Frida Kahlo, la gran pintora mexicana. Aunque se movió en el ambiente de los grandes muralistas mexicanos de su tiempo y compartió sus ideales, Frida Kahlo creó una pintura absolutamente personal, ingenua y fundamentalmente metafórica al mismo tiempo, derivada de la exaltada sensibilidad y de varios acontecimientos que marcaron su vida.
Con tan sólo 18 años Frida Kahlo sufrió un grave accidente que la obligó a una larga convalecencia, período en el cual aprendió a pintar. En 1929 contrajo matrimonio con el muralista Diego Rivera; tres años después sufrió un aborto que afectó en lo más hondo su delicada sensibilidad.
Cuando André Breton conoció la obra de Frida Kahlo, afirmó que la mexicana era una surrealista espontánea y la invitó a exponer en Nueva York y París, ciudad esta última en la que no tuvo un gran bienvenida. Pero Frida nunca se sintió cerca del surrealismo, y hasta el final de sus días rechazó abiertamente que su creación artística fuera encuadrada en esa tendencia.
Influida por las ideas de vindicación de identidad que propagaba el nacionalismo revolucionario, Frida vestía con largas faldas mexicanas, moños trenzados con cintas de colores y collares y pendientes de la época precolombina. Así la encontramos en Autorretrato como Tehuana, de 1943, representada como mexicana autentica y acentuando sus rasgos mestizos, ya que tenía sangre española, india y alemana.
Una de las formas más comunes de arte popular mexicano son los exvotos. Frida vincula a esta tradición sus cuadros de desarrollo narrativo representado de forma sintética los elementos más significativos y de mayor carga expresiva. El tamaño pequeño de los cuadros y la técnica (óleo sobre plancha metálica) proviene también de ellos.
La apariencia onírica de sus imágenes propiciaba la relación de su simbología con el surrealismo, algo que Frida Kahlo negaría rotundamente:"Se me tomaba por una surrealista. Ello no es correcto, yo nunca he pintado sueños, lo que yo he representado era mi realidad".
Frente a las representaciones oníricas o al automatismo psíquico de los surrealistas, los numerosos símbolos de Frida Kahlo introduce en sus cuadros poseen significaciones precisas y son producto de la actividad consciente. Su obra se origina y procede de una continua indignación sobre sí misma, y manifiesta estados de ánimo de forma precisa y deliberada, materializando las oscilaciones entre el sufrimiento y la esperanza. El carácter simbólico de su pintura da cauce a la expresión vehemente de una personalidad apasionada para la que el arte es desafío y combate, lucha violenta contra la enfermedad, pero también repliegue ensimismado hacia su yo interior y huella del reconocimiento doloroso de su identidad maltrecha.
A finales de la década de 1940, la salud de Frida comenzó a empeorar. En 1950 pasó nueve meses internada en el hospital ABC de la Ciudad de México, donde se le realizaron varias operaciones en la espalda. Como resultado de su inmovilidad, Frida pasó la mayoría del tiempo en casa. Su relación con Diego Rivera se había vuelto platónica y sus relaciones más íntimas eran ahora casi exclusivamente con mujeres.
Después de 1951, el estilo de Frida cambió. Su dependencia a los analgésicos estaba afectando seriamente su coordinación. Sus cuadros ya no tenían la precisión técnica y detalle que los caracterizó en el pasado.
En la primavera de 1953, una amiga de Kahlo, organizó la primera exposición en solitario del trabajo de Frida en México. La tarde de la inauguración, los doctores insistieron en que se quedara en su casa. No obstante, Frida estaba determinada a no perderse el evento y acudió. Hizo arreglos para que llevaran su cama a la exposición y con el dolor calmado por analgésicos llegó más tarde en una ambulancia.
El dolor en su pierna derecha era ahora intolerable y en agosto de 1953 tuvieron que amputársela por debajo de la rodilla. Le construyeron una pierna artificial que le permitía caminar cortas distancias, pero la operación la sumió en un estado de depresión profunda.
La última aparición pública de Frida fue el 2 de julio de 1954, cuando participó en una demostración para protestar por el derrocamiento del gobierno democrático de Jacobo Arbenz en Guatemala a manos de agentes de la CIA.
Gravemente enferma con una neumonía, Frida Kahlo fallecía durante la noche del 12 al 13 de julio de 1954, sólo una semana después de haber cumplido los 47 años. La causa de su deceso fue embolia pulmonar, aunque los pensamientos suicidas expresados en su diario hicieron pensar a algunas personas en la posibilidad de la autoeliminación.
En la tarde del 13 de julio, su ataúd fue colocado en el vestíbulo de entrada del Palacio de Bellas Artes velado por guardia de honor. Allí después de una última ceremonia de despedida, Frida fue incinerada, de acuerdo a los deseos expresados antes de morir.
Sus cenizas se hallan en la actualidad en un jarrón pre-colombino en la casa que Frida compartió con Rivera. Un año después de su muerte, Rivera cedió la casa al gobierno mexicano para convertirla en museo. Diego Rivera murió en 1957 y a su muerte cedió los derechos de su obra así como los de Frida Kahlo a la nación de México. El 12 de julio de 1958, la Casa Azul se abrió oficialmente como el "Museo Frida Kahlo".
Con tan sólo 18 años Frida Kahlo sufrió un grave accidente que la obligó a una larga convalecencia, período en el cual aprendió a pintar. En 1929 contrajo matrimonio con el muralista Diego Rivera; tres años después sufrió un aborto que afectó en lo más hondo su delicada sensibilidad.
Cuando André Breton conoció la obra de Frida Kahlo, afirmó que la mexicana era una surrealista espontánea y la invitó a exponer en Nueva York y París, ciudad esta última en la que no tuvo un gran bienvenida. Pero Frida nunca se sintió cerca del surrealismo, y hasta el final de sus días rechazó abiertamente que su creación artística fuera encuadrada en esa tendencia.
Influida por las ideas de vindicación de identidad que propagaba el nacionalismo revolucionario, Frida vestía con largas faldas mexicanas, moños trenzados con cintas de colores y collares y pendientes de la época precolombina. Así la encontramos en Autorretrato como Tehuana, de 1943, representada como mexicana autentica y acentuando sus rasgos mestizos, ya que tenía sangre española, india y alemana.
Una de las formas más comunes de arte popular mexicano son los exvotos. Frida vincula a esta tradición sus cuadros de desarrollo narrativo representado de forma sintética los elementos más significativos y de mayor carga expresiva. El tamaño pequeño de los cuadros y la técnica (óleo sobre plancha metálica) proviene también de ellos.
La apariencia onírica de sus imágenes propiciaba la relación de su simbología con el surrealismo, algo que Frida Kahlo negaría rotundamente:"Se me tomaba por una surrealista. Ello no es correcto, yo nunca he pintado sueños, lo que yo he representado era mi realidad".
Frente a las representaciones oníricas o al automatismo psíquico de los surrealistas, los numerosos símbolos de Frida Kahlo introduce en sus cuadros poseen significaciones precisas y son producto de la actividad consciente. Su obra se origina y procede de una continua indignación sobre sí misma, y manifiesta estados de ánimo de forma precisa y deliberada, materializando las oscilaciones entre el sufrimiento y la esperanza. El carácter simbólico de su pintura da cauce a la expresión vehemente de una personalidad apasionada para la que el arte es desafío y combate, lucha violenta contra la enfermedad, pero también repliegue ensimismado hacia su yo interior y huella del reconocimiento doloroso de su identidad maltrecha.
A finales de la década de 1940, la salud de Frida comenzó a empeorar. En 1950 pasó nueve meses internada en el hospital ABC de la Ciudad de México, donde se le realizaron varias operaciones en la espalda. Como resultado de su inmovilidad, Frida pasó la mayoría del tiempo en casa. Su relación con Diego Rivera se había vuelto platónica y sus relaciones más íntimas eran ahora casi exclusivamente con mujeres.
Después de 1951, el estilo de Frida cambió. Su dependencia a los analgésicos estaba afectando seriamente su coordinación. Sus cuadros ya no tenían la precisión técnica y detalle que los caracterizó en el pasado.
En la primavera de 1953, una amiga de Kahlo, organizó la primera exposición en solitario del trabajo de Frida en México. La tarde de la inauguración, los doctores insistieron en que se quedara en su casa. No obstante, Frida estaba determinada a no perderse el evento y acudió. Hizo arreglos para que llevaran su cama a la exposición y con el dolor calmado por analgésicos llegó más tarde en una ambulancia.
El dolor en su pierna derecha era ahora intolerable y en agosto de 1953 tuvieron que amputársela por debajo de la rodilla. Le construyeron una pierna artificial que le permitía caminar cortas distancias, pero la operación la sumió en un estado de depresión profunda.
La última aparición pública de Frida fue el 2 de julio de 1954, cuando participó en una demostración para protestar por el derrocamiento del gobierno democrático de Jacobo Arbenz en Guatemala a manos de agentes de la CIA.
Gravemente enferma con una neumonía, Frida Kahlo fallecía durante la noche del 12 al 13 de julio de 1954, sólo una semana después de haber cumplido los 47 años. La causa de su deceso fue embolia pulmonar, aunque los pensamientos suicidas expresados en su diario hicieron pensar a algunas personas en la posibilidad de la autoeliminación.
En la tarde del 13 de julio, su ataúd fue colocado en el vestíbulo de entrada del Palacio de Bellas Artes velado por guardia de honor. Allí después de una última ceremonia de despedida, Frida fue incinerada, de acuerdo a los deseos expresados antes de morir.
Sus cenizas se hallan en la actualidad en un jarrón pre-colombino en la casa que Frida compartió con Rivera. Un año después de su muerte, Rivera cedió la casa al gobierno mexicano para convertirla en museo. Diego Rivera murió en 1957 y a su muerte cedió los derechos de su obra así como los de Frida Kahlo a la nación de México. El 12 de julio de 1958, la Casa Azul se abrió oficialmente como el "Museo Frida Kahlo".
No hay comentarios:
Publicar un comentario