Otra ola de ventas de bonos de la deuda soberana que disparó el riesgo país hasta los 1891 puntos.
Los inversores pegaron el portazo. Los activos financieros de la Argentina tienen un valor de baratija. En los últimos tres días hábiles los bonos y las acciones perdieron casi la mitad de su precio y las caídas no se detienen. La reacción del mercado ante los anuncios económicos estaba cantada: otra ola de venta de los bonos que los lleva a perder más del 6 por ciento en las primeras horas de la jornada. Las reservas bajaron más de 3500 millones de dólares en las últimas tres semanas y encienden todas las luces de alerta. Las acciones argentinas en la bolsa de Nueva York marcan bajas de hasta 20 por ciento.
La incertidumbre
Las medidas propuestas para los próximos meses van a contramano de todo lo que se hizo hasta el momento. El congelamiento de los combustibles para los próximos 90 días resulta imprudente. La devaluación es superior al 30 por ciento y la inflación tiene un piso interanual superior al 50 por ciento. Esto potencia la preocupación por la inestabilidad macroeconómica en un modelo de absoluta desregulación de los capitales.
Las expectativas de precios y tipo de cambio para los próximos meses no encuentran techo. La devaluación retroalimenta la inflación de agosto y las tasas de interés en niveles cercanos al 75 por ciento no alcanzan para contener las compras de dólares. La reacción del mercado puede ser exagerada pero no resulta irracional. Los inversores no encuentran propuestas consistentes y la desconfianza aumenta cada vez que se hace un anuncio.
Las medidas propuestas para los próximos meses van a contramano de todo lo que se hizo hasta el momento. El congelamiento de los combustibles para los próximos 90 días resulta imprudente. La devaluación es superior al 30 por ciento y la inflación tiene un piso interanual superior al 50 por ciento. Esto potencia la preocupación por la inestabilidad macroeconómica en un modelo de absoluta desregulación de los capitales.
Las expectativas de precios y tipo de cambio para los próximos meses no encuentran techo. La devaluación retroalimenta la inflación de agosto y las tasas de interés en niveles cercanos al 75 por ciento no alcanzan para contener las compras de dólares. La reacción del mercado puede ser exagerada pero no resulta irracional. Los inversores no encuentran propuestas consistentes y la desconfianza aumenta cada vez que se hace un anuncio.
La deuda
El valor de los títulos públicos es casi la mitad que la semana pasada y la tercera parte de lo costaban a mediados del 2018. El riesgo país no consigue calmarse esta semana: subió cerca de 1000 puntos en los últimos tres días hábiles. Este miércoles dio un nuevo salto de 120 puntos para ubicarse en 1891 unidades. Los fondos de inversión extranjeros no tienen interés en conservar activos argentinos y se desprenden de los bonos sin mirar precio.
Los títulos de corto plazo como el Bonar 2020 ofrecen tasas de beneficios imposibles de conseguir en otras partes del mundo. Se puede ganar cerca del 70 por ciento en dólares invirtiendo a menos de 14 meses. La cifra lo dice todo y los empresarios que conocen las crisis argentinas hace décadas lo resumen a la perfección: “Pones 100 y te llevas 170 el año que viene. Significa sólo una cosa. El que tiene que pagarte esa deuda esta con la soga al cuello. La posibilidad de cobrarla es cercana a cero”.
Los inversores más arriesgados no piensan igual: algunos empiezan a hacer compras de oportunidad. La apuesta que hacen es simple. El equipo económico del próximo gobierno tendrá una lectura consistente del mercado interno argentino. La regulación de los flujos de entrada y salida de los capitales, el acuerdo con el Fondo Monetario de nuevas condiciones para el repago del crédito standby y el aumento de las retenciones pueden ser medidas claves para evitar una reestructuración de la deuda. El dato que ofrecen es potente: en 2007 no había un gobierno pro mercado y el riesgo país era de 184 puntos.
El valor de los títulos públicos es casi la mitad que la semana pasada y la tercera parte de lo costaban a mediados del 2018. El riesgo país no consigue calmarse esta semana: subió cerca de 1000 puntos en los últimos tres días hábiles. Este miércoles dio un nuevo salto de 120 puntos para ubicarse en 1891 unidades. Los fondos de inversión extranjeros no tienen interés en conservar activos argentinos y se desprenden de los bonos sin mirar precio.
Los títulos de corto plazo como el Bonar 2020 ofrecen tasas de beneficios imposibles de conseguir en otras partes del mundo. Se puede ganar cerca del 70 por ciento en dólares invirtiendo a menos de 14 meses. La cifra lo dice todo y los empresarios que conocen las crisis argentinas hace décadas lo resumen a la perfección: “Pones 100 y te llevas 170 el año que viene. Significa sólo una cosa. El que tiene que pagarte esa deuda esta con la soga al cuello. La posibilidad de cobrarla es cercana a cero”.
Los inversores más arriesgados no piensan igual: algunos empiezan a hacer compras de oportunidad. La apuesta que hacen es simple. El equipo económico del próximo gobierno tendrá una lectura consistente del mercado interno argentino. La regulación de los flujos de entrada y salida de los capitales, el acuerdo con el Fondo Monetario de nuevas condiciones para el repago del crédito standby y el aumento de las retenciones pueden ser medidas claves para evitar una reestructuración de la deuda. El dato que ofrecen es potente: en 2007 no había un gobierno pro mercado y el riesgo país era de 184 puntos.
La bolsa
Las acciones de las empresas atraviesan también un momento de crisis. Este miércoles vuelven a anotar importantes caídas. Las firmas argentinas que cotizan en la bolsa de Nueva York muestran rojos de hasta 20 por ciento. Las compañías energéticas son algunas de las que más pierden en las primeras horas de la jornada. El rojo de las acciones en el año sorprende: empresas como Edenor acumulan una baja del 75 por ciento. Entre las caídas de este miércoles se destaca el retroceso del 5 por ciento de la petrolera YPF. La firma ya cotiza a un precio idéntico respecto del que anotó cuando fue estatizada en 2012.
Las reservas
La caída de las reservas internaciones es uno de los temas que genera mayor preocupación en el mercado. El Central en los últimos días perdió reservas a un ritmo que no es posible sostener con el correr de los meses. Este miércoles vendió otros 50 millones de dólares para intentar contener el avance del tipo de cambio y a partir de las 7 de la tarde se difundirá el dato actualizado del stock de reservas. Este martes bajaron más de 500 millones de dólares y la pérdida acumulada es de más de 3500 millones en tres semanas. Se consumieron 7 de cada 10 dólares del último desembolso del Fondo en julio.
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