BARBARIE EN EL PARQUE CENTENARIO
enero - 28 - 2013 30
El lunes 28 de enero, la ilusión, tan sólo duró cinco horas.
Los vecinos del Parque Centenario vieron, una vez más, frustradas sus esperanzas de tener un espacio público… normal.
No piden los jardines de Versailles, ni el Hyde Park, ni el Central Park; tan sólo un parque normal.
Un parque sin linyeras acampando dentro de él. Sin impunes vendedores de drogas. Sin murgas y grupos de rock tocando, a todo volumen, hasta la madrugada. Sin jaurías de perros amenazando a los visitantes. Sin grupos de adolescentes robando a los transeúntes. Sin una feria ilegal de más de 800 puestos, impidiendo el paso de la gente por las veredas y los canteros. Sin monumentos destrozados y grafiteados. En resumen: un parque normal.
Un parque donde los niños puedan jugar sin ser mordidos por un perro cimarrón.
Donde el vecino pueda desplegar sus actividades deportivas o simplemente contemplar el paisaje sin ser asaltado. Donde el espacio público no se convierta en privado, en beneficio de delincuentes, linyeras o manteros.
La ilusión de recuperar el Parque Centenario, duró cinco horas. Una vez que el vallado fue instalado, dejando el Parque listo para comenzar a ponerlo en valor, pasaron cinco horas hasta que la barbarie, como un moderno malón llegó al lugar.
No pasaban de ser más de cincuenta personas (¿?) muchos de ellos militantes políticos, otros pertenecientes a la ex Huerta Orgázmica, vendedores ilegales que ocupan las aceras y canteros los fines de semana y escasísimos vecinos de Caballito.
Mezclados entre la turbamulta se pudo ver a dos militantes y referentes barriales, solos, sin sus seguidores, estaban presentes el kirchnerista Rodolfo Diringuer, dirigente de SOS Caballito, quien se sintió frustrado en el 2011, cuando aspiraba a integrar una lista del Frente Para la Victoria. El otro referente fue Gustavo Torchinsky, presidente de la ONG Voluntarios del Parque Centenario y, candidato a la Junta Comunal en el 2011 por el partido Frente Progresista por Buenos Aires. Partido de Aníbal Ibarra que, en su momento colocó las actuales rejas del Parque Centenario y ningún simpatizante de las autóctonas izquierdas , se las tiró abajo.
A las 20.00, en forma salvaje comenzaron a destruir el vallado perimetral. Así, el trabajo realizado durante el día por más de 300 operarios de una Cooperativa, sucumbió en manos de los vándalos.
El total del vallado fue derribado, los tirantes quebrados y las bases de sostén arrancadas del piso.
Toda la acción fue observada pacientemente por las fuerzas de la Policía Federal Argentina y la Policía Metropolitana. Ante los uniformados, los vecinos miraban atónitos como eran destruidos los bienes públicos.
Un comentario especial merece el comunero por Proyecto Sur, Martín Iommi. En una entrevista para la televisión, durante los disturbios, el miembro de la Junta Comunal de la Comuna 6 Caballito, manifestó: “…La solución no es la reja. No se escuchan los reclamos del barrio y el Gobierno no respeta a los vecinos…”
Sin embargo el comunero Iommi, parece olvidar que él participó, acompañando con su firma al resto de la Junta Comunal, en la denuncia por la situación del Parque. Además, hace aproximadamente un mes, los siete miembros de la Junta Comunal firmaron una resolución donde acordaron aprobar todo lo que haga el Gobierno de la Ciudad en el Parque Centenario, en tanto y en cuanto, no se afecte el trabajo de los feriantes legales. Iommi, de frágil memoria, olvido su adhesión a la denuncia y al documento del gobierno, eso sí no se olvidó de mentir ante las cámaras, como dicen que decía el inventor de la publicidad moderna, Joseph Göbbels… “Miente, miente, que algo queda”.
Poco duró la ilusión de, la mayoría de los vecinos, de tener un parque normal. La barbarie, la inacción judicial y policial, apoyada por militantes de izquierda, punteros barriales y el comunero Martín Iommi. Todos ellos, se la llevaron puesta junto con las vallas.
Siendo las 23.02, los vándalos ocupan el interior del Parque Centenario donde han encendido hogueras y continúan con los destrozos.
El gobierno de la ciudad debiera considerar no gastar nuestros dineros, al intentar actuar civilizadamente. Dadas las circunstancias, debiera permitir que las doce hectáreas del Parque Centenario se conviertan en un asentamiento, con huertas orgánicas y orgázmicas, venta de droga, refugio de malvivientes y una enorme feria ilegal. Eso sí, por favor retiren el mástil que aún guarda restos de un Escudo Nacional, y las imágenes de San Martín y Belgrano. Nuestra Enseña Patria no puede enarbolarse en un lupanar manejado por delincuentes y apoyado por oportunistas políticos.
pd y sì los militantes polìticos, menos los del PRO son todos unos vàndalos, bàrbaros, hunos, hèrulos, visigodos, que merecen la represiòn sin as ni menos, asì la enseña patria ondea y flamea sin màculas.
Heil!!
GB
Los vecinos del Parque Centenario vieron, una vez más, frustradas sus esperanzas de tener un espacio público… normal.
No piden los jardines de Versailles, ni el Hyde Park, ni el Central Park; tan sólo un parque normal.
Un parque sin linyeras acampando dentro de él. Sin impunes vendedores de drogas. Sin murgas y grupos de rock tocando, a todo volumen, hasta la madrugada. Sin jaurías de perros amenazando a los visitantes. Sin grupos de adolescentes robando a los transeúntes. Sin una feria ilegal de más de 800 puestos, impidiendo el paso de la gente por las veredas y los canteros. Sin monumentos destrozados y grafiteados. En resumen: un parque normal.
Un parque donde los niños puedan jugar sin ser mordidos por un perro cimarrón.
Donde el vecino pueda desplegar sus actividades deportivas o simplemente contemplar el paisaje sin ser asaltado. Donde el espacio público no se convierta en privado, en beneficio de delincuentes, linyeras o manteros.
La ilusión de recuperar el Parque Centenario, duró cinco horas. Una vez que el vallado fue instalado, dejando el Parque listo para comenzar a ponerlo en valor, pasaron cinco horas hasta que la barbarie, como un moderno malón llegó al lugar.
No pasaban de ser más de cincuenta personas (¿?) muchos de ellos militantes políticos, otros pertenecientes a la ex Huerta Orgázmica, vendedores ilegales que ocupan las aceras y canteros los fines de semana y escasísimos vecinos de Caballito.
Mezclados entre la turbamulta se pudo ver a dos militantes y referentes barriales, solos, sin sus seguidores, estaban presentes el kirchnerista Rodolfo Diringuer, dirigente de SOS Caballito, quien se sintió frustrado en el 2011, cuando aspiraba a integrar una lista del Frente Para la Victoria. El otro referente fue Gustavo Torchinsky, presidente de la ONG Voluntarios del Parque Centenario y, candidato a la Junta Comunal en el 2011 por el partido Frente Progresista por Buenos Aires. Partido de Aníbal Ibarra que, en su momento colocó las actuales rejas del Parque Centenario y ningún simpatizante de las autóctonas izquierdas , se las tiró abajo.
A las 20.00, en forma salvaje comenzaron a destruir el vallado perimetral. Así, el trabajo realizado durante el día por más de 300 operarios de una Cooperativa, sucumbió en manos de los vándalos.
El total del vallado fue derribado, los tirantes quebrados y las bases de sostén arrancadas del piso.
Toda la acción fue observada pacientemente por las fuerzas de la Policía Federal Argentina y la Policía Metropolitana. Ante los uniformados, los vecinos miraban atónitos como eran destruidos los bienes públicos.
Un comentario especial merece el comunero por Proyecto Sur, Martín Iommi. En una entrevista para la televisión, durante los disturbios, el miembro de la Junta Comunal de la Comuna 6 Caballito, manifestó: “…La solución no es la reja. No se escuchan los reclamos del barrio y el Gobierno no respeta a los vecinos…”
Sin embargo el comunero Iommi, parece olvidar que él participó, acompañando con su firma al resto de la Junta Comunal, en la denuncia por la situación del Parque. Además, hace aproximadamente un mes, los siete miembros de la Junta Comunal firmaron una resolución donde acordaron aprobar todo lo que haga el Gobierno de la Ciudad en el Parque Centenario, en tanto y en cuanto, no se afecte el trabajo de los feriantes legales. Iommi, de frágil memoria, olvido su adhesión a la denuncia y al documento del gobierno, eso sí no se olvidó de mentir ante las cámaras, como dicen que decía el inventor de la publicidad moderna, Joseph Göbbels… “Miente, miente, que algo queda”.
Poco duró la ilusión de, la mayoría de los vecinos, de tener un parque normal. La barbarie, la inacción judicial y policial, apoyada por militantes de izquierda, punteros barriales y el comunero Martín Iommi. Todos ellos, se la llevaron puesta junto con las vallas.
Siendo las 23.02, los vándalos ocupan el interior del Parque Centenario donde han encendido hogueras y continúan con los destrozos.
El gobierno de la ciudad debiera considerar no gastar nuestros dineros, al intentar actuar civilizadamente. Dadas las circunstancias, debiera permitir que las doce hectáreas del Parque Centenario se conviertan en un asentamiento, con huertas orgánicas y orgázmicas, venta de droga, refugio de malvivientes y una enorme feria ilegal. Eso sí, por favor retiren el mástil que aún guarda restos de un Escudo Nacional, y las imágenes de San Martín y Belgrano. Nuestra Enseña Patria no puede enarbolarse en un lupanar manejado por delincuentes y apoyado por oportunistas políticos.
pd y sì los militantes polìticos, menos los del PRO son todos unos vàndalos, bàrbaros, hunos, hèrulos, visigodos, que merecen la represiòn sin as ni menos, asì la enseña patria ondea y flamea sin màculas.
Heil!!
GB
Manifestantes provocando a la policía.
(Tìtulo de CABALLITO TE QUIERO sobre quines estàn en contra del vallado democràtico e inclusivo de Maurizio)
No hay comentarios:
Publicar un comentario