Según parece Marco Polo no fue a lejano oriente solo a traer canela. O al menos no trajo solo eso, sino que también trajo libros, y así importó la milenaria cultura de la guerra y de los servicios secretos sobre el enemigo. Así los venecianos emplearon para con sus vecinos todas las tácticas y arte de aquellos, apoyando al más débil para debilitar a su potencial rival, y luego apoyarlo a este contra un tercero. Los venecianos, instalados en un territorio de difícil acceso y fácil de defender, tuvieron una gran influencia entre sus vecinos de Europa, haciendo pelear a unos contra otros, intrigando entre ellos con un interesante servicio de espías y dominando el comercio de la época. Sentados en un banco el la plaza pública hacían sus negocios financieros; de ahí el termino “banco” para las entidades financieras. Cuando no tenían más crédito, simplemente se retiraban sin pagar, rompiendo el banco da ahí el término “quebró la banca”.
Como Venecia “les quedara chica”, emigraron a los Países Bajos, un territorio de características similares pero mejor ubicadas. Ahí armaron nuevamente su imperio comercial y a partir del siglo XIII se instalan en Londres, un territorio más fácil de defender, con facilidades de comunicación y transporte hacia todos lados. Como el mal clima de Londres les dificultaba trabajar al aire libre, se instalaron en el bar de Lloyd (no se si te suena) que dio el nombre a sus empresas financiera y de seguros. Para esa época contaban con su agencia de servicio secreto, cuando América no tenia ni miras de ser descubierta. Fue la época que el decir de Jauretche, los italianos eran los “ingleses de los ingleses”.
Esta técnica de apoyar al débil para debilitar al fuerte tiene muchos ejemplos en la historia de Inglaterra, como en su alianza con holanda para desplazar a los portugueses de la India, (obteniendo de paso ventajas en las colonias holandesas), para aliarse después a los portugueses para desplazar a los holandeses (obteniendo de paso ventajas en las colonias portuguesas). Los franceses también aprovecharán las rivalidades de los indios, para obtener beneficios. La india paso de ser un con industria textil, a un país agrario donde morían de hambre millones de personas: cinco millones entre 1850 y 1875 y quince millones entre1875 y 1900. Como en otros lados, los ingleses restringen en la India la navegación y la construcción naval. Romesh Dutt dirá que “en verdad la humedad de la india bendice y fertiliza otras tierras”. “según Digby el tesoro extraído por los británicos entre la batallas de Plasey y Waterloo oscila entre quinientos mil millones y un billón de libras esterlinas”. No vale la pena hablar del oro y la riqueza del mundo que están en el museo de Inglaterra. (la de los faraones, por ejemplo)
Los ingleses contrabandeaban opio de la India a China, y como el emperador restringe el tráfico, inician las tres guerras del opio (1842, 1856 y 1858) apoyados por otras potencias, obtiene la apertura de los puertos al comercio ingles y se queda en posesión de Hong Kong. También se quedarán con Gibraltar (1704), dominando así la entrada al mediterráneo y el control de las flotas de España y Francia que para defender sus costas tenían sus escuadras divididas en ambos lados de Gibraltar.
Algo parecido a la guerra del opio sería la “guerra del guano” : una compañía inglesa con sede en Santiago explotaba el guano en las costas de Bolivia y Perú. Como estas pretendieron aumentar los impuestos al guano armó la guerra que dejo a Bolivia sin costa, y a ambas con menor territorio. Ejemplos como este podemos ver en distintas partes del globo, en distintas épocas.
Para apoyo de su flota Inglaterra se posesiona de territorios de ultramar: Gibraltar (1704), El Cabo (1795) Ceylan (1796), Malta (1800), Buenos Aires (1806), Mauricio (1810), Singapur (1819), Malvinas (1833), Adén (1839), Hong Kong (1842), Chipre 1878) entre otros. También el gobierno ingles se quedará con el canal de Suez acortando las rutas marítimas, y siendo para buques a vapor terminará con la competencia de navegación a vela. Y todo esto con la “ingerencia del estado británico”. También se quedará con gran parte del Canadá francés.
Inglaterra: La cuna de la cultura
La colonización mental traída “por los hombres de la luces”, como Rivadavia, nos hizo creer que Francia y los ingleses eran la “cuna de la cultura”, mientras que la nuestra, heredada de “los brutos españoles” era “la barbarie”. El mismo Sarmiento dice que el interior es “un país bárbaro”, donde "no se encuentra una levita ni una montura inglesa” , y muchos de nuestros “iluminados” viajaban a Europa a importar teoría que nos sacaran de la barbarie y el atraso.
Sin embargo España heredó su cultura de los Romanos y la enriqueció con la cultura también milenaria de los árabes durante la dominación de España, mientras en Inglaterra todavía andaban a los garrotazos. En la época de los romanos, los sajones eran parte de los bárbaros, y para el siglo XIII no tenían ninguna universidad, mientras que en España había doce. Dicho sea de paso que la primera Universidad data de mediados del siglo XI en Bolonia, en Italia, de cuya nacionalidad tenemos tantos inmigrantes que Sarmiento despreciaba. También los italianos inventaron el reloj como máquina astronómica en 1350 (los hermanos Dondi, de Papua) y el inventor de la maquina de vapor, Sarvey, tuvo os antecedentes de italianos, alemanes y franceses.
Los españoles trajeron del lejano oriente, y adoptaron, tres cosas que fueron fundamentales para el adelanto de la navegación: la brújula, el timón y la vela latina. Anteriormente los barcos, a falta de timón se maniobraban a remo. La vela cuadrada les permitía impulsarse a favor del viento, o a remo. Con el timón y la vela latina, pudiendo impulsarse aún con viento de proa, pudieron prescindir de los remos, los que le permitió diseñar barcos de mayor capacidad y altura. Esto le permitió a Colon (al parecer Genovés) descubrir América.
En el siglo XVI los ingleses adquirieron barcos del Báltico, que estaban más adelantados, para usarlos de modelo y fabricar sus propios barcos, mas grandes y mejor equipados con cañones de hierro, más económicos y eficientes que los de bronce. La batalla de Trafalgar, mal tiempo de por medio, haría caer a “la armada invencible” y cambiaría el rumbo de la historia. Los ingleses dominarán los mares y se harán dueños del trasporte y el comercio mundial. Pero de ahí a ser “la cuna de la cultura” hay mucho para decir; si hasta el idioma ingles, impuesto solamente por un hecho comercial, parece un dialecto al lado del español, mucho más rico.
Prof GB
FUENTE LAGAZETAFEDERAL.COM