domingo, 30 de diciembre de 2012

UN RELATO DE LA REVOLUCION SETEMBRINA.

ZONA LITERARIA
Generalmente, en septiembre
Un texto de Bernardo Jobson *

La requisitoria, urgente, no exenta de cierto temor inexplicable pero real, hecha en una media voz un tanto angustiosa (porque se suponía que a esa hora nadie en los calabozos podía arrogarse el derecho de estar despierto a menos que lo estuviera por motivos ajenos a su voluntad, como ser aburrimiento del sargento de guardia que piensa que son las tres de la mañana y yo muerto de frío y sueño y esos calaboceros hijos de puta durmiendo como ángeles), tenía como destinatario al gordo Saavedra, apostado en los calabozos, tieso, con el miedo recorriéndolo de arriba abajo, quiero ir al baño, esperá que me releven che, no, quiero ir ahora, dale que me estoy meando, esperá un ratito ¿eh?, y el gordo que se aleja dos pasos como dando por terminado el asunto mientras el otro se meaba en serio.

—¿El gordo Saavedra está apostado aquí? —dijo García (varios artículos del R.L.M. 2da) y una puteada muda salió de sus ojos, atravesó la puerta y fue a cubrir todo el exuberante físico del gordo.

—Ya me parecía que esto iba demasiado bien —agregó Encinas (art.8, R.L.M. 2da), mientras abandonaba su calabozo semidormido—. Justo tenía que tocarnos ese gordo ortiva —se quejó.

Algunos remisos, movidos por la curiosidad, fueron engrosando la reunión extraordinaria cuyo orden del día era “El gordo Saavedra. Cómo sobrellevar sus cuatro guardias”.

García, el más experimentado de todos los convictos, violador de los artículos más sabrosos del R.L.M., oficiaba de secretario adhoc y formuló la primera moción:

—Vamos a tener que cuidamos como de mearnos encima.

—Me parece que sí —refirmé—. Y no te creas que estás haciendo ninguna imagen...

Como nadie entendió bien, expliqué que con el gordo uno se meaba encima sin grupo, porque cada vez que se le pide ir al baño, el gordo cree que uno quiere fugarse, previo incendio del polvorín.

Pero ahora el asunto es grave. Nadie sabe por qué, pero algo flota en el ambiente cálido, insoportable de 18 tipos de veinte años, sucios, indiferentes a todo lo que no sea dormir y fumar mientras el soldado de la puerta sea piola, inventando una promiscuidad que provocaría problemas en un establo, durmiendo plácidamente cuerpo contra cuerpo, en medio de torbellinos freudianos cuya terapia simple y majestuosa es una patada, un empujón, un insulto mascullado con torpeza y sueño. Y que es grave lo denuncian 18 tipos levantados a las tres de la mañana, absolutamente despiertos, ávidos de información, sin siquiera la posibilidad de comentar en voz natural los acontecimientos que, por otra parte, ninguno alcanza a sospechar.

García, abriéndose paso entre una mezcolanza informe y todavía tibia de colchones, mantas y almohadas, se acerca y me habla al oído:

—¿Y, flaco?

—Esperá. Al gordo tengo que trabajármelo, si no, no me va a decir nada.

—¿Pero, sabés algo?

—No. Todavía no.

—Yo subí hasta la ventana. Algunas luces de las baterías están prendidas. Me parece que alguna podrida hay.

Desde la guardia llegan voces ininteligibles, gente que corre y le digo a García que se calle para ver si pesco algo. El jefe de guardia, evidentemente nervioso, ordena algo que no entiendo y se escuchan taconeos, corridas; el teléfono suena, ruido del puesto 1, bueno, sí, entendido.

García empieza a ponerse nervioso, mientras atrás todos se arremolinan tratando de averiguar. Lo llamo al gordo.

—Gordo... —le digo con mi mejor voz.

—Callate —me dice—. Callate o llamo al sargento.

—Pero, gordo... no te pongas así. ¿A un compañero de batería lo tratás de esa manera? ¿Ya te olvidaste lo que dijo el teniente primero del espíritu de cuerpo?

—Callate —me vuelve a exigir.

—En serio, gordo, ¿qué te cuesta? Andá... sólo tenés que decirme qué pasa y nada más... No te van a fusilar por eso.

—La consigna del puesto dice que...

—Que te vayas a la puta que te parió, gordo maricón, alcahuete hijo de puta —acota interrumpiéndolo García y echando a perder mi trabajo de ablandamiento.

El gordo, ofendido, herido, parece más gordo que nunca. Ordeno a García y a los demás que se vayan para atrás así Saavedra no los ve y luego de unos segundos cambio de táctica y me juego el todo por el todo.

—Gordo... gordo de mierda, cagón, alcahuete del sardo... Si no me decís qué pasa, te lo juro por mi madre que apenas salga de aquí te doy tal marimba de palos que ni tu vieja te va a conocer. Y me importa un carajo que se lo cuentes al Ministro de Guerra. Te voy a romper el alma a patadas, aunque después me manden a Martín García por tres años, gordo hijo de mil putas.

Mientras un sudor frío me corre por la espalda y en el estómago se me aposenta un ladrillo de plomo, entreveo por la pequeña ventana que Saavedra recibió el impacto. Le hago un gesto a García de que ya lo tengo, ya lo tengo, algunos no pueden dominarse y se acercan al gordo que, con aquel miedo que lo recorría de arriba abajo, me susurra:

—Hay lío en Buenos Aires.

Te dije que se iba a armar, la revolución, la podrida, viste que a Perón lo rajan, ¿no te dije?, debe ser Campo de Mayo; alguien tiene un primo en el 3 de infantería, esta vez al Loco lo rajan, nadie lo raja al Loco, guacho, puestos 1 y 2 reforzados con dos ametralladoras, mande un soldado a la 5ta., que manden tres soldados más, sí, señor, jefe de guardia, entendido, sí, entendido, no te dije que había podrida, vas a ver los metalúrgicos cuando se enteren que lo quieren joder al líder, sí, la doce como siete, sí mi teniente primero, soldado, dije rápido ¡carajo!, la doce como siete, no te asustés, gordo, ya pasó.

García enciende un cigarrillo con total displicencia, nadie se va a fijar que un calabocero fume, y se sienta sobre un colchón, meditando, mientras en la guardia arrecian las órdenes y las corridas. Le pido un rubio —los míos los escondí en el depósito de agua del baño al que yo sólo puedo alcanzar subiéndome al inodoro— y me lo da.

—Parece que se armó —le comento.

—Sí.

—¿Será Campo de Mayo?

García alza los hombros. Le da lo mismo.

—A lo mejor es ese general... ¿cómo se llama? Ese que cada dos por tres anda jodiendo.

García alza un solo hombro esta vez, torciendo un poco la cara. También le da lo mismo cualquier general.

—Mirá si en una de esas vamos a Buenos Aires —le digo entusiasmado con la idea.

Me mira. Piensa en la posibilidad unos segundos, le gusta, acomoda la manta y la almohada, bosteza, y con la voz semiahogada por las mantas que empiezan a cubrirlo mansa y tibiamente. comenta:

—Tenés razón... años que no voy a Buenos Aires... Mirá qué casualidad, desde la última revolución.

Y se va a dormir. Apoyo nuevamente la oreja en la pequeña ventana, le sonrío al gordo que está a punto de derretirse y desde la guardia llega, pletórica de estática y dramatismo, con música de fondo acorde al show y con no sé cuántos muertos ya, Radio Colonia.

Las intenciones de García duran poco. A las cinco y media, con un frío que Dios tirita, todo el mundo está de pie, hay serias dudas con respecto al mate cocido, nadie se ha lavado, se han emitido unos 800 dejame de joder con la revolución, por qué no se dejarán de hinchar las pelotas con las revoluciones que ya me tienen podrido, hace tres días que no duermo, empiezan a formarse colas frente a las salas de armas, algunos miran la Ballester Molina y le preguntan al de al Iado cómo se maneja y qué quiere decir eso del seguro, para qué sirve, che, el suboficial de semana toma el último mate antes de ofrendar su vida a la patria, mientras alguno hace cuerpo a tierra porque no enrolló bien la manta, ir al baño pasa a constituirse en la undécima proeza de Hércules, me parece que minga de mate cocido, algunos van a conocer Buenos Aires por primera vez, lústrese bien los borceguíes, soldado, nadie se mueve de aquí, llegan las primeras explosiones de Tracción Mecánica, che, no es joda, parece que esta vez es en serio, escuchá los frontales, sí, vamos a Buenos Aires, flaco, qué grande, por qué no me habré afeitado, cuerpo a tierra, tengan cuidado con esos 45 reclutones, a mí no me dieron cargadores, mi sargento, el seguro es éste y cuando salga al primer tiro va a quedar sentado de culo, soldadito.

A las seis y media, en los calabozos, la tensión puede ser tocada con la mano. Los enseres de dormir, apilados con prolijidad que ya la quisiera cualquier hogar católico de empleadas, dan la pauta de que la esperanza se ha generalizado entre los convictos. Antecedentes hay —provistos por García— de que las penas leves no interesan y que antes está el porvenir de la patria que un abandono del puesto de guardia más o menos, alguna que otra deserción.

Afuera, el regimiento hierve. Soldados que aparecen de cualquier lado limpian los cañones de 40 mm. y los mastodontes de 90 van al patio de armas, como elefantes dopados. Frente al polvorín, se entrecruzan 8.000 órdenes al mismo tiempo, la confusión es total, un par de soldados se va con una caja de proyectiles de fogueo, otro saca la 45 para mostrar que la cacha ya está rota y después no me vengan con que me la van a cobrar, los Studebaker y los Ford canadienses tosen su letargo de meses, quien más quien menos piensa que con esos camiones si llegamos a Dolores gracias, ya es definitivo que mate cocido no, hay que ir a la guerra hambrientos, somnolientos y cansados como corresponde, atraviesan la guardia los primeros camiones que traen a los oficiales y suboficiales de la ciudad, los saludos son rápidos, escuetos, las órdenes precisas, breves, todos corren o tratan de hacerlo, las 12,7 ya están alineadas, las de 20 mm. se quedan, se salvó la 4ta. pero no tanto porque se queda, se corre la voz de que el 20 por ciento se queda, cunde la desesperación en algunos, llega el teniente primero a la batería y en el calabozo irrumpe, de pronto, acompañado del jefe de guardia el teniente coronel, jefe de la escuela, imponentemente militar, en traje de fajina, y los microbios ofensores del arma y el uniforme se apoyan contra la pared y las preguntas van y vienen. El control, que debe ser ejercido por el jefe de guardia, desaparece. No se puede controlar la veracidad de la declaración de un soldado, cuyo registro de entrada con la explicación del delito está vaya a saber uno en qué folio, cuando en Buenos Aires se ha levantado Campo de Mayo.

García está transformado. Lo miro de reojo y es la imagen más pura del soldado argentino desde el granadero a caballo hasta aquí.

—¿Castigo? —pregunta el teniente coronel.

Y García incorpora a la historia la respuesta más ininteligible de que se tenga memoria, pero ya avanzan los tanques sobre Buenos Aires, así que:

—Preséntese a la batería inmediatamente con castigo cumplido.

—Entendido, mi teniente coronel.

Saluda a los tenientes de la guardia imperial vienesa y sale antes de que el teniente coronel tenga tiempo de recapacitar sobre su cara y su infracción.

Yo ya he reparado mi falta leve, reincidente en llegar tarde de un franco, hay un segundo de duda, creo morir ahí no más, lo que pasa es que hice abandono del puesto de guardia con el agravante de haber sido encontrado durmiendo en el dormitorio de la batería, razón por la cual el mismo teniente coronel que tengo a mi frente me endilgó diez días más de la pena original, pero escucho el afuera paso vivo, y mientras tropiezo con medio cuartel pienso qué quedará en mi ropero que ha estado expuesto a la intemperie del libre albedrío y la buena voluntad de mis compañeritos de armas. En la puerta, me da la bienvenida el sargento:

—¿A vos también te largaron? —me pregunta asombrado.

Lo saludo haciéndome el soldado formal ante una emergencia importante y que no considera la burla del superior.

—Vos y García juntos... el teniente coronel debe estar loco...

—No está loco, mi sargento. Lo que pasa es que quiere ganar la guerra.

La patada que me larga la esquivo a tiempo y me meto en la batería. Seleccionando sus pertenencias con motivo de su próximo viaje a Buenos Aires, está Benedetto, que al verme me abraza como si yo regresara de Ushuaia.

—¡Flaco! ¡Te largaron! ¡Vamos a Buenos Aires!



—¿Sabés algo? —le pregunto con indiferencia.

—No sé... corrió una bola que Campo de Mayo se levantó esta madrugada.

—¿Tan temprano? ¿Para qué?

—¿Cómo para qué?

—Sí. ¿Para qué?

Y cuando me dispongo a explicarle la inmensa sutileza que encierra mi pregunta, escuchamos:

—Porque hay una camarilla de generales reaccionarios que no les gusta que Perón le dé al pueblo lo que el pueblo necesita.

La respuesta proviene del soldado clase 30 Benítez, Adolfo.

—Empezando por él, le digo. Como también forma parte del pueblo y la caridad empieza por casa...

—Lo que pasa es que vos sos un oligarca igual que estos generalotes que le quieren mover el piso. Vas a ver cuando el líder mueva a la C.G.T.

—Sí, siempre y cuando les prometa el San Perón para mañana, porque si no... —y con la mano empiezo a moverme como Perón, sonriendo y esperando que la plaza de Mayo grite mañana San Perón.

Benítez se queda parado frente al ropero, mirándome con la rabia escapándole por las orejas. La mirada mía perdida ahora en el maremágnum del ropero, inventariando toda de una ojeada, no percibe su gesto y sólo cuando siento sus manos cercanas y el grito de Benedetto, atino a separarme de la cama.

—¡Oligarca hijo de puta!

El batifondo llega al sargento que se acerca y nos separa.

—Me jugaba la cabeza que eras vos sin verte. ¿Ya volviste?

—Pero, mi sargento. Este desgraciado se me tiró encima. Además, está medio loco, me dijo oligarca.

—Claro que sí, sos un oligarca reaccionario y vendepatria.

—Andá que te rompa el culo el líder —le aconsejo suavemente.

—Cállese la boca soldado, o lo mando al calabozo de vuelta y le juro que esta vez no lo saca ni Dios. ¿Entendido? —Entiendo. El sargento tiene cara de cumplir promesas y me callo la boca, mientras Benítez comenta con Di Fiore mi oligarquía reaccionaria.

—En el primer renuncio que te agarre —agrega el sargento mientras le salen fogatas de los ojos— te vas a acordar de mí para toda la vida. ¿Me entendiste, no?

—Sí, mi sargento —y agrego con los ojos: ¿cómo voy a hacer para olvidarte nunca?

—Y las peleítas por política me las suspendés hasta mañana, Benítez. ¿Entendiste?

Benítez le dice que sí con un gesto leve y me dedica otro mucho más profundo y sensato que dice que todavía no terminamos la cuestión, ¡oligarca!

Benedetto reaparece completamente vestido y cuando me doy vuelta hacia él lo miro de arriba abajo: el correaje brilla a una intensidad nunca lograda en los anales de las tres armas, los borceguíes parecen comprados en Guante, la chaquetilla y los pantalones en Cervantes. Pero lo más imponente, lo que me provoca un extraño escalofrío, la risa de la vieja de la fila de atrás cuando Hitchcock juega en la escena cumbre, es el casco. Lo tiene metido de tal manera que la cara le empieza en los ojos, y algunos atributos ortodoxos han desaparecido, a saber frente y orejas. Benedetto va a la guerra y espera salirle al paso con absoluta prestancia varonil. De pronto, se acomoda la 45, se estira la chaquetilla y me mira para que yo confirme su elegancia y atractivo. Pero no está para chistes. Sus ojos están mirando algo en la lejanía, su mente se absuelve en ese instante vaya uno a saber hacia qué extrañas tierras, qué osadas invasiones, qué insólitas heroicidades. De todo eso lo rescata el sargento que vuelve del baño y tomando un mate que le alcanza su mulato privado.

—Benedetto —le dice; mientras Benedetto se cuadra, se le cae un poco más el casco y espera la orden de asalto a la Colina 14.

—Ordene, mi sargento.

—Benedetto... ¿estás loco?

—¿Cómo, mi sargento?

—Que si estás loco. Sacate ese casco.

—Pero, mi sargento...

—Sacate ese casco, no seas idiota. Y vos... ¿decidiste ya venir con nosotros o lo estás pensando todavía?

—Mi sargento —le digo—. Me han hurtado una media.

—Jodete —me responde.

—Pero, mi sargento, ¿cómo voy a ir a la guerra con una media sola? Después de todo, ¿adónde me han metido? Aquí no se respeta la propiedad privada. Hasta una latita de paté de fuá que tenía escondida en el ropero me han robado. De pedo no más me han dejado el colchón. ¿Dónde me han metido, mi sargento?

Y mientras intento por última vez encontrar la media limpia, que con tanto esmero y cuidado había pretendido que me durara hasta el primer franco, el sargento pega un atención que se me mete por la nuca y cuando me doy vuelta para decirle si está loco o qué, veo a través de la cama al teniente primero, parado en la entrada, escrutando a su brigada ligera. El sargento va hacia él, saluda, recibe algunas instrucciones mientras yo sigo buscando la famosa media. Por centésima nonagésima vez escuchamos la admonición de que si la batería no está lista en dos minutos, mejor nos encomendamos al cielo y, en consecuencia, decido afrontar las próximas hostilidades con una media menos El sargento vuelve a inspeccionarme personalmente según su costumbre, me pregunta si ya volví de la guerra, le pregunto por qué y me responde que la ropa que tengo puesta parece tener quince años de campaña intensa en el bañado de Flores. Cuando comprueba que he accedido unirme a la batería y se vuelve para irse, lo paro.

—Mi sargento...

Se da vuelta, pero ya le he visto en la espalda el aviso de que no me haga el gracioso.

—¿Soldado?

—Mi sargento... Permiso para hacer una pregunta.

Ante la formalidad, no sabe si sorpresiva por la manera que la hago o porque es la primera vez que la oye, me mira sospechosamente.

—Adelante.

—Mi sargento, ¿es cierto que hay una revolución en Buenos Aires?

—Usted obedece las órdenes de sus superiores y basta.

—Pero, mi sargento, queremos saber si...

—Nada. Cállese la boca y obedezca.

Entonces tengo que apelar a todas mis reservas sobre psicología castrense aplicada. Bajando la cara, le digo:

—Perdón, mi sargento. Creí que usted ya sabía. ¿Puedo proseguir?

El sargento responde al estímulo, se inflama, desecha los deseos de asfixiarme y me dice:

—Hay revolución en Buenos Aires, reclutón. Salimos en seguida con el 80 por ciento de los efectivos y vamos a defender Puerto Nuevo. ¿Algo más, reclutón?

—No, mi sargento. Gracias, mi sargento.

Es entonces que, inopinadamente, cuando nada lo hace prever, Di Fiore, que ha estado presenciando la escena, se acerca, y como si preguntara si me gustó la película que dan en el Rex, le pregunta al sargento:

—Mi sargento... y nosotros, ¿para qué lado pateamos?

No sé por que ignorado avatar del destino, la batería, exactamente en ese momento, se ha recogido en un silencio total y la pregunta de Di Fiore, inocentemente informativa, adquiere dimensiones de catedral gótica. El sargento lo advierte, 190 ojos se clavan en él, abre desmesuradamente la boca y cuando la incógnita está por develarse, dice: todo el mundo afuera, paso vivo; carajo, reclutones .

Afuera rugen enloquecidos los frontales canadienses, todos corren, hay urgencia instintiva de correr, de gritar, de equivocarse de camión. Benítez se sienta frente a mí y me susurra un “si somos rebeldes me hago desertor, vas a ver”, yo le susurro “la joda será saber quién carajo es rebelde y quién no”, Benedetto vuelve a perderse en lejanas proezas guerreras, García mira su agenda eligiendo desde ya a qué mina va a llamar primero no bien lleguemos a Buenos Aires, el sargento pasa e inspecciona el camión y me ruega que no me haga el loco y salte del camión en Dolores, que este asunto es serio, te lo juro, Di Fiore vuelve a mirarlo y a preguntarle con los ojos pero el sargento se va, enganchan el Befors de 40 a la culata, todos nos preguntamos qué pasará si por ese caño entran a salir los chumbos en serio, los mismos que están ahora debajo de los asientos, todos nos hemos pasado seis meses armándolos y desarmándolos cuatro veces por semana hasta llegar a odiarlos, armándolos y desarmándolos cuatro veces por semana con las mismas órdenes, los mismos hechos, la misma gente, sirviente cuatro aquí, paso vivo carajo, sirviente dos, levante la mira horizontal carajo, para dónde está apuntando reclutón, se trabó aquí, mi teniente, no se trabó nada, lo que pasa es que ustedes son una manga de empachados, cuerpo a tierra, carrera mar, cuerpo a tierra, cuatro meses de la misma letanía matutina, con el hambre recorriéndonos los cuatro costados del cuerpo, el sueño invadiéndonos en cualquier momento y posición, carrera mar a los baños, lavarse la cara, paso vivo aquí, a ver soldado Benítez explique a sus compañeros qué es la trayectoria de un proyectil, la parábola que yo expliqué la semana pasada, soldadito, y el proyectil de Benítez sale no se sabe cómo y llega no se sabe dónde, y carrera mar a la pieza, y desmontar tubo y fijar mira vertical, colocar seguro, uno, dos, tres, cuatro, muy bien, quince segundos, descanso para fumar un cigarrillo y atención, carrera mar a la pieza, y desmontar y armar y colocar y sufrir y aguantar, preguntarse, hacer, cuatro meses, abril, mayo, junio, julio y agosto también y ahora nuestro monstruo privado nos acompaña, monstruo al que nunca le hemos disparado un solo tiro, que no sabemos qué ruido hace, que uno aprieta el disparador, nos han dicho, y salen los chumbos de 40 uno atrás del otro como enajenados pero no sabemos cómo, no sabemos cómo.

Di Fiore me sonríe levemente, el conductor pone la primera, arrancamos, tragamos saliva sin decirnos nada, la guardia nos mira sin que pueda decir qué sienten —tristeza porque nos vamos y ellos no, tristeza porque nos compadecen o nos envidian— y cuando enfrentamos el camino, García se levanta, se asoma sacando la cabeza fuera del camión y formando con sus dedos el tubo de aire pertinente a su intención, lo apunta hacia el cuartel que se va alejando y, onomatopéyicamente, le rinde su homenaje.


* Bernardo Jobson nació en 1930 en Vera, Santa Fe. Participó en la redacción de las revistas El escarabajo de oro y El ornitorrinco, en las que publicó gran parte de su obra. Su sardónico sentido del humor y el desenfado de sus textos le granjearon un lugar destacado en la literatura de su generación. En 1972 el Centro Editor de América Latina publica El fideo más largo del mundo, volumen que recoge la totalidad de sus cuentos. El libro logra una inmediata difusión, siendo el primer título del CEAL en agotar varias ediciones. Murió en 1986.


elortiba.org

Argentina podría reabrir el canje de deuda



GB

ANALISIS DE COYUNTURA DESDE LA PAMPA POR EMILIO MARIN, OPINION.

Casquivana Corte dice que sí o que no, desde el Olimpo
Por Emilio Marín

La Corte Suprema de Justicia volvió a fallar en contra de la ley de medios. La disputa continúa en la Cámara Civil y Comercial, donde los argumentos de Clarín tienen más peso que los de la ley, el gobierno y la Afsca.

El gobierno nacional había apelado ante la Corte, con "per saltum", el fallo del juez Horacio Alfonso, quien había confirmado la constitucionalidad de la ley 26.522 de servicios de comunicación audiovisuales, pero lamentablemente había avalado la continuidad de la medida cautelar de Clarín. También había llegado al máximo tribunal con un recurso extraordinario en contra de lo resuelto por la Sala 1 de la Cámara Civil y Comercial, pidiendo que la Corte resolviera sobre el fondo del pleito.
Generalmente la casquivana CSJN, con esa alta dosis de oportunismo que la caracteriza, daba un poquito de razón a una parte y otra a la opuesta. Esta vez lo suyo no fue ecléctico sino que en los dos casos, concurrentes, lo hizo a favor del monopolio mediático.

Con discrepancia mayor de Eugenio R. Zaffaroni y menor de Carmen Argibay, los demás supremos rechazaron el "per saltum" y el recurso extraordinario, devolviendo las actuaciones a la Cámara Civil y Comercial. Allí están María S. Najurieta, Francisco de las Carreras y Ricardo Guarinoni, todos afines a los intereses de Héctor Magnetto.

La Corte jurará por sobre todos los libros jurídicos que mantiene su impoluta independencia y equilibrio. Muchos de los siete integrantes pueden estar seguros de que su conducta merece un diez. Pero sus últimas resoluciones han implicado tomar partido en la política, y lo han hecho del lado equivocado. Chicanas jurídicas al margen, para millones de argentinos es evidente que el Congreso sancionó en octubre de 2009 una ley en materia audiovisual y un monopolio con intereses propios ha impedido su aplicación.

El alto tribunal había fallado el 22 de mayo que el 7 de diciembre fenecía la cautelar del monopolio, pero con esos fallos recientes lo borró con el codo. Esta es la realidad. Y lo asumió el gobierno nacional, al levantar su excelente propaganda de TV del mes pasado, donde se afirmaba que el holding se creía por encima de la democracia y los tres poderes. Ahora queda claro que uno de ellos, la Corte Suprema, casquivana, ligera de cascos, ha dado un brinco poco democrático y pisoteado su dictamen de mayo.

La política y especialmente la tribunalicia es tan cambiante que hay que tener cuidado con las repeticiones, pues puede incurrirse en lo grotesco. Es lo que hizo el viernes al programa 678, al reiterar su edición del 14 de diciembre, en un momento glorioso por el fallo de Alfonso. Se veía a Martín Sabbatella yendo a notificar a Clarín que comenzaba el trámite de oficio de traspaso de sus licencias. Los posteriores fallos de la justicia, favorables al monopolio, pusieron en ridículo esas imágenes y la notificación de la AFSCA. ¿Y encima lo repitieron el viernes 28, en el de por sí tan repetitivo 678?

El trámite será cuesta arriba. A esperar el previsible fallo de la Cámara Civil y Comercial y volver a apelarlo a la Corte Suprema. Esta debatirá cuando lo considere y a su manera, en el Olimpo, qué contestar a estos molestos mortales que la inoportunan. El 2013 habrá comenzado sin vigencia de una ley fundamental.

Denuncias aquí y allá.

Tribunales también aparece como el ring donde dirimir las culpas y cargos de los saqueos violentos de la víspera de Navidad con un saldo que se elevó a cuatro muertos, todos en Rosario.

La presidenta habló por primera vez de los sucesos y dijo que eran una mala copia de los del año 2001. En política imputó responsabilidades a sectores opositores de los partidos y el sindicalismo, aunque no dio nombres como sí lo habían hecho, livianamente, Juan M. Abal Medina y Sergio Berni. Cristina Fernández encuadró esos acontecimientos como fogoneados por una oposición que debería, según aconsejó, seguir manifestándose en contra de su administración, pero en forma pacífica y sin romper ni robar nada.

Está bueno el intento presidencial por politizar la discusión de lo sucedido, separándolo de la parte policial y delitos que deberá entender la justicia. A propósito, la mandataria volvió a reclamarle a los jueces una actitud no permisiva con estas violaciones de la ley. Se dirá que hablaba con cierto resentimiento a raíz de los fallos ya comentados adversos por la ley de medios, pero su interpelación a sus señorías fue oportuno. Lo mismo que otros reproches suyos, tales como que no pagan impuestos a las ganancias y perciben elevados haberes.
La oposición defiende a rajatabla otra interpretación, opuesta por el vértice. Por el lado de los radicales, Ernesto Sanz le pidió a Cristina que si tiene nombres de los sectores acusados debería ir a Tribunales.

Hugo Moyano, por su parte, ya estuvo en ese lugar con sus letrados, acompañando una denuncia penal en contra de Abal Medina y Berni. Su contraataque pretende blindarlo frente a más acusaciones en su contra, luego de las que pegaron contra un dirigente del sindicato de Camioneros de Campana.

Entre las voces del oficialismo una de las más cuerdas sonó la de Agustín Rossi, jefe de la bancada de diputados. Señaló que en Rosario, su terruño, actuaron en los saqueos bandas ligadas al narcotráfico. Esto dejaría en segundo plano la acusación gubernamental contra los líderes de la CGT y CTA opositora. Lo de Rossi luce como sensato porque de lo contrario la pregunta incómoda para el gobierno nacional sería: ¿también en Rosario operó una organización político-sindical de la oposición? Si en esa ciudad y la provincia de Santa Fe gobiernan el socialismo y sus aliados del FAP...

Otro aspecto a revisar por el gobierno nacional son las acusaciones contra la cooperativa 1º de Mayo de Bariloche, sindicada como la promotora de los saqueos. La entidad social ha recibido la solidaridad del premio Nobel, Adolfo Pérez Esquivel. Es que no sólo hubo acusaciones injustas sino posteriormente allanamientos policiales y violencia contra los barrios pobres del Alto, donde se vive como ciudadanos de segunda o tercera categoría.

Está bien que el gobierno se defienda y cuestione los procedimientos de los saqueadores. Sin embargo, no debería olvidar que el conflicto social hay que resolverlo con más inclusión social y no con "policías bravas" como la de Bariloche, especialista en reprimir pobres y emplear el "gatillo fácil" con una puntería endemoniada.

Dos socios en la mala.

Un socio en la mala es la Sociedad Rural. Afectada por el decreto de recuperación estatal del predio Palermo, la agrupación llamó a un paro de comercialización de carnes para el miércoles 27. Fue una ficción. No todos los argentinos pueden consumir carne, vale la aclaración, pero todos los que pueden, ese día también pudieron. Ni una costeleta de menos provocó el enojo del titular de la SRA, Luis M. Etchevehere.

Al día siguiente reunieron unas 2.000 personas, con la expectativa de presionar a la justicia y lograr lo que fue habitual en Clarín: una cautelar. Pero la Rural fue por lana y volvió esquilada. La jueza civil y comercial Silvina Bracamonte le denegó ese beneficio el miércoles, por lo que sigue en pie el trámite de desalojo del predio en 30 días. Estos especialistas en desalojar campesinos pobres podrían verse puestos en la plaza Italia el 20 de enero próximo.

Con bravuconadas al estilo de Alfredo de Angeli, deslizaron que podrían atrincherarse en la Rural durante enero. Es improbable porque ese mes los ruralistas van de vacaciones a Cariló, Punta del Este y otros destinos turísticos cuatro o cinco estrellas.

El predio malvendido por el Estado en 1991 puede servir de escenario para Tecnópolis y otras actividades científicas y culturales de interés nacional. Los campeones Brangus y Aberdeen Angus tendrán que exhibir sus carnes en otro lugar. Quizás José A. Martínez de Hoz pueda donar algún campo para seguir inmortalizando su apellido.

El otro socio que sigue tuteándose con el fracaso es Mauricio Macri. Luego de admitir, a regañadientes, el traspaso del Subte, debió negociar en la Legislatura varios cambios en la ley. Así resignó su intención de recortar el derecho de huelga de los empleados de ese servicio y de gravar los combustibles para una mayor recaudación.

Su caída de imagen fue mayor por los tremendos aumentos que tendrá la tasa de ABL, sobre todo porque la ciudad no luce precisamente alumbrada, barrida y limpia.
El golpe de fin de año a la figura del jefe de gobierno vino otra vez desde el Subte, al informarse que la línea A estará cerrada por 60 días para cambiar formaciones y mejorar el servicio. Los metrodelegados de la Agtsyp aseguraron que ese trabajo se puede hacer en dos o tres días. El ministro de Interior, Florencio Randazzo, calificó de "locura" la decisión del referente del PRO.

Es verdad. Es cosa de locos. Pero, desde otro ángulo, también califica como poco cuerda la decisión del gobierno nacional, con CFK y Randazzo como impulsores, de que ese servicio esencial fuera transferido a la órbita de Macri. Vago y mal entretenido como pocos, era sabido que en sus manos sería un instrumento de tortura y tarifazo para los usuarios. Debió ser reestatizado por el Estado nacional, dejando afuera a Metrovías, con el control de trabajadores, usuarios, UBA, UTN, Conicet y el INTI.

30/12/12 La Arena, La Pampa
GB

EL FUTURO SEGUN LA INTELIGENCIA NORTEAMERICANA, POR EDUARDO ANGUITA.

El futuro, según la inteligencia norteamericana
El informe asegura que para 2030 Estados Unidos podrá evitar la importación de petróleo, usando sus reservas.

Por Eduardo Anguita
eanguita@miradasalsur.com

John Maynard Keynes, el economistra británico ícono de la heterodoxia de los años treintas, en alguna oportunidad pronunció una frase lacónica para enfatizar la necesaria intervención del Estado para tener políticas activas, pragmáticas y de ruptura con los cánones liberales.

“En el largo plazo, todos estamos muertos”, dijo Keynes, quien terminó sus días de un ataque cardíaco adjudicado a la sobrecarga de actividades en las que estaba involucrado (abril de 1946). Este inglés de alcurnia predicó cosas bastante similares a las que puso en práctica Franklin Delano Roosevelt al frente de la Casa Blanca tras la crisis financiera de 1929. Roosevelt moría también en pleno fragor de la post guerra, y al frente de la Presidencia de los Estados Unidos, un poco antes de la infame decisión de bombardear Japón (abril de 1945). Esos dos referentes del mundo económico y político expiraban en un momento bisagra del siglo XX conocido como “la guerra fría” y que se extendió hasta 1991, cuando se desintegró la Unión Soviética, el gran oponente de la alianza entre norteamericanos y británicos.

ace unos pocos días, el Consejo Nacional de Inteligencia (CNI) de Estados Unidos dio a conocer el informe llamado Tendencias Globales 2030, que es una síntesis que pinta los distintos escenarios que ven diferentes académicos, líderes políticos y empresarios ligados a la maquinaria intelectual y universitaria de distintos lugares del mundo. El CNI –tal como se lo conoce desde 1979– fue fundado en 1946, y no sólo surgió sin la presencia física de Roosevelt y Keynes sino que es el predecesor inmediato de la CIA, fundada un año después.

Desde ya, resultó más conocido el militar David Petraeus que estuvo en Afganistán al frente de la ocupación y luego ascendió nada menos que a comandar la CIA que Christopher Kojm, el jefe del CNI. Petraeus fue eyectado de la organización secreta mejor paga y más peligrosa del mundo, según dicen, por infidelidades. Kojm no tiene la mandíbula cuadrada y muchas condecoraciones bélicas pero egresó de Harvard y con sus antejos de marco finito puede darles mucha información sensible a quienes toman decisiones, tanto en la Casa Blanca como en las oficinas de las principales multinacionales. Cada tanto, el CNI brinda un informe público que seguramente omite secretos bien guardados pero, lo mismo, resulta útil para entender cómo ve el mundo la principal potencia militar y política del planeta.

Dentro de 17 años. Es difícil predecir si en 2014, por ejemplo, cuando se cumpla un siglo del inicio de la Gran Guerra, el planeta estará en paz. Tendencias Globales 2030 se ocupa de las grandes variables y no de los intereses del día a día. Los tres grandes problemas de la humanidad serán agua, comida y energía, cuya demanda crecerá en el orden del 35%, 40% y 50%, respectivamente. Es interesante ver que el aumento de población previsto es de 15%; la actual es de 7.000 millones de habitantes y se estiraría hasta 8.300 millones.

Los expertos del CNI prevén más clase media y más población en los conglomerados urbanos. Los avances tecnológicos hacen prever una extensión de la vida. Es decir, con dos tercios de los habitantes en ciudades, pero con muchos menos trabajadores que aporten a una seguridad social que tendrá a muchos más trabajadores pasivos. Y con una expectativa de consumo energético para el momento en el cual las reservas hidrocarburíferas estén al rojo vivo y con el centro –tal como lo indica el Departamento de Energía de Estados Unidos– puesto en las reservas no convencionales (shale oil y shale gas, como Vaca Muerta) que demandan inversiones altísimas y tienen formas muy contaminantes de extracción además de demandar una cantidad de agua extraordinaria para la operación. En ese contexto, el informe advierte que Medio Oriente y Asia serán las regiones “más volátiles e inestables”. No es preciso ser un especialista en geopolítica para entender que la encarnizada guerra en Siria, la persistencia de la ocupación de Estados Unidos y la OTAN en Afganistán así como la amenaza de invasión a Irán tienen más el signo de los intereses de la Gran Potencia que el de las supuestas peleas religiosas y políticas. La Casa Blanca no pierde el optimismo y se ve en un muy buen lugar para los próximos años en materia energética. El documento subraya que Estados Unidos podría convertirse en un exportador energético importante en 2020 y en 2030 y reducir o suspender sus importaciones de petróleo crudo gracias a la capacidad de explotar sus yacimientos no convencionales, tal como ya empezó a hacer. “La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) podría perder el control de los precios del crudo y estos caerían, tal vez sustancialmente”, dice. Es decir, Estados Unidos, en ese escenario, no sólo sería la principal potencia política y militar sino que recuperaría la llave del precio del petróleo, perdido en 1973. Desde ya, las multinacionales alimentarias tienen eje en Estados Unidos. Tampoco les falta control sobre el agua. Cabe recordar que Alaska, en 1959, plena Guerra Fría, se convirtió en una de las estrellas (la número 49) que representan los Estados asociados. Alaska es el Estado más grande y después de la Antártida es una reserva estratégica de agua.

Respecto de China, el CNI le guarda un sólido segundo puesto: para 2020 sería la primera economía mundial y podría ser el epicentro de la política internacional, dado que la región Asia Pacífico –desde India hasta Japón– pasan a tener un combo de flujo de mercanciás en el comercio internacional, desarrollo de tecnologías, acuerdos regionales, formas de financiamiento y de canasta de monedas para el intercambio entre ellos que los autonomiza de Estados Unidos y los organismos bajo su órbita (FMI, Banco Mundial y Organización Mundial de Comercio).

América Latina. El estudio confirma datos de la Cepal, en el sentido de la continuidad del crecimiento del PBI (que estiman en un promedio del 3,5% anual para los próximos 17 años) y de una reducción sostenida de la pobreza. Advierten sobre las inestabilidades resultantes de la lucha contra “el narcotráfico y el crimen organizado”, una entelequia que puede servir para continuar con el intervencionismo histórico de la Casa Blanca y el Departamento de Estado en la región. Pone a Brasil en el lote de los países con preponderancia económica y política. No contempla el despegue de México y sorprende con Colombia, al que coloca en el lugar de principal sorpresa.

Sin dudas, este documento aparece unos días antes de la reasunción presidencial (se concretará el 20 de enero próximo) y de la novedad del relevo de Hillary Clinton como secretaria de Estado. En su lugar fue John Kerry, también del Partido Demócrata y un católico practicante que hasta el día antes de ser el número dos del Estado más poderoso de la Tierra estaba al frente de la Comisión de Relaciones Internacionales del Senado. El antecedente más importante de Kerry es haber sido candidato presidencial en 2004 y haber perdido con George Bush (hijo).

Es muy dificil aventurar qué tendrán Obama y Kerry en mente respecto de, por ejemplo, las relaciones con Cuba, aunque algunos anticipan que es una de las cartas en la manga para ponerse a tono con el reclamo de todos los mandatarios de la región. Lo que sí debería ser motivo de estudio por parte de los laboratorios políticos y económicos latinoamericanos es la necesidad de avanzar con la integración de los organismos regionales que den cuenta de los nuevos liderazgos. Es decir, si se prevé crecimiento en la región ante una demanda internacional de alimentos, cabe preguntarse si no mejoran las posibilidades de mayor autonomía. Por caso, de contrapesar la comercialización de alimentos, cuyos precios se manejan desde el mercado de Chicago y están en manos de multinacionales ajenas a este lado del planeta. También cabe preguntarse si el Banco del Sur no podría jugar un papel de magnitud. O si las operaciones comerciales no podrán hacerse con una canasta donde a las monedas latinoamericanas se sumen no solo el dólar y el euro sino las de China, Japón o India.

Ni hablar de los desafíos en materia de cooperación de las empresas estatales o mixtas de energía y petróleo. O del cuidado de la soberanía de territorios ocupados (Malvinas) o sistemáticamente amenazados, como es el caso reciente del golpe de Estado en Paraguay.

Todos ven una América latina con buena perspectiva económica y relativamente alejada de los escenarios más conflictivos. Todos reconocen los cambios de paradigma y de revitalización política. Pero, la visión de largo plazo en la región queda relegada. Quizás haya demasiados que recuerdan al audaz Keynes por esa frase de que en el largo plazo estamos todos muertos. Es hora de seguir valorando los logros y apoyarse en ellos para profundizar. El empleo, eje de acción de estos años, es uno de los logros de basar el crecimiento en la llamada demanda agregada. Si los líderes de esta región pueden avanzar en la unidad agregada, las fortalezas crecerán.

30/12/12 Miradas al Sur

GB

 

EVO, NACIONAL Y POPULAR.

EL GOBIERNO DE BOLIVIA EXPROPIA CUATRO FILIALES DE LA COMPAñIA IBERDROLA EN EL SECTOR ENERGETICO
Evo nacionaliza cuatro empresas españolas
El vice García Linera, en una de las empresas expropiadas.

Morales dijo que se vio obligado a tomar esa medida para que las tarifas sean equitativas y la calidad del servicio, uniforme. Iberdrola quedó a la espera de conocer los detalles de los decretos.

El presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció ayer la nacionalización de dos distribuidoras de energía eléctrica, una empresa de servicios y una gestora de inversiones del sector eléctrico. Las empresas eran controladas por la compañía española Iberdrola. El mandatario detalló que cobraban tarifas “desiguales” entre las áreas urbanas y rurales, y ofrecían un servicio “deficiente”.

Las empresas afectadas son dos distribuidoras de electricidad, Electropaz de La Paz, Elfeo de Oruro, Eldeser que presta servicios a ambas y Compañía Administradora de Empresas Bolivia (Cadeb). Las acciones españolas en esas empresas sumaban el 90 por ciento y el resto estaba formado por capitales empresariales bolivianos. Durante la lectura del decreto de nacionalización, en el Palacio Quemado, Morales dijo que su gobierno se vio obligado a tomar esa medida para que las tarifas de servicio eléctrico sean equitativas y la calidad de servicio eléctrico sea uniforme en el área rural y urbana. “Nos vimos obligados a aprobar el decreto para tener tarifas eléctricas equitativas; esta medida garantizará el derecho al acceso a la energía eléctrica y precautelará la economía con tarifas uniformes”, afirmó el mandatario.

Acompañado por su vice, Alvaro García Linera, y el ministro de Hidrocarburos y Energía, Juan José Sosa, Morales afirmó que la administración de las compañías eléctricas, subsidiarias de la española Iberdrola, pasa a depender de la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE), y que ésta podrá utilizar la fuerza pública para garantizar la distribución de energía en los departamentos de La Paz y Oruro. Minutos antes de dar a conocer el Decreto 1448 de nacionalización de las distribuidoras, el presidente boliviano puso como ejemplo que un usuario en el área urbana llega a pagar por el servicio de luz 0,63 bolivianos por kilowatio/hora, mientras en el área rural ese costo asciende a 1,59 bolivianos por kilowatio/hora. “Más del doble”, criticó.

De acuerdo con el texto, la titularidad de las acciones de las dos empresas eléctricas españolas pasará a la estatal Empresa Nacional de Electricidad (ENDE). El plazo para las negociaciones será de 180 días, según el texto. “Va a haber una justa remuneración de lo que les corresponde (a la empresa española) no vamos a actuar de manera arbitraria; habrá un trato justo a los inversionistas”, dijo el vicepresidente, Alvaro García Linera. Indicó que ENDE evaluará a través de un organismo independiente y aseguró que entrarán en la negociación para encontrar una salida negociada. “Confiamos en que los siguientes meses, mediante el diálogo y mediante informes técnicos precisos y de carácter independiente, encontraremos una salida negociada con la antigua empresa dueña de Electropaz y no tengamos ningún tipo de problema”, enfatizó el vicepresidente y reprodujo Telesur.

Poco después del anuncio de Morales, un grupo de policías se trasladó hasta las sede de Electropaz, en La Paz, para resguardar las instalaciones, mientras que un grupo de trabajadores de la empresa, en contacto con medios locales, expresó el temor de sufrir despidos. Sin embargo, el ministro de Hidrocarburos y Energía, Juan José Sosa, expresó que los puestos de los trabajadores están garantizados y precisó que en 180 días se valorarán los activos y pasivos para entrar en una negociación con la española Iberdrola y así cerrar el tema de la nacionalización.

Fuentes de la empresa Iberdrola señalaron en Madrid que aún no han recibido la comunicación oficial de la decisión y aseguraron que van a estudiar el decreto de nacionalización en profundidad. Como informó el diario español El País, Iberdrola quedó a la espera de conocer los detalles de los decretos y se limitó a señalar que espera que el gobierno boliviano “pague el valor real” de sus participaciones. El periódico precisó que en el decreto se da un plazo de 180 días para que un tasador independiente decida la compensación y citó a expertos independientes, que les atribuyen un valor de mercado a las filiales de cien millones de dólares, es decir, cerca de 75 millones de euros. Por su parte, el gobierno español de Mariano Rajoy lamentó ayer la decisión del Ejecutivo de Bolivia de nacionalizar las filiales de Iberdrola y expresó su deseo de que la eléctrica sea indemnizada de manera justa. “España lamenta la decisión del gobierno boliviano de nacionalizar estas cuatro empresas, que tienen entre sus accionistas a empresas españolas, argentinas y norteamericanas”, señaló un comunicado del Ministerio de Exteriores. Asimismo, el gobierno advirtió que la seguridad jurídica es una exigencia insoslayable de cualquier inversión extranjera en Bolivia.

30/12/12 Página|12
GB

LEONARDO BOFF, LA TIERRA Y LA HUMANIDAD.



 
Nuestro lugar en el conjunto de los seres
Por Leonardo Boff *

Nota: Voy a publicar con cierta frecuencia pequeñas reflexiones que, bajo el nombre de MÍNIMA THEOLOGICA ET OECOLOGICA, pretenden animar a tantos que como yo están en búsqueda de mejores caminos para los seres humanos, en este tramo difícil de la historia de la Tierra y de la Humanidad.

La ética de la sociedad dominante en el mundo es utilitarista y antropocéntrica. Quiero decir: considera falsamente que el conjunto de los seres de la naturaliza tiene razón de existir sólo en la medida en que sirve al ser humano y éste puede disponer de ellos a su gusto.

Continúa creyendo que el ser humano, hombre y mujer, son el centro del Universo y el rey y la reina de la creación.

No se da cuenta de que nosotros, los humanos, hemos sido uno de los últimos seres en entrar al teatro de la creación. Cuando llegó a estar listo el 99'98% del conjunto de la realidad, surgimos nosotros. El Universo, la Tierra y los ecosistemas no necesitan de nosotros para organizarse ni para ordenar su majestuosa elegancia y belleza.

Cada ser tiene valor intrínseco, independiente del uso que nosotros hagamos de él. Representa una emergencia de aquella Energía de fondo, como dicen los cosmólogos, o de aquel Abismo generador de todos los seres. Tiene algo que revelar, algo que sólo él puede mostrar. Y nosotros tenemos ahí algo que escuchar, y tenemos que celebrar lo que nos revele.

Nosotros hemos entrado en el proceso de evolución cuando ésta alcanzó un nivel altísimo de complejidad. Entonces, irrumpió la vida, y como subcapítulo de la vida, la vida humana, consciente y libre. Por nosotros el Universo llegó a la conciencia de sí mismo. Y eso ha ocurrido en un minúscula parte del Universo que es la Tierra. Por eso, nosotros somos esa parte de la Tierra que siente, que ama, que piensa, cuida y venera. Somos Tierra que anda, como dice el poeta y cantautor indígena Atahualpa Yupaqui.

Nuestra misión específica, nuestro lugar en el conjunto de los seres es el de ser aquellos que pueden ver la grandeza del Universo, escuchar los mensajes que cada ser proclama, y celebrar la diversidad de los seres y de la vida.

Y porque somos portadores de sensibilidad y de inteligencia, tenemos una misión ética: la de cuidar de la creación y ser sus guardianes para que continúe con vitalidad e integridad y con las condiciones de seguir evolucionando, ya que está haciéndolo desde hace 4.400 millones de años.

Cabe pues reconocer y respetar la historia de cada ser de la creación, vivo o inerte. Existieron antes de nosotros, y durante millones y millones de años atrás, sin nosotros. Por esta razón, deben ser respetados como respetamos a las personas más ancianas y las tratamos con respeto y con amor. Todos estos seres tienen también derecho al presente y al futuro, junto con nosotros.


* Leonardo Boff nació en Concórdia, Brasil, en 1938, es teólogo y filósofo, autor de "Proteger a Terra-cuidar da vida: como evitar o fim do mundo", Record 2010, entre otros.
Información de Leonardo Boff en Wikipedia: www.es.wikipedia.org/wiki/Leonardo_Boff
Columnas semanales de Leonardo Boff: http://servicioskoinonia.org/boff
Página web de Leonardo Boff: http://leonardoboff.com


Prof GB

ZAIDA GATI, EL FALLO CONTRA MARITA VERON, OPINION.

ZAIDA GATTI DESPIEZA LA LOGICA DE LAS ABSOLUCIONES EN EL CASO MARITA VERON
El análisis de un fallo
La coordinadora de la Oficina de Rescate y Acompañamiento a las víctimas de trata critica duramente al tribunal, cuyo juicio político se pidió esta semana. Los fundamentos “buscan explicar un fallo inexplicable”.

Por Soledad Vallejos
Imagen: Adrián Pérez

Pasaron casi veinte días desde que la Justicia no encontrara más que absoluciones para los trece imputados en el juicio por Marita Verón; casi dos semanas desde que fueron dados a conocer los fundamentos. Todavía, para la coordinadora de la Oficina de Rescate y Acompañamiento a las víctimas de trata, Zaida Gatti, con esas palabras el tribunal sólo intentó “explicar un fallo inexplicable”. Los jueces insistieron en que no se hallaron pruebas, pero en referencia sólo a las que se pueden tocar, a las materiales. “Obviamente que diez años después de sucedido todo no iban a tener ninguna.” Pero en esa terquedad, dice, “el fallo fue un poco más de lo que veníamos viendo durante el debate oral: la falta de consideración por lo que es una víctima, la falta de comprensión del lugar que tiene ante el tribunal”.

El jueves pasado, los abogados de la querella presentaron el pedido de juicio político para los jueces responsables, y los ecos del fallo están lejos de apagarse, algunas preguntas parecen todavía buscar respuesta. ¿Qué llevó a los magistrados Alberto Piedrabuena, Emilio Herrera Molina y Eduardo Romero Lascano a dictaminar como dictaminaron? O mejor dicho: ¿cuáles pueden ser las razones detrás de los fundamentos de una sentencia que, aun cuando reconoce crímenes, no encuentra cómo penarlos?

Los jueces entendieron que los testimonios se contradijeron en fechas: que para un mismo día, testigos diferentes dijeron haber visto a Marita en lugares diferentes. Que las descripciones que hacen de las personas a quienes vieron durante sus días a merced de redes de trata no son unívocas. Por eso, señalan los fundamentos, esas palabras no fueron consideradas como pruebas (ver recuadro). Gatti evalúa que esa búsqueda de precisión en los relatos de víctimas rescatadas, personas en quienes el estrés postraumático construye modos particulares de las memorias, fue un error.

–Eso hace caer el relato. Cuando testifiqué como experta, los jueces me preguntaron si las víctimas tienen noción del tiempo. En realidad, me preguntaron cuáles son las características principales de los relatos de una víctima de trata.

–¿Cuáles son?

–Uno de los indicadores fuertes es la falta de precisión en cuanto a fechas. Ellas no pueden dar cuenta de las fechas exactas en que estuvieron en un lugar, porque no saben cuándo es de día, cuándo es de noche. Pierden noción del tiempo no sólo por la cantidad de veces que tienen que atender clientes, que puede ser en cualquier momento del día, sino también porque las obligan al consumo de drogas. Justamente esa falta de precisión era lo que tenían que tener en cuenta para creerle a la víctima. Les expliqué que los relatos de las víctimas son confusos, que hay que ir armándolos de a poco.

–¿Por qué sus relatos son así?

–Porque cuando una persona pasa por situaciones traumáticas muy extremas, su psiquis selecciona qué recuerdos trae y cuáles no. Por eso en determinados momentos recuerdan con mucha precisión la cara, el pelo, si una nariz es grande o chica, el color de ojos de alguien, pero muy probablemente no recuerden a la persona que estaba al lado. Por algún motivo el mecanismo de defensa funciona para que ese recuerdo sea olvidado, porque el recuerdo vuelve a traer la angustia.

Entre los fundamentos de las absoluciones, los jueces también consideran que las testigos presentaron un “discurso uniforme”. Que las semejanzas de sus recuerdos les resultan llamativas, pero especialmente por todo lo que no contó la chica a quien cada una identificó como Marita Verón. El tribunal llega a preguntarse si esa chica a quien refieren como Marita no podía contar otras cosas sobre sí misma, su historia, su situación (ver aparte).

–Preguntarse eso es no entender el contexto. Algunas preguntas que hicieron a las víctimas y a mí eran preguntas que intentaban demostrar que esas víctimas mentían.

–Por eso los jueces señalan que les llamó la atención encontrar el relato como uniforme.

–De algún modo, lo que quieren demostrar es que es un relato aleccionado. Y que entonces fue aleccionado por la querella o por la misma Susana Trimarco.

Las aprehensiones que el Tribunal señaló respecto de Fátima Mansilla fueron diferentes. La mujer, víctima rescatada de las redes, pronto verá comenzar el juicio oral por su denuncia contra dos de los imputados del caso Verón (Daniel Milhein y Alejandro González) por secuestro y explotación sexual. Mientras era víctima de eso, contó en el juicio, vio a Marita, habló con ella. Pero en los fundamentos del fallo Verón, los jueces señalaron que su testimonio se vuelve endeble precisamente por su otra denuncia: en tanto había iniciado su propia causa, no se podía esperar que fuera ecuánime al declarar en el caso Verón. Para Gatti no hay duda: “Se trata de desestimar el relato de la víctima”.

Por otra parte, durante los meses de debate oral, parte de la tarea en el juicio por Marita fue dar con testigos escurridizas. Un caso resultó particular: la instrucción había recogido el testimonio de una chica llamada Anahí M. Se trataba de una identidad falsa, algo descubierto recién en el transcurso del juicio, cuando la testigo fue hallada bajo su verdadero nombre, Lorena T., y explicó que aquél le había sido impuesto por sus explotadores en el prostíbulo El Desafío.

–Lo que dijeron los jueces fue que ella falseó su identidad durante diez años. Para ellos, fue más fuerte eso que escuchar lo que ella contó: de qué manera le habían dado un documento falso, de qué manera intentó decir que lo tenía y nadie la escuchó. Siempre es más sencillo criminalizar a la víctima. Y además es contradictorio decir que no están juzgando un caso de trata y a la vez decir que están convencidos de que esas personas llevan adelante una red de trata. Como juez los estoy dejando libres porque no es mi competencia, y lo hago sabiendo que estoy dejando una red de trata en la calle para que sigan operando. Hoy mismo esas personas tienen abierto el mismo negocio.

–¿Qué aprendizaje deja la sentencia del caso Verón?

–Creo que a muchos jueces, sin duda, el aprendizaje que les tiene que quedar es lo que pasa después de tomar una decisión como la que tomó este tribunal. Lo que pasa en la sociedad en general, quiero decir, con exclusión de cuestiones políticas. Acá fue la sociedad que marcó qué Justicia teníamos. La noche del fallo y los días siguientes me escribían víctimas que hoy están ingresando al Programa Nacional de Protección de Testigos porque están asustadas. Algunas primero estaban enojadas, ahora agradecidas, porque después de ver a la psicóloga que las acompañó durante el juicio decidieron ingresar al programa de protección. Pero su primera reacción fue “fuimos a declarar, nos expusimos, y la Justicia dejó libres a trece personas que tienen que estar en la cárcel”. El sms de una de las chicas decía eso. Realmente creo que los jueces van a tener más cuidado. Estos días, con jueces federales, noté que había una cierta precaución que antes no tenían, precaución con las víctimas.

–¿En qué sentido?

–Un caso concreto: un allanamiento que hicimos la semana pasada, no puedo decir dónde porque el caso no está cerrado. Desde el Programa de Rescate, nosotros siempre tenemos lugar dónde alojar a las víctimas rescatadas, eso siempre se prevé antes. Pero en este caso el juez se preocupó porque hubiese un lugar. Y es mejor, porque obviamente se trabaja mejor en red.

svallejos@pagina12.com.ar


LA PRESIDENTA DE LA ASOCIACION DE MUJERES JUECES
La tradición, lo conservador
Susana Medina explica cómo se tratan los testimonios en un poder del Estado todavía sujeto a pautas que no incluyen los temas de género y no permiten “una visión abarcativa, diferente, comprensiva de otras cosas”.

La presidenta de la Asociación de Mujeres Jueces (AMJ), Susana Medina, encuentra que “la forma de valorar la prueba” es clave para entender un fallo como el del caso Verón. No ha leído la sentencia y se reserva la opinión sobre el caso en sí, pero construye un contexto para entender de dónde surge. Medina razona que si a los testimonios de las víctimas se les resta credibilidad, o se los relativiza en algunas cosas pero no en otras, en gran parte se debe a que “los integrantes del Poder Judicial venimos de una formación tradicional y somos, tal vez, el más conservador de los poderes”. Por eso, los estereotipos todavía pesan, aun cuando “es necesaria una mirada de género, abarcativa, diferente, comprensiva de otras cosas que hasta ahora no nos las habían enseñado”.

Durante los dos últimos años, la AMJ realizó capacitaciones sobre justicia, género y lucha contra la trata en todo el país. Los jueces Piedrabuena, Herrera Molina y Romero Lascano no participaron. Por formación y edad (todos rondan los 60 años), integran una generación graduada cuando “de estos temas no se hablaba ni se estudiaba, porque ni pasaba por la cabeza de nadie”. Medina, egresada en 1978 (“con –el ministro Ricardo– Lorenze-tti”), recuerda que estudió “el Código Penal de 1921, con esos parámetros”. Por eso, explica, la generación de los jueces del caso Verón “naturaliza estereotipos, considera a la prostitución como natural y la confunde con la trata”. No terminan de entender, explica, que “acá tratamos sobre la esclavitud de una mujer que ha sido raptada, engañada, explotada”.

–¿Con qué cosas se encontraron durante el proceso de capacitación?

–No había conocimiento acabado de los compromisos internacionales asumidos por el Estado nacional en materia de trata. No había conocimiento, sobre todo en las provincias, de la legislación internacional. Entonces, no había tampoco conocimiento de lo que estaba pasando en países fronterizos. Esto permitió, por ejemplo, cuando trabajamos en Misiones, Formosa, Chaco, Corrientes y Entre Ríos, hacer visible el problema porque lo instalamos en la sociedad a través de los medios de comunicación. En cada lugar adonde íbamos, en un taller, hacíamos la discusión y dábamos debate público a través de los medios. Entre Ríos se movilizó de una manera increíble.

–¿En qué cosas?

–De un año a la fecha se cerraron 53 prostíbulos y se rescataron 25 mujeres; se lograron sentencias importantes en trata. En la municipalidad de Paraná se clausuraron todos los prostíbulos en cinco meses: prostíbulos, cabarets, whiskerías, todas las casas de cualquier denominación que permitían la explotación sexual. La intendenta Blanca Osuna llevó adelante estas clausuras, se aplicaron fuertes multas. Se inhabilitó de por vida a los titulares de estos lugares para la tramitación de cualquier licencia comercial. Hoy Paraná está libre de prostíbulos, aun de lugares emblemáticos que estaban hacía 50 años, como la famosa Pensión Almafuerte 14. Hace 20 años, cuando era yo jueza de instrucción, lo clausuraban y abrían a cada rato. Hoy está cerrado, recuperado el inmueble y ahí funciona la Casa de la Mujer. Hacen capacitación para chicas que vivían de la prostitución y quedaron sin sustento diario.


“Un debate difícil”

“Las audiencias de debate se extendieron desde el mes de febrero hasta noviembre, en forma ininterrumpida (...) En el transcurso de este proceso, sobre todo en los primeros meses, los diferentes defensores plantearon numerosas incidencias que obligaron al Tribunal a interrumpir las audiencias a fin de deliberar y decidir (recusaciones, nulidades, exclusiones probatorias, pedidos de remisión a la Fiscalía de Instrucción por falso testimonio, etc.), esto unido a hechos tales como enfermedades y demoras de los imputados y otros planteos. Por su parte, la querella en forma externa y a través de diversos medios ha ido realizando comentarios inexactos y descorteces (sic) hacia los jueces que integran este Tribunal y en general los letrados y las partes. Ambas constituyen presiones sobre el Tribunal.”

Del dogmatismo al absurdo
Por Daniel Adler *

Me detendré en un solo punto de la sentencia que, luego de más de quinientas hojas de desarrollo, estableció que no pudo probarse el único hecho materia de imputación. Efectivamente, los jueces debían decidir si Marita Verón fue secuestrada en Tucumán y obligada a ejercer la prostitución en La Rioja. Al pronunciarse, manifestaron en su sentencia, luego del juicio oral que además es público, que ello no se pudo probar. Sin embargo, en la misma sentencia afirmaron que llegaron a tener certeza de que al menos ocho imputados “integraron una verdadera organización cuya finalidad era la explotar la prostitución de mujeres” (v. fs. 569/570), y más adelante dieron por probado que las mujeres que pasaron ante el Tribunal evidenciaron los efectos devastadores de lo vivido en los prostíbulos que regenteaban esas personas.

Centraré el análisis en la explotación sexual de mujeres. En atención a las afirmaciones del Tribunal, cabe preguntarnos si los jueces se encontraban habilitados para imponer sanción penal a los acusados luego de establecer que tenían certeza acerca de que éstos sí explotaban sexualmente a mujeres.

¿Qué pasaría en un caso similar en el delito de homicidio? Veamos. El Tribunal absuelve porque si bien se probó que Juan mató a Pedro, la acusación había establecido como objeto del juicio que el muerto era Ricardo y no Pedro. La absolución se fundamentaría en una situación irrelevante, pues en realidad hubo un hombre asesinado en manos de otro. Las circunstancias de tiempo, modo, lugar y personas son las mismas; sólo cambian los nombres.

Aquí el Tribunal dio por acreditado que una organización mafiosa explotaba mujeres, pero los absolvió porque no pudo determinar que la explotada era Marita Verón. Se trataría, al igual que en el hipotético caso del homicidio, de una situación irrelevante: otras mujeres, en las mismas circunstancias de modo, tiempo y lugar que Marita, fueron explotadas sexualmente. Lo que cambió fue solamente el nombre.

¿Qué hubiesen hecho los jueces en caso de juzgar el homicidio?

Pareciera que para responder por homicidio basta matar a un hombre sin importar quién fuese. Sin embargo, para condenar a proxenetas de mujeres el Tribunal ha exigido que la víctima fuese Marita Verón, aunque ante los jueces hayan pasado “jóvenes evidenciando los efectos devastadores de lo vivido” (sic). Esto tiene que ver con lo que queremos ver y la capacidad para ver que tenemos. La independencia judicial, hoy tan declamada, proclamada y requerida, necesita principalmente que opere un despojo de los propios prejuicios que la condicionan.

En caso de haber sido condenados por la explotación sexual de una mujer (se llamara como se llamara), desde un punto de vista procesal no hubiese existido indefensión para los imputados. La ampliación de la acusación hubiese permitido, además, la condena por el resto de las mujeres victimizadas.

Pero la sentencia pareciera exigir la conformación de un absurdo e inexistente tipo penal: la explotación sexual de una mujer llamada Marita Verón. El análisis dogmático penal y procesal penal debe evitar caer en situaciones absurdas.

* Profesor de Derecho Penal de la Universidad Nacional de Mar del Plata.

La Rioja, botón de muestra
Por Mariana Carbajal

En La Rioja, los prostíbulos están amparados por una ley provincial sancionada el 7 de junio de 2007 y velozmente promulgada por el gobernador Luis Beder Herrera, que pertenece al partido justicialista y adhiere al kirchnerismo. Es la única provincia que protege a ese nivel la explotación de la prostitución ajena en locales habilitados. En el resto del país, el negocio también cuenta con aval político, pero a nivel municipal, a través de ordenanzas. Desde hace un par de años algunas provincias y distritos han aprobado normas para prohibir cualquier local que sirva de pantalla para la explotación sexual de mujeres.

El fiscal Marcelo Colombo, a cargo de la Unidad Fiscal Asistencia en Secuestros Extorsivos y Trata de Personas (Ufase), de la Procuración General de la Nación, pidió en 2010 que la ley riojana 8166 sea declarada inconstitucional por violar la Ley nacional 12.331 –conocida como Ley de Profilaxis– que prohíbe “casas de tolerancia” en el territorio argentino. Lo pidió ante el Juzgado Federal de La Rioja, a cargo de Daniel Rubén Herrera Piedrabuena. Pero el magistrado no se pronunció. La ley sigue vigente. En la capital riojana, hay al menos cuatro “whisquerías” cerca de la ruta 38, de acuerdo con una investigación de la Ufase. Como propietarios del inmueble donde funcionaba uno de los burdeles figuraban dos personas, que serían hermanos, uno empleado de la AFIP y otro que se habría desempeñado en el Comité Federal de Radiodifusión entre 1989 y 2000, y entre 2002 y 2007 habría trabajado para el gobierno de la provincia, según la pesquisa de la Ufase. Recién el sábado último, con el revuelo que generó el fallo del caso de Marita Verón, el juez federal Piedrabuena ordenó la clausura de las cuatro “whisquerías”. Y el intendente de la ciudad Ricardo Quintela, a partir de esa decisión, se vio forzado el fin de semana a anunciar que suspenderá las habilitaciones de esos locales a través de un decreto y que pedirá al Concejo Deliberante que las derogue definitivamente e impida que se puedan volver a abrir. La ola de indignación que generó el fallo absolutorio dejó a juez e intendente sin más alternativa que actuar contra las mafias prostibularias.

Apenas un botón de muestra de las complicidades políticas y judiciales que amparan la explotación sexual de mujeres. Aunque Marita Verón fue vista por cinco jóvenes que estuvieron esclavizadas en prostíbulos riojanos regenteados por Irma Medina y sus dos hijos –los tres absueltos en el juicio–, ningún funcionario del gobierno provincial salió a decir nada al respecto. Solo el diputado radical provincial Juan Amado reaccionó y pidió el martes al gobernador Beder Herrera que llame a sesiones extraordinarias para incluir en el temario la derogación de la Ley 8166. Pero no encontró eco.

La polémica sentencia tucumana confirmó la existencia de una red de trata en La Rioja que operaba con métodos violentos y sádicos sobre las víctimas explotadas.

Por los desgarradores relatos de mujeres que han sido esclavizadas en burdeles se puede concluir que esos sitios son verdaderos centros de tortura. En La Rioja los ampara una ley provincial. Allí a las jóvenes –algunas adolescentes reclutadas bajo engaño se las droga, se las “ablanda” a fuerza de golpes, amenazas y abusos sexuales, y se las somete a continuo de violaciones diarias perpetradas por varones prostituyentes, que pagan y alimentan así el negocio de la trata.

¿Quién puede recordar si es de día o de noche, si pasaron uno o cinco días, si el cabello era rojo o los ojos de la mujer que vieron llorar y decir que tenía una hija llamada Micaela de tres años después de un régimen de tortura semejante? En los fundamentos del fallo que absolvió a los 13 imputados por el secuestro y la promoción de la prostitución de Marita Verón, los jueces alegaron que los testimonios de las víctimas de trata que afirmaron haber visto a la joven tucumana eran inconsistentes y contradictorios. Recuerdo una entrevista que le hice en 2002 a una chica dominicana, víctima de una red de trata que la trajo al país en la década del ’90, y que fue llevada a un prostíbulo de Tierra del Fuego donde durante meses no vio la luz del día. La explotaban sexualmente en el subsuelo del local. Tenía entonces menos de 20 años. Cuando pudo escaparse, con la ayuda de un cliente-prostituyente, me contó que se tatuó un sol y una luna en la espalda, para recordar aquellos días en que no tenía noción del tiempo.

Es, además, vergonzoso que los tres jueces de la Sala II de la Cámara Penal tucumana que juzgó el caso de Marita Verón no hayan querido participar de los talleres de capacitación sobre género y trata de personas para explotación sexual para funcionarios judiciales de todo el país promovido por la Corte Suprema de Justicia de la Nación. La capacitación es voluntaria. El contenido de los talleres fue elaborado durante 2011 por la Oficina de la Mujer del máximo tribunal juntamente con Ufase. El último año se capacitaron 300 “replicadores” designados por la Ufase y la Justicia y otros 80 que se sumaron del Ministerio de Seguridad, que se encargan de impartir los cursos en cada jurisdicción, en todo el país. El objetivo de los talleres es que los funcionarios judiciales comprendan las características de la trata para explotación sexual, se sensibilicen en relación con ese flagelo y, de esa forma, se logren eliminar prejuicios y otras barreras que persisten en el ámbito judicial y de las fuerzas de seguridad, que conspiran contra la persecución y sanción del delito.

La mirada sexista y clasista de los jueces tucumanos quedó de manifiesto en los fundamentos del fallo. No le creyeron a ninguna de las víctimas de trata que declararon que vieron a Marita.

También deberían capacitarse funcionarios de los gobiernos provinciales y municipales.

Los casos de trata
“Este juicio (...) reveló sin embargo típicos casos de trata (...). Este Tribunal debe ajustarse al marco fáctico de la acusación: privación ilegítima de la libertad con fines de ejercicio obligatorio de la prostitución de María de los Angeles Verón. No obstante, se impone de modo inexcusable que las conductas de las personas mencionadas (N. de R.: Irma Medina, Fernando “Chenga” y Gonzalo Gómez, Mariana Bustos, Azucena Márquez, Carlos Luna, Paola Gaitán, Juan Derobertis), que han quedado fuera del ámbito de competencia de este Tribunal, sean investigadas y eventualmente juzgadas en el marco de la Ley Penal.”

Testimonio cuestionado
“La única prueba con entidad traída a juicio ha sido la de testigo, es decir, las jóvenes que pasaron o estuvieron en algunos de los tres locales de La Rioja: El Desafío, Candy y Candilejas. Y que afirman haber estado en contacto en todos los casos limitadamente con la persona que dicen reconocer en material fotográfico que les fue exhibido (...) Se presentó el dilema de dos testigos con relatos divergentes, en fechas coincidentes. (...) Otro caso es el de testigos que estando al mismo tiempo juntos (...) percibiendo las mismas circunstancias: llegaron juntas, dormían juntas, trabajaban juntas en el mismo prostíbulo y sin embargo sus declaraciones eran diferentes (...) Llama la atención la uniformidad del discurso de las testigos, algunas dicen (que) vieron a esta chica con jeans claros y la remera o musculosa turquesa. Su flequillo y color de pelo hasta los hombros, castaño, ojos grandes marrones claros (a pesar de los pupilens). Ninguna describe cómo llegó a La Rioja, y algún otro comentario, que no sea común a todas las testigos. Ellas relatan que conversaron con quien resultó ser María de los Angeles Verón, pero el contenido siempre es el mismo concentrado y repetido. Nunca la supuesta María de los Angeles Verón relata qué le ocurrió, cómo llegó allí, contrariamente al relato uniforme de todas las testigos, como surge del debate, en el que en detalle relatan su vivencia del trayecto recorrido, la razón –búsqueda de trabajo, captadas, engañadas, mejora de situación–, el tiempo que permanecieron y los diferentes lugares, cabarets, prostíbulos en que estuvieron con detalle de las circunstancias vividas.”

30/12/12 Página|12


GB