miércoles, 29 de julio de 2015

MUSSOLINI

El 29 de julio de 1883, en Dovia di Predappio (provincia de Forlì) nace Benito Amilcare Andrea Mussolini. Hijo de un herrero que lo vinculó desde su juventud al socialismo. Militante del Partido Socialista Italiano (PSI) a partir de 1900, un año después obtuvo el título de maestro de escuela, pero en 1902 huyó a Suiza para evitar el servicio militar. Retornó a Italia en 1904 y se dedicó a la enseñanza durante cinco años.
Contrajo matrimonio con Rachele Guidi en 1910, unión de la cual nacerán cinco hijos. De regreso a su provincia natal, en concreto a la capital, Forlì, pasó a dirigir la federación socialista provincial, asi como el semanario La Lotta di Classe.
En 1911 sufrió cinco meses de cárcel acusado de encabezar en la región de Emilia-Romaña una violenta protesta contra la guerra Ítalo-Turca por la posesión de Libia. En los momentos previos al estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914, la reacción inicial de Mussolini fue denunciar el carácter imperialista del conflicto desde su posesión neutralista, pero no tardó en cambiar de opinión y reclamar la intervención de Italia en apoyo de los Aliados.
Fue expulsado del PSI y de la dirección de Avanti! por su defensa de la participación italiana en la guerra y fundó en octubre de 1914 su propio diario en Milán, Il Popolo d'Italia, desde el cual defendió su postura respecto al conflicto mundial. Una vez que Italia declaró la guerra a las Potencias Centrales (mayo de 1915), se enroló en setiembre de ese año como voluntario y combatió en la Gran Guerra hasta que en febrero de 1917 resultó herido.
En el turbulento ambiente de Milán de la posguerra, Mussolini fundó los Fascios Italianos de Combate, marzo de 1919. Este movimiento de carácter nacionalista, antiliberal y antisocialista consiguió el apoyo de amplios sectores de la sociedad al defender determinadas exigencias obreras, como la jornada laboral de ocho horas. Tomó su nombre de las fasces, un símbolo de autoridad en la antigua Roma. Su actividad se extendió a las zonas rurales, donde los miembros de las paramilitares Milicias Voluntarias para la Seguridad Nacional, más conocidas como las Camisas Negras, conseguían el respaldo de los terratenientes mientras atacaban a las ligas de campesinos y a las asociaciones socialistas.
El 7 de noviembre de 1921 fundó el Partido Nacional Fascista, que supuso de alguna manera, la sustitución del programa social como elemento fundamental de su ideario político para poner en el centro de ésta la oposición radical al socialismo y al sistema parlamentario. Mussolini se presento como candidato a las elecciones parlamentarias de 1921 y resultó elegido diputado. El 29 de octubre de 1922, un día después de que los fascistas realizaran la denominada marcha sobre Roma, el rey Víctor Manuel III encargó a Mussolini la formación de un nuevo gobierno al nombrarlo primer ministro. En 1925, el Duce (palabra italiana que, en español significa "jefe") había transformado el país en un régimen totalitario de partido único.
El nuevo entramado político culminó con la definitiva supresión del sistema parlamentario,y la creación en enero de 1939 de la Cámara de los Fascios y de las Corporaciones, con un mero carácter consultivo. Se mantuvo el sistema capitalista y se incrementaron los servicios sociales, pero se abolieron los sindicatos independientes y el derecho a la huelga.
Mussolini adoptó una política exterior agresiva ya desde 1923, cuando envió tropas a invadir, sin éxito, la isla griega de Corfú. Años después, en octubre de 1935 inició la conquista de Etiopía, ganándose así la aclamación de casi todos los sectores de la sociedad italiana. El dictador culminó el colonialismo italiano iniciado a fines del siglo XIX mediante la instauración en mayo de 1936 del África Oriental Italiana.
No obstante, la popularidad del Duce disminuyó cuando adoptó una serie de medidas, entre las que cabe destacar las siguientes: el envió de tropas para apoyar el levantamiento de los nacionalistas contra la Segunda República durante la Guerra Civil Española (1936-1939); la alianza con el dictador nacionalsocialista alemán Adolf Hitler mediante la formación en 1936 del Eje Roma-Berlín, que culminó en el denominado Pacto de Acero entre ambos Estados, acordado en mayo de 1939; la promulgación de leyes contra los judíos y la invasión de Albania, llevada a cabo en abril de 1939.
Pese a su política exterior agresiva, Mussolini consideró que el Ejército italiano no estaba preparado cuando estalló la Segunda Guerra Mundial (setiembre de 1939). Hasta que las tropas alemanas invadieron Francia en junio de 1940, no se decidió a intervenir en el conflicto y hacer cumplir los acuerdos a que le obligaba su pertenencia al Eje. Italia luchó contra los británicos en África, invadió Grecia, se unió a los ejércitos alemanes en el reparto de las áreas de influencia en el territorio yugoslavo y en la invasión a la Unión Soviética, y, finalmente, en diciembre de 1941 declaró la guerra a Estados Unidos.
Tras el incremento del control alemán sobre el régimen fascista italiano y las múltiples derrotas que sufrieron los ejércitos del Duche en dichas operaciones bélicas, el Gran Consejo Fascista le retiró su confianza y le destituyó el 25 de julio de 1943. Víctor Manuel III, que nombró en su lugar al mariscal Pietro Badoglio, ordenó su detención al día siguiente. En setiembre de 1943 el nuevo primer ministro firmó un armisticio con los Aliados, que habían invadido el sur de Italia. Sin embargo, un comando alemán logró liberar ese mismo mes a Mussolini, que proclamó la República Social Italiana, efímero régimen colaboracionista radicado en Salò, en el norte de Italia, y que sólo subsistió por la protección alemana.
Durante los últimos días de la guerra en Europa, el ex dictador intentó refugiarse en Suiza con su amante Clara Petacci, pero ambos fueron capturados por partisanos italianos, quienes les fusilaron en Giulino di Mezzegra el 28 de abril de 1945 por orden del Comité de Liberación Nacional. Los cadáveres de ambos fueron expuestos públicamente a continuación en las calles de Milán.

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