jueves, 2 de enero de 2014
Más críticas sciolistas a Massa: "Hablar es gratis"
Ante las críticas del ex intendente de Tigre, Sergio Massa, la ministra de Gobierno, Cristina Alvarez Rodríguez, salió al cruce y señaló hoy que "cuando uno no tiene responsabilidad de gobierno hablar es gratis".
En ese sentido, la funcionaria apuntó hacia un grupo de intendentes y legisladores del Frente Renovador "que critican la gestión provincial porque no tienen iniciativa propia".
"Mientras el gobernador Daniel Scioli se pone al frente de los problemas, otros se dedican a ser comentaristas en los medios de comunicación" y agregó que "nos gustaría escuchar propuestas constructivas, no quejas de imitadores", afirmó Alvarez Rodríguez.
En un comunicado, recordó que "fue este gobierno el que aumentó la coparticipación municipal en un 50 por ciento, el que encaró reformas fiscales inéditas y el que redujo a la mitad la deuda de Buenos Aires".
"Scioli es un gestor que se ocupa y siempre está donde tiene que estar. Somos un Estado presente que trabaja en conjunto con la Nación y con los Municipios y la gente nos votó en una misma boleta, aunque algunos hayan decidido armar otro partido político para perseguir objetivos políticos personales", concluyó.
Suegro de Massa: "Voy siempre a verlo a Menem, lo quiero mucho"
Fernando Pato Galmarini, suegro del electo diputado Sergio Massa y uno de los armadores del Frente Renovador, habló de sus llamativas "amistades" y que van desde el ex presidente Carlos Menem, a Eduardo Duhalde, Antonio Cafiero y hasta María Estela Martínez de Perón. "Creo que son personas muy importantes de la historia de la Argentina", sostuvo en declaraciones a Nacional Rock.
Al igual que el periodista Jorge Asís, el padre de Malena Galmarini es una de los que frecuenta la casa de Menem. Sobre su última visita y la relación que lo une al ex presidente, afirmó: "Voy siempre a verlo, lo quiero mucho".
"No diría que es mi amigo, pero es alguien a quien le tengo un enorme respeto. Sí soy amigo personal de Eduardo Duhalde, también visito a Cafiero, así como lo hice con María Estela Martínez de Perón cuando estaba detenida o con Héctor José Cámpora", detalló.
"También visito a Cafiero, así como lo hice con María Estela Martínez de Perón cuando estaba detenida"
Para el ex ministro menemista, "conocer a quienes han sido presidentes de la Argentina surgidos de las filas del peronismo" es un "autohomenaje" que se ha hecho.
Pese a que aún pasó muy poco tiempo desde las elecciones legislativas, Galmarini no duda en demostrar sus expectativas de cara a 2015: "Si hoy fuesen las elecciones, Massa podría convertirse en el presidente de los argentinos".
Además, a raíz de una nota de Página/12 que habla de que Massa busca sumar gente del radicalismo a sus filas, afirmó: "Yo soy peronista y sé que el peronismo tiene talentos; se me ocurre que el radicalismo también, pero por ahora prefiero apuntar a otro lado".
"Le doy una mano a Sergio buscando militantes, que son tan importantes como los talentos", sostuvo el ex secretario de Deportes de Carlos Menem.
El ENRE ya define las sanciones económicas para Edesur y Edenor
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Nota de Tiempo Argentino
El Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) evalúa las sanciones que impondrá a Edenor y Edesur por los cortes en el servicio de electricidad sucedidos desde el pasado 16 de diciembre. Una fuente familiarizada con el tema le dijo a Tiempo Argentino que la resolución con los montos de las sanciones económicas se conocerá en "los próximos días, entre el viernes (por mañana) y la semana que viene". Además, agregó que las sanciones "van a ser importantes, sobre todo para Edesur". La fuente consultada agregó que la cantidad de cortes en el servicio cayó drásticamente entre el martes y ayer y que ello permitió dedicar el esfuerzo de los funcionarios del ente regulador a cerrar el balance con los alcances generales de los cortes en la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano bonaerense.
Según los registros del ENRE, la mayoría de los cortes, y por lo tanto, la mayoría de los usuarios sin electricidad, estuvieron concentrados en la zona abastecida por la distribuidora Edesur. Esta compañía, propiedad de la empresa estatal italiana ENI, estuvo bajo la lupa de los funcionarios, las organizaciones de consumidores y los usuarios por la escasa respuesta que dio a los reclamos.
En el esquema de sanciones económicas del ENRE, organismo regulador ubicado en la órbita del Ministerio de Planificación que dirige Julio de Vido, existen dos tipos diferentes. De un lado, las multas por el incumplimiento en el contrato de concesión, que las cobra el propio ENRE; y por el otro, los resarcimientos destinados a los usuarios afectados por los mismos cortes. Esta última modalidad se puso en práctica desde los cortes de electricidad sucedidos entre el 20 y el 31 de diciembre de 2010, y cuya sanción se determinó meses después de una serie de apelaciones de las empresas distribuidoras a la justicia para evitar su aplicación.
En aquella oportunidad, la caída del servicio afectó a casi 150 mil usuarios y derivó en multas a Edesur por 5 millones de pesos; a Edenor por 1,1 millón de pesos y a Edelap (en ese entonces todavía estaba en la órbita de control del ENRE) por 138 mil pesos. Pero los resarcimientos fueron sensiblemente mayores: Edesur debió pagar 64,4 millones de pesos; Edenor, 22,3 millones y Edelap, 1,9 millón.
El último gran corte del servicio eléctrico, anterior al que aún afecta a los usuarios de la Ciudad y de partidos del Conurbano, se produjo entre el 7 y el 9 de noviembre de 2012. En aquella oportunidad, los afectados fueron muy numerosos, en torno de los 850 mil usuarios, y las multas fueron muy superiores, no así los resarcimientos. Edesur fue multada con 129 millones de pesos y Edenor con 29 millones. Los resarcimientos fueron sustancialmente más bajos, por la corta extensión de los cortes: a Edesur se la conminó a pagarle a sus clientes 18 millones de pesos mientras que en el caso de Edenor, se le reclamó el pago de 5,5 millones. Cabe señalar que las distribuidoras eléctricas descuentan estos montos de las facturas de sus clientes, con lo que no abonan en efectivo. Del mismo modo, suelen apelar estas decisiones en la justicia, lo que alarga los plazos de cancelación de las sanciones.
Legisladores denuncian a Edesur y Edenor por sabotaje
Los legisladores porteños por UNEN Gustavo Vera y Pablo Bergel presentaron una denuncia penal contra los directivos de Edesur, Edenor. Además, incluyeron en su presentación al Ente Nacional Regulador de la Electricidad (Enre), el Gpbierno de la Ciudad y funcionarios de la Jefatura de Gabinete “por el delito de sabotaje y de alteración del orden público, previsto en la ley 13.985”.
“Los estamos acusando de haber desorganizado un servicio esencial y la fuerte sospecha de que se están manejando los cortes para generar una situación de pánico a los efectos de imponer un ajuste de tarifas sobre la base del terror en la población”, afirmó Vera en diálogo con INFOnews.
Asimismo, la denuncia permitiría determinar cuáles serían las medidas para prevenir que vuelva a presentarse un escenario como el que se vivió en las últimas semanas en el Área Metropolitana de Buenos Aires.
“El objetivo es que la Justicia nos indique cuál es el diagnóstico. Porque por un lado están hablando de un problema de transmisión, de cables que son muy viejos, por el otro lado están hablando de especulación para imponer un tarifazo, por otro lado están diciendo que es una situación transitoria y que tiene que ver con una ola de calor récord", enfatizó Vera, a lo que agregó: "Pero ningún funcionario es creíble después de haber leído los balances de las empresas y que nadie haya hecho absolutamente nada para anticipar el colapso”.
“Es una denuncia que implica avanzar hacia un allanamiento de las empresas, determinar claramente las responsabilidades y las causas que tienen que ver con esta situación dramática".
Y agregó: “Es una denuncia que implica avanzar hacia un allanamiento de las empresas, determinar claramente las responsabilidades y las causas que tienen que ver con esta situación dramática".
En cuanto a los funcionarios de la Jefatura de Gabinete de Ministros y el Ministerio de Planificación Federal Inversión Pública y Servicios, sostuvo que “son quienes debían controlar a las empresas distribuidoras de este servicio y, lejos de eso, hicieron la vista gorda a pesar de que los balances de años anteriores de estas empresas preanunciaban que podía ocurrir un colapso como el que vemos ahora”.
En tanto, señaló que “el Enre, objetivamente, es responsable y no cumplió la función que tenía que cumplir, si es por omisión o cohecho lo tendrá que determinar la Justicia”.
“Por otra parte, estamos denunciando al Gobierno de la Ciudad porque no promueve acciones judiciales contra Edesur y Edenor para reparar el daño que han sufrido y están sufriendo los vecinos, lo cual nos da que suponer algún tipo de vinculación”.
Además, consideró que la investigación podría llevar a establecer la complicidad de las autoridades porteñas, ya que “es de público conocimiento que (Nicolás) Caputo, una persona fuerte y directamente vinculada a (Mauricio) Macri, es uno de los accionistas principales del Edesur”.
El artículo 7 de la ley 13.985, prevé penas de entre uno y diez años de prisión para quien “por cualquier medio desorganizare, destruyere, deteriorare o inutilizare, en todo o en parte, temporal o definitivamente, documentos, objetos, materiales, instalaciones, servicios o industrias de cualquier naturaleza, con el propósito de perturbar, retardar o impedir el desarrollo militar, económico, financiero, social, científico o industrial de la Nación".
El artículo 10, por su parte, hace referencia a la "imprudencia, impericia, negligencia o inobservancia de los reglamentos". La denuncia fue radicada en el Juzgado Federal nº 10, secretaría 19.
Las claves del 2014: qué esperar para este año
Dieciocho meses. Cuando esta revista esté en la calle, restarán dieciocho meses para que se disputen las candidaturas presidenciales en las PASO de 2015. Al calor –agobiante– de este diciembre cargado de tensiones y urgencias, el dato puede parecer irrelevante, hasta ofensivo. Pero el calendario político es implacable y el espacio temporal que media entre ahora y las primarias determinará cada movimiento político que ocurra en el año que llega, el 2014, el año que viviremos entre la conclusión de transformaciones en marcha, las llagas en carne viva de las asignaturas pendientes y la expectativa por lo que vendrá.
Pero primero, claro, habrá que pasar el verano. Y si se mantiene la inercia de este diciembre infernal, la temporada estival será pródiga en novedades políticas de esas que sacuden el tablero con efecto en el corto plazo, y más allá. Por rol, peso, costumbre y necesidad, el Gobierno retendrá la iniciativa desde la gestión con una agenda reclinada hacia la economía. El bolsillo, se sabe, es el órgano más sensible del homo electoralis.
Esa certeza, el derrape electoral de octubre y el bache que atraviesa el país en su extendido ciclo de crecimiento llevó a boxes al kirchnerismo para un cambio de piezas. Los retoques dispuestos por la presidenta Cristina Fernández aligeraron una maquinaria que venía desgastada por el paso del tiempo, averiada por decisiones desafortunadas y recargada de internas paralizantes. En noviembre salió a pista, entonces, un equipo económico más ligero, comandado por el Jefe de Gabinete Jorge Capitanich y el ministro Axel Kicillof, que en lo que lleva de rodaje expuso su ambiciosa hoja de ruta: capear la inflación, sostener el empleo, conjurar la amenaza cambiaria, equilibrar las cuentas fiscales y mantener el crecimiento. Un Dakar al cubo.
El elenco K jugará las simultáneas de ese ajedrez económico con una batería de medidas que, en esencia, ya se lanzó. El Gobierno afirma que la Argentina no vive un proceso inflacionario clásico, regido por la suba generalizada de precios, sino una larga puja distributiva que presiona al alza el valor de bienes, salarios e insumos varios. No miente, pero la diferencia resulta sutil para una sociedad sensibilizada por su trágica historia de hípers, corridas y depreciaciones salvajes del poder adquisitivo. Con esos antecedentes frescos en la memoria emotiva, es natural que las mayorías –y los sectores medios en particular– traduzcan cualquier escalada de precios como inflación, y actúen en consecuencia, alimentando la tormenta de la que se buscan cubrir. Y mientras tanto, claro, los formadores de precios pescan renta extraordinaria en ese río revuelto, esmerilando la recuperación del poder adquisitivo y empujando los lógicos reclamos paritarios de los trabajadores que, naturalmente, se niegan a sacrificar sus salarios en el altar de la “competitividad”.
Como suele ocurrir en los años previos a una elección presidencial, la economía reinará sobre la agenda política del 2014.
En el último lustro, el Gobierno logró arbitrar en esa puja alentando el consumo, iniciador de la cascada virtuosa que le permitió al país superar la crisis internacional viviendo “con lo nuestro”, como propiciaba uno de los inspiradores del modelo, el profesor Aldo Ferrer. Hoy, sin embargo, hasta el mismo Ferrer dice que lo que sirvió para surfear la crisis externa puede transformarse en un ancla si el país no da el paso que va de la sustitución de las importaciones vía protección arancelaria a la sustitución por calidad y escala. El viejo sueño desarrollista que hasta acá no pudo superar el rango de utopía.
Para acelerar la agregación de valor en origen –portador sano de múltiples beneficios que van de la creación de empleo de calidad al desarrollo soberano y sustentable– el Gobierno anunció la inyección de 113 mil millones en crédito para la inversión productiva. A la cabeza de ese paquete está la ampliación del cupo en el programa que otorga fondos provenientes de depósitos existentes en bancos privados y estatales por un volumen total de 22 mil millones de pesos para el período enero-junio de 2014. La tasa de interés para esta línea de crédito pasará del 15 actual al 17,5% a partir de enero próximo, y el plazo mínimo de repago seguirá siendo de tres años. La cifra representa un incremento comparada con los $ 51 mil millones otorgados a pymes y grandes empresas en los tres semestres anteriores, y al igual que desde el inicio de este programa –fines de 2012–, el cupo que deberán cumplir los bancos es igual al 5% de los depósitos existentes a finales de noviembre de este año.
Esta política, instrumentada por el Banco Central, fue una de las maneras que en su momento encontró el Gobierno para movilizar fondos que dormían en las arcas de los bancos y que, por decisión comercial de las entidades, no eran transferidas al sector productivo. El bajo o nulo acceso al crédito por parte de las pymes –el sector que más empleo genera en el país– fue un histórico cepo al desarrollo de una industria nacional. La contracara de ese impedimento fue, precisamente, el crecimiento de la especulación financiera, un casino donde los apostadores se juegan la renta acumulada en períodos de bonanza y la banca, como es usual, siempre gana.
Para evitar que se repita la historia trágica de créditos blandos productivos que se pierden en la canaleta de la especulación, el Gobierno participa a la banca privada de este programa que, desde 2014, ampliará su oferta a grandes empresas e incluso a particulares que inviertan en construcción. Los ladrillos, claro, son dinamizadores naturales de la economía, y después de un primer semestre difícil en 2013, terminó el año con un repunte esperanzador.
Según un informe realizado por la consultora de comunicación Tandem Strategic Group, en el 2014 se consolidará la venta en pesos y el valor del metro cuadrado tenderá al alza. “El escenario cambió, las reglas del juego se modificaron y hoy día el mercado inmobiliario está mucho más concentrado y segmentado que años atrás. Lanzamiento por etapas, emprendimientos a gran escala y el surgimiento del comprador final fueron tres de las principales características que protagonizaron el 2013”, resumió la consultora en un detallado informe sobre el mercado de Real State. “Ahora bien, el 2014 tendrá al peso como moneda protagonista y el primer trimestre del año será clave para confirmar si el repunte de las ventas ocurridas entre los meses de octubre, noviembre y diciembre logra consolidar el presente del mercado”, concluyó Tandem Strategic Group.
Afectado en su momento por la restricción al acceso de dólares, el mercado inmobiliario cedió clientes a las concesionarias de autos de alta gama, que vivió una superprimavera de ventas gracias a una distorsión cambiaria que el Gobierno se propuso corregir aumentando el impuesto a la compra de bienes suntuosos. Abel Bomrad, presidente de la Asociación de Concesionarias (ACARA), admite que sentirán el impacto, aunque no dramatiza: “Estamos previendo para el año próximo una caída en la demanda, producto de la exigencia del Gobierno de limitar el 20% de las importaciones, y la suba impositiva del 30% y el 50% para las unidades de más de $ 170.000. Si bien es muy difícil hablar de números exactos porque dependerá de cómo se acomode el mercado a los nuevos impuestos, creemos que se colocarán entre 750.000 y 800.000 unidades. Es un mercado bueno, no es algo desesperante, pero genera un sentimiento encontrado luego de los niveles récord de los últimos años”. En este caso, como en cualquier nicho del mercado, será clave la recomposición salarial que los trabajadores obtengan en las paritarias que vienen. ¿Cómo mantener el poder adquisitivo sin estimular la natural tendencia empresaria a trasladar a precios el más mínimo impacto en su estructura de costos? El dilema no es nuevo. La novedad, en tal caso, es la decisión gubernamental de terciar en esta pulseada pensando más en moderar las expectativas inflacionarias que en estimular el consumo, lo que despertó especulaciones sobre porcentajes, pisos y techos que por ahora ningún actor convalidó.
Como suele ocurrir en los años previos a una elección presidencial, la economía reinará sobre la agenda política del 2014. Pero no será lo único que ocurrirá. La aplicación plena de la Ley de Medios, las posible reestructuración de las policías, la ampliación de derechos consagrados en el nuevo Código Civil y otras delicias de la vida política cotidiana como el internismo, las defecciones, las traiciones y los amores súbitos e inexplicables animarán un año sobre el que sólo se puede anticipar con certeza una cosa: no nos aburrirá .
La manipulación del "humor social"
Durante el mes de diciembre que concluyó junto al año 2013, se produjeron, primero, los acuartelamientos de los policías provinciales en casi todo el país, iniciados luego de la irresponsable claudicación del gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota. Saqueos, violencia y muertos fue el resultado que arrojaron las casi dos semanas que duró la sublevación extorsionadora al sistema democrático. Pocos días mas tarde, se comenzarían a producir los cortes de electricidad debido al fracaso, tenaz, de persistir con la idea de creer compatible la prestación de un servicio publico con la lógica de la rentabilidad empresarial privada.
En las últimas setenta y dos horas la temperatura bajó unos grados, y así la agobiante ola de calor porteño. De a poco, miles de vecinos de la Ciudad de Buenos Aires y de parte de las barriadas del Conurbano bonaerense que sufrieron los cortes de energía durante las últimas semanas vuelven, lentamente, a disponer de los servicios esenciales de luz y agua.
A quienes padecieron esa "pesadilla" les asiste el derecho al enojo, a la indignación y a la furia, y a una justa compensación por los daños materiales y morales que sufrieron.
Quienes no la padecieron, también sienten indignación por ver el sufrimiento de sus vecinos, y por el temor a que los cortes los puedan afectar también a ellos en cualquier momento.
Y, por último, también están los que no sufrieron cortes de luz ni de agua, pero si encuentran en la impotencia, el enojo y la furia, la oportunidad de instalar e incrementar lo que se denomina el clima de mal "humor social".
Los elementos que conformarían la definición de "humor social" son la suma de todo aquello que afecta la vida cotidiana de una sociedad, o a una porción de la misma.
El mal humor social, como herramienta concebida para generar la sensación de desgobierno y caos, es la bolsa donde va a parar todo, sin discriminación ni análisis responsable de contexto.
Es la mezcla en donde todo cabe, lo justificable con lo extemporáneo y oportunista, lo irracional con lo racional, lo violento y lo extorsivo con demandas genuinas. Es el terreno fangoso, peligroso, en donde queda fundida la sensación de desolación, lindante con el caos. Allí conviven la inseguridad con la inflación; las reservas del Banco Central con las inversiones extranjeras; el acuerdo con la petrolera Chevron y shale gas con el impacto ambiental; la indignación del diario La Nación con el ascenso del militar Cesar Milani; el repudio a las distribuidoras de energía eléctrica con al aumento de las tarifas y la eliminación de los subsidios; la lucha contra el narcotráfico y la Iglesia Católica; el Papa Francisco y su peso en la política argentina; el papel del Estado y el control de precios.
Todos son posibles ejes para conformar una enorme confusión y sensación de hartazgo, de mal humor social. No es difícil mezclar todo, ponerlo al mismo nivel para que parezca que no hay solución posible sino que todo obedece al desgobierno. Diariamente se abonan mensajes en esa dirección.
Quiénes tienen la capacidad de interpretar y medir el nivel del humor social son en primer lugar los medios de comunicación opositores, es decir, y vale reiterarlo, los que dominan más del 90% de la información y opiniones que circulan diariamente por todo el país. No hay allí que esperar un aliado en procurar la paz social, o en la búsqueda de opiniones y análisis prudentes y racionales.
Desde ya que no es cuestión de minimizar las dificultades que enfrenta el país, sin dudas muchas, pero a su vez muchas menos que las que presentan las destempladas voces que se ven seducidas por el deseo de un tránsito apocalíptico. Los desafíos pendientes, los errores a corregir, deben ser cotejados con propuestas superadoras y también deben ser rigurosas las exigencias a la hora de que los divulgadores del caos expliquen cómo se solucionan los problemas sobre los que se montan para erosionar a un gobierno.
Agitar el término de mal "humor social" es también caer en la tentación e inercia de acelerar y agravar muchas de las dificultades que enfrenta el país. Esto no es novedoso en nuestra historia. Sin ir más lejos, el recientemente recordado final del gobierno de Raúl Alfonsín, fue precedido de una creciente agitación del mal humor social. Las interrupciones de todos los gobiernos democráticos desde el año 1930 se cimentaron sobre los "malos humores sociales". Nadie puede permanecer ajeno ni ingenuo a esto.
Inevitablemente, siempre, terminaron siendo utilizados por intereses sectoriales y urgentes.
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