lunes, 28 de enero de 2013

EL FUTURO REMITE AL PASADO
















 
Discurso al futuro con citas al pasado

Por Eduardo Blaustein

Poco a poco, la discusión por salarios va tomando forma y los precandidatos ensayan tanteos previos de cara a las legislativas de octubre. Para abordar estos temas, la oposición resucita el Rodrigazo y al gobierno de Frondizi, dos referencias que difícilmente se adecúan al presente.

Desde que comenzó enero pasa tan poco, hay tal escasez de “noticias” que justifiquen la producción de títulos de tapa, que hubo que reinventar fantasmas. Al ex ministro de Economía, Roberto Lavagna, se le ocurrió decir que en las últimas elecciones hubo un fraude más o menos fabuloso, aunque no aportó ni medio dato para avalar esa afirmación. En los mismos días el titular de la UIA, Ignacio de Mendiguren, dijo temer por un eventual retorno del Rodrigazo en caso de que los sindicatos se pongan muy duros de cara a la negociación paritaria. De Mendiguren es un aliado entre interesante, estratégico y voluble del Gobierno. Cada tanto, de manera previsible, se muestra mucho más cercano a los intereses empresariales que a los generales. Al día siguiente de mentar la expresión “Rodrigazo” se rectificó, pero ya había sido retomada por Hugo Moyano, en la lógica habitual del efecto contagio. El camionero dijo que lo del Rodrigazo es como mucho, pero que en todo caso el Rodrigazo presunto se cumple en cuotas “porque aumentan cada vez más las cosas”. La rectificación del referente de la UIA intentó ir por el lado de la sensatez, explicó que el escenario que vive la Argentina “no es comparable” con el notorio desbarajuste y la ausencia de autoridad política que se verificaba en 1975.

En la medida en que el proceso inflacionario no se detiene, el Gobierno tendrá siempre abierto un escenario de discusión áspera que se reabre en estos días por las negociaciones paritarias y las relacionadas con el piso del impuesto a las Ganancias. La cosa se torna difícil porque incluso los sindicatos cercanos se están poniendo firmes. “Antes de discutir paritarias queremos terminar con el tema Ganancias”, subrayó el textil Jorge Lobais, de la CGT cercana al Gobierno. Más cercano aún al kirchnerismo, Hugo Yasky, de la CTA, dijo que “el tema de Ganancias se tiene que resolver este año” y más bien prontito. La CTA hizo su propia propuesta de actualización del piso del impuesto mediante un mecanismo de automatización de las subas (similar al que se usa con las jubilaciones) y elevar el piso “como se ha hecho otros años. Esto significaría una vía bastante rápida: un decreto”. Yasky agregó: “Queremos transformar este impuesto en un gravamen que presione sobre los altos ingresos de manera de poder liberar a los trabajadores que actualmente aportan y están en la base de la pirámide salarial”.

Van a ser negociaciones difíciles. Que Yasky, en general cuidadoso en sus declaraciones, pida que lo de Ganancias se resuelva en un plazo breve es llamativo. Mientras, el líder del gremio de los taxistas, Omar Viviani, aludió a la poca credibilidad de las cifras del Indec. Como sea, la bandera de largada también llama la atención: los docentes debutaron en las paritarias pidiendo aumentos de hasta el 30 por ciento.

Caciques en campaña

La política y el ejercicio del gobierno se desarrollan en un escenario de campaña permanente, decía un veterano consultor electoral estadounidense. Las legislativas 2013 se acercan y los candidatos mandan fruta en las playas y más insistentemente en los medios. El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, acaba de despacharse con fruta de la buena: “Puedo armar el mejor equipo que se haya visto en la Argentina desde Frondizi”. La frase no tendría demasiado sentido si en los últimos tiempos parte de la derecha y del PRO no hubieran intentado instalar la idea livianita de que el gobierno de Arturo Frondizi fue sensacional. La figura de Frondizi es atractiva, compleja, pero la instalación es absolutamente superficial, una típica generalización marca PRO. Sería maravilloso que Silvio Soldán le preguntara a Macri quiénes compusieron el “equipo” de Frondizi y que tuviera que responder a la pregunta sin repetir y sin soplar. El que escribe se juega la vida a que no pasaría, quizás, del nombre de Rogelio Frigerio. Aunque también es posible que recordara el nombre del último ministro de Economía del líder desarrollista cuando ya prácticamente había cedido en todos los terrenos: Álvaro Alsogaray. Claro que no importaría demasiado la precisión de las respuestas de Macri. Después de que amagara por unos días con presentarse como candidato en provincia, Macri cerró esas especulaciones diciendo que la alternativa “no tiene lógica”.

Poco tiempo atrás Macri se había sacado alguna foto con el gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota. Tal parece que de la foto a la alianza hay un trecho importante, aunque no es descabellado pensar que algún día el escenario decante y ambos se junten y sonrían. El que sí se decidió a jugar con el cordobés es Luis Barrionuevo. Scioli, Macri, De la Sota, Hugo Moyano, Sergio Massa y Francisco de Narváez desde Buenos Aires. Demasiados nombres más o menos peronistas o en alianzas más o menos peronistas para un único mercado. Todos ellos más quien se postule desde el kirchnerismo, lo que, retomando la idea pero desde la otra punta, incluye de nuevo, problemáticamente, a Daniel Scioli. Seguramente verán hasta dónde llegan y luego negociarán. Aun así suena a lo de siempre: mucho cacique y poco indio.
 
Fuente: Diario Z

GB

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