viernes, 25 de enero de 2013

LOS MISERABLES, POR JORGE GILES, OPINION

El país de los miserables en una foto

Por Jorge Giles

Siempre fueron así. Violentos. Obscenos. Canallas. Miserables.

La portada del diario “El país” de España y la indisimulada réplica de sus socios locales, exponiendo a un hombre moribundo y entubado en una camilla hospitalaria, los muestra de cuerpo entero.

El asunto no pasa por saber si el hombre de la foto es el presidente Chávez, o no. Lo inhumano es mostrar a un hombre en esa situación extrema y dolorosa. Se llame como se llame.

Sólo después viene el otro asunto: lo quieren ver a Chávez muerto de verdad. Quieren que se muera ya. Quieren que se muera Cristina. Quieren que se muera Rafael Correa, Evo Morales y todos los que luchan por la inclusión social de sus pueblos.

Y si no ocurre de verdad, bien vale una foto mientras tanto.

Con ese mismo cinismo fotografiaron la sangre y el lugar donde fue “abatida” Norma Esther Arrostito y publicaron su muerte un año antes que la tiraran al mar los asesinos de la ESMA.

Con ese mismo cinismo publicaron “enfrentamientos con subversivos” cuando sabían más que nadie que eran secuestros de hombres y mujeres embarazadas, de obreros y estudiantes, de pibes recién nacidos.

Con ese mismo cinismo fotografiaron la ESMA y otros centros clandestinos de detención de la dictadura cívico-militar, cual si fuesen centros de reeducación con pensión completa.

Con ese mismo cinismo difundieron un crimen de hace cinco años como si hubiese ocurrido hace cinco horas. Y publicaron una foto de una fiesta estudiantil de hace tres años como si fuese el último traspié del hijo de un ministro de un gobernador de una “provincia K” y que ya se sabe son lo peor de lo peor que hay.

Hace bien la presidenta en decir: “Eso no es una foto, es una canallada”. Y hace bien en vincular al diario español con Clarín y otros más de su misma estirpe y cinismo.

No pueden quedar en el olvido las canalladas de los que dan lecciones de ética periodística y presumen ser los reyes de la libertad de prensa.

Son los que sueñan con publicar las mismas fotos que obtenían en tiempos del terrorismo de estado.

Los caranchos y los buitres gustan de los cadáveres.

La portada de “El País” dice ayer que se disculpan por que el hombre de la foto no era Chávez. No por la foto.

A confesión de parte, relevo de pruebas.

Es el mismo odio que destilan seres de igual calaña por las redes sociales y en los carteles caceroleros que pidieron la muerte para la Presidenta.

Son los que se reconocen en el grito fascista de “Viva la muerte” en la España de Franco.

La vida muestra que este pueblo y su gobierno son los garantes de la paz.

Por eso la violencia y el odio no generan más violencia.

Todo un signo vital del cambio de época.

Infonews

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