"La idea que transmitió el Sumo Pontífice se basa en los lineamientos que ya estableció el año pasado y que se basan en tres pilares que a su entender son incompatibles con la pena de muerte y las penas perpetuas: la reparación, el arrepentimiento y la confesión", describió Carlés tras la reunión.
Francisco "nos reiteró su intención de ir hacia acciones concretas que salgan de las habituales condenas. En algunos países en los que es difícil poder llegar a la abolición de la pena de muerte, por ejemplo, se busca avanzar moratorias, tal como ocurrió en febrero en Pensylvania, Estados Unidos", agregó el jurista y doctor en Derecho Penal por la Università degli Studi di Ferrara.
En el encuentro, Fransisco entregó a Carlés y a Mayor una carta en la que expresa que "la pena de muerte es contraria al sentido de la humanidad y a la misericordia divina, que debe ser modelo para la justicia de los hombres".
"Como expresé en mi alocución del 23 de octubre pasado -añadió el Papa-, la pena de muerte implica la negación del amor a los enemigos, predicada en el Evangelio. Todos los cristianos y los hombres de buena voluntad estamos obligados no sólo a luchar por la abolición de la pena de muerte, legal o ilegal, y en todas sus formas, sino también para que las condiciones carcelarias sean mejores, en respeto de la dignidad humana de las personas privadas de la libertad".
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