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Muchas especies en peligro serían golpeadas por nuevas normas del gobierno de Trump
El gobierno de Donald Trump anunció nuevas reglas de protección de especies en peligro, bajo el argumento de modernizarlas y hacerlas más transparentes. Pero críticos señalan que esas nuevas normas, que entrarían en vigor el mes próximo, podrían resultar en una protección más débil de la vida salvaje y podrían elevar los riesgos de desaparición que enfrentan numerosas especies, dado que, como se comenta en The New York Times, podrían hacer más fácil dejar de considerar que una especie está en peligro y incluiría consideraciones económicas a la hora de decidir si una especie debe ser protegida.
El Time señala que las nuevas regulaciones lucen orientadas a potenciar nuevas explotaciones petroleras, mineras y de gas y a abrir espacios naturales al desarrollo. Todo ello en hábitats de especies consideradas en necesidad de protección o incluso en peligro de extinción.
Además, harían más difícil incluir consideraciones vinculadas al cambio climático en la definición de qué hábitats y especies han de recibir protección, lo que incrementa los efectos potencialmente perniciosos de esas normas. Sus defensores, en cambio, consideran que se eliminan excesivas regulaciones, algunas de connotación política y otras basadas en especulaciones sobre el futuro.
En el pasado, especies como el águila calva (que aparece en el escudo estadounidense), el oso grizzli y el caimán del Mississippi lograron ser salvadas de su desaparición, comenta el Times, gracias a las regulaciones en el contexto de la Ley de Especies en Peligro y muchas persisten en la lista de especies amenazadas y, por ello, reciben protección. Pero críticos de las nuevas normas señalan que muchas especies corren severo riesgo si se aplican las nuevas regulaciones propuestas por la administración federal.
Por ejemplo, de acuerdo a Mic, especies tan diversas como grandes felinos, insectos y anfibios podrían sucumbir si se modifican negativamente las protecciones al respecto:
El puma de Florida
La pérdida de su hábitat ha puesto a este gran felino en peligro de desaparecer en pocas décadas. Eso se ha mitigado llevando a la Florida pumas provenientes de Texas. El desarrollo del sur de Florida ha recortado su hábitat y mayores mermas podrían condenar allí a esa especie.
La rana manchada de Oregon
La pérdida de humedales en el área del Pacífico Norte estadounidense, a causa del desarrollo inmobiliario, el aumento de la temperatura de las aguas y la actividad ganadera han afectado a esta rana y aislado sus hábitats.
La mariposa Karner azul
Un pequeño insecto que ha resultado muy afectado la pérdida de su hábitat en el Medio Oeste –depende de una flor silvestre azulada para sobrevivir– y por la intensa caza de coleccionistas. Subsiste en buen número en Wisconsin.
El lobo rojo
Declarado extinto en libertad en la década de 1980 luego de su severa caza y pérdida de hábitat, el lobo rojo –un cánido originado en la mezcla de lobos y coyotes– fue reintroducido experimentalmente en el parque nacional Great Smoky Mountains (ubicado en los Apalaches entre Tennessee y Carolina del Norte), pero aún se encuentra en grave riesgo a causa de su caza.
El Times añade también a aves y mamíferos marinos.
La grulla americana o trompetera
Una de las dos especies de grulla en Norteamérica, se encuentra en peligro debido a que solo anidan en áreas muy limitadas en Alberta Canadá, y Wisconsin, Estados Unidos. En invierno migran a regiones costeras en el Golfo de México. Su hábitat se ha perdido de modo importante, y sus patrones de migración han cambiado en parte a causa de cambios de las temperaturas, y solo algunos centenares subsisten en libertad.
El oso polar
Una especie icónica del Ártico, se encuentra en riesgo a causa de la pérdida de hielo polar y, en lo relativo a Alaska, los continuos intentos de abrir áreas protegidas a la explotación petrolera agudizan los riesgos para esa especie.
La ballena beluga
Este cetáceo que vive en el Ártico también es afectado por la pérdida del hielo y el alza de las temperaturas. Y aunque su población es importante a escala global, ha sufrido mermas y en ciertas áreas de Alaska se encuentra en severo peligro.
Estos son solo algunos ejemplos, pero los efectos de la flexibilización de las normas de protección ambiental podrían afectar a muchas otras especies. Ante ello, algunos gobiernos estatales y legisladores podrían, de acuerdo al Times, actuar para frenar esas nuevas normas y con ello retrasar o evitar su aplicación, pero hasta el momento todo sigue en la incertidumbre.
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