domingo, 7 de abril de 2013
LA POLITICA Y LAS PECHERAS, ESAS ENEMIGAS.
La gente cotiza, el Pueblo sujeto-actor-social no.
La identidad, menos, ser trae problemas, horror, y odio.
Ellos, los Ellos del Eternauta, pueden ser, nosotros no.
Identificarnos no es legal.
Es sinónimo de ventaja, politiquería, porque la política y los políticos son los enemigos (Laje y Gelblung dixit por c5n).
Oranizarse no, está mal, el anónimo sí, el vecino suelto, solo,es bueno.
Unirse y Organizarse, menos.
Militancia, con nombre y apellido menos que menos, porque si además se es jóven, no se debe ser.
Es ilegal.
Construir poder popular también.
Aparecer mejor no, mejor desaparecer para ciertos medios, que son un fin en sí mismo; el fin último del enemigo que es precisamente que no seamos.
Pertenecer tiene sus privilegios; a un canal, a una radio, a una marca, a una Iglesia, a una ong...ser actor, periodista o deportista es.
Ser militante peronista no, no es, o no debe ser.
Hacer política, responder a una conducción, y actuar en consecuencia en el marco de un proyecto, contamina.
Asusta al Ello.
Preferible boicotear como lo hará la Mesa de enlace del dólar o el dirigente sin-dical Moyano que bloquea hoy plantas de combusible.
Porque lo sectorial sí es, lo colectivo no.
Identidad solidaria, esa herejía que hiere de muerte al dios mercado del sistema neoliberal, que muestra y demuestra el Pueblo, siempre, y cuando la Patria grita, lo hace ese PUEBLO multiplicado por cientos de miles, millones.
E impacta revolucionario sobre conciencias, almas, corazones y pieles.
Y anda, y banderea, y late y canta para que se vayan las penas, el dolor, y salga el sol.
GB
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