lunes, 16 de abril de 2012

La excelente política petrolera del gobierno, por Horacio Bustingorry


Capital Federal (Agencia Paco Urondo) El anuncio hecho por Fernández de Kirchner el 7 de diciembre sobre el descubrimiento de un enorme yacimiento de gas en Neuquén significa un importante avance en la política de hidrocarburos implementada por el gobierno nacional. Lamentablemente, el hecho se vio empañado por la represión de la Policía Federal y Metropolitana en Villa Soldati esa misma noche y la presencia del neoliberal Mauricio Macri en el anuncio. Sin embargo, el accionar de las mafias policiales no debe eclipsar el significado de este descubrimiento y la coherencia de la política energética K.
Una política hidrocarburífera nacional sin nacionalizaciones
Muchos detractores y simpatizantes del gobierno plantean que el modelo a seguir en hidrocarburos es el llevado a cabo por Venezuela y Bolivia, países con producción bajo gestión estatal. Los detractores aducen que la no estatización de estos recursos demuestra el doble discurso del gobierno, que dice ejercer soberanía cuando en realidad “entrega las riquezas naturales a las empresas extranjeras”. Los kirchneristas esgrimen que la correlación de fuerzas no permite un avance a fondo. Ambos están equivocados porque la política petrolera y gasífera actual es perfectamente coherente con el proyecto económico que encabeza Cristina.
Tanto el Estado de Bolivia como de Venezuela administran de sus recursos de hidrocarburos para apropiarse de esa riqueza, conseguir ganancias a través de la exportación y distribuir la renta obtenida entre la población. Para Bolivia, el principal recurso exportable es el gas y para Venezuela, el petróleo. Los índices de pobreza en ambos países son muy altos y la apropiación de la riqueza del subsuelo apunta a paliar ese déficit. El objetivo son las divisas para desarrollar un país de mayorías campesinas (Bolivia) y con una industrialización incipiente (Venezuela), muy por debajo de Argentina y Brasil.
En contraste con esas experiencias, Argentina posee un mayor desarrollo capitalista y tiene margen para buscar la solución del flagelo de la pobreza y el desempleo a través de otras alternativas. La distribución de la riqueza, la generación de puestos de trabajo, la caída en los índices de pauperización fueron posibles desde 2003 por el crecimiento de la industria, la construcción y el comercio. La reducción en los índices de desocupación fue lograda en las micro, pequeña y medianas empresas. La política petrolera y gasífera fue un engranaje más en el modelo kirchnerista de creación de empleo.
La política hidrocarburífera está en consonancia con la matriz neodesarrollista del modelo. Su principal rasgo apunta a incrementar la producción de gas y petróleo, aumentando la oferta energética y acompañando el crecimiento del PBI industrial. Se trata de evitar la asfixia energética ante la creciente demanda de las fábricas, sea por vía directa (mayor provisión de gas) o indirecta (aumento de la generación eléctrica). La construcción de centrales termoeléctricas que utilizan combustibles fósiles para su funcionamiento ha crecido a buen ritmo en los últimos años.
La política petrolera y gasífera también ha contribuido a bajar el costo de funcionamiento de las empresas. Los bajos precios de las naftas en términos comparativos permitió el abaratamiento de la circulación de mercancías. La no escalada de precios coadyuvó a bajar el costo laboral sin reducir salarios, vía el abaratamiento del costo de reproducción de los trabajadores. Esto es posible porque las mercancías consumidas por los obreros no aumentaron al mismo ritmo que el dólar. Además, la propia movilidad y transporte de los trabajadores se vio favorecida por el aumento controlado de los combustibles. El dinero ahorrado en ese rubro pudo ser volcado al mercado interno y contribuir de esa manera al círculo virtuoso de generación de empleo.
Los mecanismos para el control del precio del petróleo y sus derivados son variados. Por un lado el precio del barril de crudo en el mercado interno está fijado en 42 dólares. Ante subas de precios en el mercado internacional superior a 90 dólares se ha diseñado un complejo sistema de movilidad para desacoplar los precios internos de los externos. Por otra parte se cobran retenciones del 45 % a la exportación de crudo y del 5 % a las naftas. Cuando los aumentos de precios son aplicados por las refinerías, el gobierno se vale de la Ley de Abastecimiento para regularlos. La disposición que estableció recientemente la Secretaría de Comercio Interior para que Shell y Esso retrotraigan los valores de sus naftas al 28 de enero pasado es un ejemplo de ello.
Es evidente que esta política nada tiene que ver con el supuesto modelo extractivo del que hablan el pinosolanismo y algunos economistas. Ellos homologan la política minera a la hidrocarburífera. La actividad minera se desarrolla en una economía de enclave, acotada a regiones específicas y sin generación de valor agregado. El mineral se extrae e inmediatamente es destinado a la exportación sin cobro de retenciones. En ese sentido esa política mantiene rasgos neoliberales. La lógica de dicha actividad responde más a una alianza política del gobierno con las provincias mineras que al delineamiento de un modelo económico de alcance nacional. En cambio, la política petrolera y gasífera es desarrollada a través de un mercado regulado por el Estado. Los controles de precios permitieron que las industrias de menor competitividad –que son las mayores generadoras de empleo- pudiesen competir con el boom de las importaciones chinas. Gracias a ello los índices de generación de empleo han sido espectaculares durante buena parte del kirchnerismo. Queda refutado entonces, el sentido común tanto de izquierda como de derecha que atribuye los logros sociales del gobierno nacional sólo a los buenos precios internacionales de la soja.
¿La nacionalización del petróleo hubiese profundizado esta política?
La nacionalización del petróleo hubiese implicado un descalabro inicial y un reacomodo operativo y organizativo con una pronunciada caída de la producción. Dada la complejidad de la extracción petrolera actual, el manejo de esos recursos por el Estado no significa que automáticamente se genere una mayor productividad. La opción elegida por el gobierno nacional fue otra. Ante la caída de las inversiones y las reservas el gobierno de Cristina optó por la táctica de incorporar un socio argentino a Repsol YPF.
La compra por parte de Enrique Eskenazi, en diciembre de 2007, del 14,9 % de los activos que Repsol posee en el país fue parte de ese plan. La apuesta del gobierno fue incorporar a la petrolera un empresario de confianza para fijar un plan de inversiones acorde a las necesidades del modelo económico más general. “Capitalismo de amigos” dicen los representantes de la derecha liberal al estilo de Jorge Fontevecchia. Lo concreto es que a partir de Eskenazi, Repsol incrementó los niveles de exploración y asumió mayores compromisos de inversión. En los últimos años la empresa adquirió sus propios equipos de perforación siendo la única petrolera con áreas adjudicadas que en algunas regiones no subcontrata compañías perforadoras. Además, Repsol -pese a ser la empresa con mayor cantidad de yacimientos en el país- no es la principal exportadora de crudo ya que la mayor parte de su producción es volcada al mercado interno.
Es interesante un contrapunto con la reciente experiencia en Bolivia donde se intentó un fuerte aumento de combustibles. La reacción popular contra esa medida del compañero Evo Morales debe servir como alarma para quienes tienen una fascinación acrítica por las decisiones tomadas en países extranjeros. Pese a la nacionalización del 85 % del petróleo, la caída de la producción en Bolivia ha sido vertiginosa. La ausencia de cuadros técnicos, dificultades en la gestión y un fuerte desmanejo llevaron a la decisión de aumentar los precios con el objetivo de que las empresas privadas incorporen un plan de inversiones. El paso abrupto del festín capitalista a la apropiación del Estado de los recursos desembocó en una medida antipopular de uno de los gobiernos más progresivos de América Latina. Ese es el modelo que el pinosolanismo propone para Argentina. Los resultados están a la vista.
¿Qué perspectivas abre el descubrimiento del yacimiento en Neuquén?
Algunas voces plantearon que hace mucho tiempo se sabía de tales reservas. Sea como fuere, el anuncio hecho por Cristina el 7 de diciembre indica que está en marcha un programa de inversiones de alto valor. La formación de arenas compactas y arcillosas que presenta este yacimiento requiere un mayor desembolso de dinero y la utilización de una tecnología más compleja en las tareas de perforación y terminación de pozos que la convencional. Cuando esas reservas estén en actividad en los próximos años, la mayor producción de gas y petróleo permitirá en el incremento de la oferta energética y la disipación de la crisis tantas veces anunciada y nunca concretada. Por eso, el camino elegido por el kirchnerismo de acordar con Repsol un programa de inversiones ha sido la mejor manera de no dejar al capricho del mercado la política hidrocarburífera del país. Este plan tal vez no tenga la mística que a muchos militantes les gustaría manifestar. Sin embargo, permitió avanzar en el mejoramiento de las condiciones de vida de la población a la manera que enseñaba el General: “en su medida y armoniosamente”. (Agencia Paco Urondo)

GB

Política petrolera: ¿Nacionalización de YPF o incremento de la producción?


Por Horacio Bustingorry I "Una nacionalización total de YPF (que si bien es la empresa con más áreas adjudicadas no posee más del 30 % de la producción) no necesariamente será garantía del incremento de la oferta petrolera. La necesidad de capitales privados parece incuestionable...".
http://www.clarin.com/edicion-impresa/Gobierno-YPF-creciente-deficit-energetico_CLAIMA20120413_0040_19.jpg
En un artículo anterior planteamos una caracterización de la política petrolera del gobierno. Sosteníamos que la producción de petróleo debía entendérsela como insumo industrial y no como generador de renta para la distribución de la riqueza. En ese sentido la política petrolera no podía ser similar a la de Bolivia y Venezuela donde la propiedad estatal del gas y el petróleo garantiza que la captación de renta de las riquezas naturales sea distribuida entre el conjunto de la población.
Entendíamos además que una YPF privatizada no necesariamente implicaba una política entreguista. Las retenciones a las exportaciones de petróleo y nafta, el desacople del precio externo con los del mercado interno y las políticas de control de precio sobre los combustibles son elementos que nada tienen que ver con la política petrolera de los 90. Sin embargo en la nota manifestábamos fuertes expectativas sobre el plan de inversiones comprometido por YPF, planteo que resultó ser erróneo. Aun así la avanzada del gobierno sobre Repsol no desmiente la idea general del artículo sino que la confirma: el problema urgente en Argentina no es recuperar YPF para el patrimonio nacional sino recuperar el autoabastecimiento petrolero para el crecimiento industrial.
Este argumento es similar a los planteos desarrollistas clásicos. La energía debe ser un insumo de bajo costo para facilitar inversiones en la industria. Se torna indispensable asegurar el autoabastecimiento petrolero para evitar las volatilidades de un escenario internacional complicado. Para lograrlo es necesario incrementar la producción a través de un máximo desarrollo de las cuencas. Sin embargo existe una importante diferencia entre ambos modelos. Los desarrollismos de Frondizi y Onganía basaban el crecimiento industrial en la expulsión de fuerza de trabajo. El neodesarrollismo kirchnerista en cambio tiene como uno de sus principales pilares la creación de empleo.
Uno de los intentos del gobierno nacional para incrementar la producción petrolera fue el ingreso del Grupo Petersen a YPF. Se buscaba que un empresario de confianza del gobierno desarrollase un plan de inversiones acorde a las necesidades de la economía. La apuesta fue coherente pero magros los resultados obtenidos. Las inversiones nunca llegaron, la caída de la producción se mantuvo y la oferta petrolera continuó en declive. Todo eso sumado a que las compras de acciones de YPF por parte de Enrique Eskenazi se hizo con las propias utilidades de la empresa y sin poner un solo peso.
El endurecimiento del gobierno con Repsol es producto del fracaso de la anterior tentativa. Las críticas contra la empresa fueron la fuerte desinversión, la falta de exploración, la caída de la producción. En la misma línea se expresaron los compañeros de La Cámpora con afiches pegados a lo largo y ancho de todo el territorio nacional. El documento que redactó la OFEPHI para intimar a las empresas a realizar las inversiones retoma los mismos tópicos. En su artículo 2º se aboga por una mayor exploración y producción, en el artículo 3º se plantea un seguimiento para detectar los procesos de desinversión y en el artículo 4º se habilita los ceses de concesiones. Hasta el momento Repsol ha perdido casi un cuarto de sus áreas. Se le quitaron concesiones en Santa Cruz, Chubut, Neuquén, Mendoza. Salta y Río Negro y existen intimaciones por parte de Tierra del Fuego y Formosa. En otras provincias también se ha avanzado sobre otras empresas como es el caso del yacimiento Veta Escondida en Neuquén que estaba en manos de Petrobras.
Este quite de concesiones no debe confundirse con un avance en la recuperación del patrimonio nacional. Las medidas fueron tomadas por la ausencia de inversiones, es decir por la falta de cumplimiento de la función social por parte del capital. Las áreas serán licitadas nuevamente y podrán ingresar capitales estatales, privados o mixtos. El quid de la cuestión pasa por asegurar que un mayor porcentaje de las ganancias sea destinado a inversiones. En ese marco debe entenderse el cuestionamiento de Cristina a Repsol por la distribución del 90 % de los dividendos entre los accionistas.
El problema sigue vigente y la solución es tema de controversia. Una nacionalización total de YPF (que si bien es la empresa con más áreas adjudicadas no posee más del 30 % de la producción) no necesariamente será garantía del incremento de la oferta petrolera. La necesidad de capitales privados parece incuestionable, máxime teniendo en cuenta que los yacimientos que prometen una mayor producción requieren de una tecnología de avanzada y de un desembolso de dinero que el Estado por si solo no está en condiciones de afrontar.
No se sabe hasta donde quiere ir el gobierno y cual será la alternativa. Una posibilidad que se baraja es la constitución de una empresa mixta con la participación del Estado Nacional, de los Estados Provinciales y del capital privado. Como nos señaló un lector el modelo Petrobras tal vez sea la opción más adecuada. Qué solución se adoptará dependerá de un minucioso análisis técnico y de una realista percepción de la correlación de fuerzas. Sea cual sea la decisión final el camino ya está en marcha y el futuro es promisorio.

FUENTE AGENCIA PACO URONDO.

GB

domingo, 15 de abril de 2012

YPF, una historia

"Como aconteció con muchas otras cuestiones semejantes, durante el gobierno de Yrigoyen los radicales estuvieron divididos en torno del problema del petróleo. Algunos propugnaban su explotación por parte del capital extranjero; otros urgían crear una entidad semiestatal apoyada con inversiones del capital nacional; y un número mayor aún deseaban que se estableciera una suerte de asociación entre el Estado y los inversores extranjeros, por la cual aquel se hiciera cargo de la exploración y organizara luego la adjudicación de conseciones privadas. El gobierno se había inclinado por esta última opción. En los mensajes al Congreso, Yrigoyen nunca mencionó la nacionalización o el monopolio estatal.
Otra expresión delc ambio era el marcado antinortemaericanismo que fue difundiéndose entre los yrigoyeniestas. A mediados de la década la Standard Oil había establecido uan importante base de operaciones en el país. En 1926 La Epoca inició una prolongada campaña contra el otorgamiento de derechos de perforación por parte de las autoridades provinciales de San Luis y Jujuy.

A partir de entonces atacar a los "trusts petroleros norteamericanos" se convirtió en un lugar común. En el curso del debate sobre este tema llevado a cabo en el Congreso en setiembre de 1927 fueron habituales comentarios como este:

"se sabe el enorme peligro que entraña para las naciones que poseen grandes petrolíferas, tener metido dentro de sus fronteras el poder tentacular de una gran compañía-sin nombrarla , todos los señores diputados saben a que me refiero al poderoso trust del norte- , que ha traído a todas las repúblicas latinoamericanas, no solo , duras complicaciones de carácter económico y financero, sino lesiones irreparables a su soberanía y a su dignidad internacional."

Otro diputado yrigoyenista declaró:

"Que se salve la segunda riqueza pública. No demos el espéctaculo (que dimos en el caso) de la tierra pública.Salvemos esto que es la sangre misma del país. Un motor no roncará en el territorio inmenso de país sin que en sus entrañas arda este nuevo espíritu, que es el espíritu que trnsforma industrialmente, socialmente y económicamente la nueva Argentina que soñamos."

Varias eran las razones por las cuales el monopolio estatal del petróleo se convirtió en un slogan tan popular entre los yrigoyenistas.
Estaba concebido como una manera de allanar el camino hacia un proceso de gran desarrollo industrial, lo cual significaría eludir los diversos problemas que originaban los períodos de contracción económica y de contracción de los mercados para los artículos de exportación."

David Rock, El radicalismo argentino, 1890-1930, Amorrortu Editores, pp. 239-240.

UN POCO DE ECONOMIA Y SOBERANIA

" ADVERTENCIAS MUY DURAS", " ATAQUES", " HOSTILIDAD", "TENSION", "ULTIMATUM", "CONSECUENCIAS (?)".... apenas algunos de los conceptos del monopolio para definir  la relación de España-YPF-REPSOL, y nuestro gobierno.
Con clara postura pro-española, Clarín, por un ratito cargó sus tintas contra nuestro Estado soberano, mientras vuelve a preparar para estos días otro embate contra el gobierno nacional con Boudou como excusa.

YPF-REPSOL, ganó en los últimos diez años en la Argentina, 41 mil millones de pesos y giró al exterior 47 mil millones de pesos.
Por qué entonces, existen áreas sin explotar?, en un país que dio claras muestras de crecimiento económico y necesita petróleo y gas convencional y no convencional para seguir generando producción, empleo e inclusión.
Será quizás porque el poco o mucho capital acumulado es para cubrir parte de la crisis capitalista engendrada por los gobiernos españoles, que hoy por ejemplo tiene al 50,5% por ciento de sus jóvenes desempleados?

Mientras el mundo capitalista occidental se debate, especialmente en Europa entre medidas económicas ortodoxas ( léase neoliberales: ajuste:desocupación:menos educación:menos salud), aquí los coreutas periodísticos, cuestionan decisiones soberanas como la actividad del Banco Central, o las posturas pro-activas para incrementar la producción de..NUESTROS RECURSOS NATURALES.

Lograr mantener el nivel de empleo, pagar deudas con reservas y no emitir deuda para luego pagar esos intereses, controlar los capitales financieros, negociar con las empresas multiancionales para desidir en conjunto cuando, dónde y cuanto invertir en función de un plan productivo, mantener al país alejado de la crisis internacional, fortalecer la producción nacional impidiendo la entrada indiscrimianda de importados que ayuden a paliar (otra vez) las crisis nacionales de los países centrales donde cae la capacidad de compra de sus ciudadanos, es "pelearse y aislarse del mundo"

Martínez de Hoz y Cavallo, decían exactamente los mismo, Argentina durante décadas estuvo aislada del mundo, pero con ellos estuvo bien aspectada en el FMI y el BANCO MUNDIAL, e incluída en el endeudamiento eterno.

"Según la Cosntitución de 1994, el dominio originario otorga a las provinciasla capacidad de otorga las licencias de explotación."

"Pero algunos juristas expresan que, mas allá del dominio originario de las provincias, la propiedad de los hidrocarburos es del pueblo argentino."

"Resulta imprescindible la participación decisiva de la Nación en la explotación de hidrocarburos"
( JORGE ANDRES REPAR, miembro de CARTA ABIERTA, especialista en energía)

Tecnología, inversión,herramientas jurídicas regulatorias, conocimiento, empresas, trabajadores y el Estado-Nación; siempre serán algunas de las variables que debemos tener en cuenta a la hora de opinar en este sistema capitalista mundial, qué rol nos ocupa como argentinos: soberanos.


GB

miércoles, 11 de abril de 2012

MEDIOS Y DEMOCRACIA, NO COINCIDEN


Medios|abril 11, 2012

Fuente AgePeBa

La demonización del “kirchnerismo”, punto de encuentro de medios opositores

El oficialismo nacional, “un régimen” contra la “autonomía universitaria”, en “guerras políticas” contra otros sectores del justicialismo y en defensa de Boudou. Así presentan hoy la agenda política los principales medios.

Aún con un panorama informativo disperso, los medios dominantes insisten en presentar al “kirchnerismo” o bien al “cristinismo” como un grupo político violento, que actuaría movido por el odio y aún a costa de la propia institucionalidad contra el gobernador de la provincia y otros actores políticos.
En el plano nacional, Clarín y La Nación coinciden en reconocer que el vicepresidente, Amado Boudou, al que semanas atrás presentaban en soledad defendiéndose de las acusaciones planteadas por esos mismos medios, es respaldado por la casi totalidad de los dirigentes adscriptos a la corriente política que gobierno Argentina. Clarín incluye en esa defensa al vicegobernador bonaerense, Gabriel Mariotto, pero el más explícito es La Nación, quien con firma de Laura Serra titula: “El kirchneismo cierra filas en defensa de Boudou”. Allí cita a dirigentes no identificados del oficialismo y alude al gobernador de la Provincia: “Todas las denuncias de Boudou contra el estudio Righi , el juez Daniel Rafecas y los sablazos contra Scioli tuvieron el consentimiento pleno de Cristina. Quien piense lo contrario no conoce la dinámica kirchnerista. Entonces, si la decisión presidencial es ΄bancar΄ a Boudou como sea, estaremos firmes”, reproduce de un denominado “kirchnerista fervoroso”. Además, alude a la posibilidad de que algún sector del oficialismo esté “detrás” de la investigación judicial para favorecer a Scioli como candidato presidencial en 2015.

La Nación también reproduce declaraciones del presidente del bloque de senadores de la UCR, Luis Naidenoff, quien dijo: “Cuando se involucran en denuncias mediáticas contra Daniel Scioli, en esta especie de guerra cuasi mafiosa, lo menos que podemos hacer desde el Congreso es investigarlo”.
En Clarín, Eduardo Van der Kooy afirma: Amado Boudou, en su desesperada defensa, derramó esas sospechas sobre todo el Poder Judicial. También lo hizo sobre viejos (los medios de comunicación) y nuevos enemigos (Daniel Scioli, el duhaldismo, la empresa Boldt). Pero esos actores forman parte de las guerras políticas imprescindibles que requieren la Presidenta y el kirchnerismo para justificar muchas de sus decisiones y, tal vez, su propia existencia”. Scioli y otros “enemigos” serían entonces blancos de la “guerra” que justificaría decisiones presidenciales. Las convicciones, las utopías, las ideas de desarrollo o de justicia social no entrarían en juego, según se deduce por oposición de las reflexiones de Van der Kooy.
Entre los medios provinciales, un caso extremo es el de Ricardo Salas, quien en su columna de La Nueva Provincia, alude al “régimen kirchnerista” con lo cual parece suponer que las instituciones republicanas habrían sido remplazadas por una forma de gobierno diferente.

Para Salas, existe “un clima de confusión que abre diversos signos de interrogación dentro del oficialismo K”, ya que “el objetivo del oficialismo ΄cristinista΄ por desviar la atención judicial que pesa sobre las espaldas del vicepresidente Amado Boudou termina enrareciendo la temperatura doméstica del propio kirchnerismo”. Para el columnista, “Scioli no sólo también recibió parte del fuego cruzado de Boudou, sino que, desde sectores mediáticos que responden al kirchnerismo puro, brotó una presunta ΄operación΄, buscando involucrar al gobernador con directivos de la empresa Boldt, que administra los juegos en la Provincia”.

Además, “en La Plata, aseguran que esa movida interna es la continuidad del reciente pedido de informes motorizado por el jefe del bloque de diputados del Frente Para la Victoria, Juan de Jesús y luego aprobado en la Legislatura, que terminó involucrando a Scioli y que puso una vez más en el centro de la escena el negocio del juego en la Provincia”.
Según Salas, “Desde el régimen kirchnerista, también quieren vigilar a Scioli por la distribución de la pauta publicitaria que otorga la Provincia”, y “en el trasfondo de todo esto, está la disputa política de fondo dentro del peronismo K por su propia sucesión en las lejanas elecciones de 2015, ya sea en Nación como en la provincia de Buenos Aires. (…) Sectores kirchneristas ven en Scioli a un aliado que ΄más temprano que tarde΄ puede llegar a partir hacia otro proyecto presidencial dentro del peronismo crítico enfrentado al gobierno nacional”, sostiene.

En el diario Hoy, en tanto, con firma de su directora, Myriam R. Chávez de Balcedo, se habla de “cachetazo a la autonomía universitaria”, de “infame intervención del Gobierno sobre la Justicia” y de “un panorama absolutamente sombrío” a nivel nacional.
Luego alude a la inauguración del edifico Presidente Néstor Kirchner de la Facultad de Periodismo de la UNLP como “un hecho que raya lo tragicómico”. Para Chávez de Balcedo, se trató de un “circo” o bien “una puesta en escena protagonizada por muchos de los que suelen trabajar de aplaudidores en cada uno de los actos de la Presidenta, pero que a su vez demostró el daño profundo que se le está infringiendo a una institución tan significativa para La Plata como es la Universidad Nacional”. Para la directora del Hoy, la imposición del nombre “constituye una clara violación de la autonomía universitaria respecto al poder político establecido” tolerada por el rectorado ideada “para congraciarse con el kirchnerismo”.

Según Chávez de Balcedo, “en función de un puñado de partidas presupuestarias, que bajan discrecionalmente desde el Gobierno nacional, la conducción de la UNLP está sacrificando su prestigio académico, científico y cultural. Y está abandonando el espíritu crítico que debería tener una institución que se encarga de formar a los futuros profesionales”.

También en el Hoy se muestra a Scioli y Mariotto recorriendo distritos afectados por la tormenta el miércoles y con un agregado: “disimulando diferencias”, según la consideración del matutino platense, quien anuncia la realización del segundo foro de seguridad en Florencio Varela.
Infocielo se diferencia del resto informando que “en 2003, hubo denuncia de ΄soborno΄ en Legislatura” Titula el portal: “La banelco bonaerense que implicó a Boldt y de la que se olvidó A. Boudou”, y se refiere a una “condonación” de deuda a Boldt que data del gobierno de Felipe Solá, quien sin embargo vetó parcialmente la Ley.


Conflictos
El diario El Día pone en tapa uno de los temas importantes referidos a la gestión provincial “Con otro paro, se profundiza el conflicto en la Justicia”, y considera que los tribunales están “semiparalizados”. El tema también está presente con buen despliegue en el diario Hoy, La Nueva Provincia y los portales. En El Día también se destaca el paro de los médicos previsto para mañana.
El diario del grupo Kraiselburd también da espacio para el descargo del intendente de Pinamar, Blas Altieri, investigado por el otorgamiento de viviendas sociales a varios de sus familiares. Para La Tecla, “Altieri muestra sus cartas y dijo que Scioli lo apoya”.

GB

El 2008, el campo, La Historia Argentina (la de Ellos) y José P. Feinmann....

 Por José Pablo Feinmann
Hay frases que deben agradecerse. Hay personajes que no pueden dejar de ser lo que son y, por consiguiente, en algún momento se les escapa la verdad. Tan hondamente la llevan en sus corazones. Hacemos referencia al señor vicepresidente de la CRA (Confederaciones Agrarias Argentinas). No sólo dijo algo que pensaba, algo de su historia personal, de su infancia tal vez, hizo una síntesis admirable de la educación argentina desde 1880 hasta el presente. Acaso algo haya cambiado. Pero es difícil cambiar las cosas en ese ámbito. Tan cerrado está, tan estructurado, que todo cambio es “subversivo”. El personaje se llama Néstor Roulet. Un argentino como cualquier otro, que se educó en la escuela argentina, bajo sus valores, bajo su visión de los hechos. Se trata de un militante agrario. Un hombre con fe en la tierra y en Dios. Su fe en Dios la manifestó por medio de su fe en la Virgen, que, Santa Trinidad mediante, es lo mismo. Dijo: “Después de 120 días en la ruta, luchando, parando y gritando, evidentemente hubo una mano de arriba que nos iluminó. Detrás de esa mano estuvo la Virgen María, pidiendo por todos los productores argentinos”. Tal vez sea más razonable decir que la mano que los iluminó no vino “de arriba”. Aunque si tenemos en cuenta que esa mano fue la del vicepresidente del partido al que enfrentaban, hombre que cumplía, en tanto tal, su función de presidir el Senado, hombre que había llegado ahí por elección del partido gobernante, y que, súbitamente, da una voltereta y les vota a favor a los agraristas, no puede caber duda alguna: alguna iluminación celestial tuvo lugar ahí. Sí, detrás de la mano de Cleto estuvo la de la Virgen. Es asombrosa la intervención de los dioses en los momentos decisivos de la vida argentina. La “mano de Dios” fue la que hizo el gol de Maradona ante los ingleses, que vengó la deshonrosa derrota del Ejército del majestuoso general Galtieri en Malvinas. Un Ejército formado por jovencitos vejados por sus superiores más que por el enemigo y del que hasta la fecha se han suicidado 290 ex combatientes. Pero “la mano de Dios”, que empujó la de Maradona, lavó el honor argentino. Ahora es “la mano de la Virgen”. Que, sin duda, empujó al Cleto a su célebre voto “no positivo”, ejemplo de la palabra dada a los compañeros de fórmula, aquellos a quienes decidió unirse, pero también ejemplo de que la libertad es la esencia de la política, de modo que si uno tiene ganas de no actuar según había prometido hacerlo y decide hacer lo contrario es porque es libre, sépase esto bien, pues se trata de un nuevo principio: la traición es la expresión suprema de la libertad. Porque todo aquel que traiciona se libera, ante todo, de la palabra dada. ¿Qué es eso de someterse a lo que uno ha dicho? Uno es libre. Y un hombre libre dice algo hoy y mañana otra cosa. De modo que nadie espere nada de la “palabra de honor” de otro. Bah, ¡esas antigüedades! La “palabra de honor” ata al ser humano a algo que dijo en el pasado. La “traición”, en cambio, lo mantiene en estado constante de libertad. De decisión, de elección permanente. Si quieres tener a tu lado a un hombre libre, no exijas mi “palabra de honor”, déjame ser libre. O sea, clavar mi puñal en tu espalda siempre que se me antoje. Morirás, pero a manos de un hombre libre. Esta es la ética-Cleto. Me he tomado la libertad de apenas esbozarla, pero prometo darle más desarrollo porque es, en verdad, revolucionaria. Bien, según Néstor Roulet, que es el vicepresidente de CRA (Confederaciones Rurales Argentinas), la Virgen María ha pedido por todos los productores argentinos.
Esto es secundario. Roulet dijo algo mucho más importante. Habló de su maestra de historia. Y –suponemos que con cierta nostalgia por esos años escolares de plenitud– dijo que ella le enseñó que la grandeza de esta patria que habitamos había sido hecha, era debida a tres instituciones: la Iglesia, el Ejército y el campo. Instó a la población en general a “activar eso” porque con esas tres instituciones y el resto de lo que hay en el país la Argentina debiera ser “realmente un país grande”. La Argentina es un “país grande”. Difícil saber qué clase de grandeza tiene. Pero que es grande, lo es.

Y lo que Roulet cuenta de su buena maestra es cierto. Esa es la educación que todos, no sólo él, hemos recibido: la Argentina se inicia en 1810 y ya se había insinuado en las gloriosas jornadas de 1806 y 1807 donde pueblo y Ejército, juntos, echaron al invasor colonialista británico, al que luego el señor Roulet y sus amigos le vendieron la carne durante larguísimos años. En 1810, un abogado con marcas de viruela y un militar, Saavedra, hacen la llamada Revolución de Mayo. En 1820, anarquía. Porque los caudillos bárbaros del interior atan sus cabalgaduras en la Plaza de la República. En 1826, el constitucionalismo de Rivadavia, el “más grande hombre civil de la tierra de los argentinos”, según dirá el general Mitre, y nuestro primer empréstito: la Baring Brothers se pone al servicio del desarrollo argentino. En 1828, Lavalle, mal aconsejado, fusila a Dorrego. Pero sólo porque fue mal aconsejado. En 1830, la primera tiranía. Rosas y la Mazorca. Los Libres del Sur, que eran buena gente de campo, se rebelan contra el tirano.
La gente de honor huye a Montevideo. En 1852, otra vez la libertad, gracias a los ejércitos del general Urquiza. En Pavón, el general Mitre vence a Urquiza y se afianza la organización nacional, que se consolida en 1880, con el militar Roca, que conquista el desierto y reparte la tierra a poca gente pero buena, de su familia y de algunas otras, todas de gran alcurnia. En 1910, el primer centenario. Somos el granero del mundo. El país de los ganados y las mieses que canta Lugones. Este es el gran momento. La “patria de nuestros padres y abuelos”. Aquí la maestra del señor Roulet se habrá detenido largamente a explicar el momento cumbre de la Argentina. Luego, la inmigración. Alguna, laboriosa. Otra, no. Para los no-laboriosos: Ejército. Para los laboriosos: jornales, mendrugos, pero el honor de vivir en el gran país del Sur. La tierra sigue dando sus frutos. Es la patria. En sus entrañas reposa el ser nacional. Luego, la crisis del ’29. El proyecto agrario se derrumba. Era una caricatura de país. Pero no: Julito Roca negocia las carnes con Inglaterra y a seguir. Sustitución de importaciones. Y en seguida un grave inconveniente: ese general Perón, un enemigo del campo. La segunda tiranía. El campeón de las retenciones a través de un organismo totalitario: el IAPI. Pero ahora sí, más unidos que nunca, el campo, la Iglesia y el Ejército salvan al país.
 El tirano huye. La libertad vuelve a reinar. Hasta que regresa traído por un movimiento juvenil subversivo–marxista. Pero se muere. Y otra vez: la Iglesia, el Ejército y el campo y un señor de Acindar, Martínez de Hoz, hacen tronar el escarmiento. El campo aplaude, disfruta, se siente seguro y hace grandes negocios. La Iglesia consuela el corazón atormentado de los patriotas que tienen que hacer esos vuelos necesarios pero que solían incomodar a ciertas almas no tan seguras de la misión de la patria en ese momento. Ahí, la Iglesia: “Hijo mío, has hecho lo que Dios te ordenó hacer. No sufras. Si la patria te exige que arrojes jóvenes vivos al río color de león, tú lo haces. Te absuelvo por toda la eternidad”.
Y el Ejército, que estaba muy bien preparado (por la OAS y la Escuela de las Américas) para limpiar al país de la escoria antioccidental y anticristiana, lo hizo. Y luego esa heroica gesta de Malvinas, que nuestro pueblo apoyó (y si no vean esa Plaza de Mayo vivando al Ejército en la persona del general Leopoldo Fortunato Galtieri, vean ahí a nuestro pueblo de Mayo sosteniendo otra gesta contra el imperio que buscó someternos en 1806 y 1807) y perdimos pero volveremos. Y luego la democracia (en la que nunca nos vimos muy cómodos pero que se amoldó a nosotros maravillosamente).
Alfonsín se hizo el difícil durante dos años e injurió a los héroes de la guerra contra el marxismo, pero vino ese peronista magnífico, Carlos Menem, y nos dio todo lo que queríamos y se llevó todo lo que él pidió, para él y para sus fieles compinches, que eran muchos. Total, esto da para todo. Lo único necesario para que sea así es que los que no son nosotros se mueran de hambre. Grandes días los del señor Menem, hombre de campo al fin y al cabo. Hombre del interior. Y ahora estamos otra vez atacados por la escoria nacionalista, estatista, montonera, marxista y enemiga de la patria y de la tierra. Pero el pueblo, como en las grandes jornadas de la patria, sigue a nuestro lado y lo demostró. En esas cacerolas de este otoño cuya grandeza nadie podrá narrar volvió a escucharse el repiqueteo glorioso del tambor de Tacuarí.
Esta es la historia que le enseñaron a Roulet en la escuela. La historia que él creyó porque era la de los suyos. La que siempre se enseñó. La que todos tuvimos que aprender. La que nadie se atreve a modificar. La naturalmente argentina. Debo confesarlo: le tengo una enorme envidia a Roulet. El es un argentino, no yo. Ni yo ni todos esos que andan por ahí, con apellidos raros o con colores de piel tirando a negro, a carbón, a tierra, no de campo fértil, sino de basurero, de baldío. Yo ando estos días medio vanidoso porque publiqué un libro de filosofía de casi mil páginas. Pero qué idiota: ¿qué le importa eso a Roulet? El tiene mucho más. No necesita hacer nada. El país es suyo. Uno escribe mil páginas porque tiene un apellido de judío de mierda y tiene que justificarse de algún modo. Hacerse un lugar. ¡Hola, aquí estoy! Me eduqué en Viamonte 430, de donde salían marxistas a montones. No me gusta la tierra. Y creo que la oligarquía, la Iglesia y el Ejército hicieron un país para ellos, un país, diría si me permiten, de mierda y que mataron con inenarrable crueldad siempre que se vieron en peligro. Pero no. No debo creer eso. ¡Qué lindo sería creer lo que creen ellos! El país lo hicieron la Iglesia, el Ejército y el campo. Creer lo que cree Roulet. Sentirse así: con los pies sobre la tierra de uno. Con una identidad poderosa. ¡Con mucha guita, caramba! ¿Cuánto creen que voy a ganar con ese podrido libro de mil páginas? Nada. Lo que Roulet gana con media res. Lo que le paga a un peón, al que encima después lleva a sus manifestaciones patrióticas, con bandera y todo. Para colmo, las librerías hacen enormes pilas con un libro de Savater, que pretende ser de filosofía. O se vende a patadas una huevada infernal de un agroperiodista que dice cómo vivir mejor y más seguro y más pleno. Y si esos libros se venden más es porque los compra Roulet, él y los suyos. Que saben muy bien qué leer.
Ahora, lo justo es justo. Soy un resentido. Reviento de la envidia. Pero puedo jurar algo. Nunca se me daría por creer que la Virgen o el Mesías o Buda o Mahoma... Pero no: no derivemos. Roulet dijo: la “Virgen María”. Nunca se me daría por creer que una mano me ilumina desde arriba, y que detrás de esa mano está la Virgen María pidiendo por todos los pobres filósofos argentinos. Mi relación con lo sagrado es compleja. Transita entre la ira, la duda y la exigua esperanza. Por la pelotudez, nunca.

GB

SIGUE SIENDO JUSTICIA

La Provincia, Sociedad|abril 10, 2012

El represor de “La Noche de los Lápices” seguirá preso en una cárcel común

Se trata del comisario mayor bonaerense Juan Miguel Wolk, jefe del Pozo de Banfield, donde estuvieron prisioneros los estudiantes secundarios secuestrados en 1976. La Corte Suprema de Justicia rechazó un recurso extraordinario de su defensa.

El máximo tribunal de la Nación adoptó la decisión al rechazar por inadmisible un recurso extraordinario presentado por la defensa del policía retirado de 77 años para que siga detenido pero en su casa, bajo la modalidad de prisión domiciliaria.
La detención en su propio domicilio había sido concedida en primera instancia por el juez instructor, Arnaldo Corazza, pero fue revocada por la Cámara Federal platense.
Juan Miguel Wolk, apodado por sus propios camaradas como “El Nazi” o “El alemán”, comandaba el centro clandestino de detención del Pozo de Banfield, al que fueron a parar una docena de estudiantes de La Plata en una redada realizada el 16 de septiembre del 76, que aún siguen desaparecidos.
El depuesto juez español Baltazar Garzón pidió su extradición en la misma lista en la que solicitó la del ex almirante Emilio Massera, pero en ese momento la justicia argentina lo dio por muerto.
Wolk fue apresado en el 2010 tras ser ubicado residiendo en Mar del Plata por un periodista que siguió la pista aportada por Noemí Ungaro, hermana de uno de los chicos desaparecidos, que el mismo juez había desestimado.
Los ministros de la Corte Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco, Enrique Petracchi Juan Carlos Maqueda y Raul Zaffaroni consideraron “inadmisible” el pedido en virtud de los delitos de lesa humanidad que le imputan a Wolk.

GB