viernes, 30 de agosto de 2019

Finanzas Con o sin guerra comercial, empresas de EEUU se mudan a China

Finanzas

Con o sin guerra comercial, empresas de EEUU se mudan a China

 Cécile Daurat,Bloomberg mié., 28 ago. 6:48 PM GMT-3 

martes, 27 de agosto de 2019

CONTRATAPA 26 de agosto de 2019 La campaña oficialista en problemas

Del odio en Plaza de Mayo al fraude imposible de Elisa Carrió 
La acusación de fraude se transformó en el hit de la campaña de Juntos por el Cambio. Sirve tanto para profundizar la polarización como para insuflar esperanzas en un recuperación. Un hilo que une las marchas macristas con el discurso revulsivo de la última carta oficialista.
Marcha macrista a Plaza de Mayo.
Marcha macrista a Plaza de Mayo. 
Imagen: Joaquín Salguero
Ya anocheció en Plaza de Mayo y la mujer se mueve acompasadamente, siguiendo el énfasis de sus palabras. “En el primer mundo tienen hospitales y los pagan. Y si no tenés para pagar, te morís”, y la “i” es aguda y acentuada, casi como un desafío. “Al colegio, si no tenés para pagar, sé un burro”. A los gritos en Plaza de Mayo, en el atardecer del 16 de agosto durante la marcha en respaldo al Presidente que sirvió de previa a la del sábado a la tarde, la mujer hace a su manera una síntesis del pensamiento macrista. “Si no tenés para pagar, te morís”, dice. Y lo dice con admiración.
Es odio. El mismo que trasunta Mauricio Macri cuando acusa a los votantes de Alberto Fernández y Cristina Kirchner de ser los culpables del desastre económico en que sus políticas sumieron al país; el mismo que lleva a Elisa Carrió a explicar los resultados de las PASO por el fraude, ya sea por la interferencia de los narcos o por la participación estelar de hackers rusos.
Desde la clandestinidad, Jaime Durán Barba aconseja que no sean Macri, ni sus alter ego María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta, los que transmitan más malas ondas. Con los globos pasados de moda, el Presidente se tiene que concentrar en repetir “juntos podemos”, “los abrazo en mi corazón”o “siempre con el diálogo”, y dejar a Elisa Carrió, Miguel Angel Pichetto o Luis Brandoni las consignas e insultos polarizadores.
Si los 16 puntos de ventaja que exhiben les Fernández parecen indescontables, siempre se puede recurrir a la teoría del fraude que elimina ese obstáculo por arte de magia. Echado a correr por las redes, bajo el hashtag #FraudeK, el aparato de trolls oficialistas consiguió transformarlo en tendencia en base al viejo truco de las cuentas nuevas con pocos seguidores, pero que tienen miles de retuits. La mayoría mostraba imágenes de telegramas donde aparecía Juntos por el Cambio con 0 votos, en mesas donde supuestamente habían sufragado los quejosos, lo que garantizaba que por lo menos habían alcanzado 1. Fraude comprobado.
El siguiente paso fue que Elisa Carrió lo generalizara en una seguidilla de tuits. “Hay demasiados datos que son incorrectos y muchos son votos a Macri directamente suprimidos en el telegrama”, era el primero. En el segundo la sospecha pasaba a la acusación: “Me da la impresión por gente que estuvo en el territorio que el control narco en determinados sectores del norte y del conurbano es central.”
Una vez instalado el tema en las redes llegó el salto a la televisión abierta. En un memorable show junto a Diego Leuco , Carrió insistió con que “hubo muchos problemas de fiscalización y mucha trampa” y entre los culpables incorporó a una nueva especie, “la de propios sectores que estaban en Cambiemos y que después se fueron”, sin que nadie le pida que identifique alguno. Para hacer más convincente su discurso, agregó enfáticamente que “ya me pasó a mí en 2007, Cristina me robó la elección, esto está claro para todos”.
El ejemplo tampoco fue cuestionado por el conductor de “Ya somos grandes”, pero no resultaba muy creíble. CFK sacó en esa elección 8.654293 votos, casi el doble de los 4.403.642 que alcanzó Carrió. En línea con sus declaraciones actuales, apenas cerradas las urnas su vocero de entonces, Adrián Pérez (casualmente el mismo que este año le dio el conteo a Smartmatic), aseguraba en 2007 que “había escenario de ballotage”. Y Lilita se negó a reconocer la derrota hasta muy pasada la medianoche y nunca llamó para felicitar a la ganadora. Al día siguiente, recibió exultante a este diario (por entonces todavía le daba reportajes, una costumbre que abandonó apenas se sumó al oficialismo republicano) y sin hacer referencia a fraude alguno aseguró que “la Coalición Cívica va a ser gobierno en 2011. Ya está”, una muestra más de sus condiciones de pitonisa.
Pero no solo hacen agua los ejemplos del pasado. También se ahogaron las “denuncias” sobre los telegramas truchos. Consultados sobre el tema, el equipo de Innovación de Chequeado, insospechado de cualquier simpatía peronista, corroboró que efectivamente hubo 2904 mesas de todo el país donde Juntos por el Cambio obtuvo 0 votos en el recuento provisorio. Pero también 2768 donde fue la fórmula del Frente de Todos la que obtuvo ese resultado. Conclusión, el 0 para alguno de los candidatos es un error muy común en los telegramas provisorios, que además no tienen valor legal (como se encargó de recordar la Cámara Electoral) y son revisados durante el escrutinio definitivo. Ese proceso está en pleno desarrollo y, sorpresa, en realidad hasta ahora el perjudicado en la cuenta de Smartmatic fue Alberto Fernández, que ampliará aún más su ventaja cuando se conozcan los números oficiales.
Pero estos datos no llegan a la enorme porción del electorado que solo consume medios oficiales u oficialistas. Para ellos seguirá la campaña del insólito “fraude opositor” y la amplificación de los pocos motivos de esperanza en una recuperación de Juntos por el Cambio, como las difundidas marchas del sábado. Con un interesante detalle que entre tanta lágrima de Macri pasó desapercibido. El único que le puso palabras a la movilización fue el propio presidente con su inconexo mensaje desde el balcón de la Rosada, destinado a llegar a los electores por las redes sociales o las páginas web de los medios masivos.
Salvo este diario, algunas expresiones minoritarias y C5N, que pagó su osadía con la agresión de los presentes, los medios evitaron reproducir el testimonio directo de los participantes. El odio y desprecio que trasuntan no hace demasiado juego con los ahora desteñidos modos de campaña duranbarbistas.
“Que no les compren el voto” , aconsejó una señora que participaba en la marcha a otra que vive en la calle con sus hijos, mientras le daba unos pesos. La crónica de Página/12 cuenta que uno de esos chicos no se pudo contener y respondió con un “Aguante Cristina”.
El problema para los arquitectos electorales de Macri es esa realidad que se empeña en inmiscuirse en la campaña. Faltan dos meses para las elecciones de octubre y los 16 puntos de desventaja en las PASO muestran que con el odio no alcanza. El Presidente solo retiene el voto antiperonista radical (en el doble sentido de la palabra) y los otros, los que lo acompañaron en 2015 confiados en su promesa de que no perderían nada de lo alcanzado con el kirchnerismo y, de yapa, no se convertirían en venezolanos, parecen haber repensado su opción.
Para desgracia del oficialismo, hoy parecen convencidos de que una heladera llena es mejor que veinte segundos semestres repletos de ilusiones.

ECONOMÍA 27 de agosto de 2019 Otro inmenso fracaso técnico y político del Fondo Monetario con Argentina

¿Qué va a hacer el FMI?
Hay un desembolso previsto de 5400 millones de dólares. Si lo aprueba, esos recursos no llegarán antes del 15 de octubre. Si decide no hacer el giro, profundizará el derrumbe de un gobierno al que apoyó con un grosero paquete financiero para financiar la reelección de Macri. 
David Lipton, el Director Gerente interino del Fondo Monetario Internacional.
David Lipton, el Director Gerente interino del Fondo Monetario Internacional. 
El Fondo Monetario Internacional, con el peso dominante de Estados Unidos, fue el financista de la campaña de reelección de Mauricio Macri. Se sabe que sus proyecciones macroeconómicas son en general fallidas. La novedad en este caso es que ha dejado en evidencia que también se equivoca en las apuestas electorales que hace. Después de este doble fracaso, el interrogante es cuál será el comportamiento del FMI, teniendo en cuenta que por una decisión política ha concentrado casi el 60 por ciento de su cartera crediticia en un solo deudor, que se encuentra al borde de la insolvencia. ¿Liberará el desembolso de unos 5400 millones de dólares pese a que el acuerdo técnico del stand by es letra muerta o entregará esos billetes para evitar el desmoronamiento de un gobierno que ha ayudado financieramente como a ningún otro en su historia?
Una primera aproximación de cómo se resolverá ese dilema se tendrá en la reunión del martes próximo (3 de septiembre) del directorio del Banco Mundial que, entre otros temas, analizará la situación argentina. El primo hermano del Fondo Monetario Internacional aprobó el mes pasado un crédito dentro del programa denominado Development Policy Loan de 500 millones de dólares. Falta definir detalles técnicos para hacer ese desembolso, pero el cambio abrupto del escenario político incorpora un factor de incertidumbre acerca de qué decidirá ahora el Banco Mundial. 
A diferencia de los históricos préstamos del BM, que estaban destinados a planes específicos (social, previsional, laboral), éste tiene condiciones muy flexibles para su utilización, con objetivos generales y de largo plazo. La cuestión relevante que evaluará el directorio del BM la semana próxima, donde al igual que en el del FMI Estados Unidos tiene una influencia determinante, se encuentra en si avanza o no ese crédito con su posterior desembolso. Lo que se decida será un mensaje de qué posición asumirá Estados Unidos respecto al gobierno de Mauricio Macri.
En caso de que la situación financiera-cambiaria no pase a un estadio de mayor vulnerabilidad en estas semanas, la movida que hará el Banco Mundial puede ser un indicador del potencial comportamiento del FMI
El FMI está dominado por los intereses de Estados Unidos, por eso su número dos es el cargo fuerte de la institución, hoy el demócrata David Lipton, quien ocupa el puesto de director gerente interino hasta el desembarco de la búlgara Kirstalina Georgieva (respaldada por Francia, no así por Alemania que tenía otro candidato). Por presión de Estados Unidos, el Fondo salió al rescate del gobierno de Macri. Ahora los directores europeos no quieren quedar arrastrados por esa decisión y reclaman una salvaguarda técnica (el informe de cumplimiento de las metas del stand by) para aprobar el próximo desembolso.
Otra vez, el FMI es corresponsable de la debacle de la economía argentina. En una crónica publicada en el portal ZeroHedge se menciona que, el viernes pasado, el periodista Steve Liesman de CNBC, entrevistó a la nueva economista jefe del FMI, la indio-estadounidense Gita Kopinath, y le preguntó cuál es el plan del Fondo para Argentina teniendo en cuenta la vulnerabilidad que hoy tiene su deuda, reflejada en el colapso de las paridades de los bonos. Kopinath no respondió y esa evasiva se debe a que el Fondo todavía no sabe qué hacer con el fiasco de haber financiado el naufragio de la economía macrista.
La delegación que está en Buenos Aires, liderada por Alejandro Werner, director del Departamento del Hemisferio Occidental, y secundado por el jefe de la misión para Argentina, Roberto Cardarelli, tiene un objetivo político excluyente: conseguir del candidato de la oposición más votado en las PASO el compromiso de continuidad del vínculo con el FMI, con las condiciones y orientación económica definidos con el gobierno de Macri. De esa forma buscan salvarse de la humillación de haber apostado a Macri, que quedó 15 puntos por debajo de la fórmula más votada. 
Werner y Cardarelli no se ocuparán de revisar la evolución de las principales variables macroeconómicas, tarea para la cual habrá un próximo desembarco de técnicos. Esta misión es una avanzada política del FMI para aplicar un abrazo de oso a Alberto Fernández, a quien consideran que será el próximo presidente de Argentina. Fernández ya brindó su respuesta: él no cogobierna y que buscará redefinir el acuerdo.
El Fondo Monetario está apurado; Fernández no debiera. El FMI necesitan una señal de continuidad porque está en un gran problema. Falló en las perspectivas estimadas para la economía macrista; entregó el crédito más abultado de su historia a un solo país; quedó en una frágil situación financiera al concentrar, precisamente, en un solo deudor gran parte de la cartera crediticia; y apoyó la campaña electoral de Macri, quien le deparó un rotundo fracaso en las urnas de las elecciones PASO. Después de semejante desastre técnico y político, el margen para soltarle la mano a Macri se reduce porque se convertiría en un daño autoinfligido
Los dólares no vendrán el 15 de septiembre, como figura en el texto del acuerdo stand by. Primero tiene que trabajar la misión técnica para analizar la marcha de las variables económicas, luego elaborar el staff report, para después entregar ese documento al directorio del FMI que tiene que tomar la decisión política de aprobar el desembolso. Este proceso burocrático en una organización internacional significará que, si la respuesta es afirmativa, los 5400 millones de dólares ingresarán al Banco Central dos semanas antes de las elecciones de octubre. Mientras tanto, el stock de reservas se seguirá desangrando, lo que hará cada vez más dramático el tiempo hasta el eventual giro de esos dólares.  

EL PAÍS 27 de agosto de 2019 Republicanos

La libertad se defiende a todo o nada. La República costó muchas vidas. Acusar al kirchnerismo-peronismo de poner en peligro a cualquiera de las dos es provocar odio, señalar un enemigo mortal, demonizar, apuntar a matar. El acto de respaldo a Macri tuvo ese ánimo. No hay competencia democrática, no hay derecha democrática. La intención es incitar al odio, instalar un sentido común que habilita matar, exterminar a una fuerza política contraria, perseguir, quebrar, encarcelar a sus dirigentes, a sus hijos y sus amigos.
Las entrevistas que ha concedido Alberto Fernández a connotados periodistas del oficialismo macrista que han colaborado en la mezquina estrategia de incitar el desprecio y el odio, exponen dos lenguajes. El candidato habla de política, de cosas reales, de causas concretas, de hechos. Es un lenguaje político. Los entrevistadores interrumpen, acosan con acusaciones, preguntas de respuesta implícita sobre temas policiales que son usados para evadir y no escuchar argumentos.
En ningún momento hablan de política. A lo sumo llegan a ella desde la sospecha conspirativa porque no pueden darle entidad ciudadana a la disidencia, no pueden correr ese riesgo. Por eso necesitan sacar siempre la discusión del plano de la política y llevarla de los pelos a las páginas policiales. Porque en esa estrategia de poder, lo único que merecen quienes no piensan como ellos es la cárcel.
Una fuerza política que ha usado esas estrategias de valor ciudadano cero, reaccionó en consecuencia ante la perspectiva de perder el gobierno donde quedó por el resultado de las últimas PASO. Si la libertad o la República está en riesgo, habrá que pedir un golpe militar, un levantamiento insurreccional. No es eso. Simplemente se trata de instalar un sentido común que habilite la destrucción del opositor. Eso ha sido Cambiemos en la oposición, el poder y ahora en la derrota.
Néstor Kirchner perdió elecciones frente a un candidato de papel en la provincia de Buenos Aires por dos puntos en 2009. Y lo reconoció sin derramar una lágrima ni buscar excusas porque era un dirigente democrático. Dos puntos de diferencia después de haber sacado al país del infierno al que lo habían llevado el menemismo y la Alianza. Y los medios hablaron de "humillante derrota de los Kirchner".
Podría haber hecho lo que está haciendo el macrismo, después de perder por 16 puntos de diferencia y denunciar que hubo fraude. Kirchner perdió por dos puntos. Podría haber hecho lo mismo, pero lo que hizo fue ponerse a trabajar para recuperar el espacio que había perdido. Asumió la derrota electoral con la hidalguía de un demócrata, de un hombre que respeta la constitución republicana. En 2015, el kirchnerismo perdió por poco más de un punto elecciones que lo sacaban del gobierno. Y reconoció el resultado porque es una fuerza democrática.
En cambio, los que dicen que el kirchnerismo o el peronismo no son democráticos ni republicanos son los que ahora usan artilugios miserables para desconocer el veredicto de las urnas que es el hecho democrático por excelencia. Elisa Carrió dice que Cristina Kirchner le "robó" la presidencia en 2007 cuando la ex presidenta sacó más del doble de votos que ella. Cuando la diferencia es tan grande, si hubo fraude tendría que ser de una magnitud evidente, difícil de ocultar. El fraude o la manipulación pueden ocultarse en resultados donde las diferencias son mínimas.
Durante varias décadas fue de lo más común escuchar a los militares decir que, en defensa de la democracia, volteaban gobiernos elegidos democráticamente o no respetaban el resultado democrático de las urnas. Daban golpes militares, instalaban dictaduras, en defensa de la democracia. Es la escuela de la "derecha democrática" argentina.
Ante el riesgo de perder el gobierno, los macristas asumen que tienen el derecho de repetir esa historia: usar recursos antidemocráticas en defensa de la democracia. Ha sido la esencia del macrismo. Manipular a la información, perseguir a los medios y periodistas críticos y maniobrar con jueces y fiscales no son acciones democráticas y mucho menos republicanas. El argumento de los estrategas es que son acciones válidas para defender a la democracia de los corruptos y los autoritarios. Justamente esas acciones corruptas y autoritarias demuestran que los corruptos y autoritarios son los que las utilizan.
Un productor rural en Tucumán convocó públicamente a otros empresarios a comprar el voto de sus peones para que Macri llegue al ballottage, donde considera que estaría en condiciones de ganarle a la dupla Alberto Fernández-Cristina Kirchner. El hombre no tiene vergüenza de proclamarlo en público. Lo hace para impedir que gane el populismo, que vuelva el peronismo al gobierno.
Lo difundió por whatsapp, lo defendió en los medios como una estrategia electoral democrática. Lo hace porque puede, porque tiene la plata y el peón no la tiene y la necesita. El productor rural no asume o no le interesa el acto de degradación que comete.
El sentido común autoritario del macrismo busca deslegitimar el respaldo popular que tiene el kirchnerismo peronismo. Considera que las personas se movilizan por el choripán, o que le pagan para ir a una manifestación. Creen que el voto es fruto exclusivo del clientelismo y la ignorancia, que el voto de los trabajadores está a la venta, que no tiene conciencia republicana ni democrática. Esa mirada social representa un retroceso de siglos, expropia a pobres e ignorantes el derecho democrático. No son iguales. El que compra ejerce un derecho, el que vende su voto, no debería tenerlo.
De la misma forma que no pueden aceptar democráticamente su derrota, que no tienen la convicción republicana para aceptarla, no pueden reconocer que el voto peronista tiene anclaje racional, que es un voto probado en defensa de sus intereses. La excusa para convocar públicamente y sin bochorno a comprar el voto de los peones rurales es que "el peronismo hace lo mismo", con la diferencia que ellos lo hacen para "defender la libertad".
Es la vieja concepción del fraude patriótico. El mismo sentimiento que expresó otro oligarca salteño, Robustiano Patrón Costas sesenta años atrás cuando dijo: "Nunca le voy a perdonar a Perón que durante su gobierno y luego también, el negrito que venía a pelear su salario se atrevía a mirarnos a los ojos. ¡Ya no pedía. Discutía!"