Por octavo año consecutivo, tuvo lugar la "marcha de la gorra". Críticas al nuevo código de faltas, que incluye la figura del "merodeo". En 2014, se registraron 8 casos de gatillo fácil.
Por Florencia Gordillo
Por octavo año, se realizó en Córdoba la Marcha de la Gorra. “El merodeo es paseo”, gritaron más de 20 mil personas bajo la lluvia. En su mayoría fueron jóvenes que en el centro de la ciudad son detenidos por “actitud sospechosa”. Exigieron la derogación del Código de Faltas que violenta los derechos de los jóvenes de sectores vulnerables y de las trabajadoras sexuales.
La esquina de Colón y Cañada fue el punto de encuentro. El Colectivo de Jóvenes por Nuestros Derechos y más de 60 organizaciones convocaron a la marcha tras todo un año de debate. Llegaron jóvenes y madres, organizaciones barriales y sociales, agrupaciones estudiantiles y partidos políticos. Todos se reunieron para exigir la derogación del Código de Faltas, a la que consideran una “herramienta de estigmatización social para legitimar las prácticas violentas de la Policía”. Estuvieron todos, menos el delasotismo.
La Marcha de la Gorra nació en el 2007. Se realiza todos los 20 de noviembre, día en que se firmó en el año 1989 la Convención sobre los Derechos del Niño. La consigna de este año fue “Porque mejor gorras embrollando que la policía matando”. “Embrollar es hacer bardo, movilizarse, buscar gente, hacer quilombo en la ciudad por los derechos nuestros”, dijeron los integrantes de Luz de Sombra, un grupo de hip hop de Villa El Libertador. Ellos, de lunes a viernes, van al centro de Córdoba a trabajar. Una vez al día, por lo menos, la Policía los para y les pregunta “qué hacen fuera de su barrio”. El art. 98 del Código de Faltas establece la figura del merodeo, que permite la detención de personas en “actitud sospechosa”, que para la policía siempre son los jóvenes pobres de los barrios periféricos.
El comienzo de la jornada se retrasó porque dos colectivos, que provenían de la localidad de Juárez Celman, fueron detenidos en la avenida Juan B. Justo. La policía requisó el vehículo y detuvo a José Flores. La marcha no comenzó hasta que el joven fue liberado y los colectivos estuvieron cerca de la zona.
Ni un pibe menos
Antes de empezar el recorrido siempre hay un ritual. Entre todos pintan una bandera con el lema “Faltan colores, sobran policías”. Se llena de color el aire con bengalas de humo. Los jóvenes saltan, agitan el trapo y gritan con euforia “El merodeo es paseo”.
Delante de la marcha caminan los murgueros. Los sigue una camioneta en la que van integrantes del Colectivo, las Madres de Las Gorras (cuyos hijos fueron víctimas del gatillo fácil) y artistas como Rimando Entreversos, Zona de Cuarentena y Luz de Sombra. No faltó un falso De La Sota que tironeaba a unos muñecos disfrazados como policías. A su vez, éstos últimos arrastran a unos pibes con gorra. Cualquier parecido con la realidad, no es pura coincidencia.
Entre los concurrentes estuvo AMMAR (Sindicato de trabajadoras sexuales argentinas en acción por sus derechos) que se hizo presente con una bandera que decía: “Más vale taco laburante que policía tratante”. Las trabajadoras sexuales son víctimas del artículo 45 del Código cordobés. “Criminaliza un trabajo que no es delito, nos expone a detenciones arbitrarias, llenas de discriminación y violencia. Nos juzga a partir de una moralidad hipócrita, heterosexual y patriarcal.”, informaron desde la página oficial de la Marcha de la Gorra.
En la esquina de Colón y General Paz, debajo de una pantalla gigante que muestra titulares de La Voz del Interior (el principal medio provincial), tres jóvenes pegaron un afiche con la cara de Güere Pellico, quien fue asesinado por la Policía en julio de este año: “Ni un pibe menos. Basta de Gatillo Fácil”. Sólo en el 2014 hubo 8 casos de gatillo fácil.
La Lotería de Córdoba se encuentra en la esquina de Vélez Sarsfield y 27 de abril. Una hilera de policías la custodia. Una de las intervenciones artísticas consistió en acercar a cada agente un marco de cartón. Quedaban encuadrados, sin saber qué cara poner. Delante de uno de los marcos se leía “Kiosko”. Esta semana se elevó a juicio la causa del narco-escándalo por la que miembros de la Dirección de Lucha contra el Narcotráfico están imputados. Detrás, los marcos, tenían otros mensajes: “¿Tu hijo usa gorra? No lo mates”.
La madre de Guere Pellico contó que su hijo hacía dos años que venía a la marcha. Empezó a ir porque sentía que su gorra lo condicionaba. Una tarde fue a un shopping a comprarse zapatillas. “Yo me fui con mi camisita y no me dejaron entrar porque tenía gorra” recuerda que le dijo.
Las últimas cuadras de la marcha fueron bajo la lluvia. De fondo sonaba un grupo de tambores coordinado por Marcos Esqueche. Cada tambor tenía un cartel: uno de ellos decía “No más represión”. Ya en Plaza San Martín se leyó el “Documento Político”. Se nombró a cada uno de los jóvenes asesinados por gatillo fácil. Debajo del escenario, sus madres, levantaban los carteles con sus nombres. Se pidió la renuncia del Jefe de de la Policía, Julio César Suárez, actualmente imputado por amenazar al periodista Dante Leguizamon. Hay denuncias que ligan a la institución policial con el narcotráfico, el crimen organizado y las redes de trata.
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