martes, 1 de enero de 2013

13 de DICIEMBRE de 1976, MARGARITA BELEN, LA MASACRE, IN MEMORIAM.

Margarita Belén


15/05/07 - El presidente Néstor Kirchner participó del homenaje a las víctimas de Margarita BelénEl mandatario solicitó a la Justicia argentina que "avance" en la nulidad de los indultos y aclaró que lo hacía como "un ciudadano más", sin entrometerse en la independencia de poderes y recordó a los muertos del 13 de diciembre de 1976, "a muchos de los cuales conocía".

Kirchner participó junto a su esposa, la senadora Cristina Fernández, miembros de su gabinete y organizaciones defensoras de los Derechos Humanos, entre las que se encontraban las Abuelas de Plaza de Mayo encabezadas por su titular, Estela Carlotto, del acto realizado junto al monumento que recuerda el trágico hecho del 13 de diciembre de 1976.

La ceremonia se inició con los discursos de descendientes de dos de las víctimas de la masacre, Carlos Salas, hijo de Néstor Salas y Dafne Zamudio, hija de Carlos Alberto Zamudio.

Luego habló Kirchner, que pidió "disculpas" por ser el primer presidente que estaba presente en un homenaje a las víctimas de Margarita Belén.

"Vuelvo a pedir disculpas en nombre del Estado nacional argentino al pueblo chaqueño, a los fusilados, a los desaparecidos y a los agraviados, porque es la primera vez después de 31 años que un presidente de la Nación está presente acá", dijo.

Tras los discursos se descubrió una placa recordatoria de la presencia del presidente Kirchner en el lugar.

Culminada la ceremonia la titular de las Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto, se mostró "muy emocionada" porque era la primera vez que visitaba el lugar donde habían sido asesinadas las víctimas de la masacre de Margarita Belén y agradeció "al presidente Kirchner la posibilidad de participar de este acto".

"Le agradezco que me haya invitado -dijo Carlotto- junto a mis compañeras, 18 abuelas que hemos venido juntas, a tener memoria y a pedir lo que corresponde para un país que tiene que ser sano, que es la verdad y la justicia".

Adujo que "estos mártires son compañeros de nuestros hijos, de Laura, mi hija que fue asesinada en la provincia de Buenos Aires y multiplicar como semilla de libertad para que esta juventud, que nació después, que pregunta, que no sabe, sepa de quienes dieron la vida sin ningún interés más que hacer el bien".

Aclaró que "he venido muchas veces al Chaco, pero nunca llegué hasta el monumento, por eso estoy impactada y me voy reconfortada con muchas ganas de trabajar".

La veintena de jóvenes militantes políticos detenidos en la U7 del Servicio Penintenciario Federal, en la Brigada de Investigaciones y la Alcaidía Policial fueron reunidos en esta última unidad el domingo 12 de diciembre del 1976 donde fueron salvajemente torturados, según se supo años después por testigos del hecho.

Eran al menos 22 miltantes de la Juventud Universitaria Peronista, Partido Auténtico, Juventud Peronista, Ligas Agrarias y Juventud Trabajadora Peronista entre otras organizaciones.

Un convoy de camiones del Ejército y patrulleros policiales los llevó luego hacia al norte simulando un traslado hacia la ciudad de Formosa, pero al llegara a la altura de Margarita Belén tuvo lugar la más cruenta masacre.

Las muertes fueron presentadas luego como "intento de fuga" o como "enfrentamiento entre grupos antagónicos", pero el propio ex jefe del Ejército Ricardo Brinzoni -fallecido en 2005- reconoció ostentando ese cargo que se había tratado de un "fusilamiento encubierto".

En 1976 Brinzoni tenía el grado de capitán y se desempeñaba como secretario general de la Gobernación del Chaco que ejercía el también fallecido general Antonio Facundo Serrano.

Ente las víctimas identificadas se encuentran Manuel Parodi Ocampo, Luis Arturo Fransen, Carlos Duarte, Carlos Tereszuck, Néstor Carlos Salas, Patricio Tierno, Luis Angel Barco, Mario Cuevas, Fernando Pierola, Carlos Zamudio, Luis Alberto Díaz, Reynaldo Sonez, Carlos Maria Caire, Julio Andrés Pereira y Delicia González.

Por este hecho están detenidos y a la espera del juicio que se tramita en en el Juzgado Federal de Resistencia los militares Horacio Losito, Ricardo Guillermo Reyes, Germán Emilio Riquelme, Athos Renés, Aldo Martinez Segón, Rafael Carnero Sabol, Ernesto Jorge Simoni y Luis Alberto Pateta.

En tanto Jorge Alcides Larrateguy, que con el grado de coronel comandaba el grupo en 1976, falleció en 2005 y Norberto Raúl Tozzo se halla prófugo con pedido de captura nacional e internacional dictada por el juez Federal de Resistencia, Carlos Skidelsky.

Fuente: Página/12, 15/05/07






Una condena que no deja lugar a la fuga

Quince presos, cuatro que continúan desaparecidos, fueron asesinados en diciembre de 1976 en un operativo conjunto del Ejército y la policía provincial que simuló una fuga. Emoción de los familiares de las víctimas por el veredicto del tribunal.


Por Marcos Salomón
Desde Resistencia

Transcurridos treinta y cinco años de los fusilamientos, diez de la reapertura de la causa judicial, luego de escuchar a más de 120 testigos, en 60 audiencias orales y públicas, la lectura de la parte resolutiva de la sentencia llevó menos de 30 minutos para escuchar la condena a cadena perpetua a ocho militares y al único policía sentando en el banquillo de los acusados, por el asesinato de quince víctimas, cuatro de las cuales permanecen desaparecidas. Pero nada fue tan sencillo, la convocatoria original, para las 8.30, apenas dio lugar a las “últimas palabras” de Alfredo Chas, quien en un discurso políticamente correcto hasta el hartazgo ya se había declarado inocente. El policía consiguió, en forma inesperada, la absolución.

Después, la decisión del Tribunal Oral Federal de pasar la lectura de la sentencia para las 17, que enojó a todo el público, al punto que desencadenó una reacción inesperada: como nunca sucedió a lo largo del juicio, familiares de víctimas y victimarios coincidieron en fustigar a los jueces.

Medida inapelable, para las 17, en punto, Gladys Yunes, presidenta del Tribunal, leyó la condena a cadena perpetua contra Athos Rennes, Ernesto Simoni, Aldo Martínez Segón, Germán Riquelme, Jorge Carnero Sabol, Ricardo Reyes, Ricardo Losito (ya había sido condenado a 25 años en la causa por el ex Regimiento de Infantería 9, en Corrientes) y José Luis Patetta (también condenado a 25 años, pero en la causa Caballero que investigó la represión ilegal en el Departamento de Policía de Chaco). En cambio, fue absuelto Luis Alfredo Chas, por falta de pruebas.

Todos los militares están condenados como “coautores de homicidio agravado, por alevosía y el número de víctimas”.
Tensión

Con exclamaciones y lágrimas, familiares de las víctimas escuchaban las condenas, con Patetta y Losito fueron los momentos de mayor festejo, entre aplausos y alguna ironía suelta. Pero, en general, la audiencia fue absolutamente tranquila.

En cambio, toda la calma se rompió cuando el Tribunal absolvió a Chas. Los familiares del policía rompieron en llanto (aunque no tenían mucha esperanza, porque, según testigos, adelantaron el casamiento de una nieta del imputado para evitar que, tras la sentencia, no pudiera asistir a la boda) y descargaron toda su tensión contra los familiares de las víctimas.

Chas, de pie, con cara de sorpresa, escuchó su libertad por falta de pruebas.

Igual, Juan Andrés Sala, hijo de Néstor –una de las víctimas de la Masacre– y de Mirta Clara –ex presa política– pudo descargar su bronca contra Patetta: “Vos fuiste el que asesinó a mi papá”, le gritó.

La contracara, la impotencia de la nueva generación de la Pierolada (sobrinos de Fernando Piérola, que es una de las víctimas del 13 de diciembre de 1976 que continúa desaparecida): “¿Dónde están los cuerpos de nuestros compañeros, de nuestra familia?”, preguntaban a los gritos, mientras la familia Chas era desalojada de la sala.

En otra parte de la sentencia, el Tribunal hizo lugar al pedido de falso testimonio presentado contra el ex soldado y escritor frustrado Alfredo Maidana. En cambio, no hizo lugar al pedido de la defensa que acusó de falso testimonio a Francisco “Tete” Romero, ministro de Educación.

Los jueces también hicieron lugar al pedido de falso testimonio planteado contra el ex médico policial Orlando Grillo, que representa la complicidad civil chaqueña en el terrorismo de Estado.

En tanto, los fundamentos completos del fallo se conocerán recién el 12 de julio, según lo anunció la jueza Yunnes. Justo el 12 de julio sería el cumpleaños de Néstor Sala, víctima de la Masacre.

El final

Sobre el final, el abrazo partido entre familiares de las víctimas contrastaba con la desazón de los familiares de los imputados. Sólo la esposa de Martínez Segón habló con la prensa, para descalificar el fallo. Para acallar cualquier rumor y como una manera de festejar un triunfo contra la impunidad de 35 años, con los dedos en V o con el puño en alto, los presentes comenzaron a cantar el Himno Nacional Argentino.

Pero, a diferencia de la sentencia en la causa Caballero, cuando todos abrazaban a los sobrevivientes que declararon en el juicio, en la sentencia por la Masacre de Margarita Belén no había sobrevivientes para abrazar. Por eso, a voz batiente, tomó mucho más fuerza y sentido el Himno cuando la sala de audiencias bramaba: “Oh juremos con gloria morir”.

Del dolor a la alegría

“Todavía lo estoy deglutiendo”, dijo, conmovido hasta las lágrimas, Edwin “Peco” Tissenbaum, abogado de presos políticos en los ’70 y una especie de “padre jurídico” del juicio por la Masacre de Margarita Belén. Sentado en su silla de ruedas, abrazado por sus seres queridos, contó: “Fueron 35 años de impunidad, porque hasta los gobierno democráticos fueron frenando este juicio”. A Peco le disgustó la absolución del policía Alfredo Chas, al igual que a Mirta Clara, ex presa política y esposa de Néstor Sala, una de las víctimas de la masacre. Martín Díaz, hijo de Luis Díaz, otra víctima de la masacre, dijo: “Siento dolor, pero también mucha alegría”. Y su madre, Norma Cajal, señaló: “Desde el sentimiento, era previsible el desborde, después de que durante la dictadura, incluso en democracia, se nos negara reiteradamente el reclamo de justicia”. Mario Bosch, abogado querellante, dijo estar “conforme con las condenas a cadena perpetua, no así con la absolución de Chas, porque entendemos que había elementos probatorios suficientes para condenarlo. Respetamos el fallo del Tribunal, pero lo vamos a apelar en Casación”, señaló. Y concluyó avisando que ahora esperan otros dos juicios, las causas Margarita Belén II y Caballero II.

Otras voces

Duhalde. El secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde, expresó su satisfacción con el fallo del Tribunal Oral Federal de Resistencia y remarcó que “este proceso, en el que se juzgó uno de los hechos emblemáticos del terrorismo de Estado, tuvo un trámite ejemplar, con los jueces naturales y la aplicación de la ley penal y procesal vigentes en la Argentina, y respetando todas las garantías del debido proceso. Durante el juicio surgieron datos relativos a la participación de otras personas, incluidos ex funcionarios de la Justicia, que deberán ser investigados por el Juzgado Federal”.

CELS. “La sentencia marca el fin de la impunidad en un caso emblemático. Los hechos de Margarita Belén dejaron en evidencia el pacto de silencio en torno de las gravísimas violaciones de derechos humanos cometidas durante el terrorismo de Estado. Mostraron también el poder de varios de los acusados, hoy condenados, quienes continuaron durante más de tres décadas integrando las instituciones democráticas. Por eso, el fallo representa un nuevo paso adelante en el proceso de justicia y reafirma la vigencia del Estado de derecho”.

Hijos. “Esta sentencia es histórica y puso fin a la impunidad de uno de los hechos más emblemáticos de la última dictadura cívico-militar. Era una de esas masacres que se sabían en todo el pueblo, pero la Justicia no condenaba. Hasta hoy. Este fallo nos alienta a seguir luchando por más juicio y castigo a los genocidas. Se está empezando a avanzar también sobre la complicidad de los civiles en el genocidio, participación absolutamente necesaria para cometer los crímenes de lesa humanidad. Exigimos que se avance en este sentido, profundizando la lucha emprendida por todos nosotros desde hace tantos años.”

17/05/11 Página|12



Por Jorge Giles

Compañeros y Compañeras:
Hay que señalizar con estrellas y soles allí donde nos duele esta antigua herida.
Y decirnos.
Allí sale el Flaco Sala con los dedos en V y es preciso mirarlo en toda su estatura.
Allí salen todos los Compañeros y es preciso honrarlos con este presente.
Marchan hacia la historia y ellos lo saben. Nosotros también.
Lo saben Barquito, Cuevas y el Pato Tierno. Lo saben el Colorado Franzen y el Caraú Duarte. Lo sabe Parodi. Lo sabe la vida que habitará en ellos para siempre.
Señalizar su memoria es decir que nunca más la muerte a contratiempo y nunca más la cobardía de los genocidas.
Señalizar su memoria es marcar a fuego ese camino.
Y es salir a buscarlos y levantarlos y curarles las heridas y limpiarles la baba del demonio de sus asesinos.
Señalizar su memoria es mirar hacia el futuro y es honrar la vida que quisimos, queremos y quisieron en el minuto final.
Vayamos hasta ellos. Subamos a ese cielo de causa nacional y popular que es Margarita Belén. Que de allí venimos todos.
Honremos su memoria de luz, de pan y de justicia.
“Yo se que Ustedes recogerán mi nombre y lo llevarán como bandera a la victoria”, habrán pensado, quizás, en ese último instante, abrazando a Evita.
Y se habrán sentido un poco o mucho de ella. Y ella habrá bajado de esos cielos para acompañarlos.
Quizá el Flaco gritó “Libres o Muertos, Jamás Esclavos”. Y Piérola susurró: “Hasta la victoria, siempre”.
Y todos juntos gritaron: “Viva la Patria”, primero y “Viva Perón, carajo”, después. Quizá habrán pensado “no es en vano esta partida”. Quizá.
O quizá nadie dijo nada y se fueron así, tan solos de nosotros. Tan solitos. Tan atados y vendados. Tan valientes. Tan enteros. Tan peronistas. Tan montoneros.
Tan compañeros.
Por eso hay que ir a buscarlos. Siempre. Siempre.
Por que cada diciembre ellos esperan que, estemos donde estemos, en el Chaco, en Misiones o en Formosa, en Corrientes, Entre Ríos o Santa Fe, en Quilmes o en La Plata, en Tucumán o en Salta, en Buenos Aires o Córdoba o en los llanos y montañas de La Rioja, le pongamos palabras y canciones al silencio en Margarita Belén.
Y seamos ellos. Y seamos un pueblo de aquí hasta Venezuela, Ecuador y Bolivia y Brasil y Uruguay y cantemos de orgullo en su nombre, en su memoria…y seamos ellos, ellos, ellos, para siempre, con los dedos en V.

Diciembre 2012


GB

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