lunes, 4 de noviembre de 2013
Rafael Barrett
Escritor español que desarrolló la mayor parte de su producción literaria en Paraguay, resultando una figura destacada de la literatura paraguaya durante el siglo XX. El mas paraguayo de los paraguayos lo describio Eduardo Galeano.
GALLINAS
Mientras no poseí más que mi catre y mis libros, fui feliz. Ahora poseo nueve gallinas y un gallo, y mi alma está perturbada.
La propiedad me ha hecho cruel. Siempre que compraba una gallina la ataba dos días a un árbol, para imponerle mi domicilio, destruyendo en su memoria frágil el amor a su antigua residencia. Remendé el cerco de mi patio, con el fin de evitar la evasión de mis aves, y la invasión de zorros de cuatro y dos pies. Me aislé, fortifiqué la frontera, tracé una línea diabólica entre mi prójimo y yo. Dividí la humanidad en dos categorías; yo, dueño de mis gallinas, y los demás que podían quitármelas. Definí el delito. El mundo se llena para mí de presuntos ladrones, y por primera vez lancé del otro lado del cerco una mirada hostil.
Mi gallo era demasiado joven. El gallo del vecino saltó el cerco y se puso a hacer la corte a mis gallinas y a amargar la existencia de mi gallo. Despedí a pedradas el intruso, pero saltaban el cerco y aovaron en casa del vecino. Reclamé los huevos y mi vecino me aborreció. Desde entonces vi su cara sobre el cerco, su mirada inquisidora y hostil, idéntica a la mía. Sus pollos pasaban el cerco, y devoraban el maíz mojado que consagraba a los míos. Los pollos ajenos me parecieron criminales. Los perseguí, y cegado por la rabia maté uno. El vecino atribuyó una importancia enorme al atentado. No quiso aceptar una indemnización pecuniaria. Retiró gravemente el cadáver de su pollo, y en lugar de comérselo, se lo mostró a sus amigos, con lo cual empezó a circular por el pueblo la leyenda de mi brutalidad imperialista. Tuve que reforzar el cerco, aumentar la vigilancia, elevar, en una palabra, mi presupuesto de guerra. El vecino dispone de un perro decidido a todo; yo pienso adquirir un revólver.
¿Dónde está mi vieja tranquilidad? Estoy envenenado por la desconfianza y por el odio. El espíritu del mal se ha apoderado de mí. Antes era un hombre. Ahora soy un propietario.
Economía avalará a provincias que tomen créditos externos El arreglo con el Ciadi le permitirá a gobernadores salir a los mercados externos. Se colocaría deuda por 2.500 millones de dólares
La posibilidad de acceder nuevamente a los mercados voluntarios de deuda es un escenario que están estudiando las provincias, con el objetivo de aliviar la carga de los presupuestos para fnanciar obras de infraestructura. Además, ahora el Gobierno nacional no objetaría esas colocaciones, siempre que tengan por destino la inversión pública y no se utilicen para financiar el gasto corriente.
El arreglo del Gobierno con varias empresas que tenían juicios ganados en el CIADI y la firma del programa de asistencia con el Banco Mundial por u$s3.000 millones abrió el camino para que los distritos salgan a colocar bonos en los mercados voluntarios. Se estima que el próximo año podrían llegar a colocaciones sumadas por u$s2.500 millones entre la Ciudad, Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe.
La provincia de Buenos Aires estaría estudiando una primera emisión de u$s500 millones para el próximo año, que serán destinados al programa de inversión pública. También la Ciudad de Buenos Aires tiene previsto la colocación de deuda.
Esas colocaciones tendrán varios atractivos, como la posibilidad de financiarse a una tasa muy inferior a la que se consigue en el mercado local y a más largo plazo y terminar con los bonos dolar linked que se convirtieron enb una apuesta a favor de la devaluación del peso.
Además, los dólares ingresarán al Banco Central con lo cual ayudarán a cubrir las necesidades de divisas del próximo año, estimadas en unos u$s10.000 millones para financiar las importaciones y los pagos de deuda.
La deuda interna
Las colocaciones en el mercado financiero tuvieron un incremento del 70% en el segundo trimestre respecto del primer trimestre del año, cuando ascendió a casi $3.500 millones. Las emisiones subieron a $5.916 millones, integradas por $3.601 millones en Letras de Tesorería (60% del total) y $2.315 millones por bonos atados a la evolución del dólar oficial (dólar linked).
“Si bien podría sonar contradictoria la ampliación de las colocaciones en un marco de menor urgencia fiscal, las mismas tienen como destino la refinanciación de letras y bonos colocados el año pasado, así como el financiamiento de obras de infraestructura, erogaciones que involucran cifras difíciles de cubrir con los recursos propios excedentes”, evaluó un trabajo de la consultora Economía & Regiones . Según ese informe, “los fondos obtenidos del mercado equivalen a 1,3 veces el superávit del período”.
La importancia de las colocaciones atadas a la devaluación del peso quedó graficada en el crecimiento que hubo del primer al segundo trimestre.
En el arranque del año solo la Ciudad de Buenos Aires recurrió a es instrumento, con una colocación de u$s100 millones, mientras que en los siguientes hubo tres salidas, una más de la Ciudad y de Mendoza y Neuquén, por un total de u$s442 millones.
Debido a las restricciones imperantes en el mercado cambiario, la totalidad de las colocaciones fueron realizadas en el mercado local, señaló Economía & Regiones. La posibilida de regresar a mercados externos permitirá liberar el mercado doméstico para el financiamiento de la actividad privada.
Los padres de los chicos asesinados en San Martín cuentan su pesadilla
Conviven con los verdugos de sus hijos, que controlan los barrios Cárcova e Independencia. La justicia no resolvió los crímenes y no hay un solo detenido. La policía no entra a la zona conflictiva, donde hay tiroteos casi todos los días.
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Nota de Tiempo Argentino
No hace falta ir a Rosario para morir por una bala narco. Tampoco visitar Córdoba para toparse con un grupo de policías que mantiene estrechos vínculos con los dueños de los barrios donde la venta de cocaína es una de las principales fuentes de ingreso de los vecinos. Basta con subirse al auto y manejar hasta San Martín, el municipio que en las últimas décadas se transformó en uno de los bastiones del narcomenudeo en la provincia de Buenos Aires.
Esta semana el incendio parcial de la comisaría cuarta de José León Suarez convocó a la prensa, que espantada prestó los micrófonos al reclamo de los vecinos de los barrios Cárcova e Independencia, también conocido como Curita. Pero cuando se apagaron las luces de las cámaras y los móviles volvieron a cruzar la General Paz, los vecinos tuvieron que regresar a sus casas, a convivir bajo la lógica de la permanente pesadilla y la impunidad.
Los barrios Curita y Cárcova están divididos por las vías de la ex línea Mitre. La realidad allí es espesa, está ceñida de sangre y barro. Ocurre que en los últimos años los tiroteos florecieron en cada uno de los pasillos y las esquinas. Y cada vez son más los adolescentes que eligen ser soldados de los dealers y no respetan horarios para arreglar sus asuntos.
"A la noche acá no se puede vivir, me quiero mudar y no puedo irme. Toda las noches se oyen disparos y tengo miedo que me maten otro hijo", dijo Juan Ledesma, padre de Enzo, el niño de 13 años que fue asesinado de dos tiros por la espalda por un soldado de "Bebote", vendedor de drogas de La Cárcova, con quien la víctima había discutido horas antes (ver columna de opinión).
La muerte de Enzo no fue una excepción. Hace rato que la sangre derramada en vano dejó de ser novedad para los vecinos. El 20 de agosto pasado, Graciela volvió a Curita en remís junto a Ivonne, su hija de diez años. Al bajar del auto, la mujer escuchó una explosión. Se agachó y cubrió su cabeza con ambas manos de puro instinto, conocedora de la costumbre que comparten algunos jóvenes, que suelen ajustar a tiros las diferencias. La que no tuvo reflejos fue Ivonne, que recibió el disparo en la cabeza y murió el 14 de septiembre. El caso no tiene detenidos, pese a que la familia de la nena suele toparse con el homicida cada día por las calles del barrio.
"Fue un solo tiro. El asesino, Hernán Fiorentino, disparó contra otro chico y mató a mi hija. En este barrio todas las semanas hay un velatorio, no es lógico vivir así", explicó Graciela, que añadió: "Hace unos meses, en una tarde de lluvia, acá había una marcha en reclamo de justicia. La ví pasar y pensé 'pará que voy a ir, me voy a mojar toda'. Jamás imaginé que hoy estaría de este lado".
A Christian Exequiel Mojica lo mataron por el color del pelo. El muchacho, de 20 años, padre un bebé, fue asesinado tres días antes de que balearan a Ivonne. El 17 de agosto, Christian cayó bajo la furia de Miguel Jara, que le pegó tres tiros porque lo confundió con el ladrón que había robado a su empleada. "Jara mató a mi hermano porque creyó que le había robado a una de las mujeres que levantaba quiniela clandestina para él. Se equivocó de persona, porque el ladrón era colorado como Christian. Ahora el asesino está prófugo, levantó a su ex mujer, que vivía en el barrio, y se la llevó", contó Hernán. "Lo peor –agregó– es que hubo muchos casos más que no salieron a la luz. Nosotros nos encontramos en la manifestación por Enzo y recién en ese momento la prensa se enteró lo que está pasando acá".
María Astudillo parió 14 hijos sin anestesia. Tiene 47 años y la mirada delata que hasta respirar le duele. Vivió toda su vida en Curita y no piensa irse a ningún lado. No teme, sólo mastica bronca. El 28 de enero, su hijo Rubén Navarro fue baleado en Cárcova. Tenía 16 años y había ido a comprar marihuana. Cuando volvía a su barrio, recibió una ráfaga de ocho tiros. El asesino tenía una ametralladora y respondía a Ceferino Benítez, cabeza visible de los vendedores de droga. Rubén murió el 11 de marzo y el caso también continúa impune.
"Los que mataron a Rubén ya habían asesinado a otra chica, que al igual que Ivonne tuvo la mala suerte de quedar en medio de un tiroteo. Lidia Quinteros, suegra de Ceferino, los cobija en la planta de reciclaje 'Tren Blanco' y son intocables. Tienen vínculos con la policía, andan armados a la luz del día, pero hagan lo que hagan siempre están ahí. No sé cómo hacen pero nunca caen", agregó Mayra, la cuñada de Rubén.
Por su parte, Silvina, amiga de la familia de Ivonne, contó que meses atrás fue testigo involuntaria de una situación que muestra cómo se vive en Curita. "Una tarde –recordó– escuché gritos, me asomé y ví a un vecinito mío que no tiene más de 13 años. El pibe se acercó a un hombre mayor y le dijo que no lo tratara más como un gil. Entonces le pegó un tiro en la pierna y antes de irse, le avisó que si no se rescataba, iba a matarlo".
"Estaría bueno que dejemos de tener miedo y salgamos a denunciar lo que está pasando en nuestros barrios. Tenemos que lograr que los policías corruptos no sean trasladados a otra comisaría, sino que sean expulsados por ladrones. Tenemos que dejar el temor de lado, por más que te vean en una marcha y después vengan a pegarte un tiro", pidió la chica.
Durante la entrevista con Tiempo Argentino los vecinos coincidieron en la mayoría de las cosas. Sólo hay algo en lo que no lograron ponerse de acuerdo: las cifras de los que fueron silenciados por la pólvora. Según ellos, serían más de 20 las muertes ocurridas en los últimos dos años. Sin embargo, para ilustrar la realidad de estos barrios nada mejor que las palabras de Gabriel Katopodis, intendente de San Martín, quien tiempo atrás reconoció que "la delincuencia y el narcotráfico consideran a San Martín como un territorio sin ley".
En 2012, durante la apertura de las sesiones del Concejo Deliberante, el jefe comunal cerró su discurso de la siguiente manera: "El sentimiento más extendido entre los vecinos es la desesperanza y la falta de identidad con el Partido". No estaba equivocado. «
El dato
Policías en acción
El 3 de febrero de 2011, Franco Almirón, de 17 años, y Mauricio Ramos, de 19, fueron ejecutados por agentes de la Bonaerense luego del descarrilamiento de un tren frente al barrio Cárcova. Joaquín Romero se salvó de milagro.
La cifra
20 homicidios se produjeron en los últimos dos años en los barrios Cárcova e Independencia, en el partido bonaerense de San Martín. En el lugar campea la impunidad.
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OPINIÓN
Familias rehenes de soldados de la droga
Por Juan Alonso
Juan Ledesma y Marisa Ibarra, los padres de Enzo, de 13 años, asesinado de un disparo en José León Suárez, viven desesperados por las amenazas. "No sabe lo que es vivir acá una noche, se escuchan balazos por todos lados y tengo mucho miedo de que estos tipos maten a alguien más de mi familia", se excusa Juan, quien había dado su palabra para participar de esta nota, aunque acorralado por el pánico de los pandillas narco de la zona, eligió guardar un prudente silencio.
El Estado no entra al barrio. O mejor dicho, sólo ingresan las ambulancia a buscar cadáveres –en su mayoría de chicos y jóvenes pobres–rehenes de los soldaditos del paco. La Bonaerense, ese ejército insomne, prefiere mirar para otro lado como parte de una estrategia dilatoria. Pareciera que quieren que sigan muriendo niños pobres e inocentes, mientras dejan abandonado el territorio para que lo exploten los grupos de narcos al menudeo, que azotan las calles con escopetas y pistolas.
Este problema social no se soluciona con más patrulleros. Si un pibe elige ser sicario por 100 pesos en vez de ir al colegio y ser contenido por sus padres, significa que hay un cambio de paradigma en sectores del Conurbano. No hace falta viajar a Rosario para ver a chicos "enfierrados" con ansías de matar. Claro que si esto sucediera en Recoleta, eso que llamamos gentilmente opinión pública, se escandalizaría. Pero como sucede en los arrabales de los arrabales no le importa a nadie. Desde 2010 hemos publicado al menos cinco investigaciones sobre los narcos de San Martín. Hay que hacerse cargo.
Rosario tendrá hacia finales de este año la mayor tasa de homicidios de su historia
Llegará a 20 muertes cada 100 mil habitantes. En 2012 fue 15. Desde 2010 los asesinatos en el departamento casi se duplicaron. Menos del 5 por ciento se dio en la zona central.
A la tarde. Un doble crimen de Francia y Acevedo, el pasado 28 de junio.
Por Hernán Lascano / La Capital
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Exclusión social y relaciones violentas cada vez más letales
Para avanzar en políticas públicas integrales
Faltando un bimestre para terminar el año los homicidios dolosos en el departamento Rosario superaron en forma copiosa el mayor registro histórico que se había producido el año pasado. En 2012 habían sido 185 casos. Al terminar octubre la cifra llegó a 209 y de sumarse los cuatro días de noviembre, hasta el cierre de esta edición, los números cantan un total de 211 asesinatos.
Así como las marcas suben año a año en una espiral indetenible, el último mes también resultó el más crítico. Con 32 homicidios octubre de 2013 quedó como el mes con más casos de la historia. Por primera vez hubo más de una muerte por día en el departamento más poblado de la provincia. Fueron 28 en Rosario y 5 en Villa Gobernador Gálvez.
La tasa de homicidios del departamento Rosario había tenido su pico histórico en 2012 con 15 casos cada 100 mil habitantes. A esta fecha la tasa anual es de 17 casos. Si el año en curso terminara, en un cálculo muy conservador, con 240 asesinatos en total, la tasa de 2013 llegará a 20 hechos cada 100 mil habitantes.
Esta situación de escalada persistente, con sus tipos diversos de violencia que entraña, no se interrumpe desde 2005 a la fecha. No se precisa afán de impacto para enunciarlo. En apenas tres años en
Rosario casi se duplicaron las muertes violentas, algo que supone un déficit de política social y criminal de primer orden. Más allá de cierta utilización política de los guarismos y de la falta de estadística idónea en otras jurisdicciones como para trazar comparaciones, el problema es mayúsculo y tiende a agravarse.
Los homicidios en 2013 en el departamento Rosario afianzan rasgos tradicionales y producen otros nuevos. Estos son algunos significativos:
Las víctimas son en abrumadora mayoría varones, menores de 35 años (el 70 por ciento del total) y procedentes de sectores populares.
Más del 75 por ciento de los casos se consumaron con uso de armas de fuego.
El mapa de los homicidios muestra el dibujo de una ciudad partida. En la zona central (comisarías 1ª a 7ª) se registraron 11 homicidios, menos del 5 por ciento de los casos. Eso ofrece un parámetro de la distribución desigual de la violencia. Sólo como contraste: en seis seccionales de la zona sudeste, donde están los barrios La Tablada, Saladillo y Las Flores por ejemplo, hubo 48 asesinatos en el año.
Uno de los lugares más críticos del departamento es la ciudad de Villa Gobernador Gálvez. Allí se registraron 27 homicidios desde el inicio del año contra 17 de todo 2012. Siendo que su población es 78 mil habitantes y tiene 27 casos en diez meses es, por muy lejos, la ciudad con la tasa más crítica de la provincia. Supera el récord histórico de la provincia que fue la ciudad de Santa Fe con 24 casos cada 100 mil en 2007.
Un dato muy importante para considerar la problemática de la violencia en una población es vincular al homicidio en relación a los ataques con heridos que sobreviven. A esto se le llama la tasa de letalidad. Este registro en Rosario fluctúa históricamente en torno del 15 por ciento. Esto equivale a decir que solamente 15 de cada 100 personas que sufren heridas en un ataque homicida pierden la vida.
El factor narco. Un planteo que surge todo el tiempo es el que identifica el alza de los homicidios en Rosario con el narcotráfico. Es indudable que las muertes y las situaciones de violencia producto del comercio de drogas se agudizan y suben. Pero no alcanzan para explicar un crecimiento tan brusco donde, en realidad, todas las formas de violencia crecen. En Rosario los conflictos entre familiares, vecinos o conocidos que se saldan de manera cruenta son el factor más determinante de los homicidios. A veces quienes matan o mueren en una disputa puede tener inserción en una economía delictiva sin que sea ésta lo que determina el móvil de la muerte.
Esto es un punto discutido. Una persona puede ser blanco de homicidio cerca de un búnker sin que tenga que ver con un tema de drogas. Lo que es indudable es que la existencia del búnker introduce en el territorio una condición de conflictividad que sería distinta en caso de no estar allí.
Entre las causas del alza de homicidios, el fiscal regional de Rosario, Jorge Baclini, distingue variantes. Una es aquella donde el móvil criminal fue una economía delictiva. Allí agrupa el tráfico de drogas, el robo de vehículos, de celulares, de electrodomésticos o de viviendas. La reiteración de estos hechos tienen conexión, según entiende, “con el bajísimo índice de esclarecimiento de los casos y de la identificación de sus autores”.
El subsecretario de Análisis Criminal, Andrés Ferrato, señala a propósito de lo que dice Baclini que los casos de muerte relacionadas directamente con el narcotráfico no superan, en el año, el 16 por ciento del total de homicidios. Los que se dan en ocasión de robo no van más allá de otro 12 por ciento según afirma con los números oficiales.
Precisamente, en una segunda categoría de homicidios que se han incrementado, el fiscal regional Baclini encuadra a los que se producen por una mayor violencia familiar y la intolerancia social. "Aquí están las peleas entre conocidos o a través de terceros, en bares o boliches. También la violencia de género, producto de reyertas menores o hechos que comienzan siendo de poca monta pero que desencadenan en homicidios cuando sus contendientes se encuentran bajo efecto parcial de estupefacientes o alcohol, que en su mayoría ocurren por la noche y entre los viernes y domingos".
El fiscal señala que los homicidios vinculados a otros delitos, como robo o ataque sexual, son los que producen mayor alarma, pero no se incrementaron. Como se dijo oscilan entre el 12 y el 15 por ciento del total.
También destaca que la desigualdad, la exclusión social y la carencia de empleo descubren por qué la mayor cantidad de homicidios están en zonas periféricas. "La necesidad de subsistencia se transforma en la violencia para la subsistencia. Todo provoca disvaloración por la vida de personas en condiciones desfavorables: si mi vida no vale la de nadie puede valer", refiere Baclini, y también destaca que la impunidad es una causal básica de la comisión de homicidio, así como la corrupción de las fuerzas de seguridad y su relación con el delito.
A principios de año el criminólogo Máximo Sozzo dijo a este diario: "Es notorio cómo determinadas redes de drogas ilegales, con protección policial muchas veces, penetran los territorios de la marginalidad urbana. Esas redes producen violencia por conflictos al interior de ellas, que a veces reverberan en el centro de la ciudad, con hechos que implican autos de alta gama y personajes que no vienen de la marginalidad. Pero hay una violencia visible de personas armadas en zonas relegadas que van más allá de la competencia por el mercado. Hay que diferenciar ambas cosas. Eso evitaría tomar gato por liebre, pensar que todo está relacionado con la red ilegal y que todo es un ajuste de cuentas. Debemos apuntar a cómo volver más pacífica la convivencia en lugares más conflictivos, donde hay a menudo fuertes privaciones que no son resultado de un cataclismo sino del abandono social. Para bajar el nivel de homicidios hay que colocar el tema en el centro del debate y generar pactos políticos". Parece indispensable.
Se cumplen 233 años de la gran rebelión de Túpac Amaru a la dominación española
A poco tiempo del descubrimiento de América, en 1492, los conquistadores españoles impregnan de humillación, dominación y despojo de sus riquezas a los pobladores indígenas.
La esclavización y la crueldad sufrida por las etnias americanas llevaron a que se produjeran rebeliones, aplastadas a sangre y fuego en la mayoría de los casos. La más extraordinariafue la que inició en Perú, José Gabriel Condorcanqui, llamado Túpac Amaru el 4 de noviembre de 1780.
De acomodada familia criolla, Condorcanqui heredó importantes territorios en el Virreinato del Perú. Pero en 1776, la creación del virreinato del Río de la Plata (en la actualidad Argentina y Uruguay) redujo la renta que los españoles extraían del oro y de la plata.
Se oprimió más a la población indígena, hasta llegar a que tuvieran hambre. José Condorcanqui, harto ya de los reclamos sin respuesta, formó un ejército de 150.000 indígenas y el 4 de noviembre de 1780 encabezó la insurrección más grande de los pueblos americanos originarios. Además de pretender la liberación del yugo español, quería conseguir que devolvieran las tierras usurpadas.
Semanas más tarde, en la primera batalla contra las fuerzas españolas, el ejército indígena canta victoria. Pocos meses después, justo cuando la rebelión se extendía a territorios más lejanos, Túpac Amaru, junto a su familia fueron capturados. De inmediato se les da muerte con tormentos previos para todos. Se intenta que Túpac Amaru delate a sus lugartenientes pero él no confiesa nada.
El 18 de mayo de 1781, asesinan de manera brutal, delante de los propios ojos del rebelde, a su esposa Micaela Bastidas. A Túpac Amaru se lo intentó descuartizar con cuatro caballos amarrados a sus brazos, y piernas, pero no lo consiguieron. Lo hizo un verdugo finalmente.
Túpac Amaru es reconocido como un precursor de la independencia del Perú, y máxima figura entre los próceres de su país.
En Argentina, un movimiento indigenista político y social de extenso desarrollo lleva su nombre, y su retrato está en la Galería de los Patriotas Latinoamericanos, creada en 2010 en la Casa Rosada, asiento del gobierno nacional.
“Tengo sangre india, es hermoso; y estamos de pie, estamos vivos”
Tataranieta por lado paterno de cacique Guayraré, guaraní, Charo Bogarín nació cuando una dictadura se apagaba, septiembre del 72, en un pueblo de frontera donde “nos conocíamos todos”: Clorinda, Formosa. Y la dictadura siguiente le arrancó a su padre Pancho, administrativo de una empresa de colectivos, congresal del PJ provincial, creador del ballet folclórico Estampas Gauchas del Pilcomayo, “guerrero de palabras” (lo poetiza ella), desaparecido. Se lo llevaron una noche, a los 29 de él, de la casa de la abuela materna donde todos vivían y nadie portaba armas. Ella estaba por cumplir los 4.
¿Recordás algo de tu papá?
No tengo recuerdos, tengo fotografías. Aunque creo recordar –porque antes de desaparecer en septiembre de 1976 es llevado como preso político el día del golpe, en marzo– una imagen: haberlo visitado en la cárcel de Formosa, donde estuvo como 40 días. Salió con media parálisis facial. Le advirtieron que deje de hablar, y él a espaldas de mi mamá siguió militando. Pero, bueno, era una generación muy idealista. Le ponían el corazón a las utopías, y no pensaban que iba a pasar el desastre que pasó.
¿Qué les contó tu mamá?
Cuando preguntamos qué pasó con papá, nos habló desde un lugar de un no saber. Ahí uno se amiga con el no saber: cuando uno no sabe, también está bien. No tenés por qué saber todo. No saber implicó ese espacio de incertidumbre, pero yo no mamé el rencor, no mamé la venganza. No me deprimió, ni me resintió. Yo ni siquiera milité en HIJOS. Siempre fui por el lado del arte, de canalizar, transmitir y trascender desde otro lugar. Todo lo procesé de una manera más bien positiva.
Tuvo una infancia “con lo justo, no nos sobraba nada” . Jefa de hogar a la fuerza, mamá Dora era maestra y llegó a tener tres trabajos juntos. Las nenas Bogarín estudiaron donde ella enseñó: primero en Clorinda y a partir de 1980 en Resistencia, donde fueron a vivir las tres. De la escuela chaqueña 42, estatal, el primer recuerdo es Gloria, la profesora de canto que descubrió los registros agudísimos de Charo, y le dio un rol solista en la Canción de la Amistad . Desde cuarto grado “siempre estuve metida en el coro de niños, me gustaba mucho cantar”.
En séptimo fue capitana de vóley, por destreza y porque “me respetaban y me querían mucho, nunca estaba en conflicto con ninguna de ellas y podía manejar bien el grupo” . Era buena alumna: salió quinta en el cuadro de honor de primaria. Pero en la secundaria en la escuela nacional José María Paz de Resistencia “siempre me llevé materias; una, dos, hasta tres” . Ya estaba dedicada a la danza clásica, que empezó como un juego a los 7 años. Iba de 6 de la tarde a 10 de la noche; ahí tenía francés, piano, danzas clásicas, danzas modernas (Vangelis, Pink Floyd), danzas folclóricas. Canto, no (lo retomaría recién a los 28 años). Le encantaba la ropa y bailar “lentos” románticos de los 80 en boliches y casas de barrio. Escuchaba Madonna, Cindy Lauper, Annie Lennox, el Génesis de Phil Collins, The Cure. Y a los 17 se viene a Buenos Aires con su mejor amiga, Claudia Masin, escritora. Intenta entrar en el Colón primero y después en el San Martín, focalizada en ser bailarina, su etapa 1.
Paciente, estudia un año más para rendir. Pero no entra.
“Pensé que no tenía que seguir perdiendo el tiempo. Yo soy muy práctica y resolutiva. Esto no es, voy por otra cosa” . Sin drama, se vuelve. Y empieza la etapa 2: periodista (de estar metida en su mundo, se abre y pasa a comunicar). Ya escribía poemas y leía a Pizarnik y a Sylvia Plath; con la disciplina aprendida en la danza, en su año porteño había devorado los libros de su amiga estudiante de psicología: Freud, Kafka, De Beauvoir, metafísica, surrealismo; y afloró “la parte social” que trae de su papá idealizado. Estudió Comunicación Social, quedó embarazada de su hija, hizo la pasantía en El Diario (de Resistencia) y trabajó ahí 7 años. Escribió sobre economía, política, cultura y sociedad. Tuvo su momento “alternativo”; se rapó, iba a las raves (mucho Bjork, Portishead, Tricky) y dormía en la redacción. Llegó a ser vocal del gremio de prensa. Y en las fiestas sindicales resurgió su voz: a los colegas les cantaba boleros.
¿Por qué dejaste el diario?
No me podía expresar, sacar lo que tengo adentro. Por eso empecé a buscar cómo salirme de ahí. Yo venía acá todos los años a ver recitales, una amiga me había mostrado a Lhasa de Sela y a Lila Downs, y otra amiga me dice: Charo, ¿por qué no te dedicás al canto?
Consejo sabio.
Me compré un micrófono, una consola de sonido, un baffle y una guitarra. Y empecé en mi casa, en los últimos años de periodista, a cantar mis canciones. Después junté a los mejores músicos electrónicos de Resistencia, que los conocía de la noche, y les dije quiero preparar 5 o 6 temas de Bjork, de Portishead, de Annie Lennox, ¿se copan?
Se coparon. Y empezamos.
Allá conociste a Diego (Pérez)...
Sí. Hicimos primero pop electrónico, ganamos un concurso de MTV y después nació Tonolec.
¿Qué busca Tonolec?
Buscamos tomar la austeridad y riqueza del sonido de la música de nuestros pueblos originarios, donde menos es más y lo complejo está en ser sencillos a la hora de elaborar una idea musical interesante.
Parece que cantaras también con brazos, manos, pies...
Para mí el cuerpo es el que canta. Y el cuerpo es la forma de la guitarra, tu caja de resonancia.
¿Tus cantoras referentes?
Las mujeres qom, quechua, mapuche, y nuestras copleras del Norte. Son importantes también Violeta Parra y Chabuca Granda. Y Mercedes Sosa es un estandarte.
¿De qué se trata el arte?
De comunicar, y de que tu mensaje llegue a destino. Porque si no llega a destino, no tiene mucho sentido.
¿Qué te significa el respeto?
Cuidar al otro.
¿Te sentís del pueblo originario?
Sí, me siento una mujer muy de la tierra y con las cualidades de nuestros pueblos originarios. Tenemos una fuerte historia de mujeres luchadoras, guerreras. Yo tengo sangre guaraní, y las mujeres guaraníes levantaron una nación ellas solas. Hay en nuestro ADN un espíritu y un traspaso histórico de información que está bueno llevarlo adelante con orgullo. Tengo sangre india, sí, es hermoso. Y más allá de tanta masacre que vivieron nuestros antepasados, hoy estamos de pie, estamos vivos. No pidiendo favores, no dando lástima. Bien plantados.
¿Qué valores pueden transmitir los pueblos originarios?
Valores vinculados al silencio, a la mirada reposada, a no emitir tanto juicio de valor sobre cosas que están pasando, porque necesitamos una perspectiva para evaluar. Y ellos saben que los tiempos no son los que corren, sino los de uno; hay que bajar 50 cambios a cómo venimos transitando la vida.
¿Qué es la música para el pueblo qom y qué es para vos?
Para los qom, el canto tiene un sentido espiritual muy fuerte ligado a ceremonias iniciáticas de celebración y sanción. Para mí la música es mi modo de expresión y yo misma soy un canal de transmisión de esta energía sonora y vibrante.
¿De qué te arrepentís?
De llegar a estados de angustias o estrés por asumir más actividades de las que puedo.
Desaparecido, ¿qué te dice?
Es como una obra abierta, una incertidumbre, algo que no está resuelto. Ser un desaparecido es tener un final que no está escrito. Porque aún hoy no sé lo que pasó con mi padre, por qué no se encuentra su cuerpo.
¿Qué valor esencial te gustaría legarle a tu hija?
Quererse y respetarse a sí misma.
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