Los fiscales apuntan a cuatro ex altos oficiales del Ejército y un agente del Servicio Penitenciario Federal por la privación ilegítima de la libertad, tormentos, abusos sexuales y homicidios en 27 casos en ese centro clandestino.
Juicio - El proceso por los crímenes de lesa humanidad ocurridos en El Vesubio comenzó el 13 de febrero pasado. En las próximas audiencias se escucharán alegatos.
Los fiscales Alejandro Alagia y Gabriela Sosti requirieron al Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°4 de la Capital Federal que condene a prisión perpetua como responsables de "genocidio" a cuatro ex altos oficiales del Ejército y a un agente del Servicio Penitenciario Federal por los crímenes contra 204 víctimas durante la última dictadura cívico militar en el Centro Clandestino de Detención (CCD) "El Vesubio", que funcionó en el partido de La Matanza bajo el comando del Cuerpo I del Ejército, informó el sitio fiscales.gob. Los procuradores basaron su solicitud en la incorporación de los homicidios que habían quedado fuera de la instrucción del caso.
La solicitud de la pena máxima que realizó la procuraduría el jueves recayó sobre el ex coronel de Inteligencia y jefe del centro clandestino de detención, Gustavo Adolfo Cacivio; el ex agente penitenciario federal Néstor Norberto Cendón, quien actuó en el lugar como funcionario operativo del Batallón de Inteligencia 601 del Ejército; y sobre los ex militares Federico Antonio Minicucci y Faustino José Svencionis, quienes se desempeñaban como jefes del área militar. La acusación también apuntó contra el ex jefe de la Central de Reunión de Inteligencia (CRI) que funcionó en el regimiento de La Tablada, ex teniente coronel Jorge Raúl Crespi.
Los representantes del Ministerio Público sindicaron a los acusados como coautores penalmente responsables de genocidio por la privación ilegal de la libertad, tomentos, abusos sexuales y homicidios en 27 casos. Los asesinatos no habían formado parte de la elevación a juicio pero los fiscales impulsaron la ampliación de la acusación y el tribunal, compuesto por los jueces Néstor Costabel, Horacio Barberis y Eduardo Carlos Fernández, hizo lugar al pedido.
"El trabajo de la fiscalía fue incorporar al debate y a la acusación los homicidios que se cometieron en el centro clandestino de detención, las matanzas sistemáticas que no fueron incorporadas en la instrucción de este juicio", explicó a Tiempo Argentino el fiscal Alagia. "El trabajo consistió en incorporar la dimensión homicida. Hasta nuestro aporte, era un campo de concentración sin muertos", añadió.
El procurador afirmó que "los jueces y fiscales se resisten a incorporar los muertos y asesinatos en los proceso judiciales cuando no se encontraban cuerpos de las víctimas. El razonamiento es bastante difícil de entender". "En La Plata se logró aplicar el criterio que replicamos nosotros. En Tucumán también. Nuestro interés fue orientar la acusación. Queremos que la condena califique los delitos como genocidio", señaló el procurador. Y agregó que en la acusación también sumaron los delitos sexuales.
Además, en su presentación, Alagia y Sosti pidieron la revocación de la prisión domiciliaria de la que goza Minicucci. Mientras que consintieron que Crespi y Svencionis, que tienen problemas de salud, continúen con esa modalidad de detención.
El juicio por los crímenes en el Vesubio comenzó el 13 de febrero pasado. En las próximas audiencias se escucharán los alegatos de las querellas y las defensas. El centro clandestino de detención, tortura y exterminio que funcionó en La Matanza fue uno de los más grandes del Conurbano bonaerense. Estuvo situado en el cruce de la Autopista Richieri y Camino de Cintura. «
La solicitud de la pena máxima que realizó la procuraduría el jueves recayó sobre el ex coronel de Inteligencia y jefe del centro clandestino de detención, Gustavo Adolfo Cacivio; el ex agente penitenciario federal Néstor Norberto Cendón, quien actuó en el lugar como funcionario operativo del Batallón de Inteligencia 601 del Ejército; y sobre los ex militares Federico Antonio Minicucci y Faustino José Svencionis, quienes se desempeñaban como jefes del área militar. La acusación también apuntó contra el ex jefe de la Central de Reunión de Inteligencia (CRI) que funcionó en el regimiento de La Tablada, ex teniente coronel Jorge Raúl Crespi.
Los representantes del Ministerio Público sindicaron a los acusados como coautores penalmente responsables de genocidio por la privación ilegal de la libertad, tomentos, abusos sexuales y homicidios en 27 casos. Los asesinatos no habían formado parte de la elevación a juicio pero los fiscales impulsaron la ampliación de la acusación y el tribunal, compuesto por los jueces Néstor Costabel, Horacio Barberis y Eduardo Carlos Fernández, hizo lugar al pedido.
"El trabajo de la fiscalía fue incorporar al debate y a la acusación los homicidios que se cometieron en el centro clandestino de detención, las matanzas sistemáticas que no fueron incorporadas en la instrucción de este juicio", explicó a Tiempo Argentino el fiscal Alagia. "El trabajo consistió en incorporar la dimensión homicida. Hasta nuestro aporte, era un campo de concentración sin muertos", añadió.
El procurador afirmó que "los jueces y fiscales se resisten a incorporar los muertos y asesinatos en los proceso judiciales cuando no se encontraban cuerpos de las víctimas. El razonamiento es bastante difícil de entender". "En La Plata se logró aplicar el criterio que replicamos nosotros. En Tucumán también. Nuestro interés fue orientar la acusación. Queremos que la condena califique los delitos como genocidio", señaló el procurador. Y agregó que en la acusación también sumaron los delitos sexuales.
Además, en su presentación, Alagia y Sosti pidieron la revocación de la prisión domiciliaria de la que goza Minicucci. Mientras que consintieron que Crespi y Svencionis, que tienen problemas de salud, continúen con esa modalidad de detención.
El juicio por los crímenes en el Vesubio comenzó el 13 de febrero pasado. En las próximas audiencias se escucharán los alegatos de las querellas y las defensas. El centro clandestino de detención, tortura y exterminio que funcionó en La Matanza fue uno de los más grandes del Conurbano bonaerense. Estuvo situado en el cruce de la Autopista Richieri y Camino de Cintura. «
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