"Cuando otras bandan me pregunten, les voy a decir que está buenísimo tocar acá, le voy a decir al Polaco y a los chicos de La Liga que no se pierdan al público del Penal de Olmos". Gustavo Cordera no disimulaba su satisfacción ante el gran recibimiento que le dieron los detenidos de ese complejo penitenciario ubicado en el partido bonaerense de La Plata.
"Hay mucho conurbano, acá, mucho Glew, Turdera, Varela, Sarandí, Ezpeleta, toda gente del sur". –dijo Cordera justo antes de arrancar, previsiblemente, con la Murguita del Sur. "Hoy tu cara está en todas las remeras, es un muerto que no para de nacer", cantaban los muchachos mientras ensayaban un conmovedor pogo controlado.
"Nos pareció que era una buena manera de comenzar un nuevo ciclo para la banda", dijo Cordera. El músico se presentó ayer con su banda La Caravana Mágica ante una iniciativa de las autoridades penitenciarias. "El estudio, la formación laboral, el deporte y la cultura, forman un espacio en que se reconstruye la autoestima y la certeza de ser considerado por los demás, y eso es lo que queremos que suceda", dijo en el evento el Ministro de Justicia bonaerense, Ricardo Casal,
El Penal alberga un promedio de 2500 internos, pero cerca de mil participaron directamente del espectáculo llevado a cabo en una capilla instalada en un patio. Era intención hacerlo al aire libre para que pudieran verlo por las ventanas de los cinco pisos del edificio, pero el clima de Buenos Aires no garantizaba nada.
El show arrancó cerca del mediodía con "Agua de Río", "Me la juego a morir", "La caravana" y "Sacate la gorra", todos temas de su etapa solista. Cuando empezaron a sonar los temas que Cordera cantaba años atrás con Bersuit Vergarabat, el público cantó con devoción cada sílaba de "La Soledad" o "El Tiempo no para".
El despliegue de seguridad en el interior de la capilla era muy importante, pero no hubo un solo incidente: los muchachos hieron pogo, levantaron a sus compañeros en andas y cantaron a los gritos.
"Pelado, devolví la bolsa", le gritaban a cada rato, un poco reclamando el hit de Bersuit y otro poco no.
Un grupo se acerca a dar testimonio de su pasión por Cordera. "Cuando estaba en la calle escuchaba siempre a Bersuit pero no pude ir a verlos nunca y mirá, ahora en cana lo vengo a ver al pelado", se ríe Celso. A su lado, Mauro asiente y canta las caciones. "¿A vos te gusta Cordera?", le pregunta Tiempo. "Cordera no, me gustan las canciones", y todos fetejan la ocurrencia. Iván, otro del grupo mira atentamente cada movimiento en el escenario. "Es la primera vez que lo veo, me gusta mucho, cuando estaba en libertad escuchaba Callejeros y El Indio Solari, soy del palo del rock", dice.
Durante el show, Cordera anticipó "Pintó meditación", una canción que estrenará en su próximo show del 11 de septiembre en el Luna Park. El estribillo dice "no necesitamos comprar un papel, llevamos la droga bajo la piel", algo que marca la distancia que tomó el artista en los últimos años respecto de algunas de sus consignas en los años noventa.
"Che, loco, ¿Cómo andan de minas?", preguntó en un momento al público. Cientos de manos se levantaron haciendo el gesto de "mas o menos". "¿Mas o menos? ¿Y de muchachos? ¿Maso, también? Siempre algo se puede hacer", dijo, y arrancó aplausos y risas.
El pelado dio un recital formidable con el que hizo cantar y bailar a los presos adentro de una iglesia, Poco menos impensable que la danza de los muertos pobres. «
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