no sólo de la Argentina, con esto no quiero sacarme la responsabilidad de encima. Argentina sufre como todos los países del mundo” las consecuencias de ese delito. Destacó que los informes a nivel mundial señalan que “la droga ha avanzado en un 18 por ciento en la cantidad de adictos y no ha bajado la oferta”.

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